Nueve meses.
Capítulo 12.
Sanae suspiró, un tanto más tranquila, cuando al fin se encontró instalada en su habitación privada y resguardada de camarógrafos. El EPFUM se turnaría para que cada una de sus integrantes pasara una noche con Sanae y así Tsubasa pudiese ir a dormir tranquilo y estuviese fresco en los entrenamientos. Las doctoras Cortés y Del Valle le habían informado a Tsubasa (y de hecho, a toda la selección japonesa), la manera de escapar del hospital sin ser vistos. Ambas doctoras llevaron a los interesados a conocer su nueva ruta de escape.
Como habrán notado.- explicó Lily, muerta de risa.- Enfrente de nuestro cuarto de médicos hay una puerta que si ustedes abren encontrarán un pasillo que los conducirá directamente hasta una salida del hospital que casi nadie conoce.
Por supuesto.- Deb también reía.- Ese pasillo es un tanto estrecho y oscuro en algunos sitios, pero es una ruta de escape infalible.
Ni los directivos del hospital notarán que se han fugado por ahí.- señaló Lily.
¿Lo dicen por experiencia propia?.- inquirió Tsubasa, mordaz.
Algo así.- Lily y Deb volvieron a reír.
Paola estaba con la intriga de a quién rayos había ido a visitar Genzo al hospital. La frase que él le dijo de: "Vine a ver a mi futura esposa", había dejado a Paola con una enorme duda. Pensó que su primo estaba volviéndose loco cuando escuchó a Lily y a Deb el escuchar sobre el hombre misterioso que entró al cuarto de médicos cuando la primera estaba dormida.
Te digo, era un hombre muy guapo.- insistía Deb.- No puedo creer que no lo hayas visto...
¿Hablas de un tipo como de 1.83 mts de alto, moreno, cabello negro, ojos oscuros, sonrisa de idiota y gorra blanca en la cabeza?.- preguntó Paola.
¡El mismo!.- exclamó Deb.- Excepto por lo de la sonrisa de idiota... ¿Lo conoces?
Claro.- Paola esbozó una mueca.- Se trata de mi primo.
¿TU PRIMO?.- gritó Lily, enojada.- ¿QUÉ HACÍA ESE IDIOTA EN EL CUARTO DE MÉDICOS MIENTRAS YO ESTABA DORMIDA?
Ah, eso no lo sé.- Paola se encogió de hombros.- Eso tendrás que preguntárselo a él.
¿Era tu primo?.- preguntó Deb, sorprendida.- ¿Ese guapísimo hombre es tu primo?
¡No tiene nada de guapo!.- replicó Lily, aun enojada.- ¡Tiene cara de estúpido, no es guapo! ¡Es mucho más guapo Ryo Ishizaki!
En eso estoy de acuerdo.- Paola se desternilló de risa.
¡No es verdad!.- contradijo Deb.- ¿Lo conoces o por qué hablas así de él, Li?
Ese... Idiota... .- Lily se retorcía las manos.- Es un pervertido, depravado...
Uh, entonces sí te hizo algo en el cuarto de médicos.- sonrió Deb, con picardía. Y nada más fingiste hacerte la dormida...
¡Por supuesto que no!.- gritó Lily, más enojada aun.
Paola seguía riéndose a más no poder, más que nada porque ya sabía a quién se refería Genzo con lo de "su futura esposa".
Pues déjame y te digo, querida Lily, que mi primo está muy interesado en ti.- anunció Paola con el tono que usaría alguien que quiere dar malas noticias.
¿QUEEEEEEEEEE?.- Lily gritó tan fuerte que muchos voltearon a verla.
Lo lamento mucho por ti.- Paola le puso la mano en el hombro a su amiga en actitud de pésame.
Pues yo no entiendo el por qué ven eso como si fuera algo malo.- replicó Deb.- Si a mí me pretendiera un hombre como ése... ¡Guau!
Pues podrá ser guapo.- admitió Lily.- ¡Pero es un depravado!
Mientras tanto, Genzo se ponía al corriente de lo ocurrido con Tsubasa y Sanae.
Una amenaza de aborto.- explicó Matsuyama, delante de un grupo de reporteros que no les prestaba ni el más mínimo caso.- No es tan grave, pero Sanae deberá quedarse hospitalizada.
Ya veo.- asintió Genzo.- Y supongo que para los reporteros esta noticia fue algo imposible de resistir...
Así es.- asintió Matsuyama.
¿Y ustedes vinieron también al show?.- preguntó Genzo, divertido al ver que Ishizaki, Misugi, Taki, Kisugi y Misaki andaban rondando en la sala de espera. Izawa estaba sentado en una silla, charlando animadamente con una chica de cabello negro y rizado.
Digamos que vinimos en plan de distracción.- respondió Hikaru, con un suspiro.- Planeábamos distraer a los reporteros mientras Tsubasa y Sanae pasaban a consulta.
Ya veo.
Acuérdate de que yo venía contigo.- señaló Misaki.- Cosa que, por cierto, ya se te había olvidado.
Pero yo no veo que eso te haya molestado.- replicó Genzo.- Si bien que te vi charlando con una chica con traje de tenista y una férula en la mano...
