Cap. 3 "La capa de invisibilidad"

Era viernes. Griffindor y Slytherin encerrados en una mazmorra por dos horas seguidas oyendo la voz de Snape. En los primeros años era divertido ver como el ex-mortifago atormentaba a Potter y a sus amigos pero ahora daba igual si el profesor le metía escarabajos a Neville en la boca. En realidad, a Draco Malfoy todas las clases le aburrían, su sola estancia en Hogwarts le aburría pero al despertar ese día sentía algo que le oprimía el pecho, algo que necesitaba gritar.

Rápidamente se bañó y vistió. Necesitaba verla. Necesitaba ver a la chica a la que nunca tomó en cuenta a pesar de que dormía en la habitación contigua, a la que siempre insultó a pesar de que sus familias eran muy unidas, a la que siempre trató como si fuera su sirvienta o como si fuera hermana de Crabbe y Goyle.

Salió de su cuarto y tocó la puerta de Pansy. La chica abrió medio dormida y sonrió al ver al guapo rubio parado ahí, frente a ella. Su plan había funcionado, ahora Malfoy estaba completamente loco por ella.

-¿Dime? –Preguntó la morena tratando de esconder su alegría.

Sus ojos eran impresionantemente negros, su sonrisa blanca, su cabello era negro y a pesar de ser corto, era sedoso y suave. Se veía hermosa ahí, parada, en pijama y completamente incrédula. Draco quería decir algo pero las palabras no salían, era la primera vez que se sentía así. Su porte, su galanura, su experiencia, su orgullo, todo se había esfumado en cuanto su amada había abierto la puerta. Se sentía ridículo e insignificante a lado de ella así que se dio la vuelta y sin más, salió corriendo de la sala común.

Era muy bueno despertar y sentir sus sábanas frescas. Había tenido un sueño muy raro: estaba en el campo de Quidditch, estaba entrenando y de repente alguien hacía que se cayera de su escoba. Caía uno, dos, tres, cuatro metros pero no le dolía nada, no sentía nada. Quería ver quien lo había tirado, volteó al cielo y la vio.

Acostado en su cama y con las cortinas cerradas, trataba de recordar quien era la chica de su sueño pero lo único que venía a su mente era Pansy Parkinson. ¿Era ella la del sueño?

Tomó sus cosas y salió de su cuarto sin despertar a su amigo Ron. Casi siempre bajaban juntos a la sala común para esperar a Hermione pero no tenía ni tiempo, ni ganas de esperarlos. Iba caminando hacia el Gran comedor pensando en la que por varios años había sido su enemiga cuando chocó con alguien y sus gafas cayeron al suelo.

- ¡Ay lo siento¡No te vi! –Dijo Harry mientras se agachaba para recoger sus gafas que estaban justo en los pies de la chica con la que había chocado. Se puso las gafas y vio un par de zapatos de mujer. Levantó la cabeza lentamente viendo las bonitas piernas de la joven, siguió levantándose hasta que vio el escudo de Slytherin bordado en la túnica de bruja. Sintió como si un balde de agua fría le cayera en la espalda. No podía comportarse de esa manera con una Slytherin. Bajó la vista y siguió su camino.

-¡Oye Potter!

EL chico volteó hacia atrás y vio por primera vez la cara de Pansy. Había chocado con ella.

-Sé que tienes una capa de invisibilidad y me gustaría que me la prestaras.

-Sssí, claro. –Murmuró el chico. No sabía porqué, pero no podía negarle nada a Pansy, nada.

-Ésta bien. Te veo hoy a las cinco en la estatua de la bruja tuerta. No llegues tarde, odio la impuntualidad. – Dijo Pansy mientras se daba la vuelta.

-Muy bien, te veo ahí. –Murmuró Potter.

-¿Qué me pasa? Nunca me había interesado por Pansy y ahora no dejo de pensar en ella… ¿Estaré embrujado? No… ¿Quién querría que yo me enamorara de Pansy? –Pensaba Draco mientras caminaba hacia la clase de Snape. Cuando llegó el aula ya estaba llena y la clase ya había empezado. Entró y se sentó en la única silla vacía sin ver quién estaba delante de él. Nadie se dio cuenta de que Draco había llegado tarde.

-Copien. –Ordenó Snape a la clase señalando el pizarrón

-Hoy no vino Malfoy ¿Verdad? –Susurró una chica que estaba justo enfrente de él. Al oír su nombre, Draco levantó la cabeza tratando de escuchar más de la conversación.

-No, no lo he visto. –Respondió Ron Weasly

Ron, Hermione y Harry estaban en la mesa de enfrente de Draco, dándole la espalda.

Draco trató de agudizar su oído para escuchar lo que el pobretón y la sangra sucia tenían que decir de él.

-Es injusto, si cualquiera de Griffindor faltara Snape lo castigaría hasta el fin del mundo. –Comentó Granger. -¿Tú qué dices Harry¿Harry¡Harry!

-¿Qué? –Dijo Potter, estaba muy distraído viendo a alguien que estaba del otro lado del salón.

-¿Te sientes bien? –Preguntaron sus amigos al unísono, ya estaban acostumbrados a que Harry perdiera el hilo de las conversaciones o a que se quedara dormido en las clases.

-Ehhh sí. Mejor ponemos atención a la clase, hoy tengo algo que hacer y no quiero que Snape me castigue. –Dicho esto, Harry se dedicó a copiar dejando a Hermione y a Ron desconcertados y a Draco sediento de información.

Eran las cinco de la tarde y Harry J. Potter sentía su corazón saliendo de su pecho. Había llegado muy puntual para no hacer esperar a Pansy pero ella…

-¿A dónde vas? –Preguntó el guapo rubio cuando Parkinson iba saliendo de la sala común de Slytherin. Eran las cinco en punto y Potter la esperaba. Aún así, Pansy le sonrió y dijo:

-Tengo una cita

-¿QUÉEEEE¿CON QUIÉN?

-Cálmate Draco¿Eres mi papá o qué? Tengo una cita con… -Pensó un poco antes de seguir –…una amiga.

-¿Amiga¿Niña¿Estás segura?

-Sí, confía en mí.

¡Claro que confiaba en ella! Pero no confiaba en la "amiga". Así que sin pensarlo dos veces salió y siguió a la chica sin que ella se diera cuenta.

Subió dos pisos y se escondió detrás de una estatua muy grande. Todo era muy raro, según Pansy, su cita era con una amiga pero a la única persona que Draco veía era a Potter que traía una extraña cobija en sus brazos. Lo que vio después fue algo que lo dejó totalmente sin aliento: Pansy se acercó a Potter y le habló, pero no para insultarlo sino para saludarlo cordialmente. Caminaron unos metros y se cubrieron con la capa. Era muy raro porque de pronto ya no se veían.

-¡Draco necesito que vengas, ocurrió un accidente en la sala común y Snape quiere que vayas!

Era Crabbe que venía corriendo con un pedazo de pergamino en la mano.

-Maldita sea… -Susurró Draco dejando a la chica a la que él quería en brazos de su pero enemigo "San Potter"

Hola! Cómo están?

Bueno, tengo que hacer una confesión... Tal vez lo deje de escribir este fic porque no veo mucho avance, plis dejen reviews y diganme si lo dejo ya aquí o que onda.

Gracias por sus comentarios y adiós!