Un ángel de acero.

En Freíd era apenas de día y se empezaba a verse gran movilización por todas partes a consecuencia de los preparativos de la coronación del Duque Chid, quien se encontraba en una junta junto con los reyes de Asturia y Fanelia, este sería el único momento que tendrían para verlo antes de la ceremonia, ya que el tenía que irse junto con su tutor Kazia a lo que parecía ser la meditación con los monjes, para que este fuese limpiado de pecados antes de que tomara por completo la corona de Freíd. A comparación de la Familia real de Fanelia no había una prueba en si para poder ser rey, pero si era necesario que el futuro rey fuese purificado en una ceremonia privada junto con los monjes mas prestigiosos de Freíd y del templo de Fortuna.

-Entonces con esto finalizamos los tratados en nuestros países, aun que ya estábamos unidos desde hace mucho tiempo, con esto reforzaremos la unión y sobre todo la productividad para nuestros reinos.

Chid terminaba de dirigirse con los reyes y sus respectivos representantes quienes empezaron a levantarse y a estrecharse sus manos, al igual que varios murmullos empezaron a hacerse presentes. Van después de hablar con el príncipe Chid por unos minutos se dispuso a retirarse, cosa que Dryden y Allen notan y se dirigen hacia el, ya que desde el día de ayer no habían podido hablar con Van.

-¡Van!.

Van se detuvo al escuchar la voz de Dryden, al voltear ve que junto a el se encontraba Allen.

-¿Pasa algo?. -Preguntaba serio.
-Pues a mi me parece que huyes de nosotros, como si no quisieras hablar con tus antiguos colegas.

Van miraba serio a Dryden sin mostrar expresión por lo que acababa de decir, mientras Dryden bajaba poco a poco la sonrisa que había puesto.

-Bueno, solo queríamos hablar con tigo, se que no nos llevamos como grandes amigos, pero sinceramente te aprecio. Dryden se mostraba nervioso cuando hablaba con Van, sinceramente algo en el lo intimidaba, tal ves era por esa mirada fría y reservada.
-Quieren saber de Hitomi, no es así. Van contestaba secamente sin dejar de mirarlos.
-No solo de ella Van, si no también de ti.

Van soltó una sonrisa fingida al escuchar a Allen y puso una mano en su cintura, mirando hacia otro lado.

-Como quieran, de cualquier forma no boy hablar en medio del pasillo.

Dryden y Allen comprendieron que quería un lugar más privado para charlar, a lo que Allen estiró su mano incitándole a que lo siguiera. Así llegaron a la habitación que habían preparado desde hace mucho para Marlene, a pesar de los ataques que sufrió el castillo y fuera saqueado, no sufrió grandes daños, dejando el cuadro de la antigua reina de Freíd. Pensaban que Millerna o Eries se quedarían a dormir en este cuarto en las visitas a Freíd y estas se negaron. Eries sabía que tendría grandes recuerdos de ella y se deprimiría, Millerna, pues, con andar de fisgona una ves ahí tubo suficiente para no regresar y quedarse a dormir en esa habitación. Después de cerrar la puerta los tres tomaron asiento en una de las sillas que contaba esa habitación, que además tenía una pequeña mesa redonda con un ligero adorno en medio de esta.

-Y bien que quieren saber.
-Van, últimamente has estado absorbiéndote en tu trabajo, casi no nos frecuentas y lo que realmente nos sorprende es que cada ves que se toca el tema de Hitomi tu huyes de ahí.
-Bueno Allen, si tengo trabajo es por mi postura como rey de Fanelia, no es que los este evitando.
-Van, hace tiempo que queríamos saber de Hitomi, después de todo, la apreciamos. Sobre todo por que siento que necesitas estar con nosotros para hablar de ello. Dryden hizo una pausa y quitándose sus lentes continuó. ¿Qué paso con tu relación con Hitomi?.

Van río burlonamente.

-Crees que te estoy pidiendo un consejo Dryden.
-No, se que eres de las personas que no lo necesitan. O mejor dicho se rehúsan a tenerlo.

Van no dijo nada.

-Van dime que es lo que pasa con ella y tu, si tu deseas hablaremos con ella.

Van volvió a reír.

-Como pueden decir eso¿como lo harían, el único que puede hacer eso soy yo.

Van ve como ellos se desilusionan y entiende que solo quieren ayudarlo. Este solo suspira y cambia su semblante a uno más relajado y con un poco de tristeza en sus ojos.

