La noche cayó pero decidió no detenerse, así que mientras los Carnahan y el alcaide dormían, Rick, Marlen y sus saluki se mantuvieron vigilantes.

-Puedes dormir si quieres, tomare la primera guardia-ofreció Marlen haciendo que Rick la mirara.

-¿Qué?- preguntó un poco estupefacto.

-Que tomare la primera guardia, asi que si quieres dormir-repitio, el la miro durante un largo segundo-¿Que?

-Solo los médicos y los militares suelen entender lo que eso significa, me refiero a lo de tomar la primera guardia ¿En qué grupo entra usted?- preguntó Rick, ella sonrió negando con la cabeza.

-En ninguno, pero unos amigos míos, Will y Marc pertenecen al ejército de los Estados Unidos, Will es un médico militar y Marc es teniente, ambos sirvieron en Rusia durante la guerra y se retiraron del servicio activo luego de que finalizó, después de un par de años las cosas solo se te pegan-admitió. Rick negó con la cabeza.

-Antes mencionaste algo sobre tu barco siendo atacado por piratas franceses, y conoces soldados del ejército estadounidense, y sin embargo les das órdenes a tus perros en alemán-dijo como si intentara juntar piezas de un rompecabezas. Ella sonrió.

-Soy historiadora, mitografa y arqueóloga, he travelado a todas partes del mundo en los últimos cinco años de mi vida, durante una de mis primeras expediciones durante la cual curiosamente conocí a Will y Marc estaba en un barco que se dirigia desde Edimburgo hacia Oslo , a mitad de dicho viaje el barco fue abordado por piratas franceses en medio de la noche. En ese entonces Apolo y Artemis tenían apenas siete meses, conseguí escabullirme de la atención de los piratas junto con Will y Marc antes de que nos atraparan, en ese momento limitado dos opciones, saltar por la borda o morir a manos de los franceses, fue una elección sencilla, claro que no me pareció una idea tan buena cuando entre en contacto con las frías aguas del mar del Norte, solo tenía mis prendas de dormir, lo que no ayudó en absoluto,

-Eso debe ser difícil-comentó Rick.

-No es lo peor que me ha pasado-dijo ella con un encogimiento de hombros-Como sea, cuando desperté otra vez estaba en una cama calida y estrecha con Apolo y Artemis durmiendo sobre mi. Resultó que habíamos sido rescatados por una nave de pesca noruega, uno de sus tripulantes era alemán, Dieter-dijo ella con una sonrisa-Él es un hombre severo, pero no es malo, me ayudó a entrenar a Apolo y Artemis, y me enseñó cómo manejar algunas armas, también un poco de movimientos de defensa personal básicos.

-Supongo que eso lo explica-comentó Rick-¿Que hay del tatuaje?

-¿Cuál?- preguntó ella tranquilamente, lo que lo sorprendió un poco, dado que la pregunta implicaba que ella tenía más de uno.

-Bueno ¿Cuantos tienes?- preguntó con curiosidad, ella se encogió de hombros.

-Unos cuantos-admitió sin comprometerse.

-Hay uno en tu hombro cierto ¿Qué es?- preguntó.

-Es la lanza del jefe- respondió, él le encaró una cej y suspiró-Es maorí, hace un par de años viajamos a la polinesia, estábamos allí en lo que pensamos era un viaje tranquilo para aprender un poco más de la cultura, bueno Will y yo lo pensamos, Marc esperaba que con mi suerte acabaríamos encontrando problemas de todas formas.

-Y se toparon con un montón de chicos malos que intentaron matarlos.

-Sí-admitió-Había un rumor de que un barco mercante chino había naufragado en una de esas islas, lo cual resultó ser cierto, el barco sin embargo estaba en un lugar al que era difícil acceder, solo los lugareseños sabían cómo llegar pero se negaban a decir nada ya que pensaban que el barco estaba maldito. Pero el rumor más popular era que el barco contenía tesoros enviados por Shenzong en persona, él fue uno de los emperadores más ricos de la historia china, este rumor por supuesto atrajo la atención de muchas personas.

-Malas personas.

-Malas personas-concedió ella-Un grupo de contrabandistas y mercenarios chinos llegó a la isla e intentó que los lugareños les dijeran cómo llegar, ellos se negaron porque pensaron que si el lugar del donde el barco se encontró era perturbado una maldición caeria sobre la Isla. Esto no detuvo a los chinos. Cómo sea, no podía solo dejar que atormentaran a la aldea y los mataran a todos.

