Todos los personajes son propiedad de la grandiosa JKRowling.

Kagome Weasley: Gracias por el review! Jeje, me alegro de que te gustase... La verdad, solo pensaba hacer un capítulo y dejarlo ahí, pero puedo sacar una historia...aunque necesitaré reviews pa ayudar un poquillo! He hecho el segundo capítulo y habrá un tercero, si gusta la continuación que he hecho, aunque adelanto que no solo será Hermione Granger quien escriba sus peripecias, sino otro personajillo más. O:-) Besos!

Caro-Snape: Hola! Jaja, bueno, qué bien que te guste... y, la verdad, no se como va a evolucionar la historia, el contenido en sí...voy un poco sobre la marcha. Ya he advertido que hay cosas del 6º libro, que por cierto, me tiene loca! Me ha encantado:-D jaja


Querido Diario

Hoy me he levantado con una euforia bastante extraña en mí y me he duchado… ¡cantando! Respecto a esto, Lavender ha metido la cabeza en el baño con una expresión de incredulidad pintada en el rostro que era pa hacerle una foto y me ha dicho que si me encontraba bien. Normalmente, hubiese fulminado a ese bicho con mi peor mirada, pero tras un precioso sueño fácil de imaginar y aquel extraño despertar, ni aquel ser inmundo quita-chicos me iba a molestar.

Terminé de ducharme y me vestí, colocándome esas arruguitas de la túnica que normalmente me tren sin cuidado. Captando ahora la atención de todas las chicas de la habitación, sonreí; se miraban entre ellas preocupadas mientras miraban el vaso que reposaba vacío encima de la mesilla al lado de mi cama.

Me hizo gracia esta reacción, pero solo me empecé a desternillar de risa cuando me vieron alisarme el pelo. Entonces me sentía entera. Normalmente, las hubiese odiado con toda mi alma, pero era el centro de atención de aquel grupo y parecía que no me conocían, así que, como he dicho antes, me sentí completa.

Cuando consideré que había terminado, me dispuse a bajar las escaleras, aunque me paré un momento y las miré a todas; ¿sería alguna de esas con las que se había liado Ron? Por un momento, aquella sensación de felicidad se me pasó, pero enseguida volvió con más fuerza, empujándome a salir de aquel lugar.

Con paso seguro, bajé las escaleras hasta la sala común mientras me decía: Hoy va a ser un buen día.

Esto, claro, lo dices a primerita hora de la mañana, todavía no has visto a la persona en la que piensas continuamente y por la que tus notas han bajado ligeramente (por no añadir que esto sería un gran motivo para enfadarme con él y añadirlo a aquella lista que una vez escribí sobre las putadas que mi queridísimo Ron me ha hecho hasta ahora ´´.

Entro en la sala común de Griffindor con ánimo de encontrarles esperando como dos caballeros y ver sus caras de asombro al ver el cambio de mi pelo hoy, pero lo único que alcanzo a ver de la persona que más atrlladeros de cabeza me trae, son cuatro pelos de totalmente rojos siguiendo un cuerpo que tiene cierta prisa por salir de aquellas cuatro paredes… Hermione, paranoias aparte, por favor, seguro que tiene prisa porque no ha hecho los deberes de pociones y no he estado yo para ayudarle, a lo mejor me estaba buscando… ´ Con felicidad y el convencimiento de que solo y únicamente puede ser eso lo que haya hecho que my good friend saliera por el retrato de la señora gorda como si le persiguiesen los demonios, salgo detrás suyo. Estoy en el retrato, cuando un brazo tira de mí hacia atrás y, como si fuese una película a cámara lenta, me veo caer mientras digo: Noooooo…´´ y un gran golpe en el trasero, las manos y la espalda. Acabo con el culo en el suelo, la ropa hecha una mierda y unos pelos de loca que casi tienen récord guiness. Miro con furia y la determinación de hecharle un Avada Quedabra al inútil que se dedica a tirar de la gente como si la vida le fuese en ello y diviso, veo… a un ¡Harry Potter! que me mira desde las alturas (este tío parece que solo sabe crecer y crecer) que parece bastante avergonzado y…¿aliviado?

