Lo siento, en serio, pero es que no sé porqué creí que ya lo había subido, es que a veces no sé donde vivo, me he dado cuenta al ir a responder los últimos comentarios… ains…
Bueno, me ha extrañado tanta defensa del rubio… ¿Y Harry? Viviendo durante años en una mazmorra, luego abandonado a su suerte. Después vuelto a traicionar… vale que el reencuentro no lo planea para volverse a enamorar pero… Si Draco no hubiese vuelto a ser tan cobarde no le habría castigado, habría dejado a Jeff por él. Segurísimo. De todas formas, el rubito me gusta, así que prometo no se mala con él en el futuro.
Gracias por haber dado una oportunidad a esta historia. ¡Ah! El epílogo no está escrito en forma de diario, me pareció mejor así. Bss.
S.
--- Epílogo: Cinco años después ---
Entraba el sol de final de la tarde por los ventanales de la galería en la que un hombre rubio de cabellos largos y bien cuidados, se afanaba con su hijo pequeño de cuatro años y pocos meses en colocar los últimos recortes del profeta en su álbum.
El niño tenía los mismos cabellos que el padre con el que ahora jugaba, pero sus ojos eran verde esmeralda… como hacía años le habían profetizado.
La voz juvenil que salió de la chimenea les sorprendió a ambos.
.-Buenas tardes señor Malfoy… Zemir, es hora de que recojas, el baño te está esperando.
.-Hola Sergio – Saludó alegremente el chaval que comenzó a recoger sus cosas.
.-¿Puedes esperar unos minutos Sergio? Necesito hacer una nota para… necesita unas pinturas nuevas, estas están gastadas, y me gustaría que aprendiese a hacer puzzles conmigo.
.-Claro señor Malfoy – Draco sabía que la respuesta iba a ser positiva por parte del joven niñero de Zemir.
Sabía que podría conseguir cualquier cosa de ese adolescente enamorado con solo acercarse un poco, pero hoy no necesitaba que le consiguiese nada. Hoy mantendría la distancia.
Zemir ya preparado se subió a los brazos de su padre y le dio un fuerte abrazo y un beso.
.-Dale esto a tu padre – Dijo metiendo el sobre doblado en uno de sus bolsillos
.-Sí, papi.
.-Y pórtate bien. Dentro de 15 días tienes que contarme muchas cosas, no quiero que vuelvan a castigarte ¿de acuerdo?
.-Sí, papi – Respondió el crío dejando que su padre le besara con fuerza el moflete.
.-He leído que hoy terminaba el mes de luto oficial por la muerte del señor Jefferson – Comentó dirigiéndose a Sergio mientras le entregaba al niño.
.-Sí, mañana las banderas dejarán de estar a media asta y se quitarán los crespones negros. Todos lo hemos sentido mucho, hay enfermedades que no perdonan – Suspiró con un brillo tembloroso en sus ojos.
.-Sí, el cáncer de pulmón es… terrible – ¿Tenía que tener un vago sentimiento de culpabilidad por alegrarse de esa muerte? No, pero se había jurado mantener las apariencias - ¿Y el señor Potter¿Cómo está él?
.-Pues… bien, sereno. Al principio no muy bien, y luego sufrió durante un par de días el mal ese desconocido que padece desde hace años… pero hoy le he visto tranquilo. Está haciendo planes, él no quiere sustituir a su esposo en política y creo que quiere irse al campo a vivir – El mal desconocido de Harry eran los celos como rejum, que sufría puntualmente al año. Harry los soportaba en la cama dopado a pócimas calmantes, bajo el cariño y la vigilancia de su esposo.
.-Me alegro de que esté bien. Bueno, iros ya o a Zemir se le enfriará el baño.
Cuando iban a entrar en la chimenea, el ruido, el humo y las cenizas anunciaron la llegada de otro visitante. Un hombre totalmente vestido de luto riguroso apareció en el umbral, ignorando las miradas de asombro comenzó a quitarse con suaves golpes las cenizas de la chaqueta. Sus ojos verdes brillaron ante los gritos de alegría de su hijo.