-Hitomi ya no va a regresar. Jamás.
-¿Como!.

Allen y Dryden se asombran por la noticia.

-Van era sabido por toda Gaea que tal ves ella llegaría y ustedes se casarían, es mas todos ya se estaban preparando para tu boda cuando terminaste de reconstruir Fanelia.
-Allen esos son puros cuentos de hadas, solo eso. Van volvió a tener esa mirada de frialdad y rabia en sus ojos, incluso se podía ver como apretaba un poco sus manos. Piénsenlo bien, ella no pertenece a este mundo, ella esta ligada al suyo, a su familia y se que no dejaría esa gran responsabilidad por estar aquí, lejos de su hogar. Eso sería un acto egoísta de mi parte. A demás. Van calló, sentía un nudo en la garganta, y no quería que ellos notaran eso. ¿Creen que ella dejaría todo eso por mi?.

Van repitió esto en un susurro, que por supuesto alcanzaron a escuchar el caballero celeste y el magnate.

-Y si, ella esta bien. -Van concluyó y no dijo mas.
-Van si nosotros decidimos hablar con tigo era por el carácter que vimos, te has vuelto muy frío y reservado aun con tus amigos. Además nos preocupamos también por ella, no sabíamos que ustedes habían tomado ya una decisión.

Van se levanta y se dirige hacía la ventana, entendía la preocupación que Allen sentía, en especial por Hitomi.

-Ella no decidió, yo fui el que lo hizo.
-¿Que quieres decir?. -Decía Allen desconcertado, mientras Dryden estaba atento a la respuesta del rey.
-Yo pude hablar con ella, a través del pendiente, solo la escuché, escuche su voz y créanme estaba dispuesto a dejar mi decisión a un lado pero, no pude.

En ese momento se acordaba de las únicas palabras que escuchó de Hitomi en estos 5 años. Van me alegra escucharte. ¿Qué pasa Van¿sucede algo en Gaea?. Hitomi, me he dado cuenta, y e tomado la decisión de que cada quien siga su vida y su camino. ¿Qué dices?. Van, como sabes que yo……. No digas mas. Van cerro los ojos. No quiso recordar más, aunque no la había visto, se imaginaba su rostro. Un rostro triste.

-¿Cómo pudiste Van, por que lo hiciste.
-Digamos que un sueño me lo dijo.
-¿Un sueño?. Dryden se mostró inquieto.
-Van suspiró y se alejó de la ventana. Solo diré eso, espero haberles quitado sus dudas.
-Van, entiendo que no nos quieras decir mas, pero crees que Hitomi estuviera conforme con esa decisión.
-No lo se Allen y creo que fue lo mejor, le quité una gran presión de sus hombros¿tu no lo harías?. Tu seguirías viendo la presión que tiene entre tu y su hogar, serías tan egoísta que la traerías aquí, a pesar de que su vida y responsabilidades se encuentran en la Luna Fantasma?.

Allen desvió la mirada y cerró los ojos, mostrando impotencia en su rostro, sabía que el decía la verdad. Dryden bajó la mirada y se quedó pensativo, Van veía que los dos habían entendido su reacción. En silencio Van empezó a recorrer la habitación con la mirada, y su vista se detuvo en el cuadro de Marlene, este se le quedó viendo y vio fijamente a los ojos azules que esta tenía, recordando los ojos de Hitomi, este recordó varias imágenes de ella, cuando reía, cuando lloraba, cuando se encontraba asustada o con angustias. Al ver la ultima imagen, una pasó de repente por su cabeza, esa imagen que había soñado la noche anterior, la cual se encontraba una mujer sosteniendo una daga dorada. Van salió de ese transe cuando escuchó la voz de Allen llamándolo.

-¿Pasa algo Van.
-¡He, no. Van se escuchaba agitado.
-Como que no, escuchamos que llamabas a Hitomi con melancolía.
-¿Cómo!.

Van no recordaba si había pronunciado el nombre de Hitomi, mientras veía el cuadro, pero al escuchar lo que dijo Dryden se sorprendió.

-Siento que algo ha pasado en la Luna Fantasma.

Dryden y Allen se sorprendieron.

-Hace unas noches e tenido imágenes en mi sueño, de una mujer tomando una daga y esta es soltada mientras grandes cantidades de sangre son derramadas en el piso, no, mejor dicho dos, una empuñándola y la otra muerta en el piso.
-¿Sueñas la muerte de dos mujeres?. -Dryden decía asustado.
-¿Quiénes eran¿Vistes sus rostros?. -Allen parecía mas exaltado.
-No, no pude ver sus rostros, solo la daga. Y ahora ese cambio en la Luna y esto.

