Hola, holita… La primera vez que escribí este capítulo, a penas me ocupó tres fólios, ahora me ha ocupado 10… pero en el pasan cosas muy importantes que me ha costado mucho escribir para explicarlas… espero haberlo conseguido. Al leerlo creo que sabréis porqué me ha costado tanto escribirlo. Quedan el capítulo 10 y el epílogo…

Besos

S.

--- Capítulo 9 ---

Querido diario:

Perdona de nuevo… ya sé que llevo un tiempo sin escribir, además, Draco ha tenido que recuperarte de entre las cenizas, así que hay suerte de que pueda seguir escribiendo… voy a hacer un resumen… Sólo te adelanto, que en esta partida de ajedrez, por fin muevo mi ficha… Te hablo como si tuvieras personalidad propia.

Estuve sin ver a Draco un par de días más desde la última vez que te escribí, y cuando empezaba a pensar que me había tomado el pelo una vez más, apareció en el bar. Y claro, toda la atención para él… la verdad es que John y James casi me hacen sentir celos, creo que se divertían viendo la cara que yo ponía cuando se acercaban a él, un poco más y lo violan en público, pero se libró de ellos con facilidad y elegancia. Fue solo mío durante todo un fin de semana. Y vaya fin de semana…

Cuando terminó mi turno nos fuimos despacio andando hacia mi casa. Íbamos de la mano, y recuerdo que empezaba a amanecer. Yo estaba un poco nervioso, supongo que por todo… y él iba muy tranquilo disfrutando en silencio del paseo.

.-¿No tienes miedo de que alguien nos vea? – Dije llegando a mi portal

.-No. Severus sabe que estoy aquí, me ha dado el fin de semana libre… He hecho un… - Me giré y puse la mano en sus labios para callarle.

.-Nada de hablar de ello ¿recuerdas? No quiero saber lo que haces cuando no estamos juntos.

.-Está bien.

Abrí la puerta y subimos a mi piso. Allí no me dejó ni soltar las llaves. Cerró la puerta con el pie mientras me giraba para abrazarme con fuerza. Comenzamos a besarnos con ansias hasta que hice el amago de querer quitarle la ropa. Entonces se apartó ligeramente.

.-Draco… ¿pasa algo¿no quieres hacerlo? – Pregunté terriblemente confundido.

.-Sí, la verdad es que estoy loco por arrancarte la ropa – Contestó con tranquilidad.

.-¿Entonces? - Yo no entendía nada de lo que estaba sucediendo.

.-Pero no aquí.

.-¿Qué?

.-No aquí… hace mucho te hice una promesa… te prometí que lo nuestro sería algo más que sexo…

.-Ya bueno, pero tenemos todo el fin de semana, lo acabas de decir… - Me acerqué seductoramente a él e intenté besarle de nuevo. Pero se volvió a apartar.

.-También te prometí enseñarte Venecia – Sonriendo, sacó una especie cartera vieja de su bolsillo. Yo le miré asombrado, estaba seguro de que eso era un traslator.

.-¿Venecia¿Vamos a ir a Venecia?

.-Sí, vamos a ir al hotel… - Sacó una especie de panfleto de su otro bolsillo y me lo dio – Luna Hotel Baglioni, 5 estrellas en plena plaza de San Marcos… - Hablaba imitando a un guía turístico, lo que me hizo reír.

Me tiré, literalmente en sus brazos y no le dejé continuar mientras le seguía besando por toda la cara. Él sonrió con satisfacción.

.-Eres como un niño grande… bueno, no te sueltes, quiero llegar pronto al hotel para arrancarte la ropa antes de visitar la ciudad.

.-Hablando de ropa, tengo que hacer la maleta.

.-No, ya comprarás allí lo que necesites – Dicho esto, activó el traslator.

Aterrizamos, por llamarlo de alguna manera ya que yo he perdido el poco hábito que tenía con esos cacharros, en un pequeño callejón lleno de gatos que no nos prestaron la más mínima atención, eso me hizo pensar que o eran animagos o estaban más que acostumbrados a estas apariciones. Salimos al exterior… estábamos en la plaza San Marcos, justo en frente del hotel. Tranquilamente cruzamos la plaza, él con paso firme, y yo girándome hacia todos los sitios disfrutando de la belleza del lugar, me sentía como la primera vez que fui al callejón Diagón. Ya había amanecido y algunos turistas madrugadores estaban haciendo fotos, mientras oíamos el abrir de las persianas metálicas de algunos establecimientos cercanos.

