En un oscuro pasillo una figura caminaba lentamente, parecía que estaba sumido en sus pensamientos y no le importaba mucho su andar, este después llega a un enorme salón donde una figura femenina descansaba, sus manos estaban en su pecho y su rostro parecía tan tranquilo que pareciera que ella solo dormía. Él hombre se acerca a ella apartando unas delgadas cortinas que la mantenían en cierta forma cubierta, este se le queda mirando por largo tiempo empezando acariciar su rostro lentamente, después pareciera que los labios de aquel hombre temblaran un momento para luego morderlos y segundos después, su rostro serio había desaparecido, sus dientes se apretaban fuertemente y mostraba un rostro de furia.
-Así que, aún sigues luchando. – Su voz era demasiado seria y no dejaba de tocar el rostro de la chica- Sigues su llamado. –El aprieta sus dientes con mas furia y sus ojos parecían arder, sus manos se alejaron de ella y se apretaron fuerte.- El, siempre el, un hibrido, no entiendo por que lo salvaste, debiste haberlo dejado morir en manos de mi sirviente. – Las manos de este ya habían comenzado a sangrar de lo fuerte que las apretaba- Pero aun me queda un consuelo, para esta noche, tu mi querida Fortuna, morirás. - Este calla por unos segundos- Esta noche será la ultima ves que Gaea vea por ultima ves La Luna Fantasma, esta noche se apagaran sus patéticas vidas, su oportunidad de seguir viviendo en Gaea se perdió, ahora los hijos cuidados por Fortuna morirán, y eso incluye a los malditos riujins.
Este seguía hablando con furia, pero al imaginarse la escena de destrucción ríe a carcajadas y mirando la condición de sus manos sonrió más. Momentos después unos pasos calmados resonaban en el pasillo, este después se detiene haciendo una reverencia y se arrodilla en el piso. Bankotsu mira al guerrero comenzando a caminar lentamente a el, bosteza una leve sonrisa y muestra un rostro tranquilo pero sin dejar de ser serio.
-Ya estas listo.
-Así es, señor. – Este hablaba con seriedad y no volteaba a ver a su señor-
-Tu mismo viste esa visión ¿no es así?.
El sirviente solo asiente con la cabeza, mientras que Bankotsu solo ríe levemente y comenzaba a caminar lentamente, rodeando a su sirviente, como si fuese una serpiente rodeando a su presa..
-Tu hermano a muerto por tu incompetencia, y murió a manos del maldito Dragón, una deshonra, morir a manos de un hibrido.
Este mira fijamente a su guerrero y este claramente podía sentir la mirada de su señor puesta en el, pero este no se inmutaba estaba completamente serio.
-El día de hoy renacerá una nueva raza, esta noche será el fin de fortuna, pero aun así, tenemos que tener el pendiente en nuestro poder, si Fortuna vuelve a la vida el pendiente volverá a encarcelarnos arruinando nuestros planes para siempre.
-No se preocupe señor, yo me encargare de que eso no suceda. Ni el Dragón, ni esa misteriosa guerrera estropearan nuestros planes.
-Pues esta vez no falles.
Este le lanza una mirada molesta y comienza a caminar para salir de ese gran salón, pasando de largo a su sirviente. Pero este se detiene y aun dándole la espalda vuelve a hablarle.
-En cuanto a esa guerrera, será interesante ver que tan fuerte es.
Una risa se vuelve a escuchar y el guerrero se quedaba aun mas confundido. Bankotsu solo caminaba con una sonrisa en sus labios a través de los oscuros pasillos del monasterio.
-No te preocupes mi querida niña, yo se perfectamente tu secreto, pude escuchar a tu corazón claramente, parecían gritos desesperados confesándose.
Este pensaba para si, sin dejar de sonreír perdiéndose en la oscuridad de ese pasillo.
Mientras en una larga nave perteneciente a Fanelia, un hombre joven de cabellos oscuros veía el paisaje detrás de una baranda, el viento movía acompasadamente sus cabellos, la vista de este joven estaba perdida en algún punto del oscuro cielo y de la difusa Luna Fantasma, sus manos sostenían una caja cuadrada completamente negra con leves grabados dorados.
-Majestad, el punto de llegada esta a 30 minutos, pero nos demoraremos mas, ya que una tormenta de arena se ha vuelto a formar, normal en estos lugares.
Van mira que el atardecer ya había muerto, el sol ya desde hace una hora se había ocultado y este mira serio a su soldado.
-Sigan adelante, no nos detendremos.