Van sacó de entre sus ropas el pendiente de Hitomi, y lo arrojó a las manos de Allen quien lo tomó en el aire apretando su mano, Dryden se levanta para ver el objeto que había arrojado Van, cuando Allen abre su puño y ve la joya completamente ennegrecida. Los dos no sabían por que esta se había vuelto así.

-Es algo muy extraño, realmente no se por que el pendiente de Hitomi a tomado ese color. -Dryden decía con extrañeza y dudas, mientras acomodaba bien sus lentes-.

Mientras en el bosque una persona cubierta por una capa negra se deslizaba ágilmente y corría a gran velocidad, si había un obstáculo en su camino fácilmente lo golpeaba y este caía sin problemas, ya si se trataba de grandes y frondosos árboles o animales que por su mala suerte se le habían metido en el camino. Este salta y se para en la rama de un árbol, la capucha que cubría su rostro solo dejaba ver sus labios los cuales sonreían maliciosamente.

-La llave esta ahí, pronto el camino se abrirá para los de nuestra raza. Disfruten sus últimos días en este planeta, por que muy pronto solo serán ganado para los de nuestra especie.

Este mostraba unos ojos intensamente verdes y estos veían la gran ciudad de Freíd.

La tarde calló y un gran numero de monjes pasaba por los pasillos principales del palacio, estos escoltaban a Chid asía los sacerdotes, quienes tenían el casco y la espada, legado de Atlantis al cuidado de Freíd, delante de ella, juraría lealtad hacía Freíd y al templo de Fortuna, jurando que el tesoro sería protegido ahora por su nuevo rey.

Todos se encontraban presentes en la ceremonia, Allen lucía su uniforme de los caballeros celestes, Dryden un traje como los que siempre acostumbraba usar pero mas elegante, peinándose todo el pelo asía atrás y suelto, Eries, lucía un traje color blanco con delicados accesorios en color verde, Millerna un vestido largo rosado con mangas en una tela transparente, su pelo se encontraba suelto y adornado con su tiara, Van traía su armadura pero esta se amoldaba mas a su cuerpo, una capa negra y sin el casco, Merle tenía un vestido largo amarillo sin mangas y un escote redondo.

La ceremonia había culminado y las fiestas comenzaron, Millerna, Eries y Merle se habían alejado a conversar, mientras Chid, Van, Allen y Dryden se entretenían en un palco especial de una plaza viendo luchas entre Guymelef de Freíd.

-Valla si que han mejorado las técnicas aquí.
-Así es majestad Van, después de la guerra contra Zaibach nos dimos cuenta que no solo debemos reforzar nuestro espíritu sino también nuestras técnicas.

El príncipe charlaba con Van y estos después se dirigían a la pelea. La noche por fin calló y la fiesta seguía, los hombres seguían hablando con Chid mientras Millerna se quedaba con Merle.

-Princesa, no sabía que usted y el señor Dryden habían vuelto.

Millerna se sonroja y bebe un poco de su copa.

-Hay que cosas dices Merle.
-Merle confundida se atreve a preguntar- Pero ¿por que, si ustedes llegaron juntos.
-Así es pero aun no nos hemos hablado, aun no sabemos si hemos regresado o no.
-Por que tengo el presentimiento que usted si quiere regresar con el.

Millerna se sonroja y ríe nerviosamente.

-No lo se, tal ves si. Por cierto Merle, desde cuando he querido preguntarte algo.
-¿Sobre de que Princesa Millerna.
-De Hitomi, de ella y por supuesto que de Van.

Merle bajo la mirada.

-Con que así están las cosas.
-¿Qué!. - Merle dijo confundida.
-Con solo ver tu rostro me pude imaginar lo que pasaba, y se que te duele lo que le pasa a Van.

Merle ya no aguantó mas, quería desahogarse y vio la oportunidad.