-Entonces…¿Hiciste qué exactamente?

-Marc, Will y yo averiguamos la forma de llegar al barco y le dijimos a los chinos cómo llegar.

-¿Por qué algo me dice que no fue tan simple como eso?

-Por que le dimos la manera de llegar luego de explorar nosotros mismos el barco y llenarlo de explosivos, la mitad de la tripulación se fue con un lindo espectáculo de fuegos artificiales y nosotros junto con los guerreros del lugar nos encargamos de la otra mitad y nos quedamos con su barco- defendimos ella-Uno de los guerreros junto a los que pelee me hizo el tatuaje antes de que nos fuéramos-finalizó con un bostezo. Rick negó con la cabeza ¿Que tanto había echado a la mujer en cinco años? Él miró más adelante y notó al grupo de hombres a lo lejos y los reconoció como los que lo habían estado observando tres años atrás cuando salía de Hamunaptra.

-¿Quiénes son?- preguntó Marlen sacándolo de sus pensamientos, ella también estaba mirando al grupo.

-No lo sé-admitió.

-¿Y no sabes si son amigos o enemigos?- preguntó, él negó con la cabeza y ella medio suspiró, medio bostezo antes de parpadear-Despiertame para el próximo turno ¿Quieres?-pidió ella con los párpados pesados. Ella estaba claramente cansada, pero se negó a dormirse antes de que él estuviera de acuerdo.

-Claro-mintió.

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Marlen despertó cuando el cielo ya estaba aclarando, ella necesita unos segundos para ubicarse en tiempo y espacio antes de darle una adormilada y enojada mirada al hombre junto a ella, Rick no la había despertado. Lo que la molestó ligeramente pero de todas formas agradeció, él la había dejado dormir y ella realmente lo había necesitado. Poco después de que todos despertaran se encontraron nuevamente con el hombre que había estado presumiendo la noche anterior y el grupo de americanos. Marlen tuvo que reprimir la risa cuando vio a uno de los hombres montado en un burro.

-Buen día amigo mío-saludo Benny con un tono de falsa alegría. Rick no se molestó en devolver el saludo. Ellos se detuvieron mirando hacia el este.

-¿Qué demonios hacemos?- preguntó Daniels con molestia.

-Paciencia mi buen baratham, paciencia-calmo Benny.

-Recuerda nuestra apuesta O'connell, el primero que llegue a la ciudad gana quinientos en efectivo-dijo Henderson antes de dirigir su atención a Benny-Cien de esos son tuyos si nos ayudas a ganar la apuesta

-Oh, será un placer- respondió Benny antes de mirar a Rick-Oye O'connell, lindo camello.

-¿Y qué opinas de mis perros?- preguntó Marlen-Son lindos ¿verdad? A ellos les gusta cazar alimañas-comentó a dar una sonrisa algo sádica, y cómo si fuera una especie de señal, Apolo y Artemis gruñeron amenazadoramente enseñando sus dientes afilados. Rick se rió y Evelyn sonrió complacida cuando Benny lució incluso más pálido de lo que ya era.

-Preparate-le susurro Rick, ella lo miro.

-¿Para qué?

-Van a mostrarnos el camino-declaro, ella encaró una ceja pero miró al frente. El sol empezó a salir y pronto Marlen entendió a lo que él se refería. Hamunaptra estaba escondida en medio de un cerro rocoso, lo que la ocultaba perfectamente a la vista, pero con el sol saliendo y la luz chocando con el cerro el camino a la ciudad se hizo claro.

-Oye, eso es grandioso-comentó Henderson.

-Increíble-estuvo de acuerdo Daniels.

-Hamunaptra-dijo Burns con una especie de asombro y reverencia tiñendo su tono.

Entonces, como si resultara uno, todos impulsaron a sus monturas a avanzar. Rick y Benny estaban a la cabeza, habiendo sido los primeros en reaccionar, con Marlen y Evie siguiendolos de cerca. Marlen vio cómo Benny empezó a golpear a Rick con la fusta antes de que él se cansara y lo arrojara de su camello.

-Eso te ganaste-dijo Evelyn al hombre, Marlen no dijo nada, en cambio se limitó a dar un silbido agudo, lo que hizo que Apolo y Artemis se separaran en perfecta coordinación y corrieran para perseguir a Benny, quien empezó a correr de los veloces perros, Marlen sonrió por sus travesuras.

