Harry y Oliver se encontraban cenando sus amigos en la casa que compartían, solían reunirse un par de días por semana a cenar todos juntos, los gemelos también iban, pero tenían un nuevo invento para su tienda de bromas y lo estaban probando, y cuando eso ocurría lo mejor era mantenerse lo mas alejados de ellos que se pudiera.
- ¿Cuándo te reúnes con Draco? – interrogo Ron mientras devoraba la cena.
- Mañana en la noche – contesto Ginny -¿Por qué? Y no es una reunión Ron, es una cita.
- Curiosidad, no puedo preguntar, que hace mi hermanita – Ginny prefirió no contestarle, sabia que al final acabarían discutiendo y no quería arruinar la cena a los otros.
- Deja a tu hermana Ron – le regaño Hermione.
- Venga a vamos a cenar en paz por una vez – intento Harry poner paz – no pasa nada porque no discutamos, seria una nueva experiencia.
- ¿Qué tal el entrenamiento Oliver? – pregunto Hermione intentando calmar el ambiente, pero el no llego a contestar, un golpe y después un quejido se oyó en la parte de atrás de la casa.
Todos se levantaron corriendo con sus varitas en mano, al salir por la puerta trasera, se llevaron una sorpresa, Draco estaba de rodillas en el suelo intentando ponerse en pie con Anne en sus brazos, tenia una pequeña herida en la frente y de su brazo derecho brotaba sangre que caía por su mano, todos corrieron hacia ellos.
- No vengo solo Potter, lo siento – fue lo único que dijo mientras miraba al cielo. A Harry se le congelo la sangre por lo menos 20 hombres en escobas se dirigían hacia ellos.
- A la casa rápido, Ron ayuda a Draco – grito mientras alzaba su varita, junto a el se colocaron Hermione y Oliver empezaron a disparar hechizos, Ron fue a coger a Anne y Ginny intentaba ayudar a Draco a ponerse en pie, pero el se resistía a soltar a Anne.
- Malfoy suéltala – el no contestaba, solo la oprimía mas contra él – Malfoy no tenemos tiempo.
- Entrar de una vez – chillo Harry – no podremos retenerlos mucho tiempo.
- Draco deja que Ron la lleve – le suplicaba Ginny, pero el seguía en sus trece, intento levantarse pero el dolor de su brazo y el cansancio lo hizo derrumbarse.
- Maldita sea Malfoy, no es el mejor momento para que te pongas a hacer estupideces – vocifero Ron – Malfoy por favor, Draco – susurro – te prometo que la protegeré, no le ocurrirá nada.
- Yo a Ginny la protegería con mi vida, harás tú lo mismo por ella.
- Si, como si fuera ella, te lo juro – Draco soltó el abrazo y Ron la cogió de sus brazos.
- Hermione ayúdame, no puedo sola con él – su amiga así lo hizo, sostuvo a Draco por un brazo mientras Ginny lo hacia por el otro, siguieron a Ron a dentro de la casa mientras Oliver y Harry les seguían cubriéndoles la espalda.
- ¿Y ahora que hacemos? – pregunto Oliver cuando todos estaban dentro de la casa - ¿y alguien me puede explicar que esta pasando aquí? – se acerco a Ron que aun cargaba a Anne – yo la sostendré.
- No – grito Draco – tu me lo prometiste -le dijo a Ron – dijiste que la protegerías.
- Tranquilo no me separare de ella. Lo siento Oliver – le dijo mientras sujetaba mejor a la chica.
- Harry van a entrar de un momento a otro – le dijo Hermione.
- De acuerdo debemos salir de aquí, vamos a Hogwarts, allí estaremos a salvo y todo el mundo recibirá sus explicaciones – contesto mirando a Oliver que parecía totalmente perdido – además hay que avisar a Dumbledore. A al chimenea todos.
Harry ayudo a Ginny a sostener a Draco, para que fueran los dos juntos, después los siguió Hermione que miraba a su novio con miedo.
- Te seguiré enseguida, no te preocupes – le dijo él dándole un beso, Ron la siguió y después fue Oliver, cuando todos se habían ido, Harry se introdujo en la chimenea y en el momento en que comenzaba su viaje pudo distinguir a alguien entrando en la casa. En unos segundos se encontraba en su antiguo colegio, se empezó a sacudir la ceniza cuando unos brazos le rodearon el cuello.
- Tardaste mucho – le grito ella con lágrimas en los ojos.
- Pero que dices, solo vine unos minutos después de ti – ella en ese momento, solo pudo abrazarlo mas fuerte y él le respondió – tranquila, todo a salido bien, todo esta bien.
- Si esta vez si – le susurro ella al oído.
- Hermione esta vez y todas no lo dudes – le contesto él separándola la beso y le sonrió.
- Me alegro de que hayas llegado sano y salvo Harry – él pudo ver al profesor Dumbledore ofreciéndole la mano y detrás de el a Snape que le miraba con odio – hemos llevado a Anne y a Draco a la enfermería, supongo que vosotros también querréis descansar avisare al resto de los miembros de la orden de que están aquí, ha sido un día largo.
