Capítulo 4
Mírame
Rin y Abril fueron recibidas con besos y abrazos en la casa de los Kazami. Inutaisho insistía en cargar a Abril.
-Ah! Éstos viejos huesos ya no dan para más! Cómo te has portado, mi nietecita de mentiras?
Abril sonrió y luego bajó la cabeza.
-Abril es mi angelito, nunca se porta tan mal…
-Pero mamá…
-Eso no importa, mi amor…
-Puedo ir con tía?
-Claro que sí.
Abril se apartó, dejando a Rin con Inutaisho e Izayoi.
-Cada día está más grande…
-Es cierto…
-Rin, qué pasó con Abril?
-Inutaisho!
-Se peleó en el colegio por defenderme… creo que al final quién actuó mal fui yo… hice un gran alboroto y la castigué como no debía…
-Como?
-Le prohibí entrar en mi habitación para que viera televisión, pero olvidé que estoy allí mucho tiempo. Ella creyó que se trataba de que no quisiera estar con ella…
-Y tú que lloraba por la televisión… eso pasa…
-Iré a ver cómo van las cosas en la cocina…
Izayoi se alejó e Inutaisho, poniendo una mano en el hombro de Rin, se le acercó.
-Preciosa, el muchacho éste…
-Ah! Sí! Conocí a su hijo… Sesshoumaru…
-Sí?
-Sí, chocamos frente a la joyería…
-Y qué te parece?
Rin se rió.
-Muy caballeroso, como su papá… muy amable… y resulta que es amigo de Abril.
-Amigo de Abril?
-Sí, cuando compró la cadena…
-Ah, Sí!
Rin sonrió. Faltaba poco para la hora de la comida cuando un invitado inesperado se hizo presente. Abril, al verlo, corrió hacia él sin pensarlo. Él la recibió con los brazos abiertos.
-Sesshoumaru!
-Hola, princesa!
-Cómo sabías que estaba aquí?
-Ah! Es que yo lo sé todo! Y como no me has ido a visitar, decidí buscarte…
-Ven, ven! Quiero que conozcas a mi mamá!
-Si, vamos a ver…
Abril lo halaba de la mano, guiándolo hacia donde Rin se encontraba. Una vez que estuvieron de frente, Rin se puso de pie.
-Mami, él es mi amigo, Sesshoumaru…
-Ah!
-Abril, pero si me mentiste…
-Yo?
-Sí, me dijiste que tu mami era linda… pero no que era hermosa como un ángel.
Abril sonrió.
-Verdad que es linda? Ella no me cree.
-Preciosa…
-Ves mami, te lo dije! Kury!
El golden retriever corrió hasta ellos y se sentó al lado de Rin.
-Él es Kury, saluda.
El perro levanto una pata y Sesshoumaru, siguiéndole el juego a la niña, la tomó. Inuyasha y Kagome se acercaron.
-Parece que ya conoces a la familia…
-Encantado… Kagome, te sientes mejor?
-Ya estoy bien, gracias.
Inutaisho se asomó por la puerta y avisó que la comida estaba lista, Abril se adelantó para sentarse junto a su "abuelo de mentiras". Inuyasha y Kagome emprendieron camino.
-Me permites?
-Con gusto…
Rin se prendió del brazo de Sesshoumaru y permitió que la guiara a la casa.
-Me atreveré a decir que tienes unos ojos hermosos… es difícil negar que he dejado de pensar en ellos…
Rin sintió algo que sólo pudo catalogar como mariposas en el estómago.
-Gracias… tú también tienes unos ojos preciosos… no recuerdo cuándo fue la última vez que vi algo parecido, si alguna vez lo vi…
-Mi padre e Inuyasha…
-Tal vez el mismo color, pero no en la misma intensidad…
Rin iba a agregar algo más, pero pensó que decir que los de Inuyasha e Inutaisho poseían un brillo terrenal, mientras que los de él eran celestial, le pareció mucho para ser la segunda vez que hablaba con él. Llegaron a la mesa y agradeció a los cielos que le tocaría sentarse a su lado.
Durante el almuerzo, no pudo evitar las miradas que le lanzaba, estudiando todo su ser, se descubrió ensimismado en sus labios y se preguntó como sería besarlos. Rin sentía el peso de aquella mirada ambarina sobre ella. Pero no quería ponerlo en evidencia. De cierta forma e inconscientemente le estaba coqueteando. Hasta que recordó a Alan y su semblante cambió, olvidándose de Sesshoumaru, rió con el chiste de Inutaisho, pero Sesshoumaru notó que ya no estaba esa alegría que lo cautivaba. Recordó que se puso así cuando recordó a su esposo en aquel restaurante.
