El rostro del ángel.

Merle no podía creer lo que ella veía, sus manos temblaban, quería decir mil cosas y sentía en si emociones de alegría, tristeza y odio.

-¡Hitomi¡¿eres tu!.

La chica asiente con la cabeza. Merle se le abalanza y la abraza pero sus manos apretaban fuertemente su blusa.

-Tonta, tonta. Esta talla su rostro en su pecho, y la chica solo la veía de manera triste. No ves cuanto el amo te necesitó.

Merle mira detenidamente a Hitomi y su rostro se pone mas serio, ve que ella se encontraba con un rostro que guardaba en su interior mucha tristeza, su piel ahora se encontraba mas pálida, los tonos brillantes y verdes de sus ojos habían desaparecido y el brillante tono cenizo de su cabello ahora era de un color platinado.

-Pero que ha pasado con tigo, te ves diferente. No eres un fantasma, ya que te puedo tocar.
-Merle, prácticamente soy eso, este cuerpo es solo provisional, hasta que encuentre el mío, soy como un fantasma que anda en busca del descanso eterno.
-¡No, no te vallas, no te vuelvas a ir.
-Merle, tienes que entenderme, yo deseo eso.
-Si es por lo que dije lo siento, no era mi intención, si vieras como se encuentra el amo.

Merle suplicaba a Hitomi que se quedara en Gaea y que no cumpliera con lo que había dicho anteriormente, no resurgir de nuevo y morir. En los pasillos, Millerna caminaba, buscaba a Dryden y hablar con el, en su mente solo recordaba aquel rose que el tubo con sus labios, al pasar por el salón de entrenamiento escucha como Merle hablaba y escuchaba como su tono se volvía triste y suplicante. Ella se acerca cuidadosamente a una de las puertas, puede ver como Merle hablaba con Demitra, pero se le hacía raro que Merle estuviera hablándole en un tono de tanta angustia. Ella al poco tiempo se dio cuenta que Demitra sostenía su máscara en sus manos, y al parecer le mostraba su rostro a Merle. Millerna se acercó lentamente asía las dos chicas, mientras estaban entretenidas en su conversación, al estar lo suficientemente cerca le pareció conocido el rostro de aquella mujer, cuando la ve bien, se sorprende muchísimo al reconocerla como Hitomi.

-¡Hitomi¿eres tu?.

Merle y Hitomi voltean a ver a la princesa Millerna, se encontraba realmente sorprendida.

-¡Princesa Millerna, yo.
-Los ojos de la princesa se llenaron de lágrimas y apretaba fuertemente sus manos. Entonces, si hay esperanza.

La princesa cae inesperadamente al suelo, Hitomi y Merle corren en su ayuda.

-¡Millerna.
-Hitomi la sostiene de su cabeza y mira a Merle. ¡Merle ve en busca de ayuda rápido.
-Iré ahora mismo. Merle corre pero antes de salir mira atrás. Pero prométeme que no te iras.
-No, no lo haré. Siempre y cuándo no digas nada, si dices que estoy aquí me iré de inmediato.
-Esta bien, lo haré.
-Bien, ahora ve por ayuda.

Merle asiente con la cabeza y sale en busca de ayuda, Hitomi vuelve a colocarse su máscara y se queda viendo asía la ventana. Miraba como la Luna Fantasma iba desapareciendo, siendo que en las noches era cuando mas resplandecía, la luna ya contenía una leve mancha negra anunciando que dentro de poco, la Luna menguará, anunciándole el poco tiempo que a ella le quedaba.

-Tal vez sea mejor así.

En el comedor del palacio Van se les había unido a Dryden y Allen para cenar.