Cuando veo esto, noto como la adrenalina sube y sube y mi varita aparece en mi mano en un segundo, las maldiciones se suceden en mi mente, hechizos que lo podrían afectar de por vida, el mayor ridículo de Harry Potter (me entran instintos de Ritta Skitter)… Estoy a punto de dar el golpe fatal al animal aquel, cuando una vocecilla cruel me corta totalmente y susurra de forma muy lógica: Es el mejor amigo de Ron, si te lo cargas, nunca podrás salir con él, ya que te odiará por ser la asesina de su mejor amigo. Entonces aparece otra vocecilla también muy cruel que dice: Ya, pero Hermione podría tener la maldición Imperius y no saber lo que hacía…

Hecha un lío y tentada a acabar con aquel inútil (he de admitir que por un momento comprendí Al-Que-No-Debe-Ser-Nombrado) pero, haciendo un esfuerzo sobrehumano y buscando una fuerza de voluntad que creía no existente, bajo la varita y, antes de que Harry (que ya abría la boca con cierta prisa y preocupación) pueda decirme nada o detenerme, salgo pitando por el retrato en persecución de Ron.

Bueno, ya fuera, pienso de manera tranquilizante que esto ha sido un pequeño accidente que conviene guardar en el fondo, fondo muy en el fondo de la memoria, por si algún día le tengo que recordar a Harry su grandioso acto de valentía para con su buen amigo Ron.

Entro en el Gran Comedor con prisa y busco como todas las mañanas a aquel personajillo que me cruza los cables. Lo encuentro comiendo y atragantándose a un mismo tiempo, en un intento de que cupiesen dos tortas y una cucharada de pudín en la boca al mismo tiempo. Me siento a su lado como quien no quiere la cosa mientras me recoloco un poco el pelo, que ha mejorado un poco, pero que aún conserva secuelas del accidente ´´.

Saludar a Ron. Aunque parezca increíble, saludar a alguien que no se ha peinado esa mañana, tiene las manos pringadas de azúcar y solo tiene ojos para la comida que parece querer meterse en la boca como si fuera su última comida que la será si se lía con otra antes de que termine la semana´´(la vocecilla nº 2 sale de nuevo), resulta ser ciertamente complicado, así que miro mi plato como si fuese de las cosas más interesantes y digo Buenos días ´´

La voz que me sale no es la mía. Esto es una certeza. Parece que me ha dado por subir dos tonos cada vez que hablo con esta masa de pelo rojo… le miro esperando respuesta, pero veo que como haga un intento de responderme, ya me puedo volver a la ducha.

Ni me mira. Hace como si no estuviera. Un sentimiento de furia se comienza a apoderar de mí, pero digo que, claro, entre tanto ruido como hay en el Gran Comedor, es posible que no me haya oído. Y viene la vocecilla nº1: La cosa es que¡como es posible! que en los seis años que lleváis juntos, jamás de los jamases le haya pasado algo así. ´´ Me quiero cargar mi propia conciencia. Inconscientemente, me pongo a buscar algún hechizo que hable de quitarte vocecillas que se dedican a decir cosas poco agradables.

Me deprimo. Miro un bollo pequeño recubierto de chocolate y alcanzo la mano para cogerlo, así si como algo hoy, que sea rico en chocolate. Lo que no mata engorda.

Cuando lo rozo y abro la mano… espera, Diario, que aquí nos encontramos con un pequeño problem, de pronto, como en las pelis de terror psicológico, se vuelve todo muy confuso y me cuesta recordar exactamente qué ha pasado, de echo, tengo que concentrarme… Haré un intento de relatar lo ocurrido, aunque no garantizo nada.

A la vez que algo me empuja hacia delante Ron me agarra del brazo y grita Suela, suelta¡SUELTA! ´´ Así que me suelto de la garra con un buen manotazo y la presión de detrás finalmente consigue lo que parecía querer, tirarme al suelo.