.-Hola cariño¿qué tal el fin de semana? – Le cogió en brazos sin mirar a ninguno más de los que estaban en la habitación, y le besó con cariño.
.-Bien… ¿Sabías que….?- Le empezó a relatar atropelladamente todo lo hecho durante esos dos días.
Draco había dejado de respirar… hacía cinco años, desde que lo apresaron, que no había visto a Harry en persona. Sí, en los miles de recortes que cuidadosamente guardaba, pero nunca en carne y hueso, esa era la sentencia a su traición…Y ahora estaba ahí frente a él, escuchando al niño contar sus batallas del fin de semana.
Sintió como las piernas le fallaban y su cuerpo empezaba a temblar, volvía a respirar con cierta agitación y temió llamar la atención, aun no tenía claro si él tenía algún papel en esa escena. Optó por sentarse en silencio en la silla más cercana y esperar a ver qué pasaba.
.-Que cosas más lindas… ahora tienes que ir con Sergio a casa, tienes una sorpresa esperándote – Le dijo devolviéndole a los brazos del niñero.
.-Esto es para ti – Dijo el niño dándole la carta.
.-Gracias cariño, anda iros… Tengo un par de cosas que arreglar antes de volver.
.-Señor – Saludó respetuosamente Sergio.
Se volvió hacia la chimenea para despedirles con la mano, y cuando desaparecieron rasgó el sobre y comenzó a leer la carta. Draco, con gran parte de su seguridad de vuelta a su cuerpo, le seguía observando en silencio. Los años le habían sentado bien, 28 a punto de cumplir los 29. Los ropajes oscuros hacían que sus ojos resaltasen aún más verdes, y se había puesto un pendiente con un pequeño diamante en su oreja izquierda. Había detectado ese pendiente hacía dos años en una foto que venía ilustrando un gran baile en honor de un alto dignatario extranjero. Luego lo buscaría en su colección de álbumes…
.-Me parece una gran idea lo del puzzle, Zemir no es muy paciente y creo que tú eres la persona indicada para enseñarle esa cualidad– Por fin Harry levantó los ojos del papel y le miró. Draco notó como un calambre le recorría toda la columna vertebral – Te ves bien, Draco – Dijo ante el silencio de su interlocutor
.-Si… gracias Harry, tú también te ves… fantástico – Volvió a quedarse en silencio mirando al moreno.
.-Gracias… ¿estás bien?
.-Sorprendido. Creí que jamás volvería a verte tan de cerca – Contestó recuperando la compostura que casi había vuelto a perder cuando vio las esmeraldas fijas en él.
.-No mientas, sé que en cada celo mío te arreglabas y esperabas sentado en ese sillón por si te necesitaba.
.-Sí, lo hice… recé para que no fueras capaz de soportarlo, pero creo que mis oraciones no fueron escuchadas, aunque a Jeff le alegraría ver que eras tan fiel – Harry frunció un poco el ceño, el tono no le estaba gustando - Además… las otras veces lo entendía, pero hace unos días… ya eras viudo, esperaba que…
.-¿Insinúas algo? – No estaba dispuesto ni a enfadarse ni a dejarse engañar por el rubio.
.-No – Mintió sonando más irónico de lo que él hubiese querido.
.-Veo que hoy no es el mejor momento para hablar contigo – Reaccionó el moreno girándose hacia la chimenea, quería evitar un enfrentamiento – Mejor vuelvo otro día.
.-Perdona, no quería… - "Genial, lo eché a perder en tres frases" Pensó el rubio para sí – Harry, por favor. Empecemos otra vez ¿de acuerdo? – El moreno le miró de nuevo a los ojos, y no muy convencido decidió quedarse, asintiendo suavemente con la cabeza.
.-Bueno, he venido aquí para hablar contigo de un tema importante… ¿Puedo sentarme o prefieres que me quede aquí?
