Un nuevo día comenzaba en las tierras calidas de Asturias, sus pobladores seguían realzando su nación y niños se encontraban jugando a las orillas del mar, las cuales dejaban arrastrar varios escombros que habían llegado a los mares y muchos niños curiosos llegaban a recoger. Varios carruajes pasaban continuamente por las empedradas calles y el murmullo de los habitantes no parecía callar. En una lujosa casa lejos de la ciudad, de grandes ventanas y algunas ramas ya cubriendo parte de sus muros habitaba la familia Schezar, la hermana menor de el conocido caballero celeste había regresado de Daedalus poco después de que la guerra terminara, la chica le preocupaba como se encontraba su hermano y a su ves Allen también lo estaba, por lo que mandó a Gadeth, este era uno de los amigos mas leales de Allen y se había ofrecido en escoltar a la joven hasta Asturias, emprendiendo un largo camino emprendió y el cual pasaba por las fronteras de Fanelia, donde Gadeth reconoció inmediatamente a Hitomi, la cual se encontraba enzima de un caballo, el cual permanecía inmóvil en medio del camino y al parecer la chica se encontraba confundida como tratando de encontrar un camino por donde ir.
-¿Señorita Hitomi!.
Gadeth había detenido el carruaje de forma brusca a lo cual varios caballos comenzaron a relinchar.
-¿Cómo sabe mi nombre?.
La chica contestaba dudosa, apenas enfocando la vista para reconocer a la persona quien le hablaba, ya que por ser de noche algunas sombras cubrían su rostro.
-No se preocupe soy Gadeth.
-¿Gadeth¡. –Contestó la chica aliviada.
-Así es señorita, pero ¿no se supone debería estar en Fanelia.
-Gadeth, por favor, llévame donde Millerna, llévame a Asturias.
-Gadeth¿que pasa¿Por qué te detuviste tan repentinamente?.
Una joven de cabellos de un rubio muy claro bajaba del carruaje mirando tranquilamente a ambos.
-Señorita Celena, perdone mi atrevimiento, las señorita aquí enfrente es Hitomi, una amiga de su hermano, va rumbo a Asturias también.
La chica sonríe gentilmente.
-¡Ha, en ese caso podremos llevarte e ir juntos, la verdad eres muy valiente para emprender un viaje tan largo, sola a estas horas. – La chica calla por unos momentos revisando con detenimiento el caballo y a su jinete.- Y al parecer sin provisiones.
Hitomi se sonroja, no sabía que decir, y mencionar que había huido de Fanelia en cierta forma le avergonzaba.
-Yo..pues.. -No es necesario que nos des una explicación, tus motivos habrás tenido, ven entra, aquí fuera hace mucho frío puedes enfermarte.
La joven se adentra al carruaje mientras Hitomi baja del caballo.
-Señorita quiere que amarre al caballo al carruaje.
-No Gadeth, lo dejare aquí.
Gadeth se sorprende mas al escuchar la respuesta de la chica de la Luna Fantasma y rascándose la cabeza pensaba que algo no andaba bien.
Después de que Hitomi sube al carruaje este comienza de nuevo el viaje, a los pocos minutos varios jinetes pasan ahí deteniéndose.
-Señor ese es su caballo.
El joven serio sin prestar atención al soldado que le hablaba, sigue con la mirada el carruaje que se veía algo lejos de distancia, pero pudo reconocer a la persona que la manejaba.
El recuerdo era comentado por labios de Gadeth, quien se dirigía a su amigo Allen Schezar, este lo miraba serio, sus codos se encontraban apoyados en una mesa de madera oscura, sus manos se encontraban entrelazados y cerca de su boca, prestándole suma atención a lo que su amigo le decía, el caballero celeste se aleja después de la mesa, acercándose aun pequeño mueble donde se encontraban sus mejores vinos y este sirvió dos copas.
-Pues tienes razón, algo no anda bien.
