Capítulo 30.
Sanae estaba recostada sobre el sofá de su casa. Yendo en contra de su voluntad, Yukari había llamado por teléfono a la doctora Cortés. Sanae se había arrepentido de haberle contado a Yukari sobre lo del desmayo. No se lo quiso decir al resto de las chicas del EPFUM, porque estaba más que segura de que Kumi se la llevaría a rastras al hospital.
De verdad, no es nada.- insistió Sanae.- Ya estoy bien.
Aun así, es mejor estar seguras.- replicó Yukari, quien esperaba a que la recepcionista del hospital la contactara con la doctora Cortés.
Exageran, de verdad.- musitó Sanae.- Pero ni se te vaya a ocurrir decirle nada a Tsubasa...
Uhm... .- Yukari suspiró.
Ya cuelga ese teléfono.- insistió Sanae.- De verdad ya estoy bien.
¿Doctora Cortés?.- preguntó Yukari. Al fin alguien ya había respondido.
¿Qué ocurre?.- preguntó Deb.
Verá, soy Yukari Nishimoto, amiga de Sanae Ozhora.- dijo Yukari.- Perdone que la molestemos a esta hora pero mi amiga sufrió un desmayo y ella se niega a ir al hospital.
¿Qué fue exactamente lo que ocurrió?
La verdad, no nos dimos cuenta.- contestó Yukari.- Sanae me dijo que comenzó a sentirse muy mareada y que después no supo de sí.
Ya veo.- murmuró Deb.- ¿Algún otro problema? ¿Sangrado? ¿Dolor?
No.- negó Yukari.- O al menos eso es lo que dice ella.
Bien. Quizás solo se le bajó un poco la presión o sufrió una baja de azúcar en la sangre.- explicó Deb.- Que se recueste, que descanse y denle de comer cosas dulces. Y de ser posible, que venga a consulta conmigo mañana.
Está bien.- asintió Yukari..- La llevaré aunque tenga que hacerlo a la fuerza.
Sanae esbozó una mueca.
Y si presenta sangrado o dolor en el estómago, dolor de cabeza intenso o se vuelve a desmayar, tráiganla a urgencias inmediatamente.- ordenó la doctora Cortés.- No se esperen hasta mañana.
De acuerdo.- asintió Yukari.- Perdone la molesta, doctora.
No es molestia.- replicó Deb.- Para eso estoy.
Yukari colgó el teléfono y miró a Sanae con severidad.
La doctora ordena que te recuestes y descanses.- le dijo.- Y que comas muchas cosas dulces.
Ya qué.- suspiró Sanae.
Yukari ayudó a su amiga a llegar a su habitación y la recostó en la cama sobre unas almohadas.
Dime qué es lo que te pasa.- interrogó Yukari a Sanae, mirándola fijamente a los ojos.
¿Qué cosa?.- a Sanae la agarraron de bajada.- A mí no me pasa nada...
Mientes.- replicó Yukari.- Hay algo que te está afectando mucho desde hace tiempo. Y no sé por qué tiene que ver con la chica que nos atendió en "EL MUNDO DEL BEBÉ".
¿Isabel?.- Sanae por poco se delata a sí misma.- No la conozco. Apenas la vi hoy en la tienda...
Yo sé que eso no es verdad.- contradijo Yukari.- Ishizaki me contó que cuando estuviste en el hospital, Tsubasa estaba preocupado porque te habías enojado con él a causa de una mujer llamada Isa. No sé por qué creo que las dos son la misma persona.
¿De dónde te sacas todas esas ideas, Yukari?.- Sanae trato de reír.
Debiste haber visto tu cara cuando viste a la empleada de la tienda.- respondió Yukari.- Era bastante obvio que no te daba gusto verla... Vamos, Sanae, sabes que siempre puedes contar conmigo.
Sanae dudó. No quería decirlo, pero ya no podía seguir callando más.