-Me alegro que ahora si nos acompañes a cenar, majestad Van.
-Dryden ya te dije desde tu primera visita a Fanelia que no me llames así, puedes decirme solo Van.
-Gracias Van, pero como últimamente te he visto muy separado de nosotros pensaba que ya lo habías olvidado. Dryden contestaba con algo de burla, cosa que Van sabía y solo se limitó a seguirlo viendo. Vamos Van, al menos ríe un poco que te cuesta.
-Creo que no estoy de humor para risas¿no crees Dryden.
-¿Lo dices por Hitomi?. Allen le contestaba de forma decaída.
-Tú sabes bien que si.
-Desde cuando sabías de su muerte¿por qué no lo dijiste?. Allen sonaba cada ves mas molesto.
-Creo que eso no les incumbía además, ella, ella fue. Ella fue algo mas para mi, desde que ella llegó por primera ves a Gaea algo hizo en mi, que me cambió por completo, la sentía mía, solo mía, y lo sigo diciendo.
-Pero que hay de sus amigos, nosotros también teníamos derecho a saber de ella. Que hubiera pasado si Demitra no nos lo hubiera dicho¿te hubieras quedado con este secreto para siempre.
-Tal vez. Entiendo bien que aprecian a Hitomi, pero espero que entiendan lo que ahora siento yo. ¿O acaso hay algo mas, Allen Schezar.

Van se levanta de su asiento al mismo tiempo que lo hacía Allen, ambos se miraban molestos.

-Te mentiría si te digiera que solo quiero a Hitomi como amiga. Este hace una pequeña pausa y traga saliva. Aun la amo, y daría cualquier cosa por estar con ella, de morir si es preciso. Yo si arriesgaría todo por ella.
-¿Me cuestionas mis actos.
-Quien me dice que ella no quiere vivir por que tu la dejaste, por que ese brillo y ganas de vivir de Hitomi se esfumaron, a pesar de que ella se encontraba sola desde que llegó.

Van se dirige asía Allen y ambos se miran fijamente, Van lucía muy molesto.

-Estas diciendo que yo en parte tengo la culpa de que ella este muerta, de que no quiera seguir viviendo.
-Así es. Vamos Van, creía que conocías mas a Hitomi y veo que no.
-¿Qué dices.
-La verdad. Tu la conociste, yo vi como ella luchaba incansablemente por un ideal, ella luchó con uñas y dientes para regresarte tu ciudad, nunca vi que se rindiera tan fácilmente. Allen aprieta sus manos y dientes. Pero como tú ya tienes tu reino, nada mas importa. Felicidades, Van Slanzar de Fanel. Tu reino progresará, pero ten en cuenta que esta resurrección tuvo que derramar mucha sangre, entre ellas, la de Hitomi.

Van muestra una mirada de furia, sus ojos carmesí brillaban. El sostiene a Allen del cuello de sus ropas y lo acorrala en una esquina. Dryden quien miraba desde su asiento se levanta y se dirige asía Van.

-Escucha bien esto Allen por que no lo boy a repetir. El destino quiso que Hitomi se presentara ante mi, el destino me la puso en mi camino, y el mismo destino me la quitó, aun así, no pienso volverla a perder, tienes razón Allen, ahora me volveré egoísta y haré todo lo posible para revivir a Hitomi y cuando eso pase ella se quedará aquí como mi reina, jamás regresará a la luna Fantasma, será mía, solo mía ¡entiendes!.

Van gritaba con furia cada una de esas palabras sin soltar al caballero, Allen solo miraba con molestia a Van. Dryden toma el hombro de Van e intenta calmarlos.

-Tranquilos, no es momento para culparnos los unos a los otros, ahora lo mas importante es ver la manera de cómo salvar el cuerpo de Hitomi, si es que en verdad quieren revivirla. Y créanme que ustedes solos no podrán, mucho menos tu Van, aunque dispongas de tus guerreros samuráis.

Van respiraba agitado y poco a poco empieza a soltar a Allen, ambos se ven y piden disculpas, aunque no fuera de corazón.
Al poco tiempo entra Merle quien se veía alarmada y agitada por correr.

-¡Amo Van.
-¡Merle¿qué sucede.
-La princesa Millerna, cayó desmayada.
-¿Millerna!. Dryden se mostraba asustado. ¿Dónde esta.
-En el salón de entrenamiento, Demitra la esta cuidando ahora.

