Lo sé, lo sé… creyeron que me había chupado la bruja pero no, no fue así. Es una larga historia así que mejor no los entretengo más.
El creador de Yu-Gi-Oh! Es Kazuki Takahashi, si me perteneciera (y algún día será así) ya hubiera raptado a Kaiba y vendido al mercado negro a Tristán y a Tea ¬¬
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5. La libertad de Joey.
Seto Kaiba era conocido en la escuela como un chico solitario, aunque bien parecido para la mayoría de las chicas. Por esa razón era extraño verlo jalando a una chica de la mano desde el tercer piso del edificio, donde se encontraba el aula de música, hasta la salida de la escuela.
-la limosina aún no llega –dijo el ojos azules mientras trataba de divisar al auto que siempre iba por él después de clases- tendremos que esperarla…
-po… po… podrías sol… tarme… -Aby estaba algo agitada por bajar tantos escalones.
-Claro, lo siento.
-mucho mejor –dijo la chica tomando una buena bocanada de aire- no estoy muy acostumbrada a bajar tantos escalones tan rápido nn.
-¿dónde está ese estúpido chofer? –Kaiba se impacientaba más y hacía caso omiso a los comentarios de la chica.
-gracias por escucharme señor gruñón –murmuró Aby.
-te escuché.
-¿¿¿y me vas a demandar o qué?
-si quisiera, lo haría –Seto no cambiaba el tono de su voz mientras el de su nueva compañera era un tanto enojado.
-ya entendí, mejor me callo u.u
-esta niña es exasperante –pensó el CEO viendo acercarse su hermosa limusina negra- menos mal, ya me estaba impacientando.
Afortunadamente para la chica, dentro del auto estaba Mokuba y la conversación fue algo más cómoda que con el empresario, ella y Moki se llevaban mejor que cuando empezaron.
-¿cómo te fue? –preguntó el niño haciendo espacio para que la chica se sentara junto a él.
-pues… quitando al loco que me estuvo acechando toda la mañana… creo que estuvo bien…
-ese Tristán nunca cambia uu
-¿cómo supiste que era Tristán? –preguntó ella con un tono sospechoso.
-¿yo? Ah… pues… fíjate que… ¿cómo lo puedo decir de una manera sutil? Ya sé… yo… yo… yo… yo… yo…
-¿tú fuiste el que le dio la idea? òó
-pues… más o menos por ahí va el asunto nnU
-¡¡¡ENANO! Si hubiera menos testigos te enterraría vivo ÒÓ –Kaiba se aclaró la garganta en señal de protesta, no le agradaba el tono que la chica usaba con su hermanito.
-Deberías tomar algo para esa garganta irritada –le contestó Aby inocentemente.
-hazme el gran favor de no volver a gritarle a mi hermano –Seto tenía sus ojos azules cerrados
-oblígame ¬¬.
-puedo deshacerme de ti cuando yo quiera; así que no me provoques.
-pues hazlo, quiero ver cómo lo intentas –la chica era algo difícil de calmar, o al menos eso aparentaba- ¿¿¿Porqué será que nunca sé cuando cerrar el pico?-pensó con los ojos cerrados fuertemente- me va a matar, me va a matar, me va a matar…
-¡¡¡YA LLEGAMOS! –Gritó el pequeño niño interrumpiendo la respuesta del mayor- Vamos Aby, te mostraré la mansión –seguido, Moki saca a la chica del auto y la arrastra lo más lejos posible de su hermano.
-deja de arrastrarme –decía continuamente la chica, sin obtener respuesta- vas a hacer que me mareé como cuando llegué aquí x.xU
-de acuerdo –dio el niño frenando y dejando caer a la chica- es que te tenía que salvar de mi hermano.
-pues gracias, supongo –la chica se puso en pie y se acomodó el cabello.
Mokuba decidió llevar a la chica a conocer toda la mansión, cosa que no sería fácil. Empezaron por los jardines, la chica pudo apreciar la hermosa fuente que se encontraba a un costado de la casa, y no pudo evitar divertirse un poco, se le ocurrió mojar a Mokuba, quien siguió con el juego. Luego de recorrer las amplias áreas verdes, decidieron entrar a la mansión y empezar a mirar los lugares en los que el pelinegro calculaba que no se encontraba su hermano. Recorrieron habitación por habitación, incluyendo en la que Seto estaba trabajando, pero Moki procuro que la visita fuera corta. Terminaron en el centro de las escaleras de la mansión, los dos estaban exhaustos y decidieron descansar por un rato ahí.
