Aquí vamos con otro cap de esta historia. Admito que debo de leer todo lo que comente e hice en la historia para que cuadre lo que estoy narrando ahora.

Para los que se preguntan sobre mis otras historias, seanme pacientes. Ahora mismo solo tengo tiempo para una historia, por lo que decidí avanzar esta al ser la que tiene más seguidores.

Sin más que decir, comencemos. No crean que las cosas en este punto serán como antes.


Sekiryuutei Supremo Ascension

Arco 1: El pasado de un Rey Olvidado

Capítulo 5: Una Princesa y su Soldado

Insertar canción: FLOW – DAYS (TV edit.)

Mientras que comienza a sonar la música de fondo, vemos en un destello rojo hecho por una armadura roja con detalles en verde y amarillos para alejarse un tanto de la pantalla mientras que otra armadura de un color oscuro con detalles en rojo escarlata se aparece con un destello rojizo oscuro se aparezca para que se entrelacen en una sola luz que va hacia una especie de estrella para hacer un cambio de escena mostrando al sol antes de que las letras de la canción son entonadas.

Iro aseta keshiki wo kaze ga nagarete yuku

(El viento está soplando por el paisaje descolorido)

Y se puede ver a un joven quien ve el paisaje a la distancia que tiene cabellos castaños oscuros y sus ojos amarillos para que sienta como el viento para que cambie su vista a lo que tiene en su mano izquierda, siendo este Haou en vida.

Omoide wa sotto yomigaeru

(Y suavemente los recuerdos renacen)

Para mostrar una especie de amuleto que tiene para colocárselo y mientras se levanta para que ahora muestre que tiene una forma que tiene veinte años de edad para que escuchan que lo llaman siendo Charlotte quien se acerca a su amado con una sonrisa.

Kayoi nareta michi ayumi susun demo modore nai

(Aunque siga andando por este camino, pero ya no puedo regresar)

Y cambiando de escena, podemos ver a un grupo conocido de Charlotte y Haou, que entre ellos se puede ver a Lavenza, la hermana menor del joven quien se encuentra en su forma humana para luego pasar en su forma humana para que se cambie en su forma de espíritu y vea con preocupación lo que le ocurre a su hermano mayor mientras que se cambie la escena a la sala de un reino.

Saisho no uso saigo no kotoba

(La primera mentira, la última palabra)

Que se puede ver a el rey del mismo decretando algo ante su ente igual, pero se nota a Charlotte quien se encontraba cabizbaja y triste por una decisión que acaba de escuchar.

Repentinamente se da una pausa a la entonación de la letra de la canción para que en diversos flashes al ritmo de la música de fondo se puede ver diversos momentos que ha pasado Haou, como la llegada al reino junto con su hermana, como ella fallece por una enfermedad, cuando entra a la guardia real del reino, pasando unos momentos con Charlotte, y pasando otro que fue romántico hasta que él ve como su amor fallece en frente de sus ojos y se vuelve destellos de luz haciendo que se enfurezca.

Ano hi kawashita yakusoku wa kudakete chitta

(La promesa que hicimos aquel día se ha destrozado)

Mientras se vuelve a entonar la letra de la canción de fondo, un enojado Haou ruge para ver a diversos enemigos que se le acercan liderados por Hades mientras que ve como el God Slayer tiene sus espadas en ambas manos, Oblivion y Oathkeeper.

Hageshiku hakanai kioku no kakera

(En apasionados y efímeros recuerdos)

Para que Haou comience a derrotar a cada quien que se cruzaba en su camino y llegar hasta donde se encuentra Hades para que su encuentro comienza a darse y al momento de chocar espadas, un gran destello de luz se aparece en toda la pantalla para cambiar de escena a una especie de espacio en blanco para que el guerrero se encuentre flotando en él, pero se sorprende a ver a alguien conocido.

Tatoe futari naran de mita yume kara sametemo

(Incluso si despertáramos del mismo sueño que tuvimos juntos)

Mientras que se ve Charlotte quien ve a Haou mientras comienza a llorar, la mujer que amó quita suavemente sus lágrimas que se corren en su rostro antes de darle un beso mientras se vuelve destellos de luz haciendo que su amado ligeramente pise tierra en el salón del corazón.

Kono omoi wasure wa shinai zutto

(Este sentimiento nunca lo olvidaré)

Que en dicho lugar se ve a Issei quien estaba llegando y ve a un sonriente Haou quien extiende su puño en señal de respeto y amistad hacia su reencarnación, quien hace lo mismo para que choquen y ahora ven que repentinamente se cambie a uno de los lugares preferidos del God Slayer haciendo sorprender al Sekiryuutei.

Tsuioku no hibi ga terasu ima wo

(Incluso ahora, esos recordados días brillarán)

Y mientras que ambos castaños ven el paisaje, la cámara se cambia a que se distancie de ellos para que muestren sus espaldas mientras que se enfoca a una especie de serie de líneas digitales para mostrar el nombre de la historia por unos instantes y de un gran destello de luz se vuelve blanca la pantalla acabando la música de fondo.


Unos pocos años habían pasado desde que Himmel volvió al reino, el incidente de Rose había hecho que se replanteara sus pensamientos y lo que estaba haciendo. El joven de ya unos 23 años había mantenido su promesa a la mujer que lo amo, aún con todos sus defectos.

Himmel se hizo cargo de los niños que una vez estuvieron bajo el cuidado de Rose, no sólo ello, esta vez tuvo el apoyo de Charllotte en cuestión de fondos ya que la princesa deseaba poder respetar el deseo de su amiga.

Al inicio, las cosas no fueron sencillas. Himmel aún se mostraba incómodo cuando las personas que él dejó atrás estaban cerca suyo, la palabra traidor venía a su mente cuando ellos se acercaban a hablar con él.

No fue sencillo, más con Mikleo que en verdad se nota no lo ha perdonado. Con quienes pudo tener una charla casi instantánea fue con Amane y Yuuji, ambos ya con una niña que tenía 6 años, la niña era una réplica exacta de su madre. Himmel sonrió al ver que Amane al fin era feliz y eso bastaba para él. Yuuji y él sólo tenían un trato de respeto, no más. Parece que eso es lo mejor que tendrá con él y Amane, ella aún lo trata como un hijo, uno que al fin había aprendido de sus errores y los afrontaba.

Lailah y Edna, no sabe si decir que la relación que tienen es profesional o de amigos. A veces parece que lo son y otras, parece que sólo lo tratan como un compañero más de trabajo. No se queja, es lo mejor que pudo esperar, a decir verdad.

Zaveid, decir que su relación ya no era la misma era un hecho, el tipo aún no perdona que el joven se haya ido tantos años haciendo sufrir a Lavenza. En cambio Himmel, detestaba la idea que este idiota sea el esposo de su hermana. Ambos apenas se podían ver a la cara… Lo más gracioso es que una vez Zaveid reto a Himmel a un combate y no terminó tan bien… tras esa batalla, era un hecho de que Himmel era el más poderoso en el reino, su fuerza y habilidades no eran nada humanas.

Con quién si se llevaba bien era con su sobrina, Aura. La pequeña era una copia casi exacta de Lavenza, la mejor sangre gana dijo él en tono de burla, la niña era un ente de amor constante. Muy feliz de estar rodeada de varias personas y sobretodo con su tío, a quien quería con adoración. A sus 3 años, la niña decía que su tío era su persona favorita ante el horror del padre que no podía creer eso. Tal vez tenga que ver con que Himmel juega mucho con ella cuando viene de visita.

Lavenza por su lado, sólo estaba feliz de tener a su hermano cerca de nuevo. Costó volver a tener ese nexo que antes tenían… recuerda la primera charla que tuvieron luego de años sin hablar. No hubo mucho que decir, la verdad… ninguno sabía que poder decir. La mujer trataba de disculparse por no haber visto como él estaba antes, de haber sido tan cobarde. Pero no espero que fuera él quien pidió perdón, perdón por haber actuado como lo hizo… por todo.

