Marlen estaba en el camarote que Evie y ella compartían, sentada en su cama con Apolo acostado a su lado y Artemis a sus pies. Ella arrugó la nariz y se tendió de espaldas en la cama, miró el techo de su camarote y frunció el ceño ¿Por que estaba molesta? Ella había intuido que O'connell no la beso por alguna clase de sentimiento, ellos acababan de conocerse, ella le estaba pidiendo información a cambio de…¿Qué exactamente? En su momento ella no le había ofrecido nada, ni una ayuda o compensación monetaria, nada, y él había estado a punto de morir. Besar a una linda rubia que apenas conoce seguramente parecería una buena idea para cualquier hombre que está a punto de ir a la horca.

-¿No debería hacerme tantos problemas cierto? Después de todo fue solo un beso, no es como si no hubiera besado a nadie antes-comentó en voz baja, sabiendo que Evelyn no la escucharía porque estaba absorta en su libro, Apolo apoyó su cabeza en el estómago de la joven y la miró con sus enormes y dulces ojos marrones, Marlen sonrió y rasco la oreja de su amigo.

De la nada, Apolo y Artemis levantaron sus cabezas en alerta y su saluki macho bajo de la cama y se puso junto a ella, sus orejas levantadas en alerta y mostrando sus dientes, un gruñido de advertencia escapando de sus gargantas. Ella se incorporó extrañada justo cuando dos hombres con vestimentas negras y tatuajes en la cara ingresaron en la habitación, uno apuntando con un arma hacía Marlen y el otro acorralando a Evelyn contra la pared. Sus saluki estaban listos para saltar y atacar, pero ellos no lo harían sin la orden de su ama. Marlen se movió de la cama cuidadosamente sin quitar sus ojos del hombre que le apuntaba o del que tenía un afilado gancho contra la cara de Evelyn.

-¿Dónde está el mapa?-exigio saber el hombre.

-En la mesa-contestó Marlen, viendo que Evie apenas podía formar una frase coherente mirando el mapa extendido en la mesita en el centro del camarote.

-¿Y la llave? ¿Dónde está la llave?-preguntó el que la apuntaba con el arma, ella tragó saliva.

-¿Llave? ¿De qué hablas?-preguntó asegurándose de mantener su rostro neutral y su tono tranquilo.

-¡Marlen! ¡Evelyn!-gritó Rick pateando la puerta con dos revólveres en sus manos, el hombre del garfio volteo a Evelyn y preciono el borde afilado del arma contra su garganta, Rick miró la vela en la mesita antes de voltearse hacia la ventana y disparar justo cuando otro hombre apareció allí y le disparó. Esa fue toda la distracción que Marlen necesito.

-Apolo, Artemis angriff-ordenó, sus saluki saltaron inmediatamente al ataque contra el hombre que le apuntaba con el arma, en eso, ella sacó su pistola de donde siempre la llevaba y disparó al hombre que tenía a Evelyn de rehén, la bala se sitúo justo entres sus ojos, el hombre del arma no tuvo mejor suerte, después de todo, sus saluki estaban entrenados para la caza, la protección, y hasta cierto punto, la matanza. Los años ayudaron a sus perros a saber cuando tenían que hacer qué, y en esta ocasión, ellos saltaron por la yugular. Los disparos entre Rick y los otros hombres dieron en una de las linternas que iluminaban la habitación, y en menos de un minuto, el lugar se estaba consumiendo en llamas, rápidamente, ella tomó la bandolera de cuero desgastado donde guardaba sus cosas más esenciales antes de correr fuera de la habitación con Evelyn y Rick.

Ella y Rick salieron de la habitación de espaldas disparando a los hombre que simplemente no dejaban de llegar, Apolo y Artemis gruñendo y enseñando sus dientes en una posición defensiva, listos para saltar a cualquiera que se acercara demasiado.

-¡Ah! ¡El mapa! ¡Olvide el mapa!-grito Evelyn dándose la vuelta para volver a la habitación, Rick sin embargo la detuvo, tomándola por el brazo y empujándola para que siguiera avanzando.

-No se preocupe, yo soy el mapa, todo está aquí-dijo tocándose la sien con la mano en la que sostenía su revólver.

