CAPITULO CUATRO: Un nuevo hermano
Haldir acababa de regresar de su entrenamiento. Galdor había sido demasiado estricto esta vez, llegó a su habitación arrojando las cosas por todos lados. Si su madre lo viera le daría un sermón de media hora, a Haldir le molestaba que su madre aún lo tratara como niño chiquito si ya tenía 100 años. Haldir suspiro desalentado y se dejó caer como tronco en la cama. No había pasado ni media hora cuando tocaron la puerta de su recamara. Haldir saco a duras penas la cabeza de la almohada para gritar un "adelante". Una doncella entró a la habitación.
"señor haldir"- dijo la doncella bastante angustiada.
"que pasa?"- preguntó Haldir preocupándose
"su madre.....esta dando a luz"- dijo la doncella
"QUE? DONDE ESTA?"- preguntó Haldir nervioso mientras se levantaba de un salto olvidando su cansancio
"es su habitación pero..."- Haldir no espero a que la doncella terminará de hablar y salió corriendo rumbo a la habitación de su madre, era muy pronto para que naciera el bebé.
Una vez ahí, Haldir vio a su padre caminando de un lado a otro. Este miró a Haldir quien tenía cada músculo del cuerpo tenso. Haldred se apresuro a abrazar a su hijo, Haldir recibió a su padre en sus brazos intentando confortarlo. En ese momento llegó Galadriel acompañada de Celeborn, ella los vio con compasión al ver el estado de Haldred, Celeborn se apresuro a apoyar a su amigo mientras que Galadriel se acerco a Haldir y le susurro en el oido.
"no temas, tu madre estará bien"- dijo galadriel suavemente
Haldir respondió a Galadriel con una sonrisa, ella se limito a acariciar su mejilla y sonreír a medias. Mientras tanto Haldred hablaba con Celeborn, este lo tranquilizo diciéndole que su esposa estaría bien. En el palacio todo estaba en silencio, los elfos caminaban lamentándose la situación, todos amaban a la dama Nienna y temían por ella y el bebe.
Una elfa que ayudaba con el parto salió de la habitación, miro a los señores ahí reunidos y a Haldir, sonrió para sus adentros al recordar la misma escena en su nacimiento, ella le había comunicado la noticia a los señores elfos y ahora se repetiría la historia. Desafortunadamente esta vez no eran tan buenas noticias.
"señores...mi señora Nienna se encuentra agotada pero bien....desafortunadamente el bebe no se encuentra tan bien...me temo que aún no era tiempo para que naciera y ahora su vida corre peligro. Tendremos que esperar unas horas para saber si se salvara"- estas ultimas palabras las dijo con tristeza y mas aún al ver como a los presentes salvo Galadriel, se les helaba la sangre.
Haldred entró deprisa a la habitación sin esperar que le dieran permiso. Haldir intentó seguir a su padre pero Celeborn lo detuvo.
"debemos darles unos minutos a solas"- le dijo
"si, señor..."- obedeció Haldir tristemente
Haldred encontró a su esposa recostada en el lecho, estaba pálida y agotada tras el enorme esfuerzo, aún no le habían dejado ver al bebe. Lo habían sacado por una puerta alterna y se lo habían llevado para atenderlo. Haldred abrazó a su esposa y ambos comenzaron a llorar, por temor a lo que el destino le deparaba a su amado hijo.
Haldir caminaba desesperado, deseaba entrar a ver a su madre y a su hermano. Él tenía derecho, era su familia la que estaba sufriendo. No soporto mas la espera y entro a la recamara de su madre, ahí se encontró con sus padres aún abrazados así que se quedo de pie con la mirada baja. Su madre reparó en que Haldir se encontraba ahí y lo llamo hacia donde ellos estaban. Haldir aún era un niño aunque intentara hacer creer lo contrario y el temor lo invadió. Corrió hacia el abrazo de sus padres y entre ellos comenzó a llorar.
