Última Esperanza.

Capítulo cuatro: Primeras sospechas.

El edificio de Ishigami WN era muy limpio y pulcro, pero lleno de diseños interesantes, robots volando por aquí y por allá y personas mirando con la boca abierta a las tres féminas caminando hacia la oficina principal de camino a reunirse con la junta directiva.

Kohaku estaba increíblemente incómoda, sabiendo que no solo Senku la odiaba, sino casi todos en Tokio, y sobre todo sus empleados.

Cuando llegaron al último piso, la secretaria de Senku las miró con la boca abierta y pareció querer decirle algo grosero a la rubia, pero basto una mirada llena de amenazas mortales de Tsukiku para que la mujer mantuviera la boca bien cerrada.

—¿Dónde está la sala de reuniones? —preguntó con voz firme, intentando dejarle en claro que no quería ninguna tontería o no terminaría nada bien.

—Allá —contestó de mala gana, señalando la puerta a la izquierda.

Tsukiku se encaminó a la puerta a paso decidido, seguida muy de cerca por su incómoda madre de otra realidad y su nerviosa hermanita.

Le dio su maletín a Shizuku y abrió las puertas dobles con las dos manos, entrando a la sala de reuniones desbordando confianza en sí misma, con la barbilla muy en alto y pasos fuertes y seguros. Le daba igual que la creyeran arrogante o maleducada, quería dejar en claro que nadie iba a pasar por encima de ella y menos por encima de su madre. Su padre siempre la llamó una "mini-leona" y vaya que sí lo era, aunque no le gustaba la parte de "mini", pero esta leona tenía garras y estaba muy dispuesta a usarlas.

Todos en la habitación clavaron sus miradas en ella, que miró a los ojos de todos y cada uno de los presentes, reconociendo a varios de los que estaban allí: su abuela Lillian acompañada del que parecía ser su manager, sus tíos Gen y Ryusui (que como siempre estaba junto a su mayordomo Francois), la detestable Nagashima Maiko, el Dr. Xeno y sus adorados tío Tsukasa y tío Ukyo. Había otras personas que no reconoció, probablemente socios de la empresa y todo eso, sentados a lo largo de una extensa mesa de roble pulido.

Su padre estaba en la cabecera de la mesa, por supuesto, y luego de que todos quitaran sus incrédulos ojos de Kohaku, los posaron directamente en él y luego en Lillian.

—Sí Senku está de acuerdo con la presencia de Hizashi Kohaku aquí, entonces todos debemos respetar eso —dijo Lillian, con voz ahogada y tensa.

Kohaku fue incapaz de siquiera mirarla. A pesar de todo, jamás había podido odiar a Lillian, no cuando la pobre mujer no hacía otra cosa más que llorar en el juicio que arruinó su vida y la de su padre.

—La presencia de la señorita Hizashi no es algo que deba preocuparnos. —Senku rascó su oído con fastidio—. Es la Dra. Shichimi la que vino a presentar su proyecto, así que adelante, por favor.

Tsukiku tomó el maletín otra vez y lo dejó en la mesa alargada, abriéndolo y sacando su invento.

Era una tiara con orejas de conejo, y la colocó de inmediato en la cabeza de su madre.

—Vamos al grano, mi nombre es Shichimi Yukiko y soy la creadora de la tiara de proyección holográfica 3D capaz de crear la ilusión óptica de cambiar el color de ojos, cejas y cabello de las personas. —Tomó la única silla libre en la sala bien iluminada por los grandes ventanales que se extendían por toda una pared—. Siéntate por favor, querida prima —le dijo a su madre, con toda la intención de que todos supieran que estaban a punto de ser maravillados por un pariente de alguien a quien odiaban.

—Claro. —Ella tomó asiento y Tsukiku le hizo una seña a Shizuku para que se acercara.

—Sostén esto y graba todo lo que te indique. —Le dio un celular para que pudiera grabar y luego preparo un proyector para que los socios pudieran ver la grabación tamaño gigante en la blanca pared opuesta a los ventanales—. Como pueden ver en la pantalla, esta tiara está diseñada con varios botones pequeños difíciles de ver, porque queremos que tengan un diseño elegante y a la moda, ya que serán un accesorio obligatorio. Con este botón, la tiara hará un mapeo instantáneo de la persona portadora. —Presionó el primer botón—. Y con este otro botón, cambiará el color del cabello, ¡así de fácil, así de sencillo! —Cuando presionó el botón, el cabello rubio de su madre cambió a ser castaño rojizo, haciéndola ver muy parecida a ellas dos (que seguían con el mismo disfraz del principio).

—¡Impresionante! —Todos se quedaron con las bocas abiertas.

—¡No parece para nada una proyección holográfica!

—¡Es como si se hubiera teñido instantáneamente!

—¡Hasta parece más real que muchos tintes!

Tsukiku sonrió con arrogancia. Por supuesto que con el nivel tan limitado de conocimientos que tenían en esta realidad una cosa tan sencilla los dejaría boquiabiertos, ¡y todo de la mano de la familia de alguien a quien odiaban! Tendrían que tragarse todos sus prejuicios y rencores para que les vendiera su invento improvisado que solo le tomó unas horas hacer con tecnología de esta realidad.

—Con este otro botón —prosiguió— se puede cambiar el color de ojos. —Presionó el tercer botón y los ojos azules de su madre cambiaron a verde, haciéndola lucir aún más idéntica a Shizuku y bastante parecida a Tsukiku—. Como pueden notar, no se nota para nada que es una proyección holográfica, el mecanismo instalado en la tiara mapea con total certeza la estructura de su portadora y no deja cabos sueltos, o al menos no que el ojo humano pueda notar. Es una ilusión óptica que crea una perfecta máquina capaz de modificar el color de ojos y cabello de cualquier persona.

—¡Es realmente elegante! —El Dr. Xeno se adelantó a estrechar su mano—. ¡El Dr. Senku no exageraba respecto a tu talento, Dra. Shichimi, este es un invento que revolucionará el mercado! ¡Cualquiera podría ver que es un invento millonario!

—Tiene razón, sin duda. —Su tío Gen se acercó a ella sonriendo—. La gente se volverá loca con algo así, pero hay muchos aspectos que es necesario pulir para asegurar su éxito, porque sí nos roban la idea y la perfeccionan podría salirnos muy mal la jugada.

—Todo está contemplado. —Por supuesto, Tsukiku no era solo brillante en la manipulación tecnológica, también tenía bastantes conocimientos respecto al área de ventas—. Se puede crear la tiara en distintas versiones, se puede crear como un collar o como un brazalete, con distintos patrones de decoración, se puede personalizar y no es necesaria tanta programación, hasta se puede simplificar para que los mismos usuarios la personalicen. —Sacó varias carpetas de su maletín y se las dio a Shizuku, haciéndole una seña para que se las repartiera a todos—. En esas carpetas encontrarán información detallada de cada pieza de esta tiara, y como podrán ver son materiales muy sencillos y relativamente baratos, con excepción de unas pocas tierras raras que tampoco son nada del otro mundo, podemos vender estas cosas a un precio un poco elevado, de cualquier forma, todos querrán una, y en cuanto haya fondos suficientes el costo de los lantánidos ya no supondrá ningún problema. —Sonrió con seguridad.

