Dragon Ball Z y sus personajes NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y para su entretenimiento.


Lo primero que quiero hacer en este día, es agradecerles a ustedes por estar. FF fue la primera comunidad que me acogió mientras aceptaba mi amor por la escritura. 8 años, un libro publicado y otro en proceso después, seguimos aquí brindando cariño a estas tramas. Gracias de corazón, gracias de verdad.


Nunca pensó que se sentiría tan incómoda en un proceso de desempaque. Luego de aquel episodio con su adorado novio, las cosas se habían enfriado de manera monumental, es más, era como si hubiesen dado millones de pasos hacia atrás. El temor había vuelto a su mirada y todo el avance que había logrado desapareció en cuestión de segundos. Por supuesto que estaba frustrada, de todas las maneras posibles y no sabía exactamente como remediar lo que había pasado. Necesitaba a su novio y sentía que este era un paso normal y esperado en su relación, no debería ser complicado. Aunque ella sabía que al salir con Gohan nada sería cotidiano o rutinario.

– Kami, ¿qué se supone que haga? – preguntó al aire. Ella amaba a este hombre, no tenía dudas al respecto. Observó el reloj en la pared, media noche y Gohan aún no volvía del lago. Se había ido poco después de todo lo acontecido. Era ridículo preocuparse por uno de los hombres más poderosos del mundo, pero lo estaba y no podía evitar sentirse culpable de que él sintiera la necesidad de estar alejado para protegerla. Harta de la situación, salió en su búsqueda. No tardó en localizarlo a varios metros de la casa, debajo de uno de los enormes árboles del lugar. La noche era fría, augurando que llovería pronto por los escalofríos que le recorrieron por completo. Respiró profundo antes de acercarse. Su corazón latía desbocado ante la incertidumbre de que podría pasar cuando le abordara, pero ella era Videl Satan; el miedo no le caracterizaba. –¿Gohan? – él no se movió; ella siguió avanzando, decidida a enfrentarlo. – Gohan. – su voz es más autoritaria esta vez. – ¡Gohan! – explotó al terminar de visualizarlo, pero no pudo mantener la ira por mucho tiempo. Su expresión se suavizó; él estaba llorando.

–Lo siento…por todo. – al fin, Videl pudo reaccionar. Sintiéndose la peor persona y novia de la historia, se arrodilló frente a él. – Yo… es que…– las palabras no arreglarían aquello y Videl lo sabía, las acciones eran el aliado que podrían desenredar toda la situación. Por eso le besó, por eso se alegró de que él no se opusiera al contacto. No estaba segura de cómo, pero cuando volvió a ser consciente de lo que estaba pasando, estaba a horcajadas sobre él. Sus fuertes brazos rodeándole hacia él, sus narices rozándose recuperando el aire que tanto falta les hacía. – Videl…

–No tenemos que pensar, solo sentir, ¿de acuerdo?

–Pero…

–Dejemos que nuestras almas hablen, ¿bien? Dejemos de razonar; es obvio que no funciona. – Gohan no dijo nada mientras comprobaba su expresión, buscando algún indicio de dudas. –Confió en ti, sé que no me lastimarás de ninguna forma. Te amo.

–Yo también te amo, mi Vi. – y alli, las palabras comenzaron a escasear mientras sus bocas se encuentraron en un raro baile entre la pasión y el desespero. Cada beso que se entregaban era valioso. Era otro nivel de conexión que ambos experimentaban en sus sentidos. Todas las aventuras, el reconocimiento, la muerte habían generado mecha en ellos y sabían que la vida podría cambiar en segundos. La opción era vivir, amar lo más que pudieran, demostrar el sentimiento.

Para Videl, no era la primera vez, recontando el único encuentro que llevó a cabo por mera curiosidad, hormonas revolucionadas y atracción del momento. Todo lo que representaba la situación era lo que quería. Que se demostraran sin miedos lo que sentían; ella no imaginaba nadie más con quien quisiera compartir la experiencia. Nunca fue un tópico que le emocionara demasiado, tampoco que le generase expectativas en cuanto a presumirlo, pero con Gohan, era lo más alucinante que quería experimentar, sin importar la extraña situación que le suscitó. Incluso antes de que la vinculación se desatara, ella estaba más que lista para lo que estaba pasando.