-Pero maestro Van, la nave podría perder altitud, las máquinas se atascarían con la arena de la tormenta.
-Entonces saldré en Escaflowne.- Van sonaba decidido-
-¿En Escaflowne!.
El soldado no pudo evitar sentirse nervioso, sabía que si Escaflowne se despertaba de nuevo era signo de guerra, de hecho así le pareció cuando subieron al gigantesco guymelef a la nave.
-Tranquilo soldado, su majestad sabe perfectamente lo que hace.
La voz de otra persona se hace presente en la discusión, este era Kenay, un joven de la misma edad de Van, de ojos cafés, piel morena, cabello castaño y corto pero al final dejaba salir una pequeña cola de caballo que llegaba a mitad de su espalda.
-Valla a la cabina a preparar el descenso del Escaflowne.
El soldado un poco incrédulo cumple las órdenes de Kenay y se dirige rápidamente a la cabina. Kenay después lanza una mirada seria hacía Van.
-Majestad entiendo que debemos llegar antes de media noche a ese lugar, pero lo que esta haciendo usted es suicidio, la tormenta lo envolverá, podría perderse.
-Ja, perderme yo. -Van ríe burlonamente y mira a Kenay-.
-Majestad es mi obligación protegerlo, como líder samurai a su servicio.
-Si Kenay, por eso te escogí como líder samurai, por ser fiel a mi, sobre todo por que tu no me perdiste la confianza.
-Eran locas tus ideas pero funcionaron para hacer grande a Fanelia. Pero esto es distinto. Estas dejando a Fanelia sin rey, recuerde que no hay herederos.
-Tan poca confianza tienes en mi, que crees que no podré solo.
-No es eso majestad, es solo que no podré ir con usted, sin mi las tropas aquí estarán perdidas.
-Por eso deje que vinieras con migo, quiero que estés al frente de las tropas, no quiero que nada les pase, menos por una estupidez. – Van baja la mirada y comienza a caminar-
-Aun te sigues lamentando por la muerte de los antiguos líderes, de Vargas.
Van asiente con la cabeza.
-Era un niño estupido, en ves de seguir los consejos de Vargas empecé a pelear, ja, que posibilidad tenía frente a unos soldados expertos.
-Pero aun así usted logró verlos, eso fue increíble, ni un soldado experto pudo hacer eso.
-Lo hice gracias a ella. – Van había bajado su tono de voz y su mirada-
-Majestad yo..
Van sacude la cabeza apretando levemente sus dientes.
-Vasta ya, te quedaras a proteger a las tropas, yo me adelantare.
Kenay y Van se quedaron mirando fijamente demasiado serios, pero Van repentinamente sonrió.
-En cuanto a heredero, creo que podré solucionar eso.
Kenay se asombra por lo dicho de Van y sonríe, al poco tiempo Van abre la caja que celosamente tenía en las manos, Kenay ve como un hermoso color rosado se desprende de el, sabía perfectamente que era el corazón del dragón. Van lo toma y le da la caja a Kenay, después el dedo del joven rey es cortado levemente por la hoja de su espada y varias gotas caen en el corazón haciendo que este volviera a brillar pero con mas intensidad. Kenay se arrodilla y Van le introduce el energiste lentamente al Guymelef, momentos después el energiste brilla de nuevo y la cabina se abre. Escaflowne de nuevo tenía corazón. Van se introduce en el y al cerrar la cabina siente como los seguros se fijaban en el, los brazos se volvían a amoldar y varios anillos se introducían en sus dedos para darle movimiento a brazos y dedos del guymelef, Van sonríe, se sentía emocionado, ya extrañaba ser uno con Escaflowne.
El Guymelef se levanta haciendo estruendosos ruidos, el soldado que había sido mandado a la cabina de controles regresaba corriendo, mas al escuchar los ruidos de un guymelef en movimiento, sabía que su amo pronto partiría.
-¡Majestad, todo esta listo, pero la tormenta ya esta llegando a nosotros.
Van se gira levemente y habré la máscara del Guymelef.
-Bien yo saldré ahora. – Este después dirige su mirada a Kenay- Kenay, cuento con tigo.
-No se preocupe majestad nos reuniremos pronto con usted.
Van sonríe y la máscara del guymelef vuelve a cerrarse, después este se lanza, Kenay se queda serio viendo pero el soldado se sorprende, al poco tiempo se ve a Escaflowne en forma de Dragón volando y perdiéndose de vista. Kenay se había quedado viéndolo y el soldado algo confundido ve a Kenay.
-Es mi imaginación o noté algo nuevo en el maestro Van.