—¡JA, JA! ¡Me gusta esa ambición! —Su tío Ryusui ojeó la carpeta con interés—. ¡Mi instinto no me falla, este será un producto multimillonario! ¡Pondré los fondos necesarios para producirlos en masa!

—Que rápido te decides. —Senku rio entre dientes, también mirando la carpeta que Shizuku le dio—. Es un invento absurdamente rentable, Dra. Shichimi, pero debo decir que me preocupa la complejidad del circuito principal —murmuró al llegar a ciertas páginas de la carpeta—. Incluso con todos mis conocimientos, esto es increíblemente complicado de programar en masa, tendríamos que tener un experto para cada tiara, un solo error y será un desastre.

Tsukiku hizo una mueca. ¿Qué tan arcaicos eran los métodos de masificación en esa realidad? Los había estudiado un poco, pero no le dio tiempo a ver todo. No le quedaba más opción que improvisar algo.

—Bueno, entonces solo debo programar a un robot capaz de programar a otros robos para hacer el trabajo. —Sonrió amablemente, aunque por dentro quería arrancarse el cabello por lo molesto que sería perder el tiempo en eso cuando tenía tanto de lo que preocuparse—. Solo me tomaría dos días a lo mucho. —E intentaría que fuera menos que eso.

Todos la miraron con las bocas abiertas.

—¿Podría hacer algo así, doctora? —Xeno la miró con las cejas arqueadas, llevando las manos detrás de la espalda—. Aunque la tiara es impresionante, ese es un trabajo mucho más complicado, y más si pretende hacerlo en dos días.

—Ja, no me subestimen. —Rasco su oído con el meñique, conteniéndose de rodar los ojos—. Debo hacerlo en dos días, porque en tres días es el cumpleaños de mi hermanita y no quiero estar con la cara pegada al computador.

—¿Eh? ¿Mi cumpleaños? —Ella la miró confundida.

—Hoy es once de noviembre, tontita. —La miró con una sonrisa divertida.

—¡¿En serio?!

Riendo entre dientes, Tsukiku le enseñó la fecha en su celular, dejándola con la boca abierta.

En su realidad estaban muy lejos de que cumpliera dieciséis años, pero en este mundo llegaron muy cerca del 14 de noviembre, y Tsukiku quería celebrar el cumpleaños de su hermanita de todos modos.

—Pues sí cree que es capaz de hacerlo, deberíamos dejar que lo haga. —Su abuela Lillian sonrió conmovida—. ¿Cuántos años cumples, pequeña? ¿Doce?

Los hombros de Shizuku se hundieron.

—Cumpliré dieciséis… —Infló una mejilla, con los ojos cerrados con resignación.

—¡Oh, que bajita eres!

Tsukiku y Kohaku se rieron, y Lillian miró a Kohaku con los ojos muy abiertos, provocando que todos perdieran la sonrisa.

—¿Ya puedo quitarme esta cosa? —preguntó su madre con voz desanimada.

—Aún no. —Tsukiku bufó, acercándose a ella otra vez—. Volviendo a apretar los botones podemos cambiar el color de ojos o cabello. Están ordenados de cierto modo, y trae los once colores básicos y otros colores que elegí porque me gustan, y con esta pequeña perilla de aquí pueden ir variando la tonalidad. —Señaló la perilla en una esquina de la tiara—. Con estos botones en la otra punta, muchos más alejados, se pueden cambiar tonalidades de distintas áreas del cabello, para que pueda ser de dos o más colores a gusto de la portadora. Eso es algo que debe configurarse, pero como verán en sus carpetas tampoco es tan complicado, es algo que se puede explicar en un comercial sin problema.

—Realmente es muy sencillo y practico. —Su tío Ukyo sonrió al leer la carpeta que le tocó—. Eres muy brillante, aquí también dice que no trae ningún efecto secundario ni puede ser dañino de ninguna forma.

—Es totalmente seguro. —Tsukiku asintió—. La luz emitida por la tiara no lastima los ojos ni la piel ni el cabello. Es solo lo suficientemente alta para crear la ilusión óptica.

—Hmm, casi parece demasiado bueno para ser verdad. —Su tío Tsukasa la miró de reojo, luciendo un poco desconfiado.

Tsukiku frunció el ceño. ¿Por qué la estaba mirando así? ¡Su fachada era perfecta! Estaba segura de que no falló en nada, ¿entonces por qué la miraba como si sospechara que planeaba algo?

Finalmente, le quitó la tiara a su madre y se la dio a su abuela Lillian.

—Puede probarla usted misma, puede salir a la calle o ir en un avión y la tiara funcionará sin problema. Aunque debo decir que no tiene protección contra agua, la arruinaría irremediablemente meterse a la piscina con ella. Podríamos agregar ese tipo de protecciones, pero sería más costoso producirlas y no creo que valga la pena.

—Me gusta como piensas. —Senku le sonrió complacido—. Eres muy eficiente, podemos firmar contrato mañana mismo en lo que empiezas a trabajar en una IA capaz de programar más robots para hacer el trabajo de programación del circuito principal.

—Ja, no será nada complicado para mí —aseguró arrogantemente.

—¿Y cuánto será el porcentaje de ganancia que pedirás a cambio de vendernos tu invento? —Gen sonrió inocentemente, lo cual era una clara muestra de que ya estaba planeando cómo engañarla para que pidiera la cantidad más baja posible.

Tsukiku rio maliciosamente.

—Ah, sobre eso… quiero el 0%. —Rascó su oído con el meñique.

—¡¿QUÉ?! —Toda la junta directiva, Shizuku y Kohaku se fueron de espaldas.

—La verdad el dinero no me interesa demasiado. —Encogió los hombros—. Pero a cambio quiero establecer otras condiciones en el contrato.

—¿Qué clase de condiciones? —preguntó Senku desconfiado, mientras que sus tíos entrecerraron los ojos con sospecha.

—Lo sabrán mañana, primero quiero leer sus condiciones y podremos arreglarnos. —Encogió los hombros—. Los dejaré con las carpetas para que examinen a fondo todos los aspectos de la tiara, y también pueden quedarse con esa. —Señaló la tiara que le había dado a Lillian, que estaba muy entretenida cambiando el color de sus largos cabellos dorados a todas las tonalidades del arcoíris.

—¿No tiene miedo de que robemos su invento, doctora? —Xeno la miró con una sonrisa misteriosa, probablemente queriendo saber sí ella era ingenua o no.

Tsukiku sonrió con aún más arrogancia de la que ya había estado mostrando toda la reunión.

—Para nada, no podrían masificar esa cosa sin mi ayuda, ni mucho menos hacerle las mejoras que yo podría hacerle. —Cerró su maletín con una sonrisa totalmente despreocupada—. Si nos disculpan, mi hermana, mi prima y yo debemos ir a almorzar, pueden llamarme para arreglar una cita mañana. Que tengan buen día, damas y caballeros.

—¡Adiós, fue un placer conocerlos! —Shizuku agitó ambas manos alegremente.

Kohaku no dijo nada, pero miró de reojo a ciertas personas, en especial a Lillian y a Senku, antes de seguirlas fuera de la sala de reuniones.

Al verlas retirarse, Senku se desplomó en su asiento con el rostro repleto de amargura.

