Disclamer: Aún en el último capítulo, sigo declarando que Beyblade no es mío...


Estoy enfermo Kai
Capítulo 18.

Sorpresa. Incredulidad. Furia. Las tres fases que Kai siguió a la declaración de Annika.

-Es imposible.

-No lo es primo…. No hay otra razón… A veces es así.

-¡Es mentira! –rugió. Ella fingió temor.

-…Lo siento Kai… pero esto no es un problema médico…

-¡Maldición! .¡Esto no puede ser cierto!

-Creo que lo mejor es que lo internes en una clínica para su recuperación física y luego puedes llevarlo a mi clínica para un tratamiento a su depresión, luego podríamos…

-¡Nada de podríamos! .¡Tú te quedas aquí y esperas mis órdenes!

-¿Qué harás Kai?

-¡Esto acabará ahora!

Convertido en un torbellino furibundo y destructivo, Kai salió de su mansión con un solo objetivo en mente. Annika conocía ese objetivo y se preocupó de procurarle tanta información como necesitase sin que se notase que ella manejaba los hilos rojos de aquellos destinos.

-Bien… las cosas van tal como lo planeé. –sonrió, caminando hacia la jaula de Rei –Ahora ya no necesito más a Boris, así que me concentraré en evitar que Kai acabe con el lindo gatito cuando regrese.

La jaula –literalmente hablando –era la propia habitación del chico, cerrada por barrotes de acero reforzado que tapiaban ventanas, respiraderos, extractores de aire y la misma puerta del lugar, sin dejar ningún acceso visible. Annika sabía bien que esa mansión era más de lo que aparentaba, por lo que no dudó un instante en una puerta secreta que mantendría a Kai cerca de su gato cada vez que quisiera satisfacerse con él.

Sonriendo mientras caminaba lentamente, se dirigió a su habitación. A través de las cámaras que había colocado por toda la mansión confirmó que las palabras de su primo con respecto a su permanencia ahí no eran ningún juego. Su limusina estaba incendiándose en el estacionamiento trasero y el cuerpo de su chofer seguramente estaría tirado en algún lugar que en ese momento no le interesaba.

Cleo la llamó por teléfono recordándole que las horas que le había dado de ultimátum comenzaban a agotarse. Annika sonrió mientras le preguntaba como se había conseguido el nuevo número. La otra no le contestó. La rusa entonces colgó pensando que no importaba lo interesante y misteriosa que su colega quisiera fingir que era, a ella no le pasaban gato por liebre. Sabía como Cleo había obtenido su número, cuando lo había obtenido, a través de quién y como obtendría el siguiente cuando lanzara ese celular desde la azotea por el simple gusto de ver a la gravedad trabajar.

-Intentas presionarme… y acabarás mal querida Cleo…

Algo aburrida pero aún feliz, encendió un cigarro cuando el reloj marcó la cuarta hora desde la partida de Kai. Al tiempo que exhalaba el humo caminó de vuelta hacia la habitación de Rei, que se encontraba atado con una larguísima cadena que lo aprisionaba desde el cuello.

-Gatito…

-…Annika… Ayúdame… -lloró el muchacho, oculto tras la cama, avergonzado de sí mismo, de su vida y de su cobardía.

-No puedo Rei, lo sabes. Kai ya ha decidido que te quedarás aquí, con él.

-Pero no quiero… -sollozó casi de manera inaudible.

-…¿Porqué Rei? No lo termino de entender.

-¿Y porqué se supone que lo entendería yo!

-Porque eres tú quien se enamoró de su violador.

Un grito de frustración salió de la garganta de Kon mientras la cadena tintineaba. Annika dejó el cigarro colgando de sus labios, sonriendo mientras se deleitaba de su genialidad y de la obviedad de la situación.

Era un hecho casi frecuente que las víctimas solían sentir algún tipo de mórbido interés por su victimario, al grado que algunos –más obsesivos o con tendencias masoquistas –desarrollaban los llamados sentimientos de atadura que no les permitían olvidar y superar el hecho.

Rei se había enamorado de Boris desde el mismo momento en que supo que el ruso haría cualquier cosa por obtenerlo. Desde el instante en que sintió la mirada devoradora del ojilavanda sobre él y desde el primer sueño húmedo que tuvo con él.

-Hacerse la víctima no ayuda Rei… Más vale que te olvides de Boris… Sabes que Kai debe haberlo matado ya.

Un nuevo grito llenó los pasillos vacíos de la mansión. Annika sonrió aún más, dejando el humo del cigarro escapar de su boca sensual. Ya no valía la pena seguir haciéndose la simpática. Ahora comenzaba su trabajo ahí. Solo necesitaba detener a Cleo –lo que no le llevaría más de un día –y volvería a hacer lo que su primo le ordenara.