Ay, Yukari.- musitó Sanae.- Ishizaki tenía razón. Sí estaba enojada con Tsubasa por una mujer... Isabel...
Sanae le explicó todo a Yukari, desde las cosas horribles que Isa le dijo hasta su extraña petición de esa mañana de querer arreglar todo.
Tú me conoces.- dijo Sanae.- Sabes que no soy rencorosa pero por algún motivo no deseo saber nada sobre esa mujer.
Es de lo más natural, Sanae.- contestó Yukari.- No es para menos...
Sanae se sintió un poco más aliviada al poder contarle a Yukari el problema Isa. Sin embargo, aun quedaba el problema Kanda...
¿Eso es todo?.- preguntó Yukari, con su infaltable radar.
¿Cómo que si eso es todo?.- se extrañó Sanae.- Claro que es todo sobre Isabel...
Eso lo sé.- replicó Yukari.- Pero siento que hay otra cosa que te preocupa...
Claro que no.- mintió Sanae.- Eso es todo lo que me preocupa...
¿Estás segura?.- insistió Yukari.
Claro que lo estoy.- replicó Sanae.- Si hubiese algo más, te lo diría...
Como sea.- suspiró Yukari.- Solo quiero que sepas que siempre seré tu amiga y que siempre podrás contar conmigo...
Gracias, Yukari.- sonrió Sanae.- Eso lo sé muy bien.
Y era verdad. Pero Sanae aun no estaba lista para contarle a alguien sobre el chantaje...
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Genzo conducía su automóvil. Se sentía un tanto eufórico. Lily iba sentada a su lado, en el asiento del copiloto, y la chica charlaba y reía alegremente con él.
¿Y a dónde me vas a llevar?.- preguntó Lily, después de un buen rato de pasear por las calles de Barcelona.
¿A dónde te gustaría ir?.- quiso saber Genzo.
No lo sé.- rió Lily.- Se supone que si tú me invitas a comer es porque tienes planeado algo.
¿Has probado el fondué?.- preguntó Genzo.
No.- negó Lily.- Y créeme que se me antoja mucho.
Vamos, entonces.- dijo Genzo.- Conozco un sitio en donde se prepara un riquísimo fondué.
Genzo condujo a Lily a un restaurante muy bello, ubicado en una colina. El lugar ofrecía una bella y agradable vista de la ciudad y del mar. La camarera enarcó una ceja al ver a Lily. Ella le lanzó una férrea mirada y la camarera prefirió tomar la orden. Después de las bebidas, Genzo decidió comenzar su ataque.
¿Te gusta trabajar aquí?.- preguntó Genzo.- ¿Te agrada España?
Es un buen sitio.- respondió Lily.- Y Barcelona es hermosa.
Creo recordar que dijiste que eras mexicana.- continuó Genzo.- ¿Qué te hizo salir de México?
La verdad, no lo tenía planeado.- admitió Lily.- Simplemente se dio. Me ofrecieron una beca para estudiar medicina en la Universidad de Tokio y cuando me di cuenta, ya estaba instalada allá. Después tuve a oportunidad de venir a hacer mi especialidad en España y pues aquí estoy.
¿No extrañas México?.- preguntó Genzo.
Siempre.- sonrió Lily.- Extraño mucho a mi país, pero también lo llevo en el corazón.
Entiendo.- dijo Genzo.- Sé como te sientes. Yo me siento igual con respecto a Japón.
Lily jugueteó con el popote de su naranjada. Un mechón de su pelo cayó sobre su cara y ella se lo quitó con un gracioso movimiento. Genzo no podía dejar de mirarla.
Me parece maravillosa la manera en como te has entregado a tu trabajo.- comentó Genzo.- Le pones muchísima dedicación a tus pacientes. Y lo que más me sorprende de ti es que puedes ser una auténtica guerrera en el campo de batalla, pero cuando estás con tus pacientes te conviertes en un dulce...
Gracias.- Lily desvió la mirada, muy apenada.- Pero no creo que esté haciendo nada extraordinario. Solo hago lo mismo que hacen millones de médicos en el mundo.