-Será mejor dejar a la señorita Hitomi en el palacio junto a la princesa.
Allen mira serio a Gadeth, mientras le dejaba en la mesa la copa de vino que le había servido.
-¿Por que la preocupación?. Hitomi puede quedarse aquí el tiempo que lo desee.
-No lo digo por usted, lo digo por el rey de Fanelia.
-¿Van!.
Allen ríe un poco y toma de su copa caminando lentamente, dejándose caer en uno de los sillones que se encontraban en su sala.
-No te preocupes tanto por el.
Gadeth se levanta de la mesa acercándose, recargando su cuerpo en la pared y cruzando ambos brazos.
-Me preocupo mas por lo que llegue a pensar, ya sabe que su majestad Van a cambiado y mas en esta guerra, sus poderes son de temer.
Allen suelta una carcajada y se levanta del sillón.
-¿Crees que el me mate por dejar a Hitomi aquí.
-Su majestad esta embelesado por esa chica, no se olvide lo que pasó en Fanelia cuando le mencionó que aun la amaba.
-Al parecer Van ya perdió la oportunidad con ella, y muestra de ello es que Hitomi huyó de Fanelia.
-¿Como lo sabe, tal vez se perdió o…
-No digas tonterías, que otra explicación le puedes dar a lo que me dices.
Allen había interrumpido abruptamente las palabras de Gadeth y súbitamente había aumentado su tono de voz.
-Es una estupidez tenerla aquí, jefe se esta metiendo a la boca del lobo.
-Cuantas veces no lo he hecho.
Allen miraba con un gesto confiado a su amigo, el cual solo se limitó a esbozar una sonrisa burlona y a llevar su mano a su nuca.
-Tiene razón, usted esta mas loco que una cabra, siempre me he preguntado si en verdad piensa en los riesgos o su cabeza esta tan bacía que no piensa en las consecuencias.
-Pues prefiero no pensar en las consecuencias. Con tal de ganar.
Ambos comienzan a reír.
-Usted no tiene remedio Jefe.
Gadeth se acerca a la mesa tomando la copa que hace poco su jefe le había servido y este se lo toma de un solo sorbo.
-Bien me retiro tengo que ir preparando la visita de Hitomi ante la presencia de la princesa Millerna.
Allen asiente con la cabeza y después de estrechar sus manos Gadeth sale de la casa de Allen subiendo a su caballo, perdiéndose de la vista del caballero celeste.
En las habitaciones de la casa la joven Celena se encontraba junto con Hitomi las cuales conversaban desde hace horas, olvidándose por completo de Gadeth y de Allen.
-Valla nunca antes había visto esos ojos de sorpresa en mi hermano.
-Seguramente se sorprendió cuando tu llegaste, tengo entendido que no se ven desde hace mucho.
-Si pero los ojos de sorpresa fueron por ti, no por mi. Creo que eres una amiga muy especial para el.
Celena esboza una sonrisa, mientras Hitomi levemente se ruborizaba.
-Por cierto, también te traje estos vestidos, al parecer tampoco tenías equipaje.
Hitomi se avergüenza mas y se rasca su cabeza nerviosa.
-Es que últimamente no se en donde traigo la cabeza.
-Pues mas vale que la regreses a Gaea de una ves o terminaras despistándome a mi también.
-¿A ti, no lo creo.
Las chicas comienzan a reír, pareciera que Hitomi se sentía en confianza con ella como si se tratase de su amiga Yukari con quien conversaba en la tierra, e incluso le costaba creer que se encontraba con quien antes era Dilandau.
En el palacio de Asturias Dryden se encontraba absorto en su lectura caminando lentamente de un lado a otro.
-Dryden¿aun sigues leyendo?.
Dryden mira a la puerta viendo a su ángel de cabellos rubios, quien se encontraba parada en la puerta mostrando una sonrisa en sus labios.