—Estudien sus carpetas en sus respectivas oficinas, la reunión se acabó. Haremos una reunión mañana temprano antes de volver a reunirnos con la Dra. Shichimi.

La mayoría lo obedeció de inmediato, pero varios pretendieron no escucharlo y se quedaron allí, y claro que por varios se refería a Lillian y a sus amigos.

—¿Estás seguro de esto, Senku? —preguntó su madre adoptiva en voz muy baja y muy suave—. ¿Estás seguro de que quieres colaborar con la prima de Hizashi Kohaku? Una familiar de… ese hombre. —Cerró los ojos dolorosamente.

—No le guardo rencor a la familia de Hizashi Kokuyo, eso no tendría ni un milímetro de lógica. —Rascó su oído con el meñique—. Hizashi Kohaku arruinó mi posibilidad de triunfar más allá de Tokio, pero tampoco es que tenga interés en odiarla el resto de mi vida. Si ella está dispuesta a comportarse como un ser humano civilizado, le daré el mismo trato. —Volvió la vista a la carpeta—. Si eso es todo pueden volver a trabajar, y les habló a ustedes. —Miró a sus amigos.

—Qué cruel~. —Gen sonrió burlonamente—. De mi parte solo quiero saber cómo estás, querido Senku-chan~. La presencia de Kohaku-chan siempre logra alterarte mucho, ya sabes~.

Senku lo miró con repulsión.

—No es algo con lo que debas bromear, mentalista. Su presencia me recuerda a que mi padre fue asesinado por quince putos balazos en el cráneo, por el padre de esa mujer.

La sonrisa de Gen se deshizo y él bajó la cabeza, quedándose en silencio.

—Por esa misma razón nos preocupas, Senku —habló Ukyo—. La Dra. Shichimi parece muy interesada en llevar con ella a todas partes a su prima. ¿Seguro que estás bien con eso?

—Hemos intentado todo para que no tengas que volver a lidiar con ella. —Lillian lo miró con dulzura—. Hasta Ryusui intervino para que no la contraten en ningún sitio en Tokio. Pensé que eso la haría irse de aquí. —Suspiró, decepcionada.

—También pensé que eso la haría irse. —Frotó sus sienes—. Pero solo la hicimos hundirse… ¿Qué no la vieron? Está desnutrida, demasiado delgada… —Hizo una mueca, con una emoción indescifrable.

—Lo noté —dijo Gen, y Tsukasa asintió.

—Debo decir que siempre intenté ser neutral en esta situación —afirmó el primate más fuerte—. Kohaku solía ser estudiante en mi Dojo, y siempre me pareció una buena persona. Viendo el estado en el que está ahora, podría decir que sus acciones fueron demasiado lejos, demasiado injustas. La han dejado en la pobreza y han logrado malograr su salud.

—¿Pero por qué no se fue? —Lillian se veía muy contrariada—. Tiene familia fuera de Tokio. ¿Por qué se quedó aquí?

—Sea como sea, es un hecho que no deberíamos haberla vetado de todas las fuentes de trabajo en esta ciudad. —Ryusui mantuvo su mirada gacha—. Si hubiera muerto, habría sido nuestra culpa.

—No me arrepiento de ni una mierda —murmuró Senku con una mirada oscura, provocando que todos lo miraran con horror—. Si estaba tan mal debería haberse largado de aquí. Parece que esa maldita mujer me persigue a todas partes. —Frotó sus sienes con cansancio.

Viendo que Senku estaba de un humor tan malo, los demás intercambiaron una mirada y decidieron dejarlo solo en su oficina.

Como no quería pensar en Hizashi Kohaku y los dolores de cabeza que le proporcionaba, Senku se dedicó a leer la carpeta de la Dra. Shichimi.

Aunque fuera familiar del hombre que más odió en su vida, este invento podría ser su salvación, su salida para recuperar todo lo que perdió por culpa de la hija del asesino, y a pesar de todo por alguna razón sentía que Shichimi Yukiko era alguien en quien podía confiar.

Cuando la vio… no estaba seguro de porqué, pero sintió que ella era alguien importante, alguien con una especie de importancia para él. Era un sentimiento absurdamente ilógico, pero no era desagradable.

Además, su hermanita le provocaba algo parecido, pero más obvio. Cada célula de su cuerpo parecía exigirle a gritos que cuidara a esa niña. Era aún más raro, pero, de nuevo, no era desagradable. ¿Era algo parecido a lo que sentía por su hermana Suika? No estaba seguro… de alguna forma era incluso más intenso que eso. Definitivamente no tenía ni un milímetro de lógica.

.

Al día siguiente, Senku y "Yukiko" firmaron contrato, a pesar de que él no estuvo nada contento con varias de sus condiciones especiales.

—¿Quieres que vaya a la fiesta de cumpleaños de tu hermana, en serio? —Su ceja tembló al leer eso.

—Te estoy ahorrando tener que cederme miles de millones de dólares que podrás quedarte enteritos para ti ¿y te quejas de ir a una fiesta de cumpleaños? —Sonrió sarcásticamente.

—¿Y que con esto de tratar con respeto a tu prima? —Hizo una mueca—. No recuerdo haberme portado especialmente grosero con ella, si lo dices por su veto en mi empresa, eso está justificado.

—No solo es eso. —Señaló las condiciones debajo de esa—. Quiero que quites el veto de tu edificio y de todos los otros en los que tengas influencia, tanto tú como Nanami Ryusui. También quiero que no se atrevan a decir nada descalificativo de ella en la prensa, online o frente a grandes grupos de personas. Y por tratar con respeto me refiero a que quiero que se la trate con hospitalidad por ti y por todos los empleados de esta empresa. No voy a ceder en eso.

—Nunca quise que nadie le faltará al respeto, pero si te preocupa tanto hablaré con mi personal. —Rascó su oído con indiferencia—. ¿Algo más, doctora?

—Muchas cosas. —Siguió señalando sus condiciones—. Tengo una pequeña fortuna a mi nombre, pero no me interesa agotarla pronto, así que quiero un sueldo normal por el trabajo que realizaré, y quiero que se me pague por semana, no por mes. Quiero que parte de las ganancias vayan a la caridad y quiero que en caso de que necesite cualquier tipo de ayuda económica, tú me la brindes sin peros.

—Eso es muy amplio. —Alzo una ceja con desconfianza.

—Bueno, creo que es muy poco a cambio de darte el invento más rentable de esta década. —Sonrió de forma encantadora y por alguna razón él la encontró un poco… adorable.

—Muy bien —accedió sin pensarlo tanto como debería, y, después de darle otra leída al contrato, firmó.

Tsukiku sonrió complacida. Aunque fuera de otra realidad y mucho más joven y sin hijas, su padre seguía siendo absurdamente fácil de manipular para ella.

—Me pondré a trabajar inmediatamente en la creación de la IA programadora. —No había tiempo que perder—. Usted, Dr. Ishigami, puede ir pensando en qué regalarle a mi hermana en su fiesta.

—¿Qué le gusta a Shizuka? —preguntó Kohaku, que hasta ese momento se había mantenido en silencio detrás de ella.

El gesto de su padre se agrió, pero su madre fue cuidadosa en no mirarlo ni por casualidad. Ya que Tsukiku la había obligado a venir por su nuevo trabajo como su guardaespaldas, ella creyó más prudente actuar como si el científico que tanto odiaba fuera invisible o algo así.

