Amargos recuerdos, la decisión de Fortuna.
El aire corría fuerte, la arena se levantaba revuelta por todos lados, era como una espesa bruma, no dejaba ver mas adelante, la sombra de lo que parecía ser un gran animal se veía caminando por aquel desierto, su dueño quien parecía ser un hombre con facciones de un lobo dirigía aquella enorme bestia, este estaba cubierto por una capa y esta cubría parte de su rostro, parecía que este ya era bastante diestro y acostumbrado a caminar por aquel desierto aun en tempestades como esta. Encima del animal se encontraban varias cajas, que parecía que contenían mercancía, además que transportaba a una persona encapuchada, la cual no mostraba su rostro. Esta estaba completamente sumida en sus pensamientos. Pero no evitaba sentir miedo. El medio día se presentaba, ya había caminado varias horas desde que partió el día anterior de Fanelia. A cada paso que daba sentía una gran necesidad de mirar hacia el cielo, ver que sus temores crecían a menudo que la Luna y La Luna Fantasma perdían su brillo. Al pasar por varios pueblos no evitaba escuchar que muchos ancianos, mujeres y hombres hablaban de tan raro suceso. Muchos le atribuían a que tal ves era normal, otros decían saber de leyendas en donde decían que algún día La Luna de las Ilusiones se perdería por completo del firmamento, otros como es costumbre en un planeta tan supersticioso, le atribuían momentos de desgracias, y malos infortunios a punto de venir. Y no estaban del todo erróneos, tenían razón, avisaba que La Luna Fantasma, sello de los riujins del clan del Dragón Negro se rompería, dando salida a este sangriento clan y liberarlos de su encierro.
Ella había logrado conseguir que este hombre la llevara, y lo que mas le agrado, es que no hizo preguntas y respetó su silencio. Su mente era un caos, a menudo solo se centraba en el pasado, en su estancia en Fanelia, en la ves que vio a Van combatiendo en Freíd, en como tratar de salir de los problemas de manera fácil, era en verdad el método mas duro y cobarde.
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La casa estaba completamente obscura, desordenada y solo había un ambiente de temor, impotencia y horror. Dos hombres se encontraban arrodillados al pie de la escalera, la cual daba a las habitaciones, y una figura de tez blanca, cabello rubio hasta las caderas, ojos intensamente azules que reflejaban un brillo de maldad, se acercaba a una joven quien no dejaba de llorar y de abrazar el cuerpo de su madre. A la chica no le importó su presencia, por alguna razón estos hombres solo se abalanzaron sobre su familia dejándola, y sin recibir daño alguno.
-No crees que ya es suficiente?.
La voz aguda de un hombre hizo que la chica reaccionara un poco.
-No crees que ya es suficiente de tantos sufrimientos?.
La voz seguía penetrando en su mente y ella paró de llorar.
-Tu dime hasta cuando parará?.
La chica solo abrasaba a su madre sosteniéndole sus cabellos, pero su vista se encontraba perdida en una parte del pasillo. Pero pronto esta fue sacada bruscamente de su trance por el reflejo de un objeto. Una daga. Sus destellos dorados brillaban en sus ojos, la fina hoja cortante del arma reflejaban como de sus ojos caía la ultima lágrima. Ella la toma por inercia, había acomodado a su madre en el piso suavemente y acarició sus cabellos, dándole un beso en su frente. Ella toma la daga con sus dos manos y la mira detenidamente. Solo se ve como sus manos se levantan y un leve quejido. A los pocos segundos ella cae al suelo, pero antes de perder el conocimiento siente como alguien la sostiene antes de que caiga de golpe. Era aquel hombre que le había hablado hace unos momentos, este tenía sus ojos puestos en ella, el le daba una mirada de desolación, como si el hubiera perdido a alguien importante, este después cambia su semblante y despliega sus alas negras, inundando la habitación. Hitomi sentía el rose de algunas plumas e intentaba formular una palabra. El hombre ve la reacción de la chica, sabía lo que iba a decir, así que roza con su dedo sus labios, impidiendo que ella hablara.
Hitomi sentía que algo tibio recorría su cuerpo, ya no sentía dolor, quería dormir, quería que el día de mañana llegara y su madre como siempre le despertara desesperada por que ya se le había hecho tarde para el colegio. Pero sabía que eso no pasaría.
Ya jamás despertaría. Solo se escuchó un leve suspiro, su último aliento de vida y todo quedó en silencio.