Aun así es admirable.- insistió Genzo.
Lily soltó una carcajada.
Gracias.- dijo ella.- ¿Te confieso algo? Yo también te admiro.
¿Cómo?.- Genzo se sorprendió.
Sí.- asintió Lily.- Me admira la manera en cómo amas al sóccer. Te has entregado con mucha pasión para lograr lo que quieres y eso es algo que admiro muchísimo de ti. La verdad es que fingí no saber quién eras cuando te vi aquélla vez en el bar de Tokio y cuando Paola dijo que eres su primo.
¿Me conocías entonces?.- Genzo no se esperaba eso.
Sí. Desde hace mucho tiempo que sé quién eres, Genzo Wakabayashi.- confesó Lily.- He seguido tu carrera desde el comienzo, y me ha maravillado la forma en como has conseguido abrirte paso en un camino tan lleno de obstáculos...
¿Y por qué fingiste no conocerme entonces?.- quiso saber Genzo.
Porque me decepcionaste un poco cuando te conocí en persona.- Aunque Lily intentó suavizar el comentario, a Genzo le dolió.- Esperaba que fueras otro tipo de hombre, no fue nada placentero el conocerte de la manera en cómo te conocí. Por eso fingí no reconocerte...
"Ni modo", pensó Genzo. "Me lo merezco".
Reconozco que me porté como un idiota.- Genzo tomó una de las manos de Lily entre las suyas.- No sé si fue porque ese día era la despedida de soltero de Tsubasa o porque ya estaba algo ebrio, pero sé que me porté muy mal y créeme que estoy arrepentido.
Uhm... .- Lily seguía con la mirada en el horizonte, pero no sacó su mano de la prisión que formaban las de Genzo.
Y espero que me creas cuando te digo que cuanto te vi entrar a ese bar, supe que de alguna manera tendría que hacer que entraras en mi vida... Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida...
A Lily empezó a parecerle incómoda la situación y retiró su mano. Pero Genzo no iba a dejar escapar su presa. Se acercó a ella e intentó besarla, pero justo cuando los labios de ambos estaban por tocarse, ella se hizo para atrás.
Lo siento.- murmuró Lily.- Aun es demasiado rápido. No se te olvide que estoy saliendo con Lasse y preferiría que esta salida fuese solo de amigos.
Como desees.- suspiró Genzo.- Pero quiero que recuerdes que nunca me doy por vencido.
Lily sonrió tímidamente. La camarera les trajo el fondué y Lily y Genzo respiraron profundamente. Ella del alivio y él de la frustración...
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Lasse fue a buscar a Lily al hospital, y se topó con la nada agradable sorpresa de que ella había salido ya.
¿A dónde fue?.- preguntó Lasse a Dafne.
Eh... .- Dafne sabía que Lily se había ido con Genzo (se lo contó Deb) y también sabía que no sería conveniente el decírselo a Lasse.- La verdad, no lo sé.
Supongo que fue a su casa.- comentó Lasse.
Quizás.- Dafne fingió demencia.
En fin... Ya no alcanzo a ir a verla antes del ensayo... .- murmuró Lasse.- ¿Puede decirle por favor que vine a buscarla? Solo es por si hoy no puedo volver a verla.
Claro.- asintió Dafne.- Se lo diré.
En ese momento, llegó hasta la central de enfermeras una chica pelirroja de ojos negros. A Lasse le pareció conocida, pero no supo precisar de dónde.
Disculpe.- le dijo la chica a Dafne.- Busco a la doctora Lily Del Valle.
¡Qué barbaridad!.- suspiró Dafne.- Todo el mundo viene a buscar a Lily hoy...
¿Todo el mundo?.- preguntó la chica.
Yo también vine a buscarla.- sonrió Lasse.
¡Ah!.- la chica le devolvió la sonrisa.- ¿Es usted su novio?