—Sería más fácil preguntar qué no le gusta —respondió con una sonrisa enternecida al pensar en su hermanita que se había quedado en el departamento, planeando una estrategia—. Solo por el hecho de que le regalen algo ya lo hace absurdamente especial para ella. Tiene toda una habitación para sus regalos en nuestra tierra natal, y siempre está cuidando que no tengan polvo y esas cosas. Lo único que no le gusta son cosas que tengan plumas o pieles o pelajes de animales, cosas que estén en inglés o que debas saber inglés u otros idiomas para usarlas, comidas que tengan crema agria y por alguna razón odia los relojes. —Rascó su oído con el meñique, con una mueca perpleja—. No me pregunten, no tengo idea de por qué. —Rio entre dientes.

—Es una niña tan linda. —Kohaku se llevó las manos a las mejillas, pensando con ternura en esa adorable chica que se ganó su apreció en solo unas horas.

—Me aseguraré de no darle nada que mida la hora, en ese caso. —Senku rio suavemente—. ¿Cumple dieciséis, verdad?

—Sí. —Bueno, en realidad no, pero en esa realidad sí… eh, era complicado.

—Oh, Suika cumplió dieciséis hace unos meses —murmuró Kohaku, viéndose más como si estuviera pensando en voz alta.

—Sí, y creció un par de centímetros, aunque sigue siendo baja para su edad. —Senku sonrió mirando al techo de su oficina, antes de que tanto él como Kohaku se congelaran.

Tsukiku vio con interés como ambos intercambiaban una mirada llena de sorpresa, que rápidamente pasó a ser repulsión, antes de mirar en direcciones opuestas.

¿Oh?

¿Había una parte de la historia que no sabía, acaso?

Eso debía cambiar pronto. Las guerras se ganaban con información, y hacer que estos dos se enamoraran en un mes iba a ser una guerra cruel y sangrienta contra su cerebro. Tenía que averiguar todo lo que pudiera y cuanto antes mejor.

—Bueno, imaginó que ya me tienen lista una oficina para trabajar —cambió de tema.

—Sí, sí. —Su padre carraspeó—. Como sé que tienes que cuidar a tu hermana, te preparé un equipo portátil, lo puedes ensamblar en una maleta y llevar el trabajo a tu casa. Pero claro que una vez lo termines deberás instalarlo en nuestra computadora principal, que está en estas instalaciones. Tendré todo listo, si de verdad lo puedes terminar en dos días como afirmas.

—No lo dudes, mañana por la tarde estará listo. —Porque no le apetecía perder tiempo de más en una estúpida IA tan sencilla, no con una guerra sangrienta por ganar.

—En ese caso, hasta mañana. —Asintió con la cabeza.

—Hasta mañana. —Devolvió el gesto—. Vámonos, ma… Kohaku. —Todavía no se acostumbraba a llamarla por su nombre.

—¡Bienvenidas de vuelta, nee-chan, ma… eh, Kohaku! —Y si ella no se acostumbraba, Shizuku menos—. Les preparé el almuerzo. ¡Es sopa de miso y si lo prefieren también hay sushi!

Después de trabajar solo una hora en Ishigami WN, más que nada por el placer de incomodar a todos los que seguían mirando mal a su madre, Tsukiku decidió volver al departamento, y tanto ella como su madre estaban muy hambrientas.

Pero, aún con todo y lo hambrientas que estaban, ambas miraron con incredulidad los bocados sushi con formas de flores, corazones, y animalitos lindos con caras de ":3" que Shizuku había preparado.

—Esto es demasiado lindo para comerlo. —Kohaku rio divertida, tomando un plato de sushi con formas de animalitos y corazones—. Eres muy talentosa cocinando, Shizuka. —Acarició con ternura los cabellos de la menor.

—¡Muchas gracias!

—No sé cómo esperas que me coma algo con forma de gatito. —Tsukiku rápidamente tomó todos los que tenían formas de felinos y los puso en un plato—. Tengo hambre, ¡pero es adorable! —Sacó su celular y les tomó fotos de todos los ángulos.

Luego tendría que pedirle a su novio que le prepare algo así.

—Puedo comerme esos, después de que termines de sacarles fotos, claro. —Les sirvió un tazón de sopa de miso a cada una—. ¡Buen provecho!

Luego de terminar de comer, por más que les encantaba pasar tiempo con su madre, Tsukiku decidió enviarla a comprarse un celular y otras cosas para tenerla fuera del departamento un rato.

—Mi guardaespaldas necesita estar bien equipada —dijo como excusa, dándole un puñado de billetes y llevándola hasta la puerta.

—¡¿Puedo ir con ella?! —preguntó Shizuku ilusionada.

Kohaku estuvo a punto de decir que sí, pero Tsukiku se adelantó a decir que no.

—Necesito su ayuda con algo, tendrás que ir sola.

Ambas se decepcionaron, pero finalmente Kohaku se fue y Tsukiku arrastró a Shizuku a la sala para hablar.

—Muy bien, pulga, creo que tengo buenas noticias para nosotras.

—¡¿En serio?! —Solo la idea de buenas noticias la hizo emocionarse.

—Es creo. Parece que papá y mamá tenían una relación más allá de ser hijos de médico y paciente. Tía Suika es la hermana adoptiva de papá, y parece que mamá la quiere mucho. O sea que es posible que antes de que el asesinato hubiera ocurrido ellos se llevaran bien, quizás hasta fueron amigos o…

—¡Quizás hasta fueron novios! —la interrumpió con un puño en alto por la emoción.

—Eh, no lo creo. —La miró con escepticismo—. Es de nuestros padres de quienes estemos hablando. Iba a decir que quizás fueron amigos o conocidos que se llevaban bien. Como sea, es una buena noticia, porque nos ahorra el trabajo de que solo conozcan cosas malas el uno del otro. Hubo un tiempo en el que se llevaron bien. En vez de tener que crear una buena relación desde cero, solo tenemos que hacer resurgir esa buena relación que tenían y luego transformarla en un romance. —Sonrió, un poco más esperanzada—. Puede que el viejo decrepito no nos haya dejado tan desamparadas, después de todo.

—¡Eso es, seguro que el señor del tiempo no es tan malo! ¡Yo digo que tal vez si fueron novios! —insistió, brincando en su sitio por la emoción.

—¿Señor del tiempo? ¿Lo vas a llamar así? —Rio divertida—. Bueno, de todos modos no creo que hayan sido pareja, pero con que hubieran sido amigos ya sería increíblemente útil. Debemos sacarle la información a mamá, y para eso necesitaremos tu linda cara de pulga manipuladora. —La señaló, triunfante—. Veamos, ¡dame tu mejor cara de manipuladora farsante y adorable!

—¿Eh? —Ella ladeó la cabeza, con los ojos muy abiertos y un puchero de confusión.

—¡Ja, buen trabajo!

—Espera, no te entiendo para nada. —Negó con la cabeza—. ¿Qué debo hacer, exactamente?

—Es tu hora de brillar como mi asistente detective, debes interrogar a mamá, sacarle toda la información que puedas de su pasado, pero debes ser muy sutil. No hagas ninguna insinuación de que crees que fueron amigos o pareja, solo hazla hablar. Mientras más sepamos, más probabilidades de éxito tendremos. Lo más importante en una guerra no es cuántos números tengas ni que tan avanzadas sean tus armas, lo más importante es la información sobre el enemigo.