Por segunda vez, Hermione Granger aparece en el suelo gracias a la gran habilidad de HARRY POTTER de tirar a la gente a base de tirones y empujones. Miro la escena confundida y muy, muy enfadada.

Odio a Harry Potter, odio a Harry Potter, hay un cuchillo encima de la mesa y yo odio a Harry Potter, tengo una varita y se hacer hechizos silenciosos, hay un cuchillo encima de la mesa y odio a Harry Potter. ¡Voldemort, coño, porqué nunca estás cuando se te necesita! ´´

Estos pensamientos me rondaban la mente en aquellos momentos, y Harry debió notarlo, porque parecía abatido. Sin embargo, el estúpido e inútil, insensible y cenutrio de Ronald Weasley se estaba riendo a carcajada limpia de…¿qué? Con pesar miro mi túnica…error. Gran error. Al mirar, la risa del (a imaginación del lector) de rojo se vuelve estruendosa…exagerada…POR MERLÍN! Como se puede ser tan estúpido! En segundos, todo el gran comedor me ha encontrado muy divertida, así que me entra un ligero complejo de payaso de feria.

El amor POR Ronal Weasley es una terrible enfermedad contra la que voy a inventar cura para extenderla por todo el mundo. ´´

Vuelvo a mirar mi túnica.

Mi túnica no era una túnica. El bollo de chocolate se extendía de mi mano izquierda en adelante hasta el hombro, zumo de calabaza surcaba mi rostro y el pudín estaba por el resto de la, esta mañana, impecable túnica.

Y el merluzo se sigue riendo.

Me odia. No quiere verme, no me responde, no me mira, porque me odia. Y el encargado de deshacerse de mí es Harry. Estos eran mis mejores amigos. Los cambios que da la vida ´´ (otro título más para un buen libro) ¡A este paso me pongo a escribir!

Con este pensamiento, me levanto, arreglo mi túnica con dos hechizos y salgo del Gran Comedor tranquilamente…esto es curioso, sabes, porque lo de traquilamente, realmente, es una mentira como una catedral. Huracanes pasaban por mi interior, hasta una tercera vocecilla, que casi apago (esto significa el suicidio, claro, pero bueno, una no piensa claramente cuando se enfada) pensando que era una de las otras dos (que resultan ser peores que cinco Ronald Weasleys juntos) me advirtió de que me calmase un poquillo…pero claro, Hermionita estaba con los pelos de punta y había arrollado a dos chiquinas que le habían preguntado por la clase de Adivinación (y encima adivinación…Puf! ), así que lo de tranquilizarse era un poco como que imposible. Llegué hasta la sala común y entré en el dormitorio de los chicos con paso firme.

Anotación, esto lo escribo cuatro horas después de realizarlo y, he de confesar que, por mucho que le odiase antes: pobre Ron cuando se vaya a dormir.

Con un hechizo bastante complicado y a muy mala idea, conjuré la cama para que soñase conmigo y con que le torturaba mientras le confesaba todo lo que sentía por él y todos estos pensamientos que jamás sabrá, ya que son totalmente privados. Y, en la cama de Harry, puse el mismo hechizo, solo que soñaría con lo que él me había hecho a mí, siendo él yo y la persona que salía por el retrato su queridísimo amor: Ginny

Sin mirarles siquiera, he pasado el día principalmente leyendo en la biblioteca; pero en la comida y cena, he estado con Ginny y algunas amigas suyas. No es que me haya divertido demasiado, pero por una día que no esté con esos…¡tocinos! no creo que me vaya a pasar nada.

Mañana te cuento cuál es su reacción y las terribles peripecias que me asolarán… y sus caras cuando me vean…¡por favor que no sospechen de mí!

Veo una llamita de esperanza para mañana (¿o es una cuarta voz, que me engaña?)


Espero que os haya gustado!

Dejad review pleason!