Supongo que podría decirse que sí.- suspiró Lasse.- ¿Quién es usted?
Eh... Digamos que soy una vieja amiga...
A veces la doctora Lily regresa por las tardes a ver a sus pacientes.- dijo Dafne.- Puedo dejarle el recado de que vinieron a buscarla.
Se lo agradecería.- sonrió la chica.
¿Puede darme su nombre?.- preguntó Dafne.
Claro.- la pelirroja sonrió de manera enigmática.- Dígale por favor que vino a buscarla Emirett...
¿Emirett?.- preguntó Lasse.- ¿Ése es su nombre?
Sí.- sonrió la mujer.- Emirett Loustalot-Larclett.
Mucho gusto.- Lasse extendió su mano para estrechar la de Emirett.- Soy Lasse Nordenström.
El gusto es mío.- respondió Emirett.
La sonrisa de Emirett le recordó a Lily a Lasse. Era el mismo tipo de sonrisa alegre y desconfiada.
Bueno, me retiro.- dijo Emirett.- Muchas gracias, enfermera, eh...
Soto.- dijo Dafne.- Dafne Soto.
Gracias.
Emirett se dio la vuelta y se marchó, moviendo provocativamente su larga cabellera roja. Lasse la siguió con la mirada, un tanto extrañado.
"¿De dónde conozco a esta mujer?", pensó.
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Tsubasa iba saliendo del estadio un tanto malhumorado. Le habían molestado mucho las preguntas del segundo reportero, el que usaba la gorra café y lentes oscuros. ¿Por qué había sacado a Kanda a colación? Tsubasa tenía años de no verlo, no sabía de dónde rayos había conseguido el reportero esa información.
"Además, muy seguramente Kanda no anda pensando precisamente en venir a buscarnos para decirnos ´hola´", pensó Tsubasa.
Pero se equivocaba. Cuando Tsubasa estaba por subir a su automóvil, un viejo conocido lo abordó. Era Kanda.
Cuánto de no vernos, Tsubasa.- saludó él.- Ha pasado el tiempo.
Tsubasa miró con sorpresa al joven. Era como si la vida estuviese dispuesta a probar los límites de su asombro.
Notas:
Según sé, el fondué es un platillo típico suizo que consiste en queso derretido el cual se sirve en una olla o cazuela caliente o algo similar y se come con pedazos de pan. No lo he comido, pero se me antoja mucho probarlo.
Emirett es el nombre de la esposa de uno de mis compañeros de servicio y Loustalot-Larclett es el apellido de otra de mis compañeras. Los junté y me agradó la combinación.
La canción de Ricardo Arjona que les digo que dice "como quitarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojos" se llama "El Problema", según me dijo Samael. Y la canción que dice: "con mi celular en la mano parezco romano de la antigüedad" es de los Tigres del Norte.
Por cierto, nunca expliqué qué era una piñata. Es una olla de barro forrada con papel crepé y puede tener la forma de personajes de caricatura, de animales o incluso de frutas. La piñata es típica de México, se rompe en las posadas (fiestas decembrinas) y cumpleaños, se cuelga de una cuerda que se amarra desde lo alto para que la piñata cuelgue y los niños y no tan niños puedan romperla con un palo. Olvidé decir que una piñata está rellena de dulces y frutas como caña de azúcar, naranjas, mandarinas, cacahuates, así que cuando la piñata se rompe, los dulces caen sobre las personas. La forma típica de una piñata es de una estrella de siete picos y esto es porque cada pico representa un pecado capital. El sentido de la piñata, como ya dije, es romperla debido a que es una representación de la eliminación de dichos pecados. Por eso es muy común en diciembre, cuando se festeja el nacimiento de Jesús, aunque la tradición ya se extendió a las fiestas de cumpleaños. En fin, es una tradición muy mexicana. ¿Y a qué salió todo este rollo? Pues fue por la frase de: "es como quitarle un cacahuate a lo que nunca fue piñata".
