Capítulo 25.
Isabel seguía tomando su café y comiendo galletas, sin decir nada. Genzo la miraba con disimulo, tratando de descubrir la trampa que encerraba. Tsubasa hablaba de todo y trataba de hacer que Isa hablara de su prometido.
Delicioso café.- comentó Isabel a Genzo.
Gracias.- respondió Genzo, simplemente.
Y las galletas están muy ricas.- añadió Tsubasa, nervioso.
¿Hablas de estas horribles galletas de animalitos?.- exclamó Genzo, sorprendido.
Eh, a mí me parecen muy ricas...
Bueno, pues si me disculpan, tengo algo que hacer.- comentó Genzo.
¡Espera!.- lo detuvo Tsubasa.- No te puedes ir. ¿No recuerdas aquellos asuntos que tenemos pendientes?
No.- Genzo entendió el mensaje, pero no le quiso conceder la ayuda a Tsubasa.
Yo creo que ya se te olvidaron.- insitió Tsubasa.- Vamos a la cocina y allá te los recuerdo...
Genzo, sin decir palabra, se dirigió a la cocina, seguido por Tsubasa.
¿Qué rayos pasa contigo?.- preguntó Genzo, algo enojado.
Nada.- respondió Tsubasa.- Es solo que no sé que hacer...
¿Quién es esa mujer?.- preguntó Genzo.- ¿Por qué vienes con ella aquí, como si temieras que te vieran con ella en la calle?
Ya te lo dije, es la ex-asistente del Sao Paulo.- contestó Tsubasa, lanzando un suspiro.- Y una antigua enamorada...
Ya se me hacía.- Genzo miró a su amigo con cara de "hello con tu hello".
Pero no es lo que crees.- añadió Tsubasa, rápidamente.- Ella estaba enamorada de mí hace tiempo, pero yo nunca le correspondí porque estaba enamorado de Sanae...
Ajá.
Y pues... Después de tanto tiempo volví a verla... .- suspiró Tsubasa.- De hecho...
Tsubasa le contó a Genzo lo sucedido con Isa: las llamadas insistentes, la visita que le hizo a Sanae, el beso que le dio a Tsubasa afuera del estadio del Barcelona... Y por si acaso, Tsubasa habló en japonés, para evitar que Isabel pudiera entender si es que alcanzaba a escuchar o los estanba espiando desde detrás de la puerta de la cocina. Genzo miraba a su amigo con los brazos cruzados, sin decir nada.
Y pues ahora me habló porque me dice que extraña mucho a su prometido y que por eso se portó así conmigo... .- finalizó Tsubasa.
De verdad que es algo que no me sorprende del todo.- comentó Genzo.- Mujeres tipo Isabel siempre acosarán a famosos y estrellas.
Quizás.- admitió Tsubasa.- Pero Isa dice que solo me busca como amigo...
Eso dicen todas.- bufó Genzo.- Primero intentan comportarse como mujeres fatales, luego, cuando ven que eso no les va a funcionar cambian entonces a la táctica del "amigo".
¿Habla la voz de la experiencia?.- bromeó Tsubasa.
Algo así.- Genzo se encogió de hombros.- Casi todas mis parejas han sido de ese tipo de mujer... Quizás sea por eso que Lily me traiga vuelto loco...
¿Escuché bien?.- Tsubasa se sorprendió.- ¿Acabo de escuchar que una mujer te trae vuelto loco? ¿Y hablas de la doctora Lily Del Valle?
Sí.- admitió Genzo.- No dejo de pensar en ella... Lo único que deseo es tenerla a mi lado...
Jajajaja, de verdad que no me la creo.- Tsubasa rió a carcajadas.- La doctora Lily Del Valle está a punto de hacer caer a sus pies al indomable Genzo Wakabayashi. No es por es aguafiestas pero... ¿Ella no sale con Lasse Nordenström?
Gracias por recordarlo.- bufó Genzo.- Pero no me daré por vencido. No me importa qué tan "encantador" sea ese Nordenström. No es rival para mí, Lily será la que caiga a mis pies cuando termine con mi plan de conquistarla.