—Pero no son nuestros enemigos, son nuestros padres…

—Es una metáfora. —Le pellizcó la nariz—. Solo haz lo que te digo, pon tu mejor cara linda, da tus mejores excusas y consigue la información.

—¡M-muy bien, lo conseguiré!

Luego de que su madre regresará de hacer sus compras, Shizuku la invitó a ayudarla a hacer la cena mientras Tsukiku trabajaba en la IA para su invento.

Estaban cocinando raviolis rellenos con salsa, para tardar más en cocinar y poder hablar más, y Shizuku pensó cuidadosamente en lo que iba a decir, aunque sin ganas, porque ella no era de pensar las cosas con cuidado, era más bien alguien impulsiva, pero en este caso debía tener cuidado y seguir las indicaciones de su hermana mayor.

—¿Así de pequeño está bien? —le preguntó su mamá con curiosidad, señalando los vegetales que había estado cortando.

—Necesitaré que sea incluso más pequeño, así como estoy haciendo con estos. —Le señaló los vegetales que ella estaba cortando.

—¡Ok, entiendo! —Se puso a trabajar con entusiasmo.

—Ma… Eh, Kohaku —la llamó—. ¿Puedo preguntarte algo? Puede que sea incómodo.

—Claro, pequeña, pregunta lo que quieras. —Palmeó su cabeza antes de volver a picar.

—Es sobre Ishigami Senku… ¿está bien? —Le puso su mejor cara de cachorrito.

Su madre se tensó visiblemente, pero tomó aire y asintió.

—Está bien. ¿Qué quieres preguntar?

—Bueno… sé que pasaste por muchas cosas difíciles. —Terminó de picar sus vegetales y los echó en un bol con salsa blanca—. Pero no entiendo algo. ¿Por qué lo perseguiste por la calle? Él no parecía querer discutir contigo… en el video. —La miró con ojos tristes, intentando demostrarle que no estaba preguntando por chismosa, sino por preocupación, lo cual era cierto.

Kohaku suspiró profundamente.

—Desearía que no hubieras visto eso, pero está por todas partes. —Frunció el ceño amargamente—. Fue después de que me despidieran de mi trabajo, cuando ya no pude conseguir trabajo en ninguna parte. Sabía que fue su culpa que nadie quisiera contratarme, así que cuando me lo encontré no pude resistir la rabia y empecé a discutir con él y lo golpee. —Hizo una mueca mientras terminaba de cortar los vegetales y empezaba a cortar carne—. Eso terminó de cavar mi tumba en esta ciudad. —Sonrió amargamente.

—¿Por qué lo dices?...

—Yo… No importa. —Negó con la cabeza—. ¿Corto pequeño esto también?

—Sí. —Infló una mejilla, pensando en otra forma de sacarle información—. Pero ¿por qué él te quitó tu trabajo? ¿Por qué tú no lo dejaste trabajar con tu ex jefe? ¿Por qué se odian tanto? —Al no poder pensar en una forma sutil de preguntar, Shizuku simplemente soltó algunas preguntas que la mataban de curiosidad mientras batía con fuerza la salsa blanca.

Kohaku no habló por un largo rato, y, justo cuando Shizuku iba a disculparse por ser impertinente, ella finalmente le respondió:

—En realidad… desde el juicio, no volví a ver a Senku en un largo tiempo. Y él nunca fue grosero conmigo, ni siquiera cuando mi padre fue encontrado culpable. —Dejó de cortar carne y se limpió las manos con su delantal—. Aunque ese día fue un shock para todos, pero después de eso no es que él me haya hecho algo, pero… —Se abrazó a sí misma—. Cuando pasaron los años, todos mis ahorros se iban en tratar de que mi padre estuviera lo más cómodo posible en prisión, que comiera bien y durmiera bien. Siempre tuve problemas de dinero por esa razón, y luego mi padre murió… —Sus ojos se llenaron de lágrimas—. Tenía el corazón roto y descuidé mis deudas, para cuando me importó pagarlas no tenía los medios, y me obsesioné con conseguir dinero, y entonces vi que… vi por televisión que Senku se estaba llenando de dinero, vi que estaba donando a caridades y que planeaba expandirse más… y me llené de amargura. —Cerró los ojos—. Él y su familia mandaron a mi padre a la cárcel por algo que no hizo, y mientras yo estaba ahogándome en deudas ellos se estaban dando la gran vida. —Miró con rabia a un lado, clavando sus uñas en sus hombros—. Los odié… y cuando se apareció en la empresa en la que trabajaba, tomé la oportunidad para vengarme. —Sonrió oscuramente—. Él perdió el negocio, y millones de yenes que había invertido para lograrlo. Aunque luego se vengó e hizo que me despidieran y que no volvieran a contratarme en ninguna parte. —Frunció el ceño, para luego mirarla de reojo y apartar la mirada, avergonzada—. Lo siento, no debería estarte contando esto…

—No, está bien, por algo pregunté. —Sonrió tristemente—. Pero… ¿eso es realmente todo?

—¿Qué? —La miró confundida.

—Quiero decir… —Trago saliva—. Antes del juicio, ¿eran solo unos extraños? Porque tu padre contrató a su padre y todo eso… y parece que ustedes se conocen mucho más que solo como personas que se han lastimado mutuamente.

—Bueno, eso es cierto —admitió rápidamente, dejándola con la boca abierta—. Su padre estuvo tratando a mi madre por meses, y yo era niñera de su hermana menor. Éramos amigos… más o menos.

—¿Más o menos? —Se inclinó hacia ella.

—No convivimos mucho. —Frotó sus brazos incómodamente—. Pero él hizo algunas cosas por mí y yo hice algunas cosas por él… en fin, solo fueron unos meses, después no dudó en creer que mi padre era un asesino. —Cruzó los brazos con molestia, pero entonces apretó los labios y bajó la cabeza—. Bueno, sí dudó al principio… ¡pero luego solo se quedó mirando mientras lo condenaban! —Apretó los puños con furia.

Shizuku cruzó los brazos también, pensando en todo lo que acababa de oír.

No se lo esperaba para nada. Tenía que contárselo a su hermana cuanto antes.

—Lamentó mucho todo lo que tuviste que pasar —le dijo sinceramente, sin poder resistir el impulso de abrazarla cuando ella la miró con ojos tristes—. Te prometo que nee-chan y yo probaremos la inocencia de tu papá… lo prometo.

Kohaku le devolvió el abrazo, abrazándola más fuerte aún.

—Gracias por escucharme…

Al día siguiente, Tsukiku terminó de programar la IA en la tarde y les pidió acompañarla a Ishigami WN, donde presentó el programa frente a su padre y sus tíos Ukyo, Gen y Ryusui, aparte de su abuela Lillian y su manager.

—¡Vaya, realmente lo terminó en dos días! —Lillian la miró impresionada.

—¡Con esto se podrá comenzar a producir inmediatamente, JA, JA! —Ryusui chasqueó los dedos con emoción—. Es en verdad impresionante, Dra. Shichimi, tan inteligente como hermosa. —La miró con coquetería, acercándose a ella con una pose galante.

Tsukiku sintió que podría vomitar.

