Destino incierto.

Después de haber enterrado al rey, claro con una elegante ceremonia y su ataúd fuese guiado al panteón de la familia en una elegante barca, acompañado por otras donde su familia y reyes de otras tierras eran su escolta.
El rey Fanel había lucido demasiado serio en ese día, cosa que Kenay notó, después de que la ceremonia había terminado el rey de Fanelia parte a sus tierras, siendo entendido por Dryden. Eries hizo lo mismo, partió con Chid a Freíd pero prometió estar de regreso en poco tiempo.

Así, los días pasaron al igual que las semanas y los meses, Hitomi se había instalado en el palacio poco después de que Van dejara Asturias, la señora Ana se ofreció en ser la dama de compañía de Hitomi y estas poco a poco se fueron asiendo amigas, pese a la diferencia de edades, a ella le parecía como una hija y Hitomi la tomaba como si fuese una madre.

Dryden ascendió al trono como era ya su deber desde que el antiguo rey Aston muriera y con ello comenzaron sus pesadas labores, muchos de los consejeros eran muy reservados y poco atrevidos en cuanto en hacer negocios, por otra parte Dryden se la jugaba pero sabía que su arriesgo valdría la pena, muchos de sus consejeros desaprobaban esa reacción del nuevo rey y a menudo se llegaban a quejar con Millerna, esta obviamente apoyaba mucho a Dryden, ya que sabía que el sería incapaz de arriesgar el capital de Asturia. Algunos renunciaron antes de seguir, cosa que a Millerna le desilusionó, Hitomi vio la oportunidad de entrar en ese ámbito y comenzó a apoyar a Dryden, al poco tiempo ella fue nombrada parte del consejo y esta a menudo viajaba a diferentes ciudades de Gaea para comprobar si en verdad era bueno ese trato y que el reino de Asturias no sufriera pérdidas. Millerna se sentía aliviada de que al menos Hitomi le comprendiera, aún que a los miembros del consejo les molestaba el hecho de que una mujer estuviera en ese puesto, pero ni hablar, sabían que ellos jamás estarían conformes.

La noche cayó y en el firmamento nuevamente la nave de Freíd se dibujaba, al descender un adolescente y una mujer de largos cabellos rubios bajaban para abordar un carruaje que los llevaría al palacio, la chica de blanca piel miraba detenidamente por la ventana del carruaje y observaba con detenimiento todo lo que la formaba, mas ese inmenso mar tan azul que era iluminado por esas dos lunas que se encontraban suspendidas en el cielo. Por fin el carruaje llega a su destino, un bello palacio donde una princesa de ojos violáceos y un hombre de cabellera castaña les esperaban.

-¡Eries que gusto verte de nuevo.
-Igual yo hermana.

Ambas chicas se dan un abrazo con un semblante alegre, después de separarse la recién llegada se dirige hacía Dryden.

-Dryden me alegra verte.
-Igual a mi princesa Eries.

Dryden le deposita un beso en su mano en señal de respeto y después le extiende la mano a Chid.

-Duque Chid, me alegra mucho su presencia aquí en Asturias.
-Que bueno que hayas acompañado a tu tía Eries en este viaje.
-Gracias por el recibimiento rey Dryden y no hay de que tía Millerna, aun que tendré que partir el día de mañana por la noche, aun hay mucho trabajo que hacer en el reino.
-Vamos Chid estamos en confianza, dime solo Dryden.

El joven duque muestra una sonrisa en sus labios, mientras era fijamente visto por sus dos tías y su ahora entre comillas "nuevo tío".

-Está bien.
-Chid cada día me sorprendes más te has vuelto un duque muy responsable.
-Gracias tía Millerna.
-Pero que descuidada soy, pasen seguramente por el viaje deben estar con hambre.

Todos se dirigen al gran comedor del palacio donde comenzaban a acomodarse, pero les sorprendió que un cubierto mas se encontraba en la mesa.

-Veo que tienen visitas.

Millerna duda al momento pero después reacciona recordando la visita que se encontraba en el palacio.

