Dragon Ball Z y sus personajes NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y para su entretenimiento.
Dos semanas…ese fue el tiempo que le tomó volver a la escuela. Estaba harta de ser tratada como una enferma, lo era, ¡pero aún así! La mayor parte de ese tiempo, la pasó en extremo reposo y, en algunas ocasiones, haciendo la "rehabilitación" que Bulma le había recomendado. Podría decirse que lo único positivo de toda aquella experiencia era el hecho de que había compartido mucho tiempo de calidad con Gohan. De verdad, no podía pedir un mejor novio…En todo ese tiempo de "enfermedad", no se había despegado de su lado; tan solo lo hacía para ir a la escuela, pues, literalmente, estaba viviendo en la mansión. Mr. Satan estaría de gira por ese mes completo, por lo que, quería que alguien cercano cuidara de su tesoro más valioso y, aunque le costara admitirlo, no había nadie mejor para eso que Gohan. Milk, al principio, no estuvo muy de acuerdo, pero terminó aceptando, ya que era para un bien mayor. Prácticamente, solo se separaban cuando Gohan iba a la escuela.
─ ¿Estás lista? ─preguntó Gohan desde la puerta.
─Sí. ─respondió mientras tomaba su mochila. Gohan se acercó a ella.
─ ¿En serio estás bien? ─dijo tomándola de la mano. Ella asintió.
─Ya fue suficiente reposo. ─sentenció. Gohan sabía que lo mejor sería no llevarle la contraria.
Sin mediar palabras y luego de asegurar las puertas del balcón de la pelinegra, la pareja comenzó el vuelo hacia su escuela. La escuela estaba relativamente cerca, por lo que, no tardaron en aterrizar en el techo del establecimiento. Gohan estaba listo para ingresar al centro educativo, pero al parecer, su novia no. Se había quedado estática, al parecer, sumida en sus pensamientos.
─ ¿Todo está bien, Videl? ─la chica parpadeó un par de veces.
─Sí, sí…todo en orden. ─respondió, pero Gohan no le creyó.
─Vamos, Videl, ¿qué ocurre? ─ella lo miró un poco contrariada.
─Es que…no sé, me siento extraña de volver así como si nada hubiese pasado. Tal vez no suene lógico, pero…
─Al contrario, tiene toda la lógica del mundo. ─ afirmó. ─Estuviste a punto de morir y volver así como si nada hubiese pasado, es una mezcla de sentimientos fuertes. ─dijo envolviéndola entre sus brazos. ─Doy gracias al Cielo porque te permitió seguir conmigo. ─ella sonrió mientras correspondía el abrazo.
─Te amo, Gohan. ─ una gran sonrisa apareció en su rostro.
─Y yo a ti, Videl. ─Amaba a esta chica y jamás de los jamases dejaría que algo así volviese a pasar.
─ ¿Qué te parece si vamos a clases? Aún es temprano, pero me gustaría que guardáramos nuestros asientos.
─Me parece bien.
─ ¿Segura que ya estás bien? ─ preguntó el semi-saijajin. Videl entrelazó sus dedos con los de él y le regaló una tenue sonrisa. ¿Qué si estaba bien? Siempre lo estaba cuando él estaba a su lado.
─De maravilla.
Las clases iniciarían dentro de poco, por lo que, Videl y Gohan se preparaban para su primera clase del día. Erasa le había dicho que llegaría en el segundo período y, honestamente, no les importaba el paradero de Sharpner. Por alguna razón, la joven justiciera notaba que la atención estaba sobre ellos. No debería extrañarle. Estuvo ausente por dos semanas y la excusa que había dado su padre para calmar a los medios, fue un supuesto virus que puso en riesgo su vida. Entendía que era lo más lógico de pensar, pero aún así, no quería que la trataran diferente; ella sabía que los cuchicheos que embargaban el salón era sobre ella y Gohan y no le gustaba para nada…
─Hola, Videl. ─tanto Gohan como Videl levantaron la vista para encontrarse con uno de los integrantes del equipo de baseball. Un chico alto, de pelo castaño y con un cuerpo que volvería a cualquier chica loca de admiración. ─ Que bueno que estás bien…─dijo con una sonrisa picarona, que no agradó a cierto joven.
