Después de que Van se quitara sus ropas habituales por unas mas cómodas empezó la práctica, tenía un pantalón beige una playera igual a la que utilizaba siempre pero ahora en color amarillo, coderas, una pequeña pechera y una hombrera que cubría su hombro izquierdo. La chica dejó su armadura a un lado y se dejo un pantalón ajustado en color negro (parecido al de Millerna), una playera larga ajustada en color hueso, y se había recogido el pelo en una cola alta, eso si sin dejar la máscara que le cubría el rostro. Ellos se habían reunido en el salón de entrenamiento en donde Van siempre acostumbraba entrenar, y este fue construido en la parte baja del palacio dando a uno de los jardines, dejando entrar bastante aire y luz.
-Bien comenzaremos con visualizar el objetivo.
-¿Visualizar el objetivo.
-Así es. Esta fruta redonda nos servirá. Yo te la arrojare y tú tendrás que partirla en dos.
-¿Solo eso, es demasiado sencillo.
-Pero con los ojos cerrados.
Van no se sorprende y asiente con la cabeza, tenía una mirada de confianza.
-Bien, empecemos.
Van cierra los ojos y trata de concentrarse, en cierta forma parecía que se encontraba con Hitomi, ya que una ves así entrenó con ella. Demitra arroja la fruta de forma lenta y suave, Van siente los movimientos de la chica y logra rebanar la fruta con su espada. Demitra intenta subir el nivel de velocidad y Van volvía anticipar el movimiento y cortar en dos la fruta que ella arrojaba.
-Bien, como ya tienes muy bien visualizada la imagen de la fruta no te causara problemas para lo que sigue.
Van solo la miraba atento. Demitra se encargaba de poner la misma fruta en una pequeña repisa y marcaba una línea no muy lejos de ella.
-Quiero que la muevas. Pero con tu mente.
-¿Cómo, tan rápido.
-Pues si, lo único que hicimos fue simple calentamiento, al tener enfocada la imagen de lo que yo te arrojaba prácticamente te concentrabas en ella, sentiste mis movimientos y viste la velocidad que con la que yo te la arrojaba, pero en si ya tenías tu mente enfocada solo en ese objetivo. Ahora solo se trata de que te concentres en ella, que te unas a tu mente, que la vuelvas como otra extensión de tu cuerpo.
Van guarda su espada y comienza a respirar hondo, al sacar el aire sierra sus ojos y comienza a concentrarse, después de unos minutos Van comenzaba a desesperarse, pero recuerda la voz de Hitomi. -Para verlo tienes que sentirlo-. Así Van vio como la fruta se encontraba inmóvil en aquel pedestal, cuando apretó fuerte sus puños, sentía una energía dentro de el, sentía que su cabeza algo estaba estallando, sentía algo fluir dentro de ella, como si un gran torrente sanguíneo circulara a gran velocidad dentro de su cerebro, sintió como su cabeza hervía, sobre todo su frente, una leve corriente de aire apareció y esta hizo que la esfera cayera bajo sus pies, apenas a rebasando la línea que Demitra había puesto. Van al escuchar que esta caía abrió los ojos y mostró una mueca de satisfacción. Demitra empezó a aplaudir levemente y se pone frente a Van.
-Bien hecho, fue poco pero al menos hemos despertado el poder, solo nos resta moldearlo.
Van la miró algo serio, pero pronto se desvanece cayendo en los brazos de la chica, ella no calcula esto y cae de rodillas al suelo junto con el.
-Creo que fue mucho por hoy. Pero mas te vale estar bien para mañana, aún nos queda un largo camino por recorrer.
A la mañana siguiente la princesa Millerna se encuentra en uno de los pasillos del palacio, caminaba pensativa y con el rostro algo triste.
-Vienes muy distraída Millerna¿puedo pagar por tus pensamientos.
-¿Dryden, perdona, tienes razón al decir que vengo distraída, en cuanto a pagar no es necesario, se que serías capas de hacer eso.
Dryden ríe levemente y aparta unos mechones de su frente.
-Bueno por lo que veo sigues preocupada por lo que llegue a pasar ahora.
-No solo en eso.
-¿Cómo.
