Capítulo 4.
Alisse charlaba alegremente con Misaki. él estaba algo cohibido, ya que el muy menso pensaba que ella era una estríper. (Bueno, no lo culpen, el primer idioata que pensó eso fue Genzo ¬¬).
"Vaya que es muy linda", pensó Taro. "Y muy agradable e inteligente... ¡Qué raro que sea una bailarina exótica, ¿por qué habrá decidido dedicarse a esto?".
¿Y de dónde vienes?.- quiso saber Taro.- No eres japonesa.
No, no lo soy.- sonrió Alisse.- Soy chilena. Vengo de intercambio a la Universidad de Hamburgo a estudiar Licenciatura en Historia.
¿Ah, también estudias?.- se sorprendió Misaki.
Claro.- Alisse no entendió el por qué de la sorpresa de Taro.
Mientras tanto, Lily seguía resistiendo los acosos de Genzo, aunque cada vez le estaba costando más trabajo. Wakabayashi estaba siendo de lo más insistente, y lo que más le molestaba a Lily era que él estaba siendo extremadamente descarado.
Me gustan las chicas como tú, atrevidas y sensuales.- decía Genzo.- De verdad, de haber sabido que había mujeres como tú que se dedican a esto, desde hace mucho que habría ido a una despedida de soltero...
Perdona, no sé de qué me hablas.- replicó Lily, muy seria.
Vamos, no tienes por qué avergonzarte.- Genzo sonrió de una manera muy seductora.- Yo no te juzgo por eso... Es más, me parece algo digno de admirar.
(¿Ser una estríper será algo digno de admirar?)
No sé, realmente, de qué rayos me está usted hablando.- Lily ya había recibido su bebida, pero Genzo no la dejaba pasar.
Bueno, si no quieres hablar de eso, está bien.- aceptó Genzo.- Dime mejor a qué te dedicas en tu tiempo libre.
A ignorar a tipos como tú.- replicó Lily, mordazmente.
Me gusta tu estilo.- sonrió Genzo.- Eres directa y agresiva. Me gustas.
Bueno, pues usted no.- Lily ya estaba harta.- ¿Me dejaría pasar, por favor?
No hasta que no me digas de dónde vienes.- quiso saber Genzo.- Eres latina.
Sí, lo soy.- asintió Lily.- Mexicana, pero eso no te interesa.
Lily empujó a Genzo e hizo el intento de marcharse, pero Genzo la tomó por la cintura y la aprisionó contra la pared. Lily dejó caer su bebida.
¡Suélteme!.- gritó ella.
¡Oh, vamos, no seas tan esquiva!.- una de las manos de Genzo resbaló por la cintura de Lily hasta por debajo de donde la espalda pierde su casto nombre.
¡PAF! Lily se soltó tremenda bofetada a Genzo que él se quedó viendo estrellitas.
¡Eres un idiota!.- gritó Lily.- ¿Quién te crees que eres para manosearme de esa manera!
¡Se supone que a las estrípers les pagan por eso!.- gritó Genzo, indignado.
¡PAF! Nuevo golpe para Genzo. Lily casi le escupió las palabras.
¡NO SOY UNA ESTRÍPER, RETRASADO MENTAL!.- gritó ella.- ¡GRANDÍSIMO IDIOTA!
Genzo estaba sorprendido y muy avergonzado... Se dio cuenta de que había metido la pata, y feo. Lily salió echa una furia del bar, mascullando palabras en español, sin darle la oportunidad de Genzo de ofrecer una disculpa.
Mientras tanto, Alisse y Taro seguían charlando, ninguno de los dos se había dado cuenta de lo que sucedió entre Lily y Genzo. Taro se moría de ganas de preguntarle a la chilena el por qué se dedicaba a bailar en fiestas de hombres, pero no se animaba.
Eres realmente muy simpático.- confesó Alisse.- Pero bastante tímido, si me permites decirlo. ¿Qué estás haciendo en un lugar como éste?
Bueno.- Taro sonrió, había visto una rendija por la cual colarse.- Lo mismo que tú.
¿Lo mismo que yo?.- inquirió Alisse.- ¿Vienes a pasar un rato con tus amigos?
Sí, y a verte bailar.- añadió Taro.
¿Verme bailar?.- Alisse puso cara de "what?".
Sí. ¿O qué es lo que hacen ustedes, exactamente?.- preguntó Taro.
¿Cómo que qué hacemos exactamente?.- Alisse seguía sin comprender.- ¿Quiénes?
Pues ustedes, las estrípers.- Taro se encogió de hombros.
Alisse se puso muy pálida al escuchar esta respuesta, pero después su rostro comenzó a tomar un tinte rojizo. La chica tomó el vaso que contenía el cooler tinto que estaba tomando y se lo arrojó al Misaki en la camisa, al tiempo que se levantaba de su asiento de un salto.
