Capítulo 39.

A ver, quién me falta...

Kanda estaba esperando en una esquina a que ella apareciera. Se tardó un poco más de lo planeado y él ya estaba pensando en ir a buscarla.

"No debí dejar que ella lo hiciera sola", pensó Kanda. "Debí haber insistido en acompañarla. No sabrá qué hacer si las cosas se ponen feas... ".

Pero ella apareció, caminando por la calle como si fuera lo más natural del mundo. Su expresión era inescrutable y Kanda no pudo adivinar lo que había ocurrido. Ella llegó junto a él y lo miró sin decirle nada.

¿Y bien?.- preguntó Kanda, impaciente.- ¿Qué ocurrió?

Todo arreglado.- respondió ella, con voz neutral.

¿Estás segura?

Bien segura.- asintió ella.- Todo solucionado. Sanae tiene las fotos y ese tipo no volverá a molestarla.

Bien.- dijo Kanda.

Ella se recargó contra la pared, mirando hacia el vacío.

Solo quedamos nosotros.- suspiró ella.

Lo sé.- suspiró él.

Y supongo que ambos sabemos lo que debemos hacer...

Supongo que sí...

Kanda también se apoyó contra la pared.

Eso solo nos deja a ti y a mí.- murmuró él.

Isabel lo miró. Kanda le devolvió la mirada.

¿Aun podremos arreglar algo?.- preguntó ella.

Eso depende.- respondió él.

¿De qué?.- quiso saber Isa.

Kanda se quedó callado unos momentos antes de responder.

De si ya descubriste si aun amas a Tsubasa Ozhora o me amas a mí..- respondió él.

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"Debes ir a buscarla", dijo la voz del Ángel.

"¿Y por qué habría de hacerlo? Yo no hice nada", dijo la voz del Demonio.

"Pero ella es tu esposa".

"¿Y eso qué tiene?".

"¿Cómo que qué tiene?".

Tsubasa ya estaba harto de pelearse consigo mismo. Y de cualquier manera, no estaba consiguiendo nada. Genzo se apareció al final del entrenamiento y se acercó a hablar con él.

¿Qué tal?.- preguntó Genzo.- Vine a espiar tu entrenamiento.

Ni así conseguirás vencerme.- replicó Tsubasa.

Buena respuesta.- Genzo sonrió.- Pero te noto algo raro... ¿Pasa algo?

Quizás.- suspiró Tsubasa.

¿Qué ocurre?

Es sobre Sanae... .- explicó Tsubasa.- Y sobre Kanda...

¿Hablas de ese jugador de kick boxing que intentó conquistar a Sanae hace años?

Así es.- asintió Tsubasa.- Pues bien, ha vuelto al ataque...

Tsubasa le contó todo lo ocurrido a Genzo. Éste esperó a que su amigo dejara de hablar para poder dar su opinión.

Así que ahora me debato entre ir y perdonarle o hacerle el ofendido por más tiempo.- concluyó Tsubasa.

Amigo, estás haciendo una tormenta en un vaso de agua.- opinó Genzo.- No creo que sea para tanto... O sea, sí, Sanae te mintió, pero después de todo no pasó nada malo entre ella y Kanda. Y viéndolo desde un punto de vista estricto, Sanae no te mintió, simplemente no te dijo lo ocurrido.

Sí, tienes razón.- admitió Tsubasa.

Además.- continuó Genzo.- A ti te pasó lo mismo con Isabel. No le contaste a ella lo ocurrido porque no te pareció importante, y por lo visto Sanae hizo lo mismo. La única diferencia aquí es que ella lo hizo cuando ya están casados.

Sí, lo sé.- suspiró Tsubasa.- Entonces creo que debería ir a hablar con ella...

Sería recomendable.- asintió Genzo.- No te compliques la vida.

Gracias, amigo.- sonrió Tsubasa.

No hay de qué.- Genzo se encogió de hombros.- No soy un experto con las mujeres, pero en fin...

¿Aun tienes problemas para conseguir que Lily Del Valle te ame?

Más o menos...

Tsubasa no lo pensó más. Iría cuanto antes a buscar a Sanae...

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Lily llevó a Emirett a su departamento y se la presentó a sus amigas, con excepción de Deb, quien ya la conocía.

Hola, Jules.- sonrió Deb.- Tanto tiempo sin verte.

Hola, Deb.- sonrió Emirett.

Bueno, pues Deb ya conoce a Emirett.- intervino Lily.- Así que, Caro, Bere, Paolita querida, les presento a una buena amiga, Emirett Loustalot-Larclette.

Anda tú.- rió Deb.- ¿De dónde te sacaste ese nombrecito, Jules?

Pregúntale a Lily.- sonrió Emirett.

Mucho gusto.- sonrió Bere.

Es un placer conocerla.- dijo Caro.

Háblame de tú, no soy tan vieja.- rió Emirett.

Bienvenida a España.- dijo Paola.

Gracias.- sonrió Emirett.- Lily me ha hablado mucho de todas, me da gusto conocerlas al fin. Hace rato conocí a Alisse y a su novio en el hospital. Ambos me agradaron mucho.

¿Conociste a Matías?.- preguntó Bere, sorprendida.- ¿A poco ya se reconciliaron Alisse y él?

¿Matías?.- cuestionó Emirett.- Creí que me había dicho que se trataba de Taro Misaki o algo así...

Él no es el novio de Alisse.- rió Lily.- Aunque lo parece.