-Dryden yo quería saber la verdad sobre tu regreso a Asturia. ¿Te iras en cuanto todo esto termine.
-Princesa si lo que quiere es que me valla con gusto lo haré, si quiere lo puedo hacer ahora. -Dryden sonaba burlón y algo arrogante.
-Yo no te corrí en ningún momento y de hecho yo quería entablar una conversación seria pero veo que no puedo hacerlo con tigo, con permiso.
Millerna se aleja disgustada y siente que la toman fuertemente del brazo, guiándola dentro del salón de entrenamiento, cuando se da cuenta se encuentra cerca de el pecho de Dryden y aunque tenía la vista en otra parte podía sentir como latía fuerte el corazón de Dryden y el suyo, asiendo que esta se sonrojara levemente.
-Millerna por que siempre es difícil expresarse con tigo.
Dryden se encontraba muy cerca de Millerna y sentía que ella no ponía ninguna resistencia, así que dejo libre su mano y ya teniéndolas desocupadas las suyas toma a Millerna de las caderas. Millerna se sentía nerviosa, pero pronto su atención solo se enfocó en los brillantes labios del joven que la sostenía. Dryden comienza acercarse cada ves mas a Millerna, sentía como la respiración de la chica comenzaba a acelerarse por el movimiento de su pecho, cuando solo rozó un poco sus labios alejándose después. Este solo acomodó su cabello asía atrás y salió de ahí dejando a Millerna, la cual se llevó ambas manos a su pecho, tratando de capturar una y otra ves esa sensación cálida que había sentido en el cuerpo de Dryden.
En uno de los patios del palacio, Van comenzaba a entrenar, Merle quien se encontraba caminando por ahí se le queda viendo, sentía la necesidad de hablar con el, pero a la ves temor.
-Amo Van que es lo que hace aquí, debería descansar, ayer me asusté mucho al ver como los soldados lo llevaban inconsciente a su alcoba.
-No te preocupes Merle, es parte del entrenamiento, acabo de despertar este nuevo poder, es lógico que mi cuerpo sintiera ese enorme desgaste, con mas entrenamiento se que mi cuerpo ya no lo resentirá mucho.
-Pero amo.
-¡Ya vasta Merle!. Van se jira asía ella, mostraba enojo. Merle solo se asustó al ver como el elevaba la vos y se llevó su mano al pecho. Si no te has dado cuenta estamos en guerra, si no me preparo a tiempo es seguro que estaremos todos perdidos.
-¿Lo dice por Hitomi?. Merle sonó algo molesta pero también temerosa.
-Por la gente, por Fanelia, por Gaea. No solo por ella, date cuenta.
Merle se aleja, no le gustaba que Van le hablara así, y siempre dejaba las conversaciones inconclusas. Van al verla alejarse ve asía su espada, mostrando el reflejo de sus ojos, los cuales se mostraban fríos. Van encaja la espada en el piso y aprieta sus puños, se encontraba decepcionado de el mismo, se sentía debatido, mas por que estaba lastimando a los seres que mas quería. Primero a Hitomi, después Merle, quien no solo lo apoyaba, sino que también durante años había suprimido un amor por el. No muy lejos de ahí cerca de un pilar del palacio, Demitra había observado la escena en silencio, alejándose después.
En un oscuro lugar, donde solo se escuchaba el caer de barias gotas al piso, un eco que solo traía el sonido del silencio y de algunos gemidos, se encontraba un hombre encadenado de pies y manos, parecía estar en un calabozo y tenía sangre seca en todo su cuerpo.
-Eres un tonto Zeika. Te dejaste vencer por ese hombre. Este hace una mueca de disgusto. Tú siempre tan impertinente, tan confiado.
Varios golpes se ve que recibe este hombre haciendo que cuelgue de las cadenas.
-A pesar de que han pasado varios días, aún siento la necesidad de golpearte. Por tu culpa aquellos imbeciles, mas por el dragón, ahora saben de nuestra existencia, y se que harán todo lo posible para entorpecer nuestros planes.
-Lo si-ento.
Este vuelve a recibir un golpe que lo estrella en la pared.