¡Ah! No charlábamos, solo intercambiábamos algunas palabras.- musitó Taro.- Además, de alguna manera tengo que corregir el hecho de que la confundí con un estríper...
¿No me digas que...?.-Genzo se sorprendió.- ¿Es ella tu chica del bar de Tokio?
La misma.- Taro sonrió.- ¿Qué esperabas? Si tú encontraste a tu chica, yo podía encontrar a la mía.
¿De qué rayos hablan?.- inquirió Matsuyama., sin comprender nada de nada.
No eres el único que se puede enamorar, ¿sabes?.- respondió Genzo, enigmático como siempre.
¡Anda, que ya estás enamorado!.- exclamó Taro.- ¿Tan pronto?
Algo tiene esa chica, no sé qué es.- suspiró Genzo.
En el cuarto de habitación de Sanae, Tsubasa jugueteaba con las llaves de su cuarto, un tanto nervioso. Yayoi acomodaba y volvía a acomodar el ramo de rosas que le habían llevado a Sanae, Yoshiko acomodaba las almohadas de la cama y Yukari y Kumi veían las noticias.
Caramba, pareciera como si tu problema fuese a cambiar el mundo.- comentó Yukari a Sanae, quien simplemente estaba acostada en la cama sin decir nada.
Me preguntó cuándo se cansarán.- bufó Kumi, mirando a la televisión muy enojada.
Entonces pasaron en TV las imágenes en donde Kumi encaraba a los reporteros y gritaban:
¡Aquí no hay nada que ver! ¡Vayan a ver si ya puso la marrana!
Al ver esta escena, todos soltaron una carcajada, todos menos Kumi quien pareció avergonzarse un poco.
Alguien tenía que ponerlos en su lugar.- comentó Kumi, en medio de las risas de todos.
Bueno, pues lo hiciste muy bien.- admitió Yukari.- Ni yo misma hubiese podido hacerlo mejor.
Después de un rato, las integrantes del EPFUM intercambiaron miradas entre sí.
Nosotras nos retiramos ya.- anunció Yoshiko, refiriéndose a ella y a Yayoi.
Yo también me voy.- añadió Kumi.
Las acompañaré a la salida.- ofreció Yukari, quien se quedaría esa noche con Sanae.- En un momento regreso.
Me iré cuando tú vuelvas.- le dijo Tsubasa.
Está bien.
El EPFUM salió de la habitación. Durante un tenso momento, Tsubasa y Sanae no dijeron nada.
¿Cómo te sientes?.- le preguntó Tsubasa a su esposa.
Bien, en realidad.- respondió Sanae, sin mirar a Tsubasa a la cara.
¿Segura?
Sí.- Sanae seguía evitando la mirada de su marido.
Él sabía que a ella le estaba molestando algo. Tsubasa se sentó en la silla que estaba colocada a un lado de la cama de Sanae y encaró a ésta.
¿Qué te ocurre, mi amor?.- murmuró Tsubasa, tomando una de las manos de Sanae.
Es solo que... .- Sanae bajóla voz.- Tenía molestias desde hacía unos cuantos días y pensé que se me pasaría solo... Quizás, si me hubiese atendido antes, habríamos podido evitar esto...
No te culpes.- pidió Tsubasa.- No es tan grave. Aun no hemos perdido al bebé y no lo vamos a perder. Tranquila... Además, si alguien tiene la culpa de todo esto, soy yo...
¿Por qué dices eso?.- Sanae no lo esperaba.
Porque todo este tiempo he deseado que el EPFUM se largue de mi casa.- suspiró Tsubasa.
¿El EPFUM?
Eh... Yoshiko, Yukari, Yayoi y Kumi.- Tsubasa se avergonzó.- Me fastidiaba que ellas estuviesen todo el tiempo en la casa, diciéndome a cada rato que todo lo que hacía le afectaba al bebé... Y ahora veo que tenían razón...
Eso no es cierto.- negó Sanae.- Tú no me causaste esto. Además, yo estoy de acuerdo contigo, las chicas estaban poniéndose algo pesadas...
Sí, pero lo hacían por tu bien...
Bueno, eso sí, pero de todas maneras esto no pasó solo porque tú deseabas que se fueran de la casa y dejaran de actuar tan sobreprotectoramente...
Sí, tienes razón.- sonrió Tsubasa.
Él y Sanae se abrazaron. A ella la asaltó la curiosidad.
¿Qué rayos significa "EPFUM"?.- quiso saber ella.
Tsubasa, por respuesta, soltó una carcajada.
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Ken, Kojiro, Takeshi y Kazuki llegaron a Barcelona ya entrada la noche. "Casualmente" (naaa, en mis fics no hay nada casual) se encontraron en el tren con Samael y Lasse, quienes también se dirigían a Barcelona.
¡Qué casualidad!.- exclamó Kazuki, sentándose en el asiento vacío que estaba a un lado de la chica, al saber del destino que tenían Samael y Lasse.- Nosotros también vamos para allá.
Qué bien.- respondió Samael, con tan su característica sequedad.- ¿Qué vas a hacer allá?