Todos salen corriendo asía el salón de entrenamiento, cuando llegan allá alcanzan a ver como la figura de Millerna estaba inconsciente en brazos de Demitra. Dryden se adelanta a los demás y toma a Millerna de su rostro y después la carga entre sus brazos. Después sale de ahí y se dirige asía su habitación, Van manda llamar a un médico y después todos se dirigen hacia la recamara de Millerna. Después de que el médico interviene logra hacer que Millerna reaccione.

-¡Millerna¿te encuentras bien¿qué sucedió.
-Yo, yo vi. Millerna sonaba algo débil de voz, pero después de abrir sus ojos completamente y de ver que ya reaccionaba se levanta de la cama. Hitomi, ella esta aquí. Ella hablaba con emoción en sus palabras y apretaba fuertemente los brazos de Dryden, el la veía con mucha atención y sorpresa por sus palabras.
-Millerna, seguramente fue por lo que Demitra dijo hoy, la extrañas y tu mente dibujó la imagen de ella, tal vez por eso te desmayaste.
-¡No, lo que vi fue de verdad, ella no es Demitra es...Millerna calla repentinamente al ver que la chica le decía que callara poniendo discretamente su dedo en sus labios. Van noto esto y empezó a sospechar, Merle solo veía muy asustada lo que pasaba.
-Creo que tienes razón Dryden fue mi mente, ahora si me disculpan quiero descansar.

Dryden asiente con la cabeza y acomoda a Millerna en su cama para que pudiera descansar. Todos salen de la habitación, Merle solo veía como Van miraba fijamente a Demitra, temía lo peor y pensaba que Hitomi se iría al día siguiente.

-No puedo creer lo que ha llegado la presión de Millerna, ahora ve a Hitomi en el palacio.
-¿Ella apreciaba a Hitomi?. Supongo que por eso ella esta así.
-Se podría decir que si Demitra, lo que pasa es que ellas no se llevaron bien al principio, pero al final las relaciones entre ellas empezaron a mejorar. Ahora ella la necesita mucho, teme que Asturia vuelva a sufrir lo que en la guerra pasada, sinceramente ya no quiere que los mismos errores que cometió su padre vuelvan a poner en peligro su ciudad. En Hitomi vio un apoyo muy grande, siente que no solo defendió los ideales del rey de Fanelia, si no también defendió a las naciones de Freíd y Asturia.
-Difícil cargo. -Ella hablaba con tristeza y miraba asía otro lado.
-Así es, un difícil cargo que pocos reconocen. -Este voltea a ver a Allen y a Van quienes solo desviaron su vista.
-Bueno, será mejor que descansemos ha sido un largo día ¿no lo crees Demitra.
-Si tiene razón señor Dryden.
-Déjate de formalismos, llámame solo Dryden.
-Esta bien. Dryden.

Así todos se dirigieron asía sus habitaciones, Merle al ver que Van hacía lo mismo se metió a su recamara pensando que Van no había notado nada. Hitomi hizo lo mismo, y se dirigió a su habitación, la cual estaba alejada de todas las demás, pero no se dio cuenta que Van solo la despistó y pronto le dio alcance.

-¡Espera!.

Hitomi voltea y ve que Van se encontraba parado en medio del pasillo.

-¿Qué pasa.
-Ya basta de mentiras, quien eres en realidad.
-Ella se alarma por lo que estaba diciendo Van-. Ya me he presentado ¿no lo cree así majestad.
-¿Dónde esta Hitomi? Y mas vale que me lo digas si no quieres morir.
-Ja, no me hagas reír. -Ella da media vuelta y retoma su camino. Van la sostiene de su brazo y lo aprisiona con sus manos fuertemente-. ¿Qué rayos le sucede.
-Aun no he terminado de hablar.
-Pues yo si, además que no veo el caso de seguir con esta plática.
-Solo quiero que me digas la verdad¿dónde se encuentra Hitomi.
-Ella se zafa bruscamente de la mano de Van y en tono molesto le contesta-. Ya lo sabes perfectamente, la tienen los del Clan del Dragón Negro. -Otra cosa mas Demitra. ¿quién es la mujer que se esconde bajo esa máscara.
-Eso no te incumbe. Tengo mis reglas, no creas que es tan fácil despojarme de ella y que veas mi rostro.
-No me importa, soy capas de morir si con ello resuelves mis dudas.