─Gracias. ─respondió con cautela. El joven miró a Gohan sonriente, con burla en su mirada y desprecio en toda su expresión.
─Me preguntaba…─dijo volviendo su atención a la joven. ─si te gustaría salir conmigo esta noche, ya sabes, ir a beber algo y luego ir a mi departamento y divertirnos un rato…─la indignación en la hija de Mr. Satan fue notoria. ¿Pero quién se creía que era? ─Giró hacia Gohan y vio con preocupación cómo sus oscuros ojos se estaban aclarando. Debía hacer algo.
─Primero, no sé quién te crees que eres, pero yo no soy una cualquiera y ni de chiste saldría contigo. Segundo, eres un imbécil y tercero, por si no lo sabes, Gohan y yo estamos saliendo. ─dijo mientras entrelazaba sus dedos con los de él.
─Ay, por favor…todos sabemos la razón por la que estás con Gohan. ─respondió. ─Si quieres ser una estúpida oportunista, ¿por qué no conmigo? ─Gohan no aguantó más. Se levantó bruscamente y tomó al patán de la camisa.
─Repite eso y perderás todos los dientes…─todos en el salón quedaron petrificados ante la reacción del joven Son. ¿Ese Gohan amenazante era el mismo chico nerd que veían a diario?
─Gohan, tranquilízate; suéltalo, no vale la pena. ─Luego de pensarlo por algunos momentos, Gohan soltó al impresionado chico, sentándose nuevamente al lado de su novia, quien trataba de tranquilizarlo.
─Ahora, según tú, ¿cuál es la razón por la que estoy con Gohan? ─pero esa pregunta no tuvo tiempo de ser respondida, ya que en ese preciso instante, el profesor hizo acto de presencia. El odioso chico aprovechó la oportunidad para escabullirse como el cobarde que era.
Ese pequeño episodio la había dejado. ¿Qué se suponía que significaban las acusaciones de ese indeseable? Genial…era la primera clase que tomaba en dos semanas y no le prestaría atención por culpa del comentario de…aquel. Observó a Gohan. El joven aún mantenía el entrecejo fruncido. Ella sabía lo sobreprotector que era con ella y sospechaba que en esos momentos rondaban pensamientos muy violentos contra el chico que los había importunado hace momentos atrás. Tenía que tranquilizarlo, antes de que pasara un desastre. Apretó ligeramente la mano que mantenían entrelazadas, provocando que el semi-saijajin dirigiera su mirada hacia ella. Videl le dedicó una pequeña sonrisa y, al parecer, eso fue suficiente para que su enojo disminuyera. Gohan le devolvió la sonrisa y le devolvió el apretón de manera cariñosa.
No había de qué preocuparse mientras permanecieron unidos.
Estaba literalmente a segundos de golpear a alguien. No entendía que mosca le había picado a todo el mundo quienes no dejaban de cuchichear alrededor de ella y Gohan y, honestamente, su paciencia no duraría por mucho. Estaban en pleno almuerzo, junto a Sharpner e Erasa, quienes habían hecho acto de aparición, sintiendo como todas las miradas recaían sobre ellos, o mejor dicho, sobre ella y Gohan.
─ ¡Estoy harta! ─exclamó la pelinegra. ─ ¡¿Qué es lo que le pasa a todo el mundo?! ─Sharpner e Erasa compartieron miradas, cosa que Videl notó. ─ ¿Qué fue eso?
─ ¿Qué fue qué? ─preguntó la rubia haciéndose la desentendida, para segundos después volver a repetir el gesto con su rubio amigo.
─ ¡Eso! ─acusó Videl. ─ ¿Qué nos están ocultando? ─la rubia suspiró.
─Está bien…Todo esto es debido a un chisme que anda rodando por toda la escuela…
─ ¿Cuál chisme? ─preguntó Gohan, interviniendo por primera vez en la conversación.
─El que dice que Videl está contigo solo para que hagas todos sus deberes y ella a cambio te hace algunos…favores. ─terminó de explicar Sharpner, dejando a Videl boquiabierta e indignada. ¿Cómo se atrevían a decir semejantes obscenidades sobre ella?