-y eso es todo, ¿qué te pareció? –preguntó el niño lanzando un pequeño suspiro.
-pues… sin duda alguna, es mucho mejor que mi casita nn.
-ja… sólo espero que no te pierdas.
-yo también lo espero –los chicos rieron- dime, ¿a qué hora vamos a comer? Tengo hambre y quiero mis sagrados alimentos.
-ya es hora, vamos al comedor, estoy seguro de que Seto ya está ahí.
-no me arruines el día ¬¬
Los chicos se dirigieron al elegante comedor, el mismo en el que habían desayunado, ahí se encontraba Kaiba, tal y como Mokuba había dicho. El CEO era bastante paciente y aguantó las bromas que ella y su hermano decían mientras servían la comida, la mayoría eran estupideces sin sentido, pero eran frustrantes para Kaiba.
-¡comida! –dijo el pequeño niño jalándole el pelo a Aby en son de broma.
-¡ouch! ya era hora, creí que la espera nunca acabaría n.n
-después de comer iremos con Joey y compañía –la chica sólo asintió.
-¿qué comida tan rara? –Pensó ella mirando su plato- Eso me pasa por no saber extender mis horizontes… y por ser pobre y de familia numerosa uu, no importa, sólo tengo que quedarme callada para no hacer otro escándalo. ¿¿Qué bazofia es esto? –dijo para después bajar la mirada y taparse la boca con la mano- pequeño error de cálculo… esta vez si me mata… ¿cuándo aprenderé a cerrar mi gran bocota?
-si no te gusta, la cocinera puede hacer algo más –Mokuba detuvo uno de los comentarios que Seto planeaba hacer, para suerte de la chica.
-Si a la señorita no le agrada su comida, tráiganle otra cosa –ordenó el CEO mirando a una de sus empleados.
-¡NO! no es necesario –Aby se sentía un poco avergonzada.
-tráiganle otra cosa.
-el señorito perfección se cree el dueño de la casa –pensaba la chica molesta- esperen un momento Oo, él es el dueño de la casa nn, ahora usa tus dotes de actriz y dile algo bonito para que te quite esa mirada asesina de encima- Engreído –la chica no era buena con las palabras y los nervios la hacían pensar mal.
-¿disculpa?
-era una broma n/n no lo tomes en serio hermano. Mira Aby, ahí viene tu comida, espero que esta vez si te guste.
-no es que no me haya agradado, es que me quitaron el plato antes de probarla ¬¬.
-aquí está su comida señorita –una mujer algo joven le llevó otro platillo que lucía mejor que el anterior, según el punto de vista de la chica- espero que está vez le guste.
-no se cansan de reprochármelo u/u.
-me quiero imaginar que sabes usar los palitos –Seto Kaiba había encontrado algo mejor que molestar a Wheler, molestar a Aby.
-claro que sí, ¿me crees ignorante? –él sólo guardo silencio y la chica supo lo que eso quería decir.
La comida estuvo un poco más tranquila, Kaiba terminó pronto y se retiró, dejando a los otros dos solos, prefería estar al tanto de sus negocios por un rato. Después de que la chica estuvo batallando para que Mokuba la dejara comer en paz, sin recordarle la obsesión que tenía Tristán con ella, se fueron a sus respectivas habitaciones a cambiarse de ropa, pues no habían tenido tiempo de hacerlo antes. Mokuba esperaba a la chica en su habitación, mirando que ella aún no desempacaba por completo. Dentro del lugar en donde la chica se cambiaba, había una linda decoración, aunque no era el estilo de la chica, pero le parecía genial.
-¿terminaste? –preguntó el pelinegro por vigésima vez.
-no y ya deja de preguntar.
-¿terminaste?
-no y ¿qué parte de "deja de preguntar" no entendiste?
-si no te apuras…
-sólo dame 5 minutos.
-le diré a Tristán que venga aquí para llevarte a la escuela.