¡IDIOTA!.- gritó Alisse.- ¡ERES UNO DE LOS PEORES HOMBRES QUE HE CONOCIDO EN MI VIDA!
Demasiado tarde se dio cuenta Taro que había metido la pata con todo y calcetín. Intentó disculparse con la chilena, pero ésta ya había salido cual huracán del bar. Genzo se acercó a él, con cara de perro regañado.
Veo que te pasó lo mismo que a mí.- bufó él.
Ellas no eran estrípers.- Taro miró a su amigo con enojo.
¿Tú crees?.- Genzo habló con sarcasmo.
Taro lo miró con cara de "hello con tu hello".
Tú fuiste el idiota que dijo que esas dos chicas eran estrípers.- recriminó.
Bueno, un error cualquiera lo tiene.- suspiró Genzo.- Ella era hermosa, la verdad... Y mexicana. ¡Ja! De verdad que son ardientes las latinas...
Sí, pero lo arruinaste todo.- Taro seguía enojado.
Oye, nadie te obligó a creerme.- replicó Genzo.
En ese momento, el celular de Genzo sonó y ello contestó. Intercambió dos o tres palabras con el interlocutor y después colgó.
Era Izawa.- informó Genzo.- Pregunta por nosotros. Estamos en el bar equivocado, la despedida es en el salón de al lado.
Fabuloso.- protestó Taro.- No solo nos equivocamos de sitio sino que también metimos la pata con las dos chicas más lindas que hemos visto en nuestras vidas.
Ya qué.- suspiró Genzo.
Ambos jóvenes recogieron sus abrigos y se dirigieron al sitio indicado. Ryo y Urabe los recibieron, riéndose a carcajadas al ver el rostro enrojecido de Genzo y la camisa mojada de Taro.
¿Qué les pasó?.- rió Ryo, como mono.- ¿Se les atravesó un tornado?
Dos huracanes.- respondió Genzo.- Aunque nosotros tenemos la culpa...
Corrección: tú tuviste la culpa.- replicó Taro.
¡Ja! Yo no fui quien le preguntó a tu chica si era una estríper.- contradijo Genzo.
Pero me hiciste creerlo...
No te obligué.
¿Chicas?.- Urabe no entendía.- ¿Estrípers? ¡Vaya! Parece que ustedes se nos adelantaron y comenzaron a parrandear desde antes!
Cállate, Urabe.- dijeron Genzo y Taro, al unísono.
Las cerveza comenzaron a circular y al poco rato la parranda se prendió. Tsubasa tenía cara de ahorcado que es conducido al patíbulo, pero después de unas cuantas chelas bien frías se le borró esa expresión del rostro.
¡Por nuestro amigo, que se nos casa!.- exclamó Ryo, levantando su cerveza.- ¡Para que la vida de casado no lo cambie!
¡Y para que Sanae no lo vuelva mandilón!.- añadió Urabe.- ¡Salud!
¡Salud!.- dijeron los demás.
Genzo y Taro bebían mucho menos que los demás, ya que ninguno de los dos era bebedor extremo. Además, al poco rato Tsubasa cayó preso de los efectos del acohol y se quedó profundamente dormido en uno de los sillones y ellos tuvieron que cuidar que alguna loca fan no se lo secuestrara para violarlo.
Mira, lo bueno es que la fiesta es en su honor.- se burló Genzo.
Él no quería esta fiesta, en primer lugar.- señaló Taro.
Cierto.
Al poco rato, ya casi todos estaban muy ebrios. Tres chicas, que sí eran estrípers, hicieron entonces acto de presencia, pero Genzo y Taro no se mostraban muy interesados. Ambos pensaban en las dos chicas que habían conocido horas atrás en el bar y ambos se arrepentían el haber sido tan idiotas, no tanto por haberlas ofendido sino más bien porque ninguno de los dos tuvo cabeza para no dejarlas ir...
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Cuando Alisse salió furiosa del bar, encontró a Lily afuera, pataleando y refunfuñando en español.
¡Maldito, desgraciado, idiota, pervertido!.- gritaba Lily.- ¡Grosero, maleducado!
¿Qué te pasa?.- preguntó Alisse, de malas pulgas.
¡Pues que me encontré a un idiota en la barra que me manoseó porque creyó que soy una estríper!.- gritó Lily, indignadísima.- ¿Puedes creer eso?
¡Ah! ¿También te pasó eso a ti?.- se sorprendió Alisse.
¿Cómo? ¿Tú también?
Sí.- suspiró Alisse, enojada.- Yo también me encontré a un idiota que pensó que soy una estríper...
Idiotas que son los hombres aquí en Japón.- bufó Lily.
Bastante.- coincidió Alisse.- Lo que más me da coraje es que el chico no era tan desagradable en verdad...
¡Pues este otro sí era un completo patán!.- gritó Lily, aunque en el fondo ella pensaba que Genzo era en realidad muy apuesto.
