Un capitulo más. Yeeeehhh! Gracias por sus comentarios. Espero que este capitulo no los decepcione. Ando en mil cosas y medio depre, así que algo puede haber traspasado el papel de mi vida y haberse metido en mi fic.
Sin más preambulos, me despido. Ya se acaba, el fic. Abuu...
15. Don't wake me up tonight
"Si tan sólo tuviéramos una noticia de él. Algo, lo que sea. Qué me digan que murió, que no va a volver… para no esperarlo más, para echarle tierra de una vez."
"No digas eso, Bryan. Por favor... No lo digas ni en broma." Heero no puede estar muerto. Eso lo sé.
"Pues es lo mejor. Es lo mejor, Duo. Saber que no va a volver, convencerte que no vas a volver a verlo. Saber que fue de él… aunque ya no puedas hacer nada por enmendar tus errores."
A Bryan se le arruga el rostro, se le cierran los ojos amargos y contrae los puños. No estaba seguro de traerlo a este lugar cuando él me lo pidió. Quería visitar a Jen antes de morir, me dijo. Aprieta los puños como si reprimiera el deseo tirarse al suelo y abrir la tumba de ella con sus manos para echarse a su lado.
"Cometí muchos errores en mi vida, Duo. Uno de los más grandes está frente a mí ahora. La dejé ir y así es como la encontré…"
Y la voz se le quiebra como un cristal en contacto con el suelo.
"Cuando la encontré pude dejar de esperar que regrese a mi lado. Pude dejar por fin de engañarme pensando que me perdonaría y volvería conmigo. Es mi culpa que ella esté ahí ahora."
"No es tu culpa, no es culpa de nadie… yo…" No es culpa de nadie, así son las cosas, así es el destino.
"Tú no sabes nada. ¡Nada!" gritó y su voz volvió a la vida. Hizo que los pájaros que revoloteaban sobre las tumbas escapen espantados. "No sabes nada, Duo."
"No, Bryan. Tienes razón, no sé nada. Sólo sé que no puedes ir echándole tierra a cada persona que se va de tu lado. Si piensas que Heero no va a volver nunca, entonces así será… si piensas que te vas a morir entonces así va a ser…"
"Eso sería lo mejor que me podría pasar… déjame solo Duo. Quiero estar solo." Y me da la espalda.
No me esperaba esa reacción de Bryan. La verdad que últimamente ya no sé que esperar de él. No sé si esta visita al cementerio le ha hecho bien. Aunque insistió tanto en que lo trajera… no piensa en otra cosa que morirse. Ahora quiere que me aleje. ¿A dónde se supone que vaya? Esto es un cementerio, no un lugar de esparcimiento.
Me da miedo este lugar, me da miedo encontrar un nombre familiar. Tengo miedo de encontrarte aquí Heero. Aunque como dice Bryan, eso haría que deje de buscarte eternamente, lo cual no me sirve de nada después de todo.
Por lo menos Bryan tiene una lápida a la cual llorarle. Yo ni siquiera sé si estás vivo o muerto. De todos modos, donde estés más te vale estar bien. Porque cuando te encuentre, tendremos muchas cosas de que hablar y muchas cosas pendientes…
Tú me vas a contar que hiciste todo este tiempo en el que me pasé buscándote hasta por debajo de las piedras. Sí que te sabes esconder muy bien…
Cuantas lápidas hay aquí. No me gusta este lugar… no me gusta venir aquí, por más que Bryan insista… Él tiene un ser querido aquí. Yo no tengo a nadie, ni siquiera sé donde están enterrados mis padres… ni como se llamaron, nada. La única familia que tengo eres tú Heero, tú y Bryan.
Más te vale no estar en un lugar como este, Heero. Porque eso sí nunca te lo perdonaría.
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Pasada la media noche abrió la puerta presurosa.
"Gracias por venir, Karen" saludó con la voz hecha un hilo.
"No hay nada que agradecer. ¿Qué dice el médico¿Ya se fue?"