-¡Ha, es cierto ustedes no saben.
-¿Saber que tía Millerna?.

Chid preguntaba con una gran curiosidad, y en ese momento unos pasos delicados comenzaron a escucharse seguidos por otros, al igual que las voces pertenecientes a un hombre y una mujer llegaron a los oídos de la princesa y el duque de Freíd. Al aparecer la mujer Chid abrió sus ojos de par en par, una hermosa mujer conocida por ellos se presentaba y esta lucía un vestido en color crema, con una especie de mandil en color vino, con leves bordados dorados en el frente, se presentaba junto con uno de los miembros del consejo y en sus manos contenía varios papeles de un color amarillento, que al notar a las visitas dejó a un lado el trabajo haciendo que de este modo el consejero solo hiciera una reverencia y se alejara. La chica en seguida se dirigió hacia Chid quien la recibió con un fuerte abrazo y saludándola calurosamente, Hitomi se sorprendió que a pesar de ser un adolescente ya había rebasado su estatura y ese cambio de voz lo hacían ver más varonil.

Pero la princesa Eries sintió que un balde de agua helada había caído enzima de ella al ver a la chica de ojos místicos y automáticamente puso un semblante mucho mas serio. Hitomi después de saludar a Chid se dirige hacia Eries y esta estira su mano tratando de saludar a la princesa, pero esta solo se limitó a disculparse y así irse a su habitación. Los presentes se quedaron sorprendidos, Hitomi con su mano extendida solo serró su puño y lo dirigió a su pecho, Chid vio como el rostro de su tía había palidecido como si hubiese visto un fantasma.

La cena transcurrió con tranquilidad pese al desplante departe de Eries, Millerna y Dryden se dispusieron a irse a sus habitaciones, mientras el joven Chid conversaba con la joven de la Luna Fantasma en uno de los balcones del palacio sentados en unas bancas de mármol que se encontraban allí, su charla duró varias horas y ambos se contaban lo que en estos años habían hecho, incluyendo la guerra que se suscitó.

-Es increíble, nunca pensé que llegaría a conocer a la chica de alas de acero

Hitomi asiente con la cabeza y sonríe con algo de rubor en sus mejillas.

-Así que ya eres parte del consejo de Asturias.
-Si, al principio fue algo difícil adaptarme pero estudiando bien sus políticas y mis estudios pues ya fue más fácil.
-Dirá que es una indiscreción por mi parte pero ¿que pasará con su majestad Fanel?.

Los ojos de la chica se desviaron y a los pocos segundos se levanta apretando sus manos.

-Creo que ya nuestra relación fue rota desde hace mucho tiempo. Para ser exactos hace tres años.
- No me digas que ya no te importa, de ser así no lo hubieras salvado. Piénsalo bien Hitomi, aun lo amas.

La joven baja la cabeza y se dirige hacia Chid.

-Gracias Chid, la verdad me alegro que me hayas escuchado.
-Recuerda que tú también lo hiciste cuando era muy pequeño.

Ambos esbozan una sonrisa y se introducen al palacio, al día siguiente el castillo volvía a sus labores, Hitomi a menudo se veía en los pasillos con tres o dos consejeros rodeándola para aclarar algunos asuntos, hojas y hojas pasaban por sus manos pero al parecer ella se estaba acostumbrando y ellos a ella, así eran sus días, sus manos se encontraban llenas de varios documentos y carpetas siendo dirigida por varios consejeros hacia con Dryden, el día pasaba entero y ella muchas veces sin probar bocado llegaba tarde a descansar pero su trabajo le gustaba y así no tenía tiempo de pensar en cierto rey. Como todas las mañanas esta llega por fin al despacho de Dryden y esta se sorprende al ver a Chid.

-¿Chid!. Buenos días, no sabía que eras madrugador.
-Ja, cuando uno es gobernante de una nación a veces se olvida de dormir.

Ambos sonríen, mientras Chid gentilmente le acomodaba la silla a Hitomi.