.-No, no, por favor. Pasa y siéntate en el sillón o donde quieras… ¿quieres tomar algo? Puedo ofrecerte toda clase de zumos… infusiones… cualquier cosa sin alcohol, como ya sabrás – La ironía le había vuelto a salir sin pensar.
.-Para intentar disimularlo señaló a Harry un lugar en el sofá cercano a la ventana sonriéndole con amabilidad, si el moreno se daba la vuelta hacia la chimenea se tiraría a sus pies suplicando si hacía falta… pero no la hizo, el Gryffindor aceptó su oferta.
Dio una palmada y su elfo doméstico apareció al instante, éste hizo una reverencia a Harry que le respondió con una sonrisa mientras se sentaba.
.-Una cerveza de mantequilla estará bien, gracias Györ – Pidió el moreno con suavidad.
.-Trae otra para mí.
Guardaron silencio mientras aparecían las cervezas. Draco se había sentado en el mismo sofá para intentar acercarse más, pero aún así entre ellos quedaba un espacio. Era la primera oportunidad que tenía de estar con él en cinco años y no iba a precipitarse.
.-¿De qué quieres hablar, Harry?
.-He comprado una pequeña casita en la campiña. Quiero alejarme de la ciudad. Está cerca de Hogsmeade y tiene muy buena comunicación a través de la red flu. Me voy a llevar a Zemir allí.
.-Sí, lo sé, Sergio me ha comentado algo sobre el tema, pero yo podré seguir viendo a Zemir ¿verdad? – Instintivamente Draco había agarrado la mano de Harry que suavemente se soltó generándose unos segundos de silencio incómodo entre ambos.
.-Perdona yo…
.-Como te decía – Harry le ignoró, no quería que le pidiera perdón cada segundo - El ayuntamiento de Londres me ha ofrecido una suma considerable por estos terrenos para hacer un parque… recuerda que los muggles solo ven una ruina rodeada de jardines.
.-Si, lo sé, pero Zemir… ¿podré verle?
.-He pensado en quemar esta mansión, vender los terrenos y que te instales con nosotros allí – Al decir esto último Harry le miró directamente a los ojos - ¿Qué te parece?
.-¿Cómo? – No sabía si lo que acababa de escuchar era una alucinación o era cierto, así que intentó apaciguar la sensación de alegría que le invadía.
.-Hay una pequeña casa en el jardín, la podemos acomodar para que vivas en ella… - Draco se tomó un tiempo para pensar su respuesta, no era eso lo que esperaba.
.-No… no, no podría… estar tan cerca de ti y no tocarte… no tenerte… no Harry… prefiero seguir como hasta ahora – Ya no podía contenerse más - ¡Me volvería loco…! - Se puso en pié y se dirigió a la mesa donde estaban los recortes, las palabras comenzaban a agolparse en su pecho - ¿Sabes…¿sabes… cuántas veces he rezado porque todo hubiese sido una pesadilla, suplicando perdón por mi avaricia¿sabes cuantas veces he llorado hasta caer sin sentido por no poder sentirte? He dormido en la celda tantas veces por tener cerca algo tuyo que cuando se perdió tu olor y casi enloquezco… ¿Sabes que tonteo con ese… mocoso que cuida de nuestro hijo solo para que te robe pequeñas cosas y poder dormir abrazado a algo tuyo? – Por primera vez en su vida, se sentía devorado por un gran sentimiento de impotencia.
.-Sí, lo sé… pero ha pasado mucho tiempo… el amor no lo es todo en una relación – Harry sabía de sobra el sufrimiento de Draco, él había pasado por algo similar dos veces, pero esta última, había tenido a Jeff a su lado.