Para Gohan, no existía vuelta atrás. Siempre quiso que el momento fuese especial para ella, demostrándole cuanto significaba, no a orillas de un rio, a la intemperie, sin ningún tipo de romanticismo. Aun así, no quería parar, y sus traviesas manos son la prueba de aquello. Toma el borde de la blusa de la chica y rompe el eterno beso para sacársela por completo; ella hace lo mismo con su franela.

Ambos se toman unos segundos para apreciar al otro, Gohan concentrado en aquel sujetador que pronto hizo desaparecer para dar atenciones a esa parte de su anatomía que tanto esperó apreciar. Escucharla disfrutar de sus caricias era lo más glorioso que presenció jamás. El joven exploró cada curva de su amante, besó y mordisqueó el níveo cuello, quería aprenderse ese cuerpo, quería que quedara grabado en fuego.

–Lo necesito…ya…– escuchar su voz tan ronca y llena de deseo, descolocó aún más a la joven. No era como lo esperaba, ni mucho menos parecía ser lo más romántico del mundo, teniendo en cuenta que estaban en la intemperie y que aún seguían parcialmente vestidos, pero en ese momento, no podía importarle menos. Estaba tan atrapada en el momento que lo único que quería era consumar el acto, por más diferente que resultara la escena de lo que imaginó. Se despojaron de lo necesario y se observaron por unos segundos, expectantes ante la inminente unión.

–Te amo…– dijo Videl como confirmación ante su suplica. Gohan pareció sorprendido ante la confesión. Él sabía que el sentimiento existía entre ambos, pero que ella fuese la que dijera aquello en ese preciso momento, generó una sensación de plenitud que fallaría en describir.

–Yo también te amo…–susurró, selló sus labios con los suyo y, por fin, concretó la unión, haciendo que ambos emitieran sonidos ahogados en los labios del otro. Gohan trataba de contenderse ante la abrumadora sensación, sentía sus instintos surgir con fuerza y no quería perder el control y lastimarla como temía.

–Vamos…

– ¿Eh? – pregunta el joven Son, con notorio esfuerzo en su voz para mantener la coherencia.

–No soy débil, vamos…

–Lo sé, pero…– la justiciera tomo la iniciativa y comenzó el vaivén. –Videl, oye…– no podía ni siquiera pensar con claridad ante el remolino de sensaciones que se estaban gestando en su cuerpo, su novia haciendo que su autocontrol se perdiera por completo. Afianzó su agarre sobre la cintura femenina y sucumbió ante la locura, su único pensamiento siendo la joven que acaparaba todos sus sentidos en ese momento. El ki de Videl se estaba elevando, repartiéndolo uniformemente por su cuerpo, Gohan no podía creer lo que hacía. – Vi…

–No te contengas, estaré bien…– No sabía quién le había enseñado aquello, pero sabía que no era algo sencillo de dominar. Que lo hubiese hecho para hacerle las cosas más fáciles, era increíble. No podía explicar lo que significaba aquello para él.

La lluvia comenzó de manera oficial, lo que hace que detengan la danza de manera abrupta. La excitación seguía alli, ambos ansiaban culminar, pero querían comprobar que el otro seguía en la misma sintonía. Por supuesto que lo estaban, más aún que al principio.

Con las gotas de agua resbalando entre los cuerpos que se amaban con locura, la pareja estaba encerrada en su propio mundo, disfrutando del consumo de aquel momento tan esperado. Como todos avecinaron, Gohan había perdido el control, pero con la técnica que utilizaba la chica, estaba contrarrestando el arrebato. Una persona no preparada para aquello no podría llevarle el ritmo y mucho menos, salir ilesa. Alli estaba ella, decidida a mantener el paso y seguir disfrutando aquello con toda y la locura que representa lo que estaba pasando.