-Y bien Hitomi que noticias me tienes con el negocio en Daedalus.
-Pues he visto la materia prima a comprar y es de buena calidad, lamentablemente ese algodón se da pasando temporadas largas, aun que se vio eso y con el capital que les dimos se compraron mas hectáreas solo para la siembra de este.
-Bien, eso quiere decir que en una luna nos darán las primeras exportaciones.
-Así es.
-¡Grandioso otro país mas.
-Veo que le esta yendo muy bien majestad.
-Claro y todo gracias a Hitomi, la verdad sin ella ya hubiera perdido mucho capital a causa de los otros consejeros.
-Bueno hay que ver que ellos siempre quieren ir a la segura, no les gusta arriesgar.
-Si eso vi mi joven Chid.
-Pues en ese caso me conviene después contratar a la joven Kanzaki.
-Eso sobre mi cadáver.

El nuevo gobernante muestra un semblante alegre, Chid mira a Hitomi con una sonrisa en sus labios y comienzan a reír.

Mientras en otra habitación dos princesas charlaban mientras desempacaban y una de ellas mostraba una gran sonrisa en sus labios, mientras que la otra se encontraba sumamente seria con su mente al parecer en otro lado.

-¡Eries¡Eries.
-¡He.
-Que pasa hermana tengo rato hablándote y tú no me escuchas.
-Perdona Millerna, no estoy de humor.

Eries aun mas seria se encontraba y esta sin darle la cara a su joven hermana lleva en sus manos unas cuantas prendas y esta las deja en una cajonera.

-Desde el día de ayer estas así, más bien desde que llegó Hitomi¿que es lo que te sucede?

La mayor de las princesas suspira pesadamente dejando bruscamente la ropa en el cajón girando hacia Millerna quien lucía seria.

-No me agrada su presencia aquí es todo.
-¡Eso¿no tiene algo que ver con Allen?

Millerna mira retadoramente a su hermana avanzando unos cuantos pasos hacia ella, mientras Eries solo se dejaba caer en la cama quedando sentada y apartando unos cuantos mechones de su rostro.

-Tú me dijiste que le había propuesto matrimonio ¿no.
-Si pero eso fue hace mucho tiempo. – El tono de reproche de Millerna terminó, mostró unos ojos compasivos y miró a su hermana hablándole seriamente en un tono dulce. ¿Aun lo amas verdad?.

La princesa se aleja de Millerna hacia la ventana.

-¡Como crees!. ¿Yo enamorada de el.
-Pues actúas de esa forma, mas bien de novia celosa.
-¡Millerna!. No digas tonterías.
-Pues así parece.

La mirada de Eries vuelve a posarse en la vista que daba su ventana, viendo el volar de algunas aves que pasaban por enzima del palacio.

-Y desde cuando "esa" llegó?.

La princesa dijo con voz seria remarcando cierta palabra.

-Hitomi llegó el día en que la guerra comenzó, de hecho, la chica con extraña armadura era ella.
-¿Qué.
-Yo también me sorprendí al saber de su identidad, Allen también.
-¿Y que dice Van.
-Hay problemas con ellos, ambos andan peleados.
-Grandioso, así ella terminará de enredar a Allen.
-Y me dices a mi que digo tonterías. Eries recuerda que ella nos ha ayudado y nos esta ayudando aun, gracias a Hitomi se han hecho excelentes negocios en varios países de Gaea, incluso dudábamos que estos negocios salieran y gracias a su empeño han salido.
-Entonces por que no negocia su estadía permanente en Fanelia y se va para siempre de Asturias.

Eries sonó mas agresiva y salió corriendo del cuarto azotando la gran puerta detrás de si, Millerna se quedó muy sorprendida que ni tiempo le dio de hablarle.

La princesa en su loca carrera se topa con alguien y casi cae pero esta persona la sujeta fuertemente para que no resbalara, ella sube la mirada y se topa con los profundos ojos azules de un caballero.

-¡Allen!. -Princesa Eries, no sabía que estaba aquí.

La princesa se incorpora rápidamente y arreglando levemente sus cabellos mira al caballero con una sonrisa tímida

-Llegué aquí el día de ayer junto con Chid. Por cierto perdona andaba distraída y no te vi cuando choque.
-No se preocupe princesa, no siempre puedo atrapar a una princesa tan bella como usted en mis brazos.

