Capítulo 10

Luz en las Sombras

Estaban en la habitación de Sesshoumaru, la besó en la mejilla. Sonrió acariciándola con ternura.

-Mi amor?

-Sí?

-Dónde vamos a vivir?

Rin estalló en risas.

-Rin, es algo serio. Es obvio que aquí no será. Y no quiero vivir en tu casa…

-Y qué propones?

Sesshoumaru la besó en la mejilla.

-Construir.

-Qué?

-Tú harás nuestra casa…

-P-pero mi amor. Eso se toma mínimo un año, sin tomar en cuenta los problemas financieros…

-Esos serían los últimos que yo tendría, preciosa. Qué piensas?

-Si es lo que quieres, lo haré con gusto.

Sesshoumaru sonrió y la besó apasionadamente.

-Ya compré el terreno…

-Qué!

-Vamos a verlo, amor. Anda, vístete!

-Lo haré cuando me sueltes el trasero!

Sesshoumaru rió a carcajadas. Llegaron al lugar y Rin no lo pudo creer. Era inmenso.

-Mi amor! Pero esto es… es demasiado!

-Eso crees? Creí que era muy pequeño y compré el de al lado también.

-Qué!

-Ves aquí?

Le mostró los remanentes de una cerca.

-Esto separaba los dos terrenos.

-Sesshoumaru, aquí cabe una mansión como la de tu papá.

-Perfecto, es lo que quiero…

-Un proyecto así se tomaría unos… 2 a 3 años…

-No lo quieres hacer?

-Mi amor, te estoy diciendo todo lo que conlleva, para que no te sorprendas. Supongo que alquilaremos otra casa mientras tanto.

-Sí…

-Bueno… y has pensado algo de cómo te gustaría?

-Quiero un patio grande, que los niños puedan jugar y hacer lo que quieran. Como te gusta sembrar flores, también podrás hacerlo. Quiero un gazebo, para cuando se reúna la familia…

Mientras Sesshoumaru le describía la casa, Rin cerró los ojos y sonrió.

-Sabes por qué me dolió tanto estar lejos de ti?

-Por qué?

-Porque tú eres mi alma gemela. Vamos a casa, te mostraré algo…

Al llegar a la casa de Rin, ella lo guió a la oficina.

-Rin, y ya estás trabajando?

-No… volveré a hacer una maestría y luego buscaré trabajo…

-Pero ya ellos no te pagan por discapacidad.

-No. Todo eso lo haré poco a poco y con ayuda de mi mamá…

Sesshoumaru sonrió. Sabía que la familia de Rin era humilde y que no podría costear una maestría de arquitectura.

-Rin…

-Bien, pediré un préstamo estudiantil, pero mi mamá me ayudará con Abril.

-Preciosa…

Sesshoumaru la abrazó.

-Nunca dudes en pedirme nada. Deja que tu mamá disfrute su dinero…

-Pero es que… mi amor… no…

-Haremos un intercambio. Cuánto cobras por proyecto?

-Eso depende, pero desde cien mil dólares…

-Entonces, tú haces la casa y yo te pago la maestría.

Rin sonrió.

-Sin peros?

-Sin peros.

Rin lo besó apasionadamente mientras se colgaba de su cuello.

-Gracias, mi amor… ahora… esto aquí…

Rin extendió unos planos un poco amarillentos. Luego de explicarle como era, Sesshoumaru sonrió.

-Es exactamente lo que quiero.

-Mi amor… habías visto esto antes?

-No.

-Seguro?

-Rin, nunca había entrado en esta habitación. Por qué?

-Porque ésta es la casa de mis sueños…

-En serio? Así, tal cual?

-Exactamente así. Éste es mi primer plano profesional. Por eso te lo quise mostrar. Si quieres, podemos usar éstos planos.

Rin le mostró varios rollos, con diferentes aspectos de la casa.

-Preciosa, cómo es que puedes dibujar planos?

-Porque mi profesión principal es ingeniería y con una maestría en diseño arquitectónico. Claro que por ser mujer, te aceptan más como arquitecto, que como ingeniero.

-Tonterías.

Rin sonrió y lo besó en la mejilla.

-Qué piensas?

-Que es perfecto.

Estaban sentados en la sala, Rin le brindó una bebida.

-Preciosa, si es la casa de tus sueños… por qué no la tienes?

