Queridos lectores, bueno...queridíísimos lectores! LO SIENTO! Esto es un fallo técnico de falta de inspiración (que no de ganas...), de tiempo... bueno, mejor dejémonos de poner excusas. Podéis insultarme, machacarme, ponerme verde hasta que me piten los oídos... no tendré defensa, porque tenéis razón...¡Soy una vaga!Si os estáis leyendo esto es que sois muy buenas personas y que me pedonáis y que queréis leer lo que he escrito...
Buano, en resumen, a ello. No se como ha quedado, pero espero que os guste :-D
(aviso, la letra en cursiva son los pensamientos de Hermione en las situaciones críticas en las que se encuentra)
Gracias, mliles de gracias por todos lo reviews, porque son los únicos que nos han hecho continuar esta historia, que más vale tarde que nunca.
Querido Diario,
La evidencia me delata… he salido como un rayo de mi habitación en cuanto he salido del duermevela de esta terrible noche. ¡Quién me habría llevado a mí a realizar semejante acto! Mejor dicho: qué.
Me he levantado con cuidadito de la cama, preocupada por si había alguien esperándome tras las cortinas varita en mano…para…¡pum¡Vengarse! Y normal que se venguen, si yo estuviese en su lugar llevaría hasta mascarilla por si el aire que respiro afecta al cerebro… Pero en vez de, al sacar la cabeza como una palomita estalla en los microondas (¡viva los objetos muggles y las ondas de radio!), encontrarme con la varita de Harry (que encima es la misma que la de mi querido Voldy), me he encontrado con la cara ceñuda de Ginny, que al verme mirando entre ambas cortinas moviendo los ojos a ambos lados, se ha quedado bastante sorprendida. ¡Ay Hermione, como sigas así te descubrirán, te odiarán tus amigos, te tirarás a la bebida, te gustará Draco Malfoy… pero ¿en qué narices estoy pensando¡Draco malfoy!
Miro a Ginny y pongo mi voz más convincente.
"Er…buenos días Hermione! Ui! Pero si esa yo… quiero decir ¡Buenos días Ginny!" ¡Me cago en todo! Pero cómo lo harán las actrices para disimular tan bien… Ginny me levanta una ceja, cierra las cortinas y parece que hay silencio. Suelto un hondo suspiro de tranquilidad mientras me maldigo por dentro cien veces: no seré tan cenutria como Ron, no seré tan cenutria como Ron… ¿voy por qué número? He perdido la cuenta.
Decidida, me atrevo a salir al mundo exterior y me dirijo con paso firme al baño, con la barbilla bien alta, como todas las mañanas, sin señales de haber hecho nada malo…
PUM! "¡Ouch!" Increíble, totalmente increíble: Me acabo de chocar contra la puerta del baño, que por cierto, está cerrada. Tengo el culo que me duele de todos los moratones de ayer más el de ahora… una a veces se pregunta porqué es tan patosa, o tan pava, o desgraciada, o imbécil…
Aquí retomo lo que comentaba: salgo disparada de mi habitación, mejor dicho, estoy fuera y me deslizo por las paredes calculando la distancia que hay entre yo y el retrato que me llevará a la seguridad de fuera antes de que me tope con dos personajillos que…
"Hola, Hermione…"
Si no hubiese salido disparada, sin pensar, con la vergüenza rozándome los pelillos de la nuca… nunca habría salido por la puerta de mi habitación, ya que allí, plantados, estaban esos dos personajillos esperando a "alguien" de brazos cruzados uno y con la mirada perdida el otro.
Nada más verles, paso de largo, les rodeo como si de una curva peligrosa de Ralley se tratarse (¡Arriba Alonso!) y vuelvo escopetá escaleras arriba a mi habitación.
