Ukyo esperó a Mousse en el lugar de costumbre hasta que se le hizo tarde y perdió la primera hora de clase.
-¿Dónde rayos se metió? –Pensó la chica mientras el profesor de civismo citaba algunos libros para el estudio- ¿Le habrá pasado algo? –La imagen de Shampoo golpeándolo en la cabeza con algo pesado la hizo saltar- ¡Ni se te ocurra lastimarlo tu...
Se había parado de golpe llamando la atención de todos en el salón, el maestro la vio por encima de sus gafas y se limitó a señalarle las dos cubetas de agua que estaban en la entrada. Ukyo colorada a mas no poder salió en silencio cargando ambos baldes y se apostó cerca de la ventana agradeciendo que ni Ranma ni Akane fueran ese día a clases.
Ahora que lo pensaba había visto esa noche a Ranma y al cerdito de Akane correr como locos cerca de su local. Demasiado rápido para preguntarle que pasaba.
-Otro típico día en la vida de Ran chan –Suspiró ella. Pero de inmediato su mente regreso al problema que la tenia ahí- ¿Qué te pasó Mu chan?
Un pequeño "ejem" la distrajo. Era la enfermera de la escuela. Parecía preocupada.
-Ohaiyo Natsune san –Saludo Ukyo- ¿Pasa algo malo?
-Veo que no te enteraste –La enfermera parecía medir sus palabras- Mi... Hermana trabaja en el hospital, en el área de emergencias...
Ukyo sintió que el estomago se le encogía.
-Esa chica rara del pelo morado llegó arrastrando al chico... con quien sales... Se veía mal y...
Natsune no terminó la frase. Ukyo dejó los baldes en el suelo y después saltó por la ventana. Giró en el aire un par de veces para aminorar la caída y después sin perder impulso corrió a la salida y saltó sin ningún problema la enorme cerca del colegio.
Cientos de imágenes extrañas y terribles comenzaron a pasar en la mente de Ukyo y todas terminaban con Shampoo hiriendo a Mousse. Apretó los puños mientras cruzaba una calle de un solo saltó y vislumbraba a pocas cuadras la entrada del hospital.
Cuando entró la chica de diecisiete años vestida de colegiada y portando una enorme espátula hubo algo de desasosiego entre el personal. Significaba que era una artemarcialista y una que se veía muy alterada. Por lo tanto no se podía esperar nada bueno de eso.
-¿Te puedo ayudar en algo? –Una enfermera con mas agallas que el resto del personal se le acercó.
-Un chico... –Boqueó Ukyo recuperando aire- De mi edad. Pelo negro, gafas... Lo trajeron anoche...
La enfermera pensó que esta era la persona que había lastimado al muchacho pero después noto la preocupación y miedo en sus ojos. Era una amiga de el... O tal vez... Busco las palabras apropiadas para no alterarla mas.
-El esta estable... Pero delicado aun... ¿Tu eres...?
-Su novia...
Okey. La cosa se podía poner un poco peligrosa.
-Si quieres venir mas tarde yo podría...
-¡QUIERO VERLO AHORA! –Demandó Ukyo al borde de las lagrimas.
-Es que... Bueno... Hay otra persona en el área de visitas y...
-¡SHAMPOO! –Rugió Ukyo mientras se dirigía a la zona de visitantes.
La enfermera fue tras ella mientras pensaba que no había suficientes enfermeros para detener a una mujer enfurecida.
Shampoo estaba sentada cerca del cuarto donde habían puesto a Mousse, estaba entretenida terminando de tejer lo que parecía ser una bufanda mientras canturreaba una vieja canción de su aldea. Dejo la costura de golpe al sentir el aura de batalla de Ukyo aproximándose. Demasiado rápido. La chica alcanzó a levantarse de la silla a tiempo para ver el rostro encendido de furia de Kounji.
¡SLAP!
Shampoo esperaba un puñetazo, una patada, un golpe de espátula tal vez. Pero nunca una bofetada y es que había algo de particular en esa bofetada que la hizo retroceder sorprendida.
-¿QUÉ DEMONIOS LE HICISTE? –Ukyo esta vez parecía alzar la espátula pero tres enfermeros bastante grandes la sujetaron.
La amazona se toco la mejilla y después le lanzó una mirada retadora a Ukyo que luchaba por zafarse.
-Yo no tocar –Shampoo dio un par de pasos hacia delante- Yo encontrarlo. Si tener que culpar a alguien cúlpate a ti misma.
Ukyo dejo de luchar.
-¿De que demonios estas hablando?.
-Tu amigo que vestir raro atacarlo.
-¿Tsubasa? Pero el no es capaz ni de defenderse de si mismo
-El chico esta intoxicado –La enfermera trato de distraer la atención de las chicas- es un químico casero. No es letal, la herida aunque algo aparatosa estará bien en unos días. Las costillas detuvieron el paso del cuchillo.
-¿Intoxicado... Cuchillo? –A Ukyo le flaquearon las piernas y tuvieron que sentarla en una silla- Voy a matar a Tsubasa.
-Yo encontrar huyendo a chico extraño –Dijo Shampo muy seria- El no regresar.
-Quiero verlo –Kounji se levanto pero Shampoo le bloqueó el paso
-Tu haber causado mucho daño hoy tu no ver.