Tsubasa sonrió. Quizás él debería ser igual de decidido que Genzo y enfrentar a Isabel...
"Rayos", pensó Tsubasa. "Roberto nunca me enseñó como enfrentarme a una mujer".
Bien amigo, no es que quier dejarte solo pero yo no tengo vela en este entierro.- dijo Genzo, abriendo la puerta de la cocina.- Suerte, compañero.
Gracias.- gruñó Tsubasa.
Genzo salió. Tsubasa respiró profundo varias veces y salió de la cocina a enfrentar su destino. Isabel estaba muy entretenida leyendo la revista de sóccer que muy seguramente Genzo estaba leyendo cuando ellos llegaron.
Perdona la tardanza, pero teníamos que arreglar varios asuntos urgentes.- le dijo Tsubasa a Isabel.
No te preocupes, Tsuby.- Isa sonrió.- Estaba leyendo un artículo sobre ti.
Ah.- musitó Tsubasa.- No me había dado cuenta de que habían publicado algo sobre mí...
Sobre ti y sobre tu esposa.- respondió Isabel, con algo de frialdad.- Y tu nuevo bebé.
Ya veo.- Tsubasa cambió el tema.- ¿Y sobre qué me querías hablar?
Sobre Mario.- Isa se puso muy triste.- Terminamos, como te dije, y todo por una idiotez...
¿Qué pasó?.- Tsubasa fingió interesarse.
Es que íbamos a casarnos.- comenzó Isa.- Ya teníamos todo planeado... Pero entonces salió en el periódico la noticia de que ibas a ser papá y yo le comenté que hacía mucho tiempo yo estuve enamorada de ti...
Ahhhh...
Y pues Mario se puso celoso, él creyó que yo aun sigo queriéndote, porque sentí mucha envidia cuando supe que Sanae estaba embarazada...
Tsubasa casi se atraganta con el café. Sintió que estaban pisando arenas movedizas...
¿Y qué pasó después?.- preguntó Tsubasa, fingiendo demencia.
Pues le dije que no era verdad, que yo me iba a casar con él y que lo quería a él.- respondió Isabel.- Pero no me creyó. Mario me dijo que él pensaba que yo aun seguía enamorada de ti, así que rompió nuestro compromiso hasta que yo no aclarara mis sentimientos...
Lo lamento.- dijo Tsubasa.- De verdad que sí...
Está bien.- Isa sonrió.- Solo vine a España para descubrir si era verdad lo que Mario me dijo o no...
Tsubasa no quería preguntar si Isabel ya tenía respuesta para esa pregunta...
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Paola y Joel salieron simplemente a tomar un café (oigan, yo siempre que salgo voy a tomar un café con mis amigos, no hay mejor manera de chismorrear que frente a una taza de buen café XD). Charlaron de todo un poco y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. De pronto, un grupo de personas reconocieron a Joel y se comenzó a formar un corro de gente alrededor de la mesa en donde estaban Paola y él.
¿Quién es ella?.- preguntaron algunas chicas.- No la conocemos...
¿Será su novia?.- comentaron algunos.
¡Novia! ¿En verdad Joel Andersen tiene novia?
¡Qué gran noticia!
Paola ya se había dado cuenta del grupo de personas que los espiaba.
Oye, no quiero sonar paranoica pero creo que un mundo nos vigila.- comentó Paola a Joel sin voltear la mirada.
Ya me di cuenta.- bufó Joel.- Por eso no me gusta salir. ¡Qué lata!
¿Te parece bien si nos vamos ya?.- cuestionó Paola.- O pronto tendré que darme terapia a mí misma...
De acuerdo.- asintió Joel.
Ambos jóvenes se levantaron e ignoraron las preguntas que les lanzaron todos. Paola y Joel salieron rápidamente del café y caminaron presurosos por la calle, pero de pronto se vieron rodeados por una multitud de cámaras y reporteros.
¡Joven Andersen!.- gritó una reportera pelirroja.- ¡Háblenos un poco sobre su novia!
Ella no es mi novia.- respondió Joel, sin sonreír.- Es una conocida.
