CAPÍTULO 5.- DAMAS Y CABALLEROS: LA FAMILIA POTTER
El tiempo en que tardó la lechuza en regresar al Banco, Harry y Hermione dispusieron tener una cuenta en conjunto en el banco, desde que habían huido en la boda de Fleur y Bill, Harry había vaciado a la mitad de la bóveda Black y su Bóveda escolar que Lily y James habían hecho para él; era suficiente para vivir una vida cómoda, él era el último heredero en ese tiempo de la Noble y Ancestral Casa Black, que tenía una riqueza que competía seriamente con los Malfoy y los Potter. Sin remordimientos y sabiendo que Sirius aprobaría aquello, habían hecho los movimientos financieros.
El grimorio Black obraba en su poder, junto con el Grimorio Potter, suponía que eso les daría unos cuantos problemas en el tiempo actual, puesto que era imposible que hubiese un Grimorio duplicado; Hermione había bufado de coraje con los Grimorios, no era Black ni Potter, ni por sangre ni por matrimonio por lo que la mayoría de su contenido le era imposible leerlos, aunque con paciencia Harry se había tomado tiempo en leerle algo de su contenido.
La nueva cuenta, terminó junto a la Bóveda Potter en lo profundo del Banco custodiada por el dragón que alguna vez en el futuro ellos rescataran; Hermione y Harry podrían acceder indistintamente a ella y dispusieron una bóveda escolar para Thomas, que se llenaría cada año con 500 galeones suficientes para el año escolar, el resto de gastos saldría de la Bóveda Principal.
El tiempo que tardaron en hacer los arreglos pertinentes, un duende entró y anunció. – Jefe Oro; La Familia Potter – tras él entraron una pareja de magos de edad madura, ambos reflejaban la cuna y la clase social a la que pertenecían, exudaban un aire calmo de quien se sabe dueño de sus acciones y de su vida.
Harry bebió con avidez lo que le mostraban su ojos, frente así estaba la única familia viva que tenía, Dorea Potter tenía ese inconfundible rasgo Black que ni Azkabán pudo quitarle a Sirius, un brillo en sus ojos increíblemente azules como conteniéndose de hacer una gran broma; llevaba un diseño que seguramente era motivo de discordia en la calma sociedad de 1930; una larga falda con amplia caída, y en sus hombros un pequeño saco que simulaba una gabardina militar, Hermione aprobó la falda, daba mucha movilidad a pesar de ser falda, ella prefería los jeans; un pequeño broche de oro adornaba su cabeza con el cabelllo completamente recogido. Charlus Potter llevaba pantalón y chaqueta, de color gris oscuro, la corbata azul combinada con las líneas azules que adornaban la falda de su esposa. Su túnica era la túnica clásica de los magos, en el pecho sobre el corazón la Cresta Potter lo anunciaba como el Cabeza de Familia.
Entendió lo evidente, nadie que lo viera negaría su parentesco de los Potter, James Potter había sido una copia de su padre, y a su vez él de James, con excepción de los ojos.
Charlus Potter escaneó la habitación, pero la exhalación de Dorea lo que hizo prestar atención al chico frente a ellos; ese joven era idéntico a él, bien podría ser su hijo. La mirada de Dorea le prometió mil infiernos y siendo una Black, no era amenaza, era una promesa. Charlus se preocupó, él jamás le había sido infiel a su esposa, lo juraba por Merlín!
-Lord y Lady Potter, me disculpo por el carácter de la misiva que se les envío, ha surgido un asunto de extrema delicadeza que requiere ser discutido en persona y de manera urgente… - La mano enguantada de Dorea interrumpió al Jefe Oro.
-Un hijo bastardo de mi marido es de extrema delicadeza? – preguntó con voz filosa la dama, sin soltar el brazo de su esposo.
Harry miró a Hermione sin entender, mientras la castaña solo negó con la cabeza, Harry era brillante pero a veces simplemente era incapaz de entender las sutilezas de una conversación.