No, de hecho en serio iba a vomitar.

Corrió al baño más cercano a descargar todo el contenido de su estómago, dejando a Ryusui con la boca abierta y a Gen y Senku aguantando la risa.

—Esta es la primera vez que una mujer me rechaza de forma tan tajante y repleta de asco —meditó en voz alta, llevándose una mano a la barbilla, más sorprendido que ofendido.

—Lamentó eso. —Tsukiku regresó arrastrando los pies—. Soy lesbiana, ¿ok? Muy, muy lesbiana —se inventó, sin querer soportar a sus tíos coqueteándole.

Shizuku rio por lo bajó, pensando en contarle todo eso a su casi-cuñado cuando volvieran a su realidad.

—En fin, la producción comenzará mañana, ya casi está todo listo, solo falta programar a los robots. —Senku se acercó a estrechar manos con la Dra. Shichimi—. Empezaré a preparar un equipo de marketing y una vez se hagan las pruebas de calidad correspondientes se lanzará al mercado.

—Mañana podremos brindar por nuestro futuro éxito en la fiesta de cumpleaños de Shizuka —dijo con una sonrisa burlona al ver su mueca de descontento.

Aunque Senku sentía mucho cariño por la adolescente, aún lo incomodaba tener que pasar al menos unas horas en presencia de Kohaku.

—¿Podríamos ir también?~ —preguntó Gen, sorprendiendo a todos.

—Claro. —Tsukiku alzó una ceja, pero accedió—. Es solo un pequeño banquete, más bien, ya que no ha tenido tiempo de hacer amigos aquí y la educaré en casa en vez de mandarla a la escuela.

—Ow, pero yo quisiera ir a la escuela —se quejó Shizuku de inmediato.

—No nos quedaremos mucho tiempo aquí, no tendría caso. —La miró con reproche.

—¿Planea irse pronto, doctora? —Ukyo la miró con sorpresa.

—¿Simplemente nos dejará todo el manejo de su creación? —Lillian también se sorprendió.

—Ja, soy una mujer ocupada, y mi prioridad es cuidar a esta pulga, así que no tengo problemas con dejar mi invento en sus manos. —Rascó su oído con desinterés.

Gen la miró con ojos entrecerrados, enarcando una ceja mientras la estudiaba con la mirada.

¿Por qué presentía que había algo muy raro en esa mujer?

—¡Es una mujer extravagante, pero con una gran visión empresarial! ¡Me agrada! —Ryusui siguió mirándola con agrado, pero ya sin coquetería, para alivio del estómago de Tsukiku.

Al día siguiente, Shizuku se despertó por un gran abrazo de su hermana.

—¡Feliz cumpleaños, pulga! Aunque técnicamente sigues teniendo quince años con dos meses, pero aprovecharemos la ocasión para nuestro beneficio y también para mimarte un poco. —Se apartó y le revolvió el cabello—. Has hecho un gran trabajo, después de todo. —La miró con una sonrisa orgullosa—. La información que conseguiste es muy valiosa, y vamos a intentar tu absurdo plan de enamorar a esos dos en solo un insuficiente mes.

—¿O sea que ya no serán solo dos semanas las que me darás?

—Depende, si logramos un avance, trataremos el mes entero, sino, entonces será imposible. ¡Pero anímate! —La ayudó a levantarse de la cama de un brinco—. Solo debemos esforzarnos por ese avance, y entonces haremos el intento para recuperar a los dos.

—¡Ja, tienes razón! —Alzó un puño con una mirada decidida—. ¡Me esforzaré y lo lograré, lo lograremos!

—Por ahora, solo sigamos el plan de hoy.

—¡Sí! Eh… ¿cuál era el plan?

Tsukiku suspiró resignada, pero acarició su cabeza y volvió a explicarle todo con paciencia.

Apenas salieron de la habitación, Shizuku se encontró envuelta en un abrazo de Kohaku.

—¡Feliz cumpleaños! —Se apartó para sonreiré de forma radiante.

Shizuku se le quedó mirando con la boca abierta, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas de la nada, o tal vez no tan de la nada… porque toda su vida soñó con que su madre pudiera desearle un feliz cumpleaños.

—Gracias… —susurró, intentando que las lágrimas no se le escaparan.

Kohaku notó eso y la abrazó otra vez, preocupada.

—¿Qué tienes? ¿Qué pasa? —Acarició su cabello con preocupación.

—No es nada… solo… estoy muy feliz. —Se apartó, frotando sus ojos y sonriéndole enormemente.

Kohaku sonrió suavemente, a pesar de lo confundida que estaba.

Tsukiku, tragándose el nudo en su garganta, pensó rápidamente en una excusa.

—Siempre está muy sensible en sus cumpleaños —dijo con voz ahogada—. Es porque… era una fecha donde nuestros padres la mimaban mucho. —Era cierto, aunque ellos solo vivieron para celebrar dos cumpleaños de su hija menor.

—Ya veo. —Kohaku siguió acariciando su cabello castaño rojizo, sintiendo su corazón cada vez más lleno de cariño hacia "Shizuka".

—Bu-bueno, debería preparar el desayuno. —Una vez más calmada, Shizuku se dirigió a la cocina, pero Kohaku no se lo permitió.

—Está bien, déjame encargarme del desayuno, es tu cumpleaños, intentaré hacer algo delicioso para ti —propuso con voz alegre y animada.

—Oh, está bien. —Ladeó la cabeza, pero no protestó.

—Tú ayúdame. —Jaló a Tsukiku del brazo, riendo cuando ella se quejó diciendo que tenías cosas más importantes de las cuales encargarse—. Mimar a tu hermanita es lo más importante. ¿Nunca le haces el desayuno en sus cumpleaños?

—Soy una cocinera terrible. —Bufó—. Aunque si estuviéramos en casa mi novio le haría el desayuno y todas esas cosas, es mucho mejor que yo.

—¿No dijiste que te gustaban las chicas? —La miró confundida.

—Ja, era mentira. Es un modo muy sencillo para deshacerse de coquetos. —Encogió los hombros, pero luego algo se le pasó por la mente—. ¿Y qué hay de ti? ¿No tienes novio?

—Ja, claro que no. —Negó con la cabeza divertida mientras comenzaba a sacar cosas de la heladera.

—¿Y nunca tuviste un novio o alguien que te gustará? —La miró con interés, queriendo saber su postura respecto a las relaciones amorosas, por más que en situaciones normales jamás le preguntaría algo así a nadie.

—Nunca tuve novio, aunque sí salí con un chico en preparatoria, pero no funcionó. —Encogió los hombros—. Realmente nadie me ha gustado, no de verdad, excepto… —Se calló de pronto, apretando el tazón de crema en sus manos—. No, nadie. —Negó con la cabeza—. ¿A Shizuka le gustan los pastelillos?

Tsukiku bufó, pero decidió no presionar y asintió.

Disfrutó cocinar con su madre, conversando respecto a su hermanita y las cosas que le gustaban, era como la más bella melodía escuchar su risa otra vez. Realmente envidiaba no poder abrazarla como Shizuku podía, pero sabía que sería muy raro si lo hiciera.

Desayunaron y luego entre las tres prepararon el banquete para sus invitados, aunque claramente su madre no estaba muy contenta de todos modos no podría negarse a la carita emocionada de Shizuku.