- Mas bien una noche – añadió Harry con una sonrisa.
- Bien, porque no vais a vuestra casa, ya sabéis donde se encuentra y mañana después de desayunar, hablaremos sobre todo lo que a pasado hoy.
Los chicos hicieron caso a su ex director y se dirigieron hacia Gryffindor, era una suerte que todavía fuera agosto y que ningún alumno se encontrara en esos momentos en el colegio, así tendrían toda la casa para ellos, nada mas llegar Ginny y Hermione se fueron a costar.
- Ahora si me vais a explicar – interrogo Oliver sentándose en uno de los sillones Harry se sentó enfrente de el y Ron lo hizo a su lado.
- Veras, Ron, Ginny, Hermione y yo pertenecemos a la Orden del Fénix, junto con otros muchos más aurores – Oliver se quedo blanco, llevaba dos años viviendo con Harry y nunca había sospechado nada – y Draco y Anne también, ellos estaban infiltrados entre los mortifagos, nos pasaban información sobre sus ataques y sus planes, eso salvo la vida a muchas personas.
- Incluidos nosotros – añadió Ron.
- Si incluidos nosotros – termino Harry
Dos días ya habían pasado desde que habían llegado a Hogwarts, Draco ya estaba casi recuperado, pero Anne seguía en el mismo estado, no conseguían que despertara, las heridas le habían curado bastante rápido, pero aun así no abría sus ojos, todos estaban preocupados por su estado.
- ¿Qué le puede ocurrir? – le pregunto Remus a la enfermera Pomfrey.
- No lo sé, no es algo físico, mas bien parece que no quisiera despertarse.
- ¿Por qué no iba a querer? Verdad que si quieres – dijo mirándola – por favor despierta te necesitamos, despiértate – Draco que se encontraba en la cama de al lado miraba el rostro sereno de la chica.
- Remusm Dumbledore te esta buscando – le dijo una voz desde la puerta.
- Gracias Oliver.
- ¿Cómo te encuentras? – le pregunto Oliver a Draco, pero ni siquiera le miro, se sentó en la cama de Anne y la observo.
- Estoy mejor, gracias pero no necesitamos nada – contesto secamente.
- Que es exactamente lo que té molesta – le pregunto el otro en el mismo tono de voz.
- Aparte de ti nada.
- Mira Malfoy la verdad es que tu opinión no me importa mucho y en el fondo los dos sabemos que no es a ti a quien he venido a ver.
- Si, por eso déjala en paz, no sé tenia que a ver liado contigo, eso lo complico todo, ya le dije que era un error.
- Tu que sabrás.
- Sé mucho mas que tu, se pasaba el día pensando en ti y cuando Marcus se entero de lo del - pero no siguió hablando, se dio cuenta de que casi había metido la pata.
- ¿Cuándo se dio cuenta de que?
- De... esa sonrisa estúpida con la que andaba todo el día, por tu culpa, la hizo sufrir mucho mas – Oliver se levanto rápidamente y fue hacia Draco, le cogió del cuello del pijama.
- Si ella hubiese estado conmigo no le hubiera ocurrido nada, y si es culpa mía debería serla tuya también, tu estabas junto a ella deberías haberla protegido.
- Basta – les grito alguien detrás de Oliver – me da igual quien creéis que es el culpable, no pienso dejarlos seguir metiendo gritos mientras ella sigue en la cama, queréis ayudarla, pues comportaros con la edad que se supone que tenéis.
- Harry yo...
- Que os calléis. Los dos – dijo cuando vio que Draco iba a decir algo cogió una silla y la puso a un lado de la cama, después fue a por otra y la dejo al otro lado, se sentó y dijo – yo voy a quedarme aquí sé que va a despertar, y querrá a la gente que la quiere cerca, vosotros podéis hacer lo que queráis, pero un solo grito y os echo a los dos de la enfermería.
Los dos chicos se miraron con odio y después miraron a Harry, Oliver se sentó en la silla que él había colocado y le cogió la mano a Anne.
Se sentía tan bien allí, miraba al cielo azul tendida en la hierba, se incorporo y dejo que su vista viajara por ese bonito lugar, estaba rodeada de flores y bosques, era tan perfecto pensó para ella.
- Demasiado perfecto ¿no te parece? – le dijo una voz a su lado sobresaltándola.
- ¿De donde has salido? – pregunto ella.
- Que importa eso. Soy...
- Sé quien eres.
- Bien ¿Quién soy? – quiso saber el con una sonrisa.
- Sirius Black.
- Sí. Aunque esa no era la respuesta que esperaba.
- Mi padre – susurro ella.
- Bueno no esperaba que lo dijeras con entusiasmo, pero tampoco con ese tono de tristeza, supongo que hubieras preferido a alguien que no tuviera mi pasado.