Kenay esboza una sonrisa.
-Si, de nuevo hay un brillo en sus ojos. No se por que pero presiento que no solo Fanelia va a cambiar a partir de hoy.
-Habla de la familia real señor.
-Vamonos ya hay mucho que hacer.
-He!. Si. Por que siempre me dicen las noticias a medias?. – El soldado mostraba una cara de desilusión-
-Por que eres muy chismoso. –Kenay empezaba a caminar y dejaba a tras al soldado-
-No soy chismoso.
En el monasterio Bankotsu salía a unos de los grandes patios ya destruidos de ese antiguo monasterio, al parecer ese lugar había sufrido hace muchos años un gran incendio, provocando a que murieran varios monjes y por lo consiguiente fuese abandonado por ya varias lunas. Varias rocas ennegrecidas por ser expuestas a ese infierno adornaban los alrededores, que al parecer pertenecían a un gran muro que rodeaba el antiguo edificio, los jardines ya descuidados dejaban crecer diversas plantas que apenas se dejaban ver a causa del gran piso hecho de piedra y varias de ellas con grandes grietas, ahí diversos musgos habían crecido revueltos empezando a invadir el antiguo suelo de piedra. Repentinamente el hombre se para en medio de este patio y divisaba que desde hace horas el sol ya se había ocultado, este ríe levemente y mira por entre su hombro.
-Así que por fin te decides, jajaja, eres muy valiente el de haber venido, o debería decir muy tonta.
Una figura aparece a espaldas de Bankotsu, este se gira lentamente y se sorprende al ver a una chica portando la armadura de su antigua diosa, pero este deja la sorpresa de lado y muestra seriedad en su rostro.
-Veo que no estaba equivocado, tu y la diosa son una sola, debiste morir querida, aquí solo sufrirás.
La chica empuña el cetro hacia el, Bankotsu entiende que ella no contestaría preguntas.
-Bien, vas directo al punto, no has cambiado nada, mi amor.
El hombre libera una gran energía y cientos de rocas se dirigen hacia la chica, la chica salta y en el aire logra evadir varias, y otras las destruía, Bankotsu solo siente que algunos fragmentos de las rocas destruidas caían en su ropaje, pero este no se inmutaba seguía atento los movimientos de la chica, cuando ella se encuentra en el piso libera la misma cantidad de energía hacia el y varias rocas salen disparadas a mayor velocidad, el hombre salta rápidamente y saca una espada completamente plateada, su hoja parecía dar pequeños destellos azules, Bankotsu da un suave movimiento con ella y las rocas se destruyen completamente provocando una gran explosión que ilumino la zona. Ambos habían quedado a unos cuantos metros y frente a frente.
-Ahora sabes que grande a crecido mi poder Fortuna.
-No importa que tan grande sea tu poder igual volverás a las sombras.
Bankotsu frunce el seño y se prepara atacar, lo mismo haría ella, la espada del hombre empezaba a brillar y una gran aura negra y rojiza iluminaban la espada. Hitomi siente un gran poder emanando de ella desde que empezó la batalla, esperando con ansias liberarla, al hacerlo el cetro se ilumina y al mismo tiempo ambos liberan ese enorme poder que guardaban. Otra explosión se escuchó y esta vez iluminó mayor parte de esa zona. En el lugar solo el humo y el polvo que se había levantado entorpecían la visión, cuando esta se disipó, el patio había desaparecido dejando algunas rocas esparcidas en el piso, y ambos oponentes seguían en pie. Bankotsu aprieta sus dientes y se abalanza sobre ella, el daba fuertes estocadas y la chica los lograba detener con el cetro, pero ella no se quedaría a detenerlos todo el tiempo, así que decidió contraatacar y empujando con fuerza la espada de Bankotsu y con un rápido movimiento de ella decide herirlo con la punta de la lanza en su brazo, el hombre se retuerce del dolor pero sin soltar la espada, la chica remata con un suave movimiento y con la fina hoja que ella poseía lo hiere nuevamente en el pecho. Bankotsu seguía en el piso y miraba furioso a la chica, mientras ella lentamente caminaba hacia el y con la punta de su cetro apuntando a su corazón.
-¡Maldición!.- Bankotsu hablaba entre dientes y sin dejar de mirarla-
Ella levanta el cetro y la vuelve a envolver una luz segadora, Bankotsu sentía que esa luz lo estaba matando, aquella energía que brotaba de ella lo estaba matando de dolor, Hitomi ya estaba decidida a matarlo enterrando el cetro en su corazón, pero al estar a unos milímetros de el detuvo ese movimiento. La luz que la envolvía se debilitó de manera rápida y el hombre que se encontraba mal herido en el piso la miro con burla dejando salir una carcajada. Hitomi sentía un dolor enorme en su corazón y a pesar de tener la armadura puesta la sangre empezaba a correr.