-No te di permiso de hablar. Te dejé una tarea sencilla, el de matar al dragón, eso era lo único que tenías que hacer. Y ahora que es lo que tengo, al dragón tratándonos de encontrar como sea, con tal de recuperar a la chica y de paso mandarnos al olvido, sin dejar oportunidad de que nosotros liberemos a los nuestros de su encierro. Y lo peor es que no tenemos la llave con nosotros.
-Señor, fue culpa de esa chica... -Este hablaba tartamudeando, apenas y podía respirar bien.
-¡Te dije que te calles!. Has mencionado a esa maldita chica desde que llegaste, como puede ser que una simple mujer te haya vencido. No debiste hablar de ella si querías justificarte ante mí, al contrario, me dejaste ver lo patético que eres.
Este le da un ultimo golpe a aquel hombre moribundo y sale de su jaula, después se dirige asía una gran sala donde se encontraba el cuerpo de una mujer recostada en una repisa, esta lucía tranquila, su rostro estaba completamente pálido, careciente de vida, pero aún así estaba hermosa.
-Tanta belleza desperdiciada por el color de la muerte. Pero no te preocupes, teniendo la llave con migo podré revivirte, serás mi reina. Gobernaras a mi lado, complaciéndome. -Este ríe burlonamente, al mismo tiempo que sostenía la mano de la joven.
-Esto me da mala espina. -Un hombre sale de las sombras y se pone frente al hombre que contemplaba a la chica.
-Que es lo que no te agrada Aminamaru. -Este le hablaba sin despegar la vista asía la chica.
-La chica de quien habla Zeika tanto. Se que es muy impulsivo, pero nunca cobarde.
-Zeika es un hablador, por eso le pasó esto. -Este deja a la joven y se acerca mas a Aminamaru-. Seguramente el dragón al escuchar lo que le pasó a la chica de la Luna Fantasma y mas que yo la tengo, hizo que este hirviera en cólera y lo lastimara así.
-Aun así no estoy convencido. Entiendo que no solo se rebeló antes de tiempo, y que su misión era el de matar al dragón, recuperar la llave que la diosa le entregó hace cinco años y partir, sin que descubrieran que somos del clan de los riujins.
-Hablando de ello, el mencionó que la chica poseía alas. Tal ves sea una del clan de Atlantis que vino ayudar al híbrido.
-Eso es lo que estoy tratando de decir, temo que haya más de esos infelices rondando por Gaea y se interpongan en nuestros planes, y lo que es peor, que le enseñen al dragón el poder psíquico que nosotros los riujins poseemos.
-Será mejor que vallas hacerle una nueva visita a ese rey, así de paso terminas con el trabajo que empezó el inepto de tu hermano.
-Así lo haré. Señor.
Este hace una pequeña reverencia al hombre frente a el, y se dispone a irse.
La noche caía en Fanelia, y solo se escuchaba como Van entrenaba junto con Demitra. Van había mejorado notablemente pero aún faltaba mucho.
-Bien Van, ahora ya puedes transportar ese objeto con la mente sin esforzarte tanto, pero ahora quiero que lo arrojes tan lejos y fuerte como puedas.
Van hacia caso a lo que decía Demitra, este comenzaba a mover el objeto y lo llegaba desplazar a gran velocidad, con forme iba mejorando Demitra le ponía a que se concentrara en cosas en el momento, ya sean hojas, espadas, objetos livianos o incluso varias piedras a la ves. Van llegaba a sentirse mareado en algunas ocasiones que este caía al piso de rodillas exhausto y sudoroso, pero no perdía el conocimiento.
-¡Levántate, en un ataque no esperes a que el enemigo te deje descansar.
Van la miraba mientras trataba de recuperar el aliento.
-Es todo por hoy mañana continuaremos. Ella da media vuelta pero la voz de Van hace que ella se detenga.
-¡Espera, aun puedo seguir.
-Dije que ya fue suficiente.
-Pues para mi no. Si te vas seguiré por mi cuenta.
