CAPITULO TRES: Lecciones
Haldir entró despacio en la habitación, ahí su padre lo esperaba. Hacía pocos días que había cumplido 62 años por lo que Haldred había decidido que era tiempo de iniciar su adiestramiento en las artes de la guerra.
"padre, estoy listo para mis lecciones"- dijo Haldir gravemente
"Muy bien, Haldir. Yo no puedo ser tu maestro ya que sabes que no es lo acostumbrado, pero te he elegido a uno de los mejores guerreros de Lothlorién para adiestrarte"- dijo Haldred divertido ante la gravedad de Haldir ante el tema de su formación como guerrero.
"Como tu digas padre"- respondió el niño sin poder ocultar su emoción.
Haldred sonreía complacido, su hijo mostraba claras señales de desear convertirse en un gran guerrero y él no sería el que lo desalentaría en tan noble empresa. En ese momento tocaron la puerta suavemente y un elfo de cabellos rubios asomó la cabeza a la habitación.
"mi señor Haldred, he venido por Haldir para sus lecciones" - dijo el elfo tranquilamente.
"Muy bien Galdor"- respondió Haldred - "Haldir ve con tu maestro, él te dirá que hacer"- dijo a su hijo
"si, padre"- respondió Haldir
Galdor y Haldir caminaron hasta la salida y después hacia un claro donde practicaban el arco los guardias, en ese momento no se encontraba nadie ya que Galdor había considerado que era mejor si Haldir en su primera clase estaba solo.
Galdor le mostró a Haldir como debía sostener el arco y apuntar. Haldir lo intento y dio al centro por unos cuantros centimetros. Galdor abrió los ojos sorprendido, sin duda Haldir tenía un talento nato para la arquería, se preguntaba si sería lo mismo para el resto de las actividades de lucha. Practicaron cerca de dos horas, Galdor se sorprendía cada vez mas de ver el gusto que Haldir sentía por su entrenamiento, era una caracteristica poco común en los nobles.
"Haldir, es hora de pasar a tus clases de esgrima"- dijo de pronto Galdor
"Si, maestro"- asintió Haldir e hizo una ligera reverencia, lo que provocó una sonrisa de Galdor que paso desapercibida para Haldir.
Galdor le dio a Haldir una espada y el tomó otra. Primero le mostró la forma correcta de sujetar una espada y la forma en que debe balancearla. Haldir estaba tan concentrado en cada palabra que Galdor pronunciaba que las dos horas de entrenamiento se pasaron sumamente rápido.
"Bien...hemos terminado por hoy"- dijo Galdor
"como diga, maestro"- respondió Haldir un poco desilusionado, aún tenía energías para continuar practicando.
"vamos, tu padre debe estar esperandonos"- anunció Galdor y comenzo a caminar rumbo a la residencia de el señor Haldred.
Unos cuantos minutos después, Galdor y Haldir habían llegado a su casa. Haldir hizo una ligera reverencia a su maestro y se marchó a su habitación, casi sería hora de cenar y debía acicalarse. Cuando estuvo listo, salió de su recamara a ver a su madre, no la había visto en todo el día y la extrañaba mucho. Nienna era muy cercana a Haldir, por lo que él la adoraba. Antes de hallar a su madre una doncella se acercó a Haldir.
"señor Haldir, su padre lo espera en el despacho. Necesita hablar urgentemente con usted"- dijo la doncella gravemente lo que asustó a Haldir.
"muchas gracias"- respondió Haldir cortesmente.
Haldir llegó a la puerta del despacho de su padre y tocó suavemente. Al oír la voz de su padre decir "adelante" entró a la habitación. Haldred volteó al escuchar a su hijo entrar.
"Haldir, acabo de terminar de hablar con Galdor"- dijo Haldred gravemente
"¿que te dijo, padre?"- aventuró Haldir mientras tenía la mirada baja, le preocupaba el hecho de no haber hecho un buen entrenamiento y haber desilusionado a su padre.
"me ha dicho que....eres un elfo sobresaliente en arquería y esgrima"- dijo Haldred sin poder esconder la felicidad que las palabras de Galdor había provocado en él - "estoy muy orgulloso de ti, Haldir"
"gracias padre"- respondió Haldir feliz
"ven, hay algo que deseo darte"- dijo Haldred sentandose en un sillón de cuero cafe en un rincón de la estancia. Haldir lo siguió y se sentó frente a su padre - "toma...deseo que tu los tengas"- dijo Haldred mientras le daba una caja grande roble a Haldir.
Haldir la abrió y no pudo reprimir un gesto de sorpresa al ver su interior. Dentro de la caja sobre un almohadon de terciopelo negro se encontraba un arco de ébano con Mithrill y una espada de los mismos materiales.
"Este arco y esta espada han pasado en mi familia desde hace generaciones, pasan de padre a primogenito cuando inician su entrenamiento como guerreros. Yo lo recibí de mi padre y ahora te lo doy a ti. Espero que algún día tú se lo des a tu hijo"- Finalizó Haldred con una hermosa sonrisa.
Haldir estaba sumamente emocionado y no atinó a otra cosa salvo a abrazar a su padre fuertemente. Haldred respondió el abrazo de su amado hijo y estuvieron así durante unos minutos. Por fin Haldred separó a su hijo y revolvió suavemente los cabellos rubios hasta el hombre de Haldir.
"vamos, tu madre debe estar esperandonos para cenar"- dijo, a lo que Haldir solo asintió mientras sonreía.