-Jajá jajá, llegaste tarde, la media noche ha llegado, la misma hora en que tu moriste, las antiguas heridas que te provocaste están saliendo de nuevo querida.
-¿Qué, no puedo creer que el tiempo se haya terminado.
Hitomi caía de rodillas sosteniéndose apenas con el cetro en una mano y con la otra tomándose fuertemente el pecho, el dolor empezaba a hacerse insoportable.
-Como me encantaría ver tu rostro, pero este esta cubierto por una máscara.
Bankotsu se levanta y se dirige hacia la chica sosteniendo la herida de su pecho, dejando la espada en el piso, su rostro mostraba un rostro desquiciado y solo carcajadas se escuchaban, Hitomi lo veía venir pero su vista poco a poco se nublaba y después todo quedó en completa oscuridad. Bankotsu ve como la chica caía al suelo, sin ningún rastro de vida, este se arrodilla y toma su mano.
-Las cosas hubieran sido diferentes si hubieras muerto, no sufrirías de nuevo ese agonizante dolor. Pero ahora hay que darle paso a una nueva generación que saldrá victoriosa a partir de hoy, la sangre de Fortuna nos bendice.
Este rompe en carcajadas y un aura rojiza sale de el, cubriendo el cielo, apagando el brillo de las estrellas, muchos hombres de aldeas cercanas que habían estado sorprendidos de las primeras enormes luces en medio del desierto no daban crédito de lo que estaban viendo, la Luna Fantasma había desaparecido del cielo y la luna mostraba un color negro y un aro rojo la rodeaba, en ese momento un hoyo negro aparece en medio de esta dejando salir a los del clan del Dragón negro, muchas personas se aterraron al ver como figuras con alas negras salían de la Luna. En Asturia y en Freíd el panorama era igual, muchas tropas empezaron a movilizarse al ver que seres de alas oscuras se acercaban a sus tierras y empezaban atacar las aldeas, ciudades y sobre todo a la gente.
Un hombre de cabellera larga y rubia miraba a través de la ventana de un enorme palacio aquel espectáculo.
-Jefe, la batalla empezó, el Sherezade esta listo.
-Bien Gadeth, encárgate de la seguridad de Millerna y Dryden.
-Como diga Jefe.
Este sale corriendo para atender las órdenes de su Jefe, Allen antes de salir mira de nuevo a la ventana, el cielo no parecía ser el de una noche común, la luna había cambiado y el cielo pintaba un color intensamente rojo.
-Tal como lo predijo ella. ¿Qué habrá pasado?. Espero que nada malo le haya pasado a Demetra.
El caballero se retira corriendo hacia su Guymelef, mientras Dryden, Millerna y el rey eran dirigidos al cruzade para evacuar la ciudad. Ellos atravesaban un largo patio y Millerna al ver el cielo se queda parada.
-Millerna, no te detengas tenemos que salir de aquí cuanto antes.
-¡El cielo se ha vuelto rojizo!. –Ella exclamaba con calma y sin dejar de mirar al cielo-. Dryden me preocupa Hitomi y Van.
-No debes de hacerlo, Demetra les ayudara.
Millerna baja la mirada, Dryden no sabía toda la verdad, ella mira de nuevo al cielo.
-Hitomi, estamos en tus manos nuevamente.
Continuara …..
Agradezco que me sigan dando ánimos para seguir escribiendo este fic, espero les haya gustado también las imágenes que hice para esta historia, si aún no las has visto entra a mi perfil y da un clik en donde dice mi pagina Web, entra a fan art y encontraras las imágenes, se que solo son dos pero apenas boy comenzando. Agradezco a .
FZelda: Gracias por tus comentarios, espero te siga gustando el fic, En cuanto a los problemillas que tengo pues estoy tratando de mejorarlos.
Mitsuki Himura: Gracias, es para mi un halago el que escribieras y mas si te gusta el fic, en cuanto al lado amoroso, jeje, pues ya vamos a adentrarnos a ello al 100.
Victoria: Nombre pues la verdad me infle como pavo real, la verdad me algas con tu comentario, la verdad que bueno que esta historia se una de tus favoritas la verdad gracias.
Bueno chamacos no dejen de escribirme la verdad me agradan recibir mensajes de ustedes.
