Dragon Ball Z y sus personajes NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y para su entretenimiento.
La última vez que había pasado una noche de insomnio carcomido por algún sentimiento de culpa, desesperación o tristeza fue cuando su padre había muerto en manos de Cell. Miró el reloj por enésima vez esa noche. No faltaba mucho para que amaneciera, por lo que, no tenía caso seguir buscando a Morfeo. Se levantó de la cama y se dirigió al baño para refrescarse un poco.
Nunca le había gustado ser impulsivo y su rompimiento con Videl era el mejor ejemplo. Cuando le reclamó por lo que le había hecho a Lime, esperaba una disculpa por su comportamiento, no que se pusiese a la defensiva y comenzase a hablar tantas cosas negativas sobre su amiga. Él la amaba, no lo negaría, pero escucharla hablar así, acusando falsamente a una de sus compañeras, sacó lo peor de él.
Pero el portazo final, lo trajo de vuelta a la realidad…y era horrible. Él había acabado su relación con ella y por más que intentaba no pensar en aquello, era simplemente imposible. Por más que le doliera, ella debía recapacitar y ver por sí misma que había actuado mal.
Miró su reflejo en el espejo.
Ya ni siquiera sabía que esperar del día que apenas empezaba.
Tomó su bolso y comenzó a elegir que atuendo quedaría mejor con la actitud anti-Gohan que quería transmitir. Después de que Videl le contara todo lo acontecido, por primera vez en toda su vida, sintió una furia asesina indescriptible. Gohan, por todos los cielos, el tímido Gohan, le habia roto el corazón a su mejor amiga y ella se encontraba furiosa porque jamás lo vio venir. Ella sabía que esa tal Lime generaría problemas en la relación de sus amigos y que, si en el caso que ella consideraba extrema, terminaban, no sería en tan malos términos y jamás le pasó por la cabeza que Gohan sería el que le pusiera fin a la relación utilizando términos tan pocos amables.
Nunca ni en sus más extraños sueños, creyó que vería a su mejor amiga en semejante estado. Después de varios intentos, logró calmarla lo suficiente para que le contara lo ocurrido y entre hipidos, se enteró de la situación. Videl no lloraba por cualquiera, eso ella lo tenía claro, Gohan debía significar más de lo que ella imaginaba para su amiga.
Observó con algo de pena a su durmiente amiga. Su rostro pálido, lleno de rastros de lágrimas, ojeras bajo sus ojos, su cabello despeinado…no iba a mentir: se veía fatal. Logró que se durmiera a esos de las 3 am y, aunque ella también tenía sueño, consideraba que su amiga lo necesitaba con más urgencia. Fijó nuevamente su atención en el reflejo que le mostraba el espejo.
─ ¿Erasa? ─escuchó como la llamaban una voz con evidente ronquera.
─Hola, querida; lamento haberte despertado.
─ ¿Qué hora es?
─7:30 a.m.
─ ¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me despertaste?! ─respondió incorporándose de un salto de la cama y buscando todo lo que fuese a necesitar para ese día escolar.
─ ¡Detente ahí! ─ordenó la rubia. ─Necesitas descansar.
─Estoy bien. ─dijo tomando una toalla para dirigirse al baño, pero su amiga la tomó del brazo.
─No, no lo estas y lo sabes. ─guió nuevamente a su amiga a la cama. ─Si hubieses visto lo que yo vi ayer y lo que sigo viendo ahora, entenderías por que no te desperté. ─ella no dijo nada. Realmente no se sentía con ánimos de ir a la escuela, pero no podía dejar que la situación siguiese afectándola; ya se sentía avergonzada de haber dejado que sus sentimientos se desbordaran y terminara llorando como un bebé en los brazos de su mejor amiga. ─Aún tienes los ojos rojos, tu semblante se ve sombrío…─expresó preocupada. ─Por favor…descansa un poco más…
─Tengo ensayos para la obra.
─Es en la tarde.
─No puedo perder clases.
─Yo iré personalmente a registro y dejaré tu excusa de que no te sentías bien.
─A mi padre no le gustará…
─Él está de gira; no lo notará.
Videl la observó por un momento frunciendo el ceño.
─ ¿Vas a tener una respuesta para todo? ─ella asintió.