En ese momento, llegaron otras dos chicas latinas, una de cabello negro con un mechón de pelo rojo y ojos negros y otra de cabello negro y rizado y ojos color miel.
¡Hola, chicas!.- saludó Carolina Ledesma.- Perdonen la tardanza, no podía sacar a la señorita Tecnología de su computadora...
Ya te lo dije.- protestó la otra chica, llamad Berenice Mendoza.- Estaba terminando mi nuevo programa...
¡Qué bueno que llegaron tarde!.- exclamó Lily.
¿Por qué?.- preguntó Bere.
Se salvaron de dos idiotas.- contestó Alisse.
¿Cuáles idiotas?.- quiso saber Caro.
Unos que tuvimos la desgracia de conocer.- bufó Lily.- Y ya, que no quiero hablar de eso...
¿Qué hacemos entonces?.- preguntó Caro.- ¿Queda cancelada esta noche?
De ninguna manera.- negó Lily.- Compremos unas tres botellas de tequila y nos emborrachamos en el departamento.
¿Para que te pongas a bailar las cumbias con mi muñeco Chucky?.- rió Caro.
¿O prefieres bailar con abanicos al estilo de los chicos de Locomía?.- rió Bere.
Cállense las dos.- Lily miró a sus amigas con enojo.
No te enojes, Del Valle.- rió Alisse.- Tus amigas ya te conocen...
Ya, que tú tampoco te portas muy bien cuando tomas... .- replicó Lily.
Las cuatro chicas comenzaron a caminar, sin saber que muy cerca de ellas se encontraba el destino, esperando el momento adecuado para actuar.
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Sanae acudió a la cita que Caro le programó en la Universidad de Tokio, con algo de temor, pero la mexicana, fiel a su palabra, cumplió y pronto las costureras comenzaron a confeccionar el vestido perfecto para Sanae. Ella se consideraba muy afortunada, ya que no solo había encontrado lo que tanto había buscado, sino que también se había ganado una nueva amiga.
Tu vestido estará listo dentro de poco.- le anunció Caro a Sanae.
Mi boda es en cinco días.- Sanae seguía preocupada.
Lo tendremos listo en dos días.- replicó Caro, con una sonrisa.- No te preocupes.
Pues bien, a pesar de todos los tropiezos, los preparativos para la boda de Tsubasa y Sanae estaban por concluir. Solo faltaban mínimos detalles, pero eran cosas sin importancia. Sanae checaba en una lista lo que le faltaba y lo que ya tenía.
Solo hay que ir a recoger el ramo de flores naturales el día de la boda.- le dijo Sanae a su madre.
Y yo soy la encargada de ir por él.- sonrió Akane Nakazawa.- No te preocupes, hija.
Gracias, mamá.- Sanae sonrió también.
Por cierto, Yukari y Kumi llevan esperándote en la sala un buen rato.- dijo la señora Akane.
¡Ah! ¿Por qué no me lo dijiste?.- exclamó Sanae.
Porque estabas demasiado ocupada hablándome sobre lo hermoso que está quedando tu vestido de novia.- rió la señora Nakazawa.- Y no te quise interrumpir...
Sanae salió a la sala. Ahí, Yujari y Kumi cuchicheaban de manera muy sospechosa.
No creo que sea una buena idea.- dijo Yukari.- ¿Y si Tsubasa se entera?
No creo que se moleste.- replicó Kumi.- Además, muy seguramente él también tuvo estrípers en su despedida de soltero, así que lo justo sería que Sanae también los tenga...
¿Qué hacen?.- preguntó Sanae.
Nada.- Yukari y Kumi inmediatamente pusieron cara de inocencia.
¿Seguras? Se ven de lo más sospechosas... .- replicó Sanae.
La boda te está poniendo paranoica.- sonrió Yukari, con dulzura.
Si ustedes lo dicen... .- Sanae prefirió no insistir.
Por cierto, ¿ya estás lista para tu despedida de soltera?.- preguntó Kumi, con inocencia.
No me digan que de verdad piensan hacerme una... .- Sanae miró a sus amigas con cara de "hello con tu hello".
Vamos, será divertido.- animó Yukari.- Tienes que divertirte un poco antes de que comiences tu vida de casada.
Sanae suspiró y prefirió no seguir discutiendo. Al final, ella sabía que sus amigas terminarían por convencerla.
Notas:
Continuando con las personalidades invitadas, Berenice Mendoza es un personaje creado por Sanae82.
Jeje, bueno, esta vez dejé descansar un poquitín a Tsubasa y a Sanae, después de todo meteré a varios personajes y tengo que dedicarles algo de tiempo a cada uno.
Bueno, hay que ser justos. Si Tsubasa tuvo despedida, Sanae también la tendrá.
"Chela" es como le llamamos a la cerveza en México.