.-¡Pero es la base…! – Gritó desesperado – Dame otra oportunidad, pero dámela completa… Empecemos de nuevo… - Se acercó de nuevo a Harry que instintivamente se había puesto en pie - Deja que cada noche te haga el amor hasta que te olvides de tu nombre… deja que me levante junto a ti cada mañana… - Agarró de los codos al moreno acercándole más a sí - Déjame que te demuestre que he cambiado, que no hay nada ni nadie más importante que tú y Zemir en mi vida… - Harry dudó esquivando su mirada.
.-No sé Draco… no sé… me has traicionado tantas veces…
.-Sí lo sabes¡sí lo sabes! – Casi le gritaba… pero dándose cuenta de que Harry le respondía con una mirada amenazante suavizó su tono, y lentamente acercó el cuerpo de Harry cada vez más a sí – Por favor – Susurró – Harry… - El moreno volvió a desviar su mirada - Por favor… - Rozó con sus labios los del Gryffindor y al no encontrar resistencia se atrevió a besarlos.
Harry estaba envuelto en un mar de dudas. Estaba seguro de querer a Draco, pero no de que pudieran funcionar como pareja, por eso había buscado esa solución intermedia. Le había roto el corazón dos veces… Draco comenzaba a profundizar el beso, cogiendo confianza ante la no resistencia del moreno que se dio cuenta que si le dejaba seguir no habría marcha atrás.
.-No puedo Draco… no puedo… ya no somos tú y yo solos – Harry se apartó con suavidad. En ese momento el rubio se dio cuenta de que el mundo había seguido girando sin él.
.-Te juro que he cambiado… Beberé veritaserum si quieres…
.-¿Y qué, Draco¿Qué me dirás¿Qué me amas? Eso ya lo sé yo desde hace mucho tiempo. El problema no es ese… el problema es tu ambición desmedida… el amor no significa nada para ti.
.-Te equivocas he cambiado, esta vez he aprendido la lección… - Draco veía la duda en los ojos del moreno, pero sabía que esta vez no le convencería con ruegos - Pero vale – Dijo cambiando a un tono más serio - Si soy ambicioso se supone que quiero lo mejor ¿no¿quieres saber porqué estás a salvo de mi traición? Pues porque no hay nada mejor que tú en este planeta… Eres guapo, muy rico, muy poderoso política y mágicamente hablando y el único en el mundo que puede engendrar hijos míos… Dime ¿qué más puedo ambicionar? – Harry se quedó mirándole con los ojos un poco cerrados.
.-Y como buen Slytherin no admitirás un punto medio… - Susurró pensativo
.-Si crees más en mi ambición que en mis sentimientos, de acuerdo, me da lo mismo mientras me dejes estar contigo… piensa que eres el único que puede darme la posición que yo deseo… - Tal vez si Harry no veía peligros externos cediese… Si quería de vuelta al antiguo Draco Malfoy lo tendría.
.-Cierto… pero no lo voy a hacer – El rubio se sobresaltó, su última estrategia tampoco daba resultado ¿qué demonios quería Harry? - Una vez te dije que tendrías que hacer una elección… Si quieres esa alta posición política, te la puedo conseguir, no hay problema, pero no conmigo, ahora… si lo que quieres es estar conmigo, tendrás que renunciar a eso para venir a vivir a una granja aislada… Bien Draco tendrás que decidir qué es lo que más amas… no puedes tener las dos cosas. Sé que me amas pero no sé si esta vez lo suficiente. Si quieres tienes una semana para darme la respuesta.
.-No me hace falta… lo tengo muy claro – Con fuerza tiró de su brazo hacia él e intentó besarlo pero Harry no le respondió como esperaba.
Se apartó bruscamente del rubio en un acto reflejo de defensa ante el agarre inesperado. Giró sobre sí mismo dando la espalda a Draco que le miraba con sorpresa como se frotaba la zona dolorida. Respiró profundamente un par de veces para serenarse.
.-Parece que tu vida no ha sido estos años la novela rosa que venden los periódicos ¿Hubo nubes en el paraíso?– Susurró el rubio.
