N-A: Saludos a todos, después de tanto tiempo, y de al fin simentar la historia mejor a diferencia de la porquería que tenía planeada al principio, aquí tienen el segundo capi y pronto el tercero, pues ya está en progreso.
Gracias por los Favs, Follows y Reviews ¡LES DESEO DE CORAZÓN QUE TENGAN UNAS FELICES FIESTAS!
Respondiendo Reviews.
Ana Luisa: ¡Hola! Muchas gracias.
SupergodzillaSailorCosmos: ¡Hola! Gracias por tu review y disculpa la enorme falta de atención para ella, pero eso cambia desde hoy. Bueno, realmente Diva cambiará bastante y la maternidad tendrá mucho que ver en ello. Mmm, con la parte de si Elizabeth tendrá una pareja, aún estoy debatiendo aquello, así que por el momento no hay una respuesta clara, y sí, Elizabeth será una reina quiróptero, pero una muy diferente ya lo verás.
¡FELICES FIESTAS!
Feiden: Jaja, yo tampoco apruebo que Diva ande de pedófila jaja
Aquí tienes el nuevo capítulo.
¡FELICES FIESTAS!
shikon no miko moon crystal: Gracias, aquí está el capítulo nuevo.
¡FELIZ ÉPOCA DE CEMBRINAS!
Alex Rios1: Bueno, he aquí la continuación.
¡FELICES FIESTAS!
Konan-Dust: Muchas gracias y espero que disfrutes el capítulo.
¡FELICES FIESTAS!
Makenshikumo: Regalo de navidad adelantado, el primero de muchos si lees mis otras historias.
¡FELICES FIESTAS!
Título: La Rosa Esmeralda.
Emparejamientos: Ninguno por ahora.
Género: Familia / Angustia / Humor / Drama.
Historia Crossover: Harry Potter y Blood Plus.
Resumen.
UA: Cuando Dumbledore dejó a la pequeña Elizabeth Potter en el lumbral de los Dursley, debió colocar mejores hechizos de protección para que la niña solo fuese encontrada por su tía Petunia, afortunada o desafortunadamente, dependiendo de que lado se vea, la pequeña Elizabeth fue encontrada por Diva, quien para sorpresa de sus caballeros, decide criar a la niña como su hija...
Disclaimer: La saga de Harry Potter y el anime y manga de Blood Plus, no me pertenecen, estos son propiedad de sus respectivos creadores.
HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+
Capítulo 1.
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"¿A dónde estarás, querida Diva?" Se preguntaba preocupado Nathan Mahler caminando de un lado a otro de una elegante sala de estar de una gran mansión, esperando noticias de la reina de ojos azules por parte de alguno de los otros Caballeros que la estaban buscando por todo Londres. Ya habían pasado unas buenas seis horas desde que ésta había desaparecido de su habitación, aprovechando la chica que todos ellos se habían encontrado muy ocupados al mismo tiempo, unos como Solomon y Amshel teniendo una reunión con unos inversionistas de la farmacéutica Cinq Flèches, James había estado realizando un trabajo para Amshel, Karl se encontraba en su país natal cumpliendo sus deberes como director del Liceo y él haciendo los últimos preparativos de unos eventos que abrían dentro de dos semanas en el Covent Garden.
Esperaba que pronto uno de sus hermanos tuviese noticias o llegase con su querida reina a cuestas sin más problemas, después de todo el Escudo Rojo andaba merodeando por la ciudad junto con la otra reina.
"¡Nathan!" Repentinamente lo llamó la joven que era el centro de sus preocupaciones.
"¿Diva?" Dijo el caballero dirigiendo su mirada hacia la entrada de la gran sala, sintiendo un gran alivio al ver a la ojiazul caminando hacia él, aunque su curiosidad despertó al notar que llevaba algo en los brazos.
