Capítulo 6.
Barcelona, España.
Varios años después.
Sanae Ozhora caminaba por el mercado de Barcelona, comprando lo que le hacía falta para poder preparar la cena especial que había planeado para Tsubasa. A esas alturas, después de llevar tanto tiempo viviendo en España, la gente ya la conocía (y la reconocía) como la esposa del famoso jugador japonés Tsubasa Ozhora. Incluso, el español de Sanae había mejorado muchísimo y ya podía hablar en ese idioma sin que los demás tuvieran que pedirle que repitiera lo que había dicho.
Después de que Tsubasa y Sanae se casaron, ambos viajaron a Europa para decidir en qué equipo jugaría Tsubasa. Visitaron a Wakabayashi en Alemania y se dieron una pequeña vuelta a Italia, en donde Hyuga tenía poco de haber empezado a jugar con la Juventus. Tsubasa visitó muchos lugares, pero al final, decidió quedarse a jugar en el equipo del Barcelona. Al principio, las cosas no fueron fácil para Tsubasa, ya que el entrenador Van Saal decidió enviarlo a jugar en el equipo satélite del Barcelona por un tiempo, ya que la posición que Tsubasa se empeñaba en ocupar en el equipo titular, es decir, el medio campo, ya estaba ocupada por Rivaul...
Tsubasa se esforzó mucho y cumplió con todas las exigencias que le impuso el entrenador Van Saal y al final el japonés pudo regresar al equipo principal. Con el tiempo, Rivaul dejó el Barcelona y Tsubasa pudo ocupar su puesto.
Pues bien, después de muchos contratiempos y altibajos, Tsubasa estaba ya en el quipo de sus sueños. Sanae siempre apoyó a su esposo, en las buenas y en las malas, y nunca se separó de su lado. El matrimonio de ambos marchó a las maravillas, aun cuando hubo gente que intentó interponerse, como Kanda, aquel antiguo pretendiente que tuvo Sanae en la secundaria, o Lucía, una brasileña que Tsubasa conoció cuando jugaba en el Sao Paulo... Pero como Sanae y Tsubasa se amaban, estos tropezones fueron cosas sin importancia y ambos estaban muy felices de haberse casado.
Y ahora, Sanae tenía una noticia increíble que darle a Tsubasa... Una noticia que llevaría a su matrimonio mucho más amor del que ya tenían...
Todo había comenzado una mañana en la que Sanae despertó con muchísimas náuseas. Ya le había pasado eso los tres días anteriores, pero nunca como esa vez. Además, a Sanae le daba asco la comida y de vez en cuando se mareaba. Yukari Nishimoto, quien había ido a España de vacaciones, le recomendó que se hiciera una prueba de embarazo.
¿Bromeas?.- Sanae se sorprendió con la propuesta.
No, no bromeo.- Yukari estaba seria.- ¿No es imposible que estés embarazada, o sí? A menos que Tsubasa sea... Bueno, ya sabes cómo...
No, no lo es.- Sanae se puso muy colorada.- Vaya que no...
Entonces hazte una prueba.- aconsejó Yukari.- O ve con un doctor. ¿No has tenido retraso?
Pues la verdad es que sí, pero no le había prestado mucha atención... .- contestó Sanae.
Pues bien, Sanae había seguido el consejo de Yukari y se había comprado un estuche de prueba casera de embarazo. Y al final, el resultado había sorprendido a Sanae, aun cuando en el fondo ella misma se lo sospechaba...
¡Es increíble!.- gritó Sanae, emocionada, al saber el resultado.- ¡Qué maravilla!
¡Felicidades!.- Yukari abrazó a su amiga.
Ambas chicas gritaron y bailaron por algunos momentos.
¿Cuándo se lo vas a decir a Tsubasa?.- quiso saber Yukari.
No lo sé, no lo sé.- Sanae estaba tan emocionada que no podía ni pensar bien.- Primero tengo que digerir la noticia...
Lo sé.- rió Yukari.- Y no estaría mal que también fueses al médico.
Uhm, no es mala idea.- admitió Sanae.- Quiero estar bien segura...
¿Quieres que te acompañe?
Me gustaría.
Así que Sanae y Yukari se dirigieron al Hospital General de Barcelona para que Sanae se hiciera un chequeo general. La muchacha de la recepción citó a Sanae con una ginecóloga nueva que según se decía era muy hábil.
Espero que sea mujer.- comentó Sanae, algo avergonzada, mientras ella y Yukari esperaban a que la ginecóloga las asistiera.- No me gustaría que fuese un hombre...
Pasen, por favor.- sonrió la enfermera.- La ginecóloga las atenderá en un minuto.
Sanae y Yukari pasaron al consultorio y se sentaron en las sillas destinadas a los pacientes. Al poco rato entró una mujer joven que no parecía ser mayor que Sanae, de cabello negro con rayos rubios y ojos negros, vestida con una bata blanca.