Van se molesta mas y atrae asía el a Demitra, sosteniéndola fuertemente de sus brazos. La chica parece asustarse por el atrevimiento del rey y descarga una energía que lo empuja. Van trata de no perder el equilibrio y caer al suelo.

-Acaso no sabes que soy el rey de aquí, tu osadía podría causarte la muerte.
-Lo se perfectamente, y tal ves deberías actuar como tal.

Van sabía que era verdad lo que decía, pero aún así sus dudas lo mataban, así que prefirió dejarla y sin decir nada. Ella entra a la habitación cerrando la puerta y su ventana con seguro, temía que el llegara por la noche y le quitara su máscara descubriendo así su rostro. Después ella se recarga en la cama y suspira de alivio, había sentido una gran presión.

Al día siguiente Van continuaba con su entrenamiento, pero esta ves solo, Demitra no se había presentado con el a entrenar, dejando a Van mucho en que pensar de ella.

Merle y Demitra se encontraban en la habitación de Millerna, la cual se encontraba aun en cama por órdenes de Dryden y sobre todo del médico. Millerna ve que Hitomi tenía puesta su máscara cosa que le hizo sonreír.

-Hitomi estas en confianza, déjame ver tu rostro.

Ella dudando accede y se retira la máscara dejando ver su rostro, pero esta tímidamente lo baja, cosa que Millerna lo nota, y más al verlo con un dejo de tristeza.

-No agaches la mirada. Sigues siendo hermosa.
-Ella levanta el rostro y ríe levemente. Gracias Millerna.
-Pero aun no entiendo, si tu estas aquí¿de quien es el cuerpo que esta con los del clan del Dragón negro.
-Es mío, en cierta forma, yo puedo tener un cuerpo, pero este tiene sus limitaciones, y si no lo logro recuperar, es seguro que moriré, en parte así dejare de sufrir y podré descansar, pero no estaré tranquila sabiendo que esos extraños seres lo tienen y que con ello ponga en peligro sus vidas.
-Suenas muy triste¿por qué deseas tanto la muerte?.

Millerna había tocado un tema muy difícil para la visionaria, de hecho nadie se lo había preguntado.

-Solo estoy cansada, solo eso.
-Y que hay del amo Van, no seas tan egoísta.- Merle sonaba disgustada.
-No soy egoísta y de hecho no tengo ya nada que hacer aquí.
-Nada, y Van?. -Merle seguía cuestionándola y su tono de voz aumentaba.
-Ya te dije que no hay nada que tenga que hacer aquí, entre ellos Van.
-No lo puedo creer, si antes le salvabas la vida, no lo dejabas caer. -Millerna sonaba preocupada y sorprendida ante las palabras de Hitomi.
-¡Es por que el así lo quiso!. -Hitomi no aguantó mas y gritó, contenía en sus ojos lágrimas, tanto Millerna como Merle se quedaron con la boca abierta y con los ojos abiertos de par en par-. Hace tres años el me dijo eso y me apartó de su vida. -Hizo una pequeña pausa-. Me dijo que no me engañara, que no nos engañáramos ambos, que sabía perfectamente que estar juntos es completamente imposible. Que ya no quería sufrir más. Lo odié, lo odié mucho e intenté olvidarlo, lo odié mas por que el muy cobarde no me lo dijo a la cara. Pensé que sabías eso Merle, pero me di cuenta que no.

Tanto Millerna como Merle se quedaron sorprendidas. Merle no entendía por que su amo había hecho tal cobardía e incluso pensó que era mentira, pero sabía que ella no era capaz de hacer eso.

-Mi amo hizo eso?.

Hitomi asintió con la cabeza. Millerna se levanta de su cama y se dirige hacia Hitomi y esta la toma por los hombros.