-Millerna, me alegro que vengas. ¿En que puedo servirte.
-La cena esta ya lista, nos acompañas a cenar ¿verdad?.
Dryden esboza una sonrisa y cerrando su libro comienza a caminar hacia la bella joven.
-Será un placer para mi princesa Millerna.
Este se acerca a los labios de su amada y le deposita un beso, Millerna solo sostiene la mejilla del magnate y después estos se separan.
-Creo que estos últimos días en Asturias han sido bastante buenos.
-Dryden que cosas dices.
-Es la verdad, por fin me siento merecedor de tu amor princesa, y es algo mas valioso que el oro.
-Ya te he dicho que me digas Millerna.
Dryden esboza una sonrisa y toma del brazo a su princesa comenzándola a guiar hacia el comedor.
-Por cierto querida¿Cuándo me ibas a decir que ese misterioso ryujin se trataba de Hitomi?. La verdad fue muy impresionante el que apareciera vestida de esa forma, ni me imaginaba que se trataba de ella.
-Yo tampoco pero lo supe por accidente.
-¿Por accidente.
-Para ser exactos fue en Fanelia, cuando me desmaye.
-Ahora entiendo el por que de tu recaída.
-Por cierto por que lo preguntas hasta ahora.
-Por que precisamente este antiguo libro que estoy leyendo data de la época de los antiguos pobladores de Gaea, de Fortuna, aquí muestra la armadura de la diosa, pero creían que esta jamás había existido, que era solo un rumor, un mito.
-Pero ahora eso ya quedó en el pasado, ya la aparición de esa misteriosa joven halada esta quedando en el pasado.
-Bueno antes de que quede mas en el pasado y pase al olvido en tu memoria cuéntame todo.
-Es una larga historia.
-Pues tienes de aquí al comedor querida. Que ya de por si siento que se encuentra en una de las zonas mas alejadas del palacio.
-Jaja. Hay Dryden.
La relación entre el comerciante y Millerna había mejorado mucho en esos últimos días, Millerna por fin sentía lo que era amor y que a su lado el gobernar Asturias seria mas fácil.
En la mansión Schezar la noche había caído y como siempre dos majestuosos astros aparecían en el firmamento. Hitomi había salido de la casa quedando frente a ella y esta se sentó en el suave pasto pensando, estar iluminada por esa hermosa luz nocturna le relajaba.
-¿Te encuentras bien?.
La voz de Allen hace que la joven desvíe sus pensamientos por un momento, mientras el joven se acercaba a ella.
-¿Puedo tomar asiento a tu lado?.
Hitomi sonríe, Allen a pesar de los años no perdía su caballerosidad, y esta sonriendo asiente con la cabeza.
-Me dio gusto verte Hitomi, la verdad fue una sorpresa la noticia que regresaras a Fanelia, pero aun mas me sorprende el hecho de volverte a ver, mas por que te creíamos muerta.
Allen mira a los ojos verdes de Hitomi, quien levemente se había ruborizado.
-Puedes quedarte todo el tiempo que desees en mi casa, hasta que decidas algo.
-¿Algo.
-Si, tal vez pienses regresar de nuevo a la Luna Fantasma.
Allen sonaba desanimado al decir las últimas palabras. Hitomi se levanta, Allen hace lo mismo y ambos comienzan a caminar lentamente.
-No. No regresare. Y aunque quisiera, no puedo hacerlo.
-¿Cómo?. ¿Puedo preguntar por que.
-El pendiente fue destruido, para así dejar encerrados a ese clan para siempre, el pendiente era la única cosa que me hacía regresar a casa, además del corazón del dragón. Pero conociendo a Van, tal vez no me lo permita.
Allen detiene su paso y jira a Hitomi de los hombros sin perderla de vista.
-Hitomi, en tus palabras siento que muchas ganas de regresar a tu hogar no tienes.
Hitomi baja la cabeza, dejando derramar unas cuantas lágrimas.