Buenas tardes.- sonrió la mujer.- Soy la doctora Débora Cortés y seré su ginecóloga.
Buenas tardes.- respondieron Yukari y Sanae.
Sanae le explicó a la doctora el motivo de su visita. La doctora pareció emocionarse.
Mamá primeriza.- sonrió Débora.- ¡Qué emoción!
Débora le explicó a Sanae todo lo referente al embarazo y le aclaró sus dudas, una por una. Sanae se sintió tan en confianza que decidió el escoger a la doctora Débora Cortés como su ginecóloga.
Bueno, antes que nada te pediré unos estudios de laboratorio, para confirmar tu embarazo y saber cómo andas en general.- anunció feliz, extendiéndole una solicitud a Sanae.- Te daré cita en dos semanas, para ver los resultados.
Muy bien, doctora.- asintió Sanae.
En ese momento tocaron a la puerta y entró otra mujer joven de largo cabello castaño oscuro, vestida también con una bata y a la cual Sanae y Yukari reconocieron.
Buenas tardes, perdón la interrupción.- dijo Lily Del Valle.- Deb, la señora Castillos está en urgencias, parece ser que ya rompió membranas (se le rompió la fuente, pues).
¡Ah! Parece ser que un bebé está por llegar al mundo.- sonrió Deb.- ¿Estás lista, Li?
Más puesta que un calcetín.- sonrió Lily.
¡Hola, Lily!.- saludó Sanae, feliz de ver a la chica que había conocido varios años atrás.
¿Uh?.- Lily se sorprendió un poco.- ¡Sanae! ¡Yukari! ¿Qué hacen aquí?
¿Las conoces?.- inquirió Deb, sorprendida.
Sí.- sonrió Lily.- Hace mucho tiempo, cuando aun estudiábamos en Japón, las conocí.
Gusto en verte, Lily.- sonrió Yukari.
Lo mismo digo.- respondió Lily.- ¿Qué hacen aquí?
Sanae explicó, feliz, el motivo de su consulta. Lily casi aplaude de la emoción (de hecho, sí lo hizo).
¡Qué bien!.- exclamó la mexicana.- ¡Qué maravilla! Hace unos cuantos años te casaste con el hombre de tu vida y ahora estás esperando!
Sí, ¿no es increíble?.- rió Yukari.
¿Y tú que haces aquí?.- preguntó Sanae, curiosa.
Aquí trabajo.- respondió Lily, satisfecha.
¿En verdad? ¿De qué?
Como Neonatóloga.- contestó Lily, riendo.- Me encargo de recibir a los bebés que llegan al mundo.
¡Ah! ¿Entonces tú podrías ser la pediatra que reciba a mi hijo?.- inquirió Sanae, esperanzada.
Será un honor.- Lily hizo una reverencia teatral.
¡Ey!.- exclamó Deb.- ¡No te me adelantes ni intentes quitarme a mis pacientes antes de tiempo! ¡Todavía falta mucho para que el bebé nazca y metas tu cuchara, Del Valle! ¡Sanae Ozhora es mi paciente aun!
Saane, Yukari y Lily soltaron la carcajada. Sanae no podía creer en su buena suerte, ya que había conseguido dos buenas doctoras que se encargarían de atenderlos a ella y a su bebé. Al final de la consulta, Deb se despidió para ir a atender a la señora Castillos.
Te llamaré cuando el bebé vaya a nacer. Li.- le dijo Deb a Lily.
Muy bien.- asintió Lily.
Deb salió del consultorio y las otras tres la siguieron, charlando. Lily le contó a Sanae que en ese tiempo ella había terminado la carrera de Medicina y que se había especializado como Pediatra Neonatóloga y que había ido a dar a España por casualidades.
Así que, como ves.- rió Lily.- Yo atenderé a tu bebé cuando nazca.
Me dará mucho gusto.- dijo Sanae, sinceramente.
La japonesa le contó a Lily todo sobre ella y Tsubasa, aunque la mexicana ya sabía muchos detalles debido a que había seguido la carrera de Tsubasa con mucho interés. Mientras las chicas charlaban, una joven de cabello negro a la altura de los hombros y unos profundos ojos verdes se acercó a ellas.
Buenas tardes.- saludó la mujer.- Lily, ¿sales temprano hoy?
Hola, Paola.- sonrió Lily.- Quién sabe, si el hijo de la señora Castillos nace temprano, sí.
Bueno, para esperarte entonces.- dijo Paola.
Bien. Oye, ellas son Sanae Ozhora y Yukari Nishimoto.- presentó Lily.- Son amigas mías. Chicas, ella es la doctora Paola Wakabayashi, nuestra experta en psiquiatría.