-¡¡ESTOY LISTA! –la chica salió de repente y tomó a Mokuba de una mano, lo apresuraba para irse.
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-¿dónde estarán? –preguntaba el chico de cabello tricolor.
-tal vez no vengan –sugirió Tea de brazos cruzados.
-eso quisieras xD –Tristán se moría de risa al ver las caras que su amiga hacía con el cometario- miren a quién tenemos aquí –dijo mirando a una figura acercarse hacia ellos- es el "Mono Wheler".
-búrlate todo lo que quieras, eso no me daña –todos rieron- bueno, tal vez sólo un poco T.T
Tea dejó de reír un momento -miren muchachos- luego señaló con un dedo -creo que allá están.
A lo lejos se ve a Mokuba y a Aby, el primero iba vestido con un pantalón de mezclilla azul, tenis y una playera a rayas de dos tonos de verde. La segunda vestía jeans azules, tenis negros y una blusa negra sin mangas que dejaba ver su silueta, su cabello lucía perfecto en una cola de caballo.
Se ve a un mono… es decir, a Joey corriendo hasta donde los 2 chicos se encontraban…
-¡¡¡EL ATAQUÉ DE LOS MONOS RUBIOS! –gritó la chica burlonamente, mientras se ocultaba detrás de Mokuba.
-hola Joey –saludó el niño, no pudo evitar reírse por el comentario de su amiga.
-muy graciosa niña ùú –Wheler se acomodó la cabeza de su disfraz, aunque no se notaba, estaba muy sonrojado.
-¡anímate! No te ves tan mal… nn
-¿¿lo dices en serio?
-¡nah! Es lo menos que debo decir luego de jugarte la broma de hace rato n.n
El resto de los chicos se habían acercado, y como era de suponerse, Tristán hizo otro de sus intentos por tener una relación más "cercana" con Aby, lo que terminó en una chica roja de enojo y una Tea tratando de tranquilizarla. La gente sólo los observaba
-mejor vamos a divertirnos…
-por mi está bien –el tono de Aby seguía siendo un tanto de enojo.
-¿qué no se suponía que me iban a hacer compañía? –los detuvo el rubio con su comentario.
-hay que mostrarle el lugar a Aby… -Tea intentaba no hacer sentir mal a Joey por no acompañarlo, pero no funcionaba del todo.
-fue lo mejor que se le ocurrió –le susurró Aby a Joey, sólo para que el chico cambiara la expresión e su cara.
-¡¡¡TE ESCUCHÉ! –rezongó la otra chica.
Yugi tenía conversación con su alter mientras los chicos conversaban y se burlaban de la situación que vivía Joey. Yami insistía con que la chica era rara, pero Yugi no le daba mucha importancia, suponía que era porque el faraón no estaba muy familiarizado con ella. Sólo para asegurarse, y quizá para complacer a Yami, intercambiaron puestos. Craso error, ello hizo que a la chica le surgieran dudas.
-esperen chicos –llamó Yami al notar que se iban sin el- ¿por qué me miras así? –le preguntó a Aby.
-eh… pues… Acabas de crecer 15 cm, tu cabello se ve algo distinto al igual que tu ropa y ahora tienes voz de hombre… sin ofender nnU
-¿vez de hombre? –se cuestionó Yugi para sus adentros.
-¿alguien me puede dar una explicación lógica? o en mi país estamos tan atrasados con la tecnología O.O pero ya tenemos microondas O.O
-ah… pues… verás… es una larga historia…
-y yo me voy a quedar todo un añito aquí, y no tengo prisa.
-luego te lo explicamos –intervino rápidamente Tea- por ahora, has como si no pasó nada, ¿si?
-pues si no me queda otra opción –la chica no parecía muy conforme- pero me van a decir qué fue lo que pasó, porque de donde vengo las personas no crecen 15 cm en menos de 10 minutos… de hecho, es casi un milagro si crecen tal cantidad en 10 años -.-
-como quieras –Tea lucía nerviosa, pero de alguna forma más tranquila- ¿a dónde podemos ir ahora?
-¡¡¡MONTAÑA RUSA! –gritó el chico del disfraz.
-tú te vas a quedar aquí a asustar niños, güero.