-No Madame, no se trata de un hijo bastardo, me temo que la situación es aún más complicada de lo que parece, si toman asiento por favor y escuchan la historia, estoy seguro que todo quedará aclarado en un momento… - Dorea miró con atención a los chicos frente a ella, el ojiverde le sostuvo la mirada sin vacilar (pocos eran los que aguantaban su mirada) la castaña que lo sostenía de la mano la miró de igual manera, sin titubeos, sin incomodidad. Ambos se veían físicamente de 22-24 años pero sus miradas eran las de quien ha visto demasiado en su corta vida, eran miradas viejas; algo en el chico le hizo estremecerse, algo frío cubría su magia. Con un asentimiento corto al duende y a su marido, tomó asiento.
El duende miró a Harry dándole pauta para que él se expresara. – Lord y Lady Potter, permítame presentarme, mi nombre es Harrison James Potter y soy un viajero del tiempo… - los Potter miraron al duende con asombro que asintió confirmándolo dicho por el joven. – yo, quiero decir… Hermione y yo venimos del futuro –
-Supongo que Hermione es la chica a la que no has soltado en todo este momento… - interrumpió Dorea mirando a la castaña que asintió. – Lo siento, sí ella es Hermione Jane Granger… nosotros, bueno… - el ojiverde estaba demasiado nervioso, no sabía cómo expresar todo lo que en ese momento lo desbordaba, su amiga apretó suavemente su brazo animándolo a continuar. – perdón, estoy demasiado abrumado… - suspiró y soltó la bomba. – ustedes son mis abuelos y hoy, son la única familia viva que he conocido… -
Por un breve momento las caras de los Potter mostraron sorpresa, rápidamente alegría para pasar a la tristeza y a la resignación. Habían entendido lo que el chico frente a ellos no les había dicho, tendrían un hijo (algo que anhelaban toda su vida) el joven frente a él lo confirmaba, pero el joven era huérfano y si no los conocía a ellos querría decir que en el futuro ese joven estaba solo y ellos habían muerto.
-Nos gustaría contarles la historia de nuestro viaje, el motivo por el cual estamos aquí… - interrumpió Hermione mientras miraba al matrimonio, Dorea Potter se puso en pie y caminó frente a Harry, con un delicado dedo levantó la barbilla del chico mientras miraba con atención; el chico era hermoso y le recordaba tanto a Charlus cuando lo había conocido de joven, su mirada se suavizó y delicadamente le dio un beso en la frente. – Estoy lista para oír su historia… -
Todos ignoraron el dedo escurridizo de Harry al borrar la traicionera lágrima que bajó por su mejilla.
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El shock y el silencio flotaron sobre la sala después de la historia de Harry y Hermione, Dorea y Charlus no podían concebir los horrores que estos jóvenes habían narrado, y sabían que había más de lo que les habían contado, esto era solo lo superficial. Dorea sabía que si las criaturas se habían unido para apoyar este viaje, el delicado balance de la magia se vería afectado seriamente, en el departamento de misterios trabajaban constantemente con el flujo de la magia, con el cambio en el mundo, Grindelwald suponía un peligro inmediato pero no tan grave como lo era permitir un Señor Oscuro como el del futuro de su descendiente.
-Podemos conocerlo? – preguntó Charlus, les habían dicho que Thomas ya se encontraba con ellos. Harry asintió a la pregunta de su abuelo y Hermione se puso en pie acompañando al duende que iba por Thomas.
-Thomas, eres requerido en nuestra reunión, nos acompañarías? – el niño se puso de pie y entregó un pequeño libro al duende que estaba en la pequeña oficina junto con él, agradeció el libro y caminó con la castaña. – Ellos son los abuelos de Harry, Lord y Lady Potter. –
El chiquillo, era lo suficientemente inteligente para saber que ese Lord y Lady, no eran meros adornos, todo en esas personas gritaba lujo y riquezas, se envaró con desconfianza, recordando experiencias con las "Ladys" que luego iban a la caridad y tan solo fingían una sonrisa para la foto y después los miraban como si fueran apestados.
