Capítulo 34.

Uhm, veamos, con quién empezaré este capítulo...

Bueno. Paola no terminaba de creer lo que Sanae le acababa de contarle. La germano-japonesa seguía creyendo que, más que un psiquiatra, Sanae necesitaba un abogado. La chica debería de haber denunciado desde hace mucho tiempo el chantaje del cual era víctima.

Si sigues permitiendo esto, se hará cada vez más grande.- le dijo Paola a Sanae.- Los chantajistas no se conformarán con una pequeña cantidad de dinero, seguirán sacándote cada vez más si tú lo sigues permitiendo.

Pero no quiero que se haga un escándalo.- musitó Sanae.- Por el bebé... Y por Tsubasa.

Tsubasa es lo de menos.- replicó Paola.- Total, el escándalo siempre le hace bien a los jugadores.

Sanae miró a Paola con cara de "hello con tu hello".

Ya, es cierto.- insistió Paola.- Mira al "niño bonito" del Real Madrid, David Beckham. Parece que mientras más escándalos hacen él y su zanahoria esposa, más fama agarran.

¿Y el bebé?.- insistió Sanae.- ¿Él cómo podrá defenderse? Solo me tiene a mí, y si yo no lo cuido... ¿Quién lo hará?

Uhm... .- Paola lo consideró unos momentos.

Sí, quizás el escándalo no sería bueno para el bebé Ozhora, quien probablemente tendría su infancia marcada por el escándalo. (¡Si seré! ¡Cómo me gusta exagerar! Jajajaja XD). Pero aun así, Sanae debía detener el chantaje cuanto antes.

Por cierto que tus problemas no son dignos de un psiquiatra.- comentó Paola.- Pero si crees que necesitas mi ayuda, aquí estaré.

O sea, no pretendo que me recetes antidepresivos.- replicó Sanae.- Nada más necesito hablar con alguien que no vaya corriendo a decirle todo lo que me pasa a Tsubasa... Como mis amigas del EPFUM...

¿El EPFUM?.- exclamó Paola, sin saber de qué rayos hablaba Sanae.

El Ejército de Protección de Futuras Mamás.- rió Sanae.- Así bautizó Tsubasa a mis amigas.

Eso me recuerda al PEDDO.- comentó Paola, divertida.- En fin...

¿El PEDDO?.- se sorprendió Sanae.

La Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros.- explicó Paola.- ¿Qué nunca has leído a Harry Potter?

No.- negó Sanae.

Como sea.- Paola se encogió de hombros.

¿Entonces puedo contar con tu ayuda?.- preguntó Sanae, esperanzada.

Claro, aunque dudo que pueda servirte de mucho, pero cuando lo necesites aquí estaré.- respondió Paola.- Y no sé por qué creo que el chantaje no es lo único que te preocupa, ¿cierto?

Sanae suspiró, al tiempo que negaba con la cabeza.

Hay otra cosa más... .- musitó ella.

Déjame adivinar.- pidió Paola.- Una mujer.

¿Cómo supiste?

Casi siempre es por eso, cuando hay líos matrimoniales, aunque déjame y te digo que yo no soy consejera matrimonial, ¿eh?.- advirtió Paola.

No necesito que lo seas.- rió Sanae.

Paola se distrajo un momento cuando la campana que anunciaba que alguien hablaría por el altavoz se escuchó. Ella, al igual que Lily y Deb, pidieron ser voceadas por los altavoces si había algún cambio en el estado de salud de Alisse. Pero la muchacha del conmutador simplemente llamó a los camilleros al área de tococirugía. Paola suspiró, un tanto decepcionada porque no se trataban de noticias buenas, aunque también aliviada de que no se tratasen de noticias malas.

Debo irme.- dijo Sanae.- Ya es tarde. Espero que Alisse se recupere...

Gracias. Yo también lo espero.

Todo esto había sucedido la noche anterior. Ya era el día siguiente y al menos había llegado con noticias buenas: Alisse había despertado.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Lily había ido a comprarse un café, ya que se había negado a marcharse del hospital hasta que Alisse no despertara. Se había quedado a dormir en el cuarto de médicos, junto con Deb, quien había tenido guardia esa noche. Después de una mala noche en donde la chica no pudo dormir, Lily se levantó temprano, se dio una ducha y se cambió con la muda de ropa que siempre guardaba para una emergencia. Mientras esperaba a que la atendieran en la cafetería, Lily pensó en lo ocurrido la noche anterior. Genzo se había negado a marcharse sino hasta muy entrada la noche, lo que había hecho que él y Lasse estuvieran juntos en la sala de espera, en compañía de una Samael que no se veía muy feliz por tener que ver a dos de sus mejores amigos retándose con la mirada.

Supongo que me has de odiar.- le comentó Lily a Samael.

¿Por qué?.- la chica estaba sorprendida.

Por esto.- Lily suspiró.- La verdad era que yo no quería que ellos se enfrentaran por mí...

Supongo que es algo que a veces no se puede evitar.- Samael se encogió de hombros.

Lily volteó a ver a sus "pretendientes". Genzo y Lasse entablaban una tensa charla sobre...