-pensé que se les había olvidado nnU
-¡¡¡pues vamos a divertirnos! –seguido, Mokuba toma de la mano a la chica y se la lleva. El resto del grupo sólo los sigue a paso rápido.
Los chicos decidieron ir a tomar un pequeño refrigerio antes de pasear por el lugar, Tristán y Mokuba estaban bastante hambrientos y se adelantaron. Por otro lado, Aby seguía mirando mucho a Yugi y él no podía evitar ponerse nervioso, Tea procuraba distraer a la chica pero no funcionaba, le explicarían todo al llegar al lugar.
Los muchachos ordenaron y la mesera reconoció de inmediato a Mokuba y lo saludó amablemente. Tea pidió una ensalada pero erró al hacer el chiste de "quiero una bien salada", pues a nadie le pareció gracioso. Para el asombro de todos, la chica nueva tenía un buen estómago porque había pedido una hamburguesa tamaño grande con papas extras, Tristán pidió lo mismo que ella, Mokuba ordenó papas fritas y refresco y Yami solamente agua.
Mientras los pedidos llegaban; Yami optó por contarle la verdad a la nueva integrante del grupo quien sólo miraba con cara de sorpresa al faraón y también estaba un tanto incrédula. Tea se había opuesto a que le contaran la verdad pero a fin de cuentas esa no era decisión de ella.
-y eso es todo –concluyó Yugi dando un ligero suspiro.
-perdóname, pero discúlpame pero eso es impresionante o.o –Aby casi se quedaba boca abierta por lo que le habían contado.
-¿le crees? –preguntó una Tea algo enfurecida porque no le habían hecho caso a la sugerencia que ella había dado, decir que Yugi tomaba esteroides.
-pues yo creo que sí o.o –Aby seguía impresionada y Mokuba sólo sonreía a manera de aceptación.
-muy bien, ¿quieres darme un beso amorcito? –Tristán sacó a la chica del trance pero sólo para que ella pudiera darle un golpe y dejarlo adolorido por largo rato- ya entendí ToT.
-aquí está lo que ordenaron –dijo la mesera sonriendo y colocando una charola de plástico en la mesa de los jóvenes- provecho.
-gracias –contestaron todos al mismo tiempo, dispuestos a tomar lo que les pertenecía.
-qué rico n.n –dijo Aby a punto de morder su hamburguesa.
-deberías considerar una dieta –sugirió Tea, nadie supo si seguía molesta.
–Ni mi doctor me manda a poner a dieta, así que no es buena idea –los chicos solamente rieron ante el cometario.
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Joey Wheler no era el mejor chico del mundo, y tampoco el mejor mono. Ni media hora había pasado y él ya había asustado a 15 niños, 9 de ellos le habían arrojado basura a su traje café oscuro, a pesar de eso; muchas chicas lo veían y creían que era tierno y hasta lindo, claro que el rubio no se quitaba la cabeza del disfraz o lo poco que tenía de reputación se iría a los suelos. El joven trató de escabullirse e ir a dónde se suponía que estarían sus amigos, pero en el camino asustó a 2 hermanitos y una señora lo persiguió por todo el parque con su bolsa que parecía ser de piedra, o eso le decía la cabeza de Joey. Gracias a eso pudo encontrar a sus amigos saliendo del restaurante de comida rápida, sólo que prefirió pasar muy rápido junto con ellos y llevarse a Aby consigo, antes de que la señora se diera cuenta de su ubicación.
-¿qué fue eso? –Preguntó Yugi después de ver la "cosa" que pasó frente a ellos.
-no sé –contestó Tristán- pero se llevó a mi amorcito.
Joey arrastró a Aby por más de 100 metros a toda velocidad, temía que la señora de los bolsazos lo alcanzara. El chico no se detuvo hasta llegar a un pequeño lugar con pasto y árboles. Detrás de un cerezo, Joey se quitó la enorme cabeza de mono y dejó ver sus mechones rubios bastante alborotados.
-¿se puede saber porque me raptaste? –decía la chica tratando de recuperarse del susto que le había pegado su amigo.
-necesito tu ayuda y urgentemente –dijo Joey muy acalorado por su enorme traje- ya que tú eres la única persona, aparte de Mokuba, que le cae bien a Kaiba… -el chico tomaba algo de aire- dile que me quite este horrible castigo TT.TT.