-Pues Alan…

-No podía pagarla?

-Sí podía. Pero no quería. Decía que haría obras mejores… la verdad es que no le gustaba mi trabajo. Y tampoco quiso cargar con las presiones que conllevaba…

-Cómo cuáles?

-Cuando me casé estaba estudiando y todo era muy fácil. Pero luego debía construir mi reputación como profesional. Eso requería mucho trabajo y tiempo y sólo me quedaba tiempo para dedicarle unos minutos a Abril que era una bebé. Al principio Alan me apoyó, pero luego se cansó. Admito que era justo que se cansara, pero esa vez casi nos divorciamos.

-Casi te divorcias?

-Sí, el quería una separación, pero yo le dije que si estaba harto, el divorcio era mejor. Luego él se retractó y… bueno, desde ahí todo fue de maravilla hasta el accidente…

-Ya veo…

-Él decía que no me obligaría. Pero lo criaron con la convicción de que las mujeres sólo sirven para atender la casa, no construirlas… así que teníamos muchos problemas por eso… y arriba de todo, mi suegra, Roberta, no me dejaba en paz. Todo el tiempo me criticaba y le echaba leña al fuego.

-Rin, creí que amabas a tu esposo.

-Y era así. Por esa misma razón, no me fui. Soportaba todo lo que mi suegra me hacía con la boca cerrada.

-Eso no te va a pasar ahora, papá e Izayoi te adoran. Creo que hasta más que a mí…

Rieron a carcajadas.

-Siempre me has dicho que fue un padre excelente…

-Sí, como padre, no dejaba nada más que desear.

-Y como esposo?

-Era muy bueno. Sólo tenía esa extraña convicción de que debía quedarme en la casa y cuidar a mis hijos… Tú no eres así, verdad?

-Para nada, preciosa. Yo pienso que si ese trabajo te apasiona, deberías hacerlo y disfrutarlo.

Rin sonrió.

-Pero me preocupa un poco la parte de ser padre… es decir, hasta ahora, sólo soy como un amigo grande que la complace en todo… nunca me ha visto como una figura que ponga las reglas o imponga el orden.

-No tienes que buscar tantas palabras. Un padre. Bueno, es cierto, no siempre podrás ser su amigo, así como yo no siempre puedo serla. Abril es muy tranquila y obediente, pero cuando hace de las suyas, realmente se merece el castigo.

Sesshoumaru sonrió acariciando las mejillas de Rin.

-Estoy seguro de que no se diferencia de ti, a esa edad.

-En casi nada.

Ambos rieron a carcajadas.

-Mi amor… si vuelvo a trabajar, será como repetir la historia entre Alan y yo… trabajar hasta altas horas de la noche, reuniones extensas… muchas veces, no podré hacer la cena…

-No te preocupes, preciosa, te apoyo al 100 por ciento.

-Estás seguro? Puedo aceptar el trabajo de profesora que me ofreció la universidad…

-Serías feliz?

-Eso me permitiría dirigir la construcción de la casa y tenerte un plato caliente a la hora de la cena.

Sesshoumaru rió.

-Te daré una semana para que lo pienses. Será tú decisión. Con respecto a la casa que alquilaremos, no lo haremos.

-No?

-No, tengo una casa que estoy vendiendo. Podemos vivir allí hasta que termines la construcción. La quieres ver?

-Sí… cómo que tienes una casa y vives en un apartamento?

-La compré cuando volví a Japón, antes de conocerte, pero es demasiado grande para un hombre sólo, así que la puse en venta y alquilé el apartamento.

Luego de ver la casa, fueron otra vez al hospital, allí se encontraron con Inutaisho e Izayoi.

-Mama!

-Mi amor…

-Dónde estabas, mama?

-Viendo la casa donde vamos a vivir con Sesshoumaru.

Todos los demás se sorprendieron.

-Y ya hasta buscaron casa?

-Es que a Sessh no le gusta mi casa, ni cabemos en su apartamento…

-Y dónde vamos a vivir, mama?

-Es una casa grande con un gran patio para Kury… Kagome, hablé con mamá, vendrá mañana…

-Pero es que la otra habitación está ocupada con las cajas de Inu…

-No te preocupes, se quedará en mi casa.

-Mama, tengo sueño…

-Ya vamos a casa, mañana tienes clases.

