CAPITULO 9: "Esa cosa que no puedo explicar"
Mousse entró corriendo al Nekohatten mientras notaba que las manecillas del reloj daban con la hora exacta. Se había salvado de una reprimenda por segundos. Cologne le miró desde la cocina con gesto adusto pero no le dijo nada. Ya con su ropa habitual y la libreta de ordenes entró al restaurante.
-¡Nihao Mousse!
-¡GYAAAAAH!
El chico dio un salto espectacular al escuchar la voz de Shampoo detrás de el, realmente no lo esperaba y mas al sentir un tono amable en ella.
-¿Mousse sentirse bien? –Shampoo pestañeo al ver al muchacho colgado del techo.
-¿Yo? –Bajo del techo bastante sorprendido- Si claro yo estoy bien... ¿Y tu como estas?
Ahí el esperaba que la chica le recriminara algo y había bastante de donde escoger: Que la dejara en mitad de la película (¿De que se trató de todos modos?) Que la evitara todo el día o el peor. Que la besara sin su consentimiento. Bueno ya estaba listo. El ataque de la maestra Hinnako lo preparaba a uno para lo que fuera.
-Yo contenta y lista para trabajar. Si necesitar ayuda con tarea yo dispuesta a dar mano.
Bueno.. Para casi todo. Mousse se dejo caer de sentón en el suelo mientras una muy inusual Shampoo se alejaba canturreando a atender mesas.
"¿Quién es esa chica?".
La propietaria del Ucchan's estaba particularmente animada esa tarde, atendía con rapidez y prontitud poco usual. Canturreaba para si y de vez en cuando soltaba una risita nerviosa.
-Konishiwa –Un chico llego a sentarse en la barra cerca de las parrillas.
-¡Irasshaimase! –Ukio sonrió como si se tratara de el primer cliente que apareciera en años- ¿Qué te vamos a servir corazón?
-Quiero un especial de pato por favor.
-¡Agk!
-¿Pasa algo malo? –El cliente se extrañó al ver que la chica se atragantaba.
-Lo... Lo que pasa es que ya no tengo pato... Estooo... Cosas de... Salubridad tu sabes, la carne no sabe bien si se guarda mucho tiempo y eso... –Ella deseaba que no se notara lo roja que se estaba poniendo.
-Entonces que sea uno de champiñones... –El chico arqueó una ceja
Ukio se aprestó a servir la orden pero algo de su animo inicial se desvaneció. Ella había regalado lo que tenia de carne de pato a un local vecino, de repente sintió que eso podía molestarle a Mousse. Sobre su cabeza estaba el listón que el le había regalado y dentro de su cabeza estaba bien retratado su rostro cuando se lo daba.
"Feliz cumpleaños Ukio chan" No lo notó antes. ¿En que momento habían pasado del Ukio san al Ukio chan? Pero se oía tan bien cuando el lo decía. De nuevo esa agradable sensación en su pecho y... Un momento. ¿Porqué se sentía así?
¡CRAK!
La espátula con la que volteaba el okonomiyaki se quebró al presionarla demasiado contra la parrilla y salió despedida al techo donde quedo clavada con precisión.
-¡Jajajaja! El oxido –Ukio se puso roja hasta la punta del pelo mientras la clientela miraba sorprendida la espátula clavada en el techo. Algunos comensales murmuraron por lo bajo pero nadie por fortuna abandono el local- Permítame sacar una espátula nueva.
Se agacho y busco entre sus utensilios bajo la barda y descubrió las espátulas que le regalara Ranma las sacó y sonrió con ternura.
"Mi Ranchan siempre esta ahí para ayudarme" pensó Ukio. "Mi Ranchan y su Akane... Ella le sugirió lo de las espátulas" La sonrisa desapareció y con un gesto mas severo continuo preparando el platillo.
-Pero mi señor seguro que podemos pedir algo mas propio para cenar.
-Tonterias Sazuke, además es mi deber como figura prominente promover el comercio de nuestra localidad.