Ella sólo lloró un poco para luego abrazar a su hermano y aceptar esas palabras que hace tiempo deseaba poder oír. Ella también pidió perdón y simplemente acordaron en iniciar de nuevo, esta vez sin secretos.

Ella le comentó que en los años que estuvo ausente, perfeccionó muchas técnicas mágicas que antes de creían eran imposibles, demostrando así su gran talento para la magia, no solo ello… había descubierto que tenía un poder único cómo él. Mostrar su mano y ver un destello de luz que simulaba el arcoiris hizo que Himmel sienta una sensación de paz. Lavenza le comentó que era un poder que no dañaba o mataba sino era en defensa propia y que además era capaz de liberar a las personas de malos sentimientos. Darles paz, traer armonía y por ello decidió llamar a este poder, la luz de la Armonía.

Himmel se mostró sorprendido al oír ello, ver que su hermana era como él pero en el lado opuesto… Que gran coincidencia. No solo ello, al parecer los Dioses que vienen del norte están interesados en esa luz, oír que Odin y su esposa han estado aquí más de una vez para hablar con Lavenza sin duda era una sorpresa. Aunque no eran los únicos… el Olimpo buscaba una alianza con el reino debido a la disminución de creyentes que ha habido en los últimos años, todo en consecuencia de una nueva religión que inició débil, pero que ha tomado fuerza en estos años. Himmel había oído rumores, nada concreto y si bien antes le hubiera dado igual, tenía interés en saber que clase de Dios es el que dirige esa religión, ya que era sólo uno que tenía sólo seres bajo su mando, pero no más.

Lo que si le preocupó fue ver que la salud de Lavenza había empeorado un poco, no era raro oírla toser de vez en cuando a pesar de que no tenía nada. Lo atribuyen a que el embarazo debilitó su cuerpo más de lo que lo haría a una persona común y corriente. Si bien la idea de tener una sobrina lo alegra, detesta que haya sido a cambio de la salud de Lavenza quien parecía ya rendida a la idea de que no vivirá mucho tiempo. En vez de maldecir su destino, la mujer se esforzaba por dar una mejora en el campo de la magia. Una que según ella, beneficiará a todos los que usan magia.

Cuando ella le preguntó a él sobre lo que hizo y sus poderes, Himmel se vio en la necesidad de contar todo. De que el día en que enfrentó a Skeith, él se volvió parte de su alma y yace consigo ahora. No era sorpresa para él, ver como su hermana tenía una cara de horror. Dijo que es gracias a él que su poder natural se vio aumentado, así como el ligero cambio en su personalidad. Que es gracias a él que su poder es el que es ahora y que los seres tan raros que aparecen son sus hermanos, que única manera de vencerlos era con el poder único que tiene gracias a Skeith, que los sella dentro de él y de paso lo hace aún más fuerte. Con cada enemigo que derrotaba, él se hacía más poderoso.

Lavenza estuvo tentada de querer indagar en el corazón de su hermano y hacerse cargo de Skeith por lo que hizo, era su culpa que su hermano haya tenido ese cambio. Pero Himmel la convenció de que, si bien Skeith tuvo algo que ver, al final fue decisión suya hacer todo lo que hizo y dijo, que él era el único culpable. Además, Skeith no era tan malo como imaginó en un inicio. Era sádico, no lo niega, pero era curioso y a la vez lo escuchaba, fue su compañía en esos años de exilio y llegó a apreciar su presencia, aunque él no haga lo mismo. Además, siente que algo ha cambiado en Skeith, parece más abierto a aceptar la interacción con otros, parece que lo de Rose también lo afectó en algo.

Lavenza no pudo refutar la petición de su hermano y… sólo se centró en reforzar la relación que tenían. Su hermano puede ser un tonto, pero es la persona más importante para ella a parte de su hija. Sabe que él es especial…

Al mismo tiempo, en esos años. Himmel se vio en la obligación de apoyar al ejército del Reino cuando había una gran batalla, no le agradaba usar sus poderes ahora contra seres humanos, él sabía que su poder ahora era tan grande que… fácilmente podía acabar con unos humanos sin mucho esfuerzo. Normalmente se mantenía en la vanguardia si sólo había humanos, pero si había una criatura sobrenatural… no dudaba en ir al ataque y luchar con ella mientras el ejército hacia su trabajo. No duda que a veces ayuda a sacar su frustración y aburrimiento, le gusta su estilo de vida actual pero esa parte de él que adora una pelea no se había ido.

Fue justo en esos años que se detectó de la aparición de una nueva Fase al borde limítrofe del reino. Si bien la idea era la misma, la de mandar a soldados a dicha zona y acaba con esa cosa. Pero Himmel irrumpió en la deliberación, si bien él no tenía ningún derecho a dar opiniones dada su situación actual, no podía callar al saber que iban a mandar a muchos a su muerte. Sólo él necesitaba ir ya que él puede hacer frente a esa cosa.

Obviamente la reacción de negación y rechazo no se hizo esperar, incluso los Reyes no estaban seguros de mandar a Himmel a enfrentar esa cosa sólo, él aún seguía en periodo de prueba y…

Fue en ello que el grito de silencio por parte de la princesa hizo que el lugar se quede mudo. Charllotte inmediatamente dijo que, si bien Himmel está en una situación compleja con ellos, él ha enfrentado y sobrevivido a 3 de esos seres por lo que es la mejor opción para ir. Además, dijo esto con todo el respeto posible, los soldados serían una carga y distracción para él. Obviamente las palabras de la princesa no cayeron muy bien, aunque ella se mantuvo firme en su comentario, dando sólidos fundamentos en donde Himmel había demostrado valer por 3 ejércitos, más al ser el único que sobrevivió al ataque a Skeith años atrás, también que él descubrió el plan de Innis, así como que él se encargó sólo de Magus hace unos años.

Los fundamentos de Charllotte eran tan buenos que nadie pudo refutar nada, la reina veía con orgullo a su hija, tal vez no tenía su talento para la magia, pero si una voz de mando única. El rey por su lado, le preocupaba que su hija velara tanto por un soldado que años atrás se fue sin más, aunque si bien ahora es una fuerza que no dudan en respetar y agradecer de tener, siente que ella se está acercando emocionalmente demasiado a él.

Los que tenían mejor ojo, podían ver que en efecto había algo entre ellos. No era raro ver como los ojos de la princesa parecían brillar al ver al soldado. Y él no dudaba en sonreír al verla a los ojos, los que sabían lo que sentían esos dos eran conscientes del problema que habrá luego ya que los de la familia del prometido de Charllotte no desean seguir esperando, desean ya el matrimonio… sólo que Lavenza desbarataba sus argumentos una y otra vez, además que la princesa demostraba que sería una excelente gobernante sin la necesidad de casarse.

Con la decisión hecha, Himmel fue al encuentro de su nuevo enemigo. Skeith le informó que el enemigo era Fidchell, un ser de gran poder y que era capaz de predecir el futuro hasta cierto punto. La idea de enfrentar a alguien así no era mucho de su agrado, pero en el fondo le emociona poder pelear con algo así.

La llegada al desierto donde Fidchell se escondía, casi como esperando la llegada del joven, sólo le permitió a Himmel atacar sin miedo de lastimar a gente inocente.

La batalla en si fue larga y ardua, Himmel admitía que este ser era impredecible al atacar y muy escurridizo. Pero eso no quitaba que era un oponente que podía vencer, usando los poderes de Innis para crear ilusiones y extender el efecto de estas con el poder de Magus, le dio al joven un modo de poder luchar mano a mano con el Profeta, como Skeith lo llamaba a veces, hacia que la batalla pasara a nuevos niveles. En verdad se podía sentir como la batalla era muy cargada y pesada para el joven, quien sentía poco a poco que su cuerpo estaba al límite. Llevaba ya 3 días luchando con Fidchell y si bien ha logrado lastimarlo lo suficiente, no podía hacer el Protect Break.

