A primera hora tenían clase de dcao con los Slythering no sabia que reacción debería tener cuando lo viera, se encontraba escuchando a Evelyn hablar sobre los niños de primero, pero hacia un cacho que no la oía, estaba esperando el momento que el apareciera por el pasillo, cuando lo vio dejo a Evelyn con la palabra en la boca y fue hacia el, venia acompañado de Priscila Philips, la chica con la que había estado la noche anterior. James que charlaba con Thomas Logbotton, observaba todo desde la pared en la que se había apoyado
- ¿Puedo hablar contigo un momento?
- Claro Jenny, ahora voy Priscila – esta ultima paso al lado de Jenny mirándola de arriba abajo – dime – ella guardo silencio unos segundos y después por todo el pasillo se pudo oír el tortazo que le había dado – ¿pero quien te crees que eres? – grito el chico.
- Una niña mimada, no lo sabes, claro debe ser porque tu lo que necesitas es toda una mujer como Philips.
- No sé de que me hablas – añadió el sorprendido.
- Lo sabes perfectamente – elevo la voz, provocando que todos los miraran - No mientas.
- Baja la voz - le dijo el amarándole el brazo – estamos dando todo un espectáculo.
- Suéltame – grito ella, por el rabillo del ojo pudo ver como James se acercaba a ellos, le hizo una señal para que se detuviera y se zafo del brazo que la aprisionaba – vamos a hacernos un favor mutuo, no me vuelvas a hablar y yo haré lo mismo contigo, así no tendré que volver a ver tu cara que me produce tanto asco.
- Estupida, no sabes a quien te estas enfrentando. Eres tan estupida como tu padre, que es un traidor de mierda.
- Crees que los insultos de un adolescente mimado, egocéntrico y narcisista me pueden afectar, deberías utilizar un poco tus neuronas, no son de adorno – ella se giro y pase al lado de James, John iba a ir tras de ella, pero James y otros Gryffindor se interpusieron en su camino.
- No creo que sea una buena idea – le dijo James.
- Buenos días alumnos. Pasemos al aula – saludo la amable voz de su profesor que había llegado en esos momentos.
- Buenos días profesor Lupin- contestaron algunos de los alumnos.
- Ya me explicaras que a sido eso – le dijo Evelyn sentándose junto a ella, en ese momento un papel aterrizo justo delante de Jenny, lo cogio y lo abrió:
Al final va a resultar que no eres tan tonta como yo creía,
Lo has echo muy bien, lo has puesto en su sitio
James.
Jenny se dio la vuelta y le miro, no soy nada tonta, le susurro con una sonrisa, el le devolvió la sonrisa, la puerta de la clase se abrió de un golpe y Robert entro por ella como un huracán, se tiro encima de John y le empezó a pegar puñetazos, el profesor Lupin le cogio por la túnica y lo tiro hacia atrás.
- Robert Weasley se puede saber que te ocurre, como entras en mi clase actuando de esa manera, James se había acercado a ellos, al igual que Jenny y Evelyn, Robert estaba rojo de furia, su pelo pelirrojo, casi no resaltaba comparado con su cara, no podía ni hablar, le dio a James algo que llevaba retorcido en su mano, este lo cogio y lo estiro, miro a John que se encontraba sangrando por la nariz y si el profesor Lupin no hubiese visto sus intenciones y lo hubiese sujetado se hubiera tirado también a por el – ¿que demonios tenéis ahí? – el licántropo le arranco a James de las manos el papel, y cuando lo vio se quedo pálido, miro a Jenny y trago saliva, ella se acerco a el para ver lo que tenia en su mano. Se quedo pálida, no podía ser, no había sido capaz – señor Adams, ¿hizo usted esta foto?
- No señor, yo soy quien esta encima de ella no lo ve – Robert se intento escapar de Evelyn que le tenia sujeto, mientras James le asesinaba con la mirada.
