Capítulo 14
Puntos Sobre las Íes.
Rin despertó al momento en que Sesshoumaru entraba con una bandeja en las manos.
-Buenos días, mi amor…
-Sessh…
Sesshoumaru la besó en la mejilla a la vez que le ponía la bandeja sobre sus piernas.
-Vaya! Un desayuno de reyes!
-Para la reina de mi corazón.
Rin sonrió y recibió el beso que Sesshoumaru le daba.
-Gracias, mi amor…
Después de haber comido, Rin lo besó en agradecimiento. Metió las manos debajo de la yukata y se pegó a su pecho.
-Mi amor… Abril…
-Abril no tiene la culpa de nada, yo le quité el castigo.
-Qué?
-Rin, nuestro problema es Roberta. Roberta le llena la cabeza de disparates…
-Pero…
-Rin, sabías que Roberta le dijo que era malo regalarme en el día de los padres? Que es malo que me llame papá… que no debe abrazarme, ni darme besos…
-Pero Abril lo hace…
-Porque me pregunta. Con respecto a decirme papá, le dije que lo haga cuando quiera.
Rin lo besó en la mejilla. Sesshoumaru acarició su crecido vientre.
-Te amo, preciosa…
Se quedaron así un largo rato. Se besaban apasionadamente mientras Sesshoumaru, la acariciaba con una mano en su cuello y la otra sobre su vientre. Las de Rin, rodeaban su cuello. Se separaron al escuchar una risa ahogada.
-Abril…
-Hola, mami…
-Ven aquí, mi amor…
Abril subió a la cama y luego de saludarlos con un beso, besó el vientre de Rin. Rin sonrió al sentir una patada.
-Está feliz, porque le diste un besito…
Tomó su mano y la puso contra su vientre.
-Está bailando!
Rin y Sesshoumaru rieron divertidos. Sesshoumaru la abrazó y la besó en la cabeza.
-Hoy, es el día de tu mamá. Así que tú y yo tenemos que hacer todo lo que ella diga.
-El día de mi mamá?
-Sí. Porque ella hace tanto por nosotros, que nosotros debemos hacer algo por ella.
-Sessh! No es cierto!
-Claro que sí. Hoy te toca descansar.
-En ese caso… quiero ir de compras.
-Puedo ir contigo?
-Sí.
-Sí!
Sesshoumaru sonrió.
-Y a mí, dónde me dejan?
-Puedes venir con nosotras…
-Sí, como el maletero personal…
Rin rió a carcajadas.
-Podemos cambiar. Tú llevas al bebé y yo las bolsas de compras.
-Qué linda eres!
Sesshoumaru se inclinó sobre ella y la besó con ternura. Abril rió.
-Ya deberías estar acostumbrada a vernos besarnos.
-Es que es muy gracioso.
-Eres una pillina.
Rin se levantó.
-Gracias por el desayuno, mi amor, estuvo delicioso… me daré un baño y nos vamos…
Sesshoumaru bajó con la bandeja del desayuno. Abril se quedó sobre la cama. Rin se pasó una mano sobre el vientre.
-Tranquilo, mi amor…
-Qué hace, mama?
-Se mueve mucho y da pataditas.
Rin se acercó a Abril.
-Tú también te movías mucho…
-Mama, cuando estabas embarazada de mí… estabas tan feliz?
-Sí, mi amor, era muy feliz…
-Mama, y mi papá?
-Tu papi estaba muy feliz, porque tendría un bebé. Él quería un varón y se puso bravo cuando supo que tendría una niña, pero después, cuando naciste y te cargó, se puso tan feliz que no te dejaba sola.
-Demo…
-Tu papá te adoraba. Todas las noches, cuando llegaba del trabajo, tú corrías hasta él y lo abrazabas, él te cargaba y te llenaba de besos.
-Pero yo hago eso contigo…
-Pero antes no, sólo con tu papá.
Abril abrazó a Rin.
-Yo te quiero mucho, mama…
-Lo sé, mi amor…
-Y él me quería mucho?
-Te quería muchísimo. Cuando llegaba tarde, y tú ya estabas durmiendo, te besaba en la cabeza y se quedaba un rato contigo. Te abrazaba bien fuerte cuando había tormenta…
-Mama, y ustedes se querían mucho?