Cuando Senku llegó al departamento, él y Kohaku se miraron con desagrado un momento, antes de apartar la mirada decididos a ignorarse el resto de la velada.

Senku vino acompañado de Gen, Ryusui, Ukyo y Tsukasa, que venía acompañado de Minami y Mirai.

—¡Viniste! —Al ver a su padre, Shizuku jadeó encantada y corrió a abrazarlo, quitándole la cara de amargado al instante.

—Feliz cumpleaños, Shizuka. —Le acarició el cabello y ella intentó no ponerse a llorar otra vez—. Te traje un pequeño regalo. —Le dio una bolsita con un gran moño rojo.

—¡Gracias!

—¡Ja, ja! ¡Feliz cumpleaños a la preciosa cumpleañera! —Ryusui dejó una gran caja en medio de la sala de estar.

—¡Wow, gracias! —Shizuku también lo abrazó a él, acostumbrada a ser muy cariñosa con su tío Ryusui.

—Sí que eres pequeña para tener dieciséis. —Las palabras de Minami hicieron que Shizuku inflara una mejilla, descontenta—. Pero bueno, creo que el vestido te quedará de todos modos, puedes cambiarlo si quieres. —Le dio una bolsa.

—Gracias. —Miró con curiosidad el interior de la bolsa.

—Hola, me dijeron que somos casi de la misma edad. —Mirai se le acercó con una sonrisa—. ¿Te inscribirás en alguna escuela por aquí? Feliz cumpleaños, por cierto. —Le dio otra bolsa que también debía contener ropa, por la marca en frente.

—Mi nee-chan dijo que me educará en casa hasta que regresemos a nuestra tierra natal, pero me gustaría. ¡Y gracias!

Mientras las adolescentes conversaban, Ukyo y Tsukasa saludaron de forma mucho más retraída y dejaron sus regalos en un rincón, y Tsukiku invitó a todos a sentarse.

Kohaku estaba muy incómoda, sentada en un rincón, y los demás se sentaron en un rincón opuesto a ella. Por un rato, Tsukiku no supo qué decir para romper la tensión del ambiente, pero entonces Shizuku llegó brincando con emoción y se sentó a su madre, abrazándola emocionada.

—¡Todo se ve delicioso, Kohaku! ¡Ya quiero probar el yakitori que hiciste, y el dango! ¡Oh, y también hiciste jugo de fruta natural, me encanta! ¡Senku-sensei, tienes que probar esto! —Empezó a repartir platos, desbordando energía en cada palabra y cada movimiento—. ¡Oh, Mirai-chan, prueba esto! ¡Y dale esto a tu hermano! ¡¿Alguien quiere canelones?! ¡Los hice especialmente para ustedes!

Ante tanta energía y buenos ánimos, el ambiente tenso se suavizó y todos se relajaron, comenzando a conversar como si nada, y procurando que Shizuku pasara un buen cumpleaños.

Tsukiku suspiró aliviada. Sí el buen ambiente dependiera de ella estarían condenadas, pero por suerte Shizuku era absurdamente encantadora, y su plan por el momento marchaba a la perfección.

—¿De dónde son? —preguntó Minami con interés.

—Hokkaido —respondió Tsukiku.

—¿Mi tío Tetsuya no vivía en Yamagata? —Kohaku la miró con confusión.

—Se mudaron —contestó rápidamente, tan rápido que no pareció natural, hasta sonó un poco nerviosa, y Gen volvió a mirarla con ojos entrecerrados, pero Tsukiku no lo notó.

Minami pareció querer preguntarle algo a Kohaku, pero miró de reojo a Senku y se quedó callada.

—¿Y cuánto tiempo planean estar en Tokio? —preguntó Ukyo amablemente.

—Dos semanas o un mes, lo estoy pensando. —Tsukiku bebió una copa de vino tranquilamente.

—Tal vez Kohaku pueda irse con ustedes cuando se vayan… —propuso Minami con cautela.

Tsukiku escupió de golpe el vino.

—Sería una gran idea. —Senku no pudo evitar mostrar su acuerdo inmediato, ignorando la mirada asesina de Kohaku.

—De hecho, me gustaría. —Kohaku abrazó cariñosamente a Shizuku, sin notar que se estaba muriendo de los nervios—. No querría dejar de verlas.

—Eh, pero… —La cumpleañera miró nerviosamente a su hermana mayor.

—Eh… Eso lo pensaremos luego.

—Pff… parece que ni tus parientes te soportan —murmuró Senku por lo bajó, decepcionado de no poder deshacerse de su presencia en Tokio.

Dominada por la furia, Kohaku tomó la jarra medio vacía del jugo que había preparado y le arrojó todo su contenido en la cara a Senku.

Todos jadearon.

—¡Qué harpía! —Minami se puso en pie indignada, ya que ella no escuchó lo que Senku había dicho al estar demasiado lejos y para ella Kohaku lo hizo de la nada.

—Parece que Senku tenía razón en que no podían convivir. —Tsukasa igual no escuchó a Senku y negó con la cabeza.

—Maldita sea. —Senku se secó la cara y se levantó de la mesa furioso, en dirección a la salida.

Kohaku también se levantó de la mesa y se fue a su habitación.

Tsukiku miró a Shizuku, que de inmediato escondió el rostro en sus manos y sollozó fuertemente, deteniendo a sus padres antes de que pudieran abandonar del todo el comedor.

Ellos voltearon de inmediato, viendo el pequeño cuerpo de la adolescente temblar y las lágrimas caer por su barbilla.

Kohaku volvió sobre sus pasos corriendo y la envolvió en un abrazo, disculpándose de inmediato.

Senku miró a la puerta por un segundo, antes de cerrar los ojos, suspirar y volver también, acercándose a Shizuku y posando una mano en su espalda, disculpándose en voz baja.

Shizuku apartó las manos de su rostro, mirándolos a ambos con el rostro empapado por sus lágrimas.

—Lo siento… sí están muy incómodos pueden irse… —murmuró entre hipidos, intentando secarse el rostro—. Lo siento…

—No… está bien. —Kohaku negó con la cabeza, sintiéndose miserable por hacerla llorar.

—Disculpa… esto fue mi culpa. —Senku frotó sus sienes—. Lo siento, me quedaré todo el tiempo que quieras, lo prometo. —Él se sentía mucho peor, sabiendo que ella no tenía a nadie más en la ciudad y él había arruinado su fiesta.

—No… está bien, entiendo que ustedes no quieran verse. —Volvió a sollozar y corrió lejos de ellos, saliendo del departamento y corriendo a la azotea del edificio.

—Bueno, gracias por romperle el corazón a mi hermana. —Tsukiku los miró con reproche, intentando ir tras ella, pero Kohaku se le adelantó y Senku, después de dudar un momento, también la siguió.

Tsukiku negó con la cabeza, llevándose una mano a la boca… para esconder su sonrisa.

Tal como había sospechado, ellos iban a terminar así, y ahora todo dependía de la pulga y sus dotes de actuación y manipulación.

En la azotea, Shizuku se pellizcó el estómago con fuerza suficiente para sacarle lágrimas, para luego sentarse en el suelo y abrazarse a sus rodillas, pensando que este acto rastrero era por un bien mayor.

Su madre fue la primera en llegar y de inmediato se sentó a su lado.