Mucho gusto.- saludó Paola, con una media sonrisa.
Mucho gusto.- sonrieron Sanae y Yukari.
¿Wakabayashi? Ni a Sanae ni a Yukari les pasó desapercibido este apellido. ¿La doctora Paola sería acaso pariente de Genzo Wakabayashi? Sanae miró a la chica con cierta duda, y los ojos verdes de Paola le respondieron con una mirada de advertencia.
"Sí, sí soy quien crees que soy", decía la mirada de Paola. "Pero ni se te ocurra mencionarlo". Sanae y Yukari decidieron guardarse el comentario.
Ya era tarde. Sanae y Yukari se despidieron de las doctoras y se marcharon. Ambas médicas miraron irse a las japonesas.
Pobre mujer.- comentó Paola, refiriéndose a Sanae.- Pronto la tendré de paciente.
¿Por qué dices eso?.- se sorprendió Lily.
¿No es obvio? Su esposo vuelve loco a cualquiera.- replicó Paola, mordaz.
Si serás malvada.- rió Lily.- Ya sé que no tragas a Tsubasa Ozhora ni con agua pero no es tan malo el sujeto. O al menos no se ve tan peor...
No. Peor mi primo, que es un retrasado.- bufó Paola.
Jajaja.- rió Lily, con muchas ganas.- Te has burlado tanto de tu primo que ya me dieron ganas de conocerlo.
Si Lily supiera quién era el primo de Paola, no estaría tan ansiosa por conocerlo...
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Las dos semanas pasaron y los resultados de laboratorio reportaron que Sanae sí estaba embarazada y que aparentemente todo marchaba bien. Sanae se entregó a la algarabía y decidió que esa misma noche le daría las buenas nuevas a Tsubasa. La japonesa decidió preparar una cena muy especial para su esposo, por lo que fue al mercado a comprar lo que le faltaba para esa ocasión tan especial. Sin embargo, Sanae no podría esperar por mucho tiempo... Tendría que decirle a Tsubasa cuanto antes la noticia, ella misma no se explicaba cómo era que se había podido aguantar dos semanas...
Sanase, para calmar sus ansias, tomó sus álbumes de boda y comenzó a revisarlos una vez más. Ahí estaba la foto que se habían tomado todos a la salida de la iglesia. Ishizaki aparecía haciendo sus monadas, Daichi correteaba por ahí, Genzo aparecía muy serio y les sacaba casi medio cuerpo a Yukari y Kumi. Después, seguían las fotos de la recepción. Sanae encontró una que en particular le causaba mucha curiosidad: Samael Nieminen, la líder de Shadows of Soul, el grupo que tocó en su boda, aparecía a un lado de Kazuki Sorimachi. Sanae nunca vio sonreír a la muchacha en la recepción, pero en esa fotografía Samael se veía de lo más feliz... Y también Kazuki. Sanae nunca se explicó cómo era que esa fotografía había llegado a su álbum de bodas, ni siquiera supo quién había tenido la iniciativa de tomar esa fotografía, en primer lugar...
Y lo más extraño de la situación fue que, cuando alguien le preguntó a Kazuki sobre qué tipo de relación llevaba él con la señorita Nieminen, Sorimachi había respondido, muy serio, que eso no era incumbencia de nadie más que de Samael y de él.
"¡Cómo son de raros los hombres!", pensó Sanae.
Y ella ya no pudo seguir soportándolo más... Sanae tomó su bolso y salió a buscar a su esposo. Una vez llegado al lugar, dos muchachos le indicaron el sitio en donde Tsubasa se encontraba jugando.
Tsubasa.- le anunció un asistente al joven.- Tu esposa te busca.
Tsubasa se sorprendió de ver a Sanae ahí.
¿Pasa algo malo?.- preguntó él, preocupado.
No.- sonrió Sanae, feliz.- Todo lo contrario...
¿Qué pasa entonces?.- insistió Tsubasa.
Tengo una noticia que darte...
¿Qué cosa?
Sanae respiró profundo y saboreó el momento. Tsubasa la miró, a la expectativa... El tiempo se detuvo y el instante se hizo eterno cuando Sanae anunció la gran noticia...
Estoy embarazada.- le dijo a Tsubasa.- Vamos a tener un bebé.
Tsubasa se quedó atónito. Pero después, tomó a la mujer de su vida entre sus brazos, la alzó y lanzó un grito de gozo y felicidad...
Notas:
Continúan las apariciones estelares. Esta vez es el turno de Paola Wakabayashi, personaje creado por Tsuki.
Y de Débora Cortés, personaje creado por Lily de Wakabayashi.
La Neonatología es la rama de la Pediatría que se encarga de atender y cuidar a los recién nacidos. Es la rama en la que yo quisiera especializarme algún día.
