Capítulo 2

Aprendiendo a Vivir

Rin despertó, podía ver la claridad entrar por la ventana, se sentó unos minutos en la cama y se tapó el rostro con ganas de llorar. Tomó aire a toda la capacidad de sus pulmones.

-"Dame fuerzas para sobrevivir este día".

Se levantó y luego de tomar un baño, fue a la habitación de Abril. Se sentó en su cama y la besó en la frente.

-Buenos días, mi amor…

-Mama…

La rutina era casi la misma. Al principio había sido una verdadera pesadilla, Rin preparaba comida para 3, lloraba en cada esquina. Pero ahora, casi 3 años después de la muerte de su esposo, la situación era diferente. Aceptar su muerte y aprender a vivir con su ceguera había sido lo más difícil de toda su vida. Pero ahora finalmente, y con el amor de su familia, contaba con las fuerzas suficientes para volver a vivir.

-Kury!

Un perro golden retriever entró en la habitación y le dio la pata a Rin.

-Hola, precioso. Cómo estás? Dormiste bien?

El perro dio un ladrido débil, contestando la pregunta de Rin.

-Me alegra. Trae el arnés, para que me ayudes a bajar las escaleras.

Rin escuchó a Abril reír. El perro la saludaba lamiéndole las manos.

-Obedece a mamá, ve por el arnés.

El perro salió de la habitación y buscó el arnés. Al volver, Rin lo acarició y le puso el aparato.

-Sé que pesa mucho… dentro de un rato te lo quito y podrás salir al patio.

Una vez que Rin le puso el arnés, Abril se levantó y se fue al baño. Rin preparó el desayuno, luego de ponerlo en la mesa, buscó la comida de Kury. Y le sirvió su comida y agua fresca. Se acercó a la mesa, pero el perro ladró con fuerza.

-Es cierto, olvidé lavarme las manos. Gracias Kury.

Rin lo acarició una última vez antes de lavarse las manos y sentarse a la mesa. En ese momento Abril bajó las escaleras. Apenas terminaban de desayunar cuando Kagome llegó. Abril la saludó con un beso en la mejilla.

-Hola, tía.

-Hola, cómo estás?

-Bien… mamá esta en la cocina.

-Gracias.

Kagome entró en la cocina y saludó a Kury, que continuaba comiendo.

-Hola, Kagome…

-Buenos días, hermanita!

-Estás muy contenta… me contarás?

-Ya no seré sólo la tía…

-No te entiendo…

-Voy a ser mamá!

-Felicidades!

Rin la abrazó con fuerza y se sentaron a la mesa sonriendo.

-Me hice una prueba esta mañana, ya te imaginarás. Inuyasha dejó caer su lap top cuando se lo dije.

-Me alegra mucho! Voy a ser tía!

-No creí que lo lograría al primer intento… pero ya ves… lo siento…

-No te preocupes. A veces veo que la realidad es otra.

Rin le sonrió despreocupada. Kury puso su cabeza en el regazo de Rin.

-Primero tengo que bajar la ropa para lavar, luego te quitaré el arnés.

-Inuyasha no quiere que haga nada… dijo que buscará una ayuda… pero no puedo confiar mi negocio así por así… pero hoy lo complaceré y no trabajaré.

-Y qué harás?

-Después de llevar a Abril al colegio… tú y yo nos iremos de compras.

Kury ladró.

-Está bien, tú, Kury y yo, nos iremos de compras.

Abril bajó las escaleras con un canasto de ropa.

-Aquí está la ropa para lavar, mamá.

-Todo eso es tuyo?

-No, bajé la tuya también.

-Gracias, amor. Ven aquí.

Rin la besó en la mejilla.

-Quieres comer lasagna?

-Sí! Me gusta!

-Bien, eso haré hoy. Necesitas dinero?

-No. Tengo de mi mesada.

Kagome rió.

-La mesada no es para gastarla en el colegio. Trae mi cartera.

Abril volvió a subir las escaleras.

-Le viste la talla?

-Sí. Está creciendo rapidísimo.

-Lo sé. Tengo que comprarle ropa. Le compraré algo hoy. Y lo demás la llevaré en el fin de semana.

-Está preciosa. Se está pareciendo mucho a ti.

-Aunque no lo creas, se parece más a Alan…

Kagome sabía que era cierto, pero no le hablaba mucho de él, para evitar herirla.

-Rin, estás bien?