-Desde las ultimas reparaciones en Fanelia, ya nadie ha dicho o escuchado el nombre de Hitomi. Van me dijo que ella ya no regresaría aquí y desde ese entonces y por la mirada que le vi en ese momento ya no me atreví a decirle nada al respecto. Hay veces que no se lo que piensa que termina molesto y en ocasiones me lastima con sus palabras. El se disculpa al momento, pero siento que algo recordó que lo hizo enfurecer. -Así que no sabes por que ese comportamiento de el.
-No, y no me atrevo a hablar con el, desde hace mucho no he podido, mas bien he temido darle consuelo, algo me dice que si pronuncio el nombre de Hitomi o su situación con ella el amo Van reaccionará de forma violenta, y eso no quiero. Merle sostenía la copa y veía su reflejo en el contenido, pero sentía que las lágrimas empezaban a llenar sus ojos. Van a vuelto a levantar ese muro para que nadie entre a su vida, ese muro que Hitomi logró derribar fácilmente, ahora se a vuelto a levantar. Hay veces que la odio.
-¡La odias!. -Millerna exclamo.
-Si, ella es la culpable de que mi amo Van este así, se absorbe en su trabajo y es seguro para no pensar en ella, en esa mujer. Ella izo una pausa, Millerna podía ver rabia en sus ojos complementada con copiosas lágrimas que se empezaron a desbordar.
-Merle tranquila yo no quería hacerte pasar un mal rato.

Tarde fue para Millerna para consolarla, por que un gran estruendo producido por la copa que rompió con la fuerza de sus manos, hizo que Millerna se quedara viendo sorprendida y sin encontrar la forma de tranquilizar a Merle. Merle salió corriendo dejando los cristales en el piso, el incidente no paso desapercibido y Van al ver a Merle correr sale tras de ella.

-¡Merle espera¿Qué sucede?.

Merle no parecía escucharlo. Solo se cubría sus ojos mientras corrían. Van por fin logra darle ventaja y en uno de los pasillos logra darle alcance y se pone frente a ella, tomándola de los hombros, ella sorprendida mira hacía la persona que la sostiene y ve que se encuentra entre los brazos de Van, y este le miraba de manera triste y preocupada.

-¿Qué es lo que sucede.
-¡Amo Van!. Rompió en lágrimas y se aferro a el. Van solo se encontraba mas sorprendido y la consolaba acariciando su cabello.
-Pero Merle por que te encuentras así.
-Merle apretó con fuerzas la capa de Van y contesta con rabia- Es por Hitomi. Por esa tonta. Esa tonta hizo que usted se volviera así. Maldita, mil veces maldita. Te odio Hitomi, te odio.

Merle calló y comenzó a llorar, Van solo tenía la mirada de sorpresa y ambos ojos abiertos, Merle estaba equivocada y no tenía por que odiarla, en dado caso quería odiar a alguien que fuera a el, el era la causa de que estuviera así, que esa barrera se hubiera levantado de nuevo, y mas mal se sentía al ver preocupados a todos sus amigos por el, e incluso le aterraba la idea de cómo Hitomi se sentía después de estos años separados, de la despedida decidida solo por el.

-No Merle, no digas eso, ella no tiene la culpa.
-Como no va a tener la culpa, desde que esa se le metió en el corazón solo lo ha hecho sufrir, e incluso ahora.

Un gran estruendo se escuchó cerca de ahí, Van ya no pudo continuar, y se acercó a la ventana, vio como una persona encapuchada peleaba contra los guardias y estos vanamente se lograban defender, ya que este de un ágil movimiento podía destajarlo por completo.

-Pero que rayos se propone?.

Merle se enjuagó sus ojos y miró atentamente aquella masacre. No solo el peleaba con estos soldados y los mataba, sino que había causado destrozos y terror en la ciudad de Freíd. Merle ve como Van empieza a correr y esta lo detiene de uno de sus brazos.

-¿A donde se dirige.
-Boy a ayudar, esa persona se nota que tiene malas intenciones y temo por Chid.
-Amo Van ese tipo se ve peligroso.
-No te preocupes Merle estaré bien.
-¡Van!.

La voz de Allen interrumpió a Merle y este entraba corriendo buscando a Van.

-Estamos bajo ataque, los soldados incluyendo a Chid fueron en busca de más soldados enemigos. Al parecer un solo sujeto llegó hasta el palacio, vi como fue en dirección de la plaza donde los Guymelef se encontraban luchando.
-Tu ve con Chid, yo iré hacía donde fue este sujeto.
-No puedes ir tu solo.
-Chid tampoco, no confió en esos soldados.
-Esta bien, en cuanto pueda te alcanzare.
-¡Amo Van!. Merle sonó nerviosa.
-Van que Merle se dirija asía las habitaciones de Millerna, ahí se encuentra Dryden cuidando de ella y la princesa Eries.
-Esta bien. Merle has lo que te dijo.
-¡Pero amo.
-Estaré bien Merle no te preocupes.
Van sonríe para darle confianza, Merle asiente con la cabeza y se marcha obedeciendo las ordenes de Van. Cuando ella se pierde de su vista Van muestra una mirada seria.