(Por todos los cielos, ¿sobre qué podrán charlar estos dos?).

Charlaban sobre el clima. Samael y Lily se daban cuenta de que, aunque Lasse se mostraba bastante tranquilo, Genzo tenía la impresión de querer propinarle un buen golpe al violinista en algún momento.

¿No crees que deberíamos detenerlos?.- preguntó Lily a Samael.

Podría decirte que te vayas con Lasse y que yo me encargo de Genzo, pero sinceramente creo que sería mejor al revés.- contestó Samael.

¿Por qué dices eso?.- se sorprendió Lily.

Porque creo que Lasse y tú hacen una buena pareja.- explicó Samael.- Pero no tan buena como la harían Genzo y tú. Táchame de loca, quizás, pero creo que Genzo y tú están destinados a estar juntos.

Lily no supo si Samael le hablaba en serio o solo lo dijo porque a ella no terminaba de gustarle del todo que Lily anduviera con Lasse. En ese momento, Kazuki regresó después de conseguir que Ken y Paola dejaran de pelearse (y así Ken se marchó del hospital y Paola se fue hacia la salida secreta, en donde se encontró con Sanae). Para desgracia de Lily, Kazuki se llevó a Samael a quién sabe a donde y no regresó sino hasta después de mucho rato. A Lily le pareció que Sorimachi y Kazuki se veían como algo más que simples amigos... Sea como fuere, a Lily no le quedó más remedio que actuar de mediadora y sentarse entre Lasse y Genzo. Sin embargo, la situación se tornó, como era de esperarse, mucho más incómoda. Lily estaba rogando para que una nave extraterrestre llegara y se la llevara, cuando Bere e Izawa aparecieron, en compañía de Caro. Bere se puso a charlar con Caro e Izawa charlaba con Genzo, quien veía con muy malos ojos el hecho de que Lasse y Lily platicaran en voz muy baja, hasta que el médico que atendía a Alisse apareció y les informó que la muchacha ya se encontraba fuera de peligro. Bere expresó su deseo de irse, Caro estuvo de acuerdo, Izawa se ofreció a acompañarlas, ya que Carlos estaba apoyando al Matías, y Genzo decidió que también se marcharía. Lasse se quedó con Lily hasta que Samael se decidió a volver. Lily se fue entonces al cuarto de médicos a descansar, aunque no consiguió dormir bien, preocupada por Alisse y tensa por el asunto entre Genzo, Lasse y ella...

Y al fin, después de mucho rato, el jefe de la cocina le sirvió el café a Lily.

Perdona la tardanza, niña linda.- se disculpó el cocinero.- El café no estaba listo todavía.

No hay problema.- respondió Lily.

¿Quieres una gelatina?

Se lo agradecería mucho.

Lily sonrió. Ella siempre se había llevado muy bien con el jefe de la cocina y él siempre le regalaba fruta, pan o gelatina cuando ella iba por café. Lily salió de la cafetería, sintiendo que había pasado más de dos días sin dormir, como le pasaba cuando era estudiante.

Al fin te encuentro.- Lasse le dio alcance en ese momento. Él se veía muy apuesto y radiante, y Lily lamentó el verse tan demacrada.- ¿Cómo estás?

Fatal.- respondió Lily, con sinceridad, abrazando a Lasse.

¿Cómo sigue Alisse?

Las enfermeras me han informado que se encuentra estable.- respondió Lily.- Iré a verla en cuanto consiga despejarme un poco.

En ese momento, la chica pelirroja que había ido al hospital a buscar a Lily el otro día apareció caminando por el pasillo y sonrió al ver a Lily abrazada de Lasse.

Perdonen la interrupción.- dijo la chica.- Pero tengo siglos queriendo encontrar a la doctora Lily Del Valle.

Ella es.- dijo Lasse, soltando a Lily.- Hola de nuevo.

Hola.- la chica le sonrió a Lasse de una manera muy especial.

Eres tú.- musitó Lily.- No esperaba verte por aquí... Emirett...

Ya ves.- replicó la chica.- De vez en cuando me dan ganas de aparecerme cerca de mi sob... amiga favorita.

Lasse miró a ambas chicas y le pareció que ocultaban algo o que tenían deseos de charlar a solas.

En un segundo vuelvo.- pretextó Lasse, para poder dejas a las jóvenes solas.- Voy a comprar un café.

Lily se esperó a que Lasse se desapareciera para poder hablar.

Me da gusto verte.- sonrió Lily.- Aunque realmente me sorprende...

No veo por qué.- sonrió Emirett.- Ya sabes que eres mi favorita y siempre tengo que saber lo que estás haciendo. Por cierto... ¿Ese galanazo es tu novio?

¿Lasse?.- preguntó Lily.- Pues no es mi novio, precisamente, solo salgo con él...

Anda tú, que si no está comprometido de manera oficial aun tengo oportunidad...

Lily miró a Emirett con cara de "hello con tu hello".

Quiero preguntarte algo.- pidió Lily.

Mientras no sea el por qué vine a Barcelona... .- suspiró Emirett.

No.- negó Lily.- ¿Por qué rayos te haces pasar por Emirett Lostalot-Larclett?