Haldir entró despacio en la habitación, ahí su padre lo esperaba. Hacía pocos días que había cumplido 62 años por lo que Haldred había decidido que era tiempo de iniciar su adiestramiento en las artes de la guerra.
"padre, estoy listo para mis lecciones"- dijo Haldir gravemente
"Muy bien, Haldir. Yo no puedo ser tu maestro ya que sabes que no es lo acostumbrado, pero te he elegido a uno de los mejores guerreros de Lothlorién para adiestrarte"- dijo Haldred divertido ante la gravedad de Haldir ante el tema de su formación como guerrero.
"Como tu digas padre"- respondió el niño sin poder ocultar su emoción.
Haldred sonreía complacido, su hijo mostraba claras señales de desear convertirse en un gran guerrero y él no sería el que lo desalentaría en tan noble empresa. En ese momento tocaron la puerta suavemente y un elfo de cabellos rubios asomó la cabeza a la habitación.
"mi señor Haldred, he venido por Haldir para sus lecciones" - dijo el elfo tranquilamente.
"Muy bien Galdor"- respondió Haldred - "Haldir ve con tu maestro, él te dirá que hacer"- dijo a su hijo
"si, padre"- respondió Haldir
Galdor y Haldir caminaron hasta la salida y después hacia un claro donde practicaban el arco los guardias, en ese momento no se encontraba nadie ya que Galdor había considerado que era mejor si Haldir en su primera clase estaba solo.
Galdor le mostró a Haldir como debía sostener el arco y apuntar. Haldir lo intento y dio al centro por unos cuantros centimetros. Galdor abrió los ojos sorprendido, sin duda Haldir tenía un talento nato para la arquería, se preguntaba si sería lo mismo para el resto de las actividades de lucha. Practicaron cerca de dos horas, Galdor se sorprendía cada vez mas de ver el gusto que Haldir sentía por su entrenamiento, era una caracteristica poco común en los nobles.
"Haldir, es hora de pasar a tus clases de esgrima"- dijo de pronto Galdor
"Si, maestro"- asintió Haldir e hizo una ligera reverencia, lo que provocó una sonrisa de Galdor que paso desapercibida para Haldir.
Galdor le dio a Haldir una espada y el tomó otra. Primero le mostró la forma correcta de sujetar una espada y la forma en que debe balancearla. Haldir estaba tan concentrado en cada palabra que Galdor pronunciaba que las dos horas de entrenamiento se pasaron sumamente rápido.
"Bien...hemos terminado por hoy"- dijo Galdor
"como diga, maestro"- respondió Haldir un poco desilusionado, aún tenía energías para continuar practicando.
"vamos, tu padre debe estar esperandonos"- anunció Galdor y comenzo a caminar rumbo a la residencia de el señor Haldred.
Unos cuantos minutos después, Galdor y Haldir habían llegado a su casa. Haldir hizo una ligera reverencia a su maestro y se marchó a su habitación, casi sería hora de cenar y debía acicalarse. Cuando estuvo listo, salió de su recamara a ver a su madre, no la había visto en todo el día y la extrañaba mucho. Nienna era muy cercana a Haldir, por lo que él la adoraba. Antes de hallar a su madre una doncella se acercó a Haldir.
"señor Haldir, su padre lo espera en el despacho. Necesita hablar urgentemente con usted"- dijo la doncella gravemente lo que asustó a Haldir.
"muchas gracias"- respondió Haldir cortesmente.
Haldir llegó a la puerta del despacho de su padre y tocó suavemente. Al oír la voz de su padre decir "adelante" entró a la habitación. Haldred volteó al escuchar a su hijo entrar.
"Haldir, acabo de terminar de hablar con Galdor"- dijo Haldred gravemente
"¿que te dijo, padre?"- aventuró Haldir mientras tenía la mirada baja, le preocupaba el hecho de no haber hecho un buen entrenamiento y haber desilusionado a su padre.
"me ha dicho que....eres un elfo sobresaliente en arquería y esgrima"- dijo Haldred sin poder esconder la felicidad que las palabras de Galdor había provocado en él - "estoy muy orgulloso de ti, Haldir"
"gracias padre"- respondió Haldir feliz
"ven, hay algo que deseo darte"- dijo Haldred sentandose en un sillón de cuero cafe en un rincón de la estancia. Haldir lo siguió y se sentó frente a su padre - "toma...deseo que tu los tengas"- dijo Haldred mientras le daba una caja grande roble a Haldir.
Haldir la abrió y no pudo reprimir un gesto de sorpresa al ver su interior. Dentro de la caja sobre un almohadon de terciopelo negro se encontraba un arco de ébano con Mithrill y una espada de los mismos materiales.
"Este arco y esta espada han pasado en mi familia desde hace generaciones, pasan de padre a primogenito cuando inician su entrenamiento como guerreros. Yo lo recibí de mi padre y ahora te lo doy a ti. Espero que algún día tú se lo des a tu hijo"- Finalizó Haldred con una hermosa sonrisa.
Haldir estaba sumamente emocionado y no atinó a otra cosa salvo a abrazar a su padre fuertemente. Haldred respondió el abrazo de su amado hijo y estuvieron así durante unos minutos. Por fin Haldred separó a su hijo y revolvió suavemente los cabellos rubios hasta el hombre de Haldir.
"vamos, tu madre debe estar esperandonos para cenar"- dijo, a lo que Haldir solo asintió mientras sonreía.