"Sí, se fue hace media hora…"
"Lástima, quería hablar con él… ¿Qué dijo?"
"Que tenemos que esperar, nada más. Que tenemos que esperar que pase la noche. Pero él no quiere, no tiene más voluntad de vivir, no quiere ni comer, ni tomar sus medicinas. Ya no sé que hacer por él… Desde que hizo que lo llevara al cementerio a ver a Jen está así. Repite y repite que se va a morir, que quiere irse con ella y eso."
"Ese viejo terco. Ahora me va a escuchar."
"Está dormido…el doctor le dio un sedante y dijo que había que esperar que pase la noche. No sé porqué accedí a sacarlo de la casa. Aún está muy débil y es mi culpa."
"No digas eso hijo. No digas eso… olvídalo… ahora trata de descansar que seguro no has dormido nada por todo esto. Ve y recuéstate un rato, que yo me encargo de vigilar al viejo mientras duerme."
"No, de verdad no quisiera dormir. Tengo miedo de que me vaya a necesitar y todo eso…"
Ambos se dirigieron a la habitación de Bryan. Apenas iluminada por la lámpara erguida en el velador que bañaba su rostro dormido con pálida luz amarilla. Bryan dormía sin sueños que lo perturbaran mientras que Karen y Duo se acomodaban a su lado.
A ambos lados de la cama. Karen tomó una silla acolchada e hizo que Duo se acomodara en un silloncito con respaldar. El chico estaba agotado, así que hizo que se recostara y lo cubrió con una manta para que no se desabrigue. Besó su frente fría y lo acarició cerrándole los ojos, prometiéndole despertarlo si es que sucedía algo malo.
Duo finalmente accedió a descansar los ojos un poco. Se quedó dormido en el acto que su cabeza se posó sobre el respaldar acolchado.
Ella se acomodó una vez más en la silla al lado de Bryan y tomó la mano de su compañero de años.
"Eres un viejo necio, Bryan. Desde que te conocí hasta ahora sigues siendo un necio. No sé como Jen te aguantó tanto. Pero estoy segura que ella no te quiere allá arriba aún, así que mejor sácate esas ideas de la cabeza, porque aún tienes cosas aquí pendientes. Ese chico que está ahí vive y muere por tu bienestar, así que más vale que te recuperes pronto y no lo hagas sufrir más, que ya bastante sufrimiento ha tenido en su vida."
Suspiró entonces sintiéndose amodorrada por la calidez de la habitación.
"Ya bastante ha sufrido ese chico, tanto como mi Heero. Así que no te atrevas a abandonarlo ahora. Tú eres fuerte, Bryan, la persona más fuerte que he conocido. Así que no me decepciones ahora y dile a ese corazón tuyo, tan duro y terco como tú que siga adelante." Ella no pudo continuar porque sentía la garganta se le llenaba de nudos.
Afuera, tras las cortinas cerradas la noche avanzaba…
Y la habitación apenas iluminada por la luz ámbar de una lamparita. Una foto de ella en el velador. Nunca antes la había visto. Bryan había erradicado la imagen de Jen de su vida y de su casa, la casa que compartieron alguna vez. Cuando Bryan sonreía como un niño cuando la tenía cerca.
Ahora la presencia de Jen se dejaba sentir, no sólo por su retrato en el marco de madera oscura sobre el velador, sino como si ella estuviera de nuevo en la casa. Como si nunca se hubiera ido al amanecer sin avisar, sin decir una palabra. Llevándose la sonrisa de Bryan consigo.
Karen se levantó de su silla para alcanzar la imagen de Jen y la tomó en sus manos. Era una foto de ella tal y como la recordaba a pesar de los años. Cabellos largos y negros, su rostro pálido y sus labios pequeños cerrados en un pucherito infantil. Ojos tan pálidos como su rostro y una expresión estoica que la hacía ver etérea.