Eries se muestra más nerviosa esbozando una risa, mientras sus mejillas se ponían de un carmín muy tenue.

-Así que Chid esta aquí, me gustaría ir a verlo.
-Si quieres te llevo, me dijo que pasaría en la mañana a ver a Dryden a su despacho.
-Gracias princesa.

Ambos se dirigen al despacho del rey, Eries por su parte había olvidado por completo la riña con Millerna, mostrando una sonrisa en sus labios y sujetándose cariñosamente del brazo de Allen. Al llegar el caballero celeste se adelanta para abrir la puerta, la princesa entró con una gran sonrisa dibujada en sus labios, la cual fue borrada inmediatamente al ver a una chica de verdes ojos sentada en el lado contrario del escritorio.

-¡Hitomi!. ¡Que gusto que ya estés aquí¿Cuándo regresaste de Daedalus?.

El caballero celeste avanza hacia la chica, olvidándose por unos momentos de la princesa Eries quien se había quedado completamente seria y estática en la entrada, Allen al encontrarse cerca de Hitomi le da un abrazo, cosa que a la princesa le pareció demasiado cariñosa.

-Apenas ayer por la tarde.
-Pensé que mandarías a la señora Ana a buscarme.
-Créeme que lo hubiera hecho pero no quería entorpecer tus labores, además que llegando estuve en junta con el consejo hasta en la noche.

Ambos chicos se hubieran quedado platicando durante horas de no ser por el ligero ruido que hizo la princesa Eries al aclarar su garganta, para llamar la atención.

-Perdona Dryden, pero Allen tenía muchas ganas de ver a Chid.
-Chid fue al cuarto contiguo por unos libros, yo creo que no ha de tardar.
-Dryden tiene muy buenos libros en…¡Tía Eries buenos días¿Como durmió?.

El joven duque había entrado de forma apresurada y viendo el lomo de los libros que tenía en sus manos con detenimiento prestando poca atención a los demás.

-Bien Gracias Chid

Chid le da un tierno beso en la mejilla y después se dirige hacia Allen extendiendo su brazo.

-¡Señor Allen! que gusto verlo, ayer que llegamos no lo vimos.
-A mí también me alegra verte duque Chid, y pues el día de ayer estuve todo el día en los talleres de los Guymelef, el Sherezade tiene algunos problemas.
-Espero que no se haya olvidado de las clases de esgrima que me prometió.
-Claro que no, es mas si gusta podemos entrenar un poco ahora.

Hitomi veía contenta la reunión entre Chid y Allen, mientras la mirada penetrante de Eries estaba puesta sobre ella.

-Bueno Dryden iré por unos papeles a mi habitación y allí termino de hacer los escritos.
-Esta bien Hitomi, si quieres descansa, esos papeles pueden aguardar hasta mañana.
-Bueno lo intentare. Con su permiso duque Chid espero tengan un buen día y derrotes al caballero Schezar.
-Claro que lo haré señorita Hitomi, he mejorado mucho últimamente.

Chid mira algo alegre y a la vez desafiante al caballero celeste, Hitomi solo sonrió y después de hacerle una pequeña reverencia a la princesa Eries salió del lugar, mientras tanto Allen y Chid hacían lo mismo entre risas y charlas, Dryden seguía absorto en algunos papeles que ni se dio cuenta cuando la princesa Eries salió de la habitación, esta se disponía a seguir a ambos chicos, pero al ver a Hitomi alejarse por las escaleras mira decidida y camina hacia donde Hitomi se encontraba. Hitomi seguía viendo unos papeles con detenimiento que ni se dio cuenta que era seguida por la princesa mayor de Asturias y esta pronto le dio alcance cuando comenzaba entrar a su recamara, Hitomi siente la presencia y jira viendo el rostro serio de Eries, quien sin pedir permiso entró a la habitación quedando parada en medio de esta, Hitomi deja la puerta abierta y camina hacia ella quedando parada a unos cuantos metros.