Fue en eso que Skeith le recomendó usar su guadaña, era perfecta para poder crear los Protect Break. El Rey Supremo no le pudo decir no a la idea, ya que era la única que le daba una oportunidad de ganar. Logrando usar nuevamente la guadaña de Skeith, Himmel logró finalmente crear el Protect Break y usar el Soul Drain en Fidchell quien parecía importarle poco su derrota. Lo único que dijo antes de desaparecer fue…

El que está bendecido por el Crepúsculo

Ese que yace en la oscuridad del Caos, pero es iluminado por la luz de la Armonía

Cargará con el peso de una Ola de Cambios al Mundo regido por los hijos del Hombre

El Dios de Abraham sellará la bestia que busca la destrucción

Pero el Rey que tiene la bendición de los que no son de este mundo será el que debe enfrentar la Anti Existencia de todo

Cargando el dolor y la esperanza del mundo

Tras ello, el nacer de una nueva era vendrá con el fin de la misión de los dos seres que creen en el futuro.

Bendecido quién acepta la luz y la oscuridad, porque él regresará como el Atardecer Carmesí de la Nueva Era.

Hasta el mismo Skeith se mostró confundido por la profecía dicha por Fidchell, si algo realmente recuerda de este, es que sus profecías nunca son por nada.

Luego de esa batalla y de volver, Himmel se ganó mucho del respeto de varios por haber derrotado a esa cosa él solo, pero también el miedo de otros por lo que era capaz de hacer por su cuenta, el poder que tenía iba más allá de todo lo humanamente posible.

Dejando eso de lado, Himmel seguía cuidando a los niños. Ellos lo veían como la figura paterna que habían perdido, en su momento Rose fue la figura materna de ellos… Himmel disfrutaba el descanso que tenía, justamente hoy no tenía nada que hacer y por ello…

-¡Muy bien ¿quién desea que Edna les cuente un cuento?! – la mencionada miro con horror a Lailah quien parecía disfrutar de la situación, demasiado para su gusto.

Himmel miraba con una clara sonrisa como ambas mujeres entretenían a los más jóvenes del grupo de huérfanos, los mayores ayudaban en lo que podían a que ninguno de los menores se salga de control como ya ha pasado anteriormente. No era raro ver que esas dos vengan a ayudar y también…

Pasó a ver a un lado del lugar y pudo ver como Charllotte les contaba historias a las niñas más risueñas del grupo, de seguro contando de nuevo esa historia de la princesa salvada por su caballero de brillante armadura. Las mujeres y su maña por esa clase de historias. La princesa venía al orfanato varias veces a la semana y le gustaba traer a sus dos protectoras para que se diviertan. Le encantaba cuando Lavenza estaba aquí, aunque esa era la mayoría del tiempo ya que la mujer ayudaba a su hermano a cuidar a los niños. Himmel solo pudo sonreír al ver como las niñas reían por algo dicho por la princesa.

-Deberías hablar con ella. – Himmel notó como su hermana estaba a su lado y en sus brazos su hija. La pequeña estaba dormida, de seguro jugó mucho. – Ella viene a ayudar, pero también para poder verte y hablar.

-Yo… no creo que sea eso. – la mujer soltó un suspiro. Su hermano sin duda era denso.

Era obvio para ella y para todo el mundo que Charllotte se moría por él. Lo sabe porque ella misma se lo comentó semanas después que él se fue. En el fondo, sabe que su hermano se mantiene reacio a aceptar toda posibilidad de que ella sienta algo por él, debido a lo de Rose… si supiera que ella teme que él se aleje de nuevo. Por ello es que ha hecho todo lo posible para que ellos se junten y hablen, pero ambos son idiotas. Lavenza desea que su hermano siente cabeza, no porque este viejo ni nada de eso, es que desea que alguien vele por él cuando ella ya no esté.

-Ugh… Eres un idiota, te ama Himmel. ¿Qué más pruebas deseas?

-Yo… Ella está comprometida Lavenza, tal vez hayas podido ayudar a que el matrimonio se retrase, pero tarde o temprano… ella…

-Deja de pensar, eso no se te da bien. – el insulto de la mujer saco una risa ligera a Himmel. – Lo del matrimonio, deja que yo me encargue. Poco a poco estoy desbaratando este arreglo y demuestro que no es necesario y es hasta ridículo. Charllotte no necesita del apoyo del idiota ese de su prometido. – Lavenza casi escupe al decir esas palabras y Himmel se alejó un poco de su hermana. – Es un patán, mujeriego, inútil…

-Entendí… Lavenza, se nota que cuando lo ves lo deseas mandar al olvido. – la mujer se sonrojo un poco a esas palabras, a veces puede ser tan infantil.

-¡Pues es cierto! Soy honesta Himmel, tú lo sabes. Charllotte no necesita como esposo a ese… ese… ¡Rufián! – esa fue la mejor palabra que se le pudo ocurrir a falta de un insulto menos ofensivo.

Himmel soltó una risa al ver como su hermana reaccionaba, ella siempre le sacaba una risa con sus actitudes, siempre hace reír a quienes tiene cerca.

-¡Eso te salió muy refinado hermana, jajajaja!

-¡Cierra la boca! – Lavenza golpeó a su hermano en el hombro, pero ella también rio. – Lo digo en serio Himmel, Charllotte no merece a un esposo como él.

-Pues que elijan a alguien más…

-No idiota. ¿Crees que, de ser tan sencillo, no lo habrían hecho? Según la ley, la princesa está en el derecho de también elegir a otro pretendiente de su elección. A parte del que sus padres le escogieron. – Himmel siguió escuchando lo que su hermana decía. – La decisión de los padres es Hart, eso no va a cambiar, pero Charllotte tiene la facultad y el derecho de elegir su pretendiente, al hacerlo se evaluará y decidirá al mejor.

-Ok… ¿Y qué tengo yo que…? ¿Bromeas? – Himmel miro a su hermana con horror y ella sólo asintió.

-Himmel, es bien sabido que hay algo entre Charllotte y tú, no lo dicen porque en fin, pero se nota en los ojos de ambos que es mutuo. Y eso es lo que todos ven, excepto Charllotte, es igual de densa que tú.

-¡Oye!

-Mi punto. Charllotte desea, no, se muere por querer declararte como pretendiente y así pase la evaluación…

-Que perdería. No es que diga que no me alegre… Pero seamos lógicos Lavenza ¿Por qué me elegirían a mí sobre un noble? ¡No tengo nada que ofrecerle a ella o al reino! – Lavenza rio un poco, su hermano era el mismo de siempre.

Ella sabía que en el fondo él desea gritar lo que siente, no duda que en verdad amo a Rose, tal amaba a ambas y nunca lo noto, pero ahora su corazón late por la princesa y el de ella lo hace por él. Ella siempre le decía lo mucho que le encantaba la nobleza de Himmel, eso que lo hacía tan transparente… en lo bueno y lo malo, pero así era él.

Pero eso no ayuda ahora, debe ser algo más egoísta si desea que Charllotte y él tengan algo, él piensa demasiado en el resto y se olvida de él. De su propia felicidad y eso la entristece, no sabe si es una especie de castigo por lo que pasó, pero no dejará que su hermano pierda la oportunidad de estar con una buena mujer por su auto sentido de culpa y porque cree que él no merece ser amado. Eso sí, tendrá que ser un poco manipulativa para que esto funcione.

Vio como Charllotte lo veía de reojo para luego apartar la vista. La princesa estaba peor, parecía una adolescente… no niega que tal vez es su experiencia hablando, pero ya está siendo aburrido ver a esos dos echarse ojitos y no hacer nada. Sonrió con malicia al saber que hacer…


-Maldita sea Lavenza, te odio. – Himmel no podía creer su suerte, en verdad no se la podía creer.

-Ahm… Himmel, por favor no voltees… - Charllotte estaba envuelta en una sábana con su vestido secándose en el tendedero… con nada debajo de dicha sábana.

