Extraños sentimientos. .

La noche había culminado, y se podría decir que el ambiente que se vivió fue de angustia. Merle no había asimilado aun que su querido amo se encontraba gravemente herido, toda la noche no se despegó de esa puerta donde se encontraba Van con varios médicos atendiéndole sus heridas, cuando estos salieron la mirada de varios de ellos se veía pesimista. Día entero Van no despertó, se encontraba vendado de su cabeza, brazos y abdomen, Millerna iba a ver su estado a cada momento y cada ves se repetía así misma que parecía que había vuelto a pasar lo de años atrás, cuando Van resultó gravemente herido por la batalla en Fortuna, lo mas grave ahora, era que Hitomi no se encontraba aquí para ayudarlo. Millerna después de revisarlo y de ver que su condición no cambiaba, se retira con un dejo de tristeza y preocupación, ella camina asía Merle y sin hacer ruido toma delicadamente su hombro con su mano, Merle la mira con los ojos hinchados en lágrimas y entiende que debe salir, esta intenta en vano rehusarse, pero al final acepta.

Merle sale y Millerna se encarga de cerrar las puertas de la habitación de Van. Merle no era la única preocupada por la salud de Van, si no que también el príncipe Chid, Allen y Dryden esperaban fuera de la recamara para saber sobre su condición.

Como se encuentra Van princesa Millerna.

Ella con un rostro preocupado le contesta a Allen

Mal, ha estado inconsciente por mucho tiempo, fuera del efecto de la anestesia, la verdad me preocupan sus heridas.
-Princesa, aun no se de la gravedad de estas heridas que tiene el amo Van, dígame la verdad que es lo que realmente pasó en su cuerpo. - Merle preguntaba con la voz entrecortada y con ambas manos apretando su vestido.

Millerna duda en contestar pero decide decirles sobre la situación a todos los que se encontraban.

Van recibió fuertes golpes en el abdomen, el brazo izquierdo, piernas y cabeza. Las piernas solo recibieron algunos moretones, tal ves por algunas caídas, por suerte no hubo fractura. Lo que me preocupa es la parte del abdomen y la cabeza, en ambas partes recibió fuertes golpes, a tal grado que varias costillas quedaron fracturadas e incluso tenía fragmentos enterrados en su cuerpo, como si fuesen de una espada que se rompió y esos fragmentos le fueran enterrados a gran velocidad, sinceramente no me lo explico, estas dañaron partes importantes de su cuerpo, las cuales pudimos suturar a tiempo sin que pasara algo mas grave.

Los demás se encontraban sorprendidos por la magnitud que llevó esta batalla la noche anterior, mientras Merle se sentía mal, por lo que acababa de decir.

El brazo llevó una fuerte estocada, por poco lo pierde.
-¡Amo Van! – Merle repitió esto con melancolía mientras se llevaba sus manos al rostro.
-Millerna se acerca a ella y la toma por los hombros. Merle será mejor que vallas a descansar, estuviste toda la noche en vela por Van, y se que el necesitara a la larga de tus atenciones y de nada me servirás estando agotada.

Merle asiente con la cabeza y un poco desganada se dirige a su habitación, los demás se dirigen a otra habitación en donde podrían hablar con tranquilidad y tratar de dejar a Van descansar.

Es increíble lo que pasó, no puedo creer que un solo hombre hiciera este tipo de carnicería, sinceramente su majestad Van aguantó la pelea, los demás ni siquiera tuvieron tiempo de desenvainar sus espadas. –Dryden mostraba preocupación y seriedad mientras tomaba asiento.
-Siento que no fue uno solo quien hizo esto.
-A que te refieres Allen.

Chid se mostró dudoso sin dejar de mirar al caballero celeste.

Cuando llegué a donde se suponía me iría a encontrar con Van vi como dos seres, para ser exactos de la estirpe de los riujins, se encontraban suspendidos en el aire y uno de ellos sostenía a Van del cuello. – En ese momento Allen recuerda como estos dos personajes se encontraban volando y uno de ellos con Van entre sus manos.- No me puedo equivocar, ambos volaban y tenían dos alas, como las que Van posee, solo que por la oscuridad me pareció que ambos tenían diferentes tipos de alas.