La sensación de estar en un hotel de lujo, es muy diferente cuando eres el cliente… mucho…

Mientras Draco daba la propina al botones, yo miraba por la ventana el hermoso paisaje que tenía ante mí.

.-¿Te gusta? – Dijo abrazándome por detrás y besando mi cuello.

.-Me encanta – Incliné la cabeza al lado contrario para dejarle más espacio. Entonces bajó sus manos hacia mi entrepierna y comenzó a desabrochar mi pantalón, pero no le dejé terminar y me giré – Vamos a ver la ciudad.

.-No, ahora no – Susurró con tono de queja – Vamos dentro de una hora… no se va a mover de ahí, y tu y yo tenemos asuntos pendientes… - Rozaba su erección contra la mía mientras se decidía a desabrochar mi camisa.

.-En serio Draco… eso lo podemos hacer esta noche, u otro día, pero ¿Cuándo podremos volver aquí? – Pregunté mientras le miraba haciendo pucheros… - ¿Eh? va, venga cariño…

.-Está bien… está bien… Vamos a ver Venecia – Dijo en tono de derrota.

.-¡Estupendo! Necesitaré ropa más cómoda… y otro calzado… ¿habrá algo abierto?... No claro, aún es pronto – Me había separado de él y andaba por la suite como un loco pensando en voz alta. Él solo me miraba con diversión.

.-¡No te muevas! – Exclamó de repente. Me quedé paralizado mirándole. Su varita apuntaba directamente hacia mí. Noté la magia rodeándome… mi ropa y mi calzado se trasformaban en algo más cómodo que lo que llevaba - ¿Satisfecho? – Tardé un rato en responder… hacía mucho que no sentía la magia tan… cerca – Harry¿estás bien? – Preguntó preocupado.

.-Si, si, es solo que… que hacía mucho que… ¿Sabes? en los últimos años solo he hecho magia para defenderme… o defender a otros, y sin varita pues… - Se acercó despacio a mí y me sentó a los pies de la cama. Él se puso a mi lado - ¿Sabes que fue de mi varita?

.-Sí – Le miré con esperanza, pero él se tumbó y miró al techo de la habitación con las manos hacia atrás y su varita todavía en su mano derecha – Pero no puedo llegar hasta ella… así que no me pidas…

.-No, no… solo… - Me senté sobre sus caderas - ¿Está entera? – Me estiré suavemente, acariciando sus brazos extendidos hasta llegar a sus manos. Mi nariz rozaba la suya, y sus ojos me miraban fijamente.

.-Está entera, junto con la de El Señor Tenebroso… pero Snape las tiene bien vigiladas – Dejó que le besara mientras le quitaba su varita con suavidad, noté un ligero cosquilleo parecido al que hacía años me era familiar y tranquilizador. Sonreí… sí, Severus las había vigilado bien, de eso estaba seguro.

.-Ahora podría matarte…

.-Sí, pero estamos en Venecia, tumbados en una cama con doseles de seda… y estoy seguro de que se te ocurren mejores cosas que hacer conmigo que matarme.

.-Tienes razón – Volví a besarle mientras tiraba su varita al suelo lejos de ambos.

.-¿No íbamos a ver la ciudad? – Me preguntó seductoramente.

.-Sí, pero tenemos tiempo…

Volví a besarlo, esta vez muy despacio, y él se dejó hacer. Por una vez no tomó la iniciativa, simplemente se quedó relajado dejándome a mí a cargo de todo.

Seguí sentado sobre sus caderas, pero me incorporé un poco… en el hilo musical sonó Reactor… Feeling the love… mejor canción no podía sonar para ese momento. Sonreí y comencé a desabrochar mi camisa al ritmo de la primera estrofa, botón a botón, canturreando el tema. Luego, antes del estribillo, me abrí la camisa arrancándome los botones que restaban por quitar pero no me la quité y comencé a jugar con ella y el movimiento de mis caderas, rozando su excitación.

Gimió y llevó sus manos a mis muslos, sujetándose con fuerza pero sin dañarme.