─Sabes que sí. ─tomó una de las manos de su amiga en señal de apoyo. ─ Sé que aun te sientes mal aunque trates de disimularlo, pero recuerda lo que te dije anoche: no dejes que una mala experiencia te aísle del mundo otra vez, ¿bien? Eres mi mejor amiga y no quiero que te pierdas de las cosas buenas de la vida.
─Daré mi mejor esfuerzo. ─ después de eso, la joven justiciera observó a su mejor amiga moverse a través de la habitación. Terminó de arreglarse, tomó sus pertenencias y se acercó a ella para darle un reconfortante abrazo que ella recibió con gusto.
─Cualquier cosa, me llamas y me aparezco aquí por arte de magia. ─Videl asintió. ─Nos vemos en un rato. ─Y sin más, salió de la habitación.
La hija del campeón del mundo quedó pensativa por varios momentos viendo un punto fijo en la pared. Los sucesos del día anterior se veían tan distantes como si de un sueño se tratase, pero no…eran todos reales y la verdad era que Gohan había terminado con ella. Un nudo se le instauró en la garganta ante el recuerdo. Estaba tan harta de ser defraudada que el consejo que su amiga le había dado se veía imposible de tomar.
Se levantó de la cama y observó su reflejo en el espejo. Se veía horrible y estaba furiosa consigo misma por haber llegado a esas circunstancias. Ella no lloraba por un chico…Ella era Videl Satan, la joven valiente que podría derribar hombres armados sin ningún tipo de problema. No debía estar quebrándose por algo tan…insignificante.
Con los sentimientos embriagándola de nuevo, se dejó caer en su cama con una incógnita que hasta esos momentos no había plagado su mente:
¿Cómo iba a enfrentar a Gohan?
Ella no era de las personas que huyeran de sus problemas, pero el hecho de solo pensar en ver al joven guerrero la llenaba de ansiedad y más aún si estaba con Lime.
Golpeó el colchón con furia al recordar la escena de ellos dos que ella tuvo la desdicha de presenciar. ¿Todo lo que compartieron no significaban nada para él? ¿Solo la utilizó para distraerse hasta que Lime volviera a su vida?
Bufó frustrada.
Lo mejor que podría hacer era tratar de descansar aunque supiese que no serviría para aliviar sus penas.
Ella no asistió a la escuela y, por alguna razón, eso lo angustiaba.
Tal vez se había sentido mal, enferma o simplemente no quería verlo…
Videl no le huía a los problemas, por lo que, encontraba muy poco probable esa explicación, pero teniendo en cuenta que su mejor amiga le evitaba la mirada y si le la concedía, no le profesaba ningún sentimiento amistoso. Pasó todo su día en compañía de Lime, que trataba de sacarle conversación y animarlo un poco, pero él sabía que no había forma de que eso pasase pronto…Tragándose cualquier tipo de orgullo que lo pudiese albergar, fue en hacia el casillero de Erasa donde sabia ella estaría; estaba preocupado y no temía admitirlo.
─Erasa, necesito hablar contigo. ─ella lo observó por unos segundos, pero se mantuvo en silencio. ─Por favor, solo quiero saber por qué no asistió…─la rubia cerró su casillero de golpe y lo miró con notorio enojo.
─ ¿Me preguntas a mí? ¿Por qué no le preguntas a Lime? Al parecer, su palabra es la única que vale.
─Eso no es justo…
─Gohan, por favor, no me vengas con lo que es justo o no, ¿bien? ─respondió. ─Tu sabes en el fondo que fuiste muy injusto con Videl ayer.
─ ¿Por defender a una amiga? ─respondió frunciendo el ceño.
─Por poner a una "amiga", ─dijo haciendo las comillas con sus dedos. ─que hace años no veías, sobre tu novia, con la cual llevas casi un año saliendo y de la cual estas perdidamente enamorado. ─Escuchándolo desde ese punto de vista, Erasa tenía un punto. ─ Tu sabes mejor que nadie lo difícil que es para Videl confiar en las personas y ella confió plenamente en ti y tu vienes, la tratarla de paranoica y de mentirosa, terminas con ella y luego, ella te ve besando a tu "amiga". ─ Gohan abrió los ojos sorprendido.
