Gundam Wing y los adorables pilotos no son míos. (Ya quisiera yo tenerlos a todos) Le pertenecen a sus dueños. Yo solo estoy escribiendo un fanfic.


2. Goodnight Duo

Habían pasado varios días desde su encuentro. Andaban para todos lados juntos, recorrían la ciudad buscando algo que comer y huyendo de la gente mala, que era así como Duo llamaba a los adultos. Eran días felices, aunque Duo hablaba demasiado y Heero no estaba acostumbrado a ello, no se sentía del todo mal, hasta lograba que sonriera.

Cuando empezaba a caer la noche regresaban a su lugar secreto en la parte más alta del edificio abandonado donde habían hecho su hogar, llevando lo que habían conseguido en el día. No era gran cosa, algún tipo de pan o frutas, nada especial. Por lo menos llenaban las pancitas y luego dormían placidamente.Era así cada noche, bajo la luna, hasta que una noche que ya estaban durmiendo…

"Duooo yo sé que estás ahí…. Baja ahora mismo… baaaja ya no me hagas subirsh por tii." la voz áspera y aguardientosa de un ebrio los despertó.

"No te asustes Heero…" Duo estaba pálido y al parecer sin saber bien lo que debía hacer. ." No es nada… no hagas ruido ¿si?"

Heero asintió en silencio.

"¡Te he dicho que bajesh ahooora mismo o iré por ti a sacarte de los peloos mocosoo ven acá" abajo los gritos eran insistentes.

"¿Si no hacemos ruido se ira?" Susurró Heero entonces, pero Duo no le contestó, estaba demasiado ensimismado en sus pensamientos. No podía ocultar que estaba preocupado.

"No se va a ir…. Heero ya vuelvo." dijo finalmente sonriendole." Si me demoro un poco… no te preocupes… si puedo te traigo algo."

Y se levantó del suelo donde estaban sentaditos. Heero lo vio alejarse rumbo a la escalera. Pudo notar que estaba asustado. Cuando desapareció de su vista pudo escuchar sus voces.

"¡Hasta que por fin! Vente que tengo asuntos contigo que quiero arreglar contigo…je eje je." estaba ebrio y olía horrible. Cuando lo tuvo a su alcance lo rodeó con su brazo ancho el cuello."Vente para acá que tenemos cosas que hacer jejejeje."

Esa noche Duo no volvió. Heero se cansó de esperar sin resultados. ¿Acaso de nuevo iba a quedarse solo? Heero No podía dejar de sentir miedo y preocupación a al vez. Lo peor es que p0asó la mitad del día y no había rastro de él.

De repente era lo mejor ir a buscarlo, de repente estaba en problemas. No, tenía que quedarse más tiempo solo. De repente Duo estaba en problemas, de repente podía ayudarlo. Finalmente se decidió a bajar las escaleras que lo llevaban a tierra firme. Lo hizo con cuidado para no caerse porque las escaleras parecían hechas con naipes superpuestos uno sobre el otro de lo endebles que eran. Las bajó despacito para luego internarse en las entrañas del edificio oscuro. Parecía el estómago de un monstruo. Caminó largo rato en la oscuridad y cuando oyó ruido se ocultó entra las sombras. Otro indigente como ellos pasó entre la oscuridad, tan densa que no le dejaba distinguir si era hombre o mujer.

Esperó entonces que se fuera para proseguir con su camino. ¿Pero dónde buscar? De pronto estaba tan perdido de nuevo… por fin cuando estaba por salir del enorme edificio en ruinas, una manada de gente se acercaba así que regresó a su escondite inicial. Se sentó a esperar que se fueran en vano. No se iban a ir, al parecer ese lugar resultó de su agrado y se quedaron.

"Heeroo…me asusté… vine y no te encontré. ¿A dónde fuiste? Mira lo que tengo acá. Ven vamos a comer me muero de hambre. Siéntate. ¿Dónde estabas ah?" Duo le hablaba de lo más natural a pesar de que estaba más sucio que de costumbre y tenía un ojo morado y el labio hinchado.

