Capítulo 3.

Tsubasa miraba a la chica que estaba parada frente a él y que vestía de una manera un tanto extraña.

Mucho gusto, señorita Nieminen.- dijo Tsubasa.- Soy Tsubasa Ozhora.

Eso ya lo sé.- respondió la joven muy seria.- Kazuki me pidió que me pusiera en contacto con usted.

En ese momento Genzo apareció detrás de Tsubasa.

Hola, Sam.- saludó el portero, tranquilamente.- Gusto en verte por aquí.

Hola, Genzo.- respondió la chica, con una leve sonrisa.- No se te quita la costumbre de llamarme Sam...

Ya me conoces... .- sonrió Genzo.

¿La conoces?.- inquirió Tsubasa, sorprendido.

Sí.- Genzo respondió.- Eso te iba a decir cuando sonó el timbre.

¿Y por qué no me lo dijiste antes?.- reclamó Tsubasa.

Porque no sabía que buscabas una buena banda para tu boda... .- Genzo se encogió de hombros.

¿Me voy a quedar todo el tiempo aquí afuera?.- interrumpió Samael.

No.- Tsubasa se avergonzó.- Pasa, por favor.

Tsubasa hizo las correspondientes presentaciones entre Taro y Samael. Misaki se declaró fan de Shadows of Soul y Genzo se burló diciéndole a Samael que le diera un autógrafo. La chica miró a Genzo con cierto enojo.

Bueno, señor Ozhora.- habló Samael con demasiada formalidad.- Nunca hemos tocado en una boda, pero creo que mi grupo tiene un amplio repertorio que bien podría quedar en un momento así...

No es necesario que me llame "señor Ozhora".- pidió Tsubasa.- Solo dígame Tsubasa... Y pues en verdad que le agradezco que haya aceptado el tocar en mi boda...

Normalmente no hacemos este tipo de favores, pero por esta ocasión haremos una excepción.- contestó Samael.

Claro, si Sorimachi te lo pide serías capaz de cantar a dueto con Britney Spears... .- musitó Genzo.

Te la estás ganando.- amenazó Samael.

Era broma, Sam, no te enojes...

Y dale...

A pesar de las constantes interrupciones que Genzo hacía para molestar a Samael, ella y Tsubasa llegaron a un buen acuerdo. Shadows of Soul tocaría en la boda de Tsubasa por un precio bastante accesible… A cambio, por supuesto, de que Genzo dejara de molestar a Samael.

Lo mantendremos tranquilo y ocupado.- se ofreció Taro.- No se preocupe por eso.

¿Y cómo piensas hacer eso?.- preguntó Genzo.

Ya te conseguiremos alguna estríper...

No me digan que de verdad piensan hacerme esa despedida de soltero porque... .- Tsubasa se detuvo al ver la cara de "what?" que puso Samael.

Hecho.- aceptó Genzo.- Consíganme una estríper y dejo de molestar a Sam...

Uhm.- suspiró Tsubasa.

Samael se despidió al poco rato, después de firmar el contrato con Tsubasa y aclarar todos los puntos del acuerdo.

¿Quieres que te salude a Sorimachi?.- se burló Genzo.

Algún día te las voy a regresar todas.- replicó Samael, algo enojada.- Algún día una chica te traerá loco y entonces me vengaré.

¿O sea que Sorimachi sí te trae loca?.- Genzo atrapó la oportunidad al vuelo.

Samael lo miró con cara de "hello con tu hello" y se marchó. En cuanto ella se fue, Tsubasa miró a Genzo con enojo.

¿Te importaría el dejar de sabotear mi boda?.- gruñó.

Uh...

Tsubasa respiró, aliviado. Había salido del problema, pero no sabía que Sanae estaba pasando por uno peor...

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Los días pasaron. Faltaba menos de dos semanas para la boda y Sanae aun no conseguía el vestido... Ella estaba a punto de volverse loca y cancelar todo, claro que si no hacía esto último era porque su sueño desde muy niña había sido el casarse con Tsubasa...

¿Qué voy a hacer?.- gritó Sanae, desesperada, paseándose como león enjaulado en su habitación.