-(Será que aún lo ama? Cuánto tiempo habrá pasado? Será prudente?)
Sesshoumaru se decidió a ganarse su confianza como amigo y ya luego vería cómo acercarse a ella. Tenía una carta a su favor, era la cuñada de su hermano, y su padre la adoraba. Al tomar en cuenta aquello, sudó frío. Si Inutaisho la quería tanto, debía pisar fino, de lo contrario, Inutaisho le pasaría cuentas.
Después de haber almorzado, volvieron al amplio jardín, donde Inutaisho e Izayoi se acomodaron a la sombra de uno de los frondosos árboles. Inuyasha y Kagome hicieron lo mismo y Rin también, estaban lo suficientemente cerca como para no tener que gritar y el otro escuchara, Sesshoumaru contempló la escena recordando que aquello era tradición familiar. Y notó que Rin estaba en su árbol.
-Ven con nosotras!
Abril lo haló de la mano y lo llevó hasta Rin. Sesshoumaru se sentó a su lado sin saber bien cómo comportarse. Comenzaron hablando del clima y terminaron riendo a carcajadas. Las otras dos parejas jamás creyeron que ellos serían capaces de llevarse tan bien.
Una vez que todos se habían marchado, Inutaisho le dijo a Sesshoumaru que tenía que hablar con él, fueron a la biblioteca.
-Pasa algo papá?
-Qué te parece Rin?
-Es especial…
-Sí lo es… es la mujer de la que te he estado hablando…
-Llegué a pensarlo… pero ella es mucho más…
-Pero te advierto desde ahora. Si vas a jugar con ella, ni te atrevas a mirarla…
Sesshoumaru se sorprendió con la sinceridad de su padre.
-Papá…
-Es como la hija que nunca tuve. Rin es una mujer maravillosa, no una de tus aventuras de dos semanas, de acuerdo?
-No te comprendo, tú me hablaste de ella sin parar y ahora quieres que me aleje?
-Yo te hablé de ella sin recordar que eres un mujeriego.
-Lo mejor será que me vaya.
Mientras cerraba la puerta de la biblioteca tras su paso, Sesshoumaru se decidió a probarle a su padre que no era aquel mujeriego de primera como él lo había catalogado.
……………………
Los días pasaron y los encuentros entre Rin y Sesshoumaru se hicieron más frecuentes. Luego de cada encuentro, Sesshoumaru se aseguraba a sí mismo que lo que sentía por Rin era más que un capricho de dos semanas. Pero así como eran capaces de pasar horas hablando, se incrementaba aquel deseo por besarla, por sentir su piel bajo sus dedos.
Rin se pasaba incontables noches debatiéndose entre este nuevo sentimiento y algo que parecía ser culpa, como si le estuviera siendo infiel al recuerdo de Alan, aquello la carcomía y le robaba la paz en sus sueños.
Kagome estaba extremadamente ocupada en la jardinería y Rin no encontró a quién más llamar para que fuera por Abril al colegio y recurrió a Sesshoumaru. Una vez en la casa, Rin lo invitó a pasar y a comer con ellas. Después de almorzar, Abril se fue a dar un baño, Rin y Sesshoumaru conversaban en la terraza.
-No sé cómo pagarte este favor…
-Invítame a comer mañana…
-Hecho.
Ambos rieron. Abril bajó con su boletín de calificaciones.
-Mama, mis notas…
-Cuando tu tía pase por la tarde, mi amor…
-Se las puedo mostrar a Sesshoumaru?
-Claro que sí.
Sesshoumaru la vio maravillado. Luego de felicitarla, Abril dijo que tenía sueño y se fue a su habitación.
-Porqué no las viste?
Rin sonrió.
-Hasta que conozco a alguien más ciego que yo!
-Cómo?
-Yo no puedo ver, Sesshoumaru…
-Si esto es una broma, es de muy mal gusto…
-No es una broma. Kury es un lazarillo. Yo apenas puedo ver siluetas, lo suficiente para caminar por lugares bien iluminados y algunos colores.
-Porqué no me dijiste nada? Yo… pero todo este tiempo…
-Creí que lo sabías. Hasta hace poco.
-Naciste así?