- ¿Puedo saber quien hizo esta foto? – pregunto el profesor intentando que su voz sonara calmada.
- Un amigo de un amigo – el parecía disfrutar con el interrogatorio – fue un apuesta, aposté con unos amigos a que me la tiraba en la fiesta, pero como necesitaba una prueba uno de ellos sacaría una foto, para demostrar que era cierto – eso ya era demasiado para Jenny, la estaban humillando delante de sus compañeros, dio unos pasos hacia atrás sin apartar la mirada de John, lo veía sonreír, choco con la mesa del profesor, se dio media vuelta y salio corriendo del aula.
- ¿Como llego esto a sus manos señor Weasley? –pregunto el profesor.
- El me lo envió, seguro que fue – John volvió a sonreír.
- Claro que no profesor, yo no se lo mandaría a el, se como se pone cuando se meten con sus primas.
- Si que lo hizo estaba en clases de transformaciones cuando me llego una lechuza con esa foto.
- ¿Puedes acaso probar que fuera su lechuza? – interrogo Lupin con calma.
- No, no era su lechuza, de eso estoy seguro, pero puede haber cogido cualquiera para mandármelo.
- Basta, se acabo la discusión, lo siento pero esto no puede quedar así, diez puntos menos para Gryffindor por a tacar a un compañero, y cincuenta puntos menos para Slythering por la falta de respecto a un compañero.
La hora de la cena había llegado, todos se encontraban ya en la mesa, todos menos Jenny, no se le había visto desde la primera clase, no había ido a comer ni tampoco había echo aun aparición por la cena, Sabrina le contaba a Evelyn todo lo que había aprendido en su primer día, James miraba a la puerta, esperando que Jenny apareciera, mientras Robert miraba hacia la mesa de Slythering, planeando mil maneras de hacer sufrir a Adams. El profesor Lupin se acerco hasta ellos.
- ¿La habéis encontrado? – les pregunto.
- No – le contesto Evelyn – la hemos buscado por todas partes. No sabemos donde puede estar.
- Bueno no os preocupéis aparecerá, ya lo veréis. Necesita estar sola.
- Remus – le llamo Susan – le vas a contar a nuestros padres.
- Aun no lo he decidido Susan. Lo que ha ocurrido es bastante grave, pero también comprendo que sois mayores para tomar vuestras propias decisiones, solo me pregunto si estáis preparados para enfrentaros a ellas.
Ya eran más de las once de la noche y seguían sin tener noticias de Jenny, habían rastreado todo el castillo sin resultado. En la sala común, aun había mucha gente terminando sus trabajos, Susan no apartaba la vista del retrato como si porque lo mirase mucho tiempo antes aparecería. Robert junto a ella, atendía a las explicaciones que Evelyn le daba sobre un hechizo, mientras James ayudaba a Sabrina con sus primeros deberes.
- Jenny – grito Susan levantándose de la silla en la que se encontraba y corriendo hacia ella – ¿donde estabas llevamos horas buscándote? – en el estomago de James, pareció que se quitaba un peso que había retenido durante todo el día y ni si quiera se había dado cuanta
- ¿Estas bien? – le pregunto Evelyn – te has saltado todas las clases.
- Y todas las comidas – siguió Robert, la miro a los ojos, los tenia hinchados, le puso una mano en la frente – tienes muy mala cara, estas ardiendo.
- Estoy bien, solo quiero acostarme – Susan le paso un brazo por los hombros y camino junto a ella, comenzaron a subir las escaleras pero al llegar al segundo escalón, Jenny se tuvo que sostener a la pared para no caer al suelo.
- ¿James que le pasa a Jenny? – le pregunto Sabrina mientras su hermano no despegaba los ojos de las escaleras.
- Nada, que se a pasado el día con los deberes y no ha tenido tiempo para comer, pero ahora Robert le ira a buscar algo de comida y se pondrá bien y tu te iras a dormir que es muy tarde – le dijo empujándola por la escaleras, se acerco a Susan y Jenny, cogio a la última en brazos y subió las escaleras con ella, seguido de Evelyn y Susan – El segundo día que estas aquí y ya la has tenido que armar.