Tranquilizarte.- replicó Kumi.- No ganas nada con volverte loca.

¡Faltan menos de dos semanas para que me case y no tengo vestido!.- gritó Sanae.

Pequeño detalle.- replicó Kumi.

¿Cómo que pequeño detalle? ¿Qué esperas que me case vestida con pantalones de mezclilla o qué?

Podrías usar una falda larga...

¡Kumi!.- gritó Yukari

Ya, lo siento.- se disculpó la chica.- Pero de todas maneras Sanae no gana nada con desesperarse...

Aunque Kumi tenía razón, Sanae no podía tranquilizarse. ¿De dónde rayos sacaría un vestido adecuado en tan poco tiempo?

Quizás me tenga que resignar y comprar el primer vestido que vea.- suspiró Sanae, desanimada, dejándose caer en la cama.

Eso no.- la animó Yukari.- Aun hay tiempo, hay que tener fe... Mira, hoy habrá un desfile de vestidos de gala en Akihabara, podremos ir y quizás te guste alguno que sea de color blanco y que puedas usar como vestido de novia. Muchas mujeres han hecho eso.

Tienes razón.- suspiró Sanae.- No debo desesperarme... ¿A qué hora es el desfile?

En dos horas.- respondió Yukari.

A ver si encuentro un lindo vestido para tu boda, Sanae.- comentó Kumi.

Las otras dos la miraron con cara de "hello con tu hello".

Le desfile de vestidos de gala en Akihabara era un evento que se realizaba año con año, en donde los mejores diseñadores de Tokio mostraban sus mejores creaciones. Ese año en particular habría una nueva "atracción": las estudiantes de diseño de modas de la Universidad de Tokio mostrarían sus diseños. Había miles de vestidos, todos hermosos, pero no había ninguno adecuado que se pudiera usar para una boda... Los que estaban confeccionados en color blanco eran extremadamente provocativos y habrían hecho avergonzarse hasta a la propia Cristina Aguilera.

Estoy a punto de rendirme.- bufó Sanae.- Creo que me casaré en pantalones de mezclilla.

Ya, no te desesperes.- pidió Yukari, por milésima vez.- Ya encontraremos algo...

Yo creo que no... En un segundo vuelvo, quiero algo de beber.- Sanae se levantó en busca de una soda.

La chica caminó, con la cabeza agachada; estaba bastante desanimada porque no encontraba un vestido de novia adecuado. ¿Sería eso un indicio de que no debía casarse con Tsubasa?

"¡No pienses eso!", gritó una voz en el cerebro de Sanae, enérgica. "¡Tsubasa es el amor de tu vida! ¡No debes pensar que no debes casarte con él solo porque no encuentras un estúpido vestido!". "Pero Tsubasa se ve algo asustado", replicó otra voz. "¿Y si eso es señal de que ya se está arrepintiendo?".

Sanae se peleaba consigo misma cuando pasó un papel volando frente a ella, impulsado por el viento. Sanae, por acto reflejo, saltó y lo agarró. Sanae se sorprendió muchísimo. El papel tenía dibujado en boceto un hermoso vestido de novia, el más hermoso que ella había visto, más hermoso inclusive que el que había intentado comprar primero... Era el vestido perfecto. Sanae casi grita. ¿De quién era ese papel? ¿Quién había dibujado ese vestido? En ese momento, una chica de rasgos latinos, con cabello negro que lucía rayitos rojos llegó corriendo hacia ella, muy agitada.

Disculpa.- dijo la chica, respirando agitadamente.- Ese papel es mío.

¿Tú dibujaste este vestido?.- inquirió Sanae, sorprendida.

Sí, es mío.- asintió la chica.

¿Eres diseñadora de modas?

Algo así. Apenas estoy estudiando.- respondió la chica.- Algunos de los vestidos que aparecen en el desfile los diseñé yo.

¿En verdad? ¿Cuáles?.- quiso saber Sanae.

No sé si habrás visto uno color vino que tenía el escote hasta el ombligo y donde la abertura de atrás llegaba hasta donde la espalda pierde su casto nombre... .- rió la chica.

¡Ah!.- Sanae recordó el vestido. Le había parecido algo atrevido, pero bellísimo.- Ese vestido me encantó.