—Shizuka… como lo siento. —La miró con los ojos llenos de culpa—. Yo… soy demasiado impulsiva. —Soltó un gran suspiro—. No quería arruinar tu cumpleaños.

—Está bien… —Miró a la entrada de la azotea de reojo, viendo la sombra de su padre allí. Él por alguna razón no entró, pero se quedó parado justo a un lado de la puerta—. Mi nee-chan sabe que admiro mucho a Senku-sensei y lo obligó a venir, aun cuando los dos no quieren verse. No debí dejarla hacerlo…

—No digas eso, tú te mereces el mejor cumpleaños. —Frotó su hombro—. Es mi culpa. Como cuando me dejé cegar por mis propios problemas de dinero, y dirigí toda mi ira hacia él… le arruiné un negocio muy importante cuando él no me había hecho nada. —Se mordió el labio—. Y ahora me dejé cegar por la ira otra vez, es mi culpa, tú no hiciste nada malo.

—Es mi culpa también. —Senku salió en ese momento, sorprendiendo a Kohaku y haciendo que Shizuku fingiera sorpresa—. Lo que pasó entre nosotros fue hace mucho tiempo, y también me dejé cegar por la ira e hice algo que no debí hacer. —Miró con culpa las mejillas hundidas de Kohaku, que aún no se recuperaba del todo de la mala vida que estuvo soportando por meses—. No me interesa guardar rencor hacia nadie, no debí escuchar a… —Se interrumpió, haciendo una mueca, antes de suspirar con fastidio y sentarse al otro lado de Shizuku—. No quiero tener una mala relación con ustedes, podemos mantener una relación profesional sin problemas, y lo que pasó allá fue mi culpa. —Posó una mano en su cabeza cariñosamente—. Puedo prometerte con un diez billones por ciento de certeza que no volverá a pasar.

Shizuku los miró impresionada, no había pensado que ellos iban a decir todo eso sin que ella tuviera que intervenir. De verdad eran maravillosos…

Sonrió con ojos llorosos, sinceramente conmovida, pero tenía que seguir adelante con el plan.

—¿Entonces no están molestos conmigo? —preguntó pestañeando repetidamente, aún con lagrimitas en los ojos.

—Claro que no, pequeña. —Kohaku le acarició una mejilla.

—Por supuesto que no. —Senku negó con la cabeza, aún con una mano en la cabeza.

—¿No creen que soy muy mala y egoísta por querer tenerlos a ambos conmigo? —puso la voz más llorosa que tenía y ambos volvieron a negar—. Entonces… ¿querrían acompañarme al parque mañana? —Los miró con los ojos muy abiertos y esperanzados.

Ellos se congelaron.

—¿Eh? —preguntó Kohaku, aturdida.

—Bu-bueno… es solo que mi fiesta terminó antes de lo planeado, y quería p-pasar más tiempo con ustedes, ¡pe-pero no hace falta! Claro, sería muy incómodo, lo siento, qué tonta soy, me callaré. —Abrazó sus rodillas con más fuerza, con sus ojos volviendo a aguarse.

Senku y Kohaku estuvieron a un pelo de acceder a su petición por impulso, pero al ver al otro de reojo se detuvieron, mirándose fijamente, con los rostros repletos de desagrado.

Para Senku, guardar rencor no era algo que le interesara, pero Kohaku había logrado llenarle la mente de amargura con sus acciones, negándole la posibilidad de alcanzar sus sueños de poder tener el presupuesto suficiente para crear una compañía espacial, aparte de ser hija del hombre que le quitó a su padre, y fastidiarlo con sus afirmaciones de la inocencia de su padre que fue probado culpable en un tribunal con pruebas innegables.

Para Kohaku, guardar rencor le fue inevitable, aunque admitía que actuó mal al interferir en los negocios de Senku, aún lo odiaba y sabía que jamás dejaría de hacerlo, más cuando él estaba tan convencido de que su pobre padre era culpable. Además, luego él le arruinó la vida por completo vetándole la posibilidad de trabajar en Tokio, le ganó el odio de toda la ciudad y la dejó en la pobreza.

Ambos se detestaban y estaban seguros de que eso no iba a cambiar, pero ambos adoraban a esa niña. Aparte de ser tan dulce y adorable, había algo en ella que los hacía querer protegerla y consentirla.

Era un sentimiento confuso, pero fue suficiente para que decidieran dejar sus propios sentimientos de lado y, con una intensa mirada, acordaron una breve tregua.

—Por supuesto. —Kohaku fue la primera en hablar—. Por supuesto que iré contigo.

—Puedes contar con mi presencia. —Senku no estaba convencido de esto, pero ¿cómo decirle que no?

Shizuku sonrió enormemente, superada por la emoción. ¡Realmente el plan había funcionado!

—¡Oh, gracias! —Incapaz de contenerse, se dio la vuelta con un rápido movimiento y los abrazó a ambos—. ¡Gracias, gracias, gracias! —Rodeó con sus brazos a ambos lo mejor que pudo, inconsciente de lo cerca que esa acción había dejado a ambos.

Senku y Kohaku acabaron con los hombros chocando y sus mejillas tocándose, y ambos se miraron con absoluto horror.

Para ellos, sobrevivir a "Shichimi Shizuka" sería lo más difícil que podrían enfrentar.

Por otro lado, Tsukiku se había metido al cuarto de baño para espiar toda la conversación a través del celular de Shizuku, pero al hacerlo cometió el grave error de dejar a sus invitados solos.

Ukyo pudo escuchar el levísimo sonido de la conversación de Senku y Kohaku con "Shizuka" a través de los auriculares de "Yukiko" y se quedó con la boca abierta, sin saber qué tramaba esa mujer.

Aprovechando que Tsukiku estaba en el baño y el moralista de Ukyo estaba distraído, Gen se escabulló por los pasillos hasta que llegó al cuarto que compartían las hermanas. Dentro, Gen miró por todas partes, buscando algo sospechoso, y dos bolsos grandes llamaron su atención, por lo que comenzó a revisarlos con cautela. Allí, Gen encontró varios aparatos extraños, pero en uno de los bolsos encontró el marco de una fotografía que le quitó todo el aire de los pulmones.

Antes de partir y encontrarse con el señor del tiempo, Tsukiku le había enseñado a Shizuku una foto en la que estaba ella de joven con sus padres abrazados, y su madre embarazada, y Shizuku, cuando decidió acompañar a su hermana, había guardado la foto en el bolsillo de su falda, y antes de dormir el primer día de llegar a esa realidad decidió cambiarla de lugar y guardarla en su bolso, por lo que ahora esa fotografía acabó en manos de Gen.

Gen casi deja caer el marco por la sorpresa, pero logró controlarse, sacó una foto de la fotografía con su celular y rápidamente volvió con los demás invitados, dejando todo en su sitio para que no se dieran cuenta de que había estado husmeando.

Ya había averiguado suficiente.

Continuará...

Holaaaa :D

Capítulo extra largo porque ayer fue el cumpleaños de Shizuku bebecita y decidí celebrarlo en este fic xD

Ojala les haya gustado QwQ Apreciaría mucho un review si así fue :'3

Los siguientes caps probablemente no sean tan largos :P A menos que les guste así de largo? Ustedes diganme uwu

No olviden que los amo con todo el kokoro!

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!