Metí mis dedos en su boca, y los lamió con deseo… no te puedes imaginar como me gusta esto, me pone mucho y como mi pene hizo la señal de "esto esta genial", el suyo lo notó y le obligó a gemir de nuevo, pero sin moverse… Con los dedos húmedos, comencé a acariciarme el pecho y a pellizcar y acariciar mis propios pezones bajo su atenta mirada, cerrando los ojos y disfrutando del placer que yo mismo me estaba produciendo. Él respiraba con agitación debajo de mí… no me quedaba mucho tiempo, pronto tomaría él el mando, así que abrí los ojos y continúe con mi juego. Bajé una de mis manos a mi pantalón vaquero y lo desabroché con toda la lentitud de la que fui capaz. Como en la postura en la que yo estaba encima de él no podía quitármelos, decidí bajar la cintura un poco y jugar con la goma del slip (de casa yo había salido con unos grises, al cambiarme él de ropa me los había vuelto verdes oscuros). Aguantó apretando más sus manos contra mis muslos, y empujando un poco con su cintura. Su erección era más que notable pero afortunadamente él tiene mucho control. Luego agarré mi miembro y comencé a masturbarme… ahora solo era cuestión de ver hasta dónde iba a dejar llegar el juego… y lo dejó avanzar hasta un punto en el que yo creí que me corría, pero entonces noté como una de sus manos apartaba la mía y con la otra apretaba la base de mi pene y me frenaba antes de llegar al punto de no retorno.

Abrí los ojos al notar que me empujaba hacia el colchón, quedando esta vez él encima. Me miraba con ojos de travesura y deseo…

.-No pienso dejarte llegar ahí solo… estando yo aquí.

Se deshizo de su polo dejándome disfrutar del blanco de su piel… empecé a pensar que si Draco tomaba el sol no estaría tan… apetecible… ¿o tal vez sí? Lo cierto es que mis pensamientos dejaron de ser coherentes cuando de un tirón se deshizo de mis pantalones y mi ropa interior, y con su boca se dedicó a seguir el trabajo que había comenzado mi mano. Aún así, me hizo sufrir de nuevo un parón en el momento preciso… en menos de diez minutos había estado a punto de llegar dos veces y las dos no me había dejado. Cuando hice un gesto de protesta me miró de una forma… extraña, como si pensase "aquí mando yo, Potter", se deshizo de sus pantalones y apoyó mis piernas en sus hombros.

.-¿No me vas a preparar? – Dije un poco alarmado.

.-No te hace falta… - Noté como dos de sus dedos entraban con facilidad en mí, me quedé sorprendido - ¿Ves? estás… Un momento… - Se apartó de mí con cara de sorpresa…

.-¿Qué pasa? – Pregunté sorprendido al ver que se apartaba.

.-Eres… soy un… eres mi rejum... Mi madre me lo advirtió, pero creí que era un mito… "los Malfoy nunca mueren sin descendencia, Draco, así que da lo mismo con quién te acuestes"

.-¿Tú qué…?

.-Me acabo de dar cuenta… por eso estabas lubricando, estás en celo.

.-¿Qué estoy en qué¡Déjate de tonterías y métemela ahora mismo si no quieres no volver a verme en tu vida! – Nada más decir esto me quedé sorprendido y desorientado.

.-Los Malfoy somos de una dinastía de magos que tienen la obligación mágica de engendrar… Yo soy… homosexual, así que la magia trasforma a mi pareja, o sea a ti, para que pueda quedarse en estado… la magia hace que adquiera esa capacidad, y te he convertido en mi rejum.

.-Pero si yo… Un momento… si tu magia hace que tu pareja se vuelva… lo que sea que se vuelve…

.-Rejum

.-Lo que sea… ¿Por qué no Blaise¿Por qué yo? Él es tu pareja oficial.

.-Supongo que porque tú… en realidad es porque tú… tú…

.-¿Yo?... Da igual, me da igual que es lo que demonios esté pasando, Draco… solo sé que te necesito dentro y te necesito ahora… - Nunca me había sentido así, lo único que se me ocurría era violarlo si se negaba, estaba tan excitado que todo mi cuerpo me dolía, y cada segundo que él estaba fuera me dolía aún más.

.-Te quedarás embarazado Harry… Mejor que no lo hagamos o acaso ¿quieres engendrar conmigo?

.-Si – La verdad es que no pensé mi respuesta, me salió natural. Él se quedó de nuevo sorprendido pero no dijo nada… como de costumbre se encerró en sus pensamientos – Si tú quieres, claro… Draco, no sé… no sé que decir o pensar o hacer, no entiendo eso del… del… rejum, solo sé que necesito que entres… estoy empezando a sentir un dolor muy intenso de lo excitado que estoy… Usa un… preservativo y luego hablamos de ello si quieres.