Todos se sorprenden por la contestación de Allen y mas Dryden, ya que sabía de antemano que Van era el único descendiente del clan Dragón y que además se sabía de antemano que esa raza ya había desaparecido por completo.

¿Diferentes tipos de alas dices?. – Dryden se mostraba más preocupado y a la ves interesado.
-Así es. Si no mal recuerdo y si mi vista no me engañó uno de ellos poseía las alas completamente obscuras, como las que tenía el difunto príncipe de Fanelia, Folken Lancur de Fanel. El segundo parecía que las cubría con una especie de armadura.
-¿Armadura?. -Así es Dryden. Podría jurar que se trataba de una mujer.
-¿Una mujer riujin!. – Millerna decía sorprendida.
-Así es princesa Millerna. Lo pude ver por su anatomía, además que también se encontraba ataviada por un vestido, pero eso si, su rostro se encontraba oculto bajo una máscara.
-Eso es bastante extraño¿por que ellos querían matar a Van?. Acaso no sabían que el también es de la misma raza.
-La verdad no lo se Dryden, hay muchas cosas extrañas en todo esto. Cuando llegué ahí la mujer sostenía a Van entre sus brazos y en lugar de matarlo o dejarlo caer lo dejo en el piso.
-Valla si que posee gran fuerza. -No solo eso Dryden, por lo que vi en los cadáveres de los soldados se nota que estos seres son realmente rápidos.
-Es cierto señor Dryden, cuando Allen me acompañó en busca de mas enemigos nos topamos con gran cantidad de soldados mutilados y destajados, no solo con la grandiosa hoja que portaba su espada, si no que también por la gran velocidad que este ser dirigía.
-Pues de ser así me gustaría ver el lugar del enfrentamiento, tengo algunas dudas.
-Pero señor Dryden, aun se encuentran recogiendo algunos cuerpos, dudo que sea de su agrado ver ese tipo de cosas.
-No me importarían en lo absoluto majestad Chid. Sinceramente este caso merece de mi total atención.
-Dryden crees que estamos de humor para investigaciones.
-Millerna, no lo digo por interés propio, si no que posiblemente estemos frente a un nuevo enemigo para Gaea, será mejor darnos prisa para saber con que clase de seres nos topamos, si es que estamos preparados para enfrentarlo algún día.
-En ese caso yo también iré.
-No lo creo Millerna, ese tipo de cosas no las aguantarías, además como le mencionaste a Merle, Van confía de tus cuidados y es necesario que descanses, agotada no podrás hacer mucho.
-Esta bien, lo haré, pero prométanme que me dirán lo que saben.
-Se lo prometemos princesa Millerna. Dryden le contestaba suavemente y tomando su mano le deposita un beso que hace que Millerna se sonroje y se aleje después.

Después el príncipe Chid escolta al caballero Allen y a Dryden a donde ocurrieron los hechos. Allen puede ver como la ciudad a pesar de las muertes de varios soldados no sufrió grandes destrozos, tal parecía que este ser estaba enfocado en algo y que solo se deshacía de los pequeños obstáculos que se le ponían a su paso. Tal ves eso representó Van cuando se puso frente a ellos. Cuando llegaron al lugar se podía ver que solo quedaban algunos cuerpos y estaban a punto de llevarse el último, cuando Dryden se adelanta y los detiene. Este les pide que lo dejaran ver el cuerpo que se llevaban, a lo que los soldados dudosos y viendo a su rey, aceptaron. Al destaparlo pudieron ver que tenía un fino corte en la yugular y la mano mutilada, parecía que este hubiese querido sacar su espada, pero el otro fue tan rápido que destajó su mano antes de que el alcanzara su espada.

Es increíble los cortes que este hizo al pobre hombre.
-No solo eso Dryden, tal párese que este empleó una gran velocidad para destajarlo.
-Miren, son plumas ennegrecidas, son las del riujin ¿no es así señor Allen.
-Así es majestad Chid.

