Capítulo 32.
No, no, no, y no.- protestó Alisse.
Lily la llevaba a rastras hasta el sitio en donde se llevaría a cabo el duelo. Alisse estaba tan enojada por el mentado duelo que no quería ni oír hablar sobre él.
Vamos, ¿no te da curiosidad el ver como se enfrentarán tus dos favoritos?.- preguntó Bere, risueña.
¡Misaki no es uno de mis favoritos!.- protestó Alisse, poniéndose roja.
Oh, vamos, no seas hipócrita.- comentó Paola.- Si bien que te mueres de la curiosidad por verlos jugar.
¿Qué te hace pensar eso?.- preguntó Alisse, ácidamente.
Ah, no lo sé, un presentimiento que tengo... .-sonrió Paola.
Hablando de presentimientos... Me parece que la pequeña Carol vendrá al encuentro después de todo.- comentó Deb.
Carolina se había negado rotundamente a ir, al igual que Alisse. La única diferencia entre la primera y la segunda era que Carolina se había encerrado a piedra y lodo en su cuarto y prácticamente se había tragado la llave de la puerta.
Ya no te quejes.- le dijo Lily a Alisse.- Será divertido.
Divertidos mis cal... cetines.
Los duelistas estaban ya en el sitio convenido, a la hora convenida (ya hasta parece fic de Yugi-Oh XD). Carlos y Matías esperaban pacientemente. Lily, Deb, Paola, Bere y Alisse se ubicaron a mitad entre ambas porterías. Matías le sonrió a Alisse, pero ésta no le devolvió el gesto.
Al menos dale una sonrisita.- comentó Bere.- La va a necesitar.
Si sonrío, no va a ser para él.- gruñó Alisse.
No, será para Misaki.- replicó Lily.
Alisse se quedó tan sorprendida por la rápida respuesta que no pudo protestar, así que se conformó con mirar a la mexicana con ojos de pistola.
Buena ésa.- sonrió Deb.
Al poco rato, Misaki, Tsubasa y compañía aparecieron por el campo de juego. Parecía ser que las selecciones de Japón y Chile en pleno se habían aparecido por ahí para ver el duelo.
Anda tú, que al rato esto va a estar atestado de reporteros.- comentó Deb, un poco cohibida al ver tanta celebridad.
Me conformo con que a nosotras nos dejen en paz.- replicó Paola.
A nosotras no nos molestarán.- rió Lily.- Pero quien sabe a ti, esposa del hermano de Joel Andersen y amante de éste último.
Paola miró con rabia a Lily. A ésta le dio mucha más risa.
¿Qué?.- dijo Lily.- No dije nada que tú no hubieses declarado ante las cámaras.
Eso es cierto.- Deb también reía a carcajadas.
Las odio.- gruñó Paola.
Tsubasa y Misaki saltaron al campo de juego, en donde Matías y Carlos ya los estaban esperando en el medio campo.
¿Listos?.- preguntó Carlos, jugando con el balón.
Siempre lo estamos.- replicó Tsubasa.
Tenía muchísimos deseos de enfrentarme a ti.- dijo Matías, mirando fijamente a Misaki.
Lo mismo digo.- replicó Taro.
Ambos jóvenes se retaron con la mirada. Cuando Matías le dijo a Alisse que se enfrentaría con Misaki, ella le confesó que había salido a pasear con el japonés. El chileno se molestó tanto por eso que sus deseos de acabar con Misaki aumentaron. ¿Y Taro? Bueno, pues ya saben ustedes que él deseaba enfrentarse a Matías por el motivo Alisse... Y también para sopesar sus habilidades con las del chileno.
Sanae estaba ahí, obviamente, al lado de todas las chicas del EPFUM. Todas llevaban banderas de Japón, aunque la de Sanae era la más grande...
¡Ánimo, Tsubasa!.- gritó Sanae, entusiasmada.
Taro, inconscientemente, volteó a ver a Alisse. Él sonrió y ella, casi en contra de su voluntad, sonrió también... Lily lo notó pero prefirió no decir nada... Genzo buscó a Lily con la mirada, pero ella decidió ignorarlo. Y como dije antes, muchos miembros de la selección Japonesa estaban ahí, entre ellos Hyuga, Ken, Sawada y Sorimachi. Éste trataba de no reírse, pues Ken tenía cara de estar estreñido.
¿Te pasa algo?.- le preguntó Kazuki a Ken.
Nada.- negó el portero karateca.
Pero el greñudo miraba ceñudamente a Paola.
Bien, vamos.- dijo Carlos, pasándole al balón a Matías.- Los primeros que anoten un gol, ganan.
Ambos chilenos se lanzaron al ataque. Tsubasa y Taro les salieron al paso. Matías intentó burlar a Misaki pero él le dio una zancadilla muy efectiva, robándole el balón.