-Yo no hice nada... Quítate.
-No.
Las dos chicas se volvieron a mirar desafiantes. Los enfermeros estaban listos para evitar que destrozaran el lugar pero temblaban, algunos de ellos conocían la capacidad de lucha de las chicas.
-No puedes impedirme que lo vea –Ukyo volvió a guardar su espátula- Solo por respetar el hospital no hago que te quites... Pero te guste o no vendré a verlo.
La chica se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección de la salida. Podía sentir la sonrisa de victoria de la amazona y tenia el impulso de regresar y molerla a golpes pero se contuvo. Un poco antes de salir la enfermera que la recibió la detuvo.
-¿Tu eres la chica del restaurante de Okonomiyakis verdad? –Al ver la respuesta afirmativa la mujer continuó- Yo soy la hermana de Natsune. Mira tu novio esta estable, algo golpeado pero esta bien en un par de días.
-¿Seguros que no fue esa... loca? –Ukyo estaba muy preocupada.
-Ella estaba tan asustada como tu cuando lo trajo. No creo. Mira que yo conozco bien a la gente. Ve a tu casa, mi hermana te dispenso las clases, en cuanto esa... Loca –La chica sonrió- Se vaya te hablare para que vengas a verlo.
Ukyo hizo una reverencia y después se dirigió a su casa.
Mientras Shampoo entró al cuarto de Mousse. La chica caminó con paso quedo hasta la cama donde el chico dormitaba, estaba vendado y un suero goteaba lentamente su solución. Le acaricio el pelo sabiendo que el no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor.
-(No te preocupes Mousse) –Dijo ella mientras sacaba un pequeño frasco azul de su escote- (Todo será como antes y estarás bien. Te prometo que todo estará bien) –Con cuidado abrió los labios del muchacho y dejó caer unas cuantas gotas. El deglutió por reflejo. Ella se acercó mas y paso con delicadeza un dedo en los labios de el- (Todo estará bien)
Ukyo No abrió el Ucchan's se sentía muy preocupada y la cabeza le daba mil vueltas. Se sentó en un banco cerca de la barra y hundió la cabeza en los brazos. Permaneció un rato así hasta que escuchó que la puerta se abría lentamente.
-Estamos cerrados –La voz de ella se oía ligeramente sollozante.
-¿Esta usted bien Ukyo sama?
La chica reconoció la voz. Era Konatsu Kenzan. El ninja Kounoichi estaba parado en la entrada vestido con el oscuro uniforme del clan al que se había unido. Ukio saltó de su asiento y corrió a abrazarlo.
-¡Konatsu, corazón que gusto verte!
-¡Ukyo sama! –El chico la sostuvo un momento en sus brazos y entonces noto que la chica estaba temblando- ¿Qué pasa?
Una hora y cinco tazas de te mas tarde Ukyo le había contado a Konatsu como habían sido los últimos días y como estaban las cosas en ese momento.
-Ya veo... –El joven ninja permanecía con la vista clavada en su taza sin hacer ningún otro comentario.
Tampoco la chica parecía querer hablar. Después de haberle comentado todo, la ultima frase la soltó mientras paulatinamente se ponía muy colorada y se quedaba viendo al piso.
-Lo lamento Konatsu –Dijo ella después de un rato sin mirarlo a los ojos-Lo había olvidado... Soy muy estúpida
El chico levantó la vista hacia Ukyo que seguía mirando el piso y se veía muy apenada.
-No debería de estarte contando esto a ti... Yo... Se lo que tu sientes y... Kamisama... Lo lamento mucho de verdad...
El ninja le tomó la mano haciéndola que volteara a verlo. Había tristeza en la mirada de el pero también aceptación.
-Si usted es feliz Ukyo sama yo también lo soy...
-Mentiroso –Dijo ella tratando de sonreír.
El cruzó el espacio que los separaba y después la besó en la mejilla. Un beso sin malicia.
-Hagamos esto Ukyo sama... Yo vendré mañana y le ayudare a mantener el restaurante abierto mientras usted espera a que esa loca de Shampoo deje a su novio solo.
-¿Pero y tus obligaciones de Ninja?
-Tengo un viaje de entrenamiento Ukyo sama Dijo el sonriendo- Dos meses para acondicionarme y estar listo para las pruebas secretas.
-¿Y de que se tratan esas pruebas?
-No se... Por eso son secretas.
Ukyo soltó la carcajada. Quizá un poco mas fuerte de lo que quería. Konatsu se levantó entonces y con calma se dirigió a la salida.
-Mañana estaré temprano aquí Ukyo sama –Dijo el chico con una sonrisa.
Konatsu finalmente se fue del Ucchan's y camino varias cuadras antes de detenerse y lanzar un hondo y lastimero suspiro.
-Mientras usted sea feliz Ukyo sama –El chico se recargó en la pared- Menudo pedazo de idiota que resulte ser...
Continuara...
Notas del autor:
Cambios, cambios, cambios. Este capitulo al final no salio como yo esperaba pero lo pongo igual porque considero hacer un espacio antes de la siguiente parte. Se acerca el final de la serie (Si asi es se corren las apuestas en la recta final jajajaja). ¿Que hara el buen Konatsu en esta lío? Bueno pues ya veran .
Desde mi pequeño planeta en algun lugar del anime