Bajo el frio aguacero, sus cuerpos se encuentran en llamas, consumidos por aquello que llevaban tanto tiempo ansiando. Las manos inquietas regalaban caricias desesperadas ante el inminente desenlace. Lo sentían, sabían que estaban cerca de tocar el cielo de la manera más sublime posible entre rayos y centellas. Totalmente salvaje, crudo y en desenfreno total, Gohan y Videl sintieron la explosión, ella llegando instantes antes que él. En ese momento, la mezcla de dolor y placer aparecieron en ella. Con la respiración agitada, apoyó la frente contra la de su adorado guerrero dorado, tratando de tranquilizar las sensaciones.

–Puedo sentir el dolor en tu ki…– dijo Gohan, Videl permaneció los sus ojos cerrados. – ¿Dónde aprendiste esa técnica?

–Le pedí a Piccolo que me enseñara algo para ser más resistente y soportar mejor el dolor. Como una inyección de adrenalina. – Al no escuchar respuesta de su parte, la joven abrió los ojos, encontrándose con aquel para de orbes azabaches que tanto extrañó; sus colmillos habían desaparecido. Sonrió complacida. Acarició lentamente su rostro.

–Lo siento, ya me encuentro…mejor. – dijo con notorio cansancio en su voz. – Te prometo que la próxima vez lo haré bien.

–¿Qué consideras que acabas de hacer? – Con todo y el hecho de que fue confuso, salvaje y en cierto punto, intenso, Videl podía notar la diferencia entre este y su antiguo encuentro. Aquí existió algo más allá que el simple contacto, la conexión que sintió durante todo el tiempo no podía ser descrita propiamente con palabras. Au así, sabía que pronto parecería que había sufrido una paliza más que de disfrutar un momento tan especial con su adorado guerrero dorado. No le importaba, había valido la pena.

–Sabes a lo que me refiero…

–Sí, pero sigue sin tener sentido…– respondió, aferrándose a él, feliz, plena y con algo de frio; la lluvia no tenía planes de detenerse pronto. – solo quiero quedarme de esta manera.

–Pero…sigue lloviendo, podrías…

–Estoy cómoda…– y con eso, Gohan supo que no se moverían del lugar. Resignado, la envolvió entre sus brazos, tratando de mantenerla abrigada. Sus ropas estaban empapadas, mucho no aportarían a la causa.

Él no tenía ningún tipo de dudas de que amaba a esta mujer. La sensación no le cabía en el pecho y en esos momentos, donde habían intimado, donde vincularon más allá de lo que se percibía a simple vista, no podía sentirse mas agradecido.

–Prometo que lo compensaré…–Si tan solo supiera que él era la compensación que estuvo esperando durante cada tribulación de su vida.

–Ya lo has hecho…– posiblemente. no podría moverse por unas buenas horas, pero al menos, la misión estaba cumplida. Su Gohan estaba de vuelta y se encontraban más unidos que nunca.


Muy diferente a lo que se esperaban de este momento, ¿verdad? ¿Los sorprendí? Tuve que hacerlo cortito para poder desarrollar el proximo capitulo en otra perspectiva. Sé que muchos ya me esperaban por aquí el día de hoy, como se ha vuelto tradición. Estaré actualizando múltiples historias durante el transcurso del día. Lamentablemente no todas, porque tuve unos problemitas con algunos archivos y no me alcanzó el tiempo para re-escribir. Estaré respondiendo los mensajes privados en el fin de semana. Todo se complicó a último minuto; solo pude revisar los capítulos una sola vez después de escribirlos; no es lo ideal, pero así es la vida, debo aceptarlo.

Mil gracias a: krimtz, Lupis OrSa, Anya0087, HopePiggyBank y Guest por sus reviews en el capítulo pasado. Los nuevos favs y follows son también apreciados.

Como siempre, siéntanse libres de comentar; ya tienen en mi perfil como encontrarme.

Cuídense un montón; ¡un fuerte abrazo virtual!

Bye!