Dryden se acerca a ellas y se agacha para verlas de cerca, este toma una y se levanta viéndola detenidamente.

Al parecer este fue herido.
-¿Cómo dices?. Allen preguntaba extrañado.
-Que este riujin fue herido, las plumas se ven manchadas en sangre y por lo que veo son muchas igual. No pudo ser por la sangre de Van, tal ves el antes lo hirió. Y no solo eso si no que también rompió su espada.

Allen mira asía donde Dryden apuntaba, en efecto se encontraba lo que parecían ser partes de una espada tirada en el suelo, esta tenía un emblema, parecía ser un dragón con el cuerpo parecido al de una serpiente marina y completamente negra. Dryden lo levanta y se le queda examinando por gran tiempo.

No entiendo, si la espada fue rota, es seguro que fue por Van, pero como es posible que los fragmentos de esa espada se quedaran enterrados en su cuerpo, es completamente inexplicable.
-Tienes razón Allen, si Van rompió la espada, es lógico que los fragmentos cayeran, pero no a tal velocidad como las de enterrarse a un cuerpo, y mas hasta donde las encontraron en el cuerpo de Van.

Los tres quedaron dudosos, sinceramente no sabían a lo que se estaban enfrentando.

Millerna se encontraba preocupada y miraba la ventana de uno de los pasillos del palacio, su vista se dirigía asía el cielo y su rostro reflejaba gran preocupación, no solo por Van, sino por lo que decía Dryden, un nuevo enemigo se manifestaba y no se explicaban su procedencia o intenciones, es mas desconocían por completo si se trataba de un humano común y corriente.
Millerna se aleja de ahí y se dispone a ir a su habitación, realmente se sentía agotada y presionada, no sabía que hacer, aunque su padre vive, sabía que actuaría cobardemente y que prácticamente se encontraba sola en cuestión de defender su reino, a Asturias. Al pasar por la habitación de Van puede escuchar una voz dentro de ella, Millerna se alarma por que parecían quejidos de dolor, así que entra. Cuando se encuentra frente a Van ve que este se quejaba de dolor, Millerna lo revisa y ve que lo mejor es sedarlo de nuevo, antes de que el sedante tuviera efecto en Van, solo alcanza escuchar como llamaba a Hitomi. Millerna se sorprende y entristece, sabía que ella no estaba aquí y que difícilmente estaría a su lado. Dormir, si, era lo mejor, así el dolor que ahora sufría su cuerpo y su corazón no se sentirían tan fuertes.

Millerna se retira de la habitación y sierra la puerta con cuidado, esta se aleja a su habitación y al entrar sierra su puerta apoyándose en ella.

Hitomi, te necesitamos.

Millerna lo decía con tono suplicante, esperando a que un milagro sucediera e Hitomi apareciera, necesitaban su ayuda y mas Van.

En otra parte en lo que parecía ser un bosque, una figura se encontraba encima de la rama de un árbol.

¿Por que no lo dejaste morir?. Se lo merecía. ¿Por qué te quedaste como espectadora y no hiciste nada, acaso ¿lo estas poniendo a prueba?. ¿Por que hasta al final apareciste?. ¿Por qué te inmiscuiste en una batalla que no te incumbe?. Cuando dejaste apenas una atrás donde perdiste a los tuyos, donde sufriste más por sus pérdidas en ves de las graves heridas y golpes. ¿Por que otra ves te metes en una batalla que no es tuya¿Por qué no recuperas lo que es tuyo y dejas que los demás se pudran en el infierno y se rasquen con sus uñas?. Esta batalla no es tuya¿o si?.

Las imágenes de una batalla entre dos personas se dibujaba en su mente, ella solo veía como espectadora y nadie notaba su presencia, estaba a punto de intervenir, pero se detuvo y la pelea continuo. El hombre cae estrepitosamente al suelo y el otro aprovecha que intenta respirar y le da una fuerte patada haciendo que este se vuelva a estrellar contra el muro. El otro aprovecha y toma la espada del rey riujin y se dispone a matarlo con ella.

¿Que esperas¡Levántate!.