Marlen quiso reírse por la forma en que Evelyn simplemente supero a todos ellos con su extraña y gentil forma de instar a su camello. Jonh soltó un grito de alegría y victoria cuando vio a su hermana ingresar en la ciudad.

-¡Eso es Evie! ¡Adelante!-alentó, su amiga los había hecho ganar la apuesta.

Luego de que los americanos pagarán de mala gana no tardaron en separarse y montar sus campamentos, los americanos se quedaron cerca de la entrada mientras que Evelyn y ella decidirán que harían el campamento más adentro de la ciudad luego de encontrar una grieta por la que podrían bajar sin problemas, ella se encargó de darles comida y agua a sus saluki antes de ayudar a Evelyn a limpiar los antiguos espejos. Marlen se rió un poco cuando Rick, que se encontró atando una cuerda a un enorme pilar, intentó por todos los medios golpear al alcanzar con el extremo de la misma.

-Es la estatua de Anubis-decía Evelyn con emoción-Sus piernas se encuentran bajo la superficie, de acuerdo con la escuela de Bembridge, aquí es donde se encuentra el compartimento secreto del libro de Amun-Ra.

-Cuando lo encuentre, van a tener que dejar de ser unos imbéciles y aceptar que eres brillante-alentó Marlen con una sonrisa a su amiga-Cuando eso pase, haz un favor a las mujeres del mundo y no acepta hasta que los gusanos machistas se esten arrastrando por el suelo-dijo, incluso con su lenguaje, Evelyn no pudo evitar sonreir ante la plena confianza que tenía su amiga en que haría uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del momento.

-Gracias Mari-dijo honestamente, la rubia le guiño un ojo antes de mirar a Jonathan, quien parecía tener problemas con el espejo en el que trabajaba.

-¿Por qué no vas y ayudas a Jonh? Yo me encargo de este-dijo con una sonrisa, Evelyn se volteó y miró a su hermano.

-Jonathan, se supone que debes reflejar el sol-instruyó caminando hacía donde él se encontraba. Ella continuó limpiando el espejo sin escuchar cuando Rick se acercó.

-¿Y para qué son esos viejos espejos?- preguntó, ella lo miró y le dio una sonrisa.

-Espejos antiguos-corrigió amablemente devolviendo su atención a su tarea-Es un viejo truco egipcio, y no permitas que Evelyn te escuche llamarlos "viejos espejos" o acabarás atrapado en una lección de historia de dos horas, si tienes suerte-dijo ella con un tono divertido.

-Oh, si, claro-acepto él sonando nervioso-Oye, esto es para ti-dijo haciendo que lo mirara, él le estaba tendiendo lo que parecía ser un paquete de tela abrochado con una correa-Es algo que tomé del equipaje de los norteamericanos-dijo retrocediendo un paso ante su mirada curiosa-Crei que te gustaría, y que lo necesitarias cuando...bueno, ya sabes-dijo él haciendo un gesto como si estuviera martillando algo antes de girarse-¿Que estas mirando?-le espetó al alcanzar que observaba el intercambio, el hombre levantó las manos en señal de inocencia.

Ella lo miró irse antes de abrir el paquete con curiosidad, resultó ser que el paquete era un kit de herramientas para la excavación. Marlen sonrió antes de mirar a Rick quien se estaba preparando para bajar por la grieta.

-Oye, mira si hay bichos, odio los bichos-dijo el alcaide, con lo sucio que era, Marlen pensó que la ironía en realidad era divertida. Ella se dirigió a donde había dejado su bandolera y saco otro de los artículos que siempre llevaba consigo.

Era un arnes que el profesor Lewis le había regalado, el hombre, al igual que ella, tenía un perro, Fenrir, al que llevaba consigo a todas partes, él también era un explorador y entendía que a veces había lugares a los que los perros no podria llegar por su cuenta. De ahí el arnés. Ella aseguro bien a Apolo y Artemis antes de engancharlos al cinturón en su cadera y bajar con ellos. Cuando Rick la vio bajar su ceño se frunció ligeramente.

-No hijo...ya sabes ¿Pesados?- preguntó, ella se rio.