─ ¿Favores? ¿Como ayudarme a cruzar la calle o llevar mis libros? ─ Todos lo miraron con verdadera incredulidad. ─ ¿Qué dije? ─preguntó inocentemente. Sharpner se acercó a él y le susurró algo al oído. ─Oh…
─ ¿Qué mente retorcida comenzaría un rumor así?
─Ángela. ─respondió Erasa sin titubear.
─ ¿Cómo estas tan segura? ─preguntó Gohan.
─Ella misma me lo confirmó. Me dijo que se encargaría de desprestigiar tu buen nombre.
─ ¿Y se puede saber por qué no me lo dijiste? ─preguntó la pelinegra al borde de la paciencia. ¿Cómo era posible que le ocultara semejante detalle?
─No quería estresarte mientras te recuperabas, además, no pensé que alguien fuera a tomárselo en serio. ─se defendió. ─Lo importante es que sabemos que no es verdad y sólo debemos ignorarlo.
Al parecer, ese razonamiento fue aceptado por los demás integrantes del grupo. Erasa tenía razón: lo importante era el hecho de que sabían que no era cierto y que la relación entre Gohan y Videl era verdaderamente genuina.
─Hola, Gohan. ─saludó una voz muy conocida por ellos. De manera automática, Erasa sujetó a su joven amiga del brazo, solo por si acaso.
─Hola, Ángela. ─respondió Gohan de manera cortes. Ángela podía ser cualquier cosa, pero seguía siendo una mujer y, como tal, le debía respeto. ─ ¿Cómo estás?
─Indignada. ─respondió. ─Aún no entiendo como hay personas en este mundo que se aprovechan de almas tan bondadosas como la tuya, mi lindo Gohan. ─dijo mirando a Videl con desprecio, recibiendo una mirada similar por parte de la joven justiciera. Todos en la cafetería prestaban atención a la escena.
─No comiences…─advirtió el joven guerrero. No iba a permitir que le faltaran al respeto a su novia.
─Debo hacerlo porque al parecer, te tiene tan hechizado que no ves la clase de bruja que es. ─ comentó.
─ ¿Soy una bruja? ─preguntó Videl mientras se ponía de pie y encaraba a su compañera de clases. ─No puedo ser peor que tú… ─la pelirroja la miró indignada.
─Bueno, al menos yo sí tengo personas que me quieren y se preocupan por mí y no necesito manipular para conseguir lo que quiero. ─ ¿Era un chiste?
─ ¿Y qué se supone qué estás haciendo ahora? ─ preguntó la hija de Mr. Satan.
─Protegiendo a un amigo. ─explicó. ─Tú no lo mereces.
─ ¿Y tú sí?
─Puede ser; soy una persona que es capaz de amar y de ser amada, pero no estoy segura de que tú sepas lo que es eso, es decir…─sonrió cruelmente. ─ ¿Qué se puede esperar de alguien a quien ni siquiera su propia madre ama? ─la expresión de Videl se desfiguró. ─Dime… ¿qué se siente que su propia madre te rechace? ─todos quedaron boquiabiertos ante ese golpe tan cruel.
─ ¡Basta! ─exclamó Gohan. ─ ¡Has ido demasiado lejos, a ti no…!─Videl lo detuvo en seco, indicándole que callara. No quería demostrarlo, pero ese comentario la había herido de una manera inimaginable. El tema de su madre era muy delicado y muy pocos sabían que su madre los había abandonado. No tenía idea de cómo lo supo, pero por ahora…solo quería hacer una cosa…
─No puedo creer que uses a alguien tan sagrado como una madre para lograr tus objetivos; eres simplemente cruel. ─le dijo seriamente mirándola directamente a los ojos. ─Sí, tienes razón, mi madre me abandonó, se fue y no tengo idea de dónde está, pero nunca he estado sola y jamás lo estaré. Conocer a Gohan es una de las mejores cosas que me han pasado en toda mi vida. Entiendo tus celos: él es el novio perfecto y jamás me aprovecharía de su bondad porque simplemente sería un crimen imperdonable. Él nunca me ha abandonado, ni siquiera cuando las dificultades llegaron y mi corazón casi deja de latir porque sí, hace dos semanas casi muero, pero sobreviví y no dejaré que un chisme barato se entrometa en lo que tengo con Gohan. ─terminó de decir. Todos los estudiantes presenciaban la escena, boquiabiertos. No podían creerlo; Videl había puesto en su lugar a la insufrible de Ángela. La joven justiciera comenzó a caminar hacia la salida ─Una cosa más: ─dijo deteniéndose a medio camino. ─Si tu vida es tan aburrida como para tener que tomar la mía prestada, me avisas cuando y yo personalmente te ayudaré a encontrar una que satisfaga tu carencia de asuntos propios . ─todos comenzaron a carcajearse ante el comentario.