-Sí, mi amor.
-Y mi abuelita te quería?
-Abril… no creo que estés en edad para comprender…
-Mama, porqué no recuerdo a mi papa?
Rin la besó en la sien.
-Estabas muy chiquita, mi amor… yo tampoco recuerdo mucho a mi papá… él se murió cuando yo tenía más o menos tu edad.
-Qué le pasó a tu papá?
-Se enfermó mucho…
Rin se sobresaltó con la patada magistral que le dio el bebé.
-Ouch! Oye! No soy un caso de boxeo, cuidado!
Abril abrió la yukata de Rin y pasó su mano sobre su vientre descubierto.
-El bebé va a tener papá?
-Sí, mi amor, su papá es Sesshoumaru… mi amor, tú también puedes tener papá… tendrías dos papá, uno en el cielo y uno aquí.
-Demo…
Rin no quiso presionarla.
-Está bien, mi amor. Me voy a bañar…
Rin entró al baño. Sesshoumaru había escuchado gran parte de la conversación. Desde la noche del día de los padres, esas palabras no se habían vuelto a repetir. Entró en la habitación y se acostó nuevamente. Abril lo abrazó y se acomodó a su lado.
-Sesshoumaru…
-Hm?
-Te quiero…
Sesshoumaru sonrió y la besó en la cabeza.
-Yo también te quiero…
………………………………
Se pasaron todo el día de tienda en tienda. Rin se compró ropa de maternidad, le compró ropa a Abril.
-Kami, casi nada te sirve… estás creciendo muy rápido… Vamos a buscar unas tallas más grandes…
A la hora de la comida, Sesshoumaru les dijo que llevaría las bolsas al auto y que comerían en un restaurante del centro comercial. Le dijo a Rin lo que quería comer para que ella lo pidiera mientras él iba.
-Hm! Yo voy a pedir pasta! Y tú, mi amor?
-No sé… todo tiene hongos o parece tenerlos…
Rin rió divertida.
-Pero qué quieres, carne roja o pescado o pollo?
-No sé… qué tiene lo tuyo?
-Yo voy a pedir lingüini al pesto y pescado a la plancha.
-Lo planchan?
Rin volvió a reír.
-No, mi amor… se parece al que hago en casa.
-Ah… y si lo sabes hacer, porqué lo pides aquí?
-Porque aquí lo hacen delicioso. Venía mucho a este restaurante con Sessh, cuando éramos novios.
-Yo no quiero pescado… qué es eso?
-Ah, es papa asada con una salsa de queso gorgonzola…
-Gárgola?
-No, mi amor, gorgonzola… ese queso tiene un saber un poco fuerte. No creo que te guste mucho ahora.
-Porqué?
-Porque cuando lo mezclas con el dulce de la gaseosa, sabe mal… mira esto… churrascos…
Sesshoumaru llegó a la mesa, poco después de que ordenaran, besó a Rin en la mejilla.
-Ya ordenaron?
-Sí…
-Qué pidieron?
-Te pedí tus costillas y para mí pasta y pescado…
-Y la princesa?
-Nada…
-Cómo que nada?
-Comerá de lo mío, lo pedí para dos personas.
Luego de un rato, llevaron los platos a la mesa. Cuando Abril vio el plato de Sesshoumaru se le hizo agua la boca.
-Abril, está bien así?
-Sí…
Sesshoumaru las dejó en el plato principal, porque la porción era demasiado grande incluso para él.
-Mama, yo quiero de eso…
Sesshoumaru sonrió y le sacó un pedazo. Luego del rico banquete, ordenaron postre. Rin juró que estaba satisfecha y sólo lo probó dos veces. El resto del helado se lo comieron entre Abril y Sesshoumaru. Continuaron caminando por el centro comercial. Sesshoumaru tomó la mano de Rin y entrelazó sus dedos. Abril lo vio y sonrió. Sesshoumaru se inclinó hacia su oído.
-Quiero regalarle un juguete.
-Y porqué me preguntas?
-Pues tú eres su mamá…
-Claro que puedes regalarle lo que quieras.