-Bien vamonos.
-Si.

Ambos toman caminos diferentes y Van se dispone a ir en busca de esta persona. Mientras corría podía sentir algo, sentía como el ambiente se volvía mas pesado, como si el aire hubiera dejado de correr.

Al llegar a la plaza vio como esta se encontraba completamente obscura y como solo la Luna Fantasma iluminaba levemente la estructura dejando parte de esta en sombras, Van caminó lentamente y desenvainó su espada, este se sorprende al tropezar con algo y retrocede, al bajar la mirada para descubrir con que había tropezado ve solo un bulto en las sombras tirado en el piso, Van lo mueve con su pie y este al girarlo la Luna Fantasma lo ilumina dejando ver el cuerpo destajado de uno de los soldados de Freíd, Van al poner atención vio que no era el único y este se enfureció. Pronto escucho como la carcajada de un hombre resonaba por todo el lugar, Van rápidamente adoptó una postura de defensa fijándose de donde provenía la risa y apretaba con fuerzas su espada, viendo sigilosamente el lugar.

-Ja, podría jurar que estas temblando de miedo, tu rostro luce temeroso.
-¿Quién eres¡Sal de ahí y muéstrate!. Van hablaba con furia no dejando que esa persona quien quiera que sea lo intimidara.
-Perdone mi descortesía. Este dio un salto quedando frente a Van, quitándose de inmediato la capa que lo cubría completamente. Se me olvidaba que me encontraba frente al rey de Fanelia, frente al único descendiente de Atlantis sobre la tierra.

Van notó como un hombre de su misma estatura, cabello rojizo, piel blanca, ojos verdes y una especie de armadura que consistía en una pechera, cinturón, protecciones y botas de un material resistente que al parecer era completamente negro se presentaba ante el, y este no dejaba de verlo con una gran sonrisa en los labios.

-Por fin estoy frente al grandioso Dragón, el único que hizo pedazos los sueños de un anciano decrepito con aires de grandeza.
-¿Quién rayos eres tu?. ¿Y de donde vienes.
-Mi nombre no tiene importancia. De donde provengo pues eso bien lo sabes.
-¿Qué dices!.

Van se sorprende por lo que dijo este ser, al mismo tiempo que dos grandes alas de un color oscuro aparecían sobre su espalda, Van se encontraba estupefacto, incrédulo, un descendiente de Atlantis aparecía ante el.

-¡Pero que rayos, se suponía que nuestra raza había desaparecido.
-La raza del dragón, si, esa desapareció hace muchos siglos, pero la nuestra sigue viviendo.
-Que dices, acaso son de otra especie de Riujins.
-Ja, no estoy aquí para contarte sobre mi vida y mucho menos de mi raza, he venido aquí por tu cabeza, Rey Dragón.
-¿Qué dices.
-¡Ha! pero antes de matarte te dejo un pequeño presente majestad, para que te lo lleves a tu tumba. Jajaja, esto me va a encantar.

Este arroja a los pies de Van un pañuelo blanco, que al ser tirado, deja ver que en su interior tenía un objeto de color dorado.
-¿Qué es esto.
-Por que no lo averiguas tu mismo. Acaso tienes miedo.
-Hablas puras tonterías.

Van se le abalanza con su espada y este ser lo esquiva rápidamente y toma a Van por el cuello. Van siente una gran presión al principio y cierra sus ojos, pero después siente como su agresor empezaba a bajar su fuerza y como este se elevaba del piso soltando una carcajada. Van abre los ojos e intenta zafarse soltando la espada, pero solo sintió como este hombre lo ponía en cierta dirección, tal parecía que quería enseñarle algo.

-Mira bien Rey de Fanelia, no te parece maravilloso eso, La Luna y La Luna Fantasma mostrando ese gran espectáculo, ese color tan hermoso que a tomado ahora La Luna. ¿No lo cree así su majestad.
-Déjate de tonterías, a que viene este discurso.
-Discurso, ja, solo quería ser suave en este tipo de noticias pero veo que no será necesario ahora, y es que en verdad no deseo hacerlo. Hace tres noches hemos visto este hermoso espectáculo, y si digo que es hermoso este color en la Luna es por que esta muerta, no hay vida, ni brillo. Y que puedo decir de La Luna Fantasma, ese brillo que antes tenía ahora se esta perdiendo. Por cierto¿no te acuerdas de alguien al ver hacía La Luna Fantasma?.