Ukio levanto la vista para encontrarse a Tatewaki Kuno entrar majestuoso a su local acompañado de su siempre servil mayordomo ninja Sazuke. Se sorprendió. Por lo general Kuno no era partidario de comer en locales pequeños, sirvió la orden que estaba preparando y después se acerco a la mesa que en ese instante Sazuke estaba limpiando. El servil gesto del ninja le molestó.
-Mis mesas siempre están limpias tu enano -En verdad no estaba de buenas.
-Jamás dudare de eso –Kuno hizo una seña imperativa y Sazuke se alejo algo renuente- Me disculpo si esa acción fue ofensiva para usted o sus comensales, algunas actitudes como bien se sabe son difíciles de acabar.
-Si claro... –La disculpa pese a lo exagerado era sincera, Ukio sintió disminuir un poco su molestia- ¿Qué es lo que le vamos a servir?
-Creo que siendo mi primera vez en un dispendio de comida de esta naturaleza tomare lo que me puedas recomendar- Kuno sonrió. Por un fugaz instante pareció un chico normal pero su natural arrogancia lo volvió a cubrir como un manto.
La chica se retiro a preparar la orden. Tatewaki san en verdad había cambiado. Claro seguía hablando con pedantería y todavía le lanzaba miradas asesinas a Ranchan pero ciertamente se le notaba mas capaz de escuchar y la gente comentaba una inquietante claridad de mente en el antes mas obtuso habitante de Nerima.
Justo dejaba la orden en la mesa cuando el teléfono comenzó a sonar. Corrió a contestar y al escuchar la voz al otro lado de la línea se puso muy nerviosa.
-Hola Ukio chan.
-¡Mousse! Hola... ¿cómo estas...
Pausa. Ella comenzó a jugar con el cordón.
-Yo... estaba pensando en ti...- Una tos nerviosa al otro lado de la línea- Es decir en que hoy es tu cumpleaños y estooo...
Ukyo hipeó nerviosa y sintió una especie de retortijón en el estomago ¿Por qué había dicho pensando en ti?
-¿y...? –Si su corazón seguía latiendo así se le iba a salir por la boca.
-Bueno... Yo pensaba... Si no estas muy ocupada... Ir al "Tomcat Café" Ya sabes... mas tarde...
Otra pausa Ukio se puso rojo señal de alto y se rió nerviosa mientras rezaba porque la gente en el local no le fuera a pedir Okonomiyakis.
-Ay Mousse parece que me estas pidiendo una cita... O algo por el estilo
Pausa larga.
-Po-podría ser es decir si no te molestan las citas... O algo por el estilo.
Y claro que para no perder la costumbre insertamos otra pausa aquí.
-Bueno... Yo... Claro que no es decir ¿Mas tarde?
-A las ocho cerramos el Nekohatten. Podríamos vernos a las nueve allá.
Y porque el publico lo pidió ponemos aquí otra linda pausa (En realidad nadie lo pidió pero ellos no sabían como continuar con la platica)
-Si claro... A las nueve...
Pausa larga, Ukio sintió que la temperatura había subido varios grados en el local
-A las nueve entonces... Adiós
-¡Ah! Mousse...
-¿Si?
-Gracias por invitarme
-No gracias a ti... Por aceptar.
De nuevo ambos chicos rieron. Ella hizo un esfuerzo sobrehumano y logro colgar el teléfono.
Ahora la chica comenzó a entrar en pánico al darse cuenta de la naturaleza de la llamada y la cita. Se trono los dedos de la mano y comenzó a caminar nerviosa, le dolía el pecho de lo rápido que le latía el corazón. Era una sensación totalmente diferente a lo sentido antes y definitivamente necesitaba contárselo a alguien, necesitaba una opinión. Pero no conocía a nadie... Por lo menos no a nadie con quien hablar antes de las nueve. Entonces vio la mesa donde Kuno parecía degustar con deleite su platillo. Apretó los dientes y fue por una jarra de té helado.