Ángela no cabía en su vergüenza. ¡No se suponía que todo resultara así! ¡Como odiaba a esa chica!
─ ¡Videl! ─llamó Gohan, pero ella no pareció escucharlo. El hijo de Goku corrió tras ella. La conocía demasiado como para saber que el tema de su madre era delicado y más aún si ese tema era tratado de una manera tan cruel. Aunque aparentara fortaleza, sabía que debía estar destrozada por dentro. ─Espera. ─dijo finalmente cuando logró atraparla en la azotea. La giró suavemente para encararla y cuando lo hizo, su corazón se rompió. Había estado en innumerables batallas, había salido herido de gravedad, casi al borde de la muerte y conocía lo que era el dolor, pero nada de aquello…absolutamente nada…se comparaba al dolor que le provocaban las lágrimas que se deslizaban por el rostro de su novia. Su labio inferior temblaba por el esfuerzo que ponía en no derrumbarse; sabía que no le gustaba mostrarse débil. ─Videl…
─ ¡¿Cómo se atreve a meterla en esto?! ─exclamó furiosa. ─Ella…no tiene nada que… ver. ─dijo entre hipidos.
─Vamos, Videl, no dejes que te moleste. ─razonó él. ─ella no dijo nada. ─Por lo menos debes sentirte orgullosa; dejaste en ridículo a Ángela. ─Videl lo observó por un momento. ─No quise decir nada, pero me pareció muy gracioso tu comentario final. ─una pequeña sonrisa apareció en el rostro de la pelinegra. Aprovechando que la había hecho sonreír, tomó delicadamente su rostro y limpió las lágrimas que descendían por él. ─No dejes que cosas así te afecten. Tal vez tu madre no esté contigo, pero nosotros sí: tu papá, Erasa, Sharpner, mi familia, mis amigos y…a mí. ─dijo mientras acariciaba tiernamente sus mejillas. ─Lo que diga Ángela o cualquier otra persona no debe importarte porque ella no es importante para ti, ¿o sí? ─ella negó con la cabeza. ─Pues no le prestes atención, especialmente, porque alguien que utilice algo tan personal y delicado para ti en tu contra, no lo merece, ¿de acuerdo? ─ella sonrió levemente.
Él tenía razón; no debió darle tanta importancia a las palabras de esa molestosa, pero es que el tema de su madre era su talón de Aquiles y lograba derrumbar todas sus barreras. No entendía cómo la pelirroja había averiguado que su madre los había abandonado porque, a pesar de que todo el mundo sabía que su madre no estaba con ellos, nadie había confirmado que había pasado con ella, y estaba segura de que Ángela se encargaría de que todos lo supieran, pero, honestamente, ya no le importaba las malas intenciones de la pelirroja porque Gohan estaba con ella.
─Sí. ─respondió abrazándolo. ─Te prometo que trataré de no matarla. ─el joven guerrero rió.
─ ¿Ves? Eso es un comienzo. ─y tenía razón, era un comienzo en todos los sentidos de la palabra.