-Debes entender que Van ya no quería sufrir otra ves, tu misma conoces su historia.
-Hitomi asiente con la cabeza-. Lo se Millerna, pero, por que, por que no me lo dijo antes, yo aun guardaba esperanza. Por eso yo ya no quiero vivir, estoy cansada de tantas peleas, tantas guerras, sin que alguien este a tu lado después.
-Es cierto, que paso esa noche que te visitaron los del Clan?.

Hitomi se derrumbó en el piso, Millerna se agachó y tomó a Hitomi y esta se apoyó en su pecho.

-Fue horrible, mi familia, mi madre, todos ellos sucumbieron frente a mi, quería tanto morir, fracasé. No pude salvarlos. -Ella muestra temor en sus ojos y su boca empezaba a temblar-. Ese lugar es un lugar horrible, adonde quiera que voltees solo reinarán muertos y oscuridad.

Millerna veía afligida a Hitomi, Merle se veía asustada y sus manos cubrían su boca.

-Tranquila, haremos todo lo posible para que no regreses ahí, pero por favor, quédate con nosotros, haremos lo posible para que no sufras mas, no nos dejes.
-¡Millerna!.

Ambas se miraron como buenas amigas y Millerna quería hacer todo lo posible para que Hitomi permaneciera para siempre en Gaea y que esta ya no sufriera mas.

Era ya el medio día y Van seguía entrenando sin resultado, su concentración estaba en otra parte que difícilmente movía las navajas.

-Esto es inútil.

Van suelta la navaja de su mano y se dirige a un rincón del salón y se sienta. Puede sentir unos ligeros pasos que venían hacia el. El alza la mirada y ve a Merle y esta mostraba un rostro de disgusto.

-No me digas, me vas a sermonear.
-Pues si te sermoneo es por que te aprecio, pero ya me di cuenta que el único que sufre por que quiere es usted majestad.
-¿Qué dices.
-Que es fácil apartar a los que mas quiere poniendo esa barrera, pero el único que sale perdiendo es usted, jamás creí que fuera tan cobarde, más bien que llegara a tener miedo a la soledad y por eso hiere a los que mas quiere.

Van se molesta y se levanta del piso.

-¿Qué rayos estas diciendo, yo jamás le temeré a la soledad.
-Entonces por que apartó a Hitomi de su vida.
-El le da la espalda a Merle-. Eso no te incumbe.
-Merle aprieta sus dientes y camina con tal de quedar frente a el-. Entonces por que no me mira a los ojos¿teme que vea en ellos que miente.
-Ja, que tonterías dices.
-Entonces respóndame.
-Ya te lo dije Merle, ella no va a volver, es todo.
-Todo, y que hay con que usted habló con ella telepáticamente, con ayuda del pendiente de ella, que hay de las palabras que le dijo, en donde le decía que ya no se engañara y la dejaba. Que cobarde se vio amo Van, ni siquiera de frente se lo dijo.

Van se impresiona por lo que Merle decía y la toma fuertemente de los brazos teniendo mucha furia en sus ojos.

-¿Quién te dijo eso, fue acaso Dryden o Allen.
-Eso no importa, el caso es que lo se.
-No ellos no pudieron ser, fue Demitra. Fue la misma Hitomi no es así.
-¿Qué!. -Merle se asusta y se pone nerviosa, cosa que Van nota-. Claro que no, no ve que Hitomi se encuentra secuestrada.
-Tonterías, es ella. ¡Maldición! quien habla de cobardías. Que muestre la cara.

Van suelta a Merle y se dirige hacía la puerta molesto. Merle sabía que iría en busca de Demitra, de Hitomi. Pronto un gran estruendo se escucha como si una bomba hubiera estallado y parte del salón de entrenamiento se derrumba, unos de los pilares cae sobre Merle haciendo que perdiera el conocimiento instantáneamente. Van corre hacía ella alarmado.

-¡Merle¡Merle contesta!.

Van aparta el pesado pilar de encima de Merle y la carga entre sus brazos, cuando ve al frente, logra distinguir una silueta entre la gran nube de polvo, cuando esta se desvaneció deja ver a un hombre de ojos verdes y pelo aguamarina, corto y revuelto. Van notó que era joven como aquel hombre que lo atacó en Freíd pero a diferencia de el otro este tenía una armadura que consistía en una pechera, botas y estas tenía un color morado.