- No, no es tu pasado, es que estas muerto – mas bien indico ella.
- OH es eso, no te preocupes, no estoy mal así.
- ¿Eres un fantasma?
- Yo no diría eso exactamente, porque en realidad solo estoy en tus sueños. Porque tu sabes que todo esto es un sueño.
- Si lo sé ¿Y qué? me gusta.
- Ya, pero no te puedes quedar aquí para siempre.
- No veo porque no, es un sitio muy bonito, mira a tu alrededor.
- Si es bonito, pero no es tu sitio. Te están esperando te necesitan junto a ellos para vencer, todavía no les has dicho el plan de los mortifagos.
- No me necesitan, solo traigo tristeza y sufrimiento, Oliver sufre por mi culpa y no quiero que así sea. Aquí no le causare daño a nadie.
- ¿Es eso lo que sientes de verdad?
- Si. Ojala nunca hubiera nacido.
- No digas eso, no te das cuenta que sin ti, todo hubiese sido distinto, que nada seria igual. Ven conmigo – le dijo levantándose y dándole la mano – quiero enseñarte una cosa – Anne acepto la mano que él le brindaba y según se puso en pie apareció en un cementerio, se parecía bastante al que había visto en el pensadero, había una chica allí también, estaba de espaldas, pero Anne la reconoció enseguida, ese pelo pelirrojo no dejaba lugar a dudas, era Ginny, se acercaron a ella, Sirius todavía la llevaba de la mano, ella no se percato de que estaban allí, solo lloraba en silencio, se dejo caer de rodillas y empezó a gritar, Anne miro la tumba Ron Weasley, apretó la mano de su padre, no podía ser Ron estaba vivo, empezó a leer del resto de las lápidas que había a su alrededor, Fred, George, Molly, y así hasta que leyó a todos los miembros de la familia Weasley, Sirius tiro de su mano y la acerco a otra Harry Potter era el nombre que allí traía.
- Pero Harry esta bien – le decía mirando a Sirius con lágrimas en los ojos.
- No, no esta bien. Tu no estabas allí para avisarle que Voldemort le iba a intentar matar, ese día Harry, Ron y Hermione perdieron la vida, tus avisos les salvaron la vida pero si nadie les advertía del peligro no lo podían impedir, todas esas personas están muertas porque tu no estabas allí, mira – Anne levanto sus ojos, y pudo ver a Draco que se acercaba a Ginny, el aun estaba vivo, Ginny giro su cabeza y le vio, se puso en pie y saco su varita, Draco hizo lo mismo y antes de que la pelirroja pudiera decir ni hacer nada, el le había danzado una maldición imperdonable, matándola.
- ¿Pero que hace? – grito Anne.
- Tu no estabas la noche que en el sótano mataron a aquel hombre, así que Marcus le consiguió convencer que la limpieza de la sangre era muy importante, de que debía unirse a ellos, es un mortifago, tu no estabas con él, no sintió compasión ni cariño por nadie, nunca conoció el amor, solo el odio.
- No – chillo Anne – por favor hasta que todo esto pare.
- Yo no puedo, eres tú la que debes hacerlo, despierta y vuelve con tus amigos.
- No puedo.
- Vuelve pequeña demuestra que eres fuerte.
- Duele demasiado.
- Lo sé, pero ya estas en la meta final, solo tienes que aguantar un poco mas, debes volver.
- ¿Si lo hago te volveré a ver?
- Algún día, espero que dentro de mucho tiempo.
- ¿Te puedo abrazar? – pregunto ella tímidamente.
- Por favor – contesto él abriendo sus brazos para recibir a su hija – todo estará bien ya lo veras, tienes que ser fuerte, tu madre y yo estamos muy orgullosos de ti – ella sonrió y lloro de felicidad por estar en los brazos de él.
Notaba como alguien le acariciaba el pelo, abrió sus ojos buscando a la persona y su rostro se lleno de felicidad.
- Anne por fin has despertado – grito abrazándola, el resto de personas que se encontraban en la habitación también se despertaron, Draco se levanto de su cama y se acerco a la de ella.
- Menudo susto nos has dado – le regaño – no me vuelvas a hacer esto en la vida.
- Lo intentare – le sonrió ella.
- ¿Estas bien?
- Si Harry gracias, o eso creo –añadió intentando sentarse, Oliver y Harry la ayudaron – tengo hambre – todos se rieron ante tal observación - ¿Qué? Yo no le veo la gracia tengo hambre – volvió a repetir ella molesta.
- Ahora te traigo algo – le dijo Harry.
- No espera – le grito ella - ¿Qué día es hoy?
- Trece ¿Porque?
- Mierda. No tenemos mucho tiempo, piensan atacar Hogwarts el quince, quieren acabar con Dumbledore y destruir el colegio – todos se quedaron callados.
- ¿Estas segura de eso? – interrogo Draco.
- Sí. Harry alguna vez te di una mala información.
- No. Nunca.
- Pues vuelve a confiar esta vez también en mi.