Sesshoumaru sonrió y la besó en la mejilla. Fueron a la juguetería.
-Abril, elige el juguete que quieras.
-Sí!
Abril salió disparada hacia los estantes.
-Estás en serios problemas.
-Porqué?
-Porque nunca elige sólo uno…
-Y yo no compro sólo uno…
Abril eligió varias cosas. Sesshoumaru estaba con Rin, viendo unos juegos de mesa.
-Hm! Éste está interesante!
-Sessh!
-Mira, UNO!
Rin sonrió, Sesshoumaru parecía un niño pequeño.
-Tenía siglos que no lo veía… jugarás conmigo, verdad que sí, mi amor?
Rin rió mientras asentía. Sesshoumaru tomó uno.
-Mama, cómo se juega eso?
Abril tenía un backgammon en las manos.
-La verdad es que nunca lo entendí, mi amor…
-Yo sé jugarlo… quieres que te enseñe?
-Sí!
……………………………..
Ya era tarde en la noche y Sesshoumaru y Abril seguían jugando. Rin bajó las escaleras, vistiendo su pijama y abrazó a Sesshoumaru.
-Amor, ya es un poco tarde y Abril tiene clases mañana…
-Un poco más…
-No, es hora de dormir. Vamos, arriba.
Rin llevó a Abril a la cama, la besó y apagó la luz. Al salir, besó a Sesshoumaru.
-Vamos, también es tu hora de dormir.
-Dormir? Yo quiero jugar…
Sesshoumaru bajó las manos hasta su trasero y lo apretó. Rin sonrió mientras acariciaba su cuello.
-Tú y tus jueguitos nos han metido en problemas…
-A mí me gustan los problemas…
-Ah sí?
-Por algo me casé contigo…
Rin se quedó con la boca abierta. Y lo dejó en el pasillo sólo. Sesshoumaru entró en la habitación y Rin se estaba quitando la yukata.
-Espera…
-No creas que te va a salir juego esta noche…
-Mi amor… acércate…
-No, Sesshoumaru. Sabes? Tengo que aprender a decirte que no…
-Rin… ven acá…
-No…
Aunque decía que no, Rin se acercaba cada vez más. Una vez que estuvo frente a él, sonrió y acarició su vientre desnudo. Lo besó.
-Tienes suerte. Tienes a la mejor mamá del mundo… y adivina qué? Yo la voy a cuidar, para que la tengas siempre…
Rin sonrió mientras acariciaba la cabellera rubia de su marido.
-Te amo, preciosa…
-Eres un zalamero…
-Yo?
-Claro que sí, cuando te portas así, cómo te digo que no?
Sesshoumaru rió.
………………………………
Kagome despertó por el llanto de Emery. Pero estaba tan cansada que todo el cuerpo le pesaba.
-Inu…
-MM…
-Inu, amor, ve por ella…
-Te toca a ti…
Kagome se levantó y salió de la habitación. Luego de cargarla, la pequeña buscó su pecho.
-Tienes hambre, mi amor? Pero si comiste hace un rato…
Kagome se sentó en el sillón al lado de la cuna y se acomodó para darle de comer a su pequeña. Mientras la alimentaba, se quedó viéndola y sonrió. Una vez que la pequeña terminó. Se quedó como viendo a su madre. Kagome acarició sus mejillas. Inuyasha entró a la habitación y se sentó a su lado, en el piso, recostándose de las piernas de Kagome.
-Mi amor, que haces?
-Perdóname por dejarte sola…
-Igual tenía que venir, tenía hambre.
Inuyasha se notaba completamente agotado. Kagome esperó a que Emery se durmiera y con cuidado de no despertar a Inuyasha, la acostó en su cuna. Despertó a Inuyasha con un beso.
-Ya se durmió, vamos a la cama.
Una vez acostados, Inuyasha la rodeó con sus brazos y la besó en la mejilla. Antes de que Kagome lo notara, estaba dormido.
Cuando Kagome despertó, estaba sola. Se levantó y fue a la habitación de Emery, Inuyasha estaba con la pequeña en brazos y la alimentaba. Kagome sonrió y lo besó.