.-¿Tú que crees? Tuve que sufrir tu traición otra vez, tu pérdida otra vez y la vergüenza de ser tu rejum y no poder entregarme totalmente a mi marido durante años. Y sé que no querías, pero lo pagué caro… más de lo que jamás llegues a imaginar. Sobretodo, porque rompí el corazón a una persona que me amaba con locura y le trasformé en un loco sin corazón. – Respiró profundamente antes de continuar - Ojalá pudiera echarte la culpa de todo, Draco, para mí sería más fácil, pero no puedo, porque no sería cierto, de todas formas…da igual, da lo mismo, acabo de darme cuenta de que por más que corra mi pasado y tú siempre me alcanzáis… Estoy cansado de luchar.
.-No luches entonces - Se acercó lentamente y puso sus manos sobre sus hombros comenzando a darle un ligero masaje – Vamos Harry, esta guerra no la puedes ganar y lo sabes – Susurró en su oído – Seremos felices en esa granja… es hora de descansar… - "¡Sí!" pensó el rubio.
Harry se soltó con suavidad, medio hipnotizado por las palabras de Draco… Sabía que él tenía razón. Giró despacio y fijó sus ojos en los ojos grises que esperaban con impaciencia y sin disimulo. Se quitó la chaqueta del traje que llevaba, dejándola caer sobre una silla cercana, parecía que intentaba ver en lo profundo del alma del rubio, pero éste no notaba ninguna intrusión en sus pensamientos. Luego se acercó de nuevo hacia él y enredando sus dedos entre las hebras de los rubios cabellos siguió acortando milímetros hasta que sus narices se tocaron ligeramente. Draco no apartaba sus ojos de esas esmeraldas que brillaban con fuerza.
.-Te juro, Draco Malfoy, que como vuelvas a traicionarme… como me rompas el corazón una vez más, el trozo más grande que quedará de ti será del tamaño de un grano de café.
Draco reaccionó abrazándole con tal fuerza que casi no le permitía respirar.
.-Y yo te juro Harry Potter, que me mataré yo antes ni siquiera de pensar en traicionarte de nuevo.
El beso ansiado por ambos llegó en ese momento. Un beso que llevaba el deseo de cinco años separados. Sus labios, sus lenguas, luchaban por recuperar el tiempo perdido entre ambos, hasta que casi sin aliento se separaron.
.-¿Dónde prefieres firmar la paz? – Preguntó Draco recuperando algo de aliento y comenzando a desabrochar las mangas de su camisa, quitándose los gemelos. Harry levantó una ceja entre divertido y sorprendido, ese gesto hizo sonreír al rubio.
.-Creo que deberíamos despedirnos de esta casa en el único sitio de ella en el que fuimos felices… - Comentó como si hablase de algo casual.
.-Entonces… bajemos.
Casi corriendo el rubio llevó de la mano escaleras a bajo a su pareja, y sin pensárselo dos veces, le empujó sobre el camastro de la celda. Allí se deslizó entre las piernas del moreno y comenzaron a besarse de nuevo.
Harry le sacó la camisa con facilidad y pasó de entretenerse con los botones, tiró con fuerza haciendo que salieran disparados. Cuando puso sus manos sobre el torso níveo de su pareja, este se quedó quieto, casi sin respirar observándolas.
.-Merlín… que esto no sea un sueño… por favor
.-No lo es, te lo aseguro – Le respondió con la voz ronca.
Las manos de Harry le obligaron a inclinarse y besarle de nuevo. Entonces él deslizó las suyas bajo el jersey negro de cuello cisne que aún llevaba puesto el Gryffindor, y tras acariciarle las costillas, se incorporó un poco y se lo comenzó a subir despacio, besando las zonas que comenzaban a quedar descubiertas. Harry estaba impaciente, así que como pudo tiró del jersey hacia arriba y se lo quitó, sintiendo toda la piel del torso de su amante que sonrió, había cosas que no habían cambiado con el paso de los años.