-Hitomi¿Qué pasó, quiero ayudarte.
Hitomi duda pero sus labios comenzaron a temblar queriendo hablar.
-Los que causaron esa gran catástrofe en Gaea fueron a mi casa y mataron a mi familia.
Allen abre sus ojos de par en par, su rostro mostraba una gran sorpresa mientras seguía viendo el rostro de Hitomi el cual se encontraba agachado.
-Por eso no quiero regresar, ya no tengo a nadie en aquel planeta que me espere.
La chica comienza a llorar amargamente, a lo que Allen la acerca a su pecho y la abraza fuertemente, Hitomi arrugaba su camisa de tan apretada que la tenía en sus manos, así ella lloró durante varios minutos y Allen solo la trataba de reconfortar en silencio.
-Y eso…Van¿ya lo sabe?.
Hitomi asiente con la cabeza y el caballero solo apretó sus ojos, como mostrando algo de coraje y a los pocos segundos Hitomi se separa de el poniendo su rostro aun lado, Allen le extiende su pañuelo el cual la chica toma para secarse las lágrimas, estos de nuevo comienzan a caminar hacía la casa y Allen decide acompañar a Hitomi a su habitación, durante el trayecto ambos caminaron en silencio, cuando ella esta por entrar Allen la sujeta suavemente de la mano y suavemente le comenzaba hablar.
-Hitomi, yo te cuidare de ahora en adelante.
-No es necesario Allen tu tienes que velar por la seguridad de tu hermana también, no quiero causarte problemas.
-No es ninguna molestia, si has de permanecer en Gaea para mi será un honor cuidarte, no dejare que nadie te haga daño.
Hitomi le muestra una sonrisa.
-Gracias Allen.
Allen se acerca y le deposita un beso en la mejilla, cosa que hizo estremecer a la chica de ojos místicos.
-Que descanses. Mañana iremos al palacio a ver a Millerna.
Hitomi quien se quedó petrificada por el acto del caballero solo asiente con la cabeza, entrando después a su cuarto serrando la puerta y recargándose en ella, suspira recordando a alguien.
-Van.
El día había llegado, Millerna caminaba de prisa por los pasillos sosteniendo su vestido rosa dirigiéndose a la entrada del palacio, al llegar se topa con Dryden quien ya se encontraba ahí.
-Te tardaste querida, un minuto mas y ellos habrían llegado.
-Lo siento Dryden pero tuve que arreglar unos problemas que salieron de imprevisto.
-¿Un imprevisto?
La princesa iba a decirle el contratiempo cuando un carruaje llega, la princesa se adelanta al igual que Dryden, mientras Gadeth habría la puerta dejando salir a Allen quien le estiro la mano a Hitomi para ayudarla bajar del carruaje.
-¡Hitomi, no sabes el gusto que me da verte.
Millerna le abraza mientras Hitomi asía lo mismo.
-Millerna gracias por recibirme.
-Bueno, bueno será mejor que entremos, estaremos mas cómodos.
Los cuatro integrantes comenzaron su caminar, delante Millerna guiaba a Hitomi siguiendo su conversación, mientras Allen y Dryden las seguían de cerca ambos con rostros serios.
Pronto llegaron a una gran estancia con diversos sillones, una mesa de centro y se podía apreciar largas ventanas que dejaban ver una terraza que daba a una esplendorosa vista de la ciudad rodeada por el extenso mar.
Millerna abre las grandes puertas de cristal de la terraza, dejando entrar el fresco aire, unas doncellas entraban dejando refrigerios y bebidas saliendo después, mientras Hitomi y Allen tomaban asiento.
-Bueno, al parecer la carta que mandó Gadeth mostraba urgencia al vernos, y no es para menos, miren quien llegó a Asturias.