Charlus miró el porte del chico y su físico, tenía que confirmar lo que sus ojos veían pero al parecer, Hogwarts volvía a tener al menos dos de sus herederos; debía hacer una visita urgente a la Bóveda Potter. – Joven Riddle, es un placer conocerlo… - la mano extendida del mayor, sorprendió a Thomas que devolvió el apretón de manos.
-El gusto es mío Lord Potter, Lady Potter – dijo mirando a la dama con educación. Harry arqueó una ceja de manera divertida, entendía porque al joven Thomas no le había costado hacerse de seguidores, era realmente muy carismático cuando quería.
-Jefe Oro, tengo una propuesta que creo va a convenir a los intereses de todos, Harry es mi nieto, pero cualquiera que lo vea sabrá que es un Potter, sugiero incorporarlo a la familia como heredero, diremos que es de la rama secundaria de los Potter, recuerdo que el primo Fleamont murió sin descendencia, podemos alegar un hijo nacido fuera del matrimonio o algo parecido, Euphemia murió hace algunos años por lo que no habrá problema al respecto; las familias sangrepuras pegarán un grito en el cielo, no que me importe la verdad, pero entenderán la necesidad de nombrar un heredero dada nuestra edad y falta de descendencia propia –
Dorea asintió a las palabras de su esposo, eso dejaría a Harry mejor parado frente a los magos de mente corta en esta sociedad mágica pero dejaba desprotegida a Hermione y a Thomas, no era ajena a la conexión de los jóvenes y decidió presionar un poco. – Querido, olvidas a Hermione y a Thomas, si bien Harry queda protegido pero ellos no… -
El ojiverde se acercó aún más ellos. – No los dejaré! –
-No querido, no me malentiendas, lo que estoy sugiriendo es una boda muggle o un enlace mágico que los una como familia y una adopción de sangre para Thomas… Eso cercaría a los tres a prueba de la gente metiche –
Harry y Hermione la miraron con sorpresa y sus mejillas se colorearon. – P… pero… una boda? - dijo la vocecita de la castaña mientras Harry tragaba duro.
-Oh tranquilos, podemos hacer un papeleo de boda muggle, se valida en el mundo mágico pero es disoluble, no como el enlace que es para toda las vidas… - Charlus sonrió ante las palabras de su esposa, había visto la misma conexión de su nieto con esa chica castaña, él era más sutil, pero su querida esposa era como una enorme bola de demolición. - Estás de acuerdo con la adopción de sangre Thomas? Seriamos tus abuelos, Harry y Hermione serían tus padres de sangre; no pretendemos ocupar un lugar que no nos corresponde, simplemente ocupar un nuevo lugar en tu vida y tú en la nuestra… -
Los duendes miraron con atención la reunión familiar que se desarrollaba ante sus ojos. – Podríamos encargarnos de todo Lord Potter, la incorporación del joven Potter a la Noble y Ancestral Casa Potter, el papeleo del matrimonio muggle y de la adopción de sangre… Si están todos de acuerdo -
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Capi! Capi! Capi!
Estoy inspiradaaaa! Nuevo capi arriba! Esperaré a tener nuevos RW´s para subir, quisiera ver sus reacciones a la historia, si gusta para continuarla.
Maté varios pájaros de un tiro en este capítulo pero es necesario para la trama de la historia, sé que no lo pareciera pero en las épocas pasadas, sobrevivir era vital, lo practicidad era lo mejor, por lo que me tomé esa libertad para ese capítulo, la aceptación de los Potter con su nieto "viajero" la aceptación de Thomas ante este nuevo futuro, para él es un escape del infierno del orfanato, por lo que él aceptará esos cambios tratando de sacarles el mayor provecho.
besos!