Después de despedirse de todos, se marcharon. Luego de cenar lo que Abril pidió, fueron a la casa de Rin. Sesshoumaru cargó a Abril hasta su cama y luego de arroparla, la besó en la mejilla.

-Dulces sueños, princesa…

-Hasta mañana…

Sesshoumaru sonrió y la besó en la frente.

-Te quiero, princesa…

Salieron de la habitación tomados de la mano. Al entrar en la habitación de Rin, Sesshoumaru la besó con ternura.

-Dulces sueños, preciosa…

-Quédate conmigo…

-Tengo trabajo mañana y no traje ropa de oficina… O me esperas hasta que vuelva?

-Tengo una idea mejor.

Rin le dio las llaves de la casa.

-Te estaré esperando.

Sesshoumaru sonrió y la besó en la mejilla.

…………………………

Cuando Sesshoumaru llegó, Rin dormía plácidamente usando un sensual y corto pijama. Sesshoumaru sonrió y se acomodó a su lado. Rin lo abrazó casi de inmediato.

-Sesshoumaru…

Sesshoumaru sonrió y la besó en la cabeza.

-Descansa, preciosa…

Rin despertó y se sorprendió un poco.

-Kami! Creí que era una almohada!

-Dulces sueños, mi amor…

La besó con ternura y acarició su rostro presionado contra su pecho. Disfrutaron de dormir como una pareja común, en lugar de caer cansados luego de una tórrida noche de pasión. Rin despertó con los besos de Sesshoumaru en todo su rostro. Sonrió y lo abrazó.

-Hm! Buenos días, mi amor…

-Preciosa… despierta…

-Ya estoy despierta…

-Aún no es de día…

Rin rió calladamente. Sesshoumaru la besó apasionadamente.

-Quiero hacerle el amor a mi futura esposa…

Rin sonrió mientras sentía las caricias en su entrepierna y se aferró a él cuando lo reconoció en su interior.

-Ah! Amor!

-Sh! Son las 4 de la madrugada!

Rin no supo que encontraba excitante hacer el amor a plena madrugada. Sesshoumaru se movía con lentitud pero con firmeza mientras sentía que Rin le partiría cual ramita seca mientras lo apretaba con sus piernas.

-AH! Rin!

Sesshoumaru colapsó sobre ella, besando su pecho y luego sus labios. No pensó que sudaría tanto haciendo el amor de aquella manera.

-Te amo, Rin…

Rin no tenía aliento para contestarle. Sesshoumaru sonrió y la besó apasionadamente. Volvieron a quedarse dormidos hasta pasado las 6, cuando sonó el despertador de Rin.

-Mi amor… Sessh, despierta…

-Hm!

Sesshoumaru la apretó por la cintura contra su cuerpo sin mostrar intenciones para despertar.

-Sesshoumaru, tienes que ir a trabajar…

-5 minutos más!

Rin rió. Sesshoumaru la besó en la mejilla y bajó hasta su vientre, donde la besó con inmensa ternura. Después del desayuno, la haló de la mano hasta el estudio y la besó con ternura mientras acariciaba su vientre.

-Quiero que me perdones, preciosa…

-Porqué?

-Olvidé la protección…

-La protección… no te pusiste el preservativo?

-Perdón…

-Te atendrás a las consecuencias?

Rin lo sintió sudar frío. Debido al agitado día de Sesshoumaru, no pudo llamar a Rin. Cuando logró hacerlo, Rin volvía del aeropuerto con su madre. Cuando llegó a la casa de Inuyasha, apenas sí pudo saludarla con un beso en la mejilla. Se había pasado todo el día pensando en aquello. Cuando finalmente consiguió acaparar su atención en la cocina.

-Preciosa, traté de llamarte en todo el día…

-No importa, sabía que estarías ocupado…

-Rin, quiero hablar contigo…

-Ahora no puedo, amor…

-Pero es que…

-Con que aquí está mi nuero!

Sesshoumaru sonrió. Entre su suegra y todo lo demás, no lograba estar a solas con Rin. Finalmente las llevó a la casa de Rin.

-Dulces sueños, mi amor…

-Rin, quiero hablar contigo.

-Estoy muy cansada, es importante?

-Demasiado importante.

Tomaron asiento en la sala. Sesshoumaru tomó sus manos.