-Hola, mi amor…
-Hola, cómo dormiste?
-Bien, pero me dio frío…
Inuyasha sonrió.
-Mira sus ojos…
-Kami!
Los ojos de la pequeña eran de un color dorado tenue. Kagome sonrió y acarició la cabeza de su pequeña.
-Vas a tener los ojos de tu papi, mi amor…
Inuyasha la besó en la cabeza, con los ojos cerrados. Kagome sonrió al verlo. Inuyasha la llevó a su habitación y se acostó con la niña sobre su pecho. Kagome se quedó viéndolo, hasta que él le hizo señas para que los acompañara. Una vez acomodada a su lado, Inuyasha la besó con ternura.
-Te amo…
-Y yo a ti… mi amor…
-Tuve una pesadilla… tú y Emery tenían un accidente…
-No, mi amor…
-Era aquí en la casa… un escape de gas…
-Inuyasha…
-Sabías que Emery ya tiene las marcas de los dientes?
-Sí, ya los siento…
Inuyasha sonrió.
-Sabes? Las amo tanto, que siento que el pecho me va a estallar… nada de lo que hago basta… te amo, Kagome…
-Y yo a ti, mi amor…
Inuyasha se dejó besar, acarició la espalda de Kagome y sonrió al ver a su pequeña dormir.
-Esto es normal?
-Qué cosa, mi amor?
-Amarla más que a ti? Se puede amar más?
-Claro que sí, mi amor… es tu hija…
Kagome lo besó en la mejilla.
-Me alegra saber que la amas tanto… así estoy segura de que mi bebé estará siempre en buenas manos si algo me pasa.
-Oye! No tientes al diablo! Nada te va a pasar.
……………………………………
Rin y Sesshoumaru paseaban por un centro comercial mientras compraban cosas para la habitación del bebé. Rin escogía ropas de todos los colores, Sesshoumaru no dijo nada hasta que Rin eligió algo rosado.
-Preciosa, a mí bebé no lo vestirás de rosado.
-Cómo que no?
-Qué piensas? De ninguna manera dejaré que mi hijo ande de rosado.
-Sesshoumaru, qué te hace pensar que es varón?
-Simplemente lo sé.
-Pues yo la llevo dentro mío y también lo sé.
-Es varón.
-Es niña.
-Rin…
-Sesshoumaru…
Sesshoumaru sonrió y la besó en la mejilla.
-Es varón y si lo quieres comprar rosado, cómpralo para Emery.
-Entonces hagamos un trato. Nada de varones, ni nada de niñas hasta que nazca. Sí?
Sesshoumaru la besó.
-Trato.
Rin sonrió y continuó escogiendo cosas.
La habitación estaba lista, sólo le faltaban ciertos detalles. Luego de colocar la ropa ya lavada en su lugar, Rin contempló el lugar mientras calmaba las patadas. Sesshoumaru la abrazó desde atrás y la besó en la mejilla mientras acariciaba su vientre.
-Está algo activo…
-Está perfecta…
Sesshoumaru sonrió.
-Te quedó genial, la habitación, mi amor…
-Me quedó exactamente como la soñé…
Rin sonrió. Acarició las manos de Sesshoumaru sobre su vientre, retrocedió un poco y se recostó de su pecho.
-Cómo me hubiera gustado diseñar la habitación de Abril!
-No lo hiciste?
-No… Alan no me dejó… era aburridamente blanca. Si apenas la llevaba a dormir… mi amor, quieres ver cómo va la casa?
-Sí…
Fueron a la casa que estaba en construcción. Ya estaban empañetando el primer piso y subían las paredes del segundo.
-Ésta será la sala. Pondré una puerta de cristal martillado aquí y una allí par separar el comedor y la cocina… Aquí estará tu estudio y al lado mi oficina… y ésta puerta, nos comunicará…
-Y esto? En mi estudio no hay?
Sesshoumaru señalaba un hueco en la pared, como un closet.
-Es para mis planos. Tú tendrás un librero desde el techo hasta el piso, tapizando toda la pared. Tendrá una escalera especial… jeje, te encantará.
-Y esto?