-yo no fui la que lo desafió a duelo ¬¬.
-pero le caes bien y no te odia T.T.
-si claro, y tu le ganaste a Seto en su duelo ¬¬.
-bueno, bueno, ya entendí esa parte. Debes ayudarme, es que me estoy cociendo en este disfraz y los niños me avientan basura, sin recordar que otros lloran.
-pobres niños xDD –Aby se recarga en el árbol- te ayudo con una condición… -el muchacho sólo afirma con la cabeza y una enorme sonrisa en sus labios se dibuja- que me dejes tomarte unas fotos para el recuerdo :D –Wheler no tuvo más opción que aceptar mientras la chica tomaba decenas de fotos.
Joey y Aby se dirigían al mayor de los edificios del lugar, era el cerebro del parque de diversiones y se ubicaba detrás de todas las áreas verdes del sitio. Era un largo camino y más para Joey que tenía que cargar con la vergüenza más que con el traje. Luego de caminar durante unos minutos, estaban a las afueras del edificio en donde se suponía encontrarían a Seto Kaiba. Joey trató de arrepentirse pero fue jalado por una chica algo cansada y enfadada.
Encontrar al empresario no sería tarea fácil, y mucho menos lo sería dejar que los chicos lo vieran. Afortunadamente se encontraron con un compañero de negocios de Kaiba que los llevó hasta su oficina, esto después de que una mujer mayor casi los corriera a patadas por la pregunta que le había dicho el rubio: "¿las arrugas son reales o trabaja para una película de horror?". El tipo que los conducía era alto y bien parecido, se veía de 28 años y por su aspecto; no era de descendencia japonesa, llevaba un elegante traje negro que lo hacía verse como todo un ejecutivo. De vez en cuando miraba a los chicos, en especial a Joey, Aby sólo lanzaba una sonrisita inocente para disculpar al muchacho.
-ya llegamos –dijo el ejecutivo de ojos cafés mientras pasaba una tarjeta por una ranura especial, Kaiba sólo le daba esa tarjeta de acceso a los altos ejecutivos de su empresa.
-¿listo Joey? –preguntó Aby al ver a su amigo algo nervioso.
-eso creo –contestó él.
El CEO tecleaba rápidamente en su Laptop sentado en su elegante silla color negro, el escritorio era de un gran tamaño y de bastante valor, sobre él había un puñado de papeles y uno que otro adorno de cristal cortado.
-veo que estás ocupado como siempre Seto –dijo su compañero sacándolo de su trabajo- deja eso un momento porque tienes compañía.
Seto desvió su mirada de su Laptop para conocer a sus visitantes -¿qué hacen aquí?- preguntó para luego seguir trabajando.
-vamos Seto –su compañero empujó a los muchachos para que se acercaran al escritorio del empresario- no seas tan indiferente, estos jóvenes pasaron por muchos problemas para llegar aquí, sin mencionar que sobrevivieron a la anciana del primer piso que aún no jubilas.
-eso no es de tu incumbencia Edouard –contestó Kaiba muy serio para después dirigirse a Joey- deberías estar bailando como mono Wheler.
Aby y Edouard no contuvieron la risa y bajaron sus miradas para disimular un poco mejor.
-dile… –murmuró el rubio dándole un codazo a la chica que inmediatamente dejó de reír.
-este… pues… cómo te lo digo… yo quería saber… -la chica se puso algo nerviosa, después de todo; no conocía muy bien a Kaiba como para decirle que soltara a su amigo.
-habla o márchate –Kaiba no tenia tiempo para ellos.
-qué geniecito ¬¬ -la chica se molestó por el comentario de Seto- pero ya que insistes, seré clara; deja libre al pobre de Joey, nada más sirve para asustar niños y molestar señoras –el rubio agachó la cabeza y cerró sus ojos con fuerza, su orgullo estaba en juego- ¡¡¡por favor! –Aby junta sus manos a manera de súplica.
Kaiba se quedó pensativo por unos instantes, ¿cómo negarse a esa mirada de inocencia? Aunque la chica no tenía nada de inocente, esa mirada podía convencer a cualquiera, pero Kaiba iba a disfrutar el momento.