"Mi querida Diva, ¿en dónde estabas?, nos tenías muy preocupados". Nathan le preguntó en cuanto la azabache estuvo frente a él, procediendo el caballero a inspeccionarla de pies a cabeza verificando que ningún daño le hubiese llegado a la hermosa chica durante el tiempo que ellos no estuvieron con ella para protegerla. "¿Y qué llevas ahí, mi Diva?" Indagó éste posando su atención sobre el pequeño bulto entre sus brazos.
Diva soltó una risita divertida. "Adivina, Nathan". Dijo con voz cantarina.
Sonriendo, éste le siguió el juego a la azabache y observó más detenidamente el pequeño bulto, abriendo grande los ojos al dar con lo que era al ver aduras penas una diminuta mano asomándose entre las mantas. "¿Un bebé, Diva?" Dijo el caballero anonadado.
"¡Adivinaste!" La chica amplió su sonrisa. "Pero es una niña, no un niño, por lo tanto es una bebita". Lo corrigió ésta.
"¿De dónde la sacaste, querida?" Solo la habían dejado unas cuantas horas sin supervisión y su hermosa reina ya había secuestrado a una bebé y a saber con qué propósito.
"La dejaron en el umbral de una casa de aspecto aburrido, y no vi problema en traerla conmigo". Respondió la reina quiróptero con un leve encogimiento de hombros.
"Ya veo..." Dijo el rubio sin tener idea de que más decir ante aquello. "Bueno, le informaré a los demás que ya estás de vuelta en la mansión, mi querida Diva".
"¡De acuerdo!" Dijo la chica jugando cuidadosamente con los deditos de la niña, la cual mostraba signos de despertar pronto.
En menos de diez minutos, James, Solomon y Amshel llegaron a la mansión, queriendo confirmar por si mismos que su amada reina se encontraba sana y salva. Los tres caballeros tras entrar a la sala de estar, fueron invadidos por un gran alivio al ver intacta a su reina y, a su vez, se desconcertaron al ver a la chica entretenida jugando con una bebé humana.
"¿Diva, de dónde sacaste esa niña?" Preguntó Amshel, a lo que la azabache le respondió lo mismo que le dijo a Nathan.
"¿Y qué harás con aquella niña?" Cuestionó Solomon.
"La criaré como si fuese mi propia hija". Anunció la hermosa reina sorprendiendo a todos sus caballeros por igual.
"Pero Diva..." Intentó objetar el líder de los caballeros.
"No, ya tomé una decisión. Me quedaré con esta bebé y no acepto objeciones de nadie". Dijo con firmeza la chica, lanzándole una mirada severa a Amshel que silenció toda protesta proveniente de éste último.
Nathan se estaba imaginando como sería tener una bebé en la mansión y lo maravilloso que será amargarle la existencia a Amshel por ello, Solomon solamente levantó una ceja por la decisión de la ojiazul, por su parte, James no estaba tan preocupado por la situación, era muy probable que su querida madre se aburriera de cuidar de aquella chiquilla. Solo era cuestión de tiempo para que tal hecho ocurriese, después de todo, sabía muy bien que si algo o alguien dejaba de llamar la atención de su reina, ésta lo ignoraría completamente sin más miramientos. Esa niña no sería la excepción.
"¡Oh, antes de que lo olvide! Esta extraña carta estaba en la mano de Elizabeth". La ojiazul sacó la carta y se la tendió a Solomon, quien estaba más cerca de la bella reina y Nathan.
Solomon tomó la carta curioso, la abrió y, seguidamente, la leyó en voz alta para el resto de sus hermanos, por pedido de los mayores. Al terminar de leerla, todos estaban bastante atónitos por su contenido menos Nathan, el cual, sin ser visto por nadie, esbozó por un breve instante una mirada de reconocimiento y leve aprensión.
"¿Que clase de broma ridícula es esta?" Masculló molesto e incrédulo Amshel, no creyendo ni una palabra de la sarta de tonterías que venían escritas en la dichosa carta.
"Eso es lo que dice aquí, hermano. Ten, compruébalo por ti mismo". El rubio le entregó la carta de aspecto anticuado, dado que estaba escrita en pergamino grueso, material que en la actualidad rara vez era utilizado.