Se giró de nuevo hacia mí y comenzó a besarme con pasión, eso me tranquilizó y relajó el dolor. Su erección había bajado un poco, así que empecé a acariciar su cuello y su espalda, susurrándole tonterías…

.-Lo siento – Susurró de repente – Lo siento mucho Harry, esto es magia antigua, no lo puedo controlar… no quiero que sientas dolor…

.-Se me ocurre… - Cogí el preservativo que, recién aparecido, mantenía dudoso en sus dedos y le giré de nuevo dejándole tumbado en el colchón. Le miré sonriente y el me respondió acariciando mis cabellos. Lo coloqué en su glande y lo deslicé lentamente con la ayuda de mis dientes y mi lengua, haciendo de gimiese fuertemente. Su erección estaba ya como yo deseaba.

.-Te… quiero, Harry… sé que no debo pero te quiero. Por eso pasa todo esto…

.-No pasa nada… estos preservativos son duros… no me quedaré embarazado… reconozco que todo esto me parece una tontería… los hombres no nos embaraza… - Le miré a los ojos y vi que estaba demasiado serio, rebobiné mentalmente lo que me acababa de decir - ¿Por qué no debes… quererme? – Pregunté despacio, en ese momento vi como dos lágrimas salían del mercurio de sus ojos… justo en ese momento lo entendí todo - ¡Oh! Draco…

.-Porque… te voy a traicionar… tú… lo… sabías ¿verdad?

.-Sí, lo sabía – Me giré y le quité el preservativo con un fuerte suspiro… "Bueno, así que este es mi destino…" pensé.

.-Es mejor así Harry… pronto se te pasará el dolor, un par de días a lo sumo… Si me odias será todo más fácil…

.-¿Para quién, Draco¿Para quién será más fácil, para ti o para mí? – No respondió. Me tumbé a su lado y le miré a los ojos – Hagámoslo… después de todo nada importa ya…

Me incorporé dejándole sorprendido, cerré los ojos y me le introduje yo mismo, pero dándole la espalda… no quería mirarle o me derrumbaría.

Al principio no hizo nada, pero pronto se incorporó un poco y comenzó a acariciarme, primero y con timidez mi espalda, luego consiguió que me apoyara en él al incorporarse más, y sus manos empezaron a recorrer mi pecho con más deseo. Su mano izquierda se dedicó a mis pezones, mientras su derecha bajó a mi erección.

No sé como hizo el giro, pero pocos segundos después, él estaba encima de mí, yo bocabajo con el culo levantado, recibiendo unas fuertes envestidas que me estaban volviendo loco de placer. Me agarraba a las sábanas gimiendo y llorando, mientras él entraba y salía con fuerza, como a mí me gusta, hasta que, esta vez sí, me derramé en su mano y las sábanas. Él, dándose por satisfecho, entró y salió un par de veces más, dejándose ir en pocos segundos.

Noté su semilla corriendo por mi interior mientras mi corazón se normalizaba después de mi propio orgasmo.

No salió enseguida, se quedó descansando encima de mí unos minutos. Yo me sentía muy bien, sentía su aliento en mi hombro y su cuerpo sobre el mío, así que cerré los ojos y me quedé disfrutando.

.-¿Por qué lo has hecho, Harry? – Preguntó por fin.

.-Porque yo también te amo, Draco. Y estoy dispuesto a cualquier cosa por ti… Si no salgo vivo de esta… al menos te dejaré un recuerdo de lo que significaste para mí… ¿Cuándo va a ser? – Me giré para verle al hacerle la pregunta.

.-Pronto – Me acomodó en sus brazos – Pensaré algo… haré algo, Harry… no pienso perderte de nuevo… estoy harto de tenerte y perderte.

.-Eso te pondría en riesgo… con un padre que le falte al niño ya vale… no quiero que sea huérfano como yo.

.-¿Niño? – Me miró sorprendido frenando sus lágrimas - ¿Cómo sabes…?

.-Lo sé – Le dije sonriendo – Será varón, rubio y de ojos verdes… Por favor Draco, no quiero que te pongas en peligro… por favor… - Limpié su rostro con mis manos… - Quiero que lo jures.

.-No.