-de acuerdo –dijo Seto haciendo que un par de chicos celebraran chocando sus manos- pero tengo una condición… tú deberás usar el traje del perro éste –los chicos se quedaron con cara de sorpresa y el colaborador de Kaiba sonreía sabiendo que sólo estaba molestándolos.
-¿estás loco o te drogas? ¬¬ -Aby estaba decidida a quitarle el traje a su amigo, pero no para que ella lo usara- ni que yo fuera tu esclava o algo así, además… ese color me hace ver gorda xDD.
-ese es el trato –Kaiba giró su silla hacia el ventanal que tenía a sus espaldas- ¿aceptas?
-ni que me hicieran falta tantas neuronas ¬¬U –Joey lanzó un suspiro y dio media vuelta para dirigirse a la salida- espera, esto no termina aquí ùú.
-Seto, -llamó Edouard- ¿cómo te niegas a tal encanto de niña?
-si, ¿cómo te niegas este encanto de niña? –repitió Aby.
-deberías tomarte un rato libre y pasear con estos 2 simpáticos jóvenes, tal vez se te quite el mal genio.
-cállate y no me ayudes tanto -Kaiba volvió su silla para ver a Aby a la cara- ¿qué gano yo si suelto al mono gigante?
-pues… mi gratitud eterna n.n.
-tendrás que mejorar la oferta –Seto se levantó de su asiento y se dirigió hacia la chica- ¿o prefieres usar un traje de hada?
-no me voy a disfrazar de algo extraño ¬¬, simplemente deja ir al güero y no molestes tanto.
-la ojos azules tiene razón –añadió el compañero de negocios de Kaiba- mejor cásate con ella y así la puedes molestar mejor.
-cierra la boca ¬¬ -dijeron Kaiba y Aby al mismo tiempo.
-será mejor que me vaya nnU y los deje discutir más cómodamente.
El socio de Kaiba se marchó y dejó solos a los 3 chicos, se creó un silencio que parecía ser eterno. Seto miraba a los ojos a la nueva habitante de su casa y ésta se empezaba a incomodar, no podía sostenerle la mirada por mucho tiempo. Joey miraba hacia a todos lados excepto hacia donde se encontraba Kaiba, era ya demasiada pena para el muchacho del cabello rubio. Aby se empezaba a sentir intimidad por la fría mirada de Kaiba, quien no estaba dispuesto a dejar de molestar a la chica, el por qué ni él mismo lo sabía.
-¡¡¡qué linda pluma! –dijo Aby acercándose al escritorio de Seto para ver el objeto más de cerca- ¿me la regalas? –el intento de la chica por interrumpir ese silencio incómodo no era muy bueno, pero había funcionado.
-con la condición de que te pongas el disfraz de Wheler –dijo el CEO siguiendo a la chica para volverla a intimidar.
-y dale con que me ponga esa cosa, mejor póntela tú si tantas ganas tienes ¬¬ -Kaiba hizo una mueca que pareció ser una leve sonrisa, pero la chica sabía que no debía haber dicho eso.
-ya sabes cuál es el trato –la voz de Kaiba era muy seria- y no voy a negociar contigo.
-de acuerdo –la chica suspiró con tono de derrota- pero sólo lo usaré durante una hora y no más –Joey abrió sus ojos de par en par, no esperaba que la chica aceptara.
-serán dos horas, no menos.
-eh… -la chica dudó un instante- pues si no tengo más opciones, tendré que aceptar.
-¿lo dices en serio? –preguntó Joey.
-eso creo… -la chica suspiró- además de que así no tengo que soportar a Tristán.
-lamento interrumpir su charla –Kaiba jaló a la chica a una habitación adjunta a su oficina- elige el disfraz que quieras, puedes cambiarte por allá y que sea rápido –la sonrisa burlona del chico hizo que ella se ruborizara.
Mientras la chica se cambiaba, Seto jugaba con una pelota de goma, supuestamente antiestrés, aquello se podría considerar una venganza por la comida anterior, aunque en realidad, lo que había hecho había sido sólo por molestar. Joey había ido a dejar su traje de mono al mismo lugar donde se lo había puesto, algunas otras personas estaban ahí con sus disfraces perfectamente acomodados, la diferencia era que ellos trabajaban ahí y Joey había perdido una tonta apuesta.