-Oh, eso es un consuelo-dijo Evelyn con sarcasmo mientras aún era jalada por el hombre. Ellos caminaron por los caóticos pasillos del bote, con Apolo y Artemis yendo por delante para deshacerse de cualquier atacante que pudieran encontrar.

-Sostenga esto-le ordenó Rick a Evelyn mientras le pasaba su bolsa de armas, ella lo hizo mientras veía a Rick y Marlen revisar sus armas-¿Cuantas municiones te quedan?-preguntó.

-Siete en este cargador, y tengo uno lleno, pero es la única que tengo-contestó ella levantando la pistola.

-Ten está-dijo sacando otra pistola y entregándose antes de expulsar el tambor de su revólver para volver a llenarlo.

-Apolo, Artemis aufpassen-ordenó Marlen, los saluki se dieron la vuelta, dando la espalda a su ama y vigilando el pasillo por el que habían llegado.

Marlen escuchó cómo un disparo impactó en la pared en la que estaban apoyados, ella se enderezó, mirando la pared y cómo los disparos la atravesaban a medida que avanzaba a su posición. Ella tomó a Rick por la corre de cuero de la pistolera y lo tiró hacia un lado justo cuando dos balas atravesaron el lugar donde antes había estado su cabeza.

-Atento O'connell, o acabarás con una bala en el cráneo-le advirtió antes de darle una mirada algo burlona-Y cómo nuestro mapa está ahí será mejor que lo cuides-le dijo, él rodó sus ojos pero la esquina de su boca elevándose levemente lo delató.

Luego de un segundo la miró con una pregunta silenciosa, ella asintió. Estaba lista, ellos salieron de su cubierta con sus armas en alto y disparando a cualquier hombre con túnica negra que les disparara, finalmente llegaron al borde del bote.

-¿Sabe nadar?-le preguntó Rick a Evelyn, la pobre estaba histérica, lo que solo significaba que sería brusca y chillona en todo lo que dijera.

-Por supuesto que sé nadar si la situación lo requiere-chillo, de alguna manera la indignación se coló en su tono a pesar de que en su mayoría estaba teñido por el miedo.

-Créame, ahora se requiere-dijo Rick antes de levantarla y lanzarla por la borda, ella gritó y cayó al río con un fuerte sonido de salpicadura, luego el hombre miró Marlen con una ceja encarada, ella rodó los ojos y se cuargo las pistolas en la cintura del pantalón. No, ella no necesitaba que la tiraran por la borda, ella podía hacerlo por su cuenta, muchas gracias.

-Apolo, Artemis mit mir-dijo ella antes de dar un silbido agudo, luego se subió a la barandilla y se lanzó al agua, seguida de cerca por sus perros.

A pesar de que la temperatura bajaba considerablemente por la noche en el desierto, el agua del río estaba calida, y Marlen podría decir que en cierta forma eso era una pequeña misericordia, principalmente para Evelyn, que había sido lanzada al río solo en un camisón de dormir. Marlen había tenido que nadar con ropa ligera en agua fría para salir a un entorno igual de frío sino más, y ese siempre era el problema, salir mojado en agua helada para encontrarte con un clima igual de helado y poco con lo que refugiarte de los elementos.

Ella sacó su cabez fuera del agua antes de empezar a nadar a la orilla con sus salukis justo a su lado, ella nado la mitad de la distancia antes de encontrarse con Rick y Jonathan. Cuando llegaron cerca de la costa del río, Evelyn empezó a quejarse.

-¡Lo hemos perdido todo! ¡Todas nuestras herramientas! ¡Todo nuestro equipo! ¡Toda mi ropa!-dijo sonando desahuciada. Marlen suspiró.

-Sí, Evie, ya notamos que lo perdimos todo, deberias agradecer que el agua estaba calida, imagina vestir algo similar a lo tuyo y tener que lanzarte al Mar del Norte a mitad de la noche porque unos piratas franceses están atacando tu barco-dijo ella distraídamente mientras se inclinaba, apoyaba en sus rodillas y respiraba profundamente para recuperar el aliento. Ella recibió miradas con distintos niveles de asombro-¿Que?

Rick abrió la boca para contestar cuando escucharon a alguien del otro lado del río llamándolo.

-...connell ¡Ey! ¡O'connell!-la voz aumento de nivel, ellos se giraron para ver al hombre con el que Marlen había visto a Rick hablar un rato antes-¡Oye O'connel! ¡A mi me parece que yo tengo todos los caballos!-presumió el hombre.