.-Por favor…

.-Harry…

.-Por favor…

.-Está bien… está bien… juro que no me pondré en peligro…

.-Por salvarme

.-Por salvarte – Sus ojos brillaron de forma extraña, pero decidí no preguntar más.

.-De todas las veces que me has hecho el amor, esta ha sido la más… triste.

.-Sí… pero también en la que más amor ha habido… la más sincera.

.-Aún nos queda mucho fin de semana por delante… ¿te apetece ver Venecia?

.-¿La verdad? No. Me apetece seguir abrazado a ti… - Respondió

Estuvimos abrazados y en silencio, en la cama mucho tiempo, hasta casi la hora de comer. Luego nos vestimos con pereza y decidimos salir a dar una vuelta y a comer algo.

Al final, y con un humor mucho más alegre por parte de los dos, nos animamos a dar una vuelta en góndola antes de volver al hotel.

.-¿Harry?

.-Um – Yo estaba apoyado en su hombro observando la maravillosa arquitectura veneciana, mientras él me acariciaba el pelo mirando al infinito.

.-Me gustaría que ahora que estás… embarazado no fueras tan… promiscuo.

.-¿Promiscuo? – A penas le miré, pero noté sus ojos sobre mí – Tranquilo, aunque no lo estuviese, pensaba dejar de serlo. Aunque no te voy a jurar fidelidad mientras tú sigas casado con otro.

.-Es justo – Guardó silencio unos instantes antes de continuar - Necesitarás un médico para el parto…

.-¿Sabes si me rajarán como a un melón o se me hará un agujero por donde salir?

.-Creo que lo primero… cesárea… pero no lo sé muy bien.

.-Mejor dejamos este tema, me parece tan surrealista…

Volvimos al hotel y a la cama. Las siguiente veces fuero como las anteriores, pasión y más pasión… Hasta que tuvimos que volver a casa

Aparecimos de nuevo en mi piso, eran las siete de la tarde y empezaba a oscurecer…

.-Quédate esta noche – Le supliqué mientras seguíamos besándonos.

.-No puedo… tengo que volver… pero te prometo que nos veremos pronto.

.-Venga Draco, quédate.

.-Blaise me matará…

.-Pues uno de despedida ¿sí?

.-Harry…

.-Pon cualquier excusa, que perdiste el tren… yo que sé…

.-Eso no colará

.-Pues dile que te entretuviste… mirando escaparates… hagámoslo una vez más… mira, estoy caliente… y tú, no lo niegues – Mi mano en su entrepierna había ido adelantando el camino.

.-Está bien, uno rápido…

Sonriendo y besándonos nos quitamos la ropa a toda prisa… los dos sabíamos que a penas teníamos unos minutos. Me apoyó sobre la mesa del comedor y se colocó entre mis piernas con agilidad. No parábamos de besarnos y reírnos… por un momento parecía que éramos dos adolescentes jugando en la casa de los padres de uno a riesgo de que nos pillasen.

Pronto las risas fueron sustituidas por gemidos de pasión, hasta que exhaustos y satisfechos los dos él cayó apoyado encima mío… ahí comenzó todo.

.-Vaya cariño, conmigo no gimes tanto… claro que a mí tampoco me haces gemir así – Draco se quedó helado entre mis brazos mirando mi cara. Yo le miré a él y luego giré la cabeza para ver a Blaise mirándonos con dos mortífagos o como se los llame ahora, apoyados tranquilamente en la puerta de mi salón

La imagen debía de ser extraña, yo en una mesa desnudo, con Draco, también desnudo aún entre mis piernas y su marido, con dos amigotes, vestidos de negro mirándolo todo desde la puerta… No sabía que hacer… Draco se incorporó despacio. Sus ojos volvían a ser los del frío Slytherin que conocí en mis años de colegio.

.-¿Qué haces aquí, Blaise? Se supone que tenías que esperar mi señal… y no iba a ser hasta dentro de unos días.

.-Las cosas, cariño, se han precipitado… - Se paseaba lentamente mirando con desagrado todo lo que le rodeaba, los otros dos no se movían - Um, Potter… menudo cuerpo… - Acercó su mano enguantada hacia mí, pero Draco se la agarró con fuerza - El lobo se muere y Severus ha decidido que lo lleve allí… - Draco me había dado los pantalones y mientras se vestía él – Me lo llevaré ahora… mientras tú termina de ponerte visible.

