- No me lo tienes que pedir – añadió ella mientras se abalanzaba sobre su cuello para abrazarlo – yo sabré esperar hasta que podamos estar juntos.

Cinco años habían pasado ya desde aquella noche y nada había cambiado, la lucha contra Voldemort continuaba y nada había cambiado en todo este tiempo, seguían sumergidos en una lucha sin retorno y que parecía no tener ya fin, sus fuerzas se debilitaban y sus mentes estaban cada vez más debilitadas.

- No es buena idea.

- Remus no te estoy pidiendo opinión.

- Aun así Harry te la voy a dar.

- Gracias pero no la necesito.

- Por Merlín callaros que me dais dolor de cabeza – gimió un pelirrojo mientras tapaba su rostro con sus manos – y Remus tiene razón Harry es un suicidio y ahora tenemos las defensas muy bajas para hacer tonterías.

- ¿Y según tu que deberíamos hacer? Instrúyeme con tu gran inteligencia, no te cortes Ron.

- Cuando te pones así no se puede hablar contigo – gruño el chico.

- Pues mira mejor no habléis ninguno conmigo, así estaré mejor y podré oír mis propios pensamientos – se levanto tirando la silla donde estaba sentado y salio de la estancia golpeando la puerta.

- ¿Cuándo volverá Hermione? – el pelirrojo levanto una ceja mirando al mayor.

- ¿Cuándo volverá Hermione? ¿Qué clase de pregunta es esa? Remus todos sabemos incluido tú que Hermione no volverá.

- Lo hará.

- No lo hará. Yo no lo haría después de lo que el le dijo.

- Pero Hermione es extremadamente inteligente y sabe que Harry solo la quiso hacer daño para apartarla de todo esto.

- Remus pareces olvidar lo que Harry le hizo.

- No lo hago Ron, es difícil hacerlo – y también era difícil olvidarlo para el joven de ojos verdes que escuchaba detrás de la puerta mientras a su mente volvía de nuevo todos los acontecimientos que hicieron que Hermione se fuera de la casa que compartían los tres amigos y que servia de base para la orden.

- No tienes que gritarle a la gente solo porque no estés de acuerdo con ellos – le regañaba la joven al chico que paseaba nervioso por su habitación, mientras ella lo miraba sentada en la cama.

- ¿Tu estas de acuerdo con ellos?

- Por merlín no, pero si estoy de acuerdo en que ahí diferentes formas de decir las cosas y a voces como tu lo haces no es la manera.

- Otra regañina. Estupendo Hermione es justo lo que necesito.

- No es una regañina Harry, pero debes pensar en los sentimientos de los demás, te comportas como si tu llevaras el peso del mundo.

- ¿Acaso no es así? – grito el levantando los brazos al suelo.

- No, no lo es. Puede que tú debas acabar con Voldemort, pero te aseguro que muchos de los que has gritado ahí abajo, estarán junto a ti en ese momento y morirán por ayudarte.

- ¿Y tú estarás allí? – interrogo el mirándola fijamente.

- Claro que estaré allí. Junto a ti, no me moveré hasta que vea como ese horrible ser golpe con sus huesos en el suelo y deje de una vez de expirar para siempre.

- estarás allí – repitió más para el que para ella.

- Si lo estaré. Debes comprender que todos ahora se siente un poco perdidos, si costo superar la muerte de Ginny, como crees que están ahora después de haber perdido a Dumbledore, era su líder Harry, el siempre les decía lo que debían hacer ahora se sienten desorientados, si el las cosas aun serán mas difíciles.

- Sabes no entiendo que pintas aquí – susurro el chico – llevo un tiempo pensándolo, así que cuando me enfrente a Voldemort estarás allí conmigo ¿Para que?

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Para que estarás allí? Hermione, no eres fuerte, al contrario eres débil y en ese momento no voy a tener tiempo para estar protegiéndote.

- ¿Cómo te atreves? – grito ella levantándose de la cama – no necesitare que me protejas, puedo defenderme sola.