-¡Benny! ¡A mi me parece que ustedes están del lado equivocado del río!-señaló Rick con el mismo tono. El hombre, Benny, se quedó callado, mirando a su alrededor antes de empezar a patear el agua en una rabieta infantil. Marlen negó con la cabeza antes de notar que el Alcaide los había seguido y estaba mirando a Evelyn abiertamente, ella hizo un gran espectáculo de sacar su arma y reemplazar el cargador ahora vacío con el lleno antes de devolverlo su lugar, consiguiendo de manera efectiva que el alcaide alejara sus ojos de Evelyn y su ropa pegada y ahora medio transparente a causa del agua, luego se quitó la chaqueta y la puso en los hombros de su amiga antes de mirar alrededor.

-Si mal no recuerdo hay una aldea cerca de aquí, podemos conseguir algo de ropa y unos camellos allí, vámonos-dijo ella empezando a caminar con Apolo y Artemis por detrás.

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Justo cómo Marlen había dicho, luego de caminar casi toda la noche consiguieron llegar a una aldea con las primeras luces de la mañana. Unas mujeres vieron el estado de Evie y rápidamente la empujaron una tienda para darle ropa. Intentaron darle algo a Marlen, pero ella se negó, alegando que tenía ropa y pidió educadamente que le prestaran una tienda para poder cambiarse. Ella siempre mantenía un juego de ropa en su bandolera, cuidadosamente doblada y envuelta en una tela impermeable, al igual que sus cuadernos, sus cargadores de reserva, dinero, una brújula, una cantimplora, cerillos, bocadillos para sus saluki y una pistola de bengalas. Ella se cambio, reemplazando sus pantalones blancos por unos marrones, su camiseta sin mangas por la limpia y su camisa por una negra de algodón con mangas largas. Finalmente salió de la tienda con un agradecimiento a las mujeres, que habían insistido en ayudarla a lavar y trenzar su cabello, todas arruyando con admiración la textura suave y el color dorado.

Luego de alimentar a Apolo y Artemis, y conseguirles un poco más de comida para el viaje, ella fue donde Jonathan y Rick se encontraban, tirando de las riendas de un grupo de camellos.

-Sí, sí ¿Muy tentador no es así?-preguntó Jonathan, confundiendo un poco a Marlen.

-¿Que cosa?-preguntó cuando llegó junto a ellos. Rick y Jonathan la miraron y ella les encaró una ceja ante el silencio con el que decidieron responder, los ojos de Rick se detuvieron en el borde del cuello de la camiseta, más específicamente, en la pequeña parte de piel expuesta que parecía estar pintada de negro.

-Uh, nada-dijo Rick parpadeando para alejar sus ojos de la piel expuesta y pareciendo repentinamente nervioso. Su ceja se volvió más afilada ante la repentina timidez del hombre pero lo dejo estar con un encogimiento de hombros, por toda la confianza que Rick O'connell destilaba, algo le decía a Marlen que él no sabía realmente cómo tratar a una mujer.

Poco después de abastecerse y cargar los camellos partieron. Marlen se sintio agradecida de que Apolo y Artemisa fueran perros del desierto, y que estuvieran acostumbrados a caminar durante días sin algún tipo de descanso ya que gracias a todo lo que tenían que cargar ella realmente no pudo subirlos a los camellos, sin embargo sus saluki se mantuvieron caminando fielmente junto a su camello sin mostrar ningún signo de molestia. Una gran diferencia de Jonathan, quien no parecía ser capaz de parar sus quejas.

-Nada como los camellos-se quejaba el mayor de los Carnahan-Llenos de pulgas, apestan, escupen y muerden. Repugnantes.

-Yo creo que son adorables-comentó Evelyn.

-Y yo creo que son horribles-contradijo su hermano.

-Y yo creo que si Jonathan no deja de quejarse, lo derribaré de su camello subiré allí a mis saluki y lo haré caminar el resto del viaje, quizás así aprenda a apreciar a los camellos-comentó Marlen de manera casual y reflexiva, haciendo que Jonathan se callara y que Rick y Evelyn se rieran. Ella se unió a la risa cuando el alcaide empezó a cantar una canción en árabe, muy alto y muy desafinado.