-No… es una secuela del accidente…
-Debiste decírmelo…
-Acaso esto afecta tus intenciones?
Sesshoumaru se crispó al verse descubierto.
-Mis intenciones?
-Ahora te molestas? Acaso crees que no me daría cuenta? Ese flirteo constante, las miradas intensas…
-Cómo puedes saber todo eso? Si no lo ves…
-Sólo mis ojos, Sesshoumaru, sólo mis ojos…
-Y bien, ahora que conoces mis intenciones, qué harás? La pelota está en tu cancha…
-No lo creo. Ahora que lo sabes, qué harás tú? No es algo que me puedas contestar hoy.
En ese momento sonó el celular de Sesshoumaru.
-Rayos! Es de la joyería… Preciosa… continuaremos con esto después, sí?
-Yo no soy algo que se deja para después…
-Lo sé… pero de verdad tengo que irme… te prometo que lo compensaré…
Sesshoumaru se inclinó sobre ella y la besó en la mejilla antes de irse. Rin se quedó sorprendida ante tal acción.
……………………
Kagome y Rin fueron por Abril a la casa de los padres de Alan.
-Tengo que hablar algo con el señor Strom…
-Ve tranquila, yo aquí te espero…
El viejo la saludó como siempre, un caluroso abrazo. La madre de Alan, apenas le prestó atención, mientras Abril recogía sus cosas, salieron a la galería.
-Hay algo que me preocupa… Albert…
-Estás enamorada…
Rin se sonrojó.
-Kami, tanto se nota?
-Eres transparente frente a mí… qué es lo que te tortura? Sé que amaste a Alan. Pero no es justo que te quedes sola, atada a un recuerdo…
-Kami, a veces siento como si le estuviera siendo infiel…
-Rin… Alan se fue… y si este hombre es tan maravilloso, no lo pierdas por anclarte a un recuerdo…
Rin sonrió mientras los ojos le brillaban por las lágrimas.
-Es que no me acostumbro, nunca pensé en la posibilidad de quedarme sola…
-Qué tal es con Abril?
-Es un amor… la mima y la atiende en todo…
-Y contigo?
-Es muy atento…
-Y…
-No puedo creer que le diré esto… pero ni siquiera me atrevo a besarlo…
Albert rió a carcajadas.
-Rin… sabes bien que desde el primer día que Alan te trajo a casa, te quise como a una hija… y te sigo queriendo así… es por eso que si éste hombre es capaz de hacerte sonreír otra vez… escucha mi consejo, y no lo dejes ir…
Rin lo abrazó emocionada. El poder hablar con él de esto al menos le liberaba de aquel sentimiento de culpa.
-Por cierto, hace varios meses que Abril no deja de hablar de este maravilloso "Tío" Sesshoumaru…
-Es el hermano de mi cuñado…
-Ah…
-Y el hombre del que hablamos…
Rin sentía que le ardía todo el rostro. Abril salió de la casa, y despidiéndose con un abrazo de osos y un beso, se dirigió al automóvil. Rin, bajando las escaleras, se resbaló y fue a parar al piso. Albert se apresuró a ayudarla y Kagome bajó del auto.
-Rin!
-Estoy bien…
…………………
Ya en la casa, y mientras Rin se daba un baño, Sesshoumaru la llamó. Abril le dijo lo sucedido y antes de saberlo, Sesshoumaru estaba en la casa.
-Kami! Qué pilla! Estoy bien, de verdad…
-Entonces vamos a atenderte esos raspones…
-Raspones?
-Acaso me dirás que no te molesta la frente y la barbilla?
-Sí, un poco, me di con el pasamanos…
-Y tienes esos dos raspones…
Abril le llevó alcohol y banditas y Sesshoumaru se preparó para atender aquellas heridas.
-En serio, no es necesario…
-Vamos, o acaso le tienes miedo a un poco de alcohol?
Al momento en que el algodón tocó su piel lastimada, Rin se alejó como por reflejo. Sesshoumaru sostuvo su rostro y sopló suavemente sobre la herida para que no le ardiera. Una vez que terminó de curar la segunda herida, la besó sobre las banditas de cada una.
-Listo…
Rin sonrió.
-No sabía que sabías curar raspones… valga la redundancia…
-Lo hice mal? Así era como me curaba mi mamá…
-Eres adorable…
-Si soy tan adorable, porqué me sigues rechazando?
-Y tú no te rindes?