"Iba a ir a buscarte." le respondió acercándose a tocarle la cara.

Lo miraba fijamente.

"Ah ¿esto? No es nada ya pasará." sonrió Duo sin mirarlo." ya no me duele, bueno un poquito pero ya pasará.

"¿Dónde estuviste?" preguntó Heero mirándolo fijamente."

"¿Ah? Con el tipo que viste anoche. ¿Te acuerdas de él? El borrachoso ese…" soltó una risita triste." me dio algunas cositas para que podamos comer. Mira lo que traje Heero seguro te gustará."

" Que bueno que hayas vuelto." Heero susurró

Duo sonrió.

"Yo siempre voy a estar contigo Heero."

Heero sonrió entonces.

XXXxxxXXX

Pasó una semana y Duo se ha estado yendo en las noches y vuelve al día siguiente. Pero vuelve muy cansado y muy lastimado. Está enfermo porque ya no quiere comer y le duele mucho la cabeza. Yo no sé qué hacer para aliviarlo, no quiero que esté así. Encima de todo hemos tenido que dejar nuestro escondite porque ya no es seguro. Ahora necesitamos otro lugar donde quedarnos, no puedo permitir que Duo se ponga peor. No tenemos a donde ir y hace mucho frío. Con tal que no empiece a llover. El cielo se esta nublando y seguro va a haber lluvia. Seguimos caminando y Duo me dice que no puede más, que quiere descansar un poco.

"Resiste un poco más Duo. Mira que no podemos quedarnos acá en la calle." Heero lo sostenía para que no se fuera al suelo. Duo estaba muy débil.

"Sólo quiero detenerme un rato Heero… la verdad que ya no puedo más. De verdad… quiero echarme acá me duele mucho la cabeza…"

"Te voy a llevar a un sitio seguro ¿si? Y ahí buscaremos ayuda, alguien que nos ayude, tiene que haber alguien ¿si?"

"Heero... Déjame echarme por fa...vor…"

Heero lo llevó jalando, como podía, a un sitio más o menos oculto entre unos botes de basura donde se ocultaron ambos.

"Necesitas que te vea un médico." Heero estaba asustado, no quería perder a Duo.

No obtuvo respuesta alguna…al parecer se había dormido. Sabía que tenía que ir a buscar ayuda pero no podía dejarlo solo en medio de la nada. Para colmo empezó a llover, gotas heladas cayeron sobre ambos. No podían seguir así, no iba a dejar que Duo se muera. No iba a dejarlo ahí, así que haciendo un gran esfuerzo lo levantó como pudo y arrastró por la calle. Luego de caminar largo rato en las calles desiertas estaba listo para rendirse. Se detuvo en un parque y lo echó en una banca. Si se iba a morir lo harían juntos.

"Duo." susurró." nos vamos a quedar juntos ¿no? No me vas a dejar ¿no?

No obtenía respuestas por parte de su compañero, quien estaba helado y empapado.

"No puedo dejar que te mueras, estas muy lastimado… esos hombres que te han hecho daño… yo… Duo…" Heero no podía contener las lagrimas." Duo…. Yo tengo que ir por ayuda, alguien…"

Pero quien querría tener que ver con dos chiquillos de la calle. En eso estaba cuando el sonido de una sirena de policía le alertó que era momento de tomar a Duo y correr a esconderse. A duras penas pudo cargar a Duo y jalarlo rumbo a la parte más oscura del parque. Lo volvió a acostar en una de las bancas. La lluvia no cesaba y el frió era tanto que lo sentía en los huesos. No podía hacer nada por ayudar a Duo, nada de nada. Ya no podía hacer nada por ambos, ya había perdido toda la esperanza.

"Buenas noches Duo." susurró acostándose sobre su cuerpo helado.

Continuará...
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