-Señor, es hora de irnos
La voz de Aminamaru hizo que el hombre reaccionara.
-Tienes razón. El espectáculo aun no termina.
Este alcanza a escuchar algunas sirenas, y algunas personas ya habían empezado a tocar la puerta, preocupados por los que vivían en esa casa. El le quita la daga del pecho de la mujer y este se lo entrega a Aminamaru, este lo sostiene con un pañuelo y lo envuelve. El hombre de cabellera dorada sostiene el cuerpo inerte de la chica y se levanta con el, empezando a caminar, pasando por su otro sirviente, quien se encontraba a un de rodillas. Pronto un gran resplandor azul se ve que sale de la casa, pero con el alboroto de afuera y las luces de varias patrullas esta se perdió, haciendo que la luz pasara desapercibida para todos los que se encontraban ahí.
Mientras Hitomi vivía una difícil experiencia.
-¿Qué pasa?.
Los pensamientos de la chica se empezaban a escuchar. Ella abre poco a poco los ojos, y se da cuenta que se encontraba caminando junto a una hilera de personas que hacían lo mismo, no tenían expresión alguna, todos solo se concentraban en seguir andando, nada se escuchaba, ella claramente sentía escalofríos pero su cuerpo no reaccionaba ante tal sensación.
-Estoy… caminando. Mi cuerpo parece moverse por si solo, no lo puedo dirigir, no tengo control sobre el. ¿Qué es este lugar?. Siento haberlo visto alguna vez.
Hitomi se acuerda que en una ocasión ella emprendió una carrera en este lugar, una carrera en la cual tenía que alcanzar a Van, a su ángel.
-El lugar donde los muertos caminan, donde sus almas se extinguen, donde Van por poco……
Hitomi calla, sentía una enorme tristeza. Ella no se da cuenta pero el final de su recorrido había llegado, frente a ella se encontraba el gran hoyo donde las almas caen para jamás regresar. Ella cae y por ultima ves su cuerpo reacciona gritando el nombre de Van con todas sus fuerzas soltando una leve lágrima. De pronto de entre la oscuridad un gran destello aparece, apareciendo la figura de un hombre cubierto en sombras pero que dejaba ver dos hermosas alas blancas. Este toma su mano pero ella no logra distinguir su rostro.
Hitomi sentía una sensación rara, ella parecía estar dormida, no sentía nada, ni frío ni calor. Pero sentía un ruido, era como una campanilla que resonaba por el lugar, ella despierta y se incorpora quedando levemente sentada, podía ver que se encontraba recostada sobre una laguna, pero por alguna razón esta no la mojaba y no era muy profunda. Ella miró por todos lados encontrándose con el reflejo de su rostro en aquel extraño lago, era tan cristalino que podía ver su reflejo con gran facilidad, como si fuese un espejo. Ella estira su mano queriendo tocar el reflejo, pero leves hondas de agua hacen que la imagen se distorsione, escuchándose después una suave voz, la voz de una mujer que le llamaba. No era la voz de su madre pero esta le inspiraba la misma confianza.
-¿Qué has hecho¿Por qué estas aquí.
-¿Quién es¿Quién me habla.
-¿Por qué optas por el camino difícil, créeme que con esta decisión tus sufrimientos no van acabar.
-¿Quien me habla¿quién eres¿en donde estoy.
-¿En donde te encuentras?. Estancada en dos dimensiones, entre el mundo de los vivos y los muertos. ¿Quién soy?. Soy tu. Por así decirlo.
-¿Qué!.
Hitomi se desconcertaba más a medida que esta voz seguía hablando.
De pronto el reflejo de una joven de cabello platinado, ojos intensamente azules con una armadura dorada con alas y un cetro aparecía ante ella.
-¿Quién eres?.
La chica preguntaba desconcertada y a la vez asombrada por la presencia de aquella misteriosa joven.
-Soy Fortuna.
-¿Fortuna.
-Así es.
La chica halada camina hacia Hitomi y esta comenzaba hablar.
-Hitomi. Te he visto durante varios años, he visto que eres una persona que amas y entregas todo de ti, ahora realmente te desconozco.
-¿Qué quiere decir!.
Hitomi preguntaba extrañada.
-La muerte no es la mejor salida a tus sufrimientos, al contrario, los alargan y hacen que mucha gente sufra.
-Dudo que la gente sufra por mi.