.-Que lo lleven ellos, no quiero que le pase nada por el camino – Siseó Draco, Blaise conocía ese tono, así que retrocedió ante la velada amenaza – Tú te quedas conmigo… tengo noticias importantes que darte…

.-No me había terminado de abrochar los pantalones cuando uno de los extraños me cogió por detrás y noté la sensación de desaparecer y aparecer lejos… en la casa de Snape… la antigua casa de Sirius.

Me llevaron a empujones por los pasillos. Hacía frío y mis pies descalzos y el no llevar camisa no me ayudaban a sentirme aunque fuera un poco cómodo. Andamos hasta que llegamos a la que había sido la habitación principal de la casa… la que tanto odio mi padrino y tanto odié yo.

En el centro había una cama con doseles negros y borlas y flecos verdes.

Severus Snape estaba sentado en una gran silla al lado de la cama en la que un bulto indicaba que alguien respiraba con dificultad… Había oído las palabras de Blaise… "el lobo se muere". Me solté de un tirón y corrí hacia ese bulto.

.-Remus…

.-Harry… - Las lagrimas se apoderaron de mis ojos y todo se volvió borroso.

.-Si muere de muerte natural yo ya no puedo traerlo de vuelta – Dijo la serpiente tras de mí. Yo no contesté – Está agotado…

.-Tal vez si le hubieses tratado como a un ser humano… - Escupí.

.-Harry, mi querido pequeño… ya da todo igual, estás aquí… da todo igual – Remus había sacado sus huesudas manos de entre las sábanas y sostenía entre ellas mi rostro – Mi pequeño… - Tosió un poco por el esfuerzo de hablar. Severus se incorporó inmediatamente hacia el agua de la mesita, pero yo cogí el vaso ignorándole y lo acerqué a los labios de Remus para que bebiera.

.-Tranquilo, no hables… yo cuidaré de ti – Le acariciaba su larga y castaña cabellera, la tenía totalmente enmarañada y sucia.

.-Tras la última trasformación no pudo reponerse… no le queda mucho, tal vez unas horas. Yo no quería traerte, pero me lo suplicó.

.-Necesito… agua caliente, jabón, una esponja… cuchilla de afeitar… un peine… - Dije todo el listado mirando a Remus, me negaba a mirar a su raptor – Y… algo de seda… dorada y roja, esos colores siempre le sentaron bien… Al menos que muera con la dignidad que no le permitiste vivir Snape.

Alguien cercano hizo el amago de acercarse a mí para golpearme pero Severus le frenó en seco, más tarde me haría pagar mis palabras, pero no ahora delante de él, de su objeto de deseo.

.-Ya le habéis escuchado, traedlo todo inmediatamente – Ordenó.

.-Desde que Malfoy me trajo la chocolatina, todo ha sido feliz en mi vida… el saber que estabas ahí…

.-Remus, debes descansar – Susurré. En ese momento entraron un muy disgustado Blaise y un inaccesible Draco.

.-Me queda toda la eternidad para hacerlo… él, nunca lo hizo por su voluntad, se lo ordenaron – Señalaba débilmente a Draco – Y yo no sabía como decirte que todo era una trampa… mataron a muchos de los nuestros… Creyeron que estaba contigo y que era… un arrepentido… se sirvieron de ti para sus crímenes.

.-La historia se repite… - Suspiré mirando con odio a Severus – Solo que esta vez no les salió del todo bien ¿verdad cariño? – Dije con ironía mirando a Draco que no se inmutó. Estaba a medio vestir, con la camisa por fuera y apenas abrochada debajo de la chaqueta negra.

.-Maldito mestizo – Escupió Blaise – No cantes victoria Potter… eso solo te alarga la vida unos meses más.

.-¿Qué es lo que has hecho Harry? – Apenas susurró Remus. Miré a Severus que en silencio se hacía la misma pregunta, había intentado entrar en mi mente, pero ya estaba muy entrenado gracias a palizas pasadas de los Malfoy.

.-Por lo visto soy su rejum – Remus abrió mucho los ojos por el asombro y seguidamente comenzó a reír con grandes carcajadas. Sin embargo, Snape miró con enfado a Draco.

.-Malfoy, ahora mismo a mi despacho… ¡Ahora!... Blaise, tú también pedazo de inútil… que alguien vigile a Potter mientras tanto.