-Sí…

Kagome vio sus manos, aún llevaba los anillos de compromiso y matrimonio.

-Rin…

Rin supo a qué se refería. Incluso su madre le había aconsejado quitarse los anillos.

-Cada noche me duermo tratando de sacarlos… pero siento como si me fuera a quitar el dedo… todavía no puedo… es poco tiempo…

-No lo es. Rin eres joven y hermosa…

-Eso no importa, Kagome… y espero que nunca te veas en mi situación, así que sé bien que no me comprenderás.

Minutos más tarde, Rin se despidió de abril y Kagome la llevó al colegio. Rin aprovechó y luego de quitarle el arnés a Kury se puso a lavar la ropa. Kury estaba acostado a su lado.

-Somos un buen equipo, verdad, Kury?

El perro ladró una vez.

-Estamos haciendo un buen trabajo con Abril… sabes algo? Si Alan estuviera aquí, te querría mucho. A él le encantaban los animales… pero no teníamos tiempo para cuidar de uno…

Kury se acercó a ella y puso su cabeza en su regazo.

-A veces lo extraño tanto… siento que se aparecerá tras una puerta y que todo será como antes…

Rin dejó escapar unas lágrimas. El perro gimió.

-Estoy bien, precioso… pero es que lo amo tanto… lo amaba… Alan era el amor de mi vida…

Kury ladró una vez. Rin sonrió acariciando su cabeza.

-Tú también te has robado un pedacito de mi corazón… Eres mi mejor amigo…

……………………

Kagome estaba en un embotellamiento camino al colegio de Abril.

-Tía… verdad que mamá se veía triste hoy?

-Un poquito… de seguro que despertó recordando a tu papá.

-Pero si papi dijo que a los que se van al cielo se les recuerda con una sonrisa…

-Eso es verdad. Pero es que tu mamá a veces no puede. Pero para eso estamos tú y yo. Para hacerla sonreír cuando ella no pueda. Ah! Verdad! No estabas cuando se lo dije a Rin! Abril, voy a tener un bebé!

-De verdad! Cuándo!

-Pues la verdad es que no estoy segura para cuándo… pero creo que para mayo, más o menos…

-Pero eso está muy lejos! Yo creí que era para navidad!

Kagome rió.

-Sabes que lo bebés tardan nueve meses para nacer, verdad?

-Sí.

-Bueno, yo apenas comienzo a esperar… y me falta mucho para los 9 meses. Pero ya verás que pasan volando.

-No… eso es mucho tiempo…

Kagome sonrió.

-Un secreto entre nosotras. Yo quiero que sea una bebita.

-Y tío?

-Quiere que sea varón.

-Entonces uno de ustedes no lo va a querer?

-Claro que sí! Pero es más emocionante cuando es así.

-Tía… yo quiero comprarle un regalo a mami…

-Sí? Qué cosa?

Abril sacó de entre sus libros una hoja de revista que anunciaba una cadena con un relicario en forma de corazón.

-Vaya! Es precioso!

Kagome sonrió al ver que era de la joyería de su cuñado.

-Cuando tenga todo el dinero, quiero comprarlo… pero tengo miedo a que se acaben antes de que lo tenga.

Kagome vio a su sobrina sorprendida. Con 6 años y sabía con tanta claridad cómo se movía el mundo.

-Entonces haremos algo. Yo te llevaré y me darás lo que tienes hasta ahora y yo lo completaré y ya tienes el regalo.

-Y lo que falta?

-Yo lo pondré de mi dinero.

-No… la tienda no me lo dará.

Kagome sonrió. No lo comprendía todo, pero era bastante para su edad.

-La tienda tendrá todo su dinero. Porque yo juntaré tu parte y lo que te falta lo pondré de mi dinero. Entiendes?

-Y tu dinero?

-No te preocupes, será un regalo de mi parte para ti.

……………………………

Al volver a la casa. Kagome descubrió a Rin llorando. Se acercó a ella y se sentó a su lado.

-Qué pasa?

-Lo extraño tanto!

Kagome la abrazó y esperó a que se calmara. Rin tenía una camisa en sus manos.

-Y esa camisa?

-Es de Alan… estaba entre la ropa para lavar…

-Cómo llegó ahí?

-No lo sé… era su camisa favorita…

-Rin… pienso que deberías regalar toda esa ropa.

