Bey blade no me pertenece. Ya lo sabemos todos.
Notas: Los últimos dos capítulos de la serie. Son tan cortos que bien podrían ser uno solo, pero salió en dos. Disfrútenlo.


Estoy Enfermo Kai
Capítulo 17.


Oscura, depresiva, asfixiante, tétrica, agobiante, atemorizante, aterradora… Eran tantas las palabras que podían describir todo lo que significaba su mansión en ese momento…

Todo había sido demasiado extraño.

Nada parecía estar realmente en su lugar.

Y esas palabras resonando en su mente…

"…Déjame ser libre de una vez…"

Y su respuesta…

…Su obsesiva y definitiva respuesta…

"…Nunca"


Silenciosamente sonreía. Sola, sentada frente a su inseparable laptop –su inseparable Taichi –sonreía con toda la superioridad del mundo.

Saberse dominadora de vidas y destinos era un placer que le embriagaba hasta el más insensible de sus pensamientos. Nada podía igualarse. Solo Taichi podía ser superior a ella… Y Taichi no estaba… ¿Dios, por favor. Si Dios existiera, ella NO existiría. Un ser supuestamente benévolo y lleno de amor no permitiría que una criatura como ella caminara entre sus débiles y patéticas creaciones. No cuando era tan fácil manipularlas y destruirlas.

Hoy –comenzó a escribir en su bitácora –se ha cumplido con éxito la tercera etapa de mi Operación Sueños Rotos. Mañana en la noche podré estar en mi laboratorio enseñándole a Cleo que nadie me obliga a apresurar nada.

Aquella jornada –extraña y completamente atemporal –había sido intensa y ajetreada. Había comenzado desde que su reunión con Boris había terminado. Pacientemente y con muchísimo hastío –que el chico compartía –le explicó que necesitaba cobrarle el favor de ir a recuperar a Rei.

-No entiendo cual es realmente tu objetivo… -le había dicho Boris, sin ánimos de una respuesta, sino más como un comentario que, sabe de antemano, quedará en el aire.

-No es necesario que lo entiendas Precioso. Estas cosas van más allá de ti.

-Entonces solo debo ir por él.

-De la manera que más te acomode. Supongo que sabes como desequilibrar a un gato.

-Por supuesto.

Luego de un café con pasteles se habían separado y partido. Boris se perdió entre la gente mientras Annika iba hacia su limusina. Una vez ahí, la albina miró por la ventana mientras el vehículo partía y comparó el sabor del pastel de la cafetería con los dulces que Rei hacía.

-Una lástima que no pueda volver a probarlos…-pensó, mientras sonreía con emoción contenida.

Lo que encontró cuando llegó a la mansión, realmente fue una sorpresa. Y no muchas cosas en el mundo la sorprendían a estas alturas de su vida.

Kai le había explicado a la rápida lo que ocurría, pero finalmente fueron los videos y micrófonos de seguridad los que le mostraron la realidad de lo que había ocurrido en la enorme mansión en las tres horas que tardó desde la cafetería hasta los portones.

Las imágenes eran, en todo el sentido de la palabra, demoledoras. Pero a ella, en su retorcido sentido de la victoria, le parecían simplemente encantadoras.


El silencio y el frío le acunaron cuando abrió los ojos. Estaba solo en la cama. Eso no podía ser… no después de la portentosa sesión de sexo que acababan de tener.

Lentamente se incorporó sobre la cama, intentando oír algo, pero solo un mutismo profunda llenó sus sentidos… Algo no andaba bien…

-Rei… -llamó a media voz. -¡Rei!

Y solo el viento que soplaba en los jardines respondió.

-¡Rei! -¿dónde diablos estaba?. ¿Cómo se atrevía a desaparecer así?. Molesto y apresurado se encajó los pantalones y las zapatillas. Aunque tuviera que levantar todas las tejas del techo encontraría al gato.

Rápidamente recorrió los principales lugares cercanos a la habitación en donde el neko solía estar: el techo, la azotea, la biblioteca, el estudio y su habitación. Todo sin resultado. Los pasillos del primer piso estaban vacíos, y solo le quedaba como opción la cocina.

-¡Rei! –gritó, medio furioso, cuando abrió de golpe la puerta de dicha habitación. Entonces lo vio. Aterrado, pálido… y con ambas muñecas abiertas. –Rei… ¿Qué…!

-¡Déjame! –exclamó, alejándose, dejando caer el cuchillo sucio -¡Déjame!

-¡Pero qué mierda haces! .¡Tenemos que vendar eso!

-¡No quiero! .¡No quiero!

Kai notó que Rei estaba extremadamente tenso y que su nerviosismo solo lograba que su sangre fluyera más rápido por las amplias heridas que se había propinado. Así, decidió que no tenía tiempo para calmar a Kon, por lo que simplemente se lanzó contra él para atraparlo, siendo sorprendido por el chino, que se movía con una agilidad asombrosa para un suicida en progreso.

-¡Quédate quiero!

-¡Déjame! .¡No vale la pena ¿no lo ves!

Aprovechando un leve titubeo gracias al dolor, Kai saltó la mesa de la cocina, embistiendo a Rei duramente, logrando llevarlo al suelo.

-¡Ahora te quedas quieto! –usando su peso como traba, tomó un paño cercano y comenzó a vendar la muñeca izquierda del gato.

-¡Que me dejes! –gritó, intentando zafarse con todas sus fuerza -¡Déjame ya! .¡Déjame, Kai!

Después del último grito, el llanto comenzó a fluir con libertad, mientras la fuerza se le iba lentamente, junto con la conciencia.

-Déjame… -le rogó antes de rendirse.

-¿Porqué Rei, eh? .¿Qué pasó con todo lo que me dijiste! .¿No querías salir de todo esto? .¿Porqué! .¡Responde!

-¡Quiero ser libre! .¡Quiero librarme de todo! … Déjame ser libre, Kai… te lo suplico… No vale la pena… Déjame ser libre…

En ese preciso instante la ira se apoderó del Hiwatari. Su instinto le gritó que Boris tenía algo que ver con todo… ¿Cómo era posible que aún el maldito ruso tuviera tanta influencia? Y lo peor de todo… ¿cómo mierda había logrado hacerle algo a Rei sin entrar en la Mansión!

-…Déjame Kai… por favor…

Rei estaba rendido. Desolado. Hundido. La muerte no era más que una salvación a su alma destrozada.

-…Kai…

-Nunca… ¿me oyes Rei?... Nunca…


Annika sonreía mientras se empinaba su café. Todo estaba saliendo a pedir de boca.

Ahora solo tocaba esperar a que Kai saliera de la jaula en donde había metido a Rei para darle la última información… Eso que había ocultado desde el principio…

-¿Podrás darle remedio a lo que no tiene cura, Kai? Hazlo y demuéstrame que eres un Hiwatari…

Continuará…


Notas: Siguiente cap: El final.