Espero que no lo digas por compromiso.- rió la chica.

Claro que no.- rió Sanae.- En verdad me gustó. ¿También diseñas vestidos de novia?

Algunos.- asintió la joven.- Pero como este desfile solo es para trajes de gala, pues no pude meter éste.- la muchacha señaló la hoja de papel.- Y por cierto, me llamo Carolina Ledesma, mucho gusto. Soy de México, vengo como estudiante de intercambio a la Universidad de Tokio.

Sanae Nakazawa.- sonrió Sanae.- Bienvenida. Mira, sé que te parecerá raro, pero necesito pedirte un enorme favor...

¿Qué cosa?

Es sobre tu vestido de novia, el que dibujaste... .- explicó Sanae.- Verás, me gustaría saber si tú...

Sanae le explicó a Caro lo que necesitaba. La mexicana se sorprendió mucho por la petición de la japonesa, pero conforme Sanae iba hablando, a Caro le iba pareciendo una estupenda idea lo que ella le pedía...

Y pues, como verás.- concluyó Sanae.- Necesito un vestido de novia y el tuyo me encantó.

¡Me encantará ser tu diseñadora!.- exclamó Caro, emocionada.- En la Universidad tenemos costureras que hacen nuestros diseños. ¡Podría decir que eres mi modelo y pedirles que hagan el vestido a tu talla! Únicamente tendrías que ir a las pruebas...

¿Pero alcanzará a estar listo antes de quince días?.- inquirió Sanae, preocupada.

¡Claro! Somos bastante rápidas.- Caro le guiñó un ojo.- Tú déjanos todo a nosotras.

Saane estaba emocionada. ¡No podía creer su golpe de suerte, al fin había encontrado su vestido ideal!

¿Y te imaginas?.- añadió Caro.- ¡Qué gran publicidad! ¡Mi vestido de novia será usado por la prometida del capitán de la Selección Juvenil de Japón!

Sanae sonrió.

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Ryo y Urabe ya tenían todo listo para la despedida de soltero de Tsubasa. La reunión de se llevaría a cabo en uno de los bares de uno de los hoteles más famosos de la ciudad. Ninguno de los dos quiso confirmar, pero parecía ser que habría dos estrípers en la despedida... Casi todos los amigos de Tsubasa habían confirmado su presencia, incluso Hyuga y Ken, pero Genzo y Taro aun dudaban.

No sean aguados.- les dijo Urabe.- Será fantástico y no se lo pueden perder. Además, si no van serán los únicos compadres de Tsubasa que no estarán presentes...

Y el padrino no puede faltar.- rió Ishizaki.- Así que tienen que ir.

No me apetece mucho.- suspiró Genzo.- Pero iré.

No te hagas, que bien que te mueres por ver a las estrípers...

Ni que estuvieran tan buenas...

Yo también iré, aunque solo sea para verlos hacer el ridículo.- dijo Taro.

Urabe les dio a Taro y a Genzo la hora y la dirección del bar. El día de la despedida, a Genzo se le hizo tarde por estar entrenando (qué raro ¬¬). Taro estaba más que arrepentido de haberse ofrecido a llevar a Genzo en su automóvil...

Vamos a llegar extremadamente tarde.- gruñó Taro.- Nos perderemos lo bueno...

Lo bueno va a empezar a partir de que Ishizaki se ponga ebrio.- replicó Genzo.

Genzo y Taro al fin llegaron al sitio señalado y se sorprendieron de no encontrar a nadie. El bar estaba ocupado por unos cuantos hombres de negocios y nada más, ni rastro de sus amigos.

¿Nos habremos equivocado de lugar?.- preguntó Taro.

No, éste es el sitio que indicó Urabe.- respondió Genzo.- Esperemos un rato y si no llega nadie hablamos al celular de Tsubasa, quizás se les hizo tarde, ya los conoces...

Genzo y Taro se sentaron y ordenaron bebidas, y se pusieron a charlar sobre el hecho de que Tsubasa estaba a punto de casarse. De pronto, entraron al bar dos chicas muy atractivas. Todos los hombres clavaron sus miradas en ellas, incluyendo Genzo y Taro.