-No llores Rei –susurró con sus ojos violetas brillando con la frialdad del hielo eterno –Yo te ayudaré a olvidar a Boris…

Los tacones alejándose aterraron al chino. Y supo que estaba condenado, y que más le valdría morir en ese mismo instante, abandonarse al abrazo pálido de la inexistencia pero algo en su pecho le impidió reabrir las heridas de sus muñecas…

…El temor a Kai era demasiado fuerte… La expectativa de su ira sobre su cuerpo le hizo tiritar con antelación, aunque no supo si fue de miedo o de ansias.

Mientras, de vuelta en su habitación, Annika se dedicó a la contemplación del techo con uno y mil cigarros. Sabía que ahora debía esperar y mantener las cosas bajo control.

Cuando por fin escuchó a Kai regresar, la sonrisa volvió a sus labios. Pudo oír los pasos furiosos y los gritos de Rei cuando su primo descargó su frustración sobre él. Fue ciego testigo no solo de la paliza, sino de la brutal violación, de la humillación y del salvajismo que el bicolor desató, terminando de armar el espíritu del chino solo para destrozarlo y patearlo sobre el suelo.

¡Eres mío maldita sea! .¡Y nadie podrá cambiar eso jamás!

Ya nada importaba. Todo estaba en orden. Kai por fin había aceptado que era un Hiwatari y que con ellos no se juega. Su abuela ya se enteraría a su tiempo.

Horas después, cuando un silencio mortal invadió la mansión, Annika se preparó para ir al encuentro de Cleo. Iba tres horas atrasada, pero no le importaba. Sabía como manejar la situación.

A Kai lo encontró respirando como un toro embravecido junto a la puerta de la cocina, golpeando la pared quizás por millonésima vez, aumentando el rastro de sangre que corría desde su puño hasta el suelo.

-Tengo que hacer una pequeña diligencia Kai. Volveré mañana en la noche.

-Tú no te mueves.

-Volveré mañana. Avisa a la Abuela que todo está resuelto.

-¡Dije que no te movías! –gritó, jalándola del brazo con brutalidad. Ella solo le miró con ojos llenos de ira. –Tu vas…

-El gato ya es tuyo. –interrumpió-. Ahora debes asumir que no mataste a un hombre solo para delegar el cuidado de tu mascota a terceros. –a su pequeño y adorable primo le tembló la mirada llena de ira y frustración –Relájate. No lo veas hasta mañana. Estás demasiado tenso. Volveré mañana temprano. –dicho esto se zafó con suavidad de la garra de Kai y le dio un beso en la frente.

-..:Dijiste que volvías en la noche… –reclamó este, mirando el suelo.

-Volveré lo antes posible. No puedes estar solo. Puedes matarlo.

Una leve afirmación con la cabeza le dejó claro que –por ahora –el joven jugador obedecería las indicaciones que ella le diera. Claro, hasta el siguiente arrebato de furia.

Y mientras el avión avanzaba silencioso por el cielo, Annika observaba con aires de insuperable triunfo el nuevo informe de la Operación Sueños Rotos, que enviaría pronto a sus archivos personales.

-Lo logramos Taichi…

En la portada castaña, con enormes letras negras se leía:

OPERACIÓN SUEÑOS ROTOS
Sujetos: Hiwatari Kai y Kon Rei.
Duración: Indefinida.
Finalización:

Aún faltaba llenar la última línea. ¿Cómo había finalizado el proyecto?

-Jajaja¿Cómo más iba a terminar mi querido Tai?

Tomando una pluma de tinta y llena de una casi incontrolable emoción, Annika escribió finalmente…

Operación finalizada con éxito.


+Owari+


Notas: Hoy es 9 de abril del año 2006. Hace dos noches terminé de escribir este fic, pero aún no he publicado los capítulos porque no terminan de convencerme. Esperé a una amiga para que me beteara, pero no había leído el fic desde el capítulo 6 puesto que le desesperaba mi incontrolable tardanza. Ahora ya lo terminé y cuando le dije me preguntó¡¡¿Terminaste un fic en menos de tres años! (en alusión a mi fic "Un Gran Secreto III de CCS). Pero de todas maneras este fic comenzó un 17-12-03 y ya estamos a 09-04-06. Casi tres años… Casi…

Hoy es la última noche que buscaré betas para este fic. Si no lo encuentro, simplemente lo publicaré, cerrando uno de tantos fics que están esperando el ansiado owari.

A ver si alguien aún recuerda este fic…
Y, por cierto, si lees esto... Gracias por seguir esta locura mía .
Ishida Rio