-Así que tu eres el rey de Fanelia.
-Si soy yo. -Este esboza una sonrisa burlona y comienza a caminar asía Van. Por lo que veo mi hermano no acabó con tigo. Sin lugar a dudas eres la cucaracha mas difícil de matar.
-¿Tu hermano, acaso tu también eres.
-Mi nombre es Aminamaru y soy un riujin del clan de los dragones negros. Seguramente recuerdas a mi hermano Zeika.

Van hace una mueca de disgusto.

-Miserable, pagaras por lo que le has hecho a Merle y a Hitomi.
-¿Hitomi, ha, esa chica de la luna fantasma, la guardiana de la llave.

Van se enfurece y deposita a Merle en el piso del salón, este después desenvaina su espada, cosa que al otro le hace gracia. Van se abalanza sobre el, pero este lo esquiva, Van retrocede mas con tal de salir fuera del salón y que la pelea no llegara a lastimar a Merle.

-Nunca pensé que los malditos Atlantes sobrevivieran, que sobreviviera su raza a pesar de la devastación.
-Esa devastación que los de su clan provocaron.
-Mira híbrido, tu no sabes lo que es pasar toda tu vida encerrados en la oscuridad, tu no sabes que significa que pasen los días, sin que sepas si es de noche o de día. Si los días y semanas pasan, eso no lo sabes, ver a nuestro clan morir uno a uno lentamente, mientras tu raza se pasea libremente bañados por la luz del sol y teniendo una buena posición para vivir, como el ser reyes de una nación.
-Eso ustedes se lo ganaron, querían más poder, que reinara la maldad en el planeta.
-Ja¿quien no quiere poder, ni en los pueblos más ricos pasa, ninguno estará conforme, siempre querrán más. Nosotros queríamos mejorar, tu raza solo quería la perfección.

Este hombre se abalanza sobre Van con su espada, quien lo esquiva y empieza a luchar con su espada. Van nota como la espada de este ser estaba completamente negra y cada ves que se acercaba a el sentía como la misma espada hervía.

-¿Qué sucede majestad? Boy demasiado rápido?.

Este comienza a reír y Van se encontraba luchando fuertemente.

-No me creas tan débil.
-Te mereces ser parte de nuestro clan, ninguno había soportado ni 5 segundos con migo o mi hermano. ¿Por qué no te unes a nosotros Van Fanel?. A la perfección, donde reina el poder, seriamos invencibles.
-Yo no me uno a alimañas como ustedes, yo no deseo poder ni perfección, lo único que quiero es paz.
-Tonto, no sabes lo que dices.

Van se enfurece y separa la espada de su oponente con fuerza dándole la oportunidad de ahora ser el quien contraatacara. El otro ve como el va aumentando la velocidad y su fuerza, después de varias embestidas y sin resultado, los dos se separan y toman aliento.

-Valla nunca pensé que los híbridos fueran tan fuertes, te felicito rey de Fanelia.
-Y no has visto nada aun.

Van sigue atacando con demasiada confianza, pero la pelea se sale de control y Van empieza a tener varias heridas a causa de las estocadas de Aminamaru. Después se ve como Aminamaru empuja a Van con su energía y este cae sobre los escombros, haciendo que las antiguas heridas de Van se abrieran o se sintiera el dolor.

-¿Qué pasa majestad, boy muy rápido?.

Van lo mira molesto. Pero después se ve como este desaparece rápidamente como si hubiera sido empujado por alguien a uno de los muros que rodeaban el palacio. Al abrir los ojos ve que delante de el se encontraba una mujer con armadura, era Demitra.

-¿Tú, pero ¿Cómo es posible, vimos tu muerte.
-Ahora que me has reconocido no te dejare vivir.

Aminamaru se incorpora y ambos estaban dispuestos a pelear, pero sienten como una gran energía los separa, azotando en un árbol a Aminamaru y a la guerrera la dejaba en el piso. Ellos voltean y ven que la energía había provenido de Van. Aminamaru se sorprende de la gran fuerza que tenía el rey escondido.