Dryden miraba con una sonrisa a Hitomi, dejándose caer a un sillón individual, recargando los codos en los brazos del sillón y sosteniendo sus manos dejándolas cerca de su pecho, Millerna se acerca sentándose en otro sillón individual que quedaba aun lado del de Dryden.
-Bueno, tal vez puedo decir que Gadeth exageró la situación.
Contestaba el caballero celeste, mirando la seriedad de Hitomi.
-Hitomi, sabemos que después de la guerra tu te quedaste en Fanelia.
Millerna había comenzado hablar suavemente, depositando su mirada en Hitomi.
-Así es, Van después de reconocerme me llevó a Fanelia, solo que.
Ella aprieta sus puños arrugando poco su largo vestido color verde, acción que los presentes notaron perfectamente.
-¿Pasa algo Hitomi?.
Millerna contestó preocupada.
-¿Como es posible que alguien olvide fácilmente¿como es posible que alguien decida tu destino, ya estoy harta de que eso pase.
Todos miraron preocupados a la joven, Millerna se acerca a Hitomi y se sienta aun lado de ella.
-¿Tu destino?. Pero.. ¿Por qué lo dices.
-Es Van.- Hitomi mira a los ojos a Millerna-. Tu sabes lo que pasó años atrás no es así.
Millerna asiente con la cabeza, antes de que Hitomi partiera de Fanelia ella les había contado lo que había pasado con Van tiempo atrás, Dryden y Allen intuían que hablaban de aquella despedida fría y decisión tan repentina de Van.
-Ahora que estoy de regreso en Gaea Van ahora quiere recuperar ese tiempo perdido de forma fácil. No aguantaba mas y decidí huir de Fanelia.
-¿Huiste de Fanelia!.
Hitomi asiente con la cabeza, Allen y Dryden comenzaron a preocuparse.
-Hitomi ¿Qué paso en Fanelia que decidiste hacer eso?.
Todos pusieron mas atención en la respuesta de la joven, Allen sentía un mal presentimiento.
-Van quería que me casara con el.
Millerna y Allen se sorprendieron, Dryden solo alzo una de sus cejas, ya que esto era normal.
-Vamos pequeña que tan malo puede ser el matrimonio, de hecho Gaea completa sabía que esto pasaría.
Dryden habló con una suma tranquilidad, en cierta forma parecía que esto se trataba de un simple problema de miedo al matrimonio o de niñerías de una chica que no se sentía preparada. Hitomi se levanta y en pasos cortos se dirigía hacía Dryden.
-No seria tan malo si al menos tu estuvieras de acuerdo.
-¿Qué quieres decir con eso?.
Allen sonaba ya de por si preocupado, pero por dentro sentía celos.
-Van dijo que la boda sería el día de ayer, sería una boda sencilla, pero …como puede ser posible que el decidiera…como sabía que yo aceptaría…el decidió todo.
-¿Ayer se efectuaría la boda, valla creo que en la lista de invitados no estábamos nosotros querida.
Dryden en tono de burla hablaba, cosa que Millerna no lo vio con gracia.
-¡Dryden¿como dices eso.
-Lo digo por que Van se ha vuelto demasiado desesperado, ahora veo por que la acción de Hitomi.
Dryden se levanta y se acerca a un largo mueble que contenía varias botellas y este se sirvió una copa dándole un sorbo.
-Hitomi, debes saber que en cierta forma Van lo hizo por ti, repruebo estas acciones tan precipitadas que el esta haciendo, pero el nos comentó que no quería sacrificarte a ti, sacrificar que dejaras a tu familia para unirte a el.
-Aun así, no se detuvo a pensar lo que pasaría, como ahora pasa toma decisiones por los dos¿que pasará de mi en el futuro si esto sigue?. ¿Como el sabía que lo extrañaba? y que deseaba estar a su lado.
Ella hablo en un susurro las ultimas palabras bajando la cabeza, Allen desvía la mirada molesto mientras Millerna y Dryden la observaban detenidamente.