-No…

-Rin, no quiero herirte, pero tienes que enfrentar la realidad. Alan murió. No va a volver. Y tú te estás dejando morir día a día.

-Es lo que quiero!

-Y qué va a pasar con Abril? Con tu hija? No te digo que comiences a salir con otros. Pero en lo demás, trata de reconstruir tu vida. Eso es lo que Alan querría. O no?

Kagome tomó un poco de aire.

-Hay algo… que nadie nunca te dijo…

-Qué cosa?

-Alan murió protegiéndote…

-Qué?

-Se quitó el cinturón y te protegió con su cuerpo… yo pude hablar con él antes de que muriera… pero todos me dijeron que era mejor que no lo supieras…

Rin escuchaba atónita e incrédula.

-Qué te dijo?

-Me preguntó cómo estabas… se alegró de saber que estarías bien… me pidió que te cuidara y a Abril… que te amaba y que sabía que tú lo amabas… también sabía que moriría y tenía miedo de que no lo superaras. Él quería que fueras feliz…

-Alan…

Rin realmente conocía los deseos de Alan, pero no quería seguir adelante y se aferraba a su recuerdo. Kagome le recordó que Abril necesitaba seguir adelante como ellas cuando su papá murió.

………………………

Kagome despierta con Inuyasha abrazándola de manera posesiva. Pone una de sus manos sobre las de él y él la aprieta más.

-Es muy temprano.

-Tengo cosas que hacer.

-Cómo qué?

-Llevaré a Abril a la joyería de tu hermano.

-Hmpf!

-La verdad es que no los comprendo.

-Es un pesado. Y por mí, que se vaya a freír espárragos.

Kagome rió y besó a su esposo en la mejilla, luego se incorporó mientras se cubría el pecho desnudo con las sábanas. Inuyasha la abrazaba ahora por la cintura.

-Amor… vamos, suéltame… Además la llevaré porque quiere comprarle un regalo a Rin.

-Abril no tiene 6 años?

-Eso es lo que me conmueve. Ahorró todas sus mesadas para hacerle el regalo.

Inuyasha sonrió.

-Es una niña sin igual. Y cuánto tiene?

-Cerca de 2,000 yenes.

-Qué!

-Ya fui a la tienda y lo que quiere cuesta 202,000 yenes. Así que le completaré el dinero.

Inuyasha besó a su esposa en la mejilla y volvió a abrazarla.

-Por cosas así, me enamoré de ti… por cierto, papá me preguntó por Rin. Dice que hace mucho que no la ve. Es más, llévalas hoy a la comida.

-Y crees que Izayoi no se oponga?

-Claro que no, mi amor. Si la adoran tanto como a ti!

……………………………

Kagome y Abril entraron en la joyería mientras Rin estaba en el salón de belleza y Kury en la veterinaria.

-Estás segura que la tienen aquí?

-Sí. Ésta es la tienda principal. No ves que es la más grande de todas?

-Sí…

En ese justo momento un hombre elegantemente vestido salió de una oficina que a la distancia se podía apreciar su majestuosidad. Hizo su larga melena platinada a un lado y cerró la puerta de la oficina.

-Lo siento, ya estamos… Kagome…

-Hola, Sesshoumaru. Me podrías atender antes de cerrar? Por favor?

-Sí, claro. Qué necesitas? Y esta bella damita, quién es?

-Abril, es la hija de Rin.

-Rin?

-Mi hermana. No la conoces. Abril es mi sobrinita.

Sesshoumaru le extendió la mano a Abril.

-Mucho gusto, princesa.

-Hola…

-Abril, él es hermano de Inuyasha.

-De verdad eres mi tío!

-Eso parece.

-Y eres divertido?

Sesshoumaru rió.

-Eso lo veremos.

Kagome estaba sorprendida por la rapidez con la que Sesshoumaru congenió con Abril. Pasó de ser un pesado, a ser su completo opuesto, capaz de mantener una conversación con un niño.

-Lamento interrumpirlos, pero…

-Ah! Sí!

Abril sacó de su bolsillo la fotografía del relicario. Sesshoumaru lo reconoció enseguida.

-Qué pasa con esto?

-Lo quiero para mi mami.

Sesshoumaru levantó una ceja interesándose en el caso.

-Y tu mami sabe que le vas a regalar esto?

-No, es una sorpresa.

-Ya veo… Bien, vienes conmigo? Tienes que verla para ver si te gusta.

