N/A: aquí el capítulo 4. Se me van ocurriendo nuevas cosas, mientras que otras que tenía pensadas no me convencen. Este fanfic todavía es un embrión que no tiene claro su desarrollo. Pensaba esperar un poquito más a aclararme las ideas hasta volver a actualizar, pero de momento subiré este pequeño fragmento que ya tengo listo. Luego seguramente esperaré a tener bastante más trozo avanzado antes de volver a subir un nuevo capítulo. Y he hecho algunos cambios en el 1r capítulo y en el principio del 2º. No son cambios muy importantes, básicamente quería cambiar matices respecto a Pansy. Este 4º capítulo, se centra en Draco.
Shadowy Dreams
Cap. 4: No pienses
Le rodea el rojo. Rojo oscuro. Vivo. Latente. Sabe que no debería temer esa oscuridad, fue eso con lo que quisieron enseñarle a convivir, pues algún día sería parte de él mismo, pero no puede evitar su desagrado, su incomodidad. Gotean serpientes. Se deslizan, reptan y le oprimen. La mano de su madre le acaricia el rostro con dulzura. No debe volverse. No debe mirarla. Pero sus dedos le agarran el mentón fuertes como garras y con fuerza le vuelven el rostro y la ve. Sus ojos tristes goteando lágrimas de sangre que ensucian su vestido blanco. La serpiente se desliza por su cuello, fría y resbaladiza. Delante suyo se abre un abismo. Si mira hacia atrás no verá más que los ojos azules de mirada loca. La serpiente se le enreda en el brazo. La piel le quema. Quema. Duele. Y al caer al abismo, la ve a ella. Blanca. Y fría. Sus cabellos negros, desordenados, sobre la roca dura donde está pálida y rota. Cabellos largos y ondulantes, tan semejantes a las serpientes de sangre que se le hunden en las entrañas y lo queman.
Con un espasmo se despierta. Está empapado en sudor. El calor es insoportable. Su corazón bombea sin parar. Resuena en su cabeza; rebota en las paredes. Y en sus ojos aún queda la última visión de pesadilla. Fría, pálida, los ojos cerrados para siempre. Cierra con fuerza sus propios ojos y se pasa la mano temblorosa por la frente, apartándose el pelo.
Poco a poco, mientras su respiración se normaliza, se va levantando y arroja al suelo las sábanas arrugadas enredadas en sus piernas. Sabe que ya no podrá volver a dormirse. Corriendo las cortinas retira los restos del sueño de su mente. Rojo, serpientes, lágrimas de sangre, cuerpos rotos y ese dolor ardiente. Un escalofrío le recorre la espalda mientras en un reflejo se agarra protectoramente el brazo y una sombra recorre su mirada. Sabe por qué. Pero no vale la pena pensar en ello.
No pienses en ello. No pienses en nada. No pienses en el pasado. No pienses en el futuro.
Apenas amanece, y al abrir la ventana una brisa suave refresca la habitación.
Piensa sólo en la brisa del viento en tu piel. En el calor del sol en tu rostro. En que hoy es un nuevo día.
En el baño de su habitación deja que el agua resbale por su cuerpo y lo arrastre todo con ella.
N/A:
Gracias por leer :)
Sé que es cortito, pero es que es así de la única forma que me salen las cosas, poco a poco.
Es un poco tonto pero, al escribir lo de No pienses en ello. No pienses en nada. No pienses en el pasado. No pienses en el futuro, pensé que el sonsonete era algo que se me había quedado grabado en el recuerdo. Y luego entendí de qué, es del mensaje que suena en el metro de No fumes en el metro. No fumes en el andén. No fumes en los pasadizos... o_oU