-La sala de tareas de Abril. Aquí, afuera, un baño para los estudios y el cuarto de música al fondo.
-Y ese material?
-Es un aislante del ruido, para el cuarto de música. Así, puedes ver una película o escuchar tu música sin interrumpir a los demás…
Sesshoumaru sonrió pícaramente y abrazándola le dijo algo al oído que la hizo sonrojarse de inmediato.
-No tienes remedio…
Rin sonrió y le dijo que ya lo había hecho. Luego de ver toda la casa.
-Qué piensas?
-Exactamente lo que quería. Me encanta.
Rin sonrió. Más tarde, fueron por Abril a la casa de sus abuelos. Al verlos, Abril se emocionó.
-Mami, papi!
Se abrazó a las piernas de Sesshoumaru, que la abrazó de inmediato.
-Hola, princesa. Me extrañaste?
-Sí!
-Nosotros también… sólo pensábamos. Si Abril estuviera aquí…
La pequeña sonrió y corrió al interior de la casa. Rin y Sesshoumaru cruzaron miradas.
-Te dijo papá…
Sesshoumaru sonrió ampliamente. Luego de unos minutos, Abril salió de la casa, pero ya no se veía feliz. Venía con la nariz roja y los ojos llorosos. Al verla, Sesshoumaru se arrodilló frente a ella, sin importarle el precio de su pantalón.
-Qué pasa princesa?
Abril bajó la mirada aún más, hundiendo su barbilla en su pecho.
-Princesa, qué te pasa?
Sesshoumaru usó su pañuelo para limpiarle el rostro.
-Abril, nos preocupas. Qué pasa? Estabas tan feliz…
Rin se enfureció y sabiendo que era obra de su suegra, entró a la casa.
-Cómo osas entrar en mi casa?
-Uy! La fortaleza de Roberta. Escúcheme bien, espero que sea la última vez que le meta porquerías en la cabeza a MÍ hija, o de lo contrario se las verá conmigo…
-Le digo la verdad.
-La verdad es que Alan está muerto! Y usted no lo quiere aceptar.
-Tú lo mataste! Tú me robaste a mi hijo!
Rin estaba que ardía de la rabia.
-Yo no maté a nadie, vieja decrépita! Fue un accidente de autos y él iba conduciendo.
-No voy a permitir que lo reemplaces así de fácil en la vida de mi nieta.
-Mi hija se merece un padre! Y Sesshoumaru es…
-No te atrevas a compararlos, maldita!
Roberta le dio tremenda cachetada a Rin. Abril lo había visto todo. Rin se repetía a sus adentros que recordara su embarazo para no volarle arriba.
-A Sesshoumaru le gustan los niños, es atento, es dedicado, protector…
-Mi hijo era eso y más! No te lo merecías, nunca te lo mereciste! Tú echaste a perder su vida!
-Pues hasta donde sé, se necesitan dos para bailar tango.
-Eres una zorra! Devuélveme a mi hijo!
Roberta le iba a dar otra cachetada, pero Abril la abrazó.
-No! Le haces daño al bebé!
Abril besó el vientre de su madre, esperó una respuesta, pero no pasó.
-Mama, no se mueve…
Rin acarició la cabeza de Abril. Vio a Roberta.
-Mama, qué le pasa? No se mueve.
-Está dormido, Abril…
-No! Siempre que le doy un besito, se mueve, por qué no se mueve?
Abril lo hizo varias veces, pero no se movió. Abril comenzó a llorar.
-Mama, qué le pasa al bebé? Porqué no se mueve? No se oye… haz que se mueva! Mama! Haz que se mueva!
Rin la abrazó.
-Vamos a la casa. El bebé se mueve sólo cuando está feliz.
Rin vio a Roberta.
-Espero que esté feliz. Ha hecho a mis dos hijos miserables.
Mientras salía de la casa, Rin escuchó palabras que nunca pensó escuchar de esa señora.
-Mida sus palabras. Ese no es el vocabulario que quiero que mi hija aprenda.