Me agrada más Taro que Matías.- opinó Paola.- Al menos Tarito se ha preocupado por Alisse, no como ese baboso de Matías que no se ha aparecido por el hospital.

Matías ya fue a ver a Alisse, según me contó Carlos.- contradijo Caro.- Pero parece ser que las cosas no marcharon bien entre ellos...

Las cosas no marchan bien entre Alisse y el Mati desde el duelo que él tuvo contra Misaki.- dijo Lily.- Y empeoraron con el accidente...

Pobre Matías, me da algo de pena.- comentó Caro.- Carlos me dice que en verdad él está muy deprimido...

Y hablando de Carlos.- sonrió Deb.- ¿Qué onda con él y contigo?

Nada.- Caro se puso roja y sonrió por lo bajo.- Pero hemos aclarado nuestros problemas.

¿Ah, en serio?

Sí.- asintió Caro.- Hemos decidido darnos una oportunidad...

¿Ya lo perdonaste?.- preguntó Paola.

Sip.- respondió Caro.- Ya hemos aclarado todo.

Me da gusto por ti.- sonrió Bere.- Ya te merecías ser feliz.

Y hablando de ser feliz... .- murmuró Lily.- ¿Qué onda contigo y con Izawa?

Eh... .- Bere trató de fingir demencia.- Pues nada.

¿Ya son novios o siguen siendo amigos con derechos?

No somos amigos con derechos.- Bere se puso colorada a más no poder.- Solo somos eh...

Amigos normales.- completó Paola.- Ése cuento ya me lo sé.

Es en serio.- continuó Bere, algo decaída.- Hubo un momento en el que pensé que podríamos llegar a ser algo más pero... No sé, el tiempo pasó y él nunca me dijo nada... Yo pensé que de verdad le gustaba a él...

Si no te valora, no te merece.- Lily le pasó un brazo por los hombros a Bere.- Si no se decide, hazlo tú.

Déjalo.- opinó Paola.

Pero él me gusta... .- replicó Bere.

Entonces dile lo que sientes.- habló Emirett.- Si te gusta, díselo. Quizás eso lo anime a decirte lo que él siente. Quizás él no te ha dicho nada porque no está seguro de lo que tú sientes por él.

Quizás tengas razón.- sonrió Bere.

Lily también sonrió. Emirett amaba andar de celestina...

(Como a muchas XD).

Por cierto, déjenme presumirles.- dijo Deb, en ese momento.- Tengo novio.

¿Quéeeee?.- exclamaron todas.- ¿Y eso? ¿Quién es?

Ni me la van a creer- rió Deb.

No me digas.- rió Lily.- ¡Es Levin!

Todas las chicas hicieron escándalo, como era de esperarse.

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Sanae estaba algo confusa. No entendía el por qué Isabel la había ayudado en la hora de la verdad. La muchacha estaba sentada a la mesa de su cocina, con el sobre amarillo cerrado frente a ella. El timbre sonó. Sanae se levantó a abrir la puerta y se encontró con Yukari.

Estaba preocupada por ti.- dijo Yukari.- ¿Estás bien?

Ahora lo estoy.- respondió ella.

Sanae y Yukari fueron a la cocina. Ésta miró el sobre y le lanzó a Sanae una mirada de interrogación.

¿Qué contiene ese sobre?.- quiso saber Yukari.- Algo me dice que quizás esto es lo que te ha tenido tan extraña estos últimos días...

Quizás.- admitió Sanae.- Es una larga historia...

Sanae le contó todo a Yukari, absolutamente todo. Al final, Yukari estaba muy seria.

Debiste habérselo dicho todo a Tsubasa desde un principio.- dijo Yukari.- Pudo haberte pasado algo...

Lo sé, lo sé.- suspiró Sanae.- Es solo que no sabía qué hacer...

Deberías decirle todo a Tsubasa ahora.- aconsejó Yukari.- Y a la policía también. Debes denunciar a esos sujetos y detenerlos antes de que vuelvan a chantajear a alguien.

Sanae asintió. Sabía que Yukari tenía razón... Solo esperaba que Tsubasa no fuera a molestarse demasiado por el dinero que ella gastó para evitar que los reporteros acabaran con su carrera...

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Genzo se sorprendió mucho cuando llegó al departamento que alquilaba y encontró a Ken esperándolo.

¿Vienes por un reto?.- preguntó Genzo.- Estoy listo cuando quieras.

No es eso lo que busco.- negó Ken.- Al menos no ahora...

¿Qué pasa entonces?

Es sobre Paola.

¿Qué pasa con mi prima?.- Genzo frunció el entrecejo.

Ni me la creerías... .- musitó Ken.

Inténtalo.- ordenó Genzo, muy serio.

Ken esperó por unos momentos. Él no quería admitirlo.

Es imposible.- dijo él.- Es una locura. Es algo que no puede ser... Y es que Paola es una caprichosa, una tonta, una...

Cuidado con lo que dices de ella.- interrumpió Genzo, muy serio.- No dejaré que la insultes. Ella no es nada de eso que tú dices.

Es que... Creo que yo... Yo la quiero... .- musitó Ken.

Andas pa´ atrás. Genzo casi de va de espaldas.

Notas:

Ahora sí, ya ando enfilando rumbo al final. Los capítulos serán más cortitos porque me cae que debo arreglar demasiados embrollos...

¿Se esperaban lo de Kanda e Isabel? La verdad, yo no.