¿Serán ellas las estrípers?.- preguntó Genzo, boquiabierto.

Uh, quizás.- dudó Taro.

Yo creo que sí lo son.- insistió Genzo.- ¿Por qué otro motivo entrarían dos chicas a un bar de hombres solteros?

Buen punto.

Mira que si me consigues a una estríper como ella, me cae que dejo en paz a Samael.- comentó Genzo, fascinado.

Las dos chicas se sentaron en una mesa cercana a ellos y ordenaron bebidas. Una de ellas tenía su largo cabello castaño oscuro recogido en una cola de caballo, los ojos negros y profundos, maquillados de una manera que la hacían tener un aspecto felino y usaba una minifalda negra y una blusa escotada y sin mangas, del mismo color; completaba el atuendo con una botas negras altas. La otra chica tenía los ojos café verdoso y cabello café oscuro que le llegaba por debajo de los hombros. Su maquillaje también la hacía verse un tanto provocativa. Llevaba puestos unos pantalones súper ajustados a la cadera y un top de color verde agua.

Estas chicas se tardan demasiado.- gruñó la chica de cabello recogido en una cola de caballo.

Ya las conoces, Lily.- respondió la chica de ojos café verdoso.- No te desesperes... Y si te tomas tan rápido la bebida, te pondrás ebria mucho antes de que les des la oportunidad a Bere y Caro de llegar...

A eso vine.- replicó la primera joven.- A divertirme.

¿Y a bailar las cumbias con Chucky?.- rió la segunda joven.

Cállate, Alisse.

Lily se terminó su bebida y se levantó a la barra por otra.

¿Quieres otra cosa.- le preguntó a su amiga.

No.- negó Alisse.- Gracias. Aun no me termino el cooler tinto que estoy tomando...

Lily acababa de irse cuando llegó un joven de cabellos claros, mirada soñadora y sonrisa dulce a la mesa de Alisse.

¿Me puedo sentar?.- preguntó Taro.

Eh... .- Alisse estuvo a punto de decir que no, que estaba ocupado el asiento, pero algo en la sonrisa del joven la hicieron desistir de su negativa.- Sí, adelante.

Es un tanto extraño que me presente así... .- murmuró Taro.- Pero no sé cómo dirigirme a alguien como tú...

¿Alguien como yo?

Sí, o sea, es que es la primera vez que veo a una chica como tú.- Taro se puso algo rojo.- Sabía que eran lindas pero no creí que fueran tan bellas...

Alisse soltó la carcajada. La timidez de Taro resultaba conmovedora... Mientras tanto, Lily esperaba en la barra a ser atendida. Ella sentía que al menos diez hombres la miraban fijamente, pero ella los ignoraba campantemente... Hasta que llegó él...

¿Puedo invitarte una copa?.- preguntó Genzo, en esos momentos.

¿Perdón?.- Lily volteó a ver quién le hablaba.

La chica vio a un hombre bastante atractivo que la miraba con admiración.

Permíteme invitarte un trago.- insistió Genzo, con voz seductora.- Lo necesitarás para lo que estás a punto de hacer.

¿Perdón?.- Lily no entendió.

Debo reconocer que mis amigos tienen buen gusto.- continuó Genzo.- Eres bellísima...

Gracias.- Lily se sintió muy perturbada.

Mientras tanto, en otro bar ubicado a poca distancia de ése, un grupo de jóvenes japoneses festejaban y la pasaban en grande.

¿En dónde rayos se habrán metido Wakabayashi y Misaki?.- inquirió Ishizaki.

Nadie supo darle una respuesta.

Notas:

Continuando con el desfile de personalidades invitadas, Carolina Ledesma es un personaje creado por Kro. (Y por cierto, mil gracias, Krito, me salvaste la vida, jeje).

Alisse Farfán es un personaje creado por Alisse.

Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.

Shadows of Soul es una banda que yo creé para Samael en mi fic: "Mirada de Ángel, Voz de Esperanza (La Vida es una Canción)".

Lo de bailar las cumbias con Chucky es algo que Alisse, Susuke y Sylvia entienden, jejeje.