- Por esta vez nada mas, no quiero discutir contigo – le dijo contra su cuello.
La dejo sentada en la cama, Evelyn y Susan la ayudaron a quitarse la túnica, James salio de la habitación y volvió a la sala, pudo notar como todo el mundo le observaba.
- No tenéis nada mejor que hacer – bramo y todo el mundo volvió a su quehaceres, se sentó de nuevo en la mesa y siguió haciendo sus deberes hasta que llego Robert con una bandeja, recogió sus cosas y lo siguió hasta el cuarto de las chicas, espero apoyado en la pared junto a la puertas hasta que salio acompañado de Susan
- Ese cabrón lo va a pagar – gruñía Robert – va a sufrir tanto dolor que no lo va a poder resistir.
Esa noche tardo mucho en dormirse, esperaba que ella apareciera de nuevo para hablar con él, pero después de la respuesta que le había dado el al final, entendía que no fuera., aun así deseaba que volviera de nuevo.
Robert, Susan y James esperaban a Jenny junto a las escaleras de la sala, Evelyn siempre madrugaba más que ninguno, decía siempre que un prefecto debía dar ejemplo y Sabrina se había ido con una de sus compañeras de habitación. Jenny no tardo en aparecer y bajaron a desayunar. Al llegar allí, Evelyn ya estaba allí hablando con Thomas, se sentaron junto a ellos, todos notaron que cuando entraron en el comedor la gente los miraba.
- No es cierto – murmuro Jenny – mientras desayunaban.
- Jenny – llamo Susan – no tienes que darle explicaciones a nadie.
- Pero quiero hacerlo.
- ¿Qué no es cierto? – interrogo Robert.
- No me… no tuve nada con él, nunca llegamos tan lejos, lo intente pero no me sentí preparada así que lo pare y no le sentó muy bien – en ese momento James sintió una punzada en su estomago, esa foto le había echo daño a la chica y el sentía unas ganas terribles de levantarse y romperle la cara a ese imbecil.
- Aun así – dijo Robert – no tiene derecho a hacer lo que hizo, pagara caro lo que a hecho.
Las semanas pasaban y ya mas de la mitad de los chicos de séptimo habían visto la foto de Jenny ella estaba harta de que pasara por donde pasara se oyeran murmullos y comentarios, Robert pasaba el día queriendo pegarles a todos los veía que tenían la foto en sus manos y Evelyn bajándole puntos a todos los que podía.
La navidad se iba acercando salieron un fin de semana a Hogsmeade a los chicos les daba mucha pena dejar a Sabrina en el colegio, pero siempre le prometieron que le traerían muchas cosas cuando volvieran.
Fueron a tomar algo a las tres escobas y luego dieron una vuelta por el pueblo mirando las tiendas, compraron muchas golosinas para ellos y para Sabrina. Jenny fue a una pequeña tienda de plumas mientras los otros la esperaban en las tres escobas para comer. Compro una bonita pluma de oro, para regalársela a Sabrina en las navidades, luego siguió hasta una joyería y allí les compro unos pendientes a Evelyn y otros para Susan. A James y a Robert le había pedido a su madre que les comprara el último libro que había salido sobre quitdchit ya que a los dos les encantaba y jugaban en el equipo de Gryffindor.
Salio de la joyería, hacia ya mucho frió y se subió la bufanda intentando taparse un poco la cara.
- Perdona jovencita – le dijo un hombre, llevaba una túnica negra de viaje y una bufanda que le tapaba media cara – me podrías decir donde esta la tienda del señor humanirasta.
- Lo siento pero no puedo ayudarle – le contesto ella – no la conozco, nunca e oído hablar de ella, puede preguntar en las tres escobas, seguro que hay le pueden indicar.