Visitar a unos amigos.- respondió Kazuki.
¿Tsubasa Ozhora y compañía?
¿Cómo supiste?
A estas alturas, la amenaza de aborto por la que pasa su esposa es ya noticia nacional.- respondió Samael.
Cierto. ¿Y tú que vas a hacer en Barcelona?
Lasse emitió un casi imperceptible, sin levantar la vista del libro que estaba leyendo. Samael ni se inmutó.
Iremos de paseo.- respondió ella, simplemente.- Y a saludar a algunas amistades, de paso...
Ya veo.- Kazuki tuvo una sospecha.- ¿No tendrá que ver con...?
Samael, ¿me acompañarás a visitar a mi prima, verdad?.- interrumpió Lasse, en esos momentos, con mucha naturalidad.
Claro.- asintió Samael, como si nada, aunque en el fondo estaba agradecida con la oportuna interrupción de Lasse.
Después de un rato de charla sobre otros temas, Sawada fue a buscar a Sorimachi y éste se despidió de Samael y de Lasse. Cuando los jóvenes japoneses se marcharon, Lasse miró a su amiga de una manera un tanto extraña.
¿Qué pasa?.- preguntó ella, un tanto molesta.
Nada.- Lasse volvió a clavar la mirada en su libro.
Samael ya no insistió. Pero volvió a pensar en alguien en quien no debería de pensar y que en esos momentos se encontraba en Barcelona en compañía de otra chica...
Una vez en Barcelona, Ken, Sawada, Hyuga y Kazuki se dirigieron al hospital, sin importarles que ya fuese bastante tarde. En la salida se toparon con Tsubasa, Misaki, Genzo y varios más, quienes los pusieron al corriente de la situación. En el otro extremo del hospital, por la salida principal, Ishizaki y Kumi hacían escándalo para permitir la fuga tranquila de sus amigos.
Ken se distrajo por un momento. Tres jóvenes salían en esos momentos de la salida secreta del hospital. Las tres llevaban portafolios y batas blancas en las manos y reían y comentaban sus aventuras del día. Dos de ellas eran latinas y bastante atractivas. Ken les sonrió a ambas pero una de ellas, de cabello castaño oscuro y largo y ojos negros lo miró con desdén (ajá, era Lily), mientras que la otra, que lucía rayitos rubios en el pelo negro, le sonrió (ajá, era Deb). La tercera iba algo distraída, buscando algo en su portafolio y chocó sin querer con la espalda de Ken.
Lo lamento.- se disculpó la joven, que no era otra que Paola.
Debería fijarse más en donde camina y menos en lo que trae en su bolsa.- replicó Ken, groseramente.
(No se podía esperar otra cosa de un lavacoches ¬¬)
Ya le pedí perdón.- gruñó Paola.- ¿Qué espera? ¿Qué me arrodille?
¡Vaya actitud!.- bufó Ken.- ¿Y así la aguantan sus amigas?
¿Y con esas fachas lo dejan andar libre por la calle?.- replicó Paola, mordaz.
Lily y Débora regresaron a ver lo que ocurría. Lily traía cara de "si-no-dejas-a-mi-amiga-en-paz-te-pongo-un-enema".
¿Está todo bien?.- preguntó Deb.
¿Quieres que llamemos al guardia?.- preguntó Lily, fulminando a Ken con la mirada.
No será necesario.- contestó Paola, muy digna.- Ya acabé de hablar con este tipo.
Genzo se acercó, al notar la presencia de Lily, y le sonrió a ésta. Lily lo miró con desprecio. Paola le lanzó a Ken una mirada de odio y se marchó con Lily y Deb. Ken miró con disgusto a la germano-japonesa
¡Qué tipa tan más pesada!.- musitó Ken, refiriéndose a Paola.
Cuidado, que hablas de mi prima.- gruñó Genzo.
¿Es tu prima? Eso lo explica todo...
Cerca de una hora más tarde, y después de que al fin se despidió de todos sus amigos, Tsubasa llegó a su departamento. En la contestadora tenía varios mensajes y los escuchó, al tiempo que se servía un vaso con leche. Los dos primeros mensajes eran de sus padres y de los padres de Sanae, preguntando por el bebé. "Cómo vuelan las noticias", pensó Tsubasa. Pero el último mensaje no era nada agradable...
Hola, Tsubasa.- era Isabel, una antigua conocida de él, más explícitamente, la asistente del equipo Sao Paulo, el equipo de Tsubasa en Brasil.- Soy Isa, ¿me recuerdas? Me enteré por las noticias que... Bueno, la verdad es que no sabía que ibas a ser papá hasta que supe que tu esposa fue internada por una amenaza de aborto... Bueno, solo quería decirte que... Cuentas conmigo si necesitas algo... Solo llámame.
Tsubasa borró inmediatamente el mensaje. Le había dejado un muy mal sabor de boca el tener noticias de Isa...
Notas:
Por cierto, nunca aclaré lo que es una férula. Estas cosas están hechas de yeso y tienen la función de inmovilizar una mano, un brazo, una pierna o un pie lesionados.
Gracias a Alisse por la ayuda con el FF…
6
Lily de Wakabayashi.