.-Vaya, Severus, con esto sí que no contabas… - Siguió carcajeándose mientras el otro se giraba enfadado hacia una de las puertas laterales – Él siempre pensó – Dijo más tranquilo mientras yo comenzaba a asearlo – que Zambini lo conseguiría… y eso que Lucius le advirtió antes de morir… pero sus relaciones estaban muy deterioradas y no le escuchó – Paró unos segundos para beber un sorbo de agua – Le dijo que no le permitiese acercarse a ti… La magia de los Malfoy siempre iba a elegir al candidato más poderoso… y al más amado… ¡Quién iba a decir que el pequeño Slytherin iba a pensar en alguien que no fuese él mismo!... Bien hecho Harry, bien hecho, ahora puedo morir con esperanza.

.-¿Le pasará algo? – Pregunté con tranquilidad.

.-No, a él no… después de todo es algo que él no ha podido controlar, bueno, nadie puede. El problema es que hasta que ese… niño no cumpla los 11 años, necesita vivos a sus dos padres… hasta entonces no tendrá magia, y si él o tú morís, se convertirá en un squib… y, créeme que eso no lo desea nadie, se perderían dos magias muy antiguas. Además, creo que caería una maldición sobre el asesino del padre… y sus descendientes.

.-Así que me quedan más de 11 años de vida…

.-Si eres listo, te embarazarás de nuevo antes de que cumpla los 11… Draco jamás podrá negarse cuando entres en un nuevo celo… y francamente, por lo que he podido observar en estos años, no creo que tenga ninguna intención de negarte nada.

.-¿Y eso será…?

.-Su magia lo decidirá… puede ser en un año o en varios… pero lo normal es cada 3 si no lo recuerdo mal, aunque hay muchas excepciones – Volvió a beber – No es obligatorio que engendréis siempre.

.-No te muevas… voy a afeitarte. ¿Cómo sabes todo eso, Remus?

.-Eso que ves a los pies de la cama son mis cadenas… solo llegan hasta esa librería, así que te puedes imaginar en qué he perdido el tiempo los últimos años.

Cuando Severus volvió, Draco, muy magullado, seguía con la misma cara indescifrable pero Blaise parecía descompuesto. Los crucio debían de haber volado sin control por el despacho de Snape. Yo había recompuesto a Remus y liberaba a su largísimo cabello de los últimos nudos con el cepillo. Parecía otro. Estaba dormido desde hacía rato, y todo en él daba sensación de paz, hasta la cara del Lord se dulcificó al mirarle.

.-¿Qué va a pasar ahora conmigo? – Pregunté sin dejar de cepillar.

.-Para los muggles has muerto – Dijo secamente Draco – Hemos quemado tu casa y dejado un cadáver parecido a ti… te salvé esto – Te tiró a mi lado.

.-Pasarás a ser posesión de los Malfoy de nuevo – Respondió Severus, haciendo que me estremeciera

.-Pero en cuanto des a luz, tu hijo será separado de ti y criado por mi – Me escupió Blaise - No te podemos matar pero me encargaré de que tampoco te conozca, él jamás sabrá de tu existencia – Miré impotente a Draco que apartó la mirada hacia la ventana.

.-Hasta que eso ocurra, yo me encargaré de él – Susurró el rubio – No quiero que le pase nada… nos conocemos Blaise… no dejaré que tus celos me impidan ser padre.

.-¡Ya está bien! – Gritó Severus dando por terminada la conversación.

Terminé de arreglar el pelo de Remus y me tumbé a su lado. Me miraron con desaprobación, pero me dio lo mismo. No pensaba apartarme de su lado.

A las pocas horas Remus despertó, se incorporó con dificultad y me besó en la frente despertándome a mí. Severus se incorporó de su asiento esperando que al menos lo mirase. Él se acomodó entre los almohadones que yo le colocaba y se giró hacia el mago oscuro.

.-Te perdono… quiero que vivas con eso… – Susurró apenas. Luego se giró hacia mí – Sé feliz Harry, y no dejes de luchar… sé que pronto las cosas van a cambiar y que ocuparás el puesto que mereces… no te rindas nunca… y perdona a aquel que no han sabido amarte… porque sino serás siempre infeliz.

.-Remus – Susurré envuelto en lágrimas – No te vayas… no te vayas ahora…

.-Necesito descansar, Harry, deja que me vaya… en paz - Con el alma rota asentí lentamente con la cabeza.

Me sonrió con dulzura y cerrando los ojos exhaló su último suspiro.

--- Gracias por leer ---