A Paola le agradó que él no dijera "una amiga". Eso solo hubiese empeorado las cosas.
No se le ha visto nunca con ninguna mujer, con excepción de Katia Helguera y Samael Nieminen.- continuó la reportera.- Tarde que temprano tendría que encontrar a una mujer que...
De hecho, nos descubrieron.- interrumpió Paola, muy seria.- No queríamos que esto se supiera pero...
Joel puso cara de "what?", pero los reporteros se quedaron tan sorprendidos por la declaración que no se dieron cuenta de esto.
¿Cómo es eso?.- la pelirroja reportera casi da un salto que la hace llegar a la luna.
Es que tenemos un romance secreto.- Paola puso cara de melodrama.- Pero no queríamos que se supiera porque resulta que mi esposo es el hermano mayor de Joel. Yo no quería hacerlo, pero me fue imposible el no enamorarme de Joel... Además, mi esposo me engañó con mi prima Hana, así que creo que ya estamos a mano.
Joel tuvo que hacer un gran esfuerzo para no reírse.
Así que ustedes serán los culpables de un crimen pasional.- a Paola nomás le faltaba la música trágica de violín como fondo (¿dónde anda Lasse cuando se le necesita?).- Ahora mi esposo matará a su hermano menor...
Joel no pudo más y sacó a Paola de ahí, tomándola por el brazo. El muchacho detuvo un taxi y ambos se subieron a él. Una vez que estuvieron a salvo de los reporteros, Joel rompió a reír a carcajadas.
¿Qué fue todo eso?.- preguntó él, a Paola.
Ellos querían espectáculo.- respondió Paola, encogiéndose de hombros.- Y yo nada más se los di.
Joel siguió riéndose con muchas ganas y Paola se le unió, al tiempo que el taxista los miraba como si pensara que había subido en su taxi a un par de locos de remate.
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Yukari y Yoshiko hacían el quehacer de la casa de los Ozhora, al tiempo que Sanae cocinaba la cena para su esposo. La muchacha trataba de conservar la calma, pero no podía olvidar la charla que había mantenido con los reporteros...
"Un pequeño estímulo económico... Si usted nos da lo que queremos, esas fotos nunca llegarán a la prensa..."
Era una completa marranada. Pero Sanae no tenía opción. Quizás Tsubasa sí le creería si Sanae le dijera que entre Kanda y ella no había pasado nada, pero... ¿La prensa opinaría lo mismo? Muy probablemente no... Y eso podría arruinar la carrera de Tsubasa...
¿Te pasa algo?.- preguntó Yukari, viendo a su amiga un tanto pálida.
No.- negó Sanae, intentando sonreír.- Estoy bien...
¿En serio? Has estado muy callada toda la tarde.- comentó Yoshiko.
Estoy bien, de verdad.- Sanae ensanchó aun más su sonrisa.- Es solo que estoy algo cansada...
Entonces quizás deberías descansar.- comentó Yoshiko.- Nosotros terminaremos la cena.
Claro que no.- protestó Sanae.- Yo estoy cocinando para mi esposo y debo terminar.
Jajaja, de acuerdo.- rió Yukari.- Yoshiko, no intentes interponerte entre una mujer y su deseo de cocinar para su hombre...
Sanae volvió a concentrarse en la cocina, procurando que no se le quemara el guisado que estaba preparando.
"No tengo opción", pensó Sanae. "Debo hacer lo que me piden... Hasta que pueda conseguir esas fotografías...".
De hecho, ya lo había hecho. Esa misma mañana, Saane había ido al banco en donde ella y Tsubasa tenían sus ahorros y había hecho un cambio.
Quiero retirar esta cantidad de mi cuenta y depositarlo en esta otra.- le dijo Sanae al cajero.
El único problema sería que a Tsubasa se le ocurriera revisar los estados de cuenta...
"Todo lo hago por ti, Tsubasa", pensó Sanae, para darse valor. "Por ti y por tu carrera. No dejaré que nadie destruya tu sueño...".
