Aquí va otro caítulo. Ojala les guste. No se olviden de ponerme un comentario.
Ningún personaje me pertenece, sólo estoy haciendo un fanfic.


3. At least I'm not alone

Heero despertó sintiéndose mal, congelado hasta los huesos. Un hombre alto lo había apartado del cuerpo de Duo y ahora lo tenía en sus brazos.

"Ya estas despierto. Tu hermanita sigue durmiendo." el adulto lo tenía en sus brazos y ya se lo estaba llevando

"Deja a Duo en paz." Heero se armó de valor y estaba dispuesto a pelearse con el tipo."

" Así que se llama Duo ¿no? Que nombre tan curioso, pero igual me servirá." se dio media vuelta y empezó a andar.

"Deja a Duo en paz." Heero se prendió de su pierna.

El tipo no hizo más que apartarlo y siguió caminando. A pesar de las protestas de Heero no se detuvo hasta que llegaron a un callejón oscuro y una vez dentro atravesaron una puerta de metal.

De una de las habitaciones de adentro salió otro adulto vistiendo una bata colorida.

"¿Qué traes ahora?" dijo y luego bostezó ampliamente,

"Algo que me encontré en la calle Sam. Mira estamos de suerte, justo lo que necesitamos." Al decir esto colocó a Duo sobre una mesa de madera.

"Una niña mugrosa. Justo lo que quería… ¡bah!" Sam hizo una mueca de descontento.

"Ja ja ja, sí pues, encima viene con algo más." Se dio la vuelta y señaló a Heero.

"Ah que bien, oferta dos por uno. Pero esta mocosa esta enferma, se va a morir mejor llévatela y déjala en la calle."

"Naa, tiene algo de fiebre pero nada más. Aparte servirá ¿No crees?"

"No lo sé. Si logras que no se muera para mañana lo sabremos."

Heero estaba inmóvil escuchando lo que decían. No, Duo no se iba a morir, no lo iba a permitir nunca.

"¿Y tú?" El tal Sam se le acercó y se puso a su nivel." Humm parece sano, servirá también" miraba a Heero como si se tratara de mercadería. Le puso una mano en el rostro y empezó a examinarlo.

"Parece que esta sano… si"

"Sí claro, que servirá." Mientras hablaba le iba sacando las prendas húmedas al chiquito acostado en la mesa." Mira nada más Sam…. No es una niña es un niño."

"¿Ah? Bueno ni modo ¿No? Ya que está acá. ¿No?" Sam seguía con su labor de inspeccionar a Heero quien estaba paralizado del miedo." Está algo sucio pero una buena limpieza y ya esta."

"Primero hay que darles comida. Están flaquísimos."

"Hoy te toca cocinar a ti Moe." Sam tomó a Heero de una mano y lo llevó con él hacia una de las habitaciones de adentro.

Heero estaba demasiado aterrado para resistirse y se dejó conducir hasta el cuarto de baño. Una vez dentro y medio desnudo Sam lo arrojó a la ducha y abrió la llave del agua. Heero gritó cuando el agua helada cayó sobre su espalda.

"Toma el jabón y refriégate bien mugroso. Lávate bien el pelo. Cuando acabes vengo por ti." Sam sacó una toalla de una gaveta y la puso enfrente de él.

Heero esperó que se fuera para llorar a solas. ¿Ahora que iba a pasar con ellos?

Afuera y sobre la mesa, Duo despertaba por fin. Le dolía la cabeza y el cuerpo tanto… Abrió los ojos despacio y vio un techo desconocido.

¿Dónde estoy? Pensó tratando de recordar los últimos acontecimientos. Por lo general si no despertaba mirando al cielo, despertaba bajo el techo de algún desconocido que yacía a su lado durmiendo. ¿Dónde fui a parar? Pensaba sin atreverse a abrir los ojos completamente. Esto no parece ser un hostal… donde…

"Hasta que al fin." Una voz totalmente desconocida resonó en algún lado de donde estaba ahora. "Levántate que vas a comer algo."

Al oír esa voz Duo saltó como impulsado por un resorte y se dio cuenta que estaba tendido sobre una mesa, totalmente desnudo y con completos extraños mirándolo. Perplejo los miraba buscando con sus ojos enormes alguna escapatoria.

"Ni lo intentes." señaló Moe con naturalidad." ahora come y luego te darás un baño." y le sujetó las manos con fuerza.

"Onichan." le dijo." Déjame ir por favor." lo miraba suplicante.

Una risa divertida provino de Sam y Moe hizo lo mismo un momento después.

" Olvídalo." añadió Moe." Ahora come y cállate la boca. Ahora estas con nosotros y si sabes lo que te conviene vas a hacer todo lo que se te ordena."

Duo sabía lo que le convenía y el quedarse con ese par de desconocidos no tenía nada que ver con su conveniencia. Estaba asustado y preocupado. ¿Dónde estaba Heero¿Qué habían hecho con él? Estaba por preguntar cuando Moe le puso un plato de arroz con verduras en frente.

"¿Qué esperas, una invitación? Empieza a comer o haré que te lo tragues." Moe estaba perdiendo la paciencia. Duo obedeció en silencio y comió un par de bocados.

"Ya debe estar listo el otro. Voy por él." diciendo esto Sam fue por Heero

Duo estaba confundido. ¿Que había pasado, por qué estaban ahí? El quienes eran esos tipos no importaba mucho después de todo, era obvio que no tenían buenas intenciones. Duo no podía seguir comiendo más a pesar de que Moe lo miraba atentamente. Tenía hambre, sí, pero se sentía incapaz de probar un bocado extra. Heero apareció por la puerta traído por Sam y se sentó al lado de Duo. Se miraron ambos y Duo sonrió, por lo menos estaban juntos y estaban bien. Sam le plantó un plato de comida a Heero enseguida y los obligaron a comer.

De un día para otro su suerte cambió. Ninguno de los dos se lo esperaba pero así fue. Por lo menos estaban juntos, pensaban, por lo menos no estamos solos. Perdieron en un momento su libertad y pasaron a manos de esos dos desconocidos. Pero tuvieron mucha suerte porque esa misma tarde los llevaron a un lugar oscuro y tenebroso. Ahí dentro un hombre misterioso pagó mucho dinero por ellos. Por lo menos no estamos solos, pensaron cuando se los entregaron como si fueran paquetes a su nuevo dueño.

Continuará...