Ella grita en silencio, este hombre grita con furia y empuñando la espada de Van decide matarlo, pero Van logra moverse a tiempo para que no fuera atravesado, pero su movimiento no fue tan rápido, que esta llega a herirlo en su hombro izquierdo. Van grita del dolor cosa que al otro le parece divertido y se la entierra a un mas, a tal grado que llega a travesarle el hombro y la espada queda enterrada en la tierra. Este después retrocede y vuelve a desenvainar su espada, esta vez estaba decidido a quitarle su cabeza. Van al notar sus intenciones trata de zafarse y se logra incorporar rápidamente, aunque sentía que estaba perdiendo ya el conocimiento. El hombre se abalanza contra Van, y aun que este se veía como si careciera de conocimiento logra detener el ataque de su adversario con fuerza y rapidez, que incluso llega a romperle la espada. Van piensa que ya tiene parte de la batalla vencida, ya que logra doblegar a su oponente en el piso y sin arma. El extraño riujin se siente amenazado por el dragón que se enfurece y antes de que Van lo atravesara con su espada provoca lo que al parecer era una gran ventisca, que hace que levante los fragmentos de su espada y estos atraviesan el cuerpo de Van. Van suelta la espada y cae de rodillas, sacando sangre de su boca, el riujin se incorpora y mira burlonamente a Van, este lo toma por el cuello y empieza a elevarse. Era hora de intervenir.

Al salir de sus recuerdos, la joven con una armadura que al parecer tenía dos hermosas alas hechas de este mismo material se levanta, su vestido caía delicadamente y aunque a simple vista se veía hermosa, la armadura y el vestido se encontraban ya rotos, parecía que había salido de una batalla. De su mano deja ver un pendiente de color negro. Esta lo veía de reojo mientras posaba su vista a la difuminada Luna Fantasma.

Muerte, eso es lo que esta cosa ahora representa.

Dos días pasaron y Van seguía sin reaccionar, todos temían por su salud, e incluso Merle. Al tercer día las miradas pesimistas cambiaron ya que Van por fin reaccionaba. Merle se alegró mucho y comenzó a llorar aun lado de su amo. Millerna informó a los demás y se sintieron aliviados con la noticia.

Ese día Millerna se encargaba de cambiar los vendajes con ayuda de Merle, pero a pesar de que Van podía reincorporarse un poco el no hablaba, cosa que a Millerna y Merle preocupaba. Cuando ellas estaban a punto de terminar la voz de Van las sorprendió.

Merle, prepara todo para regresar a Fanelia.
-¡Majestad!
-¡Van, no puedes irte así, tus heridas no resistirán el viaje.
-Merle, he dado una orden. Van sonaba demasiado serio y Merle no pudo objetarle nada.

Merle salió y dejó que Millerna terminara sola. Ella solo suspiró y empezó a terminar con la curación, sabía que no haría cambiar a Van de opinión.

¿Qué piensa irse hoy.
-Así es Allen, ya mando a Merle a disculparse con Chid y agradecerle su hospitalidad.
-Van, sigue igual de impulsivo.
-Eso es una cosa que jamás cambiaremos de su majestad y ustedes dos lo saben perfectamente. – La voz de Dryden los sorprende ya que entra repentinamente donde Allen y Millerna se encontraban-. -¿Dryden?. – Millerna contesta sorprendida.
-Van se ira de todas formas aunque le impidamos el paso con varios guymelef.
-Pero tienen que hacer algo, aun no esta en condiciones de viajar.
-Princesa Millerna, sabemos lo que quiere decir, pero tratándose de Van, pues es muy difícil que lo impidamos, tal como lo dice Dryden el se ira de todas formas no importándole lo que le digamos.
-¡Allen.
-Millerna, lo mejor sería que usted también regresara a Asturias y ponga al tanto al rey Aston. -¿Regresar, acaso es que tu no regresas junto con migo a Asturias.
-Lo lamento princesa, pero por ahora este caso necesita de mi total atención. Necesito consultar sobre esta nueva raza que nos aqueja y si tienen planes de una guerra al menos ya estamos preparados y sabemos a lo que nos enfrentamos.
-Esta bien Dryden. Regresare a Asturias.
Dryden asiente con una sonrisa y acomodándose sus gafas da la vuelta, pero este se detiene y ve a Allen por entre su hombro.