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Lily estaba acostada en su habitación, tumbada boca arriba en su cama, pensando, y con la canción de Clocks tocando a todo volumen (y yo la estoy escuchando ahora que estoy escribiendo esto). Pensaba en Lasse y en la cita que tuvo con él el día anterior...
Después de besarse a las afueras del hospital, Lasse llevó a Lily a comer a un restaurante italiano. Ahí, el violinista trató muy diferente a Lily, como si el beso lo hubiese hecho pensar en llevar una relación más seria con ella. Lasse se portó de lo más encantador, y al terminar de comer él llevó a Lily a pasear a orillas del mar. Teniendo como fondo un ocaso increíblemente romántico sobre el mar, Lasse volvió a besar a Lily. A ella le encantaron los besos, pero el sentimiento de culpa seguía creciendo cada vez más en su interior.
¿Te pasa algo?.- Lasse notó su duda.
No.- negó Lily.- Lo siento... Es solo que no pensé que algún día este día llegaría...
¿Estás segura?
¿Por qué habría de mentirte?
Supongo que no tienes motivo.- comentó Lasse.- Pero quiero decirte algo: tú de verdad me gustas, Lily, y me gustaría llegar a algo más serio contigo... Con el tiempo...
Lily estuvo de acuerdo con lo de "con el tiempo". A pesar de que Lasse le gustaba, no se sentía preparada para ser su novia.
"¿Qué rayos me estará pasando?", pensó Lily, escuchando la melodía de la canción Clocks, la cual le fascinaba. "Lasse es un hombre encantador, es serio, caballeroso, atento, amable, atractivo... Y besa bien, no está de más decirlo pero... ¿Por qué me siento tan culpable cuando lo beso?".
Inconscientemente, Lily giró la cabeza hacia su escritorio y ahí encontró la repuesta...
Las flores que Genzo le había regalado aun estaban muy hermosas y frescas. Y la tarjeta con la invitación a cenar seguía prendada del tallo de una de las azucenas.
"¿Qué rayos fue lo que me hiciste, Genzo Wakabayashi, que cuando menos me lo espero me viene tu recuerdo a la mente?".
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Kazuki se encontraba con Samael platicando en el lobby del hotel en donde aquél se hospedaba. Ken y Sawada también estaban ahí, charlando sobre sóccer. Hyuga había salido a una misteriosa cita con una misteriosa persona, la cual Hyuga se negó a revelar su identidad. De repente, en la televisión del lobby pasaron un reportaje que parecía ser en vivo:
Y aquí es cuando sorprendemos a Joel Andersen, integrante del grupo "Shadows of Soul", salir de un restaurante en compañía de una linda muchacha...¡Joven Andersen!.- gritó una reportera pelirroja.- ¡Háblenos un poco sobre su novia!
Ella no es mi novia.- respondió Joel, sin sonreír a las cámaras.- Es una conocida.
Samael, Kazuki, Ken y Sawada miraron con sorpresa la pantalla.
No se le ha visto nunca con ninguna mujer, con excepción de Katia Helguera y Samael Nieminen.- continuó la reportera.- Tarde que temprano tendría que encontrar a una mujer que...
De hecho, nos descubrieron.- interrumpió Paola, muy seria.- No queríamos que esto se supiera pero...
Sorimachi casi de va de espaldas. Samael se quedó con la boca abierta. Sawada puso cara de "¿qué pasó aquí?", pero la reacción que más sorprendió fue la de Ken: el quesque portero karateca se levantó furioso de su asiento y salió del lobby echando pestes.
Notas:
Clocks es interpretada por Coldsplay. ¡Adoro esta canción!
Al fin recordé los apellidos de los amigos de Samael: Katia Helguera, Joel Andersen y Bioy Niiranen.
Insisto, de veras que entre Joel y Paola no hay nada. Solo se agradan mucho, pero como amigos.
Acá en México existen unas muy famosas, y ya tradicionales de las fiestas decembrinas, galletas de animalitos. Son galletas con la forma de… ¿Adivinen? Sí, animalitos XD. En mi opinión, no son horrendas, a mí me encantan, pero Genzo a veces difiere en mis gustos XD.