─ ¿Ella… nos vio? ─ se sentía el peor hombre de todo el mundo. ─ No hay nada entre nosotros dos; solo fue un impulso de su parte.
─Pero por todos los cielos…─murmuró alzando sus brazos hacia el cielo como si suplicara por paciencia. ─De verdad pensé que era tu gen machista que te había hecho reaccionar de ese modo, pero de verdad, solo se trata de un caso de ingenuidad extrema. ─se lamentó.
─ ¿De que estas hablando? ─ella suspiró.
─Escucha, cualquier cosa que yo te diga acerca de Lime, no me la creerás, pero necesito que entiendas esto: Rompiste el corazón de mi amiga, la hiciste llorar y no estoy muy segura de que, para el momento de que te des cuenta de tu grave error, puedan estar juntos. Videl no es de la que darán su brazo a torcer después de semejante decepcion.
Erasa lo miró por última vez mientras se alejaba. Esa afirmación, por alguna extraña razón, lo llenó de pánico. ¿Él…hizo que Videl llorara?
─ ¡¿Ella está bien?! ─preguntó elevando la voz para que lo escuchara antes de desaparecer por los pasillos.
─ ¡Ha tenido días mejores!
─Muy bien, chicos, aquí están los libretos. ─ anunció la profesora mientras los repartía.
Videl observó con desgana el extenso libreto que descansaba en sus manos. Con todo lo que estaba pasando, la última preocupación en su mente era la dichosa obra.
─ ¡Disculpe la tardanza! ─ el corazón de la pelinegra dio un brinco al escuchar esa voz. ─No llega tarde, señor Son; tome asiento. ─ Gohan se sentó a dos sillas de distancia de ella y, aun así, ambos podían notar la incomodidad. ─ Como la mayoría sabe, la obra es en tres semanas, por lo que, tenemos muchas cosas que hacer: Sharpner, Videl, ustedes dos como saben, tienen los papeles protagónicos. Gohan, Ángela, ustedes son los suplentes; en caso de que algo les pase a sus compañeros. En cuanto a la escena del beso.
─ ¿Escena del qué? ─preguntó Videl mientras fruncía el ceño porque no quería besar a Sharpner y Gohan lo hacía porque no le agradaba la idea de que el rubio la besara. Ella no vio ninguna escena semejante cuando leyó el libreto para adicionar.
─La escena del beso, señorita Satan; la escena más importante y romántica de toda la producción. ─explicó entusiasmada. ─Ensayaremos todas las escenas, pero el beso lo ensayaremos en los días finales de ensayo.
─Contaré los días. ─expresó Sharpner de manera triunfante.
─Así que quiero, que ustedes dos. ─dijo señalando a los dos protagonistas de la obra. ─Se relacionen, compartan momentos juntos, incluso ensayen la escena ustedes solos para que pierdan la vergüenza y no sea un momento incómodo. Solo piensen que es actuación y nada más. ─ ¿Se había vuelto loca? Prácticamente estaba organizando una serie de citas entre Videl y Sharpner y eso a Gohan no le gustaba ni un poco. Le ardía la sangre de solo pensar en aquello. ─ Muy bien, chicos. Les daré esta tarde para que estudien el libreto y mañana sin falta, iniciamos.
Se podía sentir el entusiasmo en el aire, pero para la recién separada pareja serían horas interminables de tensión. Gohan vio cómo su ex-novia se escabullía de la multitud y se alejaba por los pasillos.
Él no la siguió.
Las semanas pasaron y las cosas seguían prácticamente igual.
La obra sería en una semana y todos los integrantes se encontraban hasta el tope con los últimos ensayos y preparativos para el esperado evento. En las últimas semanas, Gohan se había aislado de todo sus compañeros de clase y se encontraba entrenando con más frecuencia, no porque le apeteciera, era más una forma alternativa de descargar toda la frustración que le generaba su situación con Videl y los celos infernales que le provocaba saber que Sharpner pasaba muchísimo tiempo con ella. Incluso evitaba a Lime porque después de tantas semanas analizando toda la situación, la posibilidad de que la joven justiciera calumniara sin ningún tipo de razón a cualquier persona, le parecía tan lejana. Su apetito no era el mismo, tenía problemas para dormir y para concentrarse…todo porque, al parecer, él había metido la pata y su familia lo había notado.