"El hombre leyó y releyó la carta confirmando lo dicho por Solomon. Negando con la cabeza, arrojó en una mesita cercana el pergamino, no valía la pena molestarse al leer puras estupideces, la niña sería desechada tarde o temprano de todos modos.
Aunque nadie estaba levantando la voz, ni tampoco se sentía incómoda entre los cálidos brazos de Diva, la bebé podía percibir el gran desagrado que Amshel sentía por ella. El hombre malo la asustaba mucho. En cuanto la fría mirada del caballero se posó sobre ella, su labio inferior comenzó a temblar y sus ojitos rápidamente se llenaron de lágrimas.
"Hermano, ya la asustaste". Le dijo Solomon a Amshel con voz inexpresiva viendo como la pequeña comenzaba a llorar.
"No me extraña". Nathan dijo burlón. "Con esa cara, asustaría a cualquiera".
El aludido frunció el ceño mirando a sus dos hermanos y luego a la niña, quien se asustó más al ver el profundo ceño de enojo del hombre, aumentando así el llanto de la pequeña alarmando a Diva y a los demás caballeros, sobre todo, cuando repentinamente las ventanas, así como las cosas de la sala de estar empezaron a sacudirse levemente, suceso que fue intensificándose entre más crecía el llanto de Elizabeth, hasta que las cosas se agitaban violentamente cayendo estrepitosamente muchas de estas al suelo.
Cada vez la situación empeoraba, pues de un momento a otro, las luces empezaron a encenderse y apagarse, los cristales de las ventanas se iban cuarteando amenazando éstas con hacerse añicos en cualquier momento, y como si eso no fuese suficiente, un pequeño tornado se había formado dentro de la sala haciendo volar todo por todas partes, teniendo los caballeros que esquivar la gran cantidad de objetos, no obstante, gracias a la gran velocidad que poseían podían esquivarlos con facilidad, además la mayoría de éstos se dirigían contra Amshel, el cual ya harto, se vio obligado a salir de la sala de estar cerrando la puerta tras él con fuerza, sin permitir que los cuadros, jarrones, floreros, libros y otros objetos siguieran atacándolo impulsados por el maldito tornado. Las únicas que estaban ajenas a todo ese desastre eran Elizabeth que continuaba llorando a todo pulmón y Diva, la cual se encontraba enraizada en medio del sitio viendo todo totalmente estupefacta.
"¡Diva, tranquiliza a la bebé!" Le dijo Nathan esquivando un gran cuadro que había comprado en la India el mes pasado, horrorizado por como estaba quedando su hermosa sala.
La joven asintió mecánicamente aún algo atónita por todo el caos que estaba ocurriendo a su alrededor. Aclarándose la garganta, comenzó a cantar dulcemente para la bebita, a la vez que la mecía entre sus brazos, acallando poco a poco el llanto de la niña, hasta que esta se fue adormeciendo ante la suave voz de la ojiazul y el lento balanceo que la arrullaba. Finalmente, al quedarse profundamente dormida Elizabeth, todo se calmó, sin embargo, la sala de estar había quedado hecha un completo desastre.
"Bueno... al parecer esa niña no es una humana común y corriente como dio a entender la carta..." Dijo James mirando a Elizabeth con recelo. Sus otros dos hermanos asintieron estando de acuerdo con él.
Diva continuaba conmocionada, pero la conmoción fue cambiando a fascinación al fijar su mirada sobre la bebé que dormía en sus brazos.
"¡Awww, el pequeño torbellino de mamá!" Dijo ésta encantada provocando que Solomon suspirara palmeándose la cara ya imaginándose aún más caos por venir, que James se disgustara por el nuevo interés de su madre hacia aquella niña, y Nathan sonriera intrigado por como serían las cosas con la pequeña brujita siendo criada por su amada reina. En verdad él no pensó volver a escuchar sobre el mundo mágico otra vez después de tantos siglos... que interesante.
HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+ HP X BLOOD+
Fin del Capítulo.