Si esto era una broma divina, pues quiere golpear al Dios que se la ha hecho, siente que tiene el poder para hacerlo. En verdad no puede creer en las ideas que Lavenza tienen. ¿Cómo es que de la nada una cubeta de agua caiga sobre la princesa puede ser llamado, casualidad?

Lo peor de todo es que Charllotte no tenía cambio de ropa, por lo que Edna fue a traer una, pero el viaje le tomará su tiempo y siente que ella es cómplice de todo esto. La vio sonreír, Edna no sonríe a menos que algo malo pase, a su persona. No sólo eso, la muy bastarda de Lailah se llevó a los niños a una expedición en los bosques y Lavenza se fue con Aura a la ciudadela porque según ella, debe comprarle ropa a su hija. Que excusa más mala, Aura tiene ropa suficiente cómo para donar a un orfanato entero y no ha usado ni la mitad, el idiota de Zaveid se pasa.

Ahora, tiene a una princesa desnuda, con sólo una sábana cubriéndola, en su habitación y además que están solos.

-Sería buena oportunidad para ti de… hablar con ella. – Oír que hasta Skeith le recomiende eso… ¿¡Qué pasó con eso que no necesita lazos sentimentales!? – Mira, me equivoque… de acuerdo. Si los necesitas. Tras la muerte de esa mujer y estar aquí, pude ver que te haces más fuerte… No niego que detesto a veces eso del cariño y demás que todos dan. Entendí que ustedes los mortales crecen más cuando se interrelacionan. Más si es con ese ser tan especial.

-No tú también.

-Escúchame maldita sea. ¿Deseas perderla a ella como perdiste a Rose? – la simple mención de ese nombre hizo que Himmel sintiera una patada en el estómago. – No puedes cambiar eso, ella ya no está. Pero no creo que hubiera querido que te lamentaras para siempre. No es sorpresa para mi ver los sentimientos que tienes por la princesa, soy tú. No digo que ahora mismo la hagas tuya…

-¡Skeith!

-Pero hablen, sólo intercambian unas que otras palabras cuando se ve que desean hablar más.

Himmel le tuvo que dar la razón a su otro yo, a veces odia que sea tan… ¿sabio? A falta de mejor palabra, se quedará con eso. No niega que desde que volvió, Charllotte lo ha ayudado a afrontar lo de Rose y viceversa. Ambos en verdad necesitaban del otro en muchos sentidos, pero ninguno lo admitía abiertamente.

Himmel fue un niño de la calle, que robaba para ayudar a su guardiana y hermana. Por casualidad conoció a la princesa, por suerte entró a la guardia y logró sobrevivir y asimilar a Skeith. No es nadie, ni es especial en lo absoluto. Alguien como él no merece tener a una mujer como Charllotte a su lado.

-Oye… ¿Estas bien? – Charllotte hizo la pregunta al joven tras estar varios segundos en silencio.

-Si… sólo hablaba con Skeith. – Fue la única excusa que se le vino a la mente, no era mentira del todo…

-Oh, debe de ser interesante tener a alguien con quien hablar todo el tiempo.

-No tanto, a veces puede ser molesto. Al inicio no quería oír su voz, pero con el tiempo y la soledad, aprecias la compañía. – Charllotte asintió algo triste, ella en verdad no recordaba con alegría esos años que él no estuvo. – Lo siento… no quise…

-No, está bien. Sé que es algo que… no se puede remediar. Al final volviste más fuerte y… Lo siento, no sé que decir. Sólo me alegro que hayas vuelto Himmel, en verdad. – Escuchar eso de la boca de la princesa sacó una sonrisa en el rostro del soldado. – Yo… A veces lo extraño, esos días donde hablar entre nosotros era tan natural. Éramos niños y sólo había esa amistad que teníamos… Con los años, te volviste más soldado y yo más princesa, tantas responsabilidades y tantos cambios. Perdimos esa parte de niños, si queda algo de ella está bien escondida.

-Ya hablas como si fueras una anciana. – Charllotte rio un poco a las palabras del joven. – Supongo que… No la tienes fácil.

-No… los nobles se hacen cada vez del poder interno y mis padres, mi padre, lo permite… Mi madre trata de tener todo bajo control, pero esto es demasiado grande para ella. Lo sé Himmel, lo presiento. Este reino pronto se verá destruido… lo sé. – Himmel quiso voltear y verla, no lo hizo porque sabía el estado en que ella estaba.

-¿Qué harás si ese día llega mientras vives? Puede que pase luego de nosotros a decir verdad.

-Mmm, tal vez explorar el mundo. O finalmente sentar cabeza, la verdad ya me da envidia ver a todas las chicas de mi edad ya con planes de matrimonio… algunos son matrimonios políticos, pero igualmente quisiera poder tener la oportunidad de casarme un día, por elección propia y no por… obligación.

-¿Lo odias verdad?

-Lo aborrezco, Hart puede ser todo lo que las chicas nobles desean, pero para mí es un patán, te juro que, si existiera una versión suya femenina, se casaría con ella por ser tan "maravillosa". – Himmel contuvo la carcajada que quiso dar, sabía que Charllotte no era de actuar como princesa en frente de él. – A veces desearía no haber nacido princesa… me dan envidia las chicas del pueblo que pueden elegir su camino, sin temor al que dirá el resto.

-Charllotte… - Himmel tomó aire, siente que se arrepentirá de esto… - ¿Hay un modo de anular tu matrimonio?

-Pues… si. Que yo muestre un pretendiente y lo evalúen, si el nuevo pretendiente es mejor que el elegido por mis padres, se anula el antiguo y el nuevo queda. Claro que nunca haría algo así, no sin…

-¿Y si lo hago yo? – Charllotte se quedó sin aire al oír eso… ¿Acaso él…? – Cla-Claro… sería solo para anular tu matrimonio, sólo eso.

La princesa inmediatamente se deprimió mientras Himmel maldecía ser un cobarde… Aun así, la chica trago saliva para hacer la pregunta definitiva.

-¿Seguro...? Sabes que, si sales como mi nuevo compromiso, serás obligado a casarte conmigo. ¿Está bien para ti?

-Ya veremos eso cuando lleguemos a ese barco. – Charllotte sonrió a esas palabras, era verdad… Mejor no adelantar juicios. – Entonces… ¿Cuándo…?

-Mañana, lo diré todo mañana y… esperemos lo mejor. – Charllotte agradecía que él no pudiera ver su sonrisa. Tal vez sólo lo hace para ayudarla ahora, pero sabe que es su oportunidad de… de finalmente decir lo que siente años. – Himmel, gracias.

-No hay de que Charllotte, no hay de que. – Himmel sabía que tal vez las cosas no fueron como él lo planeó al inicio, pero era esto mejor que sólo callar. Quizás, esto lo ayude a tomar una decisión.

Fue en eso que algo al fin cuadro para Himmel… Lavenza. La muy maldita planeó esto para que él le preste su ayuda y ambos se acerquen para que… Maldita enana manipuladora, cayó en la trampa como un perfectísimo idiota. ¿Luz de la Armonía? Ella era un vil demonio, no un ser de armonía.

-Todas las mujeres son manipuladoras mi otro yo, creo que eso es ya un hecho. – Himmel suspiro fuerte ante las palabras de Skeith, no puede negar eso… Es verdad.


Al día siguiente, Himmel pudo ver la sonrisa de Lavenza y de esas dos. Malditas víboras, el poder femenino es temible cuando se juntan. Ver como el joven iba al castillo por la audiencia de hoy, donde Charllotte llevará a cabo el plan… pues está al borde de un ataque de nervios.

Cuando entró al castillo y la reunión se ocurrió, todo era normal… Él estaba presente para sus informes semanales que estaba obligado a hacer debido a su situación, ya lleva años en esto y no puede creer que no le levanten esto del estado de prueba. Ver como Hart sonreía cuando se tocó el tema del matrimonio… trago saliva.

-Sí, tengo algo que decir. – Charllotte se puso de pie y miro a todos. – Me niego a casarme. – Dichas esas palabras, la bomba se desato.