─Goku, ¿qué haremos con Gohan? ─el hombre solo suspiró.
─No sé qué más podamos hacer. ─respondió. ─Su ruptura con Videl lo ha destrozado.
─Lo sé. ─respondió admirando su taza de té. ─Pero ni siquiera sabemos que pasó. De repente, estaban bien y al otro día habían terminado. ─explicó. ─No me gusta verlo así…
─A mí tampoco, pero él debe solucionarlo por sí mismo. Lo que creo es que no veremos a Videl por un largo tiempo.
Ella dio un sorbo a su té. No le gustaba estar adivinando o suponiendo situaciones, pero su primogénito la estaba obligando a hacerlo. Aun no podía creer que su hijo y Videl se hayan separado. Hacían tan linda pareja y la chica le caía tan bien que honestamente no entendía nada. Esperaba que todo se solucionara y su Gohan volviese a ser el mismo.
Ambos quedaron pensativos sin saber que cierto niño había escuchado toda la conversación.
─Gracias por arreglar el reloj, Bulma. ─ agradeció Gohan.
─No hay de qué. ─respondió. La científica se debatía si debía preguntar aquella duda que tenía desde hace semanas o dejar todo así. Su curiosidad ganó el encuentro. ─No quiero sonar atrevida, pero… ¿por qué tú y Videl terminaron?
─Sí que es una pregunta atrevida…
─Oh vamos, tal vez pueda aconsejarte. ─Aún no muy convencido, terminó por contarle lo acontecido. ─Gohan, ¿Qué es lo que te pasa?…
─ ¿Por qué? ─preguntó frustrado. Tenía semanas sintiendo algo parecido y que se lo dijeran en su cara, era irritante.
─Sé que tus intenciones eran buenas, pero por lo que me cuentas, esa tal amiga tuya quería que terminaran para estar contigo. Antes de que objetes, ─dijo al ver que el chico iba a protestar. ─Tú conoces a Videl mejor que cualquiera y sabes que ella no sería capaz de inventar algo así.
Y esa era el razonamiento que llevaba escuchando por semanas y sabía muy en el fondo que era verdad.
Infernales: la palabra que la joven utilizaría para describir esas últimas semanas. Entre ensayos de la obra, tareas, llamados de la policía y… Gohan, estaba física y mentalmente agotada. Tenía miedo de que haría cuando se acabase la obra porque, por más extraño que sonara, amaba ese tiempo donde lo único que llenaba su mente eran los diálogos que Leila, su personaje, debía decir. A pesar de que su padre estaba de gira, su padre sabía que algo le pasaba. Había tratado de descubrir qué le pasaba, pero su hija no se lo hacía fácil. Tuvo que conformarse con saber que estaba bien.
─Videl, la profesora te está llamando. ─dijo Erasa a través de la puerta. Ese era el día de la prueba de vestuario y se encontraba en el vestidor con el atuendo que habían confeccionado para su personaje, con el peinado y el maquillaje que caracterizaban a Leila, y honestamente, no reconocía su reflejo. ─Oh, por favor, solo faltas tú por presentar tu atuendo… ¡Y quiero ver! ─sonrió. Sabía que sin el apoyo de su mejor amiga estuviera con un mal humor constante. Sin hacerla esperar por más tiempo, abrió la puerta dejando a su amiga totalmente boquiabierta.
─ ¡Oh por Dios, te ves hermosa! ─exclamó. ─ Estoy tan orgullosa…─dijo mientras fingía limpiarse unas lágrimas.
─Ya déjate de tonterías y vámonos.
Y aunque ella no le diera importancia, realmente el look completo le quedaba bien. Empezando por un maquillaje sencillo, con un lápiz labial de un rojo suave y con ojos delineados que resaltaban esos ya de por si imponentes zafiros. Su pelo caía libremente pos su espalda, ondulándose a medio camino, con un flequillo peinado hacia la derecha con una ondulación al final. Pero lo que más llamaba la atención, era el vestido. Un vestido con aire medieval blanco, ajustado en la cintura por un cinturón y que acentuaba su escote mientras el resto del vestido caía libremente.