La puerta donde Aby se estaba cambiando se abrió, lo que hizo que Seto dejara de lado su pelota y mirara a la chica.
-muy bien –dijo Kaiba- elegiste a la Maga Oscura, no se parece nada a un hada pero servirá –la chica bajó la mirada y se sonrojó- ahora sólo tienes que salir y dar unas vueltas por el parque, cuando el tiempo acabe puedes venir y cambiarte.
-sí señor, lo que usted diga -.-.
La chica salió de la oficina, todavía no muy convencida de lo que estaba a punto de hacer. Kaiba sonreía maliciosamente, molestar a Aby era, definitivamente, mucho mejor que humillar a Joey.
Joey no pudo evitar sonreír al ver a su amiga acercándose a él, no se veía ridícula pero era… diferente. De cualquier forma había decidido acompañarla mientras estuviera vestida así, se lo debía.
El sonrojo de la chica no disminuía. Y las miradas de arriba hacia abajo que le daba Joey no ayudaban. Algunos niños se acercaban a saludarla, ello no incomodaba a la chica en lo más mínimo, pero se seguía sintiendo rara.
-¿cuánto tiempo más tendré que estar vestida así? –preguntó Aby a su rubio amigo.
-sólo resta una hora y diez minutos, creo que llevamos buen tiempo.
-sí, claro. –la chica suspiró y tomó asiento en la base de una de las estatuas de los dragones ojiazules.
-dime, ¿hiciste esto sólo por mi?
-eh… -la chica dudó en su respuesta- pues… a decir verdad, parte de mi quería librarse de Tristán y otra parte… quería saber cómo me vería con un disfraz como este n.nU
-eso pensé xD.
Los 2 chicos continuaron dándole vueltas al parque de diversiones, en dos ocasiones divisaron a Yugi y compañía pero se escondían a petición de la chica. Se pondría más roja de lo que ya estaba si los chicos la veían y preguntaban el por qué de la situación.
Pasó el tiempo más rápido de lo que esperaban. Tuvieron que regresar a la oficina de Kaiba para que Aby volviera a ser ella misma. Esta vez no tuvieron problemas para llegar, ya conocían bien el camino. Joey decidió no entrar al despacho de Kaiba, le bastó con lo sucedido hacía pocas horas. La chica de los ojos azules entró sola y no dijo nada, Kaiba ni siquiera la miró, siguió trabajando y la chica entró a cambiarse. Salió y el silencio sólo era roto por el suave tecleo que se producían los dedos de Seto. Aby estaba a punto de salir por la puerta cuando la voz del CEO la detuvo.
-espera –dijo el chico levantándose de su lujoso asiento, sacó una hoja de la impresora y se la dio a la chica. No hizo más que regresar a su trabajo.
Aby miró la hoja algo incrédula. Una de las cámaras de seguridad la había captado con su lindo disfraz y ahora tenía un recuerdito en sus manos, sólo esperaba que nadie más se diera cuenta.
Joey y la chica salieron del edificio y en unos minutos más se encontraron con los demás chicos. Anduvieron un par de horas por el parque hasta que el cansancio se apoderó de ellos, fue cuando decidieron marcharse. Mokuba llamó a su chofer y todo el grupo subió al lujoso transporte. Aby y Joey se hundieron en los cómodos asientos, tratando de olvidar aquella larga tarde.
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El capítulo original estaba mucho más corto, así que no se quejen y digan que lo hice más grande ¬¬. El título también era diferente, pero decidí cambiarlo conforme fui escribiendo el capítulo.
Ahora que sé que la amiga de Aby se llama Miyu y de mexicano no tiene nada, pero en la primera versión de esta historia la amiga se llamaba Ana y pues como que el nombre me pareció medio simple y lo cambié por uno que apantallara más xD (nada en contra de las que se llaman así u.u). Además de que hay una autora que tiene por nick Miyu Motou y pues somos bastante amigas… así que ahí está la respuesta n.n.
Y para los que lo dudaron les digo que las canciones son de Inuyasha otra de mis series favoritas n.n
Who Hill fill this emptiness inside of me?