-¿Puedo ayudarla en algo majestad.
-No actúes como si tuvieras derechos en este palacio.
-Solo quise ser cortes, no fue mi intención hacer parecer eso.
-¡Vasta ya!.- La mirada fría de la joven se posa en Hitomi, su semblante lucía enojo y sus palabras sonaban mas bruscas. Por que cada vez que vienes a Gaea haces que el destino de todos cambie.

Hitomi abre sus ojos de par en par, quedando en silencio.

-A que has venido bruja, no te fue suficiente arruinar el destino de Millerna, sino ahora vienes acabar con el de Allen y el de Van.
-Yo no vine hacer semejante cosa, se que cometí errores en el pasado pero no estoy aquí para volverlo hacer.

La mirada de sorpresa terminó para la chica de ojos esmeralda, mostrándose mas seria.

-Eso es lo que dices. Dime una cosa ¿has venido por Allen o por Van?. Ha, pero que tonta soy me dijeron que te peleaste con Van, entonces esta claro que vienes por Allen.
-¡No, ni por Allen ni por Van.

Eries se acercó a ella con la misma mirada penetrante hasta quedar cerca del hombro de la joven Kanzaki.

-Entonces te doy un consejo¡lárgate de Asturias de Gaea! Y nunca vuelvas.

Rozando el hombro de la joven de forma agresiva la princesa se aleja de la habitación a paso veloz azotando la puerta, Hitomi se quedó estática parada en medio del cuarto, los papeles resbalaron de sus manos, como si estos ya no tuvieran fuerza, ella miró al frente viendo a la ventana, varias imágenes pasaron por su mente de la guerra pasada donde conoció a Van, de su madre suplicándole que ya no jugara con el destino, haciéndole ver que cada vez que lo hacía alguien sufría las consecuencias, varias imágenes de los muertos en guerra, los charcos de sangre frente a ella y como siempre, las terribles visiones de la muerte de Van de forma violenta se apoderaban de su cabeza. Sus manos se posaron rápidamente en su boca y en su estomago, la habitación comenzó a dar vueltas, sentía un gran malestar, pronto ya no sintió su cuerpo, su mente sabía que había caído abruptamente al suelo para después ver la oscuridad mas profunda y ya no saber mas de si.

Continuara…

Pues algo corto pero ya tenía ganas de subir la historia, mas que nada por que se me están atropellando las ideas en mi cabeza y como que ponerlas juntas como que le quita el suspenso o los motivos para imaginarse un millón de cosas. Gracias por sus comentarios de cómo poder continuar la historia, créanme que con decirme unas cuantas líneas me hacen volar el cerebelo bien severo y se me prenden mas ideas.

Saludos cordiales a:

Danyseren: Que bueno que te gustó, mas que nada por que es mi primer lemon y pues hasta roja de vergüenza me puse yo al subirlo, pero pues eso se me quitó al ver que si les a gustado. Ya están llegando los conflictos y habrán mas jejeje, ya parece taranovela del dos jejejeje.

SMCG2: Muchas gracias por el halago espero te siga gustando, ya sabes cualquier cosa pues estoy abierta a comentarios.

lucia20: Que bueno ver gente nueva por estos lados, la verdad me siento como pavo real cuando les gustan mis locuras, gracias y pues prometo seguir la historia hasta el final.

f-zelda: Je jeje pues la verdad así lo quería hacer, mas que nada por que quiero que lo lean todo y pues muchos se rajan al ver este tipo de lemons, pero este en especial me gusta, mas que nada por que quiero darles a entender lo que pasan los personajes sin hacer el kamasutra de forma explicita. ¿Qué pasará, pues alo mejor ahí se estarán dando una idea pero pues estoy tratando de poner mas conflictos emocionales a los personajes (que mala soy) ya que muchos solo dan conflictos de guerra.

Suerte a todos y ya estoy haciendo el siguiente capitulo, así que no se sorprendan que aparezca otro muy rápido jejejeje, y es que hay que aprovechar ya que últimamente esta computadora no me jala bien, besos y pues hasta el siguiente capitulo.