-Nunca…
-Eso te hace más adorable aún…
Un mínimo empujoncito, era todo lo que necesitaba, estaban tan cerca que percibían el aliento del otro. Sesshoumaru se decidió a lanzarse y al parecer Rin le respondería, pero a último momento, giró la cara y el beso quedó en su mejilla.
-Aún no…
Sesshoumaru bajó la cabeza.
-Aún no…
Repitió para sí mismo.
-Será mejor que me vaya, es muy tarde…
-Sesshoumaru…
-Sí, lo sé… no eres un juguete, Rin, nunca te consideré uno y nunca lo haré…
-Perdóname…
-No tengo nada que perdonarte, preciosa, nada…
Sesshoumaru la besó en la mejilla y se marchó.
Rin se quedó con los ojos aguados, acariciando el lugar dónde le diera ese beso y muchos otros.
-Kami! Qué me pasa?
Abril bajó las escaleras estrujándose sus ojitos. Ya vestía su pijama, se subió al sillón.
-Mama… porqué lloras?
-Porque soy una tonta, mi amor… tu mamá es una tonta…
-Ay! No! Mami, tu sabes mucho…
Rin sonrió y abrazó a su pequeña.
-Puedo dormir contigo hoy?
-Sí, mi amor…
………………………
A partir de ese día las atenciones de Sesshoumaru aumentaron, pero ya no eran con la misma intención. Era algo confuso que hacía Rin se preguntara dónde estaba arriba y dónde era abajo, sin saber bien ni en qué pie estaba parada. Tuvo que volver a recurrir a él para que fuera por Abril, ya que Kagome estaba en el médico.
Sesshoumaru llamó a la joyería y le dijo a su asistente que no iría nuevamente. Al cerrar la llamada, Rin le pidió como favor un número telefónico.
-De qué es el número?
-Transporte escolar… pronto Kagome dará a luz y…
-No necesitas eso, yo estaré más que complacido de llevarla e ir por ella.
-Gracias… pero en realidad… no tengo cómo…
-Olvídate de devolverme favores… además… ya me volví adicto a tu comida…
Rin sonrió.
-Gracias, Sesshoumaru…
-Hay algo que me intriga… cómo cocinas? Saber dónde está cada sazón es fácil. Pero que no se queme la comida…
-Quemé muchas comidas… pero con las clases y poco a poco fui aprendiendo.
Rin se puso de pie.
-Le prometí un dulce a Abril, me ayudas?
-Encantado…
Sesshoumaru vio cómo Rin se desenvolvía en la cocina con tanta facilidad. Al momento de medir la harina se ofreció a hacerlo.
-No que quieres ver cómo lo hago?
-Si, pero…
-Mira, es fácil, vez este tazón? Si lo llenas al ras tiene exactamente 1 taza.
-Pero no sirve para líquidos.
-Si tienes buen pulso sí. Podrías ir batiendo los huevos…
Mientras Sesshoumaru lo hacía, Rin sucumbió a la tentación y comenzó un jueguito un tanto infantil, le puso un poco de harina en la nariz y rió. Sesshoumaru sonrió e hizo lo mismo con ella en cada mejilla. Mientras cada uno trataba de ponerle harina al otro y evitar que le pusieran, terminaron abrazados y a escasos centímetros. Sesshoumaru se acercó, pero se detuvo pensando que no quería volver a ser rechazado. Sus pensamientos se detuvieron cuando sintió los suaves y cálidos labios de ella sobre los suyos. Sentía su corazón acelerado, la mente en blanco, soltó aquel abrazo que inmovilizaba sus brazos y la rodeó por la cintura, ella levantó sus brazos para rodear su cuello. Cuando sus labios se separaron, se quedaron juntos, apoyando sus frentes una de la otra. Como ella no hablaba, Sesshoumaru se decidió a romper con aquel silencio. Acarició sus mejillas y sonrió.
-Preciosa… eso fue…
-Un error…
-Rin…
-Lo siento, Sesshoumaru… pero no puedo… no puedo… perdóname…
Sesshoumaru la abrazó con fuerza sintiendo cómo su camisa se mojaba con las lágrimas de Rin.
-No fue un error… de serlo, lo haría feliz una y otra vez… fue precipitado… pero fue maravilloso…
-Eh?
-Nunca nadie me había besado así…
-Sesshoumaru…
Sesshoumaru iba a besarla, pero rozando sus labios se desvió hacia su frente. Rin sintió la calidez de aquel beso recorrer todo su cuerpo.