-Lo estuve pensando y analizando… y… realmente no hay nada que pensar… es decir…

-Sesshoumaru, te va a dar un infarto. Cálmate…

-No me importa si quedas embarazada… de hecho, sería feliz si así fuera…

-Qué?

-Sobre esta mañana… que si me atendría a las consecuencias…

Rin sonrió y no pudo evitar reír a carcajadas. Sesshoumaru se extrañó.

-Rin…

-Estaba bromeando, mi amor… uso anticonceptivos…

Rin no pudo describir la expresión de Sesshoumaru.

-Creíste que era verdad? Lo siento, mi amor… pero me alegra que pienses así… eres tan tierno…

Sesshoumaru, lejos de aliviarse, se enojó.

-Por Kami, Rin, te estás volviendo loca!

-Qué te pasa?

-Cómo se te ocurre bromear con algo así? Pensé mil disparates y todo por una broma pesada?

-Ni siquiera lo pensé…

-Ese es tu problema, no piensas!

Sesshoumaru se puso de pie y llegó a la puerta. Se detuvo como si sopesara la situación, pero luego salió. Rin se quedó sola, sin saber cuándo las cosas tomaron ese rumbo.

Se pasó la noche en vela, tanto, que se levantó y comenzó a trabajar. Al día siguiente, Sesshoumaru llegó a las 6 de la mañana. Vio la luz del estudio encendida y entró. Rin estaba dormida sobre los planos y las lágrimas habían corrido la tinta con la que dibujaba. Comprendió que después de todo, él había exagerado. La besó en la mejilla.

-Preciosa…

Se colocó detrás de ella y la abrazó cubriendo todo su cuerpo, volvió a besarla.

-Mi amor…

Rin despertó y se asustó al saberse presa de unos brazos.

-Preciosa, soy yo…

-Me vas a matar de un infarto…

-Rin, perdóname, anoche exageré…

-Sessh…

Sesshoumaru besó sus mejillas aún saladas.

-No quiero que vuelvas a llorar por un zoquete como yo.

Rin se quedó refugiada en su pecho.

-Hasta qué hora estuviste despierta…

-No lo sé… la última vez que vi el reloj eran las 4…

Sesshoumaru la cargó hasta la cama y al dejarla allí, la besó en la frente.

-Descansa, mi amor. Yo haré el desayuno y me encargo de todo…

-No… tú tienes que trabajar…

-Yo tengo que cuidarte. Más si la condición te la provoqué yo…

-Mi amor…

-Prometo no ser tan estúpido otra vez…

Rin sonrió.

-Prometo no jugarte bromas pesadas…

Sesshoumaru la besó con ternura y acarició su rostro.

-Te amo, preciosa…

Rin sonrió y se apoyó en su pecho.

-Rin…

-Es tan rico dormir contigo así…

Sesshoumaru sonrió.

-Te prometo que dormirás conmigo cada noche y te dejaré pellizcarme…

Ambos rieron. Sesshoumaru se quedó sentado a su lado y le permitió dormirse entre sus brazos. Abril entró corriendo, pero guardó silencio al ver a Sesshoumaru.

-Sessh…

-Sh! Tu mamá se siente enfermita…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y salió con Abril en silencio. Estaban en la cocina, juntos, preparaban un banquete para el desayuno. Sesshoumaru, cocinaba, vestido en su fino traje de costura italiana y Abril en su uniforme del colegio. Ambos reían a carcajadas.

-Cuánta alegría a tan temprana hora de la mañana!

-Abuelita!

-Soraya-sama… cómo amanece?

-Muy bien, gracias. Y Rin?

-Rin se siente mal, así que la dejé dormir y yo me encargo del desayuno. Alguna petición?

-Sí, una. Si me vuelves a decir señora, te siembro en el jardín. A poco me veo tan vieja!

Sesshoumaru tomó su mano y la besó a manera de saludo.

-Para nada, de hecho, si no amara a su hija con tanta locura, otra sería la historia…

Sesshoumaru le guiñó un ojo. En ese momento, Rin bajó las escaleras.

-Si no te conociera mejor, diría que estás coqueteando con mi mamá…

-Con las manos en la masa!

Sesshoumaru abrazó a Rin y la besó en la mejilla.

-Te quiero, preciosa… Bueno, el desayuno está listo. Verdad que sí, princesa?

-Sip!