¡Vamos, Tarito!.- gritó Lily, emocionada.- ¡Tú puedes!
Alisse miró a Lily con cierto enojo.
Misaki se lanzó al ataque y se combinó con Tsubasa. Carlos marcó a Tsubasa y Matías acosó a Misaki. El japonés y el chileno se enfrentaron en duelo cerrado. Misaki intentaba avanzar pero Matías le cerraba el paso.
¡Aquí, Misaki!.- gritó Tsubasa.
Taro evadió unos segundos a Matías, el tiempo suficiente para poder lanzarle el balón a Tsubasa. Éste lo tomó, evadiendo a Carlos. Tsubasa comenzó a correr hacia la que era su portería.
Tenía muchas ganas de enfrentarme a ti, Tsubasa.- gruñó Carlos.- Demostraré que soy mejor jugador que tú.
Ya quisieras.- replicó Tsubasa.
Taro siguió a Tsubasa de cerca en espera de ofrecer su apoyo. Matías le dio un empujón, cosa que indignó a muchos de los presentes.
¡Tramposo!.- gritó Kumi.
¡Juega limpio!.- gritó Deb.
No sabía que apoyaras a los japoneses.- comentó Paola, sorprendida.
Es que Tarito es taaaaaaan lindo.- suspiró Deb.
¿Y qué onda con la vida de Levin?.- preguntó Bere.
¿Qué tiene que ver Stefan en esto?.- Deb se puso muy roja.
¿Stefan? ¿Desde cuando le llamas por su nombre de pila?.- Lily rió a carcajadas.
No preguntes.- gruñó Deb.
A mí, en lo particular, me parece de lo más idiota que se enfrenten así en el campo de juego.- gruñó Paola.
A ti el fútbol te parece idiota.- comentó Lily.- Así que eso ya no es novedad.
Taro continuó en el juego, después de levantarse ya que el empujón de Matías lo había hecho perder el equilibrio. Los jugadores seguían enfrascados en su duelo. Los espectadores apoyaban a sus favoritos y los reporteros no tardaron en hacerse presentes.
Toma buenas fotografías.- ordenó un reportero rubio a su acompañante.
Sí.- asintió el tipo.
Carolina llegó al sitio convenido justo cuando Carlos le robaba el balón a Tsubasa, corría por el campo y disparaba a gol...
¡Sí, Carlos!.- gritó caro, emocionada.
Pero el balón rebotó en el poste de la portería. Los allegados a Chile y la pequeña Carol suspiraron, desalentados. Tsubasa recogió el balón y nuevamente volvió a hacer pareja con Misaki. el japonés corrió hacia la portería, pero Matías se le enfrentó. Ambos se enfrascaron nuevamente en una pelea por el control del balón. Taro hizo una finta e intentó escapar, pero Matías le metió el pie, golpeando a Misaki en el tobillo. Taro perdió el control y cayó al suelo.
¡Falta!.- rugieron varios espectadores.
¡Sucio!.- gritó Lily.- ¡Alisse, dile algo a tu novio! ¡Mira cómo está abusando de Misaki!
Pero Alisse seguía sin decir nada. Tsubasa se acercó a Misaki, preocupado.
¿Estás bien?.- le preguntó.
Sí.- asintió Taro, jadeando por el dolor.- No te preocupes.
Jueguen limpio al menos.- le reclamó Tsubasa a Carlos.
El fin justifica los medios.- replicó Carlos, muy engreído.- ¿Podrán continuar o no?
Claro que sí.- Taro se levantó con dificultad.- Continuemos.
Sin embargo, Taro sí resintió el golpe. Corría con menos velocidad de lo habitual. Tsubasa lo notó y trató de hacerlo todo él solo. En una ocasión, Taro consiguió robarle el balón a Carlos, pero su menor velocidad favoreció que Matías le diera alcance y le robara el esférico. Matías le envió la pelota a Carlos, quien la tomó y disparó con mucha potencia hacia la portería.
Es gol.- rugió Carlos, triunfal.- Ganamos.
¡Eso no!.- gritó Tsubasa, quien se lanzó con todo y desvió la pelota con la cabeza.
¡Eso es, Tsubasa!.- gritó Sanae, emocionada.- ¡Ése es mi esposo!
Sanae gritaba y brincaba, feliz como una lombriz. El EPFUM la miraba con el Jesús en la boca.
Sanae, no te agites tanto.- pidió Kumi.- No le hace bien al bebé...
¡Claro que le hace bien al bebé el ver que su padre es el mejor jugador del mundo!.- gritó Saane, feliz, sin dejar de brincar.
Taro aprovechó y se lanzó al ataque para recoger el balón y se lanzó a todo correr hacia la portería contraria. Tsubasa lo siguió. Matías y Carlos intentaron detenerlos, pero los japoneses se habían combinado y estaban imparables. Matías intentó nuevamente detener a Misaki, pero éste lo burló y le lanzó el balón a Tsubasa.