Por un segundo si la miraba bien…. Algo extraño había en su rostro, No era así como la recordaba, esa foto nunca antes la había visto. Viéndola así le parecía tan familiar, tan parecida a….
Eso era imposible… tanto que casi suelta y deja caer el retrato al suelo.
Debía estar alucinando. Eso era imposible…
"Jen… eso es imposible…."
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Bryan despertó al medio día siguiente. Sus ojos se abrieron despacio y su boca llamaba a Jen mediante susurros. Comentó que había soñado con ella… y algunas lágrimas se le cayeron.
No lo había visto llorar jamás, hasta ese entonces. Hablaba de Jen y pude notar que aún seguía tan enamorado de ella como hacía tantos años. Soñó que la tenía a su lado y que ella le hablaba cosas que no podía recordar.
Me resultaba difícil imaginarme a Jen hablando. Por el poco tiempo que la conocí, casi no recuerdo su voz. Recuerdo que era muy suave y ella era muy callada. Raras veces hablaba, raras veces se dejaba oír, nunca se quejaba, nunca decía nada. Tan silenciosa como un fantasma, a veces me asustaba porque no la sentía y al verla aparecer de la nada me ponía muy nerviosa. Nunca le dijo a Bryan que estaba enferma, nunca le dijo a Bryan que esperaba un hijo suyo.
"Es hora de tus medicinas" Duo entraba con una charola con sopa humeante con verduras flotando dentro y varias pastillas apiladas a un lado.
Bryan hizo una mueca de disgusto al percibir la sopa acercándose a él, pero antes que dijera nada tomé la palabra.
"Ni se te ocurra hacerle gestos a la comida. Que si no te la comes te voy a dar de nalgadas."
Ambos me miran como si pensaran que cumpliré mi amenaza así que libero a Duo del peso de la charola para darle de comer a Bryan.
Duo desaparece tras la puerta dejándonos solos de nuevo.
"Esa foto de ella no la había visto nunca" le señalo a un lado de su cama mientras que abre la boca y absorbe un poco de sopa.
"No la habías visto porque la tenía guardada. Es la última foto que le tomé, unos días antes de que se… que se fuera." Respondió buscando la foto sobre el velador. "Es la última foto que saqué de ella."
"Yo casi no me acordaba de ella, de su rostro quiero decir…" no sé si decírselo…" Más bien me parece que en esa foto sale… como decirlo… extraña."
"¿Cómo así?"
No tiene ni idea. Quizá es mi imaginación, no sé si deba decírselo. "¿Me permites la foto un momento?"
Ahora que la veo… no puede ser… ¿Será posible acaso? Es demasiado para ser verdad.
"¿Sucede algo, mujer? Te has puesto pálida."
"No, nada… es sólo que al verla así, me parece que tiene cierto parecido con…. Alguien que…" no sé si deba decírselo, de repente sólo empeoro las cosas… Debe ser mi imaginación. Debe ser mi imaginación… "Son cosas mías Bryan, no me hagas caso."
"Como siempre, no te hago caso. Oye… ¿me das la cuchara? Tengo hambre sabes.. ¿me vas a alimentar o lo hago yo mismo?"
Intento sonreírle pero no puedo. No puede ser cierto, no puede ser verdad… Debe ser mi imaginación. Es tan poco probable… no, eso es imposible.
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Tener a Karen en casa me causa bastante alivio. Por lo menos puedo salir a trabajar con tranquilidad aunque siempre me aterra la idea de que en cualquier momento pueden telefonear a mi trabajo y avisarme que ha pasado lo peor. Antes esperaba la llamada que me diga que Heero apareció y yo podría salir corriendo a toda velocidad a verlo. Pero ahora ruego al cielo porque el teléfono no suene nunca. Sólo serían malas noticias.
Por lo menos ahora que Karen lo cuida por horas puedo salir a distraerme un poco. Más a insistencia de ella. La verdad que no me quiero despegar de Bryan pero no tengo de otra. Necesito respirar un poco, relajarme también. Pensando todo el día en lo malo que puede pasar no soluciona nada.