-Te equivocas. Tu sola te darás cuenta que la gente que te ama siempre te a querido y se preocupa por ti.
-¿Se preocupa por mi¿a que te refieres, acaso es a.
-Hitomi, ahora no hay tiempo para eso, infortunios están por venir y afectan a la gente que tu quieres.
-¡Yukari¡Amano!. La Tierra esta en peligro.
-Yo me refería a Gaea, donde estas ligada desde que naciste.
-¿Gaea¿Ligada desde que nací.
-Te contare una historia. Hace varios años, antes de que Gaea fuera creada los antiguos Atlantes eran bendecidos y cuidados por mi. Yo los cuidaba y respetaba sus creencias, su inteligencia, arquitectura y costumbres. Esto pronto creó lo que muchos llaman el poder de Atlantis, este no solo trajo paz y una vida perfecta para ellos, si no que también ocasionó envidias, odio y ansias de poder, así fue como se creó un Clan, llamado el Clan de los Dragones Negros. Esto ocasionó grandes batallas y con ello aquel terrible cataclismo, que hizo que Atlantis desapareciera. Antes de que eso pasara los Atlantes querían enmendar aquél terrible error que habían hecho, ya que sin querer habían forjado ellos mismos su propia destrucción. La máquina se usaría para sellar al Clan de los Dragones negros en otra dimensión, donde jamás saldrían y ya no causarían mas daño. Pero la máquina no aguantaría ese poder, así que me suplicaron que les ayudara y así fue, con mi energía y la de los Atlantes encerramos a los Dragones Negros. Con el ultimo esfuerzo creamos Gaea, donde la vida volvería empezar, una nueva oportunidad mas. Con la luna Fantasma como fiel guardián los nuevos habitantes podrían estar tranquilos. Pero ahora la historia parece volver a repetirse, ese clan pronto saldrá e invadirá a toda Gaea, sangre inocente correrá por que el sello se ha roto y se a debilitado, por la muerte de la guardiana de la llave.
-¿La guardiana de la llave.
-Durante el cataclismo sobrevivió un pendiente, capaz de abrir puertas de diferentes dimensiones, e incluso poder ver el futuro. Los Atlantes que llegaron a sobrevivir me siguieron venerando y respetando, por haber sido compasiva con ellos. Pero estos eran muy pocos y poco a poco todos ellos desaparecieron, pero dejaron en los nuevos habitantes la religión de Fortuna, de la diosa que cuida a sus hijos, e incluyendo a los riujins. Después de eso sentía que mi poder y mi propia vida se acababan, así que guié a un hombre hacia mi futura reencarnación.
-¿Aun hombre dice.
-Su nombre era León Schezar. -¿Schezar?
-Así es. Había visto por el pendiente que ese hombre tendría contacto con alguien de la Luna Fantasma, de hecho con una mujer.
-¿Mi Abuela!.
La chica asiente con la cabeza.
-Y así se cumplió, ambos tuvieron contacto y vi ahí la oportunidad de que la llave fuera cuidada lejos de Gaea, ahí se encontraría más segura. Yo volví a reencarnar, reencarne en ti, cuando tu abuela te dio el pendiente la llave regresó con la verdadera guardiana, a manos de Fortuna.
-¿Reencarnaste en mi.
-Era tu destino, por eso te dije que tu estas lidiada a Gaea desde que naciste. Cuando tu llegaste por primera ves la llave fue detectada y algunos del clan de los Dragones Negros salieron de su encierro. Pero se encontraban muy débiles como para entablar una guerra en contra de Fortuna, así que aguardaron varios años hasta poder reponerse y poder planear algo que los llevara hacia la llave. Con tu presencia aquí supieron el lugar exacto donde se encontraba y a la nueva guardiana. Pero ellos ignoraban que tu le habías entregado ese pendiente al Rey riujin, a Van Fanel.
Hitomi se sorprende al escuchar su nombre y mira hacia otro lado.
-Pero con tu muerte la llave no servirá de nada, solo esperarán a que este se debilite y así poder salir, pero aun que hayas muerto el pendiente podría ser un obstáculo para ellos por que puede volverlos a encarcelar, este tiene un gran poder que incluso tu no imaginas.
-Soy una tonta, por mi culpa gente inocente morirá, que tonta soy.
Hitomi se deja caer sobre sus rodillas comenzando a llorar mientras se abrasaba fuertemente.
