En los cimientos como en la sangre

Es un nuevo día. El sol comienza de nuevo su ascenso diario y arrasa con su luz a medida que se alza más y más en el cielo.

Ya lleva un rato despierta, tumbada en la cama con los ojos abiertos, disfrutando de ese precioso rato antes de levantarse, tumbada en la comodidad del colchón y de la almohada. Descansada y con los restos del sueño abandonado todavía revoloteando a su alrededor. Siempre le costó dejar la pereza acostada en un rincón por las mañanas.

Está en una habitación amplia, pintada de blanco, dorado y verde con meticulosidad y belleza de artista. La cama, ancha y de madera trabajada en delicados motivos florales, y las suaves cortinas de seda, no desmerecen en nada esa belleza. El verde y el dorado iluminando en sus trazos el blanco de las paredes y el marrón del mobiliario barnizado. Probablemente de origen francés, pues sabe que la familia Malfoy tiene algo de francesa y parece gustar de ese estilo elegante tan propio de allí.

Siempre le gustó ese aspecto elegante de la gran mansión, lo intrincado y delicado de sus diseños. Sin embargo, también le acompaña esa impresión como de demasiado grande y altiva, distante, como si en su ansia de perfección hubiera perdido la viveza y el calor que pretendieron quizás esos delicados motivos evocando la naturaleza en sus formas. Como un jardín que haya perdido el canto de los pájaros, la fragancia de su flora, el volar de los insectos y el murmullo del viento. Convertido en una fotografía perfecta, bella e inmutable.

No le gusta esa impresión. Así que se levanta. Corre las cortinas y abre las ventanas. Y en el instante en que entra la luz a borbotones libremente y la brisa remueve las cortinas, la habitación se ilumina de la vida y del sonido del jardín exterior.

Se recuesta en la ventana. Ya tiene una cierta familiaridad con la casa, forjada en años de visitas formales y sobretodo en esas más informales, como la de la noche anterior. Al principios se sintió intimidada por ella. Pero con el tiempo descubrió que en realidad era un edificio capaz de mostrar distintas facetas de sí mismo, según cómo cada uno se le enfrentara.

Durante el día domina esa impresión de frialdad y distancia, pero Pansy aprendió que con sólo abrir la ventana en días como ese todo cambia. Y que, aunque con lugares que pueden ser un remanso de paz, como el balcón de la noche pasada abierto a la quietud de la noche (no obstante, por regla general, la quietud no es lo habitual en el frondoso jardín que rodea la casa), también resulta tétrica y sobrecogedora por las noches, con sus oscuros corredores sin fin, sus sombras y sus sonidos extraños.

Comparten su espacio en ella todo tipo de habitaciones, desde las más acogedoras, como la habitación individual de invitados en la que se encuentra Pansy en ese momento, hasta los rincones más abandonados y recodos desconocidos que se hunden en la parte baja, en lo que antiguamente fueron calabozos y en teoría llevan sin ser usados desde los tiempos oscuros. En teoría. Pues es forraje de los rumores silenciados que Lucius Malfoy mantuvo oculta a ojos molestos alguna sospechosa actividad allí, aunque nada se ha podido demostrar, pues nada encontraron los aurores que se ocuparon de la investigación tras el encarcelamiento de éste.

Pansy ha oído algo, aunque poco, ya que al ser menor y no iniciada poco se les escapa a sus padres en su presencia relacionado con asuntos turbios importantes. Es posible que Draco sepa algo más al respecto, piensa, pero no cree que sea algo de lo que a él le apetezca hablar. Y tampoco a ella, honestamente. Sin embargo, pese a lo poco que le agrade, sabe que a ellos es algo que les incumbe en gran medida, que forma parte intrínseca de sus vidas, y que en el futuro los reclamará. Lo quieran o no. Se podría hasta decir que es algo ya escrito en sus partidas de nacimiento.

Aún tienen tiempo. Pero poco. La bomba de relojería está en marcha. Eso no es ningún secreto para nadie. Ya hace tiempo que casi se puede palpar en el aire la tensión ante lo inminente. Y parece inevitable que acaben atrapados en medio de todo ello.