Después del desayuno, Rin se despidió de Sesshoumaru y de Abril antes de que se marcharan. Subieron las escaleras.

-Mamá, estoy bien!

-No lo estás! Sé bien que discutieron anoche y que no dormiste… qué te hizo?

-No, mamá… Sesshoumaru es maravilloso… yo le hice una broma pesada y… bueno, todo tiene un límite…

-Pero…

-Es un amor, mamá… es un amor…

-Bueno, en ese caso, vete a descansar… para que en la noche puedas salir con tu novio maravilloso…

Rin sonrió. Sonó su celular, era Sesshoumaru.

-Sessh…

-Preciosa, qué tal si después de que descanses vas de compras con tu madre?

-Pero, a dónde?

-A donde quieras. Compra un regalo para Emery, compra las cosas de la casa…

-Qué? Pero si eso lo tienes que ver tú…

-Tu celular tiene cámara, no? Me mandas la foto y lo compras.

-Y cómo lo voy a pagar?

-Revisa tu bolsillo… el trasero…

Rin sacó del bolsillo del jeans que llevaba, una tarjeta de crédito platino y se sorprendió al ver su nombre en la misma.

-Sesshoumaru!

-Es nuestra cuenta conjunta y no quiero que dudes en usarla.

-Pero…

-Qué tal si compras los muebles? Quiero una cama enorme.

Una vez que terminaron de hablar, Rin sonrió.

-Lo amo!

Cayó sobre la cama y abrazó la almohada que aún contenía impregnado el perfume de Sesshoumaru.

-Será mejor que descanses.

-Iremos a comprar los muebles de la casa.

-Qué bien…

-Tu y yo!

-Rin…

-Anda, mamá. Sesshoumaru te quiere mucho y valora tu opinión.

-Yo también lo aprecio mucho, pero hija, será su hogar, no el mío. Pienso que su opinión vale más que la mía allí.

-Mamá, Sesshoumaru no es como Alan.

-Lo sé hija, pero por eso decidí irme a Okinawa, ni tú ni Kagome necesitan de mi intromisión todo el tiempo.

-Pero mamá…

-Pero nada. Tu matrimonio peligró una vez por mi culpa.

-No fue tu culpa.

-No?

-No, no fue tu culpa. Por más maravilloso que Alan fuera, no se le queda atrás lo cerrazónico que era y tenía a Roberta todo el tiempo en contra mía. Esa mujer me odia. Ya una vez me amenazó con quitarme a mi hija si no me separaba de Sesshoumaru.

-Rin, esas acusaciones son muy serias.

-Así es. Y no obstante le pido que no se meta en mis asuntos, le llenó la cabeza a Abril de disparates. No te imaginas las cosas que le dijo. Por eso, Sesshoumaru y yo nos queremos casar lo más pronto posible. Así, cualquier argumento que tenga, no tendrá validez. Ya no le estará quitando su hija a una mujer soltera sin ingresos fijos. Sino a una familia.

Un par de horas más tarde, Rin le enviaba la foto de la cama que le gustaba a Sesshoumaru. Sesshoumaru estaba en una reunión y no supo describir lo que sintió al verla.

-Estoy en una reunión, pero esa está perfecta.

-No te mando más?

-Sí, sólo que…

-Un tono es que no, y dos que sí…

-Como así?

-Llamadas perdidas.

-Está bien.

-Te amo…

-También…

Rin sonrió, estaba segura de que Sesshoumaru trataba de mantenerse serio y hacerlo pasar por un asunto de trabajo. Junto con la cama, eligió un juego de sala, el comedor y luego compró varios juegos de sábanas. Luego de llevar a Soraya a ver la casa, la llevó donde Kagome, que ya estaba en su casa.

-A quién se parece, mamá?

-Tiene mucho de Rin… ustedes dos eran idénticas de niñas. Incluso las confundían con gemelas.

-Sí, sólo porque Rin no crecía.

-Chorlito… claro que se parece a su hermosa tía. Sino, pobre de mi sobrinita…

Rin se acercó a la cuna.

-Rin y vas a tener hijos con Sesshoumaru?

-Sí hablamos de eso, pero nada en concreto. Así que… realmente no sé… no creo que le gusten tanto los niños…

-Pero Rin, si tú estás loca por…

-Lo sé… pero si no se puede, no se puede…

Sesshoumaru estaba en la puerta de la habitación y había escuchado la conversación. Entró y no se dio por enterado.