-Aquel hombre que te insitó a matarte es demasiado fuerte e inteligente. El vio tu sufrimiento y se aprovechó de eso, ya que el sabía que no puede matar a una diosa. Bankotsu, ese es el nombre de aquel hombre.
-Ban-kotsu.
Ella repetía lentamente y seria.
-Así es. Bankotsu era el hijo del líder de los Dragones Negros. El se había enamorado de mí, pero obviamente sabíamos que nuestra relación no iba a durar ya que me sentí traicionada al ver a muchos inocentes morir por su ambición.
La diosa baja la cabeza, Hitomi sabía que esto le había afectado, o más bien aun le afectaba. Hasta los mismos dioses tienen corazón.
-Hitomi, el destino de Gaea dependen de ti, podrás tener un cuerpo provisional, pero solo será por cierto tiempo.
-¿Cierto tiempo.
-Si, con tu muerte el desequilibrio de las dimensiones entre La Luna Fantasma y Gaea se romperán, el pendiente ahora se a vuelto oscuro e inestable. Pronto la dimensión que conocemos como la Luna de las Ilusiones se desaparecerá, y la luna formará un aro oscuro, pronosticando días oscuros para Gaea, cuando eso pase, cuando la Luna obscurezca por completo y La Luna Fantasma desaparezca, tu también lo harás, además que dejaran salir al Clan de Los Dragones Negros. Pero también tendrás tus beneficios, si logras destruir a Bankotsu antes de que eso pase podrás obtener tu cuerpo y vivir. -¿Vivir.
-Tus sentimientos son inestables Hitomi, y eso podría afectar mucho tu misión, pero como ya te dije, hay beneficios en esta difícil tarea, solo que los tienes que ver tu misma. La decisión es tuya, tu sabes si aceptas o no.
La chica estira su mano hacia Hitomi y ella solo la mira algo indecisa, pero después ella toma la mano de la joven aceptando, quien solo le esbozó una sonrisa, Hitomi cerró sus ojos y sentía una leve corriente de aire, al abrirlos ella portaba el mismo vestuario que la diosa tenía, pero al ver su reflejo en aquel lago cristalino que se encontraba bajo sus pies se dio cuenta que el color de la armadura había cambiado al igual que su rostro. La armadura se encontraba con un color oscuro y con tenues colores morados, su rostro se encontraba algo pálido, sus ojos habían perdido su brillo y su cabellera había cambiado ese tono cenizo por uno platinado.
-Pero¿Por qué?.- Ella calla por unos minutos y se inclina tocando levemente el reflejo de su rostro- Entiendo, ella dijo que mis sentimientos son inestables, tal vez este es mi verdadero reflejo. El reflejo que ahora muestra mi corazón.
Aun lado de ella sin que lo percatara desde el principio se encontraba una máscara, ella la toma y esta se le queda viendo por unos momentos, después lentamente se la coloca. Si era lo mejor, cualquiera que fuese su decisión era mejor que ninguno de sus amigos supiera que ella se encontraba de vuelta, odiaba dar explicaciones y abrir antiguas heridas, sobre todo sería como un escudo, en dado caso aquel ángel se presentara. Ella se levanta y comienza a caminar, algo había cambiado, sentía que un gran poder emanabade ella.
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-Señorita.
Una voz regresa a la joven a la realidad.
-¡He.
-Hasta aquí llego, donde usted quiere ir se encuentra dos horas de camino.
La chica no dijo nada y se baja del animal, el hombre le pone una cara de incredulidad.
-No me diga que piensa partir ahora y sola.
La chica no respondió y se alejo unos metros.
-Señorita conozco aquellos alrededores, aunque este completamente cubiertos por arena, hay grandes riscos y caminos engañosos, se perderá.
Ella se detiene y saca un extraño pendiente ennegrecido. Este se balancea levemente y le muestra una ruta la cual empieza a seguir. El hombre se queda sorprendido y decide callar, sinceramente había transportado a personas extrañas pero esta salía del patrón.
Mientras en Fanelia una nave despegaba a pesar que había comenzado a llover, en el cuarto de mando Van se encontraba de pie mirando a través del cristal sumido en sus pensamientos, los cuales no eran interrumpidos por las diferentes ordenes que daba la tripulación o los diferentes ruidos de la nave.
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La noche había caído en Fanelia, Van se había enterado que "Demitra" había partido sorpresivamente hacia el desierto de Zayima, Dryden tenía un mal presentimiento, tanto el como Millerna y Allen decidieron partir hacia Asturias ese mismo día.