- Ya no si en la única batalla que estuviste casi te matan si no llega a ser por mi, estarías muerta – soltó con rabia.

- Si no fuera por ti tampoco me hubieran herido – lo había dicho sin pensar, no era lo que quería decirle, pero la furia había hablado por ella y por los ojos de el estaba claro que no se lo iba a perdonar así como así.

- Eres débil Hermione, cada vez que las cosas se ponen mal te echas a llorar – los ojos de la chica brillaban ya por la cercanía de las lágrimas en sus ojos – si no mira lo que pretendes hacer ya.

- No pienso llorar.

- Eso espero porque también estoy harto de tus lágrimas.

- ¿Creí que era tu amiga Harry? ¿Creí que tu…?

- ¿Qué yo que Hermione? Solo eres una carga y eso lo sabemos todos, incluida tú.

- ¿Pues si tanta carga crees que soy debería irme?

- En eso estoy de acuerdo contigo – miraba fijamente los ojos castaños de la chica que intentaban controlar las lágrimas.

- Pues bien ya esta todo dicho.

- Bien.

- Bien – grito ella dando un portazo al salir y por una décima de segundo estuvo dispuesto a correr detrás de ella, pero no lo hizo, no podía hacerlo, quería ser egoísta por una vez que ella lo odiara, que no le pudiera perdonar que se fuera y que viviera porque de algo estaba seguro en la última batalla no iba a sobrevivir y tenia muy claro que no quería que Hermione pereciera con el.

Y la vio por la ventana salir de la casa arrastrando su baúl, perseguida por su pelirrojo amigo intentando convencerla de que no se fuera, mientras el se quedaba vació viéndola partir.

Tanto tiempo juntos y ahora te tienes que ir.
Éramos muy niños cuando te conocí.
Te veo jugar y en silencio hablar.
Como me gustaba tu carita al bostezar.

Perdóname por echarte Hermione, perdóname por hacer que odies, pero necesito que en mi mente el recuerdo de ti no sea infeliz.

En nuestro rincón sigue aquel sillón
donde me leías para dormir.
Siempre estabas junto a mí,
en mi mente revolviendo todo
y esperando verme sonreír.

Tu que siempre me escuchabas que distes todo por mi y yo solo te puedo pagar así, protegiéndote echándote de mi lado haciéndote daño.

Oh Soledad, dime si algún día habr
entre tú y el amor buena amistad.
Vuelve conmigo a dibujar las olas del mar,
dame tu mano una vez más.

Cuando todo acabe y yo llegase a vivir, te podría volver a buscar y hacer todo lo imposible para que me perdones, ¿conseguiré tu perdone Hermione?

Escapamos de todo y me invitabas a pensar
Me ayudabas con tus juegos a pintar la realidad
Siempre fuiste fiel transparente fe
Los mayores dicen que de ti me enamoré.

Se que el sentimiento que tengo hacia ti es el que me hace apartarte de mi, se que es egoísmo, se que es amor.

En nuestro rincón sigue aquel sillón
donde me leías para dormir.
Siempre estabas junto a mí,
en mi mente revolviendo todo
y esperando verme sonreír.

De verdad espero que si algún día no consigo llegártelo a decir tú aun así me llegues a perdonar el daño que te he hecho.

Oh Soledad, dime si algún día habr
entre tú y el amor buena amistad.
Vuelve conmigo a dibujar las olas del mar,
dame tu mano una vez más.

Hasta que a mi lado vuelvas, me sentiré vació, me sentiré mal porque mi otra mitad no esta junto a mi, por que mi corazón esta roto.

- Hermione volverá – oyó de nuevo la voz de Remus a través de la puerta.

- ¿Cómo puedes estar tan seguro?

- Porque me envió una lechuza Ron, ella va a volver.

Hola

Voy a continuar con esta historia, si os gusta, el problema es que tengo de poco a nada de tiempo, así que ya aviso de que tardare en subir los capítulos.

Besos Emily.

Pd: Quiero dedicarles este capitulo a todos los miembros de la Pareja del Fénix, a quien tengo también bastante abandonado.