-Quiero esa.

-Lo sé. Pero aquí se ve mucho más grande. Esto es sólo para publicidad.

Abril vio a su tía algo confusa.

-Ve con él.

Abril lo siguió. Sesshoumaru abrió su oficina nuevamente y las invitó a tomar asiento. Abrió la caja fuerte y sacó una caja de madera donde había varios relicarios.

-Mira tía, es el mismo!

El relicario en forma de corazón, tenía un diseño en relieve que brindaba una suave sensación al tacto.

-Y no te gustan los demás?

-No… ella no los sentirá. Pero ese sí!

-Entonces estás segura.

-Sí!

-Bien.

Sesshoumaru sacó el relicario y lo envolvió en un paño de seda para luego acomodarlo en una cajita de terciopelo. Volvió a guardar los demás.

-Ahora lo más importante… cómo se lo darás?

-A veces se duerme con Kury en el jardín. Y no siente nada de lo que le hago, tengo que gritarle para despertarla. Cuando esté durmiendo, se lo pongo, para lo sienta cuando se despierte.

Sesshoumaru no pudo evitar reír por el ingenio de la niña.

-Y quién es Kury?

-El perro de mami.

-Ah! Te diré un secreto… antes de ponérselo, lo sacas de la cajita y te lo guardas en el bolsillo. Para que se caliente. Así cuando se lo pongas, no despertará por sentirlo frío.

Sesshoumaru tomó el relicario y se lo puso en la mano.

-Lo sientes frío, verdad?

-Sí!

-Entonces lo haces como te dije, sí?

-Sí!

Sesshoumaru sonrió.

-Y cuánto cuesta?

-Cuánto dinero tienes?

-Tía... lo que me guardaste…

-Sí… ella tiene… 2,000…

-Vaya! Es mucho dinero para una niña! Cuántos años tienes, princesa?

-6.

-Prefieres cheque o tarjeta?

-Tarjeta sería mejor.

Kagome le pasó una tarjeta dorada. Sesshoumaru no reconoció el número de cuenta.

-Es de una cuenta nueva?

-No, es de mi cuenta privada… no me gusta usar la cuenta de Inuyasha.

Sesshoumaru pasó la tarjeta y mientras esperaba el voucher, se fijó en el vientre de Kagome, que comenzaba a crecer.

-Por cierto, felicidades. Estaba en Egipto cuando papá me llamó.

-Gracias…

Cuando Kagome vio el voucher se sorprendió al ver la cantidad.

-Sesshoumaru, aquí hay mucho menos de lo que realmente cuesta.

-Es un descuento. Por ser mi cuñada… pero hay una condición. Tienes que venir después de dárselo y decirme si le gustó. Sí?

-Sí!

-Hoy vamos a comer donde Inutaisho… vas a ir?

-No. A las 4 salgo a Italia, vengo en dos semanas.

-Y las tiendas?

-Jaken.

-Cierto.

Luego de despedirse, Kagome y Abril se marcharon. Fueron a la veterinaria por Kury y luego al salón de belleza por Rin, quien ya estaba lista y las esperaba.

-Creí que me habían olvidado.

-Cómo serás!

Rieron y salieron de la peluquería.

-Mami, te ves muy linda así.

-Gracias, mi amor. Kury, qué quieres?

Kury halaba hacia una tienda para mascotas. Ladraba y apuntaba con la cabeza.

-Parece que quiere ir a esa tienda.

-Inu no Tomodachi?

-Sí.

Rin rió.

-Eres un pillo, Kury. Vamos.

Entraron en la tienda.

-El nombre me suena familiar…

-Yo diseñé esta tienda. El interior. La dueña es mi amiga, su esposo trabaja con Inuyasha.

Una mujer joven, mostrando un avanzado estado de gestación, apareció detrás de una cortina con una enorme bandeja de galletas recién horneadas.

-Yo conozco esa voz…

-Hola Sango!

-Rin! Ay, Kami! Déjame acomodar esta bandeja…

Luego de hacerlo, Sango cruzó desde detrás del mostrador para abrazar a Rin.

-Te ves genial!

-Gracias! Qué grande esta! Demasiado para 4 meses…

-Son dos!

-No! Felicidades!

Volvieron a abrazarse. Sango saludó a Abril con un beso.

-Hola, linda!

-Hola tía.