- Gracias. Si me permites otra pregunta, te pareces mucho a una persona que conocí, tal vez lo conozcas se llama Draco Malfoy.
- Si. Es mi padre. Lo conoce usted – interrogo ella sorprendida.
- Si, lo conocía, pero hace mucho que no lo veo.
- Jenny – la llamo James acercándose a ella – vamos te esperamos.
- Ya voy.
- James – susurro el hombre.
- ¿Le conozco? – interrogo el chico.
- No, lo que ocurre es que te pareces mucho a tu abuelo.
- Si lo sé. ¿Y usted es? – sujeto la mano de la chica y la acerco a él lo más que podía, no sabia porque pero ese tipo le daba mala espina.
- Nadie importante. Potter y Malfoy. ¿Quién lo hubiera dicho? – susurro mientras se iba.
- ¿Quién era ese? – el chico lo seguía mirando mientras el bajaba calle abajo.
- No tengo ni idea, me pregunto por una tienda con un nombre muy extraño
- Se puede saber porque te paras a hablar con desconocidos – casi grito él.
- No lo hago. Pero por si no lo sabes hay que tener un mínimo de educación, pero esta claro que es algo que tú no conoces.
- La educación y la estupidez para ti deben ir unidas. Ponerte a hablar con un extraño. Parece que tuvieras pájaros en la cabeza.
- Oye porque no me haces un favor y cierras la boca.
- Claro en cuanto se lleva la contraria a la niña hay que callarse.
- Eres inaguantable.
- Y tu eres una mimada – así siguieron durante todo el recorrido hasta las tres escobas donde los otros los esperaban, al llegar allí, Robert no pudo evitar preguntarles porque iban de la mano, ellos se soltaron rápidamente y cambiaron de tema.
Sabrina había conseguido convencer a Jenny para que la acompañara a la biblioteca a hacer sus deberes, ella fue un poco reticente, pero al final accedió, se pasaron toda la tarde allí, de vez en cuando algún chico se acercaba, alguno incluso le pidió que le firmara la foto, pero se iban rápidamente cuando Jenny levantaba su varita y los amenazaba con un bonito maleficio.
Volvían hacia la sala común, Sabrina le iba contando como uno de sus compañeros de curso, había perdido el control de la escoba y había terminado colgando en uno de los palos de quitdchit, Jenny se reía viendo a la niña relatarlo. Pasaban junto al baño de prefectos cuando sintió como una mano la metía dentro, Sabrina tiro de ella, pero al final solo consiguieron entrar las dos.
- Pero que te pasa Adams estas mal de la cabeza – le grito.
- Quiero hablar contigo – le dijo con una sonrisa en su rostro que a la chica le dio muy mala espina.
- Pues yo contigo no, vamos Sabrina.
- No espera –le cogio su brazo - solo un segundo por favor.
- Jenny – le llamo la niña mientras tiraba de su túnica.
- ¿Que pasa Sabrina? – ella le señalo otros dos chicos que estaban detrás de Adams.
- Veras, solo será un momento – siguió Adams – yo les he apostado a ellos que tu me darías un beso y no quiero quedar mal.
- Tú eres tonto. Pero quien te crees que eres para hacer apuestas sobre mi, eres idiota.
- La culpa es tuya – le grito el – tu dejaste un tema pendiente conmigo y algún día lo terminaremos.
- En tus sueños – chillo ella - vámonos Sabrina – pero no avanzo un paso cuando Adams la había cogido por la cintura y la besaba, ella se intentaba soltar, y Sabrina le empujaba, pero lo único que consiguieron fue caer los tres a la bañera. Jenny se separo de el y cogio a Sabrina que intentaba llegar hasta la escalera, estaba asustada pero no lloraría delante de un Slythering, era algo que su hermano le había ensañado muy bien.