Como Videl esperó, el pequeño enfrentamiento tuvo consecuencias. Una de las tantas revistas de chismes divulgaba la historia como si de pan caliente se tratara. Sabía que Ángela no perdería tiempo…
Su padre, al ver la noticia en los tabloides, la llamó de inmediato para saber si se encontraba bien. Ella le aseguró de que todo esta bien y le hizo la misma pregunta. Hercule quedo un rato en silencio y le respondió un "algún día se iba a saber", como si tratase de hacerse la idea de tener que enfrentarse al mundo entero con esa verdad, pero por ahora, solo necesitaba saber que su pequeña estaba bien.
─ ¡Te juro que si Sharpner no me detiene, hubiera donado aquella peluca que Ángela llama cabello! ─exclamó la joven rubia, generando unas pequeñas carcajadas de sus amigos. Y no exageraba; en el preciso momento en que Gohan salió tras Videl, Erasa se había lanzado como una fiera gritándola toda clases de palabras a la detestable. El incidente no pasó a mayores por que el joven rubio se interpuso. Ahora se encontraban abandonando la escuela, luego de un muy largo día. ─Esa igualada…─murmuró por lo bajo.
─Gracias por defenderme, amiga; significa mucho.
─Cuando quieras; nadie se mete con mi mejor amiga y se va impune. ─dijo abrazándola. ─ ¿Y sabes lo mejor? Ahora todos están de su parte; tu discurso sobre cuanto quieres a Gohan conmovió a todos y ya nadie duda de su bella relación. ─dijo de manera soñadora. Videl se sonrojó.
─Solo fui honesta. ─Gohan entrelazó sus dedos con los de ella.
─Oh santo Dios, ya están tomados de la mano. ─ el joven rubio rodó los ojos fastidiado. ─Mejor me voy de aquí antes de que me empalaguen con toda su melosidad.
─ ¡Eres solo un envidioso! ─ regañó la rubia mientras el rubio se alejaba hasta perderlo de vista. ─Bueno, par de tortolitos yo también me voy; hasta mañana. ─ dijo comenzando a caminar. ─ ¡No olviden la protección!
─ ¡Erasa! ─era oficial, su mejor amiga estaba demente.
─Tenemos suerte de tener unos amigos tan buenos. ─comentó Gohan. Videl giró para verlo cara a cara.
─Sí, aunque a veces quisiera matarlos…─él sonrió.
─ ¿Estás bien? ─ Videl suspiró.
─Supongo que sí; ha sido un largo día y solo quiero llegar a casa. ─dijo mientras rodeaba el cuello de su novio con sus brazos, disfrutando de la cercanía.
─ ¿Videl?
─ ¿Sí?
─Hay un paparazzi en aquel arbusto, ¿quieres que eleve mi ki para destruir la cámara? ─ ella sonrió. Estaba harta de todo; tal vez solo debería dejarse llevar; solo por una vez.
─ ¿Por qué mejor no le facilitamos su trabajo? ─respondió a centímetros de sus labios. Hace rato que tenía unas ganas terribles de besarlo, pero como estaba con sus amigos, tuvo que contenerse, pero ahora, ya no podía más. Le importaba muy poco quién los viera a estas alturas y sabía que a Gohan tampoco.
Sin mediar palabra alguna, terminó por desaparecer la distancia entre ellos. Después de todo lo acontecido en el día, necesitaba ese beso como el mismísimo aire y disfrutaría de él como si fuese la última vez.
A lo lejos se escucharon una serie "clicks" y ambos lo notaron, pero realmente no valía romper ese anhelado beso por esa tontería. Solo esperaban que el fotógrafo tomara los mejores ángulos.
No saben cuánto lamento la demora, pero de verdad, estoy muy ocupada. Estoy tratando de actualizar todas mis historias para no atrasarlas y a veces, unas tardan más que otras, pero no desesperen, trabajo en todas en cuanto puedo.
En cuanto a la historia, es muy probable que más adelante el rating cambie mientras se involucren más situaciones y etapas como pareja. También trataré de abarcar cada etapa lo mejor posible.
Espero que les haya gustado el capítulo, y ya saben, siéntanse libres de comentar ;)
Cuídense,
Bye!
Posdata: Perdonen cualquier error que puedan encontrar, no tuve tiempo de revisarlo; dentro de poco tengo una serie de exámenes y me "escabullí" para actualizar.