Señores, señoras…no hay palabras para describir lo mu tonta que se puede llegar a ser. Porque una hace maldades, sabe que están mal…pero si encima tiene luego remordimientos… ¿Remordimientos? No, eso se llama cague de primera clase, que ni los dementores te harían correr así...Ya me susurran consejos esos yo interiores que solo saben decirme las cosas de tal manera que duelen…
He llegado a la hora de comer sin encontrarme con el dúo Goofi y Donald y parece que la cosa está calmada. Un poquito de lechuga para el plato, pavito, un pudding de estos que le gustan a Ron… ¡aggg, Ron! Bueno, el pudding está bueno…así que mejor dentro que ahí solo encima de la mesa. Con una de las servilletas, empiezo a hacer barquitos de papel pequeños ante la mirada atónita de Ginny, que de fijo si estuviésemos solas hasta me comprobaría la temperatura. Se me ha caído un barquito al pudding. Claro, me desconcentran y el barquito se va a su origen, a navegar por el pudding… " Había una vez un barquito chiquitito…había una vez un barquito chiquitito…¡que no sabía, que no sabía, que no sabía navegar! Pasaron un dos tres, cuatro, cinco, seis semanas…pasaron un dos tres, cuatro, cinco, seis semanas…y aquel barquito, y aquel barquito y aquel barquito ¡naufragó!" me dedico a mirar cómo sufre el naufragio y nadie sale a bordo para salvarse y me empiezo a deprimir con el barquito mierdoso, que ya en vez de barco, parece lechuga.
De pronto, todo sucede muy rápido. Yo en las comidas debe ser mi hora star (hay que dar un buen conocimiento de mi lengua de origen), porque es cuando se me ocurren y me suceden las cosas menos Hermione-type.
Algo me roza el pelo, y me giro lentamente, con un temor creciente a que sea una mano conocida con un sueño envuelto en papel de regalo; más lo único que llego a ver con claridad, es cómo una patata se estampa e mi cara en su totalidad, dejándome sin ver. Yo sabía que los volcanes en erupción eran muy tranquilos antes de estallar, y por eso mismo, yo me denominaría "Próximo Big-Bang en breves momentos, por favor por su seguridad manténganse a 10metros por imposibilidad de ser más el espacio entre los dos cuerpos" Pero claro, como esto sería hacer excesiva publicidad de uno mismo… Así que me siento en el banco, muerta de frustración, odio y…no, lo demás se reduce a nada: odio, odio en cantidades industriales para todos (ahora falta el cartel, "Odio a 0,5 el kilo!") y decido que las venganzas lentas y tortuosas son lo más delicioso que hay en el mundo...Detengo estos pensamientos mientras termino de retirar la patata de mi cara y me limpio poco a poco los restos de la túnica: yo ya había comenzado una venganza lenta y tortuosa, meterse en otra sería realizar demasiadas misiones en un momento. Y resuelvo ir venganza a venganza, sin prisas.
Miro en derredor y me asalta una pregunta¿cómo voy a vengarme si no se ni quien es el agresor? Y, tranquilamente, como quien no quiere la cosa, me acerco a Ginny "Ginny… ¿Quién ha sido el…(a imaginación del lector) que ha decidido que la época de cultivo de patata se daba ahora y que mi cara es el campo de cultivo idóneo?" Ginny me mira ciertamente admirada e imita, en medio del Gran Comedor al hurón Draco Malfoy. ¡Qué poco original! Pienso malvadamente mientras sonrío maliciosamente. Lavender nos deslumbra como siempre con su perspicacia: "Hermione, creo que estás cambiando…anda, porqué no te sientas con nosotras y nos cuentas qué mal de amores tienes?" ¡Pero Dumbledore, no hay que cargarse a Voldemort, antes hay que cargarse a esta panda de inútiles! La miro al estilo Malfoy total (a lo mejor estoy seductiva y todo… ¡Hermione¡STOP¿Malfoy seductor? Necesito comer algo…) y me doy la vuelta, no sin antes coger mi barco naufragado con dos dedos y medio ocultarlo para que no se vea demasiado.
La puerta parece muy lejana, pero en ella está mi objetivo. Qué fácil me lo pone… Al pasar por su lado, con un movimiento ágil de dedos, el barquito sale disparado como si de un misil se tratase…y seguido, el grito fatal. "¡Agggg! Pero qué coño es esto…¡Te vas a enterar Granger!" No se porqué, pero¡Pies pa que os quierooo!