Ver la cara del padre de Charllotte y de muchos nobles era de digna risa, una que Himmel no pudo dar, pero Skeith si. Las voces de protesta de la mayoría y la del prometido que estaba siendo rechazado se oían a todo dar. No fue hasta que…

-¡Silencio! – Helba alzó la voz y logró ganar el silencio que quería. – Calma, estoy segura que mi hija tiene sus razones para rechazar el matrimonio.

-¡Excusas, ella sólo lo hace para desafiar las órdenes que sus majestades han dado! – Hart parecía hervir de la rabia, nunca antes había sido rechazado. - ¡La princesa no puede anular el compromiso…!

-Si puedo, a diferencia de muchos aquí, yo sé la ley que nos rige por años. Y se estipula que si el descendiente a la corona, en este caso yo, no ve al prospecto elegido por los reyes de turno como un buen candidato, puede y está en el derecho de presentar a su propio prospecto al matrimonio. – Charllotte pudo oír los murmullos, todos sabían de la ley, pero no esperaron que la princesa la usará o la conozca. Los muy tontos de seguro creen que por ser linda y algo torpe no es inteligente, se equivocaron y en grande. – Hoy, vengo a pedir la cancelación del matrimonio con Hart de la Familia noble de Mistic y proponer a alguien más para ser mi esposo. – Himmel trago saliva, ahí viene… - Nomino a Himmel de la Guardia Real como candidato.

Si el ruido de antes no fue escandaloso, el que vino luego de esa declaración si que lo fue. Las voces de protesta y demás no cesaban, el mismo rey estaba atónito mientras la reina sonreía, Himmel por su lado trataba de mantener su expresión neutral, suerte que la máscara que usa lo ayuda a ocultar las expresiones que tiene.

Eso si, parece que la discusión tendrá para rato y Himmel lo sabía. Esta vez fue el rey quien pidió silencio con voz de mando, algo raro de ver para el joven quien siempre pensó en el rey como un inútil en esta clase de situaciones, pero parece que cuando Charllotte se ve involucrada sabe actuar.

-Padre idiota. – En ocasiones como estas, adora a tener a Skeith ya que concuerda con él.

-Hija, espero que tengas una buena razón para decir lo que propones. No niego que Himmel es alguien de gran nombre, pero es un simple soldado y además que sigue en periodo de prueba.

-Que me parece absurdo que aún sea así. Han pasado ya casi 6 años desde que Himmel volvió al reino y nos informó de las acciones que llevaron a la muerte de una gran soldado y amiga. No sólo ello, hace un año enfrento sólo a una amenaza contra el reino y la derrotó. Himmel, a pesar de lo que hizo en el pasado, hoy es muy querido y respetado por el pueblo.

-Pero princesa… Él… Él es un…

-Si el hecho de que no venga de una casa noble es la excusa que me darán, les informo que la ley expresa que puedo presentar a un hombre sin importar su origen, siempre y cuando haya hecho grandes cosas por el reino. Creo que Himmel ya hizo lo suficiente 3 veces, además de que es gracias a él que muchas batallas fueron ganadas los últimos años. El mismo capitán de la guardia lo dijo. – Al parecer Yuuji está metido en esto. – No hay motivos que me nieguen mi petición, además él aceptó mi propuesta.

Himmel pudo ver que todos lo veían, muchos con odio y algunos con duda. Puso sus ojos más serios y asintió sin decir más, había aprendido a decir poco frente a los nobles ya que en verdad detesta a la mayoría, en especial a los que desean que Charllotte se case con el tipo ese.

-Entiendo, ciertamente no hay nada que impida que Charllotte elija su propio pretendiente si se siente, incómoda con el que tiene. – Helba sonrió al ver la expresión de su hija. – Será evaluado y daremos un veredicto en las próximas semanas. Se cierra la sesión de hoy. – los murmullos iniciaron, todos diciendo que la princesa había perdido el juicio mientras que la Reina miraba a Himmel de reojo y él lo captó, tiene mucho que explicar.

….

-Bien, podemos hablar sin que nadie moleste aquí. – La reina deseaba poder entender que habían planeado el soldado y su hija pero…

Himmel estaba más tieso que una roca… Estaban en el cuarto de baño real… ¡La reina estaba desnuda en frente de él en la gran bañera! ¿¡Esto era en serio!? No debe de quedarse como idiota viendo la gran figura de la reina, no importa que tan atractiva sea la mujer y las curvas que tiene y… ¡Oh no, ya lo está afectando! ¡Maldita sea!

-Ahora entiendo de donde tu amiga heredo la figura. – Himmel le pidió a Skeith que se calle, no era momento de sus bromas.

-Relájate chico, no me molesta que me veas desnuda. Nunca me ha importado, aunque tocar si está fuera de límites. – Si la reina se burlaba de él, no lo sabía… pero siente que está disfrutando de su desgracia. – Fufu, anda… relájate. Te pediría que me acompañes pero estas en servicio. – la reina se cruzó de piernas y… ¿Acaso fue apropósito? – Ahora, deseo saber que tienen planeado tú y mi hija.

-Ahm…

-Y no, no me creo nada del cuento que en verdad ambos hayan acordado esto mutuamente. Conozco a mi hija, demasiado. Y ella no tiene el valor de pedirte algo así, así que tú debiste haberle ofrecido ayuda y ella te comentó esto, o fue Lavenza, pero el punto es que ella ya inició su plan para anular el matrimonio. Ya decía yo cuando hacía su movimiento.

-¿A qué se refiere? – Himmel no creía lo que oía, la misma reina estaba de acuerdo con que Charllote haga esto.

-Himmel, ya debes saber que yo nunca estuve de acuerdo con este matrimonio. Mi esposo sí porque el padre del chico es su amigo y bueno, promesas estúpidas se hacen cuando los hijos nacen. El punto es que di el beneficio de la duda, ver si en verdad mi hija lograba tener algo de aprecio por Hart y si él tenía material para ser Rey. Ninguno de los casos acertó… Mi hija no soporta al chico por su actitud presumida y además que sabe muy bien que él no la ama, sólo desea el trono. Él por su lado no ha mostrado tener las facultades para reinar, es sólo un niño mimado que cree tener derecho a tener todo lo que desea. Típico de un noble de alta clase y que subió rangos en el ejército por recomendación de su padre que por mérito propio. Si no hubieras huido años atrás, te aseguro que ahora serias capitán con lo que has logrado.

-Lamento mi cobardía de esa vez.

-Lo bueno es que lo admites. – la reina se sacó un mechón del cabello de su rostro para luego suspirar. – Nada cambia el pasado, lo hecho, hecho está. Pero podemos mejorar el futuro y tú puedes ser parte de este cambio Himmel. A diferencia de mi esposo, no soy ciega… El reino se viene a pedazos poco a poco, no dudo que tal vez este ya no tenga futuro. Es más, los Dioses de distintos lugares desean hacer alianzas con nosotros por el gran conocimiento mágico que yace guardado en nuestros textos, que no usamos. – la reina puso una expresión seria. – Ridículo, tenemos el conocimiento para ser mejores y por ideas tontas del rey anterior no las podemos explorar. Tu hermana ha hecho más que la mayoría de estudiosos aquí en los últimos años que ellos en siglos. Me sorprende el don que tiene para la magia.

-Siempre fue muy lista, pero aún no entiendo que desea decirme con todo esto su majestad. – Helba sonrió ante la pregunta del muchacho.