Salieron del agua, y se encaminaron a la puerta pero Adams volvió a cogerla, pero esta vez ella fue mas rápida en el momento que le daba la vuelta ella aprovecho para darle un rodillazo, el soltó algo parecido a un aullido, los otros dos que estaban allí rompieron en carcajadas, ella cogio a Sabrina de la mano y echo a correr, siguieron corriendo hasta que llegaron a la sala común.
- ¿Pero de donde venís mojadas con el frió que hace? – interrogo James que hacia sus deberes en un sillón de la sala.
- Baño el beso piscina rodillazo corrimos – expreso la niña.
- ¿Qué has dicho? ¿Qué le has hecho a mi hermana? – Jenny le miro mal y se sentó en el respaldo del sillón donde el se encontraba a recuperar el aliento.
- Adams metió a Jenny en el baño de prefectos, y yo fui arrastrada con ella, la beso y como ella no quería y yo le ayudaba nos caímos a la piscina cuando salimos lo volvió a intentar y ella le dio una patada en sus partes – Sabrina cogió aire.
- ¿Eso va en serio? – James miro a Jenny que afirmo con la cabeza - Lo mato – gruño mientras se levantaba.
- Estate quieto – Jenny le volvió a sentar y puso a Sabrina encima de el – no vale la pena.
- Si que vale, además así te déjala en paz de una vez, ese tío necesita que alguien le de una lección.
- Tú déjame a mí que ya me encargare yo de él. Ve a ponerte ropa seca Sabrina – la niña obedeció y subió corriendo por las escaleras, Jenny iba a hacer lo mismo cuando James la cogió por un brazo y la arrastro hasta un rincón de la sala común donde nadie los pudiera oír - ¿Que? – pregunto cansinamente mientras el la miraba furioso.
- Me da igual lo que tu digas, pienso ir y dejarle las cosas claras a esa serpiente para que nos deje a todos en paz – Jenny que estaba apoyada en una columna echo su cabeza hacia atrás y cerro los ojos, ese tema era del único que se hablaba en semanas y la tenía muy satura.
- Si vas tu a defenderme – le dijo intentando guardar la calma – cada vez que alguien se mete conmigo, la gente va a pensar que no me puedo defender yo sola, así que no hagas nada – se iba a ir pero James no se lo permitió – por favor, estoy mojada y de mal humor, me dejas ir a cambiarme – pero él no la dejo, la miraba como si no escuchara ni una sola de las palabras que decía – James – murmullo ella.
- No me llames así – su voz había salido ronca.
- ¿Como? – pregunto ella sin entender lo que decía, el cerro los ojos suspirando y cuando los volvió a abrir, ella seguía teniendo esa mirada de confusión en su rostro y había dicho algo, pero él solo escuchaba los latidos de su propio corazón, que parecían estar tronando por todo su cuerpo - ¿Estas bien? – llevo su mano hasta la frente de él y después hasta su mejilla, él puso su mano sobre la de ella impidiendo que la quitara.
- No - fue la respuesta que le dio justo antes de besarla como si la vida le fuese en ello y ella respondió de la misma manera, subió sus brazos a su cuello y metió sus dedos entre el pelo castaño de él que tenía una de sus manos en su cintura y la otro en su cuello, la lengua de él parecía estar manteniendo una batalla contra la de ella que suspiro en su boca cuando noto como la mano de la cintura bajaba por su trasero hasta su pierna que era elevara y sujeta por él en su cadera, Jenny abrió los ojos cuando sintió lo excitado que estaba él y el roce que hacía contra su cuerpo cada vez que movía su pelvis contra ella. Un golpe seco en la sala los hizo detenerse, un libro había caído al suelo, peor nadie parecía haberse dado cuenta de lo que había pasado allí entre ellos. James se separo de ella como si de repente quemara y la miro, parecía estar en el mismo estado que él.
- Yo… - su voz parecía distinta.
- Deberías ir a cambiarte antes de que te resfries – termino el por ella, que ni siquiera le contesto subió corriendo las escaleras hacía su habitación.