Van abrió sus ojos de par en par, claramente podía sentir un escalofrío atravesando su cuerpo.

-Ja, por tu mirada veo que si. Como se llamaba?. ¡A si, Hitomi, la chica de la Luna Fantasma.
-Maldito, que has hecho con ella. - Van contestaba con mas rabia.
-Yo?. Tonto.

Este suelta a Van y lo arroja al suelo, y queda frente a esa envoltura blanca que el extraño riujin había tirado, ve que esta envoltura estaba levemente teñida en un color carmesí. Van con la mano temblorosa toma el extraño objeto y lo destapa, observa con asombro que se trataba de un arma, una daga dorada con un extraño adorno como empuñadura.

-No la reconoces, acaso no la has visto antes.
-El sueño. Van contestaba por reflejo. Su vista estaba perdida en otra parte.
-Que viste en ese sueño.
Van no contestó, seguía dándole la espalda a ese hombre y este al ver que no le contestaba río con burla.

-Como no contestas yo te diré lo que viste. Eran sombras atravesando un lugar. Una casa. Una mujer mostraba horror viendo como todo lo que quería se derrumbaba fácilmente bajo sus pies. La madre de Hitomi.- Este caminaba alrededor de Van y seguía hablando de manera fría y burlona-. Una daga apuntando al pecho de una joven mientras veía el cuerpo inerte de su madre muerta bajo sus pies, lágrimas recorrían su rostro por el sufrimiento al ver como su padre y hermano sucumbían uno a uno por causa de estas sombras. Jajaja, aquí viene la mejor parte, ella se entierra esa misma daga que tienes en las manos en el pecho. Jajaja¿no es gracioso?.

Van sentía que el peso de sus piernas se le iba y su vista era de una gran sorpresa, pero esta se convirtió en ira y voltea hacia este hombre.

-No te creo, mientes. ¡MIENTES!. - Van grita furioso viendo fijamente al riujin.
-Yo no miento, la daga que traes en tus manos es la misma con que ella se quitó su vida, la sangre con la que se encuentra aun empapada es de ella, de nadie mas. Tu mismo velo, su estrella esta completamente muerta, su brillo se a perdido y para siempre. Jajajajaja.- Este seguía riendo viendo fijamente a Van.- Que momento tan mas glorioso para que resurjan los de nuestra especie, con la muerte de la guardiana de la llave.
-¿La llave.
-El pendiente, otra prueba mas de que ella murió, al morir ella el color del pendiente y su poder también muere, rompiéndose así el sello.
-Maldito me la pagaras, si fuiste el responsable de su muerte.
-Jaja, que tonterías dices. Tu no tendrías ni la mínima oportunidad de pegarme y ella corrió la mala suerte de cuidar algo tan valioso para los de nuestra especie. Sinceramente no sabíamos donde había quedado ese pendiente desde hace varios años, pero al sentir su presencia varias veces cuando fue la guerra nos dio la ubicación exacta de ella. Jajaja ya pasaron tres días de su muerte, que lastima me das, ni siquiera llegaste a sus funerales.

Van se enfurece mas y arrojando la daga con rabia se abalanza contra este. El al ver venir al Dragón furioso desenvaina su espada sonriendo por la oportunidad de vencer al Dragón, ya que este empezaría a pelear con las manos desnudas. Al tratar de envestirlo con su espada Van se barre en el suelo provocando una nube de polvo que hace que este se despiste y Van logra tomar su espada para así envestirlo en el momento. Pero su agresor fue mas rápido y detiene su golpe, estos empiezan atacarse, Van era difícilmente detenido al igual que este hombre, al parecer la balanza estaba igual, los dos peleaban y no daban tregua a ninguno. El sonido de las espadas era lo único que se escuchaba, el eco las regresaba y asía que la sangre de estos dos combatientes hirviera mas. El agresor agiliza su ataque e intenta mutilarle las piernas al rey, pero Van ágilmente anticipa su ataque y salta envistiendo en el momento quitándole la espada a su agresor. Van pensaba que ya todo estaba perdido para su contrincante, pero vio como este ágilmente volvía a tenerla entre sus manos, Van aprieta sus dientes y vuelve a pelear, pero un ágil movimiento de su oponente hace que Van recibiera un gran golpe estrellándolo en una de las grandes paredes de ahí, el otro aprovecha que Van aun no se incorpora y empieza a golpearlo fuertemente en el abdomen, Van suelta la espada y empieza a retorcerse del dolor, tratando de llenar de nuevo su cuerpo de aire, ya que este por los golpes no solo había conseguido sacarle el aire, si no que también había roto la armadura que Van llevaba puesta, este deja de golpearlo y Van cae de rodillas al suelo, pero antes de que cayera completamente, el hombre frente a el, le golpea fuertemente en el rostro con una patada, cosa que hizo que Van volviera a estrellarse contra un muro.