─Ni siquiera puedo ver mis pies…─se quejó la pelinegra.
─Eso no importa, te ves genial.
Llegaron el escenario y todos quedaron boquiabiertos.
─ ¡Oh, señorita Satan, se ve esplendida! ─alabó la maestra, a lo que ella solo atinó a asentir. La población masculina del lugar la miraban totalmente embobados mientras las féminas la veían con envidia, pero eso la tenía sin cuidado, lo único que registraba era a cierto pelinegro que la miraba incesantemente y en el momento en que sus ojos se encontraron con los de él, ella la apartó. No iba a recaer nuevamente.
Se veía tan hermosa con su atuendo que por un momento se quedó en trance solo admirándola, pero cuando ella apartó la mirada, recordó que aún estaban peleados y que seguía enojado con ella, o por lo menos trataba de convencerse de aquello.
─Muy bien, chicos, preparémonos para la escena del beso. ─Gohan se heló en el lugar al ver como Sharpner se acercaba vestido como un príncipe y con su largo cabello recogido en una cola, dentro de una especie de casco, ya que, el personaje principal era un misterioso enmascarado.
─No, no, no…─ pensó internamente.
─Oh Dios, esto será incómodo. ─susurró Erasa al ver la expresión en el rostro del joven pelinegro.
─Muy bien, a su lugares. ─vociferó la profesora. Todos acataron la orden menos un estudiante: el mayor de los Son que permanecía parado en la entrada del lugar con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho. Tanto Videl como Sharpner tomaron sus posiciones: El rubio fuera del escenario y ella en el suelo simulando estar inconsciente ─ ¡Acción!
─ ¡Leila! ─exclamó con la voz distorsionada mientras corría a su lado y se arrodillaba para socorrerla. ─Mi vida, vamos, reacciona.
─Oh, mi caballero, volviste por mí.
─Jamás te dejaría, te prometí que nunca haría tal cosa. ─acarició suavemente aquella mascara que la separaba de su identidad.
─Lo sé, me lo has demostrado, pero…
─ ¿Qué sucede?
─Dices amarme, pero no confías lo suficiente como para revelarme tu identidad.
─Sabes que eso no es cierto. Yo te amo y quiero tener toda la vida contigo.
─Demuéstramelo; quiero verte. ─ se incorporaron hasta quedar frente a frente. La chica alzó sus brazos con duda de si éstos debían seguir su camino, pero al ver que él no se alejaba, siguió con su cometido. Desató el nudo que mantenía la máscara sujeta a su cabeza y la quitó lentamente.
─ ¿Acaso te he decepcionado? ─preguntó al percibir el silencio a su alrededor. Ella sonrió.
─Todo lo contrario, mi caballero; eres perfecto.
─ Ahora que has visto mi verdadero yo, ¿piensas que vale la pena lo nuestro? No soy rico, ni puedo prometerte un futuro seguro, pero te amo y necesito saber si eso es suficiente.
─Es lo único que anhelo…
El rubio la atrajo de la cintura mientras la chica dejaba salir un suspiro como si se preparase para lo que venía. Terminó de acortar la distancia y sus labios se encontraron, fundiéndose en un beso que, a los ojos de los espectadores, desbordaba de pasión.
Lo siguiente que se escuchó en el ambiente, fue el sonido de una puerta siendo salvajemente cerrada.
Ella sabía desde un principio que quedaría marginada en un triángulo amoroso no muy bien definido. Gohan y Videl se querían, ella estaba claro de eso, pero entre Lime detrás de Gohan y Sharpner aprovechando todas las oportunidades para estar con su mejor amiga, especialmente tomando ventaja del beso que tenían que actuar, la trama no hacía más que crecer. Estaba tan cansada de toda la situación…
─Hola, Erasa. ─frunció el ceño. Debía ser una broma…─¿Qué haces?
─Nada en especial: leo unos mensajes, configuro una alarma, hablo con una víbora…
─No hay necesidad de ser agresiva…
─Discúlpame por no simpatizar con una persona tan vil como tu…
─Erasa, Videl fue la que…
─Videl no hizo nada. ─interrumpió seriamente. ─Sabes muy bien que todo lo inventaste tú.