-Vaya, pero miren quien tiene nuevo juguete, esto se pondrá mas interesante.

Van lo miraba seriamente, cuando levanta psíquicamente una de las navajas que utilizaba mientras entrenaba. Esta la arroja a tal grado que solo pasa rozando la mejilla de Aminamaru, causándole que sangrara levemente. Este sonríe y entiende que el rey ya no dejaría la pelea pendiente otra ves. Hitomi ve que Van había mejorado mucho, ya que en el entrenamiento pasado no logró hacer ese movimiento.- Arroja la navaja suavemente-. Después Aminamaru embiste a Van con su espada, pero al mismo tiempo atraía objetos pesados como rocas o partes pesadas de los escombros hacia Van. Van ágilmente los esquivaba y fácilmente atacaba cosa que para su oponente iba resultando difícil. Van llega a tener tanta fuerza y rabia que logra romper su espada, y este hace lo mismo que Zeika, arrojar los fragmentos de la espada con su poder, pero Van lo anticipa y logra superar el poder de este que llega a cambiar el curso de los fragmentos, haciendo que estos se enterraran en el cuerpo de Aminamaru. - El segundo paso, arrojar las navajas a una velocidad mayor a la anterior-. El hombre cae al suelo haciendo que un charco de sangre tiñera el pasto.

-Ja, quien lo iba a decir, un hibrido a logrado vencerme. Aminamaru hablaba con dificultad, y su vista parecía fijarse en la nada. Después comienza a reír. Pero no te confíes tanto rey, de Fanelia, nosotros solo somos los peones, los simples mensajeros de muerte. Pronto nuestro ejército cubrirá los cielos, el mar y la tierra. Jajajajajaja. Este después mira asía la chica. Fortuna, estas perdida, te queda, muy poco, tiempo.

Este después cae muerto con los ojos abiertos y con sangre saliendo de su boca. Van lo miraba seriamente, no parecía sorprendido, la chica seguía en el piso viendo la escena. Van se aleja para tomar a Merle y llevarla a que la atendieran. Hitomi se pone de pie y lo observa, no dice palabra alguna, ni el ni ella, Van al sentir la mirada de la mujer puesta en el voltea, y una gran ráfaga cruza por entre el hombro de la chica, Van voltea de nuevo a hacia Merle y este la levanta saliendo de ahí, a los pocos segundos, la hombrera de la armadura se rompe en mil pedazos cayendo al piso, junto a algunos cabellos de ella, después mira por entre su hombro y ve la navaja que se encontraba enterrada profundamente en el tronco de un árbol. -Tercer paso, arroja el arma tan fuerte como puedas, que llegue a encajarse en el tronco del árbol-.

-Has mejorado mucho Van, y de una manera tan rápida que realmente me sorprendes.

Hitomi decía para si, mientras veía los fragmentos de su armadura tirados en el piso, después se acerca al cuerpo de Aminamaru y toma su espada, el emblema de un dragón, con el cuerpo parecido al de una serpiente marina y completamente negra. Varias imágenes pasaron por su cabeza, como muchos gritos de desesperación se escuchaban en un lugar oscuro, odio y venganza era lo único que se sentía. Después la imagen de un hombre, el líder, un hombre de cabellera larga y rubia, sus ojos eran de un color carmesí parecidos a los de Van, un monasterio en ruinas, una mujer dormida, cientos de ángeles de alas negras saliendo, cruzando los mares, matando a personas inocentes mientras estas caminaban tranquilas, varios mas volando sobre los cielos rojos del atardecer, dando un escenario mas sangriento.

Ella sale del trance sobresaltada y se asusta al sentir como una mano se ponía sobre su hombro. Al voltear ve a Dryden y a Allen con un rostro de preocupación.