Los días pasaban y aún no se les permitía a los señores ver a su hijo. Los elfos de Lorién temían lo peor. Haldir fue a los entrenamientos con Galdor los primeros días, pero no soportaba que los elfos bajaran la mirada cuando él pasaba, así que decidió quedarse en su habitación, la puerta solo se abría para traerle de comer y retirar los platos sucios. Haldred y Nienna se preocupaban por su comportamiento, pero no hicieron nada por consejo de Celeborn, Haldir estaría bien, solo debían darle tiempo.
Una noche, se encontraban todos reunidos cenando. Haldir había salido de su habitación por petición de Galadriel. Una doncella elfa llegó y miro a los presentes con tristeza.
"el bebe esta muriendo"- dijo sin mas. Nienna palideció y cayo desmayada en brazos de su esposo. Celeborn acompañó a Haldred a llevar a Nienna a su habitación, las elfas que se habían encargado de cuidar al bebé inmediatamente acudieron a cuidar a su señora, ya daban al niño por perdido. Galadriel permaneció un momento mas con Haldir.
"ve a ver a tu hermano, él necesita algo de que aferrarse a la vida"- dijo ella y salió inmediatamente tras los demás.
Haldir se puso de pie y corrió hacia la habitación donde sabía habían tenido al bebe todo este tiempo. Entró lentamente esperando no encontrar a nadie, para su alivio la habitación estaba vacía. Camino despacio entre las penumbras hasta una cuna ricamente adornada, una vez ahí se asomo a su interior. Ahí se encontraba un bebe acostado, unos cabellos rubios comenzaban a crecer en su cabecita. Haldir se sorprendió de que su hermano fuera tan pequeño, su piel se encontraba demasiado blanca, incluso para un elfo. Haldir decidió tomar al bebe en sus brazos, el niño aún tenía los ojos cerrados y no se movía.
"hola bebe...soy yo Haldir, tu hermano....debes pelear....nuestros papas te necesitan...yo te necesito...no quiero estar solo, por favor lucha por estar con nosotros, es mas...si lo haces te prometo que te llevare a pasear por el bosque...te regalare mis juguetes, te enseñare a manejar la espada y el arco. Serás un gran guerrero!"- Haldir había empezado a llorar, le dolía perder a su hermanito. El bebe se movió casi imperceptiblemente, esto animo a Haldir y decidió continuar hablándole- "también conocerás a mama, te apuesto que no la has visto...es hermosa...tiene un largo cabello rubio y los ojos verdes, te sentirás feliz cada vez que te abrace y también cuando a mi papá.....su cabello es como el sol y sus ojos como el cielo....por favor...quédate conmigo..."
El bebe comenzó a llorar de pronto, lo que asusto a Haldir, así que salió corriendo con el niño en brazos a buscar a su Haldred. En unos minutos entro a la habitación gritando y con el bebe aún llorando. Nienna ya había despertado y la elfa que la había estado cuidando, le arrebato a Haldir el bebe. Lo llevaron a un rincón de la habitación y lo revisaron durante varios minutos.
"el bebe esta bien"- dijo por fin
Nienna comenzó a llorar dándole las gracias a los Valar por haber salvado a su hijo y Haldred corrió a abrazar a Haldir, dándole las gracias. El niño empezó a llorar de nuevo.
"al parecer tiene hambre...aún no lo hemos alimentado con su leche, señora Nienna. Será mejor que lo haga de una vez, no se vaya a arrepentir de quedarse con nosotros"- dijo la elfa sonriendo.
Nienna alimentaba al niño, que ya había abierto los ojos. Unos hermosos ojos azules como los de su padre y hermano. Levanto la vista hacia Haldir, estaba radiante.
"Haldir, como quieres que se llame tu hermano"- dijo ella
"Yo? Pero....eso le corresponde a papá"- contestó Haldir incrédulo
"te mereces ponerle nombre...tu lo salvaste"- dijo Haldred con una sonrisa
"pues.....entonces....me gustaría que se llamara Rumil...como ese elfo de Valinor"- contestó Haldir con una sonrisa, a quien fascinaba la historia elfica.
"entonces Rumil será"- intervino Galadriel con una sonrisa