─ ¿Y por qué yo haría eso?
─Porque quieres estar con Gohan y, ¿sabes qué? Por más que lo intentes, él seguirá queriendo a Videl. ─ Lime la miró enojada.
─Eso no es cierto. Él y yo nos conocimos hace mucho y teníamos conexión.
─ ¿Ah no? Entonces, ¿por qué Gohan no está contigo ahora? Debe carcomerte el hecho de que se enamorara tan fácilmente de otra, ¿no? ─ella sonrió con superioridad.
─Sí, tan enamorado que cree cualquier mentira sobre ella. ─ se acercó un poco más a la rubia. ─Es cierto que Gohan no ha pasado mucho tiempo conmigo, lo cual es normal dado su rompimiento con Videl, pero es solo cuestión de tiempo para que caiga en mis brazos. Si logre sacar al Videl del camino, puedo conquistar el corazón de Gohan fácilmente…
─ ¿Qué…dijiste? ─preguntó una voz seriamente por detrás. Lime dio un pequeño respingo. Su corazón se heló en el acto al saber muy bien de quien se trataba. Giró rápidamente y comprobó sus peores temores.
─ ¡Gohan!
─Oh-oh. ─canturreó Erasa con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. Estaba tan feliz…
─ ¿Cómo es eso de que sacaste a Videl del camino? ─ la mirada del joven era fría y cargada de furia. ─Lime no contestó. ─Erasa, ¿puedes dejarnos a solas, por favor?
─ ¡No! ─exclamó. ─ ¡Quiero ver! Estoy en este drama igual de involucrada que tú y no pienso perderme esto.
─Gohan, no es lo que…
─Te lo voy a preguntar solo una vez: ¿Videl me estaba mintiendo? ─al escuchar el tono frio que utilizó y el odio que irradiaba en su mirada, sintió miedo. Ella negó suavemente. Gohan dio un fuerte puñetazo a la pared, causando un fuerte ruido al crearse un hoyo en la dura superficie. Las dos chicas dieron un respingo de la sorpresa. ─ ¡Maldita sea, Lime! ¡Videl estuvo siempre diciéndome la verdad y yo defendiéndote!
─Lo siento, pero es que debía abrirte los ojos; nosotros debemos estar juntos y…
─No. ─respondió autoritariamente. ─ Te aprovechaste de mí a bases de mentira e hiciste que perdiera a la chica que amo. ─esa declaración la enfureció.
─ ¡Nos conocimos primero!
─ ¡Y aun así no pasó nada! ─ respondió─ Tu eres…eras mi amiga; ya no quiero saber nada de ti.
─Gohan…
─Amo a Videl y el hecho de que tú hayas causado que rompiéramos, es algo que no te puedo perdonar. ─lagrimas descendían por el rostro de la chica. No podía ser cierto que Gohan le dijera semejantes salvajadas. Humillada, se alejó del lugar sin mirar atrás. En cuanto Lime desapareció por los pasillos, Gohan se deslizó por la pared hasta caer al suelo y cubrió su rostro con sus manos. ¡¿Cómo podía ser tan estúpido?! ─Soy un imbécil… ─Erasa lo miró con pena.
─No creo que lo seas. ─respondió. ─Eres más bien…demasiado bueno para tu propio bien.
No importaba que le dijera o hiciera para tratar de animarlo, él sabía lo que era. Videl nunca mentía, no celaba así por así y jamás hubiese intervenido entre él y alguno de sus amigos y aun así, él no le creyó. ¡Maldecía mil veces su ingenuidad!
─Arruiné todo con Videl, Erasa…
La rubia se preparaba para refutar aquello cuando vio a una persona aparecer a lo lejos.
─ ¡Videl! ─ante la mención de la pelinegra, Gohan se reincorporó de inmediato, con el corazón desbocado.
─Hola, Erasa. ─respondió llegando hasta a ella. ─ Pensé que ya…─calló abruptamente al notar quien estaba con ella. ─Gohan. ─saludó seriamente a pesar de que por dentro quería salir huyendo del lugar.