-Sango, ella es mi hermana, Kagome…

-Lo sospeché, son idénticas! Mucho gusto, Sango Shouhi…

-Vaya! Pero si eres la esposa de Miroku!

-Sí, lo conoces?

-Inuyasha es mi esposo.

Sango sonrió.

-Siempre están planeando algo para que nos conozcamos. Felicidades, Miroku me dijo la buena nueva.

-Gracias, igual a ti.

-Tía, no tienes galletas de gente?

-Hoy no… las que hice hoy, ya se acabaron. Pero para el precioso de Kury, tengo sus favoritas.

El perro ladró moviendo la cola. Sango rió y le acarició la cabeza.

-Dame lo de siempre.

-Tengo unas nuevas. De tocineta. Las quieres probar?

-Yo no, que las pruebe Kury.

Rieron. Sango las invitó a tomar asiento mientras las galletas se enfriaban lo suficiente para sacarlas de la bandeja. Les sirvió café y té a Abril.

-Esta idea es genial.

-Verdad que sí? Es de Rin.

-Qué?

-Rin fue quien me dio la idea de hacer una repostería para mascotas y café para los dueños.

Rin sonrió mientras acariciaba la cabeza de Kury.

-Pero ya sabes cómo es ésta de terca, no acepta los créditos de nada.

Más tarde, estaban en la casa de Inutaisho, quien al ver a Rin, prácticamente la cargó en un abrazo. Se pasó toda la tarde hablando de su hijo mayor, Sesshoumaru. Izayoi ya sabía de sus intenciones. Una vez que todos los invitado se marcharon y quedaron ellos sólos, lo interrogó.

-Inutaisho, cariño, no estarás pensando en juntar a Rin y Sesshoumaru?

-Qué inteligente eres! Por eso te adoro!

-Inutaisho…

-Porqué no? Rin es joven, inteligente y hermosa. Y Sesshoumaru es mi hijo…

-Pero Rin no está interesada ni en Sesshoumaru, ni en ningún otro hombre. Sesshoumaru no quiere relaciones serias y… amor, el hecho de que Rin tenga una hija implica una relación seria.

Inutaisho mostró una mirada desalentada.

-Si lo pones de esa manera… pero yo tampoco buscaba nada serio cuando te conocí, y de eso han pasado muchos años, de los que no me arrepiento ni de un solo día. Acaso tú sí?

-Para nada.

Inutaisho sonrió mientras caminaban a su habitación.

-Mira. Sé lo que hago. Sé bien por lo que está pasando Rin… ella piensa que el mundo se acabó para ella. Que no puede ser capaz de volver a amar… que se dedicará a criar a Abril y morirá feliz…

-Inutaisho…

-Yo me sentía así… hasta que te conocí. Créeme, Rin y Sesshoumaru son el uno para el otro.

-Pero es que Rin es tan alegre, sonriente… en cambio Sesshoumaru es tan seco…

-Precisamente! Polos opuestos se atraen!

………………………

Rin ayudaba a Abril a vestirse luego de darse un baño.

-Mama…

-Dime mi amor.

-Ya no te vas a operar?

-No, mi amor, ya no.

-Porqué?

-Porque ya no vale la pena…

La iba a llevar a su cama, pero Abril se aferró a ella.

-Puedo quedarme contigo?

-Sí.

Una vez acomodadas en la cama de Rin, Abril se acomodó en su pecho.

-Mami… yo quiero que tú vuelvas a ver…

-Mi amor… sé que es difícil acostumbrarse… pero no se puede…

Abril la abrazó con fuerza.

-Mami… ya no quiero vivir aquí…

-Porqué no?

-Porque todo me recuerda a papi… y me pongo triste…

Rin pensó en las palabras de su hija y la besó en la cabeza.

-No podemos mudarnos… ahora no… pero sí cambiaremos cosas en la casa.

-Mama… cómo conociste a mi papá?

Rin sonrió.

-Estábamos juntos en el colegio… en el último año nos hicimos novios…

-Novios?

-Como tu tía e Inuyasha antes de casarse… después… cuando estaba terminando la universidad, nos casamos…

-Y cuándo nací yo?

-Tú naciste un año justo después de que nos casamos… eras grande y toda rosadita y cachetona…

-Tú me querías?

-Claro que sí mi amor! Desde que supe que estabas creciendo dentro de mí! Pero cuando naciste… y me viste con tus ojitos azules… me derretí… tu papi estaba muy feliz porque tenía una bebita hermosa y saludable…

-Papi me quería?