-Nha, escalar una montaña en un ángulo de ochenta y cinco grados, con estos dos, más siete kilos de equipo es pesado, esto es un paseo por el parque-dijo ella mientras desenganchaba a sus saluki, que habiendo hecho esta práctica montones de veces antes se separaron olfateando y escuchando en busca de alguna amenaza. Ellos regresaron poco después y se sentaron frente a ella esperando una recompensa. Marlen sonrió y les dio un bocadillo antes de rascar sus cabezas con aprecio.

-¿Te das cuenta de que estamos en un recinto en el que nadie había entrado en más de tres mil años?-preguntó Evelyn con emoción, Marlen sonrió.

-Increíble ¿verdad?-le dijo a su amiga, su mente fue vagamente a su primera expedición en Roma, haber entrado en un lugar antiguo que nadie vivo había pisado en mucho tiempo, sabiendo que el lugar guardaba historia y conocimientos esperando a ser revelados . El sentimiento había sido embriagador.

-Agh ¿Qué demonios es ese maldito hedor?- preguntó Jonathan, ella se giró a mirarlo y luego sus ojos se movieron ligeramente al alcance, que se encontró bajando por la soga antes de devolver la mirada a su amigo, él giró su cabeza y olfateó ligeramente antes de arrugar la cara con asco-Oh.

Ella se rió antes de mirar a la menor de los Carnahan.

-Evie ¿Cómo funcionaban los antiguos espejos? ¿Me lo recordarías?-pidió amablemente, Evelyn la miró y sonrió ante lo que Marlen obviamente estaba haciendo, ella se acercó a uno de los espejos antiguos y le quitó las telarañas.

-Y se hizo la luz-dijo ella mientras giraba el espejo haciendo que la luz del sol rebotara en el espejo. Esto hizo que la luz rebotara en otros espejos y luego la habitación estaba iluminada completamente.

-Oh, buen truco-dijo Rick impresionado.

-Oh Dios, Mari, es un Sat-nejer-se dio cuenta Evelyn con emoción.

-¿Un qué?- preguntó Rick confundido.

-Un salón de preparación-explico Marlen.

-¿Preparación para qué?- preguntó aún más confundido, ella sonrió.

-Para la otra vida-dijo en un tono oscuro, Rick en respuesta sacó su revolución haciendo que soltara una pequeña risa.

-Momia, mi querido hijo, aquí es donde hacia las momias-aclaro Jonathan apiadandose del hombre.

Rick y Marlen fueron por delante del grupo, Apolo y Artemis por delante de ellos, él sosteniendo una antorcha en una mano y su revólver en la otra, ella con sus dos pistolas, Evie detrás de ellos, luego Jonathan y finalmente el alcanzaide cerrando el grupo. Ellos caminaron por pasillos oscuros, estrechos y algo tenebrosos durante un par de minutos antes de que se escuchara un extraño y silbante sonido, cómo una multitud de cosas caminando pequeñas con sus alas chasqueando mientras pasaban justo por encima de ellos.

-¿Que demonios fue eso?- preguntó Jonathan mirando para todos lados y hacia arriba igual que los demás. Los únicos tranquilos del grupo eran Marlen y sus saluki, que simplemente continuaron caminando hacia delante.

-Creo que son…-Rick hizo una pausa dramática antes de terminar-...bichos.

Marlen le dio una mirada divertida, ella no pudo culpar al hombre, si hubiera estado en su lugar, ella también habria hecho lo posible para fastidiar la vida del hombre que casi la había hecho ahorcar.

-¿Dijo bichos?- preguntó Evelyn sonando sorprendida y asqueada, Marlen rodó los ojos, estaban en una ciudad tan vieja como Egipto que no había sido explorada a fondo en más de tres mil años ¿Que esperaban exactamente?

-¿Cómo que bichos? ¿Que bichos?- preguntó el alcaide claramente nervioso.

-Si tuviera que adivinar, de los grandes. Grandes, asquerosos y numerosos bichos arrastrándose por las paredes a nuestro alrededor-comentó con la seriedad como para poner aún más nervioso al alcance pero con una burla velada que le hizo saber a sus acompañantes que estaba bromeando. Un poco, no siendo mucho honestos.

Rick le dio una sonrisa divertida y ella le dio un guiño al hombre.

Luego de recorrer otro tramo de pasillos, finalmente llegaron a la cámara donde estaban las piernas de la estatua.