Rin salió sin decir o escuchar más nada. Al llegar a la casa, Rin estaba que ardía que la rabia. Quería gritar y romper algo. Sin embargo, tenía a Abril tan cerca que se tuvo que controlar. Se sentó en la sala tratando de calmarse. Sesshoumaru no sabía qué hacer exactamente. Por otro lado estaba Abril. Sesshoumaru la sentó en su regazo y la dejó llorar hasta calmarse.
-El bebé está bien, princesa…
-No… no se mueve… qué le pasó al bebé?
-Lo que pasa es que está asustado y cuando se mueve está jugando. Tú no juegas cuando te asustas.
-No…
-Ves? El bebé tampoco. Vamos, princesa…
Abril se hizo un puñito en el pecho de Sesshoumaru.
-Yo quiero que se mueva… yo no quiero que se vaya al cielo…
-Claro que no se va a ir al cielo por lo que esa vieja loca diga…
-Sesshoumaru!
-Bueno, qué? Acaso la vas a respetar? De yo haber estado ahí, me tenía que matar antes de ponerte un dedo encima.
Rin dejó salir una bocanada de aire.
-No quiero que se vuelva a hablar de eso aquí. Abril, el bebé está bien. Ya verás que en un rato se mueve como siempre. Ven aquí, mi amor…
Rin la besó y le limpió las lágrimas.
-Te amo, mi amor… gracias por cuidarme…
Abril la abrazó con fuerza y Rin le contestó el abrazo. La besó en la sien.
-Qué tal si te preparo un rico sándwich de cena?
-Mama, no… el bebé está enfermo, cuídalo…
-Mi amor, el bebé está bien. Probablemente está dormido.
-Pero…
-El bebé está bien. Te lo aseguro… vamos a cenar, quiero acostarme temprano.
Rin preparó los sándwiches mientras Sesshoumaru se aseguraba de que Abril estuviera bien. Luego de la cena, Abril abrazó a Rin y pegó su oído de su vientre. Rin acarició su cabellera.
-Mi amor…
Rin la besó en la frente.
-Abril, vamos a dormir. Te prometo que cuando el bebé se mueva, te despertaré.
Rin la llevó la cama. Abril la abrazó y le acarició el vientre.
-Te quiero mucho, bebé…
Rin se dio un largo baño en el cual se relajó por completo. Sesshoumaru entró al baño y la sacó de su meditación con un beso.
-El agua ya debe estar fría…
-Ya voy…
Sesshoumaru la ayudó a salir de la tina y la cubrió con la yukata.
-Estás bien?
-Sí, ya se me pasó… me dio trabajo, pero sí…
Sesshoumaru sonrió.
-Vamos, necesitas descansar…
Rin lo abrazó y se recostó de su pecho.
-Me dijo desde ladrona hasta asesina… Sesshoumaru, ella me quiere quitar a Abril…
-Pero no lo hará, mi amor…
-Te juro que si no recuerdo que estoy embarazada, le vuelo arriba.
Una vez acostados.
-Nunca creí sentirme tan inútil como hoy… perdóname mi amor…
-No, es mejor así. Además, esto es entre ella y yo.
Sesshoumaru la besó en la sien.
-Te amo, preciosa.
Acarició su vientre.
-No te preocupes, que a esa vieja bruja no la verás nunca. Tu abuela Izayoi es más linda que esa loca.
Rin rió mientras acariciaba la cabellera de Sesshoumaru.
-Mi amor…
Sesshoumaru sonrió y volvió a bajarle el pijama.
-Estás hermosa, mi amor…
Rin sonrió y se dejó besar apasionadamente. Dormían abrazados, pero despertaron al sentir el movimiento del bebé. Rin sonrió y fue a la habitación de Abril. La despertó con un beso.
-Mama…
-Mi amor, el bebé despertó…
Abril puso su mano y lo sintió moverse. Sonrió y lo besó. Como respuesta fue una patada.
-Qué bueno! Está bien!
Abril la abrazó.
-Ves? Te lo dije, mi amor. Está bien. Ahora a dormir.
………………………………………………
Uys! Por fin lo terminé! Publico hoy porque dudo que en la semana tenga tiempo. Es mi semana de exámenes. Quiero pedirles perdón por eso.
Espero que les haya gustado el cap. Y nos veremos muy pronto bye!
Besitos
Mizuho