¡Por la Victoria, Tsubasa!.- gritó Misaki.
¡Por la Victoria!.- gritó Tsubasa, al tiempo que disparaba la pelota, la cual se estampaba en el fondo de la portería.
(Sería muy gracioso si dijera que Tsubasa anotó en su propia portería XD).
¡SÍIIIIIIIIIIIIIIII!.- se escucharon varias voces al mismo tiempo.
¡Bieeeeeen, Tsubasaaaaaa!.- Sanae se colgó de Kumi y ambas se pusieron a saltar de la emoción.
¡Bien hecho, Tsubasa y Misaki!.- gritó Genzo, emocionado.- ¡Les demostraron quienes son!
¡Se ve, se siente, Tarito está presente! ¡Se ve, se siente, Tsubasa está presente!.- gritaron Lily, Deb y Bere.
Anda tú, ganaron los japoneses.- comentó Paola.
Lo intentaste, Carlos.- sonrió Carolina.- Eso es lo que siempre me ha gustado de ti, que no te das por vencido...
Y Alisse seguía muy seria. Y no era la única, los seguidores de los chilenos también tenían cara de cuije... Aunque había un seguidor de Japón que también tenía cara de cuije...
Deja ya de poner esa cara, Wakashimazu.- comentó Kazuki, por quien sabe cuanta vez.- O de una vez por todas ve y dile a Paola que te gusta.
¡Ella no me gusta!.- gritó Ken, fúrico.- ¡Deja de decir estupideces!
Ya, ya, no te pongas así.- Kazuki rió.- Yo nada más decía que...
¿Qué?.- reclamó Ken.- ¿Qué decías? ¿Qué nada más porque no me llevo bien con tu amiga ya significa que me va a gustar por el tonto dicho que dice que del odio al amor no hay más que un paso?
Eh... No... Aunque te molestaste mucho cuando en la televisión salió el reportaje sobre Paola y Andersen...
¡Eso no es verdad!
Y mientras Ken vociferaba como gorila (jajajaja XD), Carlos y Matías presentaban sus respetos a Tsubasa y Taro (anda tú, que cada vez pongo frases más payasas XD).
Jugaron bien.- dijo Carlos, tendiéndole la mano a Tsubasa.- Lo reconozco.
Gracias.- dijo Tsubasa, estrechando la mano de Carlos.- Ustedes también.
Lamento los golpes.- comentó Matías a Taro.- No acostumbro a jugar así...
Está bien.- respondió Taro, con su carácter habitual.- Eres un gran jugador.
Lo mismo pienso de ti.
Carolina hizo acto de presencia. Carlos la miró, sin atreverse a decir nada.
Caro.- murmuró él.- Lo siento. Nunca quise hacerte sentir menos... De verdad, tú siempre has sido muy importante para mí...
Carolina no dijo nada. Simplemente miró a Carlos a los ojos.
Te quiero.- murmuró Carlos.- Siempre te he querido... Eres mi motivo de inspiración...
Ya no digas nada más... .- pidió Caro, acercándose a Carlos.
Y ambos se fundieron en un gran abrazo. En ese momento, Alisse se acercó a hablar con Matías, hecha una furia.
Quiero hablar contigo.- exigió ella.- Ahora.
Matías miró a Alisse con cierto enojo y se alejó unos pasos con ella para charlar en privado. Taro alcanzó a escuchar que ambos jóvenes intercambiaban palabras en español. Ella se escuchaba bastante enojada y él tampoco se oía muy tranquilo... No se sabía con exactitud de qué rayos se estaba quejando la chilena y parecía que nadie quería enterarse...
Has lo que quieras.- gruñó Matías, enojado.
¿Pues qué crees que voy a hacer?.- replicó Alisse, echando a andar.
Matías la siguió, pero muchos pasos detrás, sin saber si debía detenerla o dejarla ir. Taro decidió seguirlos también (chismoso que es). Alisse estaba tan enojada que cruzó la calle sin fijarse. Matías tampoco iba prestando atención... Taro se dio cuenta de que un coche circulaba por la calle a toda velocidad...
¡Alisse!.- alcanzó a gritar Taro, pero ya era demasiado tarde...
Se escuchó un bocinazo, seguido por un grito y un golpe seco. El ruido fue tan impactante que todos voltearon a ver lo que había sucedido...
¡Llamen a una ambulancia, han atropellado a una persona!.- gritó alguien.
Lily, Deb, Bere y Paola corrieron al sitio del accidente... Y vieron, horrorizadas, que Alisse estaba tendida en medio de la calle, con Taro a su lado pidiéndole desesperado que le respondiera...
Notas:
Pobre Alisse... Originalmente no pensaba hacer que la atropellaran a ella, pero bueno, giros que da la historia, jeje.