-Buenas tardes.

-Mama!

Abril corrió y se abrazó a las piernas de Rin.

-Hola, mi amor. Cómo te fue en el colegio?

-Bien!

-Sí? Qué bueno… habla bajito, para que no despiertes a Emery.

Rin se inclinó y la besó en la cabeza. Sesshoumaru la besó en la mejilla a manera de saludo.

-Mi amor, te vas a quedar a comer?

-Y Kagome cocinó?

-No, Inuyasha…

-Paso…

Rin rió. Después de la comida. Sonó el celular de Sesshoumaru, al cerrar la llamada.

-Van a llevar los muebles a la casa. Vienes conmigo?

-Sí… Abril…

-Yo me quiero quedar con abuela.

-Está bien.

Sesshoumaru y Rin se fueron solos. Al llegar a la casa, y mientras esperaban, luego de hablar por un par de minutos. Sesshoumaru la mantenía entre él y la pared y la besaba apasionadamente.

-Sessh…

Sesshoumaru la continuó besando. Ella lo sentía erecto y pulsante, encontraba placer al sentirlo moverse vestido, pero como si le hiciera el amor. Con una mano, le bajó la cremallera y metió su mano en el interior del pantalón, acariciándolo en toda su longitud.

-Ah! Rin!

Rin bajó hasta estar a su altura y lo besó. Sesshoumaru sentía las rodillas flojas mientras su cuerpo era inundado por la marejada de placer que le brindaban los labios de su novia.

-Rin! Preciosa!

Rin sólo sonrió y continuó acariciándolo y besándolo.

-RIN!

Aún después de haberlo saboreado a sus anchas, Rin continuó besándolo y sonriendo cada vez que lo sentía estremecerse.

Estaban abrazados en el balcón, Sesshoumaru le llenaba en cuello de tiernos besitos mientras la mantenía prisionera de sus brazos.

-Te amo, preciosa…

Rin sonrió y se refugió en su pecho.

-Rin, no pude evitar oírte cuando llegué donde Kagome… de dónde sacas que no me gustan los niños?

-Pues… es que… dime entonces, te gustan o no?

-Preciosa, yo me quiero casar contigo y tener muchos bebés. Bellos y hermosos como su mamá…

Rin sonrió.

-De verdad?

-Sí… por cierto, qué es lo que deseas tanto y te resignas a no tener?

Rin bajó la mirada.

-Es algo tonto…

-Anda, preciosa, dime…

-De verdad mi amor. No importa…

Rin…

Sesshoumaru la besó en la punta de la nariz.

-Toda la vida, he soñado con una familia grande… una casa enorme como la que hice en los planos…

La abrazó con fuerza y la besó en la mejilla.

-Preciosa…

-No quiero comparar… pero con Alan eso nunca fue factible… a él no le gustaban los niños… y aún así amaba a Abril con locura… después quiso tener otro… pero…

-Rin…

-Es que…

-Lo amabas…

-Tanto que fui capaz de sacrificar todos mis sueños por él… y te amo también…

-Yo no quiero que te sacrifiques, Rin… no quiero que te sacrifiques en nada…

-Lo sé… y eso me hace feliz… no sólo contemplo la posibilidad de cumplir mis sueños… sino que son los mismos tuyos…

Sesshoumaru sonrió.

-Cuántos bebés de ojos esmeralda quieres?

Rin rió.

-No… quiero que tengan los ojos como soles, como su papá…

-Anda, dime, preciosa…

-No sé… 3…

-3?

Sesshoumaru sonrió.

-Tendremos 3 hermosos bebés como su mamá…

El apasionado beso fue interrumpido por el golpe a la puerta por parte de los empleados de la mueblería.

……………………………

N/A: Ah! El aroma de fics en la mañana! Hehe …

Bueno, qué les digo? Tengo un horario fuchi y ahora soy malabarista entre clases, tareas, hospital y fics. Y estos ultimos han salido perdiendo.

Pero no se preocupen, soy buena en malabares y todos los fics continuarán. Sólo que no al ritmo que llevaba. Tal vez un poco más lento. Gomen…

Gracias a todas que me brindan su apoyo y sus opiniones. Realmente los aprecio.

Besitos

Mizuho