-¿Te encuentras bien.
-Si Allen, solo me asustaste.
-Escuchamos la pelea y venimos hacía acá, varios guardias nos acompañaban, pero al ver a Van estos se tranquilizaron un poco y fueron a ayudar a Merle.
-Parecía que te encontrabas en trance.
-¿Trance.
-Si, así antes era Hitomi, ella se encontraba igual que tu, tal ves tuviste una visión¿o me equivoco?. -Ella se sorprende de la certeza de Dryden-. Si, vi imágenes, al parecer me daban su ubicación, también me mostraron a su líder y lo que planean hacer cuando el sello se rompa por completo.
-¿Qué quieres decir.
-Que el tiempo se acaba Dryden, el sello se esta debilitando demasiado, para mañana, a media noche la luna se pondrá completamente obscura.
-Proclamando la muerte de la guardiana. Allen decía con nerviosismo.
-Así es.
-¿Ese lugar donde queda Demitra!.

Allen toma a la chica por los hombros y mostraba demasiada angustia. Pero antes de que ella pudiera decir algo un brillo sale de su pecho, un brillo oscuro el cual marcaba un mapa en la pared y la ubicación exacta del lugar donde se encontraban estos seres.

-El desierto de Sayima. Dryden decía con certeza.
-La visión me mostraba un monasterio en ruinas, tal ves, ellos estén ahí.

Ella se aleja de los dos y Allen la detiene.

-A donde vas.
-Iré allá, no hay tiempo que perder.
-Allen la toma del brazo y le impide irse. Nosotros iremos también, te ayudaremos. -Ya se los dije, esta guerra no les incumbe, ya tengo lo que necesitaba. Y si no quieren ver sus naciones envueltas en sangre y en guerra es mejor que no se metan.

Ambos hombres se quedaron desconcertados ya que no pudieron decir más, ella se había alejado. Allen se disponía a ir tras ella pero es detenido por Dryden.

-Déjala ir.
-¿Qué dices Dryden, no entiendo tu actitud esta guerra es por Gaea, y eso incluye a todos sus habitantes y naciones.
-A donde va ella no nos incumbe, y por lo que nos dijo, es posible que se derrame mucha sangre.

Dryden se aleja dejando al caballero Schezar.

-A donde vas.
-A empacar, será mejor que tu hagas lo mismo.
-¿Qué dices.
-Si lo que dijo esa chica es cierto la guerra no tardara en llegar a Asturias.

Dryden ve a Allen por entre su hombro y este asiente con la cabeza entendiendo a lo que Dryden se refería.

Perdonen pero la verdad me di cuenta que uno en vacaciones quiere hacer un millón de cosas al mismo tiempo y pos no se puede :p. Quería subir las imágenes que hice pero yo y mi gran inconformidad en los colores hacen que me tarde días en iluminar uno, pero ya pronto las pondré y eso era lo que me trababa, quería ponerlas para este capitulo y pos no se pudo, haciendo que lo atrasara.

Agradezco a…………

Nysy: Perdona amiga créeme que no era mi intención dejarte así, pero ya ves mi desidia y yo.

Physis Te agradezco los consejos y por decir que es una buena historia la verdad eso me alegra muchísimo. En cuanto a la revista la estoy tratando de conseguir por que ese numero voló, bueno al menos por donde yo vivo ññu

Victoria. Lamento haberte causado insomnio pero ya aquí esta el capitulo :p y te agradezco mucho que esta historia te guste.

Ishi: Pues aquí ya te tengo el capitulo y lamento la tardanza.

Lolyana Dorrego: Te agradezco que te hayas tomado el fin de semana para leerlo y espero no desilusionarte.

Suzette: Y créeme que ya boy a cumplir con mi palabra lo malo de tener vacaciones y crees poder hacer muchas cosas pues, me atraso el fic, me alegro que te haya entretenido y espero que te siga gustando.

Natalia Kido: Perdona tocaya pero se me fue la luz y ya no te pude pasar el capitulo que querías, luego nos ponemos de acuerdo para volvértelo a pasar ya que intente por varios medios mandártela y solo hizo que mi compu. Se trabara :p.

Bueno como siempre lo digo a los anónimos, no muerdo, si es por falta de tiempo lo entiendo pero dejen reviews. :p