-Himmel, no soy ciega. Amas a mi hija. – El joven se puso tenso al escuchar eso, ojalá no signifique que debe escribir un testamento. – Jajaja, calma. En verdad me alegra de que alguien como tú la ame. Ella merece ser querida por quién es y no lo que es. Además de que ella es muy perceptiva en muchas cosas, en el amor no tanto. Ya se habría dado cuenta de lo que sientes si fuera así. – Himmel no supo que decir a esas palabras de la reina. – Jeje, Himmel… mi hija te ama. Ella lo demuestra con su actitud hacia ti y como habla de ti. Ella no lo hace con nadie más que contigo…

-En verdad no sé que vería ella en alguien como yo si lo que me dice es cierto. – La reina pudo notar la incredulidad del muchacho, no podía creer que una princesa que se dice tiene una belleza divina, vea en alguien como él. – Es más, tras lo de Rose…

-A ella eso no le incómoda, te aseguro que si Rose hubiera vivido, ella habría aceptado compartir. – La simple idea para Himmel fue más que extraña. – Créelo o no, ella no es de mente cerrada. Sabía lo mucho que Rose te amaba, hasta le increpó por haberse casado sabiendo lo que sentía. Nunca la había oído decir tantas barbaridades. – Si, se lo puede imaginar. – Pero ella no es de mentirse a si misma. Dice lo que siente, duela a quien le duela porque no le gusta la hipocresía. Charllotte es de las mujeres que no ves muy seguido, como tu hermana y sus amigas.

-Si, puedo dar fe de ello. – Himmel se llevó la mano a la mejilla, ya ha sufrido por ese modo de ser de ellas. – Pero su majestad, yo…

-Himmel, por una vez en tu vida deja de auto flagelarte. Lo de Rose no fue tu culpa, lo que hiciste hace años fue consecuencia de malas decisiones tuyas y de quienes te rodearon. – La reina se puso de pie y camino hacia el joven soldado que se mostró algo incómodo al verla acercarse desnuda. - ¿Deseas cargar con todo el dolor posible hasta estar satisfecho de que ya pagaste lo suficiente? – Himmel desvió la mirada a esas palabras. – Noble y estúpido, una combinación que me hace ver porque mi hija te ama tanto. No todos tienen ese sentimiento de auto sacrificio que tú tienes, aunque lo estas llevando ya a grandes extremos Himmel.

-Yo, trataré de ser más consciente en las cosas que hago, en serio. Es sólo que… ¿Está bien? ¿Qué alguien como yo…?

-El amor es un misterio enorme Himmel. No hay respuesta correcta e incorrecta en ella. Al amar puedes cometer idioteces enormes o grandes maravillas… depende mucho de quien sea la persona que amas. Eso sí, no creo que amar a mi hija sea un error y que ella te ame menos, eres un buen muchacho y has hecho mucho por los que viven aquí… más que cualquiera y has pagado grandes precios por ello. – la mujer acarició la mejilla del joven soldado y este se sorprendió por el tacto. – Eso sí, no hagas llorar a mi hija o si no haré que sufras un infierno. – tanto joven como el ente en su interior tuvieron un escalofrío al ver los ojos de la mujer y su amenazante voz… sólo asintió como entendiendo el mensaje, ella sonrió dulcemente… no ayuda en su situación. – Perfecto, ahora que está todo claro. Tienen mi apoyo en lo que sea que planean, ya me doy una idea. – Himmel al fin respiro con calma, que miedo da esta mujer. – Por cierto… Espero que verme desnuda te ayude a darte una idea de como se ve mi hija sin nada. – Himmel vio a la reina retirarse para secarse y vestirse… ver como sus caderas se movían era… Oh rayos, no va a poder caminar por unos minutos…

-Ve el lado bueno de todo esto. Tienes ya en que pensar esta noche.

-Skeith… cállate. – No deseaba admitir que su otro yo tenía toda la razón del mundo. La reina Helba puede ser su gobernante y una mujer mayor, pero eso no quita que es sexi y tiene un cuerpo de infarto que… - Agua helada, debo bañarme con agua helada.

Sin duda la noche de hoy será muy larga…


Los días pasaron y la noticia de que la princesa había propuesto cancelar su matrimonio con Hart para que Himmel sea su esposo salió como pan caliente, todos lo sabían y eso era muy malo para el joven soldado que se veía a veces abrumado por tantas preguntas y demás. La mayoría de personas lo querían y respetaban porque no era como la mayoría de soldados… muchos eran arrogantes y eso le daba una gran alegría.

Decir que Amane estaba furiosa de que él no le haya comentado nada, era gracioso ya que Yuuji le dijo que esto era un plan en parte para que la princesa se libre de su matrimonio. La mujer se vio decepcionada de que sólo sea eso, en serio… ¿todas adoran esta clase de cosas?

-Eso si, no hagas llorar a Charllotte o te golpeare como toda madre, aún siendo el más fuerte del reino eres mi hijo y me da derecho de hacerlo. – la amenaza no se hizo esperar. Aunque oír que ella lo considera un hijo tras todo lo que pasó… sin duda lo hacía sentirse feliz. Amane era su segunda madre y eso no lo iba a negar.

Lo que pasó luego fue cosa de risa, ver como Himmel perseguía a Lavenza por toda la casa para buscar venganza por lo que hizo era gracioso. Más porque Lavenza sabía el castigo que le tocaba. Reír a carcajadas porque su hermano le hacía cosquillas fue una escena interesante para los presentes y más para las más jóvenes en la casa. Era raro ver a Lavenza reír así, ni con Zaveid lo hacía… Aura en efecto podía ver que su tío era muy especial para su mamá y sabía como hacerla sonreír.

Lo que pasó luego fue que un enorme grupo de soldados fue mandado a una investigación en un pueblo lejano, parece que unos bandidos estaban atacando dicho pueblo. Zaveid y Mikleo eran los encargados de liderar el grupo, ya lo habían hecho antes. Zaveid se despidió de su esposa e hija como siempre lo hacía, no era nada fuera de lo común. Cuando Himmel se acercó a él y le extendió la mano, demostraba que a pesar de todo, apreciaba que quiera a su hermana. Lavenza sonrió con alegría al ver como su hermano y esposo al fin hacían las paces.

Luego de verlos partir, Himmel le dijo a su hermana que al menos aprecia que él la haya cuidado mientras él estuvo fuera. Lavenza le dijo a su hermano que era un celoso sin remedio, pero eso era algo que no se podía cambiar.

Muchos días pasaron, el día en que la decisión por el matrimonio de Charllotte se daba hoy. Decir que la princesa estaba al borde de un ataque de nervios… era decir poco. Ella sabía que si era rechazado lo que pidió, ya no tiene más opciones. No creía en Dioses pero estaba más que tentada a rezarle a uno para que la ayude.

Oír como Himmel le decía que rece al Dios de los judíos, que él era muy poderoso y benevolente, para que la ayude. La princesa en verdad no estaba de humor para oír las idioteces del soldado.

Bien inicio la reunión, se sentía la tensión en el aire. Lavenza quién esta vez si estaba presente, sudaba un poco mientras tosía ligeramente, el estrés la debe estar afectando.

De inmediato se pidió hacer ya una aclaración de la situación, no perder tiempo y dar los votos que apoyen la decisión de la princesa. Los reyes votan individualmente, por lo que no fue sorpresa que el rey votará en contra de la petición de su hija, ante el obvio dolor de ella, y que la reina apoyará la moción. Lo que si vino fue sorpresa… hay exactamente 10 miembros del consejo noble y el voto estuvo dividido. De los 12 votos, 6 eran a favor y los otros en contra. El simple hecho era extraño, no se espero que algunos nobles en verdad votaran a favor. Himmel noto que quienes lo hicieron eran quienes él ayudó en cosas pequeñas y con quien tenían una relación de respeto. Los que estaban en contra eran quienes lo odian, la familia de Hart, además de quienes lo ven más como amenaza.

Estaban en una encrucijada, no había veredicto claro… eso llevaría a que todo se anule y… Charllotte apretó los dientes al ver que todo fue en vano.

-Dado como está todo, lo mejor será mostrar el nuevo voto. – Las palabras de la reina sorprendieron a todos y Lavenza sonrió a esas palabras. La reina sin duda sabía jugar sus cartas. – Dado que no hay más votantes en esta sala, debemos apoyarnos en el voto final y secreto… - la reina se acercó a la ventana y señaló a la gran multitud que había afuera. – El pueblo es el voto final.