Desearía poder volar sobre los techos de la ciudad, poder elevarme bien alto y en mi camino encontrarte. O por lo menos volver a verte Heero. Soñé contigo anoche, espero que signifique que te voy a ver pronto. Eso espero de verdad.
Sólo espero no encontrarte en un lugar como este. De nuevo he venido a verla, según Bryan me pidió. Visitar a Jen, una vez más. Por lo menos me da motivo para salir de casa y tomar algo de aire. Aunque este es un sitio deprimente me siento bien visitando el cementerio.
Hola Jen… ¿me recuerdas? Vine con Bryan la vez pasada y me largó como siempre lo hace. Te traje flores, de parte de él, me dijo que los Iris te gustaban mucho. Ahora la cosa va a ser encontrar algo de agua para ponerlas y que no se sequen…. Humm ¿dónde hay agua en este cementerio donde solo hay caras tristes? Parece que por ahí hay un encargado de este lugar y….
"Señor… un favor…"
Pero voltea a mirarme y se aleja al instante. ¿Qué le pasa? "Oye, no te vayas… oye…"
Demasiado tarde. Qué mal servicio hay en este lugar. Jen, yo que tú me quejo. Espérame que ya vengo, voy a buscar algo de agua para tus flores.
Me siento como un idiota hablándole a una tumba, la de una mujer a la que ni siquiera conocí. Debe ser algo así como visitar la tumba de mis padres, a ellos no los conocí pero ellos si a mi. ¿Dónde hay un grifo de agua en este lugar? Estoy dando vueltas por este cementerio y nada.
Tantas tumbas…
Tanta gente….
Ni modo, mejor me regreso porque ya se va a hacer tarde.
Jen… no encontré a nadie pero de repente alguno de tus vecinos puede compartir contigo un poco de su agua para tu florero porque… ¡Vaya!
Cuando tomé el florero en mis manos, estaba llenecito de agua.
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De noche de nuevo y me vine a la cama sin cenar. No tengo hambre y Bryan duerme tranquilo menos mal. Apenas cenó se quedó dormido, por lo menos así Karen no se va tan tarde a su casa.
No paro de dar vueltas en la cama. No logro conciliar el sueño, es como si esta noche no pudiera dormir. Me provoca salirme de la cama e irme a la calle. No sé que es pero por momentos siento que estar en esta casa me asfixia. Por lo menos si estoy en la calle las malas noticias no llegarían nunca. Así me gustaría que fuera, si es que nadie me encuentra.
¿Te gusta vivir así Heero? Sin que nadie te encuentre.
Sin que mis manos te alcancen.
Sin que mis ojos vuelvan a verte.
Esta noche de nuevo te extraño y extraño el olor que despedían tus sabanas cada vez que me echaba sobre ellas. Te necesito esta noche más que ninguna, porque siento que ya no puedo soportar el miedo que siento a que Bryan no amanezca al día siguiente. Tengo miedo de quedarme solo de nuevo Heero.
Pero eso es algo que no vas a saber nunca Heero.
Nunca…
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"Buenos días Karen."
"Buenos días Duo. ¿Dormiste bien? Tienes cara de mala noche. ¿Qué pasó?"
"No es nada. Es que anoche no pude dormir porque sentí ruidos extraños afuera de la casa. Me levanté a dar una mirada pero no había nadie. Pero sabes algo. Pasó algo extraño. Cuando estaba afuera viendo si había alguien merodeando pude ver una sombra solamente. Me acerqué y no pude ver nada. Y entonces cerré bien las puertas y traté de mantenerme alerta hasta que el sueño me venció. Pero sabes algo… esta mañana mi cama amaneció toda revuelta y… te va a sonar raro pero huele a Heero." No pude evitar ruborizarme completamente con el sólo recuerdo de la vez que pasamos juntos.