-Será mejor que esto se aclare cuanto antes, Van tal vez no vio con buenos ojos tu escape.
Dryden deja su copa en la mesa comenzando a caminar donde se encontraba Hitomi.
-De hecho me sorprende que su majestad no haya venido aquí.
-Dryden de hecho…..
Millerna hablaba algo inquieta, pero es interrumpida cuando en el cielo una flota aparecía y esta comenzaba a descender.
-Valla, hablando del diablo.
Dryden volvía a sonar sarcástico mientras acomodaba sus lentes, Allen se levanta y se para frente a Hitomi.
-¡Es Van.
-Así es Hitomi, esta mañana recibí un mensaje de el, dijo que vendría el día de hoy, realmente me sorprende que rápido lo hizo.
-Será mejor que te saque de aquí, no sabemos con que intenciones venga.
Allen toma de la mano a Hitomi, pero la voz de Dryden lo detiene.
-No lo hagas Allen Schezar. Huyendo ella no resolverá nada. Si su majestad Fanel se encuentra en Asturias, es probable que sepa ya que Hitomi se encuentra aquí.
-¡Maldición!.
Allen decía para si mientras soltaba a Hitomi, comenzando a apretar sus puños. Dryden se acerca a Hitomi tomándola del hombro esbozándole una sonrisa.
-Ten calma, será mejor que de una vez hables con el, callada el no sabrá lo que piensas, y no te preocupes nosotros te respaldaremos.
Millerna se levanta y camina hacía Dryden tomándolo de su brazo derecho.
-Así es Hitomi nosotros te apoyaremos, es hora de ayudarte a ti.
-Gracias Millerna.
Allen cambia su semblante y le da su apoyo sosteniéndole su hombro.
En una larga plataforma cerca del palacio una escolta bajaba seguida por un joven de cabellos oscuros, el cual mostraba un semblante sumamente serio. La guardia de Asturias al poco tiempo los rodea dejando hablar a uno de ellos.
-La princesa de Asturias recibirá a su líder samurai, si gusta puede aguardar la respuesta en el palacio o esperar a bordo de su nave.
-Agradezco el recibimiento tan repentino, esperare en el palacio como usted dice.
Van sonaba sumamente serio y pronto fue guiado a uno de los carruajes que ya lo esperaba. Los guardias a cargo de su seguridad siguieron el carruaje en sus caballos.
Continuara
Por finnnnn esta parte la termine, y eso por problemas con mi computadora, que de por si se tuvo que formatear toda, borrando algunos de mis fics uu, aunándole que ya empezando diciembre la familia acapara toda la atención y valla que los compromisos caen. Paso un agradecimiento especial a mis amigos del foro de Saint seiya, a mis maestros Arcángel y Kaiser, quienes me enseñaron esto del roll y gracias a esto estoy mejorando un poco en mis fic y mi forma de escribir, sin olvidar a mi amiwis Physis que desde el principio me estuvo apoyando.
Ahora si agradezco los reviews de:
Danyseren : Gracias por seguir este fic escrito por esta loca servidora, la verdad ahora si quiero adelantar mas capítulos ya que esa fue una de mis promesas y sobre todo llegar a la parte romántica, ahora si disculpan el retraso pero ya ahora si me pondré al tanto del fic.
Anaid: Que dijeron esto ya se acabo, pues nooo señores, esto aun continua ya que quise hacerles notar la vida que pasan los personajes de mi fic después de la guerra, ya que en otros fics nada mas dan un breve resumen y san se acabo, espero te siga gustando cualquier cosa me mandas un coco.
f-zelda: Gracias por notarlo y pues ya sabes a quien se lo debo agradezco que sigas la historia y espero no empeorar ññu. Un enrome saludo y un beso.
A mis lectores un enorme saludo por seguirme desde que empecé mi fic, la verdad que alogo tengo y ya saben dejen sus comentarios que para mi valen oro.