-Las piernas de Anubis, el compartimento secreto debe estar en algún lugar por aquí-dijo Evelyn, Marlen sonrió antes de notar que Apolo y Artemis parecían tensos, precavidos.

-Rick, quiero que le des a Evelyn la antorcha y que te prepares-dijo suavemente, apenas más que un murmullo. Él la miró confuso.

-¿Qué?- preguntó justo cuando un sonido como un murmullo tenebroso resonó en el lugar.

-Hazlo ahora-dijo, está vez él simplemente le pasó la antorcha a Evelyn-Apolo, Artemis natch hinten-ordenó a sus perros, que se retiraron pero se pusieron en una posición defensiva justo detrás del grupo. Rick tomó su otro revólver y se apoyó junto a Marlen contra la estatua con Evelyn detrás de ella.

Rick la miró y ella asintió, entonces todos ellos, a excepción de Evelyn que no creía en las armas o la violencia se quedó atrás mientras Rick, Jonathan, Marlen y el alcaide se pusieron unos junto a otros con sus armas apuntadas al frente. Fue algo molesto aunque predecible cuando se encontró con el grupo de americanos y sus excavadoras apuntandolos de la misma forma.

-Ah, realmente nos asustaste O'Connell-dijo Henderson bajando sus armas lentamente al ver que le estaba apuntando a Marlen.

-Oh, disculpa-dijo Rick con falsedad mientras ellos también bajaban sus armas.

-Oye, esa es mi herramienta-dijo Burns mirando a Evelyn, quien sostenía el paquete que Rick le había dado.

-No, no lo creo-dijo Rick volviendo a levantar sus armas, una apuntando a Burns cuando se adelantó un paso, lo que hizo que todos volvieran a sus posiciones anteriores.

-Tranquilo-dijo Burns retrocediendo-Tal vez estoy equivocado.

-¿Tu crees?-se burló Marlen, bajando sus armas pero no su guardia, Apolo y Artemis se colaron a ambos lados de ella y gruñeron enseñando sus dientes haciendo que Burns tragara saliva.

-Bien, feliz día caballeros, tenemos mucho trabajo por delante-dijo Evelyn educadamente cómo siempre, demostrar quitar intentando un poco de tensión a la situación.

-¡Fuera!-espeto el egiptólogo que acompañaba a los americanos-Este es nuestro sitio-terminó mirando a Marlen con una especie de burla y desdén, una mujer que vestía pantalones y usaba armas nada menos. Evelyn entrecerró los ojos con enojo cuando notó su mirada.

-Nosotros llegamos primero-declaró con un hierro en la voz que solo usaba cuando se defendía o alguien que le importaba. Entonces todos volvieron a sus posiciones anteriores.

-Esta es nuestra estatua, amigo-dijo Daniels.

-No veo tu nombre escrito ahí, amigo- respondió Rick. Benny les dio una sonrisa burlona.

-Si bueno, ustedes solo son cuatro y nosotros somos quince, no se ve bien para ustedes ¿O si O'connell?- preguntó la pequeña comadreja, Marlen movió su brazo, apuntando una de sus armas directamente a su cara.

-Las he tenido peores-dijeron Marlen y Rick al unísono, lo que francamente fue un poco sorprendente.

-Sí, yo igual-dijo Jonathan, ella giró su cabeza para mirarlo con una ceja encarada antes de devolver su mirada a Benny.

-¿Sabes? dispararte en la pierna, soltarte al desierto y dejar que mis saluki te rastreen, no se veria bien para ti ¿O si?- Podría preguntar con una sonrisa enfermizamente dulce. Benny tragó saliva pero no bajó su arma, tal vez estar en el bando más numeroso le dio una falsa sensación de seguridad como para quedarse.

-Escuchen, por todos los cielos-dijo Evelyn caminando entre los dos bandos haciendo que bajaran las armas-Si vamos a jugar juntos, tenemos que aprender a compartir-dijo con un aire maternal, ella miró a Marlen, quien encaró una ceja, Evelyn bajo sus ojos al suelo y luego los devolvió a los de su amiga, Marlen entrecerró los ojos apenas y su amiga asintió imperceptiblemente. Finalmente Marlen suspiró y bajó sus armas.

-Bien entonces-acepto antes de poner su mano en el brazo de Rick-Vamos, hay otro lugar donde excavar-anuncio en un susurro, él bajó sus armas casi a regañadientes antes de asentir.