Ella se me quedó mirando extrañada y comentó que era algo extraño. Claro que lo fue. Luego lo atribuyó a razones fantasmales y sobrenaturales. Sólo espero que no sea eso.
Después entró a la habitación de Bryan y lo le ofrecí servirles algo. Era temprano en la mañana y aún no habíamos desayunado ni Bryan ni yo. Pero ella se negó, dijo que era importante. Debía serlo porque se veía nerviosa.
Así que entramos a la habitación de Bryan y lo hallamos despierto. Estaba esperando que entremos y con su mal humor matutino nos reclamó que no lo dejábamos dormir.
"Desde que amanece ya estas renegando." Ella sonaba nerviosa así que decidí dejarlos solos y preparar el desayuno.
Por lo menos cuando está ella Bryan se ve más animado. Aunque nunca conocí a un Bryan que no tuviera ese mal carácter de siempre. Me imagino que Heero tampoco, según lo que me cuenta Karen, fue bastante difícil para ambos adaptarse el uno al otro. Yo tampoco la pasé bien con ese demente.
A veces lo veo en mis sueños, a veces y no puedo despertar de ellos. Los recuerdos y las cosas malas que nos pasaron a veces regresan a modo de sueños horribles de los cuales no podemos escapar. Ni siquiera despertarnos. Aunque me levanto asustado y digo eso ya pasó, es sólo un sueño, a veces me parece que por la puerta él va a aparecer.
Pero eso es parte del pasado. No se puede vivir del pasado, ni retroceder el tiempo. Así que no vale la pena pensar en eso. Pero a veces no puedo evitar recordar las cosas malas que sucedieron en el pasado. A pesar de que son malas Heero pertenece al pasado. Aparece en mi pasado desde que puedo recordarlo. Antes de él no hay nada bueno. Y cuando regresó a mi vida, empezaron a cambiar las cosas para mi.
Es muy tonto de mi parte pensar en él cuando no va a volver. Es curioso pensar en Heero aunque amanecí con su aroma en mi nariz.
Y tuve una mala noche, soñando contigo.
Si tan solo no fuera más que un sueño. Soñar que me acaricias y me besas, como esa vez. Que no me despierten esta noche, si vuelvo a soñar contigo, Heero.
"Eres un tonto. No sé porque vine a verte en primer lugar." Karen sale despotricando de la habitación de Bryan. Ya la sacó de quicio y esta vez ha sido bien rápido.
Ella está bien enojada, tanto que ni siquiera se da cuenta que los papeles de su sobre amarillo se van regando por el suelo.
En un momento ya se fue.
Bryan lo hizo de nuevo.
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Ha estado demasiado callado. Me empieza a preocupar. Entre a su habitación a dejarle la cena, pero veo que no ha tocado su almuerzo.
"Tienes que comer algo." Pero que puede estar pasando que lo tiene tan preocupado. Algo que le dijo Karen.
No es posible. Si fuera algo acerca de Heero ya me lo hubieran dicho. Si es que algo le sucedió…. Me lo hubieran dicho ¿no?
"Bryan… ¿qué sucede? Por favor me estas preocupando por…"
"Deja de preocuparte por mi y lárgate de una vez."
"Algo malo ha sucedido. ¿Por qué no me lo dices?"
"He dicho que te largues." Gritó
No puedo quedarme un segundo más en la habitación. Los papeles que Karen dejó. Seguramente ahí está la respuesta.
Tengo miedo de abrirlos y leerlos. Tengo miedo que me digan que Heero no va a volver más. No. De repente es mejor vivir sin saber algo así, como cuando vivía con el demente y desconocía la existencia de Heero. Cuando vivía sin saber nada de nada y me moría de miedo… No. No quiero vivir así, no quiero.
Mis manos tiemblan y tengo miedo de leer el contenido de estos documentos. ¿Qué pueden contener que ponen de tan mal humor a Bryan ¿Por qué Karen no me ha dicho nada?
¿Qué está ocurriendo aquí?
¡Oh rayos!
Continuaráaa...