Emirett sonrió.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Isa leía en el periódico lo ocurrido el día anterior.

"HÁBILES JUGADORES JAPONESES VENCEN A CHILENOS", rezaba el encabezado.

"Los magníficos jugadores de fútbol Tsubasa Ozhora y Taro Misaki se enfrentaron ayer en un duelo extraoficial a los jugadores chilenos Carlos de Sousa y Matías González. Nuestras cámaras captaron los momentos cuando estos cuatro grandiosos jugadores se enfrentaron en un reto que mantuvo en suspenso a los aficionados...".

Más abajo venían algunas fotografías y después un breve reportaje que anunciaba que la novia de Matías González había sido atropellada después del duelo y que se recuperaba en el Hospital General de Barcelona. Isa dobló el periódico. A ella le hubiese gustado estar presente en ese duelo... En ese momento, un joven de cabello crespo entró a "EL MUNDO DEL BEBÉ", y se dirigió a ella con paso firme.

¿Ya tomaste una decisión?.- preguntó el joven a Isa.

Isa levantó la mirada. Frente a ella estaba el hombre que ella sabía que estaba en Barcelona pero que aun así nunca esperó encontrarse.

Mario.- musitó ella.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Hazlo. No pierdas más el tiempo. Él tiene que saberlo".

Sanae preparaba el desayuno. Tsubasa leía el periódico tranquilamente, sentado a la mesa de la cocina.

Me sorprende que el EPFUM no haya llegado todavía.- comentó Tsubasa, haciendo que Sanae se sobresaltara.- ¿Qué pasa?

Nada.- negó Sanae, respirando profundo.- Es solo que estaba concentrada pensando en otra cosa...

¿En qué?

En... En Alisse.- respondió Sanae, cosa que era parcialmente cierta.- Ojalá se encuentre mejor.

Yo también lo espero.- asintió Tsubasa, mirando a Sanae por encima del periódico.- Misaki estaba muy preocupado ayer. Creo que esa chica le importa demasiado...

Eso pensé yo también.- dijo Sanae.- Pobre…

Tsubasa volvió a mirar las fotografías que aparecían en el periódico, sorprendido. Nunca se dio cuenta del momento en el que los fotógrafos los captaron en pleno partido. Había fotos muy buenas, como ésa que captó el momento en que Tsubasa desviaba el tiro de Carlos con la cabeza. Lo que sí, aunque había un pequeño reportaje del accidente de Alisse, no había ninguna fotografía. Y esto se debió a que Paola, Deb y Lily casi amenazaron con matar a cualquiera que se atreviese a hacerlo, aunque los reporteros se pusieron un tanto agresivos y amenazaron a su vez a las doctoras con tomarles fotografías muy personales y chantajearlas con ellas. Claro está que ni Paola ni Deb ni Lily se asustaron con esto.

Es terrible.- dijo Tsubasa, doblando el periódico.- Lo que los reporteros quisieron llegar a hacer con tal de tomarle fotografías a Alisse…

¿Qué quisieron hacer?.- preguntó Sanae, quien no se había enterado de eso.

Pues intentaron chantajear a las doctoras Cortés, Del Valle y Wakabayashi.- explicó Tsubasa.

¿Cómo dices?.- a Sanae casi se le cae el suelo el tazón que traía en la mano.

Genzo me contó que los reporteros amenazaron con tomarles fotografías comprometedoras a las doctoras si no permitían que le tomaran fotos a Alisse para publicarlas, y que supuestamente usarían esas fotografías comprometedoras para chantajear a las doctoras. Genzo me contó que su prima casi golpea al reportero que las amenazó y que la doctora Lily insultó a uno de ellos en español.

Ya veo.- Sanae comenzó a sudar frío.

Es terrible que los reporteros hagan eso. ¡Mira que chantajear a la gente! Eso es algo de lo más ruin… .- comentó Tsubasa.

Y que lo digas…

Por cierto que es idiota ceder ante ese tipo de cosas. Es estúpido el permitir que alguien más te chantajee solo para conseguir lo que desean. Cualquiera que tenga dos dedos de frente no se dejaría hacer algo así.- continuó Tsubasa.

Sanae sintió que el mundo le daba vueltas.

Yo nunca dejaría que alguien me chantajeara.- dijo Tsubasa.- Preferiría revelar la verdad con la que me quieren chantajear a permitir que alguien abuse así de mí.

Y si… ¿Si la verdad que revelas puede acabar con tu carrera o perjudicar a alguien a quien quieres?.- preguntó Sanae, con voz trémula.- ¿Aun así lo harías?

No me importaría.- respondió Tsubasa.- Sería peor el chantaje.

Sanae suspiró. Era momento de decir la verdad…

Notas:

Jajaja, los dejaré en el suspenso, total que a mí ni me gusta hacer eso XD.

La PEDDO, o Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros fue fundada por Hermione Granger para defender a los elfos en el cuarto libro de la saga de Harry Potter: Harry Potter y el Cáliz de Fuego, escrito por J.K. Rowling. Me inspiré en ello para crear el EPFUM XD.