Van veía que este guardaba su espada y recogía la suya. Van con mucho trabajo trata de incorporarse, pero su cuerpo lo sentía muy pesado, su boca y su frente emanaban grandes cantidades de sangre que las gotas caían copiosas al suelo.

-Eres un débil, no vale la pena atravesarte con mi espada.
-Maldito, aun esto no termina. Van contestaba mientras apretaba sus dientes y tratando de recuperar el aliento.
-Pues yo digo todo lo contrario.

Este hombre grita con furia y empuñando la espada de Van decide matarlo, pero Van logra moverse a tiempo para que no fuera atravesado, pero su movimiento no fue tan rápido, que esta llega a herirlo en su hombro izquierdo. Van grita del dolor cosa que al otro le parece divertido y se la entierra a un mas, a tal grado que llega a travesarle el hombro y la espada queda enterrada en la tierra. Este después retrocede y vuelve a desenvainar su espada, esta ves estaba decidido a quitarle su cabeza. Van al notar sus intenciones trata de zafarse y se logra incorporar rápidamente, aun que sentía que estaba perdiendo ya el conocimiento.

-Ja, hay tontos que no piensan rendirse fácilmente. Te pensaba dar una muerte rápida y sin dolor, pero creo que lo que quieres es sufrir y lentamente. Bueno. ¡Te complaceré!.

El hombre grita las ultimas palabras y se abalanza contra Van, y aun que este se veía como si careciera de conocimiento logra detener el ataque de su adversario con fuerza y rapidez, que incluso llega a romperle la espada. Van piensa que ya tiene parte de la batalla vencida, ya que logra doblegar a su oponente en el piso y sin arma. El extraño riujin se siente amenazado por el dragón que se enfurece y antes de que Van lo atravesara con su espada provoca lo que al parecer era una gran ventisca, que hace que levante los fragmentos de su espada y estos atraviesan el cuerpo de Van. Van suelta la espada y cae de rodillas, sacando sangre de su boca, el riujin se incorpora y mira burlonamente a Van, este lo toma por el cuello y empieza a elevarse.

-Eres un estúpido al tratar de enfrentarme, los de tu raza jamás llegarán hacer como nosotros, somos mas fuertes. Este se le queda viendo a Van al rostro, lo veía sonriente, prácticamente era un cadáver en sus manos. Ja, antes de que te vallas te diré una cosa mas, mi señor tiene muchos tesoros bajo su poder, pero ninguno tan maravilloso como lo es el cuerpo de esa chica. Hace una pausa y comienza a reír. Si Van, no solo hemos podido viajar a la luna Fantasma para ver el fabuloso espectáculo que te comenté, sino que además nos hemos traído unos pequeños recuerdos.

Este se ríe desquiciadamente, pero algo siente en su interior, alguna energía había aparecido.

-Que rayos es esto, ciento una extraña energía rodeándome. ¡Maldición, es asfixiante.

A un lado de el puede verse reflejado la sombra de alguien, este voltea y se asombra al ver la figura que parecía ser de una mujer, ataviada con una armadura y que esta tenía un par de alas. Se lograba distinguir que bajo ella se encontraba un delicado vestido, su cabello parecía reflejar chispas plateadas, el trataba de enfocar su vista y ver su rostro, ya que la luz de las dos lunas quedaban justo atrás de esta, pronto distinguió que la mujer llevaba una máscara que le cubría el rostro.

-No debo preocuparme por estas pequeñeces, seguramente vienes a salvar el cadáver de este rey¿no es así?.

No se escuchó contestación y el semblante de este cambió, se puso mas serio, y mas al ver que esta persona suspendida en el aire cerca de el no le contestaba, su vista se enfocó a un cetro que ella poseía, le parecía raro al ver como este tenía una forma circular, y dejaba ver una especie de lanza al final.

-¿Quién rayos eres tu?.

El tono del hombre se hacía mas fuerte y se podía notar cierto nervio en su rostro ya que esta persona no le contestaba.