……………………
Rin estaba en la mansión Kazami, Inutaisho escuchaba sorprendido las confesiones de Rin, quien desecha en llanto fue a donde el único que en verdad la entendería.
-No sé que hacer… cada vez que me le acerco siento que estoy traicionando a Alan…
-Te comprendo… pero déjalo ir…
-No puedo…
-Sí puedes, Rin, realmente crees que él sería feliz si te viera así? Además, quiero saber qué hizo mi estúpido hijo, que te tiene así?
-No es estúpido… se ha portado de maravilla, es muy dulce y muy paciente…
Inutaisho sonrió.
-Te estás escuchando? Rin, estás enamorada…
-Lo sé! Pero es que… y si después? Ay no!
-Preciosa… hay algo que no sabes de mi hijo, si fueras un capricho, ya te habría olvidado…
-Ah?
Inutaisho besó a su futura nuera en la frente.
-Yo te quiero…
Rin se estremeció al escuchar aquella voz ronca y sexy detrás de ella. Sesshoumaru se acercó lentamente e Inutaisho la dejó en sus brazos para luego salir y dejarlos solos. Sesshoumaru la abrazó con fuerza.
-Preciosa, yo te quiero… y te voy a esperar…
-Sesshoumaru!
Rin lo abrazó con fuerza, refugiándose en su pecho. Sesshoumaru le llenó la cabeza de tiernos besitos mientras se aseguraba que las cosas cambiarían de allí en adelante. Tomó su rostro entre sus mano y la besó en la punta de la nariz.
-No te quiero ver llorar… y menos por un estúpido como yo…
-No eres estúpido… sabes? Nunca te he visto… déjame verte…
Con las manos suyas descansado en la cintura de ella, Rin levantó sus manos para tocar su rostro y recorrer cada centímetro del mismo. Cuando pasó sus dedos por sus labios, él los besó con ternura. Rin sonrió.
-Eres muy bonito…
Sesshoumaru rió a carcajadas.
-Tú también eres muy bonita… Eres preciosa…
Rin sonrió sonrojada.
-Rin…
-Sí?
-Te puedo besar?
Como Rin no respondió, Sesshoumaru bajó la cabeza.
-Está bien… paso a paso…
-No pongas palabras en mi boca…
El tono de voz de Rin, sensual, seductor e increíblemente excitante hizo que Sesshoumaru levantara la cabeza. Rin lo besó como la vez anterior. Sesshoumaru separó sus labios para liberar el aire que apresaba en su pecho, y ella aprovechó aquella brecha para besarlo apasionadamente, introduciendo su lengua en su boca y saboreándolo a sus anchas. Sesshoumaru la apretó por la cintura, pegándola a él y enredando sus dedos en su sedosa cabellera azabache.
Cuando finalmente se separaron, Rin se refugió en su pecho y se quedó escuchando los latidos acelerados de su corazón. Sesshoumaru la abrazó, con un brazo por la espalda y la otra mano en su cabeza, apoyó la suya en la curvatura entre el hombro y el cuello. Rin nunca se sintió tan protegida, ni tan querida como en ese momento.
Inutaisho entró en la biblioteca pensando que tal vez uno había matado al otro. Al verlos en aquella posición tan tierna, sólo sonrió y volvió a salir sin hacer un sonido.
Varios minutos más tarde, Rin se apartó un poco.
-Tienes taquicardia…
-Sólo desde que te conozco…
Rin sonrió.
-Tienes una sonrisa preciosa… me encanta…
Sesshoumaru se inclinó con la pura intención de besarla, pero sonó el celular de Rin. Luego de cortar la llamada, pasó sus dedos por el rostro de Sesshoumaru y sobre sus labios. Lo besó con ternura.
-Tengo que ir por Abril…
-Las invito a comer…
-Está bien…
Salieron de la biblioteca tomados de la mano. Inutaisho los esperaba con los brazos cruzados.
-Me alegro mucho por ustedes…
Besó a Rin en la frente.
-Bienvenida a la familia.
Rin sonrió sonrojada, pero con menor intensidad de la que provocaba Sesshoumaru.
-Gracias… por todo…
Gracias a todas que me han dejado reviews y a las que sé que no dejan por flojerita, jeje
crei que tendria tiempo libre, pero después de los examenes, solo hay mas examenes y ahora tengo clases hasta los domingos!
bueno, pero a ver que sale de todo esto.
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besitos
Mizuho