.-Recuerda que este es mi territorio… aquí mando yo, no seas impaciente. ¿Dónde está el Harry frío de hace 5 minutos?
La única respuesta que obtuvo fue que el moreno comenzó a besar su cuello y a acariciar con la punta de los dedos, la zona de piel que estaba bajo la cinturilla del pantalón. Disfrutó unos segundos de las sensaciones que eso le producían y luego retomó el control. Agarró las manos de Harry y las sujetó contra el colchón encima de su cabeza. Maldijo por no poder hacer magia como antiguamente, pero no se rindió y con una sábana comenzó a atarlas. El moreno sonreía, y para hacerle un poco más complicada la situación comenzó a mover ligeramente sus caderas arriba y abajo, de tal forma que sus miembros se rozaban. Draco gimió suavemente cerrando los ojos pero no se dio por vencido y terminó de sujetarlo.
Se incorporó sobre las caderas de Harry y le observó con una sonrisa entre pícara y victoriosa, que se le borró cuando el moreno con toda la facilidad del mundo se soltó del amarre.
.-¿Esas tenemos Potter¿Acaso crees que vas a librarte de gemir y suplicarme más? Estás muy equivocado.
.-Malfoy, como siempre hablas más que haces.
.-Te voy a dejar afónico… - Amenazó comenzando a besarlo de nuevo.
Harry sonrió en el beso y llevó las manos a los glúteos del rubio para sujetarlos con fuerza y al subir sus caderas arrancarle otro gemido.
Como respuesta a su ataque, Draco llevó los labios a uno de los pezones semi excitados del Griffindor y comenzó a besarlo, cuando lo rozó con la lengua y pellizcó al gemelo el que gimió fue Harry.
.-Así me gusta… ya sabes lo mucho que me pone oírte gemir.
.-Draco, por favor… deja de hablar ya…
Recorrer de nuevo los viejos caminos trazados sobre la piel de Harry resultó ser mucho mejor de lo que recordaba. Redescubrir marcas, zonas sensibles… Cubrió todas y cada una de las cicatrices, nuevas y antiguas, con besos suaves y dulces, mientras el moreno por fin se relajaba y se dejaba hacer. "Por fin te rindes definitivamente", ese pensamiento le hizo sonreír.
Volvió de nuevo sobre los pezones del moreno que había cerrados los ojos y había dejado descansar sus manos sobre el camastro. La excitación hizo que doblara las rodillas para apoyar los pies y buscar mayor contacto con el cuerpo del rubio. Este entendió el mensaje, y mientras bajaba besando el abdomen, empezó a jugar con sus testículos. Harry volvió a gemir, esta vez más bajito, pero arqueó mucho su cuerpo.
Los años de abstinencia no habían hecho mucho bien en ninguno de los dos, Draco notó que se excitaba con más rapidez, Harry a penas si le había acariciado y su erección estaba totalmente lista para entrar en acción, sin embargo el moreno iba mucho más despacio de lo que recordaba. Decidió darse prisa, y pronto, su lengua y su mano comenzaban a poner al moreno en el clímax que él deseaba.
Lo mejor es que se dejaba llevar por el placer que él le producía, Harry sucumbía al deseo de Draco sin retarle ni oponerse, pronto estaba listo para él.
Le preparó más deprisa de lo que lo hubiera hecho en otras ocasiones, pero su propia excitación le empujaba a hacer las cosas con rapidez. Hubiera deseado que Harry estuviera en celo para facilitarlo todo.
.-Harry, abre los ojos, mírame – El moreno obediente los abrió. En ese momento se introdujo en él – No dejes de mirarme, por favor – Suplicó mientras comenzaba a moverse.
Notó que el moreno estaba estrecho, como hacía mucho tiempo. Supo entonces que él también le había esperado, Harry tampoco había perdido la esperanza. Draco se dejó llevar sonriendo…
--- Fin y Gracias por leer ---
Aclaraciones: Y vivieron juntos, revueltos y felices. Bss. S.