-Bien, viendo que solo te quedaras mirando y no vas a contestarme destrozare a este hombre y después lo haré con tigo.

Este se disponía a arrojar al Rey al suelo cuando escucha como ella empuñaba el cetro y se disponía atacarlo.

-Valla, logré que reaccionaras, pero no te preocupes me encargare de los dos al mismo tiempo.

La mujer ve como este ser de alas negras se abalanza sobre de ella con Van todavía sujeto de su cuello, ella emana una gran energía y con una sola mano logra detener en seco la fuerte envestida que aquel hombre estaba dispuesto a darle.

-Pero que pasa, estoy completamente paralizado, no se como puedo seguir en el aire. Este mostraba sudor en su frente además de que se le veía nervioso y sus dientes comenzaron a temblar lentamente.

Pronto ve como esta mujer se lanza sobre el y con la filosa punta de su cetro, atraviesa su hombro y una de sus alas, las cuales empezaron a dejar caer varias plumas manchadas en sangre. El hombre se retuerce del dolor y suelta a Van. Allen quien se encontraba a punto de llegar ve como dos figuras suspendidas en el aire sostenían del cuello a un hombre con una larga capa negra y después era soltado por un riujin, y lo que era peor es que otro igual al que lo había dejado caer solo veía el espectáculo. Allen se adentra a la estructura, perdiendo de vista a las tres personas que se encontraban volando por encima del edificio.

Cuándo Van estaba a punto de caer la mujer llega y lo atrapa cargándolo en sus brazos, el riujin al ser atravesado de un ala, pierde el equilibrio y cae estrepitosamente al suelo.

-Valla, tenía razón, no debí confiarme al tratar de matar a ese híbrido, hay personas poderosas protegiéndolo. Este ríe incrédulo sosteniéndose su hombro y tratando de incorporarse. Pero eso si, no dejaba de ver como esta mujer sostenía en brazos al rey riujin. Por ahora les perdonare la vida, pero créanme, volveré.

Una gran ventisca hizo levantar el polvo y las plumas negras del suelo, haciendo difícil ver por donde escaparía. Cuando todo estuvo en calma ella deposita con cuidado el cuerpo del joven rey en el suelo, levantándose y viendo como el tenía grabes heridas. Allen entra por fin a la gran plaza y mira que solo uno de estos riujins se encontraba ahí, el otro se había esfumado, pero fue mas grande su sorpresa al ver a Van gravemente herido.

- ¿Quién rayos eres tu¿por qué lo atacaron?.

La joven solo miraba al caballero celeste fijamente, Allen a pesar de no ver su rostro por la máscara que la cubría podía sentir como ella tenía su mirada puesta en el.

-Por que?. Por que a el¡¡contesta!. Allen se encontraba furioso y saca su espada.

La chica solo retrocede y le da la espalda al caballero sin decir ninguna palabra.

-No es mi intención levantar el puño contra una mujer, pero viendo lo que es capas de hacer, no le tendré compasión.

Allen estaba a punto de abalanzarse sobre la chica cuando ella extiende sus alas completamente, haciendo que las plumas metálicas resplandecieran, pero el brillo poco duró ya que una extraña energía de color obscura emanó de pronto del suelo, haciendo que envolviera a la chica y esta desapareciera, aquel humo y esa misteriosa chica se desvanecieron con el aire. Allen se apresuró a atender a Van, quien al parecer había presenciado la desaparición de esta extraña mujer pero pronto cayó inconsciente.

- ¡Van¡Resiste!.

Si, ahora si me manche de larga, y no se extrañen si voy rápido ya que ahora tengo tiempo para poner mi fic al corriente y mas que nada poner todo antes de que se me borre de la azotea, ya que me ha pasado muchas veces haciendo que se me olvide lo que iba a escribir y no lo haga.

Por cierto agradezco a Physis por su review y su consejo, y quiero decirte que lo tomare en cuenta, ya que este es mi primer fic y hay veces que le pongo de todo y termino quitándolo. A tus preguntas si soy de México (bruja tienes bola de cristal o que) y soy mujer. Aunque para ser mi primer fic me dejaste con la duda del por que me preguntas eso?. Bueno me alegro que te adentraste en lo que es el fic de escaflowne y espero no decepcionarte U.

Alos que leen y se encuentran en el anonimato pues gracias por seguir el fic, aunque apretar el botón de abajo no cuesta tanto.
Saludos a la banda lectora.