El se encontraba fuera de la habitación de Merle esperando saber a cerca de su salud.
-Majestad la joven Merle se encuentra fuera de peligro pero si ha tenido suerte, el pilar solo le causó leves golpes y un brazo roto.
-Gracias por sus atenciones.
-Para eso estoy majestad.
Este inclina levemente la cabeza.
-Quiero que cuide bien de ella.
-Como dice?. Acaso saldrá.
-Así es. Partiré hoy, ya están arreglando todo.
-Esta bien majestad así lo haré, parta confiado, yo cuidare de la joven Merle.
Van asiente con la cabeza y se aleja. Este entra a su habitación y empieza a cambiarse poniéndose unos pantalones negros, una playera delgada gris con cuello alto, botas oscuras, una armadura que consistía en una pechera y hombreras. El ya estaba por terminar de abrocharse el cinturón que portaba su espada cuando alguien toca a la puerta.
-Pase.
-Perdone que lo interrumpa majestad.
-Que sucede Jouji.
-Vi que están alistando una nave, acaso partirá.
-Si Jouji.
-Acaso es por lo que pasó con ese extraño hombre.
-No solo por el Jouji.
-¿Qué quiere decir majestad.
-Jouji una nueva guerra empieza.
-¿Una nueva guerra.
-Por eso quiero que estés a cargo de Fanelia, de su seguridad y de Merle.
-Majestad me asusta.
-Jouji confió en ti. Se que tu cuidaras bien de Fanelia hasta mi regreso.
Jouji suspira y mira a Van.
-Esta bien majestad, confíe en mi, cuidare de Fanelia y de Merle.
-Se que los dirigirás bien.
-Bien, invocare a una junta para reorganizar a los consejeros y a los nuevos líderes samuráis.
Van toma una capa negra y se la acomoda saliendo después de la habitación dejando a Jouji algo preocupado, sabía que su rey era de pocas palabras.
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De regreso en la realidad Van solo veía al frente, varios relámpagos iluminaban su camino pero el estaba decidido a ir y terminar esto, además que quería recuperar algo que le pertenecía y tontamente lo dejó escapar.
En el desierto un monasterio se veía a lo lejos, las ruinas eran cubiertas de arena y eran vista de cerca por una persona encapuchada.
Continuara…………..
Pues antes que empiece el momento cultural paso a los saludos :p.
Ishi: Jajaja, pues adelantándote algo pues si, habrá triangulo amoroso y algunos sentimientos saldrán a flote, pero eso será después.
Adriana: Eres igual que yo no dejo los fics hasta el final. Gracias por los comentarios la verdad me encantaron espero no decepcionarte.
Physis: Gracias por tus consejos y créeme que los estoy siguiendo "aun que usted no lo crea" :p y mas que nada si estoy tratando de hacer un fic bueno, que por mi ortografía este no se haga basura, gracias y créeme seguiré al tanto con tus criticas.
F-Zelda: No te preocupes ya estoy corrigiendo eso, además tengo ya una maestra con migo ayudándome :p. Gracias por tus comentarios.
Victoria: Pues espero seguir quitándote el sueño, jaja no, broma pero que bueno que te guste el fic.
Un saludote especial para mi amigo Scorpius no Sephiroth quien me ha dado luz verde para poner mi fic en su foro, gracias Milito :p, y suerte y abrazos a todos los de SC3 que es el otro lugar que me ha hecho atrasar mis proyectos :p pero conocerlos a ustedes bien vale la pena.
Bueno empezando el momento cultural como dicen muchos por ahí, pues aquí dejo este capitulo y también por lo que me he tardado varios días en poner mi fic, y es que ya terminé las imágenes que quería mostrar, se que son pocas pero ya ven la indecisa de mi, que no le agradaban como quedaban y cambiaba muchas cosas si es que todas :p, aquí les dejo a mis bebés ya que son los primeros que hago y mas si son hechos en computadora.
Para ver las imágenes entren a mi pagina, para ver la dirección denle un clik en mi nik y presionen homepage,estas se encuentran en la sección de fan art. Si se dan una vuelta por ahí espero no se desilusionen ya que apenas lo estoy poniendo y pues aun le faltan cosillas, otra cosa mas que me ha hecho alejarme de lo fics :p aunándole el cumpleaños de mi Papaito, felicidades por tus 47 primaveras ññ. triple w punto gaea punto galeon punto com