-¡Un minuto, no podemos permitir que los plebeyos participen en una decisión de esta clase! – Hart no creía que la reina vaya a permitir que los del pueblo se metan en esto.

-Según la ley, cuando no hay unánime en una decisión. Se puede pedir la voz del pueblo, es la ley. – Lavenza ocultó muy bien su sonrisa, sabía el resultado… todo iba como lo planeo.

La reina le pidió a los tres involucrados ir con ella y el rey al palco real. Ahí, todos los que esperaban la decisión de quien será el prometido de la princesa sea tomada.

Cuando la reina y el rey hicieron acto de presencia y que además pidieron la opinión de todos los presentes para ver quien de los dos pretendientes se casaba con la princesa causó una gran sorpresa en la gente.

-Repito ¿Cuál de estos dos caballeros desean que sea el esposo de la princesa? – el rey Lios en verdad no podía creer que esto esté pasando, no era así como debían acabar las cosas y aún así…

Charllote cerró los ojos con miedo, temía la respuesta que iba a oír. Hart sonaba confiado, esos pueblerinos saben lo que les conviene. Necesitaban poder y riquezas, él se las iba a dar… en su lugar, Himmel solo miraba a las personas sin nada más que decir… Esperando el veredicto que darán, el definitivo.

Fue en eso que se oyó su nombre. Himmel pasó a ver quién lo dijo y se sorprendió de ver que eran las mujeres en el prostíbulo que estaban en las zonas pobres, luego a personas de dicha zona… nunca había olvidado el lugar y la gente de ahí, los ayudaba como podía cuando tenía tiempo porque ellos lo ayudaron y cuidaron de niño de algún modo. Luego escucho más, otros de gente de clase media que él saludaba y ayudaba cuando tenían problemas, incluso en cosas sencillas… luego más, el sonido de la multitud diciendo su nombre era unísono y en verdad no se lo podía creer. Nadie lo hacía, Charllotte se mostraba impactada de que tanta gente aprecie a Himmel, Hart se mostraba furioso... Esto no era posible, sus oportunidades de ser rey eran destruidas por… ese simple pueblerino. El rey suspiro al ver que la decisión había sido tomada y la reina sonrió, sabía que esto iba a pasar. El pueblo adoraba a Himmel, él los ayudaba como podía. No sólo porque era su trabajo sino porque en verdad él quería hacerlo, era esa nobleza que tenía lo que había llevado a esto, se ganó el corazón de las personas y ellos en verdad lo consideran apto para estar con la mujer más amada del reino. No pudo evitar llorar un poco al ver que… no lo odian. En el fondo siempre pensó que era odiado por la gente del lugar… tal vez era su propio sentido de auto flagelo hablando por él. No lo sabe, pero ahora tenía la evidencia de que no era así.

Los reyes vieron que la decisión estaba tomada, sin más que decir… Anunciaron a Himmel como el nuevo prometido de la princesa. Y sobra decir que eso fue lo que marcó una serie de eventos que nadie esperó…


Había llegado la noche al reino, Himmel estaba aún en el castillo ya sin su armadura porque le habían pedido ser el nuevo capitán de la guardia, muy para su sorpresa. Enterarse que Yuuji sufría de una lesión permanente en la espalda, producto de una batalla años atrás, y le impedía pelear y moverse como antes por lo que adelantó su retiro. Sobra decir que el joven estuvo a punto de decir no, estaba pasando de un simple soldado a líder del grupo de seguridad más importante del reino. Lavenza le dijo que lo haga, así no le daría motivos a los que no están feliz de su compromiso de atacarlo con movidas políticas.

Al final aceptó, como odia que su hermana tenga razón, además que no podía evitar sentir nervios de que Charllotte ahora fuera su… prometida. Claro, todo era una tetra para salvarla del compromiso anterior… ahora ¿qué seguía? Seguir la farsa era… una idea que no detestaba. No se engaña, él en verdad no desea que esto sea un teatro que ellos armaron. En verdad desea poder estar con Charllotte como se debe y… Si solo no fuera tan cobarde.

-¿Ocurre algo? – Charllotte apreció en el palco en donde él estaba, justo pensaba en ella y aparece. – Estas bien pensativo.

-Sólo… Sólo aclaro mis ideas.

-Claro… ¿Te arrepientes de… esto? ¿De lo que estamos haciendo? ¿De haberte comprometido conmigo, aún con lo de Rose en tu mente? – Himmel no dudaba que ella en verdad sentía que era eso. Lo era, en parte… la otra parte era su miedo a fallar y que algo le pase a ella.

-No era eso lo que pensaba, la verdad… sólo pensaba en lo atareado que estaré. – la chica rio ligeramente a las palabras del joven. – Espero que Lavenza pueda mantener el orfanato.

-De seguro Amane y Yuuji ayudarán, recuerda que él ya se está retirando. – Le tuvo que dar la razón a su, ahora, prometida. – Las personas… te adoran. Lavenza lo sabía, predijo el empate y lo que venía, por eso no se le veía nerviosa. – Himmel a veces sentía que su hermana era un verdadero monstruo para predecir resultados, ya le da miedo.

-No espere eso en verdad. – Charllotte rio ligeramente a esas palabras, se nota que él en verdad no nota lo obvio.

-Has hecho mucho por la gente del reino Himmel, desde cosas grandes como protegerlo, como esos servicios pequeños que haces para ellos. Ninguno le toma ya importancia a lo que hiciste hace casi 6 años. – El joven se rasco el cuello. – Ese tic nervioso tuyo a veces me desespera.

-Lo lamento, es una mala costumbre… - Himmel se disculpó y ella volvió a suspirar.

-Tampoco es que me moleste del todo. Ese gesto… sin duda eres tú. – Charllotte puso una expresión algo triste. – Lo de esa vez hace años, siempre me arrepentí… de haber enfrentando las cosas mejor… No te hubieras sentido mal y…

-No, en verdad la cachetada me ayudó a darme cuenta de mi idiotez, yo soy quien debe pedir perdón. – Esta vez fue Himmel quien mantuvo el tono de disculpa.

Ambos rieron ligeramente al sentirse tan idiotas sólo para quedarse viendo. Himmel siempre lo ha creído, Charllotte era una Diosa entre mortales. Sus ojos azules Zafiro, su cabello plateado, esa figura. A veces le costaba creer que una mujer sea tan bella por fuera y por dentro. En verdad era… no sabe cuando su cuerpo optó por poner su mano en la mejilla de la mujer, quien se vio ligeramente sorprendida… pero no lo alejó, cerró los ojos para disfrutar el tacto y se acercó a él. Solo unos centímetros los separaban y eso en verdad lo asustaba. Temía que si se pasa de listo… ella… Ambos se acercaron más, ya no importaba más… sólo querían demostrar al otro lo que sentían. Justo cuando estaban a unos centímetros del beso que ambos anhelaban…

-¡Charllotte, Himmel! – la llegada de Lailah al lugar hizo que ambos se separen abruptamente. Con Himmel a un paso de caer del palco por retroceder con tal fuerza.

-¿¡Lailah!? ¡No nos asustes así! ¡Estábamos…! – Si bien el sonrojo en su cara mostraba vergüenza y rabia, Charllotte se calmó al ver las lágrimas en los ojos de su amiga… para luego sentir miedo. - ¿Lailah, que pasa?

-Es… Es... Dios… - Lailah empezó a llorar ante la confusión de Himmel y Charllotte. – Los que fueron al borde del reino… Volvieron… pero… Pero…

-¡Lailah, cálmate! ¿Qué pasó? – Himmel tomó a la mujer de los hombros y ella lloró con más fuerza.

-¡Fueron atacados, una emboscada! ¡El pueblo ya era ruinas, no había bandidos! ¡Los atacaron a traición! ¡No saben quien, los sobrevivientes sólo recuerdan dos grandes rocas luchando con algo que era muy veloz! ¡El último los atacó porque lo vio divertido!

-No… Lailah… ¿Cuántos…?