-Jamás has estado tan desesperada Ukio Kounji –La chica comenzó a caminar con una determinación que no sentía- Pedirle consejo a Kuno Tatewaki ¿En dónde he terminando?
Ukio estaba sentada al lado de Tatewaki. La mayoría de los clientes ya se habían marchado Kuno permanecía impertérrito y terminaba el segundo okonomiyaki por cortesía de la casa. Se limpio educadamente y después puso los palillos sobre el plato.
-¿Mas té Kuno san? –Ukio levanto la jarra mientras sonreía nerviosa pero el educadamente se negó.-Me parece si es que mis instintos son correctos desea hablar conmigo acerca de un tópico en particular. ¿Me equivoco Kounji san?
-Es... Bueno si en realidad si... Pero en realidad no se como abordarlo...
-Me parece que la forma correcta es siendo directa. No tengo fama de ser muy bueno con las alegorías.
-Yo... Yo... –Ukio trataba de no sonar demasiado nerviosa- No se si sepa que hay un chico...
-Mou Tsu mejor conocido como Mousse miembro de la tribu amazona china de 17 años que actualmente cursa el segundo año en el instituto Furinkan
Ukio puso los ojos grandes como platos soperos.
-Ventajas de ser el novio de la persona mejor informada en Nerima... ¿Y cual es la naturaleza de su tópico señorita Kounji?
-Bueno –Ukio sacudió la cabeza para alejar la sorpresa que le produjo la actitud de Kuno- El y yo hemos estado pues platicando mucho y eso... La verdad me agrada es una sorpresa saber lo amable y atento que es... Lo lindo que puede ser –Comenzó a sonreír- No estoy muy acostumbrada a que me tengan atenciones así. Hace rato me invito a salir y yo... –Nervios de nuevo, el estomago se puso duro como piedra- Yo acepte pero ahora no se si sea correcto, siento que estoy traicionando a Ranchan... Digo a Ranma. Pero... Ese es el problema de verdad no se que hacer o que sentir.
Tatewaki permaneció impávido escuchando todo eso y después pareció pensar y analizar lo comentado.
-En verdad –Dijo el entrelazando las manos sobre la mesa- Lo que noto es que usted finalmente esta liberándose del hechizo de ese malvado de Saotome –Ukio iba a lanzar una protesta pero el la callo con un gesto amable- Ya se lo que se dice: Que el malvado Ranma es solo una victima de las circunstancias y que yo tengo la idea equivocada pero me niego a aceptar que palurdo tal sea capaz de captar la atención de tanta bella dama sin la ayuda de algún oscuro y siniestro artilugio. Pero no es el tema a tocar... Suponiendo que yo me equivoque entonces digamos que usted siente que traiciona a este... Caballero ¿Por el famoso compromiso arreglado hace años o por algún sentimiento mas profundo?
-Un... Un Poco de ambos... Creo –Ukio se maldijo a si misma por la respuesta tan débil.
-Creo que tal promesa es algo poco viable –Kuno se sirvió el mismo mas té helado- Usted fue arrastrada a un vorágine de venganza y odio antes de entender de todo lo que significa tener prometido y que era salir y divertirse... Su promesa no le ha permitido vivir señorita Kounji.
Era como oír al profesor de matemáticas dar una explicación de un teorema y sin embargo las palabras caían como baldazos de agua fría.
-Creo que tiene que separar sus sentimientos (Cualquiera que estos sean) de sus obligaciones familiares. Y me parece que este encuentro programado con el señor Tsu es una excelente oportunidad de ver que hay mas allá de su "Ranchan"
Tatewaki se limpió la boca y después se levantó.
-Mi consejo en este caso es: Viva el momento Ukio Kounji. Vívalo y disfrútelo que nuestros años jóvenes pronto pasaran y después tendremos que vivir con la pesada cadena de: "Y si yo hubiera..." Yo casi cometo ese error.