-Te amaba con toda su alma… y estoy segura que desde el cielo, lo hace… mi amor… recuerdas a tu papá?

-Recuerdo que gané una carrera… y que él me cargó y me dio muchos besos… mami… está mal que no lo recuerdo?

-No, mi amor… tú eras una bebita… me sorprende que recuerdes esas cosas…

-También recuerdo que me daba un beso de buenas noches… y que me daba la mitad de su dulce…

Abril comenzó a llorar.

-Ya no quiero recordarlo…

Rin la abrazó con fuerza.

-Está bien, mi amor… a veces duele mucho aceptar que perdimos a alguien que quisimos tanto…

-Yo te quiero mucho, mami…

-Yo también te quiero, mi amor…

………………

Rin dormía plácidamente recostada de un árbol en el jardín trasero. Kury descansaba a su lado. Abril se acercó sonriendo y con extremo cuidado a Rin. Kury levantó la cabeza y Abril le hizo señas para que no se moviera. Sacó la cadena de su bolsillo y se la puso. Luego tomó su rostro entre sus manos y la besó en la frente. Rin despertó sonriendo y la abrazó.

-Hola, mi amor…

-Descansaste mucho?

-Sí… lo necesitaba… qué es esto?

Rin se tocó el cuello y se sintió la cadena. Al tocar el dije sintió los elaborados detalles y la fina terminación que tenía.

-Te gusta?

-Mi amor… de dónde lo sacaste?

-Lo compré… es un regalo… para ti… no te gusta?

-Es hermoso… me encanta…

Abril la vio sonriendo.

-De verdad?

-Sí. Gracias… te amo, hija…

Rin la abrazó con fuerza y la llenó de besos mientras le repetía que la amaba.

-Mama…

-Dime, mi amor…

-De verdad te gusta?

-Claro que me gusta, es más… De hoy en adelante lo llevaré puesto y mostrándolo orgullosa. Porque es un regalo de mi hija…

Abril sonrió y se refugió en el pecho de su madre. Rin la abrazó sonriendo sabiendo que detrás de todo aquello estaba su hermana.

-Gracias, mi amor… sabes? Me hacía falta algo bonito que ponerme… y tú me has regalado algo hermoso…

-Pero mama, tú eres bonita.

Rin se permitió reírse.

-Tú crees?

-Claro que sí mama! Si cuando salimos siempre se quedan viéndote!

……………………

Kagome descansaba sobre el pecho de su esposo con la respiración agitada mientras él, en las mismas condiciones, le llena la cabeza de besitos. Ambos estaban acostados en el piso. Inuyasha levantó la cabeza y vio otro producto de su pasión. La cocina parecía una zona de batalla. Besó a su esposa y la tomó en brazos para llevarla a la habitación. Una vez que la dejó sobre la cama ella no lo soltó del cuello.

-Amor…

-Quiero volver a ser tuya…

Inuyasha sonrió mientras se acomodaba a su lado. Con más calma, acarició y apreció su cuerpo cambiante. Besó sus senos con suavidad sabiendo que ahora estaban un tanto sensibles.

-La próxima vez, te vas conmigo…

-Sabes que no puedo irme por tanto tiempo.

-Te extrañé tanto, amor…

-Y yo a ti…

No era para menos, la primera vez que se separaban desde que se casaron y había sido por semanas. Inuyasha la besó mientras acariciaba su cuerpo y sentía la piel bajo sus manos responder a sus caricias. Se detuvo en su vientre y lo besó con inmensa ternura.

-También te extrañé, pequeñín…

Kagome rió y tomó su rostro entre sus manos. Desde la perspectiva de Inuyasha aquella pose era más maternal que otra cosa. Sonrió y volvió a sus labios.

-Vas a ser la mejor mamá de todo le mundo.

-Porque me va a ayudar el mejor papá de todo el mundo.

Rieron. Kagome se entregó a los besos de su esposo nuevamente mientras sus gemidos morían en su garganta, así como los de él en la suya.

………………………

REVIEWS ONEGAI!

Gracias a Ceci, Lou, Eli, Esme, Elen, Kagi35, Angie, Saya, Miara Makisan, Claudia, FENIXGIRL, HawkAngelXD…

Muchas gracias por apoyarme con mi nuevo fic, espero que les guste.

Besitos

Mizuho