-Pocos… Trajeron los cuerpos que no se hicieron polvo… - Charllotte se tapó la boca por el horror que sentía. – Mikleo… Mikleo perdió un brazo, pero está vivo… Zaveid… Él…

-¿Él qué…? ¡Habla Lailah! – Himmel alzó la voz al temer la respuesta.

-Está muerto… murió salvando a Mikleo… ¡Está muerto!

Tanto Himmel como Charllotte sintieron un vacío en el estómago… no pensaron que el día de hoy acabaría con descubrir que un amigo había… Lavenza y Aura… Himmel sabía una cosa, su hermana iba a sufrir demasiado por lo que acaba de pasar.

-Ese día, había decidido a vivir por Charllotte, mi hermana y quienes depositaron su fe en mí. Estaba decidido a hacerlo, pero nunca imagine que al final del día… un buen amigo regresaría muerto de una misión que parecía sencilla. Los años que vinieron luego de ello… fueron vitales, para mí y quienes me rodeaban. Entendí también que… no podía escapar de lo que sea que estaba pasando en el mundo.


Insertar canción: ⅓ no Junjō na Kanjō [TV Edit.] – Siam Shade

Al escuchar un ligero guitarreo de la música de fondo, se ve una parpadeante luz rojiza de una manera tuene y que se nota la silueta de una mujer que hacía una especie de rezo poco a poco desaparece justo cuando las letras de la canción son entonadas.

Kowareru hodo aishitemo sanbun no ichi mo tsutawaranai

(Aunque te amo al punto de quebrarme, un tercio de lo que siento no llega hacia ti)

Mientras que la luz seguía parpadeando, ahora se aparece un hombre que estaba opacado lentamente se revela al ritmo de la canción que se escucha de fondo.

Junjou na kanjou wa karamawari I love you sae ienaideiru my heart

(Y mis verdaderos sentimientos no se van, que no pueda decir "te amo" desde el fondo de mi corazón)

Para iluminar levemente el lugar en donde estaba el hombre siendo este Haou quien estaba con los ojos cerrados hasta abrirlos lentamente para mirar fijamente hacia la cámara con un rostro serio mientras que la luz que estaba detrás de él seguía parpadeante hasta que se ve que una gran luz blanca se aparece en la pantalla haciendo que se cambia a una especie de luz de cruce de tren que sigue el ritmo de la música para que repentinamente se aparezcan una especie de reflejos de ventanas previo a cambiar la escena.

Nagaku nemureani yoru ga kimi e to omoi

(En esas largas noches sin dormir, solo pienso en ti)

Y ahora, se muestra a Haou quien tenía puesto una especie de uniforme especial estaba sentado en una especie de banco mientras tiene su mano derecha en su rostro mientras miraba pensante hacia la cámara bajo un cielo nocturno mientras que Charlotte se aparece para sorprender al God Slayer.

Sore wa koi na n desu to sasayaku yo

("Debe ser amor" lo dije en un susurro)

Quien no esperaba que su amada se siente al lado del hombre mientras que se apega a su cuerpo cariñosamente haciendo que Haou se sonroje, pero teniendo una sonrisa en su rostro.

Tomedonaku katari kakeru yureru kodou wa

(Y cuando tuve el valor de poder hablarte mi inestable corazón)

Mientras que Haou acariciaba suavemente el cabello y el rostro de su amada previo a robarle un beso y luego del acto hace sonrojar a Charlotte quien se levanta de su asiento.

Binetsu majiri no tameiki e to kawaru

(Estuvo en fiebre mezclado con un suspiro)

Para tomar la mano de Haou quien se levanta del banco para caminar junto con su amada hacia otra dirección quien lo jala hacia el lugar que lo quiere llevar.

give me smile and shine days kimi no smile de

(Dame tu sonrisa y días brillantes, por tu sonrisa)

Y cambiar la escena para mostrar diversos momentos que Haou tuvo con Charlotte y con Lavenza que cada chica que recordaba tenían una radiante sonrisa en cada uno de ellos.

itetsuku yoru no samusa no mo good koraerareru

(Podré estar bien incluso en la noche más fría)

Para que se termine esa mirada en la mente de Haou quien estaba sonriente y tenía puesto una especie de uniforme de batalla para que ponga su vista hacia al frente haciendo que la cámara cambie de plano hacia sus pies quien comienzan a dar impulso para que el God Slayer comience a correr.

Kowareru hodo aishitemo sanbun no ichi mo tsutawaranai

(Aunque te amo al punto de quebrarme, un tercio de lo que siento no llega hacia ti)

Mientras vemos como Haou corre hacia el frente, pero no parece moverse en el lugar, se pasa diversas personas conocidas en imágenes rápidas para que se detenga al ver a Charlotte quien se acerca hasta su amado.

Junjou na kanjou wa karamawari I love you sae ienaideiru my heart

(Y mis verdaderos sentimientos no se van, que no pueda decir "te amo" desde el fondo de mi corazón)

Para que la cámara se acerque a la pareja mientras que Haou acaricia suavemente el rostro de Charlotte mientras que ella se sonroje y coloca sus brazos en el cuello del God Slayer para que se den un beso que dura un rato y una luz se ilumina cambiando repentinamente la escena a las dos luces de cruce vistas pero detrás de ellas se iluminan Lavenza y Charlotte al ritmo de la música que se aparece los reflejos que se aparecen de nueva cuenta.

Mannatsu no ame no you ni kawaita suhada uruosu kimi no egao ga mabushikute

(Tu sonrisa es bella como la lluvia en verano que hace hidratar y limpiar mi seca piel)

Ahora cambiando la escena, podemos ver a un Haou de niño que acompañaba a su hermana menor Lavenza quien estaba jugando entre su camino con una sonrisa para que la chica vea a su hermano quien estaba sonriente pero repentinamente ve que todo el lugar se pone oscuro y cae a una especie de vacío.

Give me smile and shiny days, kyuu ni sumasanaide

(Dame tu sonrisa y días brillantes, no te rindas tan rápido)

Mientras que Haou detiene su caída, se nota que está en su forma actual dentro de un lugar completamente oscuro para ver un reflejo de su mente a Lavenza y Charlotte quien serían como luces para extender sus manos ayudando al God Slayer.

Donna ni konnan de nankan na kabe mo koeru kara

(No importa lo que suceda, lo superaremos juntos)

Quien las toma aceptando la ayuda a levantarse y ve que las dos chicas le muestran una luz rojiza que Haou tiene que seguir para que, en destellos de luz, Lavenza Y Charlotte comiencen a desaparecer mientras que el God Slayer comienza a corred de nueva cuenta hacia la luz señalada.

Kowareru hodo aishitemo sanbun no ichi mo tsutawaranai

(Aunque te amo al punto de quebrarme, un tercio de lo que siento no llega hacia ti)

Mientras que la cámara se enfoca a Haou quien de nueva cuenta corre hasta la luz, diversas líneas iluminadas detrás de él siguen su camino hasta que llega a donde se encuentra esa luz.

Junjou na kanjou wa karamawari I love you sae ienaideiru my heart

(Y mis verdaderos sentimientos no se van, que no pueda decir "te amo" desde el fondo de mi corazón)

Y en ella, se encuentra su encarnación actual, Hyoudou Issei, quien saluda a su predecesor de manera amena y chocan puños como si fuera un saludo mientras que ven que están en el salón del corazón no sin antes ver que las mismas líneas que ahora se entrelazan y se muestran en una especie de cruce para la curiosidad de Haou y del castaño.

My heart… Oh~ oh….

Tanto Issei como Haou se acercan y ven cruzadas dos espadas que les hacen conocidas para que las tomen para que en la mano derecha del Sekiryuutei empuñe y toma a Oblivion mientras que el God Slayer toma a Oathkeeper con su mano izquierda para sacarlas del piso que estaban clavadas y tener una mirada que muestra determinación a luchar al frente de la cámara para congelar la imagen y terminar la música de fondo.


Como dije, esta parte de la historia tendrá sus momentos. Varios. Pero es necesario para el camino que se debe trazar. Nos vemos en otro cap.