Kuno hizo una reverencia y se retiro. Ukio permaneció mas tiempo viendo el mantel de la mesa sopesando las palabras de aquel muchacho. Después miró el reloj que colgaba en la entrada y se levantó. Había mucho que hacer antes de cerrar.
El teléfono sonó de nuevo y ella casi brinca, una extraña sensación de alegría la invadió y corrió a contestar.
-¡Uchan's! –Hubo una pausa y después colgaron-Que raro...
Desestimó el asunto y se dispuso a arreglar su local.
El Nekohatten estaba vacío. La tarde se había presentado excelente y llena de clientes pero en las ultimas horas antes de cerrar hubo una pausa muy merecida para todo mundo.
En el interior de la cocina el nuevo cocinero y Cologne terminaban de organizar cazuelas y condimentos. Afuera la nueva mesera, Shampoo y Mousse sacudían manteles y acomodaban mesas, fue rápido y pronto el lugar quedo listo. El chico cegatón desapareció un momento en la trastienda. Shampoo lo notó pero cuando ella fue a buscarlo el regreso. Se veía nervioso, sonrojado y extrañamente mas alegre.
-(¿Estas bien Mou tsu?) –Shampoo lo vio y se sintió algo inquieta.
-(Mejor que nunca) –Contesto el guiñándole un ojo y después fue a terminar sus labores.
Pero Shampoo sentía que algo no andaba bien. Lo observó un rato notando que se le veía muy animado, casi como si estuviera... Tragó saliva. Apretó los labios y se dirigió a la trastienda. Sin dudarlo tomo el teléfono y vio que aun estaba tibio, Mousse lo había usado. Con un instante de vacilación marco la tecla de "remarcar" y espero, el teléfono sonó un par de veces antes de que una voz alegre le dijera:
"¡Ucchan's!"
Shampoo colgó sintiéndose inusualmente furiosa.
La mesera nueva veía a Mousse tararear con alegría y apurarse con las mesas, sonrió ella también contagiada por la energía de el pero no por mucho tiempo. Aun sin tener idea de las artes marciales pudo sentir el oscura y pesada aura que envolvía a Shampoo
-¿Y tu de que estar sonriendo? –Preguntó la amazona con amargura.
-N... No de nada.
Mousse terminó con sus labores ajeno a lo que le pasaba a Shampoo y corrió a la cocina. Se escucho una leve discusión en chino y después el chico salió corriendo del Nekohatten.
-¡Muchas gracias Cologne sama! –Gritó Mousse antes de desaparecer por la puerta.
-¡Pero que no se te haga costumbre muchacho! –Respondió la matriarca asomándose por la ventana de servicio- ¡Y si no regresas antes de la medianoche ya hablaremos!
Cologne iba a regresar a sus labores cuando vio a su bisnieta salir de la trastienda vestida con pantalones de seda y una camisa mas holgada, llevaba también sus bomboris y una mirada de férrea determinación.
-¿De cacería querida? –Preguntó la Abuela suspicaz.
-¡Ahiya! Shampoo de cacería –La chica salió sin dar mas explicaciones.
Por un instante Cologne estuvo a punto de detener a la chica y exigirle una explicación pero no lo hizo. Con lo que sabia en ese instante acerca de las cosas que estaban pasando en la cabeza de sus dos muchachos el detenerla solo provocaría mas confusión, tenía que dejar que las cosas pasaran de forma natural. Solo experimentando en cabeza propia se podía entender la vida. Así lo aprendían las amazonas en Joketsu así lo aprenderían esos dos chicos aquí.
-Aun así no puedo dejar de sentirme preocupada –Cologne meneó la cabeza y regreso a sus labores.
NOTAS DEL AUTOR:Y como dice el refrán las cosas empeoran antes de mejorar... Nos vemos en el siguiente capitulo.
Desde mi pequeño Planeta en algún lugar del anime:
El Gran Kaiosama.