Nunca he corrido, corro o correré tanto como estoy corriendo ahora; nunca había tenido a un loco detrás gritándome todos los hechizos que se le pasan por el cerebro… mientras huyo esquivando alumnos, pienso que soy la mejor corredora de 100 metros lisos y que cuando llegue al retrato (¡si llego!) me pondré un pin… Siento como un hechizo me roza la oreja y cómo algo de pelo queda chamuscado y giro un poco la cabeza. ¡Me cogeeeee! Este tío es un hacha…que me voy a morir de lo rápido que me va el pecho…aiiiii ¡que me da el patatuusss! Tengo que pararme. Cuando diviso un camino sin salida, mi mente se dirige hacía allí. Muy hábil. Siempre lo he dicho que en los momentos difíciles una destaca por su rapidez mental. Cuando tengo una pared delante de mí y no se cómo atraversarla, enfrento mi destino, que viene como un torpedo hacia mi cuerpo.
De pronto Malfoy no es Malfoy…veo una serpiente, un bisonte, un camello (¿un camello?), ahora es un…cambia de forma, como un Boggart me digo para tranquilizarme, y tengo un rayo de lucidez, que más bien es esperanza porque sea uno realmente, así que, pensando que la vida es fácil y que un Malfoy no es un Malfoy, apunto y digo "¡Riddikulo!" Recomendación número uno: nunca lo hagáis. A un Malfoy no se le riddikula, porque salís perjudicados…
Me veo apretujada contra la pared, pero no por Malfoy…no querido Diario, estoy apretujada porque el olor a bomba fétida es tan insoportable que estoy a punto de llorar. Malfoy está peor que yo, sin embargo. Él sí que llora: está acurrucado en un rincón, con la nariz cerrada, tragando aire a bocanadas de vez en cuando y con un susto que aún ni me ha visto...(¡por suerte!) con mi agilidad mental sorprendente, decido irme sin que se de cuenta, más pasar por delante de él y que no se de cuenta es algo bastante triste y que con un Malfoy, auque huela a mofeta como una mofeta, no pasa.
La vida es dura amigo. Dura porque estoy en la sala común, he corrido los trescientos metros en tiempo récord, huelo tan mal que la sala se ha vaciado, la ducha está ocupada por una parejita que ha decidido que ese es el mejor sitio para estar… ¿Y si los echo? El olor a mofeta me afecta a las neuronas… La cosa, estoy perdida. Pero no creas, porque según la magnífica Ley de Murphy (así estoy yo, que las cumplo todas…) "Si algo puede salir mal, saldrá mal" Y a mí me sale mal. Porque estando en ese estado demencial, solo a dos personajes se les ocurriría entrar en ese momento para saber el porqué de que me gusten las carreras de pronto. ¡Hermione! Otra carrera no por favor! Mis pulmones no dan para tanto!
"¡Hermione¿Pero qué te ha pasado?" Cómo no, les cuesta procesar la información aunque estuviesen sentados a solo dos metros de mí en el Gran Comedor… "Malfoy ha descubierto que siente una gran pasión por mí y que tiene que demostrarla mediante olores…intensos…" Me sorprendo por la respuesta yo misma y sonrío interiormente. ¡Qué irónica estoy últimamente! Demasiados hechos en poco tiempo.
Harry se adelanta unos pasos y me revuelve el cabello… me pregunto si le gustarán los piojos de mofeta, porque otra cosa por ahí no puede encontrar. Le miró con una ceja levantada y él me mira medio sonriente. A este le afecta la mofeta más que a mí, pobre hombre. Me levanto cuidadosamente con planes de escape. Ron me mira con cara…cara…cara…hombre, es que hay caras que no se pueden describir, porque la palabra mendrugo queda mu mal ahí, pero la cara atontao no me pega en su personalidad…y empanao sería insultar a la empanada…La palabra cariño directamente no existe entre nosotros.
Decido que la próxima vez que quiera manipularlos, será con mofeta a lo Malfoy (aunque eso exija mucho sacrificio…).
Cuando estoy subiendo las escaleras, escucho una voz a mis espaldas. "Ei, Hermione, cenarás con nosotros ¿no? Que llevas mucho tiempo apartada totalmente de tus amigos, que pareces hasta más… ¿Malfoy?" Esta última palabra iba cargada de una maldad infinita… ¡Lo sabían¡Sabían lo que había pasado! Me giro rápidamente justo para ver el pelo de Ron desaparecer por el retrato de la señora gorda.
¡Este tío más tonto y no nace¡Pero para qué me perdona! Si soy mala, muy mala y no me arrepiento (bueno…un poquito…).
Miro hacía la habitación…este ha sido un día muy duro. Una buena ducha fría y a la cama sin cenar. Quien sabe qué me deparará el mañana.