─Hola, Videl. ─ la rubia miraba la escena expectante. La tensión se podía tocar, lo que hacía que su frustración aumentara. Esos dos se amaban con locura y aun así, ahí estaban los dos mirándose el uno al otro sin decir nada. Cuando vio un intento de Gohan por dar el primer paso, alguien decidió interrumpir…Tanto el joven saijajin como la rubia fruncieron el ceño cuando Sharpner apareció
─ ¿Nos vamos? ─ preguntó dirigiéndose a Videl. Gohan lo miró furioso.
─ ¿A dónde se dirigen? ─preguntó Erasa.
─Iré a su casa para seguir ensayando. ─respondió sonriente. Esa respuesta no le agradó al hijo de Goku; a kilómetros podía notar las intenciones del rubio…─ ¿Ya nos vamos? ─ ella asintió.
Gohan quedó estático en su sitio viendo como esos dos desaparecían de su vista. No le gustaba para nada, Sharpner haría algún movimiento y él no estaría ahí para anticiparlo. Estaba preocupado…muy preocupado…
Entraron a la habitación de la joven después de aceptar que sería el único lugar con la tranquilidad suficiente para ensayar. Trató de evitarlo a toda costa porque no quería pasar tiempo a solas con Sharpner, sabiendo bien que él tenía sentimientos hacia ella, pero no sabía si eran profundos o solo simples hormonas de adolescente. Cualquiera de los dos casos, le parecía desagradable.
─Entonces… ¿Cuál ensayaremos primero? ─dijo dándole la espalda mientras buscaba algo en su mochila a cierta distancia de él.
─ ¿Qué te parece si por la escena más importante, pero sin los diálogos? ─cuando giró se encontró inmediatamente con el rubio demasiado cerca para su gusto.
─No es necesario ensayar esa parte más de la debida. ─respondió alejándose de él.
El rubio frunció el ceño. ¿Qué se supone que tenía que hacer para llamar su atención?
─ ¿Por qué sigues evitándome?
─ No lo hago; estoy hablando contigo en estos momentos.
─Sabes que no me refiero a eso. ─ se acercó nuevamente a ella y la tomó suavemente del brazo. ─ Yo siempre he estado aquí y llega este…nerd y ya de repente estas con él. ─Videl trató de zafarse de su agarre, pero él se lo impidió.
─ ¡Suéltame!
─ ¡No! ¡¿No ves que estoy enamorado de ti?! ─ella dejó de forcejear, sorprendida ante su confesión. Obviamente lo sabía, pero que el rubio más egocéntrico de todos estuviese declarándoselo oficialmente, no lo vio venir. ─ De verdad, te quiero y nunca acepté lo tuyo con Gohan porque, simplemente… ¡no es justo! Yo estaba aquí desde el principio y él no puede venir a arrebatarme lo que es mío. ─ antes de que pudieses reaccionar ya tenía los fuertes brazos del rubio rodeando su cintura. Su mente le decía que se zafara de ese agarre, pero su cuerpo no reaccionaba. Aún no se recuperaba de todos los sentimientos encontrados que le causaron su rompimiento con Gohan y no le molestaba la cercanía que estaba sintiendo con el rubio. Y esas combinaciones estaban nublando su buen juicio. ─ Puedo ayudarte a sentirte mejor…déjame intentarlo, yo soy el indicado para ti. ─ Tuvo todo el tiempo del mundo para evitar ese contacto, pero no se movió ni intentó hacerlo. Todo lo acontecido abrumó su mente y ella simplemente quería creer que lo que él le decía era verdad.
Sus labios se unieron.
Un contacto que había pasado con anterioridad mientras ensayaban para la obra, pero esta vez, lo estaba disfrutando, disfrutando ese pequeño momento de paz que la brindaba ese beso. Su cerebro se apagó, el momento iba creciendo hasta el punto que se vio en la cama con cierto rubio besándola con pasión y ella…al parecer no lo detendría…
¡Sé que tardó, pero aquí está un nuevo capítulo! Les informo que este capítulo fue dividido en dos por la extensión del mismo, pero, lamentablemente, la segunda parte no ha sido revisada. Iré subiendo el próximo capítulo a finales de esta semana o antes si aparece el tiempo.
Les agradezco inmensamente sus reviews, follows y favs; ayudan a la hora de escribir.
Espero sus reviews!
Cuídense,
Bye