-Ella se le queda mirando. Será mejor que acepte, no valla hacer que te de un derrame cerebral. Esta coloca un aro cerca de un árbol y le entrega a Van tres navajas. Escucha bien lo que te voy a decir, ahora te has concentrado en sacar tu poder, transportar objetos de diversos tamaños y formas, aprendiendo a enfocar los objetos en el momento, los has movido a diferentes velocidades, pero aún no aprendes a ponerlos en un solo lugar. Quiero que arrojes a través de ese aro estas navajas, la primera será suavemente, la segunda con una fuerza algo mayor a la anterior, y la otra quiero que sea tan veloz que quede enterrada en ese árbol.
Van asiente y empieza a concentrarse, Demitra ve que ya no le toma mucho tiempo hacer explotar su poder, pero aún tenía fallas. La primera navaja fue tan suave que no llego atravesar el aro, la segunda chocó con el mismo, y el tercero fue tan rápido que derribo una gran rama, pero sin pasar por este.
-Te falta mejorar esa técnica y es una de las más importantes, ya que el cuerpo de tu enemigo es el aro, no esta fuera de este. Con este ejercicio estarás prácticamente del otro lado, ya que estimula a tu mente a enfocar el objetivo asía tu enemigo. Bien por ahora es todo, necesitas descansar, este ejercicio lo practicaras mañana todo el día hasta que te salga perfecto.
Van pareció aceptar y este toma una toalla y se seca el sudor, poniéndosela después alrededor del cuello. Este pasa de largo dejando a Demitra atrás, viéndola por entre su hombro de manera seria. Demitra lo sigue con la mirada hasta perderlo de vista.
-¿Qué es lo que haces estando oculta?. Pareces un ratón no una gata.
Merle quien se encontraba detrás de un pilar sale pero con una cara de pocos amigos.
-Se nota que tú has cambiado mucho. Pero sigues igual de fisgona.
Merle la miró molesta.
-Antes peleabas, gritabas, con tal de que tu amado amo no sufriera daño alguno, pero tal parece que te acobardaste y temes a que el te grite, que lastima me das.
-Merle aun más molesta se acerca a ella. Y tu quien eres para echarme eso en cara, además ¿quién te dijo eso¿fue acaso Hitomi.
-Que importa quien haya sido, el resultado sigue siendo decepcionante.
-Mira chica tonta, que tu te creas con mas poder que mi amo estas equivocada, no se por que pero siento que las personas de la Luna Fantasma solo traen problemas aquí.
-¿Ja, y ustedes no lo hacen.
-Lo digo por tu señora, desde que se le puso frente al amo Van lo ha cambiado. Velo tu misma, no se ha casado, no quiere formar una familia, se aleja de sus amigos.
-Que tu amo no haga eso no es culpa de ella. Si el quiso tomar esa decisión es su problema, de nadie mas. Y si no se lo has hecho ver es por que eres una cobarde, te acobardas por un simple grito de el, pero bien que para gritarle a ella si tienes valor, tal ves cuando veas que tu amo se esta hundiendo mas te decidas a levantar la vos de una ves por todas.
-¡Cállate, tu que sabes, a mi me duele que el amo me haga eso. Casi no habla con migo y ahora que se dirija a mi con gritos es mas triste. Merle comenzaba a romper el llanto, pero seguía viendo de frente a Demitra.
-Que es lo que prefieres, intentarlo y que de una ves por todas te escuche, o prefieres verlo hundirse en su soledad y arrepentirte toda la vida por no hablarle. La voz de Demitra se había suavizado y Merle solo la miraba dejando caer algunas lágrimas.
-Si Hitomi estuviera aquí. Estúpida también a ella le diría un par de cosas, la muy cobarde murió antes de ver al amo Van así.
-Pues dilo, ella te esta escuchando.
En ese momento la chica se despoja de su máscara dejando al descubierto su rostro. Merle se sorprende mucho al ver el rostro de esa mujer.
- ¿Tú!.
Que dijeron esta va a poner sus capítulos cada mes pues no, aquí les dejo otro, espero les guste, y es que quiero aprovechar este tiempo para actualizar, por que me ha pasado en que me pico en una historia y ya quiero que la terminen. Sale los dejo hasta el próximo capitulo y porfas dejen reviews, ya que me encanta leerlos. Bueno a mi gato no por que siempre termino aplastándolo, pobesito.