Confío en que la llevaras de regreso y cuidaras.
-Con mi vida si es preciso.
-Bien.

Dryden se retira y ese mismo día parte asía un rumbo desconocido para Millerna, la cual ve la nave de Dryden alejarse con algo de tristeza. Esa misma tarde, la nave de Fanelia también parte asía su hogar, Chid, Kazia y la princesa Eries hacen todo lo posible para poner al rey cómodo para su viaje, el príncipe Chid al despedirse pide disculpas a su majestad por lo que pasó en su visita en su país, a lo que Van entiende.
En la mañana temprano Millerna se encuentra preparada para partir asía Asturia y esta se encontraba despidiéndose de Eries.

Lamento que en tu estadía en Freíd resultara esta tragedia.
-No te preocupes hermana, no estaba en sus manos detener lo que pasaría.
-¿Iras a poner a mi padre al tanto no es así.
-Si, tengo que ir a prevenirlo, no sabemos que esperar de estas personas y temo que estos lleguen al reino y sin estar preparados, aun no sabemos por que atacaron a Freíd.
-Cuídate mucho por favor.
-Lo aré y cuida de Chid.
-Si, lo aré.

Ambas sonríen tratándose de dar valor, no sabían lo que pasaría de hoy en adelante. Cuando Millerna va subiendo a la nave uno de los soldados de Freíd la detiene.

¡Majestad Millerna.
-Si¿pasa algo.
-El señor Allen Schezar¿ya abordó.
-Ya, esta atendiendo unas cosas del Crucero¿necesitaba decirle algo.
-Así es, esta mañana cuando estábamos terminando de arreglar la plaza encontramos esto, no la vimos al principio por que estaba cubierta por la tierra.
-¿Una daga.
-Así es, no es de nadie de aquí de Freíd, de hecho estos grabados son totalmente desconocidos para nosotros, tal ves se le cayó a su majestad Van.
-Entiendo, yo se la daré al caballero Allen.
-Gracias majestad y disculpe.

Este hace una reverencia y se retira, Millerna lo ve alejarse, luego vuelve a ver la extraña arma y decide entrar al Crucero.
Por fin este emprende el vuelo y se dirige asía Asturias.

Notas:

Pues les dije que iría un poco rápido y aquí esta el quinto capítulo, pero además quiero pedir disculpas por que en los capítulos anteriores no me había dado cuenta que esta cosa se come mis guiones y una que otra cosita, si alguien de aquí me puede dar un consejito se lo agradeceré muchísimo.

Pasando a lo que me encanta. Hoy después de regresar de la escuela vi que habían dejado reviews y me puse como loca de la emoción que hasta mi gato creo que se quedó sin costillas, (pobrecito). Bueno y a quien no le gustaría continuar con mensajes así.

Agradezco antes que nada a Phycis, ya que fue la primera en dejarme reviews y hacerme notar del problemita que tienen mis fics con los guiones.

A Natalia Kido. Tocaya a mi también me gusta ese apellido, de hecho mi nik es Sario Kido. Y te agradezco que te hayas pasado toda la mañana leyendo mi fic espero no defraudarte.

A Yuki-Kudo. No te preocupes sigue leyendo, y temo que tendrás que esperar a que esto se confirme dentro de unos cuantos capítulos mas, por que créeme las cosas pueden cambiar.

Ady. Créeme que ya he hecho Fic sin esta mujer por que en lo personal tiene un algo que no me gusta, y creo que lo pondré en cuanto termine este fic. Además en el mensaje que puse en el segundo capitulo, les hice el comentario de que esta historia la hice basándome en dos series, Los caballeros del Zodiaco y Escaflowne, poniendo un nuevo personaje y eliminando al de Hitomi.

Bueno gracias a los que leen mi fic y espero no decepcionar a nadie y tratar de complacerlos